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Producción de tres ASP para la prevención de la violencia intrafamiliar (página )



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

1.3 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Cómo incorporar los elementos
científicos, sociológicos, culturales y cognitivos
de la violencia
intrafamiliar en la producción de tres ASPs para la
sensibilización sobre sus peligros?

1.4 DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA

1.4.1 Delimitación Temática.
Realización de tres ASPs concretamente sobre estos
temas:

La violencia
intrafamiliar de hombres a mujeres en la relación
conyugal

La violencia en la familia
como resultado de la influencia de la
televisión como medio masivo de comunicación

La violencia de padres hacia hijos.

1.4.2 Delimitación Demográfica. Los
ASPs irán dirigidos a:

Padres de familia: Uno de los ASPs se
diseñara, con el fin de sensibilizar a este grupo objetivo,
sobre "la violencia intrafamiliar de padres hacia hijos",
advirtiendo los peligros y perjuicios de la violencia
intrafamiliar dentro del núcleo de la sociedad. Los
padres de familia son la
cabeza del grupo familiar, como procreadores son responsables de:
la crianza, alimentación, bienestar y educación de sus
hijos. Es importante que el ASP posea las
herramientas
comunicacionales suficientes para llegar con un lenguaje claro
y oportuno que aporte a la sociedad y a las personas que generan
violencia intrafamiliar dentro de este grupo objetivo.

Mujeres Cabeza de Familia: El ASP que tratara la
temática La violencia intrafamiliar de hombres a mujeres
en la relación conyugal. La mujer vista
como victima, de un machismo marcado y su esfuerzo por alcanzar
el respeto, la
igualdad, la
justicia, la
paz y el desarrollo que
por años merece. Es justamente donde el ASP mostrar la
violencia intrafamiliar de la mujer y la
importancia de denunciarla.

Hijos: El ASP que tratara la temática: "la
violencia intrafamiliar de padres hacia hijos", buscara la
sensibilización de padres y por lo tanto la
protección de los hijos. El hijo es la persona que
desciende biológicamente de un hombre y una
mujer (padres) y que esta bajo la autoridad y
responsabilidad de este. Es importante que el
menor sepa qué es la violencia intrafamiliar de esta forma
poder
denunciarla, no pertenecer a ella y en el futuro ser un padre
consciente que no fomente este mal, por eso el ASP se
dirigirá a esta población.

Docentes: Los tres ASPs irán dirigidos a
este grupo teniendo en cuenta que son líderes de
opinión dentro de la academia y fuera de ella, siendo los
docentes
quienes enseñan e instruyen. Los ASPs serán
herramientas útiles para la formación y
restauración de valores desde
las aulas.

Estudiantes: Los tres ASPs irán dirigidos
a este grupo ya que igual que los docentes son líderes de
opinión, siendo estos los futuros profesionales del
país, la fundamentación en valores y su criterio
sobre el problema de violencia intrafamiliar será
trascendental para el futuro de nuestra sociedad.

Personal que labora en los medios masivos
de comunicación
: Siendo los ASPs una herramienta
audiovisual que se emitirán por medios masivos de
comunicación es primordial el aporte de las personas que
laboran en el mismo asimismo que estas conozcan los peligros de
la Violencia intrafamiliar, por eso los tres ASPs irán
dirigidos a este grupo objetivo ya que son lideres masivos de
opinión. Los medios de
comunicación contribuyen a la propagación de la
violencia es por esto que se realizará el ASP con el tema:
"La violencia en la familia como resultado de la influencia de la
televisión
como medio masivo de comunicación", en este ASP se
mostrara el medio como "detonante" y por lo tanto tendrá
un mensaje sobre la responsabilidad que tienen las personas que
laboran en los Mass Media.

Televidentes: los tres ASPs irán dirigidos
a este multitarget al que pertenecen los grupos objetivos ya
mencionados pero uno de los ASPs ira directamente a las personas
que recepcionan los medios masivos de comunicación
específicamente los que ven televisión y en esta observan violencia
masiva que aporta de alguna forma a la generación de
violencia en el núcleo familiar. El ASP del tema: "La
violencia en la familia como resultado de la influencia de la
televisión como medio masivo de comunicación",
busca que el televidente sepa que debe tener un sentido
crítico ante el medio, siendo solo el televidente el que
escoge que ver y escuchar. El televidente es el que puede
controlar los impulsos violentos que el medio fomento en su ser y
es el único que puede evitar que estos impulsos lleguen a
convertirse en violencia intrafamiliar. El control social de
la televisión y de los otros medios masivos está en
manos de quienes los recepcionan.

1.4.3 Delimitación Espacial. La ciudad de
Tunja cuenta con dos canales locales de tipo privado:
Telesantiago canal 21 y el Kanal por donde se emitirán los
productos
audiovisuales, buscando llegar al target a quien va dirigido. Los
ASP se producirán en el estudio de Crea Producciones con
el aporte del laboratorio de
televisión de UniBoyacá, las locaciones escogidas
por ASP son las siguientes:

La violencia intrafamiliar de hombres a mujeres en la
relación conyugal (Casa Particular).

La violencia en la familia como resultado de la
influencia de los medios de
comunicación. (Casa Particular).

La violencia de los padres hacia hijos. (Casa
Particular).

1.4.5 Delimitación Temporal.
Aproximación 5 meses para terminar la investigación metodológica y 4 meses
para las etapas de preproducción, producción y post
? producción de los ASPs

1.4.6 Delimitación Contextual. Colombia es
un país que en la actualidad esta sumergido en violencia
masiva resultado de años de guerra que se
ha propagado por la falta de autoridad ya que en la actualidad
existen muy pocos líderes comprometidos con el servicio
social, los llamados padres de la patria están rendidos a
la codicia y las preferencias gubernamentales, tal como se
reflejan en los presupuestos
públicos, donde el dinero es
para conseguir armas y alimentar
la fuerza
bélica. Los gastos militares
en un país como el nuestro van en aumento mientras se deja
sin inversión: la educación, la
salud, la
alimentación, la agricultura,
la infraestructura, los servicios
públicos, el trabajo,
las investigaciones,
etc.

Es increíble que Colombia en pleno
siglo 21 con la
globalización en auge, tenga poblaciones incomunicadas
como Pisba, un departamento con problemas de
servicios
públicos y salubridad como es el caso del
Choco.

Colombia es el único país latinoamericano
con acceso a los dos océanos y aun así exporta el
pescado de países vecinos con mares más
pequeños, nuestro país es rico en fuentes
hídricas, pero ríos de gran importancia como el
Magdalena y el Cauca son grandes
cañerías.

El derrumbe de la legitimidad ha llevado a que la
población campesina tome las armas y se vincule a un grupo
armado; que la delincuencia,
el sicariato, la extorsión y el secuestro sean
formas de trabajo en una
sociedad que a olvidado los cánones básicos de
respeto. Incrementándose el analfabetismo,
el desplazamiento rural, la pobreza y la
destrucción de los recursos
naturales.

Esa pérdida desmedida de principios y
valores que en muchos casos han dado como resultado la
desintegración de la familia y la desigualdad social son
resultado de algunos de los anteriores factores y del poco
interés
de la academia como de los medios masivos de comunicación
por ser canales de restauración y
reconciliación.

2.
JUSTIFICACIÓN

Es indispensable que el Comunicador Social se comprometa
en la reconstrucción de los principios y valores
básicos, por medio de un servicio útil y
dinámico. Así aportar a la reconstrucción
del tejido social, su incursión en los medios que sirven a
la comunidad no es
una necesidad sino un deber social. El comunicador debe brindar a
la comunidad a la que sirve todos los conocimientos para el
aprovechamiento de los medios orientándola en un sentido
crítico y responsable sobre estos.

Esta construcción debe comenzar por la célula
vital de una comunidad "la familia" ya que esta es el
núcleo fundamental de la sociedad como aparece estipulado
en el articulo 42 de la Constitución Nacional, es importante la
cimentación de una nueva visión en valores y
principios que den como resultado la unidad del hogar.

Esta construcción de valores debe ser eficaz e
inmediata, ya que vivimos en el tiempo de la
inmediatez, por eso es necesario aprovechar a los medios masivos
de comunicación así llegar a mas gente con un
mensaje claro y conciso que permita difundir tolerancia, paz,
respeto, dignidad,
libertad y los
demás principios básicos que consoliden una nueva
sociedad.

Una herramienta comunicativa de fácil acceso a la
comunidad es: la televisión, el medio de
comunicación masiva que más influye en la vida
cotidiana de la sociedad moderna, interviene en hábitos,
comidas, decisiones, ideologías y es el principal elemento
de ocio.

Para Umberto Eco hay dos tipos de detractores radicales
de la televisión, los primeros: "los apocalípticos"
que solo ven en ella aspectos negativos (violencia,
alineación, pasividad, etc.) los segundos: "integrados"
que ven la televisión como el medio que constituye una
oportunidad para la democratización del saber y la
potenciación del aprendizaje
favoreciendo la cultura de las
opciones múltiples.

La televisión puede ser el potencial destructivo
de la sociedad moderna o facilitadora de posibilidades educativas
y recreacionales.

A la televisión se le culpa de ser propagador de
violencia, pero este medio no tiene una finalidad moral sino
instrumental y sus efectos positivos y negativos
dependerán del uso que se sepa hacer de ella. Esta
libertad no coarta al medio de su responsabilidad ya que la
televisión tiene un papel importante en el ámbito
social, en esta tarea socializadora la T.V. debe estimular el
sentido crítico por medio de campañas y programación.

La TV no solo estimula el sentido critico también
informa, entretiene y educa y sumada a la publicidad
persuade.

Una TV sociabilizadora y como herramienta de
difusión podría ser la forma útil de
concientizar a nuestra comunidad sobre la responsabilidad que se
tiene respecto a la violencia intrafamiliar. La forma seria el
uso de la televisión como el medio de mayor influencia y
de la publicidad por su fácil entendimiento sumado en un
solo medio como: El ASP como herramienta comunicativa que
estimule el sentido critico de la comunidad

Un ASP podría servir de estrategia
comunicacional, tiene grandes ventajas como un medio Audio-
Visual. Entre ellas: Posee mayor calidad en su
elaboración, promueve cultura ciudadana, trabaja conceptos
psicológicos de emotividad, es un medio masivo, mejor
selección de un público
objetivo.

El ASP contribuiría a la concientización y
sería un punto de partida, para investigar sobre los
efectos de las familias que lo observen y compararlos con
aquellas que no lo vean. Este material no sería una pieza
más de publicidad, si no una herramienta que
aportaría soluciones que
fortalezcan el tejido social.

3.
OBJETIVOS

3.1 OBJETIVO GENERAL

Realizar tres ASPs para la prevención de la
violencia intrafamiliar.

3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Elaborar un plan de
preproducción para tres ASPs para la prevención de
la violencia intrafamiliar.

Elaborar un plan de producción para tres ASPs
para la prevención de la violencia
intrafamiliar.

Elaborar un plan de post ? producción para tres
ASPs para la prevención de la violencia
intrafamiliar.

4. MARCO
REFERENCIAL

4.1 MARCO DE ANTECEDENTES

En Colombia se han venido desarrollando diferentes
campañas para la prevención de la violencia,
concretamente la Comisión Nacional de Televisión,
desde el gobierno del ex
presidente Andrés Pastrana ha realizado ASPs que buscan el
rescate de valores como lo son: el respeto, la paz, la
tolerancia, la solidaridad,
entre otros, este año la Comisión Nacional de
televisión bajo el gobierno del presidente Álvaro
Uribe Vélez renovó los promocionales
institucionales y en el mes de septiembre de 2003 presento en los
diferentes canales de televisión nacional un nuevo
comercial representado en leones sobre prevención de la
violencia intrafamiliar, en el año 2004 se han presentado
nuevos ASPs sobre prevención y sensibilización de
la violencia intrafamiliar, entre ellos: violencia representada
por sombra de manos, la campaña "Detente" donde se da una
iconicidad por medio de una mano, el ASP sobre prostitucion
infantil, el ASP la violencia hacia a la mujer representada por
una mujer mimo y la campaña de responsabilidad de
televisión del ASP para una televisión bien vista,
"Vive en tu casa" .

En la Defensoría del Pueblo circula una revista
intitulada La Defensoría, ésta no posee
ningún costo y brinda
artículos de prevención de la violencia
intrafamiliar en algunos de sus apartes. También con la
asistencia de la Comisión Nacional de Televisión
presenta ASPs que buscan la defensa y protección de los
derechos
humanos.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha
realizado campañas en los diferentes medios de
comunicación conjuntamente brinda capacitación y asesoría
psicológica sobre violencia intrafamiliar. El ICBF a
realizado videos institucionales como: Un Milagro de Amor, El
Derecho a Soñar con Un País, Maltrato
Infantil ? Cicatrices de la Infancia entre
otros, en ciudades como Tunja poseen una videoteca con
temática de prevención de la violencia en el hogar.
Igualmente videoconferencias sobre derecho de familia y derecho
de menores entre otros temas.

La Presidencia de la República con El Ministerio
de Comunicaciones
a realizado en radio la
campaña Rumbos para la prevención del consumo de
droga el
mensaje es claro sobre la falta de comunicación entre
padres e hijos y la falta de conocimiento
en el tema.

El Centro para la Investigaciones para el Desarrollo
CIPADE de la Fundación Universitaria de Boyacá
adelanto una investigación sobre Violencia Intrafamiliar
por medio de la Facultad de Ciencias
Jurídicas Y Sociales, publicada en la revista
proyección universitaria, numero 22, donde se brindan
alternativas y propuestas para la prevención de la
violencia intrafamiliar.

A pesar de los grandes esfuerzos del gobierno y de las
instituciones
públicas y privadas, la violencia sigue aumentando.
"Según el sistema forense
del país afirma que el año pasado fueron asesinadas
28.534 personas por violencia.

El informe del 2002,
divulgado en el libro
'Forensis 2002, Datos Para la
Vida, reproduce distintos análisis sobre la tendencia de la violencia
En el país.

Plantean especial preocupación porque la tasa de
homicidios se
ha mantenido constante en los últimos años, 64 por
cada 100.000 habitantes, y por eso cuestionan "la política
pública de intervención en el homicidio, que
poco o nada logra impactarlo".

Sin embargo, el Ministerio de Defensa ha anunciado una
mejoría notable en ese tema en lo corrido del
2003.

Según la publicación, el homicidio se
constituye en el 71 por ciento del total de las muertes por este
orden en Colombia.

Las estadísticas muestran un aumento de 3 por
ciento en el número de asesinatos entre el 2001 y el 2002
(de 27.685 a 28.534). En promedio, en el 2002 fueron asesinadas
78 personas cada día y 3 cada hora, lo que implica 849
casos más que en el año 2001.

Según datos del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), en el año 2002
ocurrieron en el mundo cerca de 520 mil homicidios.

Según el estudio, los departamentos más
violentos son Casanare, Arauca, Antioquia, Putumayo, Meta, Valle
y Norte de Santander. En cuanto a ciudades están Tame,
Mocoa, Medellín y Bogotá.

En la capital del
país se presentaron 1.912 homicidios, respecto al 2001
disminuyó en un 9.4 por ciento.

Accidentes de tránsito. Las muertes por accidente
de tránsito, 6.063 durante el 2002, corresponden en un 39
por ciento a peatones, 19 por ciento para motociclistas,
conductores un 12 por ciento y ciclistas un 7 por
ciento.

En el 2001 murieron por esta causa 6.346
personas.

"La morbilidad por este concepto
podría disminuirse con mayores controles al consumo del
alcohol,
aplicación drástica del nuevo Código
de Tránsito y educación para conductores, pasajeros
y peatones", explicó el director de Medicina
Legal.

Los departamentos con mayor índice de
accidentalidad son Valle del Cauca, Cundinamarca y Antioquia y
las poblaciones de Chocontá, Cáqueza, Tunja y
Girardot.

En Bogotá se realizaron 698 necropsias por
accidentes de
tránsito, siendo los peatones los más
afectados.

Esto significó una reducción de 225 casos
con respecto al año 2001.

Suicidios. El año pasado en Colombia se
registró un suicido cada 4 horas para un total de 2.045
casos, 11 menos que el año 2001.

El 77 por ciento correspondió a sexo
masculino.

El 33 por ciento fue por intoxicación, el 27 por
ciento por ahorcamiento y el 27 por ciento con arma de
fuego.

Estos suicidios se presentaron en mayor cantidad en
Huila, Valle del Cauca, Nariño, Arauca y
Risaralda.

Muertes accidentales. Las muertes accidentales
aumentaron en 146 casos con respecto al 2001, donde se
presentaron 3001. Los menores de cinco años se
convirtieron en las mayores víctimas.

Las principales causas son las caídas y la
sumersión.

En Bogotá se dieron 313 casos. Las otras ciudades
con mayores índices son Ipiales, Moniquirá,
Girardot, Cimitarra y La Mesa.

Lesiones personales. En Colombia, cada hora, 12 personas
fueron agredidas con arma contundente, durante el
2002.

Medicina Legal practicó 107.387 valoraciones por
lesiones personales durante el 2002. Esta cifra con respecto al
año anterior disminuyó en 4 por ciento.

El 65 por ciento corresponde a los hombres en su
mayoría en una edad promedio entre los 18 y los 24
años.

Las armas contundentes fueron las más
utilizadas.

Las poblaciones con mayores registros son
Chocontá, Cáqueza y Leticia.

Violencia intrafamiliar. Es considerada como uno de los
delitos
más denunciados e investigados en el país
y tuvo una disminución de 4.702 casos frente al
año 2001.

En el 2002 se presentaron 64.979 dictámenes, el
62 por ciento por maltrato conyugal.

El 23 por ciento correspondió a violencia entre
familiares y el 16 por ciento a maltrato infantil.

Las personas más afectadas fueron las mujeres
entre 25 y 34 años.

4.2 MARCO TEÓRICO

4.2.1 La Violencia. La violencia se ha
constituido desde hace algunos años en el principal
problema la historia de la humanidad se
ha caracterizado como una forma de establecer relaciones y de
afrontar conflictos
recurriendo a la fuerza, a la amenaza, a la agresión moral
o el abandono, con el fin de debilitar, destruirse o destruir al
otro o a los otros, obteniendo como resultado la muerte o la
disminución de la capacidad física, de desarrollo
humano o de toma de
decisiones por parte de la víctima, y generando, a la
vez, una dinámica patológica o degradante en
él victimario.

En ese sentido, la violencia no corresponde
únicamente a la violencia letal; incluye, igualmente,
formas sutiles que, por haber sido socializadas en nuestra
Cultura, se han naturalizado y aceptado.

Este tipo de violencias carecería de relevancia
frente a la magnitud o la gravedad de la injuria de violencias
letales o brutales, si no fuera porque es precisamente el
acostumbrarse a estas formas sutiles de violencia lo que favorece
su aparición y difusión.

En este orden de ideas, el entendimiento de dicho
fenómeno, dado la complejidad y multiplicidad de miradas,
debe remontarse a la misma historia, a la construcción
cultural, a la estructura
social y económica, a la cosmovisión, a
los valores
predominantes y a las relaciones
interpersonales, entre otros.

Una mirada histórica de la construcción
del conocimiento y por ende del pensamiento,
nos remite a la modernidad,
época que le otorgó una gran prioridad a la
cuantificación de los hechos; en ese orden de ideas, la
prioridad del tema dé la violencia deberá rebasar
el aspecto meramente cuantitativo e incursionar desde la
investigación y la reflexión, en
metodologías poco comunes o novedosas que posibiliten un
cuerpo de conocimientos capaz de aportar elementos para un
cambio
cultural urgente.

  1. 4.2.1.1 Causas y orígenes de la violencia
    intrafamiliar.
    Se sabe que el ser humano es un producto
    de la sociedad en la que se desenvuelve y crece. Los
    problemas económicos que enfrenta el Estado
    colombiano, la injusta distribución de la riqueza. La
    creciente falta de oportunidades y empleo, la
    espiral de delincuencia y violencia que aumenta a diario; la
    corrupción generalizada; en fin, el
    desmoronamiento de la estructura
    institucional del país; todo ello nos lleva a la
    conclusión de que Colombia es un país cuya
    sociedad está en crisis y
    que en esencia, en ella, las características de la
    violencia y el maltrato social, se evidencian golpeando, sin
    duda a los más débiles de la estructura: los
    niños, los mayores adultos y las
    mujeres.

El círculo se amplía cuando esas mujeres,
esos mayores adultos y esos niños son parte de una familia
desestructurada o disfuncional, o cuando, el padre, a su vez, es
un agresor.

Lo que no se ha examinado es que, infortunadamente,
nadie es educado para ser padre. Se contribuye a que el
número de agresores y delincuentes crezca. Precisamente
por ignorar elementales normas de crianza
respecto de los hijos.

Bástenos saber que existen padres que alternan
castigos severos con abandono, negación y
castración, maltrato físico y emocional, abuso o
incesto, incapacidad de comunicarse a nivel de afecto, rechazo,
silencio, negación en las necesidades afectivas de los
hijos, conductas que están contribuyendo a criar a los
futuros paranoicos o, lo que es peor, a los futuros agresores o
asesinos.

La génesis está señalada, la
sociedad colombiana se colapsa dentro de una espiral de
violencia, la cual debemos comenzar a detener, claro está,
si resolvemos construir paz desde los diversos ámbitos en
los que nos encontramos. Uno de ellos de gran importancia son los
medios de comunicación trabajados desde un concienzudo y
profundo trabajo de investigación, facilitando así
instrumentos que sensibilicen y denuncien este mal
social.

4.2.1.2 Clases de violencia

Violencia física. Se realiza mediante actos que
afectan directamente el cuerpo y la salud de los integrantes de
la familia que los sufren. Producen enfermedad, dolor, heridas,
mutilaciones, o muerte.

Todo acto de fuerza que cause daño,
dolor o sufrimiento físico en las Personas agredidas
cualquiera que sea el medio empleado, y sus consecuencias, sin
considerarse el tiempo que se requiera para su
recuperación puede tipificarse, de acuerdo a la ley, como
violencia física.

Esta puede manifestarse en bofetadas, empujones,
patadas, y hasta con la utilización de objetos tales como
correas, cigarrillos, cuchillos, palos otros.

Violencia síquica o sicológica. Es la
ejercida a través de hechos que afectan la salud mental y la
estabilidad emocional, es lo que comúnmente se llama
daño moral o espiritual.

Se manifiesta con palabras soeces, amenazas y frases
encaminadas a desconocer el valor y aporte
de otras personas; con la ridiculización como forma
habitual de expresión; con el encierro a que se somete a
los integrantes de la familia, alejándolos del
círculo familiar o los amigos o, por qué no,
impidiéndoles el acceso al estudio, al trabajo o a la
recreación; con el incumplimiento de las
obligaciones
económicas, teniendo posibilidad para cumplirlas; con la
carga de todo el trabajo a uno solo de los integrantes de la
familia, subvalorando y menospreciando su aporte a la economía
familiar.

Violencia sexual. Ejercida a través de
comportamientos y actitudes que
atentan contra la dignidad y la libertad sexual. Consiste en
obligar a alguno de los miembros de la familia (cónyuges,
compañeros y/o hijos, entre otros) a tener relaciones
sexuales utilizando la fuerza, el chantaje o el aporte
económico; usando frases dirigidas a menospreciar su honra
y dignidad sexual; obligándolas a realizar
prácticas sexuales con las cuales no están de
acuerdo; imponiendo determinados comportamientos sexuales y al
mismo tiempo desconociendo sus necesidades y propuestas
sexuales.

Sin perjuicio de los casos de violación y otros
delitos contra la libertad sexual, se considera violencia sexual
todo maltrato que constituya imposición en el ejercicio de
la sexualidad de
una persona, y que sea obligada a tener relaciones y otras
prácticas sexuales con el agresor o con terceros, mediante
el uso de la fuerza Física.

4.2.2 La violencia intrafamiliar. La violencia
intrafamiliar no distingue, edades, niveles educativos, ni grupos
socioeconómicos. Cuando la violencia irrumpe en la
familia, el espacio mas intimo donde se supondría mayor
seguridad para
los miembros suele convertirse en un hecho cotidiano.

El uso de la fuerza para imponer formas de ser y actuar,
y para refrendar autoridad se sustenta en las inequidades y
discriminaciones que se dan en las relaciones entre hombres y
mujeres, y entre generaciones, las cuales adoptan
múltiples formas.

Una de las modalidades de la violencia que se ejerce
sobre las mujeres es la que se da en su entorno mas cercano,
particularmente la que ejercen sobre ellas sus parejas conyugales
o maritales, mediante los malos tratos los golpes, la amenazas,
la agresión verbal, el encierro o confinamiento domestico
y el ejercicio de la fuerza en las relaciones sexuales, llegando
a casos de amenazas de muerte y homicidios.

La sociabilizacion temprana en un entorno dominado por
la cultura de la violencia da lugar mas tarde a la reproducción de dinámicas familiares
en las cuales los agresores y víctimas se ven envueltos en
conductas violentas, donde se acepta el uso de la fuerza del
hombre contra la mujer, del mas fuerte ante el más
débil, del adulto sobre el niño de los adultos
sobre los mayores adultos y la impunidad de
los delitos cometidos en el hogar.

Las escasas estadísticas disponibles indican que,
el primer semestre de 1997, de los casos denunciados en la ciudad
de Tunja por el uso de la fuerza en el ejercicio de autoridad
domestica, el 87% de los agresores son hombres y el 90% de las
víctimas son mujeres; de los casos de maltrato agudo
atendidos el 90% son mujeres. El 35% tienen entre 21 a 30
años y el 80% denuncio como agresor al cónyuge o
compañero.

De otro lado, la violencia
domestica representa el resquebrajamiento de la base misma de
la vida familiar, es decir, de aquella función
básica de la familia de brindar protección para
todos sus miembros.

Algunos teóricos radicales han querido ver, por
lo común de la violencia y a la familia como dos
instituciones hermanas, que no pueden existir la una sin la otra,
el planteamiento en este proyecto
será de que si existe, si está presente, si hay
contradicción básica en el discurso
social e ideológico no implica que la violencia sea ni un
mal necesario, ni un componente integral en las relaciones
familiares.

Por el secreto que envuelve a esta situación,
muchas veces los focos de denuncia del problema vienen de fuera
de la familia, de los maestros del personal de
salud, de los inspectores, de la comunidad. Otras veces ni
allí llegan las denuncias, o cuando llegan, existen
antecedentes de violencia por meses o hasta por años.
Mucha complicidad existe aun en las instituciones de salud, la
educación y policiales referente al problema de violencia
domestica.

Los medios de comunicación tienen el deber de
hacer campañas publicitarias que eduquen a la comunidad
sobre los peligros de la violencia intrafamiliar e inciten al
victimario a denunciar al agresor.

Las familias donde hay violencia tienden a ser sistemas
cerrados, con muchos secretos y tienen poca confianza en el mundo
exterior; muchas veces minimizan la violencia que existe en la
familia. Los medios deben generar confianza en las instituciones
que trabajan en defensa de los derechos vitales y en contra
de cualquier forma de violencia.

