EL AUMENTO DE LA DEMANDA DEL
PRECIO DEL
LADRILLO EN EL PERÚ A CAUSA DEL TERREMOTO DEL 2007 EN EL
SUR
RESUMEN
El adobe o barro secado al sol, como materia prima
de construcción, ha acompañado al
hombre casi
desde sus orígenes.
Al salir de la cueva, las primeras casas probablemente
fueron hechas con ramas de árboles, pero al descubrir la agricultura y
fundar las primeras ciudades, el hombre
echó mano a la tierra
húmeda y construyó con ella no sólo casas,
sino murallas, templos y pirámides
En el Perú, según el Instituto Nacional de
Estadística (INEI), más de 9
millones de personas viven en casas de adobe.
Por eso, son loables –aunque irreales- las
intenciones de quienes como el decano del Colegio de Ingenieros
del Perú, Javier Piqué del Pozo, creen que,
aprovechando el colapso habitacional que ha causado el terremoto
en el sur peruano, es hora de dejar el adobe y pasar al ladrillo
y cemento.
Introducción
El adobe o barro secado al sol, como materia prima
de construcción, ha acompañado al hombre casi desde
sus orígenes.
Al salir de la cueva, las primeras casas probablemente
fueron hechas con ramas de árboles, pero al descubrir la
agricultura y fundar las primeras ciudades, el hombre echó
mano a la tierra
húmeda y construyó con ella no sólo casas,
sino murallas, templos y pirámides.
Se calcula que hoy al menos un tercio de la humanidad, unos 2 mil
millones de personas, viven en casas de barro. En el Perú,
según el Instituto Nacional de Estadística (INEI),
más de 9 millones de personas viven en casas de
adobe.
Por eso, son loables –aunque irreales- las
intenciones de quienes como el decano del Colegio de Ingenieros
del Perú, Javier Piqué del Pozo, creen que,
aprovechando el colapso habitacional que ha causado el terremoto
en el sur peruano, es hora de dejar el adobe y pasar al ladrillo
y cemento.
El
adobe es el ladrillo de los pobres.
Cifras moderadas consideran que se necesitan alrededor
de 450 millones de soles para reconstruir las ciudades afectadas.
El gobierno ha
creado Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) y ha
desembolsado un adelanto de 100 millones de soles –de un
presupuesto
anunciado de 250 millones de soles- que resultará
insuficiente.
Mientras un 44% de familias sigan viviendo debajo de la
línea de la pobreza es
irreal pensar que se pueda dictaminar por decreto la
construcción de casas en material noble. No se puede
prohibir lo que realidad determina.
Lo que sí se puede hacer es reglamentar el uso
del adobe reforzado, difundir las técnicas
de construcción de casas de barro, capacitar a los
maestros constructores. Para ello se puede aprovechar las
investigaciones que desde hace más de 20
años realizan universidades como La Católica o la
UNI.
El caso contado en el portal de La Católica es
particularmente estimulante.
En 1998, como parte del proyecto entre la
Cooperación Técnica Alemana (GTZ por sus siglas en
alemán), el Centro Regional de Sismología para
América
del Sur (CERESIS) y la PUCP, ocho viviendas de Guadalupe y
Pachacútec en Ica, fueron construidas con paredes de adobe
reforzadas con mallas electrosoldadas.
Estas viviendas -por increíble que parezca-
resistieron los sismos del 23 de
junio de 2001 y el reciente del 15 de agosto de 2007. Don Ego
Espinoza, domiciliado en la Calle Callao 304, esquina con la
Calle Rímac, en Guadalupe, puede dar fe de esto. Las
paredes de su casa no se rajaron y aguantaron a pie firme los dos
terremotos.
El adobe, bien tratado, combinando el uso tradicional
con las técnicas modernas de construcción,
constituye una alternativa para construir casas económicas
y seguras para una gran mayoría de la población.
Después de todo, si alguno recuerda la casa del abuelo en
la provincia podrá convenir en algunas de las ventajas del
adobe: fresco en verano y abrigador en invierno; algo que no
tiene la gélida mezcla de ladrillo, fierro y
cemento.
La Industria
Ladrillera es otra actividad de importancia económica con
enormes potencialidades para el desarrollo
empresarial sostenible, tanto por la disponibilidad de canteras
como por la calidad del
producto y el
posesionamiento en los mercados de las
principales ciudades de la Región Piura [Talara, Paita,
Sullana, Piura e incluso Sechura.
La actividad industrial está representada por la
existencia de aproximadamente 35 Empresas
Ladrilleras, agrupadas en la Asociación Distrital de
Ladrilleros.
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