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La urgencia del pensamiento en la formación universitaria de enfermería (página 2)



Partes: 1, 2

  1. Nuevos tópicos
    filosóficos en la enseñanza de la
    enfermería.

2.1. Filosofía, enfermería y la persona. Fundamentos de la
persona enferma.

2.1.1. La persona en enfermería.

La definición de persona según el modelo de Virginia Henderson
es el siguiente:

La persona es un ser integral, es decir, con
componentes biológicos, psicológicos,
socioculturales y espirituales que
interactúan entre sí y tiende al máximo desarrollo de su
potencial

Los dos primeros postulados o asunciones
científicas de este modelo son:

1. La persona es un todo complejo con 14
necesidades básicas.

2. La persona quiere la independencia y se esfuerza
por lograrla.

Ambos términos son la base de la definición de
la persona dentro del campo de la enfermería.

Lo primero que hemos de decir es que, según los
datos formativos recogidos,
hay una sobredimensión de unos componentes personales sobre
otros. En las aulas de enfermería, se defiende que la
persona es un ser bio-psico-social y espiritual.
Normalmente el término espiritual queda apartado en la
definición como un añadido que, en ocasiones, se olvida
en las clases. Defendemos esta posición no sólo por una
experiencia personal en clase sino basándonos en
los programas docentes de
enfermería.

  1. Analítica de la persona desde los programas
    de formación enfermera.

A continuación hemos recogido los programas de
curriculares de tres escuelas universitarias de enfermería
españolas para cotejarlos con la definición de persona
anterior.

Escuela de Enfermería de Enfermería
– Unidad Docente Virgen Macarena – Universidad de
Sevilla

Curso 1º Troncales

  • Ciencias Psicosociales aplicadas.- 7 Créditos: 5
    Teóricos y 2 Prácticos
  • Enfermería Comunitaria I.- 7´5
    Créditos: 5´5 Teóricos y 2
    Prácticos
  • Estructura y Función del Cuerpo Humano. Aspectos
    Morfológicos.- 5 Créditos: 4 Teóricos y 1
    Práctico.
  • Estructura y Función del Cuerpo Humano. Aspectos
    Funcionales.- 5 Créditos: 4 Teóricos y 1
    Práctico.
  • Fundamentos de Enfermería.- 14 Créditos: 6
    Teóricos y 8 Prácticos.

Curso 1º Obligatorias

  • Microbiología Clínica y Sanitaria.-
    4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5
    Prácticos.
  • Evolución de los Cuidados en Enfermería.-
    4´5 Créditos: 4 Teóricos y 0´5
    Prácticos
  • Bioquímica.- 4´5 Créditos: 4
    Teóricos y 0´5 Prácticos.

Curso 1º Optativas

  • Problemas Bioéticos en los Cuidados de
    Enfermería.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y
    1´5 Prácticos.
  • Principios de Fisioterapia aplicados a la
    Enfermería.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y
    1´5 Prácticos.
  • Procesos Psicológicos en los Usuarios del
    Sistema de Salud.- 4´5 Créditos: 3
    Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Metodología Diagnóstica en
    Enfermería.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y
    1´5 Prácticos.

Curso 2º Troncales

  • Enfermería Comunitaria II.- 7´5
    Créditos: 5´5 Teóricos y 2
    Prácticos
  • Enfermería Materno-Infantil.- 16 Créditos:
    6 Teóricos y 10 Prácticos-
  • Enfermería Médico-Quirúrgica I.- 30
    Créditos: 10 Teóricos y 20
    Prácticos.
  • Farmacología.- 5 Créditos: 4´5
    Teóricos y 0´5 Prácticos
  • Nutrición y Dietética.- 4´5
    Créditos: 3 Teóricos y 1´5
    Prácticos

Curso 2º Obligatorias

  • Semiología y Propedéutica Clínica.-
    4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5
    Prácticos

Curso 2º Optativas

  • Psicología Social de la Salud. – 4.5
    Créditos: 3 Teóricos y 1´5
    Prácticos.
  • Enfermería Ginecológica y Planificación
    Familiar.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y
    1´5 Prácticos
  • Enfermería Pediátrica Social.- 4´5
    Créditos: 3 Teóricos y 1´5
    Prácticos

Curso 3º Troncales

  • Administración Servicios Enfermería.-
    7 Créditos: 4 Teóricos y 3 Prácticos
  • Enfermería Comunitaria III.- 14 Créditos: 5
    Teóricos y 9 Prácticos.
  • Enfermería Geriátrica.- 7 Créditos: 3
    Teóricos y 4 Prácticos.
  • Enfermería Médico-Quirúrgica II.- 25
    Créditos: 9 Teóricos y 16 Prácticos.
  • Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental.- 7´5
    Créditos: 3´5 Teóricos y 4
    Prácticos.
  • Legislación y Ética Profesional.- 2´5
    Créditos: 2´5 Teóricos.

Curso 3º Obligatorias

  • Enfermería Clínica.- 4´5
    Créditos: 4Teóricos y 0´5
    Prácticos.

Curso 3º Optativas

  • Sociología de la Salud y los Sistemas Sanitarios.- 4´5
    Créditos: 3 Teóricos y 1´5
    Prácticos.
  • Evaluación de las Intervenciones de
    Enfermería en la Comunidad y Programas de
    Salud.- 4´5 Créditos: 0´5 Teóricos y 4
    Prácticos.
  • Atención de enfermería a los Aspectos
    Psíquicos del Enfermar Humano.- 4´5 Créditos: 3
    Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Enfermería en Situaciones de Urgencias y
    Emergencias Sanitarias.- 4´5 Créditos: 3
    Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • La relación Profesional
    Enfermería-Paciente.- 4´5 Créditos: 3
    Teóricos y 1´5 Prácticos.

Si desglosamos las asignaturas según el tipo de
asignaturas ofertadas encontramos lo siguiente:

  1. Asignaturas de incidencia biológica-médica:
    13 asignaturas (54%).
  2. Asignaturas de incidencia psíquica: 5
    asignaturas (20%).
  3. Asignaturas de incidencia social: 5 asignaturas
    (20%)
  4. Asignaturas de incidencia espiritual y
    filosófica (no ética): 0 asignaturas
    (0%).
  5. Asignaturas de incidencia ética: 1,5 asignaturas
    (adviértase que "bioética" sólo es
    optativa) (6%).

Escuela de Enfermería de la Universidad de
Barcelona

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242017

Estructura i funció del cos
humà

10'5

242020

Fonaments d'Infermeria

13'5

242001

Ciències Psicosocials

4'5

242003

Infermeria de Salut Pública

7'5

Segon Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242010

Introducció a la Infermeria
Medicoquirúrgica

9

242004

Infermeria Comunitària I

7'5

242002

Infermeria Psicosocial i Salut Mental

6

242019

Nutrició i Dietètica

4'5

242018

Farmacologia Clínica

4'5

242021

Història de la Professió

4'5

Tercer Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242011

Infermeria Medicoquirúrgica I

9

242000

Administració de Serveis
d'Infermeria

7

242008

Infermeria Maternoinfantil I

7'5

242009

Infermeria Maternoinfantil II

7'5

242022

Legislació i Ètica
Professional

4'5

242013

Pràcticum introductori

7

Quart Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242012

Infermeria Medicoquirúrgica II

10'5

242005

Infermeria Comunitària II

10'5

242016

Infermeria Psiquiàtrica i de Salut
Mental

6

242007

Infermeria Geriàtrica

6

Cinquè Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242014

Pràcticum Hospitalari

20

Sisè Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242006

Pràcticum Comunitari

15

242015

Pràcticum Cures Especials

6'5

MATÈRIES
Optivas

1

Origen i evolució de l'home

2

Informació, documentació i
comunicació en ciències de la salut

3

Mètodes estadístics i càlcul
numèric

4

Psicofarmacologia i
drogodependències

5

Salut i condicions i estils de vida

6

Nutrició i salut
alimentària

7

Factors psicosocials de la salut

8

Intervenció psicosocial

9

Càncer

10

Malalties cardiovasculars

11

Malalties de l'aparell respiratori

12

SIDA i altres malalties infeccioses

13

Salut mental i malalties
neurològiques

14

Salut, persona i edat

15

Salut bucodental

16

Biofísica i tecnologia
biomèdica

17

Metodologia analítica en ciències de
la salut

18

Medicament i innovació
farmacològica

19

Serveis de salut i àmbits
d'intervenció

20

Bioètica

21

Teories i models d'infermeria

22

Treball pràctic

Si desglosamos las asignaturas según el tipo de
asignaturas ofertadas encontramos lo siguiente:

1. Asignaturas de incidencia
biológica-médica: 9 asignaturas (+9 asignaturas
optativas) (60%)

2. Asignaturas de incidencia psíquica: 3
asignaturas (+2,5 optativas) (20%)

3. Asignaturas de incidencia social: 2 asignaturas
(+1,5 optativas) (13%)

4. Asignaturas de incidencia espiritual y
filosófica (no ética): 0 asignaturas (¿es una
excepción la asignatura optativa "Origen i
evolució de l'home"?)

5. Asignaturas de incidencia ética: 1 asignatura
(+1 optativa) (7%)

Escuela de Enfermería de la Universidad
Complutense de Madrid

Si desglosamos las asignaturas según el tipo de
asignaturas ofertadas encontramos lo siguiente:

1. Asignaturas de incidencia
biológica-médica: 13 asignaturas (72%).

2. Asignaturas de incidencia psíquica: 2
asignaturas (11%).

3. Asignaturas de incidencia social: 2,5 asignaturas
(14%)

4. Asignaturas de incidencia espiritual y
filosófica (no ética): 0 asignaturas (0%).

5. Asignaturas de incidencia ética: 0,5
asignatura (3%).

Con estos datos, confirmamos la distancia que media
entre la definición teórica de la persona en la
enfermería y la formación que se ofrece a los
alumnos.

Por una parte, no se da una equiparación en la
formación enfermera de cada una de las dimensiones de la
persona. Se maximizan sus dimensiones biológicas y
psicológicas, mientras las filosóficas, espirituales o
culturales casi no aparecen.

Por otra parte, se desintegra la definición del
concepto de persona puesto que
en ella se dice que la persona es un ser integral con
diversas dimensiones. Hay una posibilidad para salvarla: decir
que en más del 50% el hombre se reduce a su
biología y que lo
psicológico y social cubre el resto. Sin embargo,
¿dónde queda lo espiritual? ¿Dónde lo
filosófico? ¿No es más coherente hablar de
ausencias formativas que intentar justificar una formación
espiritual a través de asignaturas de otra índole?
¿No es justo decir que la enfermería mantiene una
concepción teórica que no se corresponde con la
formación recibida en las escuelas de enfermería?
¿No empieza esto a demandar cambios en los programas
docentes?

  1. Crítica al concepto de
    persona.

No vamos a alargarnos en este punto, que requeriría
una investigación completa,
sólo vamos a desgranar algunas cuestiones críticas para
futuros trabajos.

El concepto de persona procede del griego
prosopon, un concepto griego que apuntaba al personaje que
"tenía voz" a través de una máscara. Esta
máscara en el teatro griego servía para
dar personalidad al artista y para aumentar el sonido de la voz del mismo. Con
lo cual la persona, desde sus inicios, está muy relacionado
con tener una voz que pueda ser escuchada.

En el ser humano esa voz suele expresar una interioridad
(o un vacío) que manifiesta algo (alegría, dolor,
sufrimiento, un pensamiento, una
reflexión), algo que pertenece al sujeto. La voz y la
palabra humana es un medio por el cual se relaciona las
dimensiones biológicas y psicológicas de la persona.
Por ejemplo, la voz de
un sujeto relaciona el dolor de una herida y el sufrimiento por
una incapacidad permanente que se percibe como una reducción
de la dignidad de un paciente. La
voz podría manifestar también una relación entre
las dimensiones biológicas y filosóficas. Ante una
minusvalía de origen anatómico, el sujeto sufre
por resultar una carga para sus cuidadores y clama por esta
circunstancia la falta de sentido de seguir viviendo.
Análogamente, se podrían establecer relaciones con lo
social y lo biológico: la voz y la palabra hablan desde la
sociedad y lenifican o
aumentan el nivel de dolor.

Por tanto, una definición de la persona podría
ser la del ser que habla. Cuando damos tal definición, hemos
dado, por vez primera vez, una definición. La
definición de Henderson de la persona no es una
auténtica definición sino un catálogo de 5
dimensiones de la persona: biológicos, psicológicos,
sociales y personales. Según el Diccionario de la Real
Academia Española, una definición es una
"proposición que expone con claridad y exactitud los
caracteres genéricos y diferenciales de algo material o
inmaterial" (segunda acepción),
sin embargo, el concepto de persona implica una naturaleza tal que demanda que en la
definición se integren elementos que trascienda sus límites. La persona es
trascendencia. Esto es ya hacer filosofía.

Quizás lo más llamativo de la definición
enfermera de la persona es que no se explica, surge de la nada y
funciona a modo de axioma indiscutible. Ya hemos discutido que el
contenido no se ajusta a los programas docentes de las
universidades españolas. Ahora hemos de añadir que la
misma definición muestra una anomalía
importante: la falta de una crítica sobre el concepto
y la exposición de un entramado
de sus diversos sentidos a lo largo de la historia. Esto pone de manifiesto,
nuevamente, la urgencia de un componente filosófico en la
formación enfermera. Mantenemos que debe haber axiomas
primeros sobre los cuales se construye una teoría y que un axioma
primero no es sino punto de partida, no obstante, ha de
justificarse por qué se ha elegido ese axioma (en este caso
esa definición) y no otro.

A lo largo de la historia, se han recabado otras
definiciones que nos permiten acercarnos a una concepción
más adecuada del trabajo enfermero. Podemos ir
desde concepciones medievales como la de Boecio, es decir, la
persona como una sustancia individual de naturaleza racional, a
otras más contemporáneas como la de María Zambrano
para la cual la persona implica dos características: querer
serlo y un intento de poner siempre en práctica esta
voluntad. ¿Cómo? Mediante una racionalidad que incluya
presupuestos psicológicos
y también de índole filosófica.