La mujer generalmente tiene miedo de hablar del problema
en una forma directa, y, de confrontar a su cónyuge o
compañero con profesionales de salud mental, por tal
razón obtener y mantener la confianza de este tipo de
familias es sumamente difícil.

Estas familias, tan necesitadas de ayuda exterior,
muchas veces resultan ambivalentes frente a las fuentes de apoyo.
La terapia y la orientación familiar ayudan a la familia y
a cada uno de sus integrantes a reconocer sus necesidades y
organizarse alrededor del derecho que tiene la seguridad
física y emocional, en vez de estar organizados en
torno a la
violencia y el secreto.

La violencia domestica en contra de la mujer como de
cualquier individuo de
la familia es un problema grave que posee consecuencias sociales
y se perpetua de una generación a otra; es por esto que
los medios de comunicación como lideres críticos de
opinión deben trabajar con inmediatez en pro del hogar,
así lograr que las generaciones actuales se concienticen y
trasformen para el bien propio, colectivo y de las generaciones
venideras.

A través de los años grupos vulnerados
como las mujeres han buscado el respeto de sus derechos, si
Colombia es un estado de
derecho, debe luchar por que la sociedad en todas sus
áreas de desarrollo trabaje por una humanidad que conviva
en paz, donde todos los individuos se le respeten los derechos
fundamentales. Los medios de comunicación de nuestro
país deben tener espacios para difundir valores y
campañas que busquen la integridad de la
familia.

4.2.1.3 Etapas de la violencia. Mucho de lo que
sabemos de violencia doméstica y mucho de lo que se hace
actualmente en el campo del tratamiento de la violencia
familiar proviene del estudio realizado por Walker en
su libro La mujer maltratada, donde se describió por
primera vez el ciclo de la violencia, el cual consta de las
siguientes fases:

Fase uno: Aumento de la tensión. Durante esta
fase, pequeños incidentes y discusiones se van acumulando
en la pareja sin resolverse, los cuales van aumentando el nivel
de tensión en la pareja y la familia. Por ejemplo, cuando
la esposa solicita dinero o
cuando surge una negativa de hacer las cosas como el esposo
quiere, o cualquier incidente mínimo que encierra un
desbalance grande de poder y a la vez un ego muy débil y
una autoestima
baja de los cónyuges.

Los factores externos que aumentan la tensión
funcionan como un aliciente al acto violento. Se habla de que
el hombre
maltratador descarga sus frustraciones y pega a la esposa o
maltrata a los hijos, entre otras cosas "porque puede",
entendiendo que con otra persona o en la calle, su conducta
tendría consecuencias. Este ciclo dura entre una y seis
semanas a varios meses.

El alcohol juega un papel importante en la violencia
familiar, entre un 25%, y un 50% de los casos de violencia
intrafamiliar tienen un componente con abuso del alcohol. Si bien
es cierto no se sabe el orden causal del mismo, muchos estudiosos
piensan que el hombre usa el alcohol como excusa socialmente
aceptable para su conducta violenta.

Dicho sea de paso, mientras el problema del alcohol siga
presentándose, poco es lo que se puede hacer para lograr
un cambio en la problemática de la violencia
intrafamiliar.

Por tanto, de darse esta situación la labor con
la mujer maltratada y con la familia de ésta, debe ir
más encaminada a proveerla de un ambiente
seguro, de un
plan de contingencia en caso de presentarse indicios que permitan
sospechar un estallido de violencia y técnicas
para ayudar a los hijos a que estén seguros, que
entiendan que ellos son personas valiosas, y que no tienen
ninguna responsabilidad en la conducta violenta del agresor o en
ningún otro problema marital de sus padres.

Para lograr un ASP que responda las necesidades del
contexto es necesario vislumbrar los factores que encaminan al
receptor para cometer el acto violento.

Fase dos: Acto violento o la explosión de las
tensiones, Es un estallido de violencia que es muy intenso y que
dura generalmente poco.

El acto en sí puede ser un estremecimiento, una
palmada, un empujón, un estrujón con gritos,
arrastrar a la persona tirarla contra la pared, patearla, entre
otros. Los niños están en este punto escondidos o
contemplando paralizados los eventos. A medida
que crecen, tienden a tratar de separar a sus padres y a tornarse
protectores de la victima, gritando y mostrando su odio al
agresor.

Fase tres: Arrepentimiento y reconciliación. Una
vez que la golpiza ha terminado, el maltratador se siente con
remordimientos y trata de hacer las paces con la víctima,
mandando regalos. Atendiéndolos como nunca; quienes,
confundidos, Perdonan y aceptan. Igual pasa con los hijos quienes
de una forma menos espontánea aceptan y perdonan el
maltrato del abusador.

Aquí se completa el ciclo de
victimización, ya que bajo la promesa de que todo va a
cambiar y la solicitud de perdón, hechos que, el agredido,
quiere creer y trata de variar la realidad ya sea por temor o por
la tensión en el medio
ambiente.

En esta etapa se trata de prever cualquier incidente que
provoque nuevamente la explosión de la crisis, pero
paulatinamente el ciclo vuelve a empezar una y otra
vez

El ASP no puede hacer parte de este ciclo vicioso, por
el contrario debe conducir a romper los cánones comunes de
hábito y aceptación al que están
acostumbrados las víctimas brindando la reflexión y
el coraje para no aceptar este perdón inmediatista si no
el cambio total y radical del agresor.

