- En
resumen - La
Nutrición de Pacientes Víctimas de la Anorexia
Nervosa o de la Malnutrición Severa - Bibliografía
Es conveniente evitar las variaciones
bruscas de peso
En esta ponencia cubrimos dos aspectos únicos del
trabajo que
confronta a quienes se especializan en el tratamiento de las
disorexias.
Primero, entenderemos los resultados adversos de las
fluctuaciones del peso y más adelante veremos los
elementos que entran en el proceso de la
estabilidad nutritiva de pacientes que sufren de la anorexia
nervosa u otras formas de desnutrición.
Los riesgos que
conllevan el sobrepeso y la obesidad para
la salud son muchos
e indiscutibles. Por el contrario, estar demasiado delgado
también es perjudicial, tal y como ha quedado patente en
algunas investigaciones
recientes. La última vuelta de tuerca a este rompecabezas
la ha dado un seguimiento publicado el mes pasado en la revista en
inglés
PLoS Medicine.
Según sus conclusiones, la pérdida
intencionada de peso puede acarrear cierto riesgo a largo
plazo ya que la posibilidad de muerte
prematura fue algo más alta entre los individuos de la
muestra
-formada por miles de participantes de un trabajo
epidemiológico finlandés- que mostraran
fluctuaciones en su peso que entre sus homólogos que se
mantuvieron más estables, incluso aunque éstos
pesasen algo más de lo debido.
A la vista de estos sorprendentes hallazgos, los autores
del trabajo, pertenecientes a varias instituciones
sanitarias de Finlandia y Dinamarca, se han apresurado a aclarar
que las conclusiones obtenidas no implican que la
reducción de peso no sea beneficiosa para los obesos y que
estos pacientes deban abandonarse a la suerte de ser gordos. Al
contrario, todos los marcadores de riesgo cardiovascular mejoran
en estos individuos cuando bajan algunos kilos.
En realidad, sobre lo que los especialistas quieren
llamar la atención es que tratar de adelgazar, a toda
costa, puede no ser la mejor alternativa en unos casos y que a
veces es preferible mantenerse en un nivel de sobrepeso
equilibrado que experimentar variaciones bruscas del mismo
periódicamente.
Posiblemente, y aunque en el trabajo se
especifica que todavía han de realizarse más
investigaciones al respecto, el efecto observado en el mismo se
debe a que las personas que quieren deshacerse de los kilos
sobrantes suelen restringir su aporte calórico sin
demasiado control, lo que
acaba traduciéndose en una pérdida de tejido magro
y no de grasa corporal.
De hecho, entre los participantes que perdieron peso
ayudándose de un programa de
ejercicio – además de un régimen controlado por su
médico – no se percibió ningún aumento de la
mortalidad.
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