Hay más, pensemos en la riqueza que puede aportar
la definición de animal político de Aristóteles a la
dimensión social que aludiera Henderson, la ampliación
de miras que supone el cuidado del alma en los filósofos helenos o en el
mismo Foucault para la dimensión
espiritual, lo lejos que puede llegar un enfermero conociendo las
diferentes tipologías psicológicas desde Dilthey
(psicología comprensiva) a
Freud (psicoanálisis) pasando por
la terapia racional emotiva cuya base es el filósofo
Epícteto. Lo mismo podríamos aseverar en la
relación entre sociedad y filosofía política.

No dejaremos de lado otras críticas a la
definición enfermera de persona. Partimos de que los
cuidados de enfermería se dirigen a las personas.
Ahora bien, constituye parte de la esencia de las personas (en la
definición de Henderson) sus dimensiones sociales, entre las
cuales se incluye una suerte la inter-actuación a distintos
niveles. Por tanto, cabría preguntarse si un paciente en
coma con una merma total de sus capacidades de
inter-actuación tendría lugar dentro de esta
definición. Si no es persona, según la definición
no sería competencia de la enfermera,
¿implicaría esto por coherencia el abandono de los
cuidados de enfermería?

Todo esto, lejos de suponer una toma de postura con
respuestas, lo hace respecto a la necesidad de hacerse preguntas
en la misma formación de los futuros enfermeros. Quien no
conoce no puede preguntar, el que no pregunta es porque no ve y
no ver algunas cuestiones determinará la base de las
actuaciones personales. En síntesis, la concepción
que se tenga de la realidad dependerá de la práctica profesional que
mantenemos en relación a ella.

2.2. Filosofía, enfermería y necesidades
espirituales.

2.2.1. Las necesidades espirituales desde la
necesidad décimo primera.

Señaladas las deficiencias formativas de los
futuros enfermeros en los aspectos espirituales y
filosóficos, éstas se radicalizan al detenernos
más pormenorizadamente en las necesidades del modelo de
necesidades de Virginia Henderson.

El modelo de Virginia Henderson se basa en la
analítica, suplencia y/o desarrollo de la autonomía del
paciente en torno a catorce necesidades. La
décimo primera necesidad es la que se relaciona con el
ámbito espiritual, "actuar de acuerdo con creencias y
valores". Las ausencias
filosóficas formativas conducen a identificar esta necesidad
con aspectos religiosos. Así, en la obra clave de Virginia
Henderson Principios básicos de los cuidados de
enfermería
se identifica esta necesidad con el
patrón/necesidad "profesar su religión". Un poco más adelante se
expande el patrón quedando como "ayudar al paciente a
practicar su religión o a actuar de acuerdo con sus ideas
del bien y del mal" y se añade:

el personal médico está obligado a atender
de la misma manera al "santo" que al "pecador" (…). En
algunos países se viene observando un movimiento hacia el
desarrollo de una mayor cooperación entre el personal
médico y los sacerdotes (…). Se han publicado
asimismo, varios libros escritos en
colaboración por sacerdotes y médicos (…). En
los grandes hospitales hay capellanes residentes, de las
religiones a que pertenecen la
mayoría de los pacientes (…). Si las prácticas
religiosas son esenciales para el bienestar del hombre en estado de salud son
todavía más indispensables en caso de
enfermedad

Si bien hay muchos pacientes que tienen
necesidades religiosas a cubrir en el hospital y el centro de
salud, abandonar esta dimensión sólo a la religión
es abandonar el tratamiento, el trabajo con todos aquellos
que no están adscritos a una religión. Esta necesidad,
así manifiesta, es deudora de una ideología religiosa de la
autora. Esa ideología y sobre todo los resultados
teóricos de la misma, son criticables no por lo que afirma
sino por lo que olvida. La religión no abarca toda la
dimensión espiritual de la persona ni siempre se refiere a
ella.

Según Virginia Henderson las actividades más
importantes del enfermero con el paciente aquí
son:

Ayudar al paciente a ir al oratorio, hacer que el
sacerdote de su religión lo visite, darle facilidades para
que pueda hablar con el sacerdote y permitirle que reciba los
sacramentos que forman parte de su vida religiosa

Terry Potter actualizaba el patrón a contextos
más abiertos en 1996. Defendía que el patrón se
vinculaba con "necesidad de actuar según sus creencias y
valores" (actualizado también en el formulario "Recogida de
datos sobre el perfil del cliente para la planificación de
cuidados" del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y
Podología de la Universidad de Sevilla) asumiendo la
siguiente definición del mismo

Actuar según sus creencias y sus valores es una
necesidad para todo individuo; hacer gestos,
actos conformes a su noción personal del bien y del mal y
de la justicia, y la
persecución de una ideología

Sin embargo nueve de las doce manifestaciones de
independencia de este patrón se vuelven a referir a
cuestiones religiosas como "asistencia a ceremonias religiosas,
utilización de objetos religiosos (medallas, capillas,
imágenes, etc.), observación de reglas de
una religión, etc…

El resumen final de esta necesidad repiten su interés en un tipo
específico de actividades: las religiosas.