Diferencia entre conflictos y violencia intrafamiliar.
Lo esencial de la violencia es que causa un daño al
interior de cualquier miembro de la familia, daño que
puede ser material, psíquico o moral. En cambio el
conflicto
familiar es más bien un elemento propio de la
dinámica familiar que es necesario conocerlo, comprenderlo
y manejarlo; no es dañino ni perjudicial para la misma. Si
el conflicto intrafamiliar se maneja inadecuada y abruptamente
puede degenerar en violencia. Ciertos conflictos sólo se
presentan en alguna etapa del ciclo vital no en todas, al
contrario, la violencia está latente en todas las etapas
del ciclo vital.

AI conflicto hay que aprender a conocerlo y manejarlo:
la violencia en cambio hay que proscribirla y
evitarla.

El surgimiento de un conflicto puede convertirse en un
elemento positivo para la vida familiar porque incita a la
superación; la violencia, como un acto o hecho consumado
siempre será negativa, perjudicial y
dañina.

El ASP debe tener claridad en la búsqueda de la
sensibilización de la violencia intrafamiliar y no el
conflicto intrafamiliar, así se evita la confusión
del receptor.

4.2.3. Manifestaciones de la Violencia según
el sujeto pasivo (Mujer).
La Mujer Y La Violencia
Intrafamiliar. La mujer desde hace muchos años se ha
esforzado por alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y el
desarrollo.

Más allá de fronteras nacionales y
diferencias étnicas, lingüísticas, culturales,
económicas y políticas,
las mujeres de los cinco.

-La participación femenina durante la Revolución
Francesa en 1789 que exigía: "libertad, igualdad y
fraternidad".

-Durante el primer Congreso de la Asociación
Internacional de Trabajadores en 1866, se aprobó la
participación del trabajo profesional de las
mujeres;

-Desde 1889, Clara Zetnik se pronuncia en el
Congreso Fundador de la Segunda lnternacional Socialista en
París, por el derecho de las mujeres al trabajo y a la
participación en los asuntos nacionales e internacionales.
Así como por la protección de las madres, las
niñas y los niños;

-En 1929, los Países Bajos celebraron la Conferencia de
Mujeres contra la Primera Guerra
Mundial, lo que definió el carácter antibélico de las
movilizaciones femeninas.

-En la elaboración y promulgación de los
Derechos Humanos en 1948.

Con el transcurso de los años hacia el final de
la Primera Guerra Mundial y,
sobre todo, a partir de 1921, otros Países de Europa, América. Asia,
África y Oceanía se
fueron sumando a la aspiración y el trabajo de miles de
mujeres por crear un mundo más justo, donde se respeten
sus derechos y se reconozca su igualdad.

En 1977, se invitó a todos los países
miembros de la
Organización de Naciones Unidas
(ONU), a reconocer
y conmemorar las múltiples contribuciones de las mujeres a
sus sociedades y a
promover la toma de conciencia de la
situación femenina y sus luchas por vivir en un mundo con
menos violencia, menos discriminación y mayor igualdad en la
distribución de las oportunidades.

A partir de entonces, las Naciones Unidas han emprendido
iniciativas para mejorar la condición de las mujeres,
logrando la existencia de un marco jurídico internacional
que -al menos en teoría-
promueva y garantice la igualdad.

Los esfuerzos de la ONU para que las mujeres logren la
igualdad, no se han escatimado; se revisa constantemente el marco
jurídico y se promueve a través de diferentes
acciones y
programas,
tanto la toma de conciencia pública desde los niveles
más altos donde se originan las políticas, como el
cambio de actitudes y tradiciones sexistas a nivel
popular.

Uno de los principales logros de la Declaración
de Viena. Fue considerar la violencia contra las mujeres como una
violación a los derechos humanos. En consecuencia, a
principios de 1994, se creó la Relatoría Especial
sobre la violencia contra la mujer.

Pese a todas estás manifestaciones y
campañas en pro de la mujer, las estadísticas dan
cuenta de las grandes desigualdades que persisten a nivel
mundial:

  • El 60% de los pobres del mundo son
    mujeres.
  • 500 mil mujeres mueren al año por
    complicaciones en el embarazo.
  • Las mujeres representan dos tercios de los adultos
    analfabetas del mundo.
  • La participación de las mujeres en todas las
    sociedades del mundo y ámbitos de la vida, no ha
    garantizado su reconocimiento ni tampoco mejoras en su calidad de
    vida.
  • No pueden participar plenamente en la vida
    económica y publica.
  • Tienen acceso limitado a las posiciones de influencia
    y poder.
  • Sus opciones laborales son más estrechas y
    obtienen menores ingresos que
    los hombres desempeñando el mismo trabajo.
  • La feminización de la pobreza es un
    fenómeno creciente, e implica que entre la
    población que vive en estas condiciones, son las mujeres
    las que reciben la carga más pesada por el hecho de
    tener que buscar la sobre vivencia de la familia, el cuidado de
    enfermos y ancianos, y en muchos casos, se añade a esta
    situación, la ausencia de un marido, ya sea por
    deserción o emigración.
  • Una cuarta parte de las familias en el mundo, esta
    encabezada por mujeres.
  • En las últimas se ha incrementado-50%-el
    número de mujeres del campo que viven en absoluta
    pobreza
  • De tres a cuatro mujeres son golpeadas anualmente en
    el mundo.
  • Las mujeres golpeadas son dos veces más
    susceptibles de cometer suicidio que
    otras mujeres.
  • Una de cada seis mujeres son víctimas de
    violación en países industrializados.
  • Entre 25 y 50 % de las mujeres en el mundo, ha
    experimentado en mayor o menor grado, la violencia domestica
    durante el matrimonio.
  • En varios países las pruebas para
    detectar problemas genéticos se usa para determinar el
    sexo del feto y
    decidir si se aborta cuando se trata de una
    niña.
  • Aproximadamente, 114 mil niñas sufren de
    mutilación genital en el mundo. La mayoría vive
    en África, algunas en Asia y, en años recientes,
    se han reportado casos en Europa, Canadá y Estados
    Unidos, en lugares donde se ha establecido la población
    africana inmigrante.
  • Anualmente, un millón de niños y
    niñas son forzados a la prostitución. (La mayoría
    niñas). El índice más alto de prostitución
    infantil
    lo tiene Asia.
  • En algún momento de sus vidas más de la
    mitad de las mujeres latinoamericanas han sido objeto de
    agresiones en sus hogares. Un 33% fue víctima de abusos
    sexuales entre las edades de 16 y 49 años, mientras el
    45% recibió amenazas, insultos y la destrucción
    de sus objetos personales.

La violencia en contra de las mujeres es un
obstáculo para el desarrollo por sus consecuencias sobre
las economías de los países. Al mismo, tiempo tiene
efectos sociales y culturales. De acuerdo con el concepto de
desarrollo humano de las Naciones Unidas, la violencia contra las
mujeres afecta su bienestar, seguridad, posibilidades de
educación y desarrollo personal.

Por estas razones el 26 de noviembre se institucionalizo
como el Día Internacional de "No Más Violencia
Contra Las Mujeres". Hace dieciséis años, los
movimientos de mujeres en América Latina y el Caribe
institucionalizaron esta fecha para denunciar formas de violencia
institucionalizadas contra las mujeres. En memoria de dos
luchadoras sociales dominicanas Patria Minerva y Maria
Teresa Mirava,
asesinadas el 25 de Noviembre de 1960 por la
dictadura de
Leonidas Trujillo.

El articulo 1° de la "Declaración sobre la
Eliminación de la violencia contra la mujer" de la
Asamblea General de las Naciones de diciembre, 1993, define como
violencia de género:?"todo acto de violencia basado en
la pertenencia al sexo, que tenga o pueda tener como resultado un
daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida publica como
privada".

Una de las expresiones más traumáticas de
la violencia de género es la violación, incluido el
acoso sexual,
La violación en particular ha sido definida como una
invasión de las partes más íntimas y
privadas del cuerpo de la mujer, y a su personalidad,
así como una ofensa a la dignidad del ser humano. Muchas
de las víctimas que han sobrevivido dicen que como
consecuencia de este hecho experimentan un sentimiento de
aniquilación.

El informe violencia contra la Mujer en la Comunidad
(1996) de la Relatora especial de Naciones Unidas Radhika
Coomaraswamy,
destaca que al igual que los sobrevivientes a
otros hechos traumáticos como la guerra o la tortura, "Las
víctimas de violación suelen sufrir de una forma de
depresión postraumática denominada
síndrome de del trauma de violación, que es
común en personas que se han visto enfrentadas en
situaciones de miedo insuperable, terror,
indefinición.

Referirse a la violencia en contra de las mujeres es
referirse a un conjunto de hechos y situaciones vinculados a la
condición femenina en el mundo actual. La falta de
derechos en los planos de lo económico, social,
político, y cultural convierte a las mujeres en seres de
segunda clase,
dependientes y vulnerables ante los demás.

Esto es más claro respecto a la violencia
domestica, que vista por la psicóloga dominicana
Dinnys Luciano, constituye "la expresión de
una política sexual represiva que utiliza múltiples
mecanismos tanto de los espacios denominados públicos como
los privados para controlar la vida, el cuerpo, la sexualidad y
las capacidades emocionales, intelectuales
y afectivas de las mujeres".

Considerar la violencia contra las mujeres y las
niñas como una violación de los derechos humanos,
es uno de los logros de los movimientos de mujeres durante la II
Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena en
1993.

En marzo del siguiente año, la comisión de
derechos humanos de las Naciones Unidas mediante una
resolución acordó integrar los derechos de la
mujer dentro de los mecanismos de derechos humanos del
sistema.

También esa comisión procedió a
nombra una relatora especial sobre violencia contra la mujer,
acogiendo el pedido de las organizaciones de
mujeres en la conferencia de Viena.

Para llegar a este reconocimiento ha sido necesarias
décadas de acciones y movilizaciones de todo tipo La
coyuntura de la década de la mujer proclamada en 1975por
las Naciones Unidas fue el marco adecuado.

En 1980, durante la conferencia Internacional del
Decenio de las Naciones Unidas sobre la mujer realizada en
Copenhague, se plantea por primera vez la importancia de sacar a
la luz un asunto que
se considere privado.

Mas adelante, en la III Conferencia Internacional de fin
de Decenio de la Mujer de las Naciones Unidas (NAIROBI, 1985), se
desataca por primera vez que la violencia contra la mujer en la
familia es un importante obstáculo para la paz, la
declaración insto a los gobiernos a crear "conciencia
publica sobre la mujer como un fenómeno social". (Binstock
1997).

La declaración en 1991 de la Comisión de
la condición jurídica y social sobre la mujer,
sobre la necesidad de reunir a un grupo de expertas para elaborar
un instrumento internacional a fin de enfrentar esta
situación.

La recomendación en 1992 del Comité para
la eliminación de la discriminación contra la mujer, para que
los gobiernos eliminen la violencia contra la mujer por tratarse
de una discriminación de genero.

En 1995, la Asamblea General urgió a los Estados
parte a reforzar en las legislaciones nacionales, sanciones
penales, civiles, laborales y administrativas para castigar la
violencia contra las mujeres tanto en el ámbito privado
como