(El descubrimiento que ha derribado
muchos axiomas y lugares comunes)
En el año 1977 un nuevo paradigma
comenzó a emerger de las profundidades abisales
oceánicas. Fue en ese año que se descubrió
el primer "respiradero hidrotérmicos" al este de las Islas
Galápagos y a partir de ese momento todo cambiaría
en lo que refiere a los parámetros biológicos,
geológicos y de interacción ambiental que hasta ese momento
se tenían como axiomáticos. ¿Qué son
los llamados "respiraderos hidrotérmicos"?. Pues
"géisers" submarinos – también llamados "chimeneas
negras" – que emergen desde el piso oceánico – entre 2.500
y 5.500 metros de profundidad – descargando un líquido
negruzco a altísimas temperaturas en donde están
disueltos diversos compuestos metálicos del magma,
además de gases
sulfurosos y metano.
Según se entiende su origen está en la propia
agua del
océano que se filtra hacia el magma profundo por
hendiduras producidas en las "crestas oceánicas" – la
línea de encuentro de las placas
tectónicas que están en constante movimiento, 5
a 15 cm por año – y que, ¡recalentada a temperaturas
cercanas a los 500 grados!, es devuelta al seno oceánico
por estos "géisers" o "chimeneas negras" – "respiraderos
hidrotérmicos" – que tienen la forma de delgados conos
formados por las efusiones magmáticas que pueden llegar a
decenas de metros de altura. ¿Por qué es tan raro
este descubrimiento?. Porque muestra varios
perfiles que rompen con todo lo conocido.
En el perfil biológico – por ejemplo – para
asombro de todos, se descubrió que en su entorno hay
profusión de vida – millones de especies que no conocemos,
según algunos – que no utilizan ni de forma
indirecta, ni directa, la luz del sol y la
fotosíntesis para obtener energía
que sustente sus procesos
vitales. Estas novedosas formas de vida – para quienes vivimos en
la superficie terráquea – se sustentan por
"quimiosintesis" (1) de elementos que serían
tóxicos mortales para las formas de vida hasta ahora
conocidas. Y no son organismos elementales estas nuevas formas de
vida descubiertas, sino que muchos son hermosísimos (ver
figuras). Y algunos de ellos son "réplicas" de los que
encontramos en la superficie terrestres, como langostas y
cangrejos, aunque otros tienen un diseño
sin paralelo con los conocidos hasta ahora (2).
¿Dónde surgen estos "respiraderos
hidrotérmicos" que demolieron axiomas científicos?:
en las crestas oceánicas, es decir, en el lugar de
encuentro de placas tectónicas. Citamos:
"Estos respiraderos aparecen en "centros de
divergencia oceánicos", crestas montañosas donde
la magma desde las profundidades de la corteza terrestre es
impulsada hasta el piso del océano, creando una nueva
corteza oceánica y empujando la corteza antigua hacia
los lados.
Esta es la fuerza que
aparta las placas tectónicas de la tierra,
moviendo continentes y causando erupciones volcánicas y
terremotos".
Estamos entonces hablando de cosas que suceden en las
estructuras
geológicas básicas vinculadas a procesos
volcánicos y sísmicos que tienen consecuencias en
la superficie. La aparición de respiraderos es un
síntoma del movimiento de las placas
tectónicas.
…….
Quizás el lector se pregunte que tienen que ver
estas cosas con la profecía. Ya llegaremos a ello, pero
agregaremos antes mas elementos. Desde hace treinta años
atrás – desde 1977 – no solo se han identificado decenas
de "respiraderos hidrotérmicos" en los océanos
Atlántico, Pacifico e Indico, sino también una
inusual actividad volcánica suboceánica, que es la
versión amplificada del fenómeno de los
"respiraderos hidrotérmicos". Para ver tan solo un ejemplo
citamos:
"Una investigación submarina en los
alrededores del archipiélago de Samoa, en el
Pacífico, ha dado como resultado el descubrimiento del
cono de un volcán submarino que llega hasta 700 metros
de la superficie. Su formación ha tenido lugar durante
los últimos cuatro años sobre el cráter de
otro volcán a 1.000 metros de profundidad. La actividad
volcánica ha provocado una explosión en la
biodiversidad de la zona abisal, que ahora
tratan de descifrar sus descubridores, provenientes de una
decena de universidades e instituciones de Estados
Unidos".
Es decir, en solo cuatro años el cono de un
volcán que estaba a 1000 metros de profundidad ha subido a
700 metros de la superficie. Y en las cercanías del
ártico se puede encontrar un volcán activo a 100
metros de la superficie. Es decir, el aumento de la actividad
volcánica que se puede percibir en la superficie de la
tierra en las
últimos décadas – podemos considerar los
últimos treinta años – también se ha
producido quizás con mayor intensidad en las profundidades
abisales causando – entre otros efectos – al calentamiento de las
aguas profundas de los océanos.
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