Después de la recogida de datos, la enfermera
observa las manifestaciones de independencia del individuo y
las interacciones de esta necesidad con las otras necesidades.
La enfermera puede planificar actividades religiosas con
el cliente e informarle de los servicios ofrecidos por la
comunidad

Acabemos con más confusiones en este punto.
Según Potter, la búsqueda de un sentido a la vida y a
la muerte o el deseo de
comunicar con el ser supremo o el cosmos pertenecen a los
factores psicológicos de esta necesidad. Por
supuesto, tales cuestiones poseen componentes psicológicos,
ahora bien la cuestión del sentido ha sido a lo largo de
toda la historia una pregunta filosófica y/o religiosa. Por
tanto, se da una subversión, o si se me apremia total
confusión, de los contenidos y el significado de las
dimensiones creenciales y espirituales del sujeto.

2.2.2. La dimensión espiritual de la persona
como dimensión de cada una de las catorce necesidades de
Virginia Henderson.

Cada una de las catorce necesidades del modelo de
Virginia Henderson se pueden dividir en las cinco dimensiones de
la persona vistas con anterioridad: biológica,
psíquica, social, y espiritual (se añade la cultura que se une a la
espiritual). Con lo cual cada necesidad tiene su descripción y un conjunto de
ámbitos a cubrir en relación con cada uno de estos
cinco grupos.

Resulta reseñable que cuando autoras como Riopelle
y Leduc-lalonde se detienen a esbozar los elementos de cada
necesidad a incluir en cada dimensión, la dimensión
espiritual presenta una escasez palpable de ítems.
Estos son algunos ejemplos:

  1. Necesidad de alimentarse y respirar: 2
    ítems para aspectos biofísicos, 4 para
    psicológicos, 3 para sociológicos y 2 para
    culturales y espirituales.

  2. Necesidad de eliminar: 5 ítems para
    aspectos biofísicos, 5 para psicológicos, 2 para
    sociológicos y 1 para culturales y
    espirituales.

  3. Necesidad de moverse y conservar buena
    postura:
    3 ítems para aspectos biofísicos, 6
    para psicológicos, 2 para sociológicos y 2 para
    culturales y espirituales.
  4. Necesidad de actuar de acuerdo con sus creencias
    y valores:
    1 ítem para aspectos biofísicos, 4
    para psicológicos (uno de ello es asombrosamente el
    ítem filosófico-religioso "concepción personal
    de la vida y del más allá"), 2 para
    sociológicos y 2 para culturales y
    espirituales.

Destacable es el último dato: se reseñan el
doble de ítems psicológicos que espirituales en la
necesidad relacionadas con el aspecto
espiritual.

Si nos detenemos a leer los factores
culturales-espirituales de cada necesidad, advertimos que la
mayor parte son de índole cultural y/o religiosa, en lugar
de aspectos espirituales o creenciales (y ajenos a religión
alguna). Algunos ejemplos: En la necesidad de alimentarse se
citan como aspectos culturales y espirituales "restricciones
religiosas. Ayunos. Costumbres familiares"; en la necesidad de
eliminar "valor que se da a la higiene en determinadas
culturas"; en la necesidad de moverse "valor que se concede a los
deportes y al ejercicio, dentro
de la familia y de la cultura" y
"posturas aceptables en una cultura"; en la necesidad de vestirse
y desnudarse, "límites aportados por la religión y por
la cultura"; en la necesidad de dormir y reposar "valor que se da
al trabajo y al descanso en cada cultura", etc…

2.2.3. Conclusiones críticas.

El tercer postulado del modelo de Virginia
Henderson señala que cuando una necesidad permanece
insatisfecha el individuo no está "completo", "entero",
"independiente". Una necesidad no puede ser satisfecha
adecuadamente si el enfermero desconoce el significado de la
misma.

La espiritualidad no es exclusivamente una necesidad
religiosa. Así, las capacidades de trascendencia del ser
humano, el sentido de su vida, el sentimiento que proyecta a la
realidad, la pertenencia que siente con respecto a toda la
realidad, la esperanza sustentada en una concepción
inmanente o trascendente de la existencia o la perdida de todo
ello puede ser intuidos y afrontados desde una perspectiva
religiosa o bien desde una perspectiva secularizada. Así
diversos grupos han desarrollado espiritualidades particulares
sin necesidad de apego a deidad alguna (budismo, hinduismo, etc…).
Por otra parte, han existido grupos filosóficos que han
trabajado en una dirección existencial sin
requerir referencias divinas o, quedando éstas en un segundo
plano respecto a su espiritualidad (escuelas helénicas), se
han definido conceptos o espiritualidades filosóficas de las
que se puede extraer una lectura espiritual sin apego a
religión alguna (María Zambrano, Baruc
Spinoza,…).

Para hacer una distinción de este tipo es
necesario, nuevamente, aludir a conceptos filosóficos que
nos aclaren el sentido de lo que sería la espiritualidad.
Añádase a esta urgencia filosófica la
siguiente.

Ortega y Gasset diferenciaba en pasado siglo, en una de
sus obras, las "ideas" de las "creencias". Las ideas son algo que
poseemos y que podemos cambiar con cierta facilidad. Las
creencias son la base de nuestra existencia, como diría
Ortega, en las creencias se está, las ideas se poseen. Una
creencia puede ser la fe en una figura religiosa o la seguridad personal de que no
moriremos hasta que no hayamos cumplido los setenta u ochenta
años. Por eso cuando a una persona se le anuncia una
enfermedad terminal sus creencias se cimbrean. Una crisis personal acarrea una
quiebra de las creencias sobre
las que vivimos y un periodo de incertidumbre hasta que
conseguimos otras que sustituyen a las anteriores.

El análisis del concepto
creencia ha estado vehiculado por pensadores como el mencionado
Ortega y Gasset o el filósofo inglés Charles Peirce. Ha
sido un tema que ha poblado la literatura de la teoría del conocimiento y de la
filosofía de la religión.

Desgraciadamente, esta concepción de creencias es
ajena al Diplomado Universitario en Enfermería
actual.

Podría resultar llamativo que en el patrón
cuarto de la taxonomía de la NANDA
aparezcan sólo 2 diagnósticos enfermeros frente a los
44 del patrón primero. En el patrón cuarto se aglutinan
los escasos diagnósticos referidos a la dimensión de
espiritualidad: "Sufrimiento espiritual" y "Potencia de aumento de bienestar
intelectual". Por tanto, siguiendo nuestra costumbre contable de
este artículo, hemos de decir que hay dos diagnósticos
de la dimensión espiritual frente a los ciento veintinueve
de las otras 3 dimensiones. Podríamos responder a esto
aseverando que el individuo suele presentar menos
problemáticas en este aspecto. Defiendo que la razón de
esta ausencia es otra: la falta de claridad mental para percibir
diagnósticos en enfermería en esta dimensión. Este
déficit es palpable en conceptos como: "creencias",
"fundamentos personales", "espiritualidad", "espíritu",
"conflicto de creencias",
"dimensiones de la espiritualidad en el individuo", "técnicas para el manejo de
creencias", "realidad", "apariencia", "re-presentación",
"sentido de la vida", "concepciones de la muerte", etc…

Una mayor formación en estos puntos podría
conducir a que, el día de mañana, fuese posible leer en
la NANDA diagnósticos como "Manejo inefectivo de las
creencias", "Deterioro de adaptación: "crisis de creencias",
"Afrontamiento espiritual inefectivo", "Riesgo de crisis del sentido de
la vida", etc… En resumidas cuentas, fuese posible ofrecer un
servicio enfermero más
coherente con lo que pretende en la teoría y de mayor
calidad y atención al
paciente.

Esta formación añadida permitiría
complementar las evaluaciones y tratamiento de cada diagnóstico con los
factores espirituales asociados, así como añadirlos a
las intervenciones sanitarias, la educación sanitaria pertinente o al
refuerzo del ambiente terapéutico, es
decir, que la dimensión espiritual termine asumiendo
realmente y no sólo en la teoría en los
diagnósticos enfermeros de la NANDA.

Concluyendo, los conocimientos filosóficos
propuestos no sólo prometen la mejora de un único
patrón de la NANDA, de una de las dimensiones de Virginia
Henderson o de una de sus catorce necesidades sino una
optimización de todo el proceso de
enfermería.

2.3. Filosofía, enfermería y
valores.

2.3.1. Los valores en la
taxonomía de la NANDA.

Sería interesante seguir analizando el resto
de cuestiones en las que la formación de enfermería
precisa una base filosófica, demanda que, como vemos, no es
baladí sino que su ausencia determina paradojas internas o,
lo que es peor, problemas para el desarrollo
de una profesión universitaria.

Si la enfermería se redujese al rol de suplencia,
actividades en las que colabora con el médico, no
tendría sentido esta ponencia. Consideraciones de tipo
filosóficos para un Ayudante Técnico que no trabaja con
la persona sino con constantes vitales, órganos y sistemas
son un añadido superfluo. La existencia de un rol de
autonomía en el Diplomado Universitario en Enfermería
(DUE) basado en los diagnósticos señalados en la
taxonomía de la NANDA, en la concepción de una persona
que supere el ámbito de lo biológico o en el modelo de
la catorce necesidad de de Virginia Henderson promueve que,
quebrados estos tres últimos, se quiebre la posibilidad o se
disminuya la capacidad del desarrollo del rol autónomo del
enfermero.

