Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Ergofobia o fobia al trabajo (página 2)




Enviado por Felix Larocca



Partes: 1, 2

Cuando las palabras "buscar empleo" se
mencionaban, a Danilo, le ocasionaban vértigo.
Todavía no trabaja, lo que ya todos lo aceptan, con
resignación.

El papá de Rebeca, de manera filosófica, a
todos repite, como gesto de consolación: "Por lo menos no
es gordo…"

Por el sudor de su frente por William
Strang.

Continuemos esta lección con una descripción de la fobia social, descrita en
otras ponencias.

Una fobia social es un tipo especial de miedo. Todos
tenemos miedos instintivos a ciertos objetos, animales y
situaciones; como las serpientes venenosas o no, los perros
irascibles, las infecciones sean éstas desconocidas o no,
los accidentes
posibles, la muerte
imprevista — aunque estos miedos se traducen en comportamiento
de simple cautela frente a las situaciones de peligro y
además de que estos mismos miedos nos induce a estar
alertas en la vida cotidiana para sortearnos peligros
potenciales.

Hablamos de fobias cuando la intensidad con la que
experimentamos el miedo frente a los distintos objetos
es:

  • Injustificado, por lo inofensivo que para los
    demás resulta, lo que nos causa miedo
  • inoportuno (no lo sentimos en el momento
    apropiado)
  • desmesurado (sentimos más de lo que
    sería habitual)
  • interfiere con nuestra vida normal de forma
    innecesaria, y
  • nos reduce nuestra capacidad de acción y goce.

Aunque algunas fobias son muy conocidas, como el miedo
incongruente a coger el ascensor, nadar, las ratas y cucarachas,
por ejemplo, en cambio en la
fobia social el miedo se centra en situaciones más
complejas y sorprendentes, que además alteran totalmente
la vida de sus víctimas, ya que los seres humanos viven en
sociedad.

Todos solemos experimentar incertidumbre, ansiedad e
inseguridad al
conocer a personas nuevas, pero una vez roto el hielo, casi todos
logramos convertir esos encuentros en una experiencia
agradable.

En cambio las personas con fobia social experimentan un
grado de ansiedad mucho más elevado en estas
situaciones.

Puede ser tan severo el grado de ansiedad o nerviosismo
que se produzcan señales
físicas delatadoras (sudor, temblor muscular y de voz,
rubor, inquietud) que hacen a quienes las sufren más
vulnerables e inseguros y la situación social, en vez de
convertirse en un tiempo
aceptable o algo agradable se convierte en algo cada vez
más desagradable, resultando en un deseo de evitar esas
mismas situaciones que tanta ansiedad producen. (Véanse
nuestras ponencias al respecto).

El deseo que todos solemos tener de formar parte de los
grupos
sociales, ser valorados y apreciados se ve gravemente
disminuido, con la consiguiente baja autoestima y
sentimientos de inferioridad.
Elementos más importantes de la fobia social:

  • Preocupación por evitar ser el centro de
    atención cada vez que nos encontramos en
    público.
  • Temor de que alguien nos mire y observe lo que
    estamos haciendo.
  • Temor a que nos introduzcan a otros.
  • Temor a la actividad de comer o beber frente a
    otros.
  • Dificultad para desenvolverse en establecimientos
    públicos.
  • Terror a dirigirse a un conjunto, aunque sea un
    grupo de
    amigos.
  • Aversión a realizar llamadas
    telefónicas y realizar gestiones.
  • Dificultad para confrontarse en el trabajo o
    hacer reclamaciones (incluso si se tiene la razón y el
    derecho de hacerlo).
  • Las fiestas y reuniones son una pesadilla y el
    comportamiento de la persona que
    tiene fobia social consiste en ponerse cerca de la puerta o
    encargarse de discretas tareas que le permitan escapar de la
    situación.
  • Tendencia a evitar espacios cerrados donde se
    congreguen la gente.
  • Sensación de que todos observan y juzgan al
    fóbico negativamente.
  • Temor a que lo que se dice sea irrisorio o
    ridículo.

Algunas personas con fobia social tienden a consumir
alcohol para
ganar así valor y
desinhibición. Este comportamiento, tiene, a veces,
resultados desastrosos.
La fobia social puede ser algo que — a diferencia de la fobia a
las serpientes — se haga presente cada vez que uno entre una
situación social nueva. (Para un entendimiento detallado
de la neurociencia de las fobias, aquí se recomienda:
The Neuroscience of Psychotherapy: Building and Rebuilding
the
Human Brain por L. Gozolino).

En el niño la base de la fobia escolar es la
separación de los padres. En el adulto puede que sea un
trastorno afectivo, o depresión,
como más adelante se establecería en el caso de
Danilo.

La fobia se perpetúa por la necesidad de evitar
el objeto y situación temidos. La racionalización
viene cuando la persona fóbica busca justificaciones
falsas para mantener su integridad frente a los
demás.

Caso
clínico. Perucho el dormidor

A los 29 años de edad, Perucho había
abandonado los estudios de administración de negocios,
porque le "aburrían" y había tratado trabajar en la
oficina de su
padre dos veces — lo que no duraría mucho, ya que lo que
le apetecía era dormir tarde, manejar su automóvil
de lujo, salir a las discotecas por las noches y crecer
progresivamente obeso.

Perucho en medio de sus "labores"
cotidianas

Se metió en amores con Dina a quien
conoció en una fiesta. Cuando pensó en contraer
matrimonio con
ella, se percató de que ninguna de las dos familias de los
novios los iban a mantener — decidió, entonces, buscar
empleo como asistente legal en la oficina de un
tío.

El primer día de trabajo le dio
un ataque de pánico,
resolviendo salir del empleo y nunca más volver. La
razón que todos escucharon fue: "en esa oficina hace mucho
calor y la
gente es muy prepotente". No hay que clarificarlo, pero la
oficina estaba dotada de un sistema de
refrigeración climática de la mejor
calidad y que
en la sección en la que estaba asignado solamente
trabajaban secretarias humildes, deseosas de servir a un miembro
de la familia del
tío.

Perucho aun no trabaja, maneja su carro de lujo y vive
de su papá. Dina, hastiada, se casó con un hijo del
tío de Perucho — "allá ellos", dice Perucho en
gesto desdeñoso de su ex y el esposo.

En
resumen

Las fobias son síntomas difíciles de
reducir a menos que el paciente esté motivado a confrontar
sus ansiedades. Lo que en el caso de la ergofobia es muy
infrecuente.

Por esa razón no hay muchos vagos, sino
ergofóbicos crónicos que de los demás viven
sin resquemores. Todos conocemos algunos… Y, no son muy
felices.

Quizás Danilo podría cambiar su apodo al
"Ergofóbico de la Semana" — ya que suena más
distinguido y exótico a la vez.

Bibliografía

Se suministra por solicitud.

 

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter