- Resumen
- El desastre en el
epicentro - Apoyo
nacional - Apoyo
extranjero - Testimonio de una
peruana en el extranjero - ¿Que
significó el terremoto para los
peruanos? - Sugerencia
organizacional frente a desastres naturales - Reconstrucción
- Reflexión y
conclusiones - Bibliografía
Informe
RESUMEN
El presente informe, describe
la magnitud de un desastre inesperado para el pueblo peruano. De
cómo cobró vidas y enlutó a toda la nación.
Lo que significó realmente para nosotros otros desastres
como el estar incomunicados sin saber de nuestros familiares, sin
luz, sintiendo
las réplicas incontables mientras pasaban los minutos.
Así mismo, exponemos también la ayuda que recibimos
invaluable de gobiernos e instituciones
extranjeras, que a la fecha siguen llegando, el último
donativo recibido por la cantante colombiana Shakira quien
recaudó a través de su fundación ALAS 40
millones de dólares para compartirlos con los hermanos de
Nicaragua, el último concierto de Gian Marco Zignago, (29
set.) junto a Juan Luis Guerra,
Alejandro Fernández, Fonseca, Erica Endel, Pedro
Suárez Vértiz, Christian Meyer, Eva Ayllón,
entre otros, quienes congregaron aproximadamente 40 mil personas
en el Estadio Nacional de Lima, cuyos fondos recaudados fueron
directamente a las zonas de desastre.
¿Qué piensan los peruanos del terremoto?
También se ha recopilado testimonios de peruanos, en donde
podemos darnos cuenta qué tanto une o desune una
catástrofe como ésta. Además de denuncias
por malversación de donaciones, hasta proselitismo
mediante donaciones.
Reconstrucción, sugerencias y avances de la
reconstrucción que según informes
deberán estar casi concluidas en 18 meses
aproximadamente.
EL DESASTRE EN EL
EPICENTRO
La magnitud del desastre sucedido al sur del
Perú, específicamente en las ciudades de Ica, Pisco
y Chincha en el departamento de Ica, Cañete al sur de
Lima, la sierra de Huancavelica y Ayacucho fronteriza con
Ica.
Se trató pues de un terremoto de 7.9 en la
Escala Momento
equivalente a un 7.0 en la Escala de Richter que sacudió
dichas zonas dejándolas en verdaderos escombros sobre todo
las ubicadas en Ica.
El terrible movimiento
telúrico sucedió el miércoles 15 de agosto a
las 6.40 pm aproximadamente, debido a la fricción de dos
placas
tectónicas, una la Placa de Nazca que se encuentra
ubicada justo debajo de la zona violentada, haciéndola por
esto, una zona altamente vulnerable. El sismo que los
limeños sentimos de manera fuerte, y de larga
duración, tuvo su epicentro en Pisco, lugar donde los
antiguos pobladores de la cultura
Paracas forjaron una cultura milenaria admirada por el mundo
entero. Es sobre este sismo que se ha especulado mucho sobre su
duración, sobre su supuesta composición de dos
temblores que se aunaron; lo cierto es que según los
científicos expertos del INDECI (Instituto de Defensa Civil)
se trata de un solo terremoto muy complejo en su desarrollo y
en su magnitud por lo tanto la impresión fue de dos y no
de uno solo.
Apenas pasado el movimiento que duró unos 3
minutos con 30 segundos (que en efecto, parecieron una eternidad)
se podía observar el pánico
natural de las personas que solo atinaban a salir apresuradas a
las calles y parques cercanos esperando lo peor, pues un
movimiento como este, no se había sentido en Lima desde el
3 de Octubre de 1974. Este "silencio" sísmico era ya un
aviso de que la naturaleza nos
debía un terremoto mayor a quienes vivimos en la costa
central. Una mínima respuesta de emergencia inmediata
debía estar montada. No hubo respuesta, pero sí
hubo sismo. ¡Y que sismo!
Apenas acabado el movimiento, solo atinamos a ver que
información nos ofrecía la
televisión, siendo esto más sorprendente
aún. Se decía que el epicentro era la selva de
Pucallpa, luego se decía que era el sur, pero no se
tenía mayores datos. Una hora
más tarde los informativos mostraban imágenes
de gente despavorida en Miraflores, San Isidro, Jesús
María y La Molina, es decir los primeros informes vinieron
de distritos y barrios burgueses, donde la gente salía del
supermercado de compras, paseaba
con sus automóviles, trabajaba en oficinas de diez o
quince pisos, etc. Esto por supuesto no pensamos que sea algo
premeditado, pero se nota que en momentos críticos son la
gente de mayores recursos los que
más importan.
Horas después, siendo las 9.30pm, el presidente
Alan García sale a dar un mensaje a la nación.