Recordamos que todo lo que aquí exponemos y lo que
nos queda por tratar pretende paliar estas deficiencias y no
hacer una crítica estéril. Nos dirigimos ahora al
concepto de valores.

Ya lo hemos señalado en dos ocasiones: Frente a
más del centenar de diagnósticos incluidos en los otros
ocho patrones de enfermería el patrón cuarto
intitulado, valores, apenas tiene dos
diagnósticos.

Por razones ya aducidas con anterioridad reproducimos
conclusiones análogas. Una mala comprensión, por falta
de formación filosófica, de qué es un valor
provoca que el enfermero encuentre mayores dificultades para
dilucidar diagnósticos referentes a este
patrón.

Una enfermedad grave suele provocar un conflicto de
valores motivado por la necesidad de cambios en los hábitos
de la vida. El manejo efectivo de este conflicto, es decir, la
generación de una jerarquía de valores distinta a la
mantenida hasta ahora puede ser origen de comportamientos
contrarios a la salud como el abandono de la
medicación.

Diagnósticos generales como "Manejo inefectivo de
la jerarquía de valores", "Conflicto entre valores
terapeúticos y medio familiar", "Riesgo de conflicto de
valores", "Riesgo de conflicto entre valores sociales y valores
terapéuticos", "Potencial de mejora y aumento de valores
sanitarios" o bien otros más específicos como
"deterioro de la adhesión al valor de salud", "manejo
inefectivo del valor de cumplimiento de la toma de
medicación", "abandono de la adhesión al valor de la
calma o armonía personal", podrían estudiarse para ser
incluido en ese patrón. Para todo ello, es preciso antes
conocer qué es un valor, cuáles son sus constituyentes,
cuál su tipología (valores intelectuales, valores
éticos,…) y sobre todo capacitar al futuro enfermero
para detectarlos en situaciones profesionales
cotidianas.

Por otra parte es frecuente encontrar diagnósticos
que deberían incluirse en el patrón de valores
incluidos en otros distintos. Éste es el caso del
diagnóstico "desesperanza" incluido en el patrón de
percepción. La esperanza
es un de los valores recurrentes en la vida de las personas. Ese
patrón (percepción) aloja también el
diagnóstico de autoestima. Si la autoestima
es la estima de sí mismo esto es claramente un valor y su
opuesto un disvalor.

2.3.2. Los valores en la teoría enfermera de
Virginia Henderson.

El modelo de Henderson se funda en tres
postulados y tres valores. Los tres valores son los
siguientes:

1. La enfermera tiene funciones que le son
propias

2. Cuando la enfermera usurpa la función del
médico, cede a su vez sus funciones propias a un personal no
cualificado

3. La sociedad espera de la enfermera un servicio
especial que ningún otro trabajado le puede
prestar

Desde luego, la formulación es poco cercana a la de
un valor. Aunque, admitimos, que pueden ser valores o que pueden
ser convertidos (al menos los dos primeros) en tales: el primero
sería autonomía del trabajo enfermero y el segundo
responsabilidad y coherencia
en su trabajo.

Sin negar estos valores, se echan en falta la
concurrencia de otros propios de las profesiones sanitarias, por
ejemplo humanismo, respeto por el paciente,
coherencia profesional, honestidad, etc… Me
pregunto si nuevamente la ausencia de formación conduce a la
confusión o a la miopía intelectual.

    1. Comienzos inacabados.
  1. Propuesta para una
    fundamentación filosófica en la formación de
    los futuros enfermeros.

En todo lo anterior, sólo hemos alzado un poco
más la punta de iceberg de una deficiencia formativa de los
actuales profesionales de enfermería. Ya avisamos que no
íbamos a quedar en una crítica huera y encorsetada en
los márgenes academicistas sino que íbamos a concluir
con una propuesta activa. Esta propuesta responde al intento de
mi artículo de hace algunos años: el avance de la
identidad del enfermero y la
profundización en su práctica evitando paradojas y
ausencias irresponsables.

Ni que decir tiene que podríamos haber bosquejado
otras fallas. A título demostrativo: según la
profesión enfermera, en el rol de suplencia se ha de
intentar suplir la fuerza, conocimientos y/o
voluntad del paciente. Para ello, hay que ayudarlo a
comprender por qué ha de hacer lo que debe hacer.
Esta tarea puede apelar al plano de las ideas por lo que se hace
necesario un buen conocimiento de la teoría de la
argumentación. También se puede llamar la necesidad del
conocimiento de qué es una creencia. Si alguien no quiere
escuchar razones porque van contra sus propias creencias
personales, es inútil intentar argumentar, tanto como
pedirle a un sordo que nos escuche sin facilitarle un
audífono. Dejamos aquí la crítica para ir a la
propositiva: un esquema posible de una asignatura que integre las
ausencias aquí expuestas y algunas más.

1. Conceptos filosóficos básicos implicadas
en los fundamentos de enfermería:

1.1. Teoría.

a. Analítica y crítica del concepto de
persona.

b. Analítica y crítica del concepto de
creencia.

c. Analítica y crítica del concepto de
valor.

d. Analítica y crítica de la teoría del
conocer humano.

e. Analítica y crítica del concepto de
voluntad.

f. Analítica y crítica del concepto de
espiritualidad.

g. Disyuntiva mente-cuerpo.

1.2. Prácticas preclínicas y
clínicas.

a. Evidenciación clínica de los conceptos
arriba indicados (prácticas clínicas).

b. Conclusiones prácticas que extrae el estudiante
de la teoría anterior (preclínicas).

2. Conceptos implicados en el tratamiento con el
paciente.

1.1. Teoría.

a. La muerte como expectativa final.

b. El sentido de la vida.

c. La enfermedad como debilidad y la enfermedad como
posibilidad.

d. La vida (aquí se puede incluir breve
reseña a los conflictos bioéticos
básicos como el aborto, la eutanasia, el manejo de
dilemas genéticos, etc…).

e. Pérdidas personales en el hospital.

f. La autonomía ante las minusvalías y la
valía personal.

g. La verdad.

h. La soledad y la interacción.

i. La comunicación como
valor enfermero.

1.2. Prácticas preclínicas y
clínicas.

a. Discusión en clase
(preclínicas).

b. Conclusiones prácticas, corroboradas con casos
reales, que extrae el estudiante de la teoría anterior
(prácticas clínicas).

3. Estrategias de pensamiento
crítico filosóficas.

1. Teoría.

a. Critical Thinking. Técnicas de pensamiento
crítico (por ejemplo las de Toulmin, Richard Paul, Robert
Ennis,…).

b. Teoría de la argumentación y de la
reflexión (Por ejemplo la de Jesús
Mosterín).

c. Estrategias de evaluación de valores (por
ejemplo la de Ramón Queraltó o
la de Tim Lebon).

2. Prácticas preclínicas y
clínicas.

a. Puesta en práctica en clase de las estrategias
(preclínicas).

b. Puesta en práctica y trabajo en la clínica
(prácticas clínicas).

Bibliografía
básica

● BARRIENTOS RASTROJO, J.: "Licenciatura en
enfermería. De la emancipación del objeto a las
inmediaciones de la persona", Monografías, on-line
(http://www.monografias.com/trabajos10/lienf/lienf.shtml),
2001.

● HENDERSON, V.: Principios básicos de los
cuidados de enfermería
. CIE, Ginebra, 1971.

– The Nature of Nursing. MacMillan Publishing
Co., Nueva York, 1966.

● LUIS RODRIGO, T. (ed): Diagnósticos
enfermeros. Un instrumento para la práctica asistencial.

Harcourt Brace, Madrid, 1998.

● POTTER, T.: Fundamentos de enfermería.
Teoría y Práctica.
Mosby Doyma, Madrid,
1996.

● RIOPELLE, L. & LEDUC-LALONDE, L.:
Individualisation des soins infirmiers: modèle
conceptuel.
Mc Graw Hill, Montreal, 1982.

Los itinerarios curriculares analizados pueden
encontrarse en las siguientes websites:

○ Universidad de Sevilla

○ Universidad de Barcelona

http://www.ub.edu/infermeria/infermeria/itinerari.htm

○ Universidad Complutense de
Madrid


http://www.ucm.es/centros/webs/euenfer/pags.php?tp=Diplomatura%20en%20Enfermería&a=estudios&d=muestratit4.php&idt=36

○ Universidad de Navarra


http://www.unav.es/enfermeria/_eue/02a_ofacademica.php?subseccion=6&act=2

(último acceso 25 de Enero de 2007)

Biografía de José Barrientos
Rastrojo

Diplomado en Enfermería y Licenciado en
Filosofía por la Universidad de Sevilla y, actualmente,
finaliza su tesis doctoral. Es miembro del
grupo de investigación
"Filosofía Aplicada: Sujeto, Sufrimiento y Sociedad"
(Reconocido por la Junta de Andalucía), una de cuyas
líneas de investigación enlaza el mundo sanitario con
la filosofía. Ha co-organizado las IV y V Jornadas de
Filosofía y Medicina
en la universidad
mencionada. Autor de ocho libros y más de una treintena de
artículos en España, Portugal, México, Francia o Estados Unidos. Entre sus
contribuciones a la fundamentación de la enfermería,
destaca "Licenciatura en Enfermería. De la emancipación
del objeto a las inmediaciones de la persona" (puede descargarse
en www.monografías.com)

 

José Barrientos Rastrojo


http://investigacion.us.es/sisius/sis_showpub.php?idpers=12063

Diplomado Universitario en Enfermería – Licenciado
y DEA en Filosofía

Becario Consejo Superior de Investigaciones
Científicas

Partes: 1, 2
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