En dicho mensaje, García agradece a "Dios todopoderoso,
porque no ha sucedido una catástrofe", agrega "que
felizmente todo marcha bien y que las perdidas humanas no son
para nada alarmantes", lo que sigue en su discurso es
una perorata de invocaciones a Dios y a la calma entre los
peruanos.
Al terminar la noche del día miércoles
fatal, nadie sabía con exactitud lo terrible del asunto,
mientras esto ocurría, solo en Lima ya se podía
registrar media docena de muertos en el Callao donde varias casas
se vinieron abajo y otras estaban a punto de colapsar. Frente a
esto la población solo atinaba a abandonar sus
hogares y refugiarse en parques y lugares descampados cercanos
para poner a salvo sus vidas, y todo esto sin contar que ya desde
el inicio el terremoto, la luz eléctrica dejó de
funcionar y se cortó también el servicio de
agua, lo cual
aumentaba la angustia y el miedo, esto unido y acrecentado con el
pavor de un posible tsunami o maremoto que podía
producirse en el primer puerto del Perú, pues los
pobladores aseguraban que el mar estaba retrocediendo dejando la
impresión de que volvería con bravura y
arrasaría todo cuanto tenga a su paso. Como se sabe esto
no era pura especulación, pues luego de movimientos
telúricos en las zonas costeras de los países, es
posible que se produzcan fenómenos como los
maretazos.
Toda la población del resto del Perú,
medios de
comunicación, analistas políticos, etc., se
preguntan día a día en los programas
televisivos, radiales o en la prensa escrita
porqué es que el gobierno no
había prevenido o no había desarrollado programas
de prevención social o al menos simulacros de
evacuación que evitasen tragedias como las vividas en el
sur peruano. Se sabe que el departamento de Ica se encuentra
justo sobre una placa muy importante y actividad lo cual la
vuelve un foco seguro de
sismos o
terremotos y
que científicos como Hernando Tavera, miembro del
Instituto Geofísico del Perú, haya remitido
informes al gobierno sobre lo que se podía producir en
aquella zona, según su propia versión (emitida en
un programa de
televisión
local con claros signos de
miedo a despido o represalias por parte del Estado) y que
cuyo documento que está publicado en la página del
INDECI no fue tomado en cuenta ni siquiera se le dio la
importancia del caso.
Frente a esto, hay quienes llegan a una
conclusión que con el paso de los días y con los
informes que van saliendo a la luz se demuestra. Al Estado
peruano le convenía más enfrentar un
catástrofe como ésta y llamar a la
reconstrucción y a la "solidaridad de
todos los peruanos" que a prevenir situaciones como ésta,
puesto esto último representaría inversiones
económicas considerables en propaganda,
personal
asalariado para la ejecución de proyectos de
simulacros, campañas educativas en escuelas, colegios,
universidades, etc. Además de la planificación en cuanto a construcción de casas y edificios. Por el
contrario, una vez ocurrida la desgracia se sabe que por
relaciones diplomáticas los países fronterizos y de
otras latitudes iban a enviar donaciones gratuitas y reparaciones
económicas para la reconstrucción de las zonas
devastadas.
En efecto, los envíos han sido cuantiosos, desde
medicamentos, personal salvavidas, carpas, alimentos no
perecibles y muchas cosas más. Lo cual evidencia no la
preocupación por el populacho en desgracia por parte de
las autoridades sino su afán de mantener el estado de
las cosas con su democracia
representativa y hacer ver que solo en un mundo capitalista "la
ayuda humanitaria" es posible. Es por esto que el gobierno del
Perú ha ahorrado enormes cifras de dinero que
serán destinadas al pago de la deuda externa y
promociones a todo trance del TLC (Tratado de libre
comercio) con los EE.UU.
Ahora bien, sobre el papel de las empresas podemos
citar a la que más se ha hecho notar y no precisamente por
su rol de compañía comprometida con los más
pobres sino por su inoperancia y el papel que
desempeñó durante y después del gran
temblor. Nos referimos a la empresa
española Telefónica que produjo un sismo que
superó el número 10 en cualquier escala de
sinvergüencería que, como todas las incongruencias en
Perú, hoy tendrá alguna "explicación" a
cargo de los asalariados de imagen de dicha
empresa.
Apenas segundos después del movimiento
telúrico, los teléfonos fijos y celulares dejaron
de funcionar. Pero las comunicaciones
en Internet, que
usan la misma línea continuaron normalmente. ¿No
será que cuando hay sismos, Telefónica tiene un
servicio automatizado, de alto nivel científico y tecnología de punta
que permite apagar los teléfonos, dejar Internet y
provocar el pánico en el resto del mundo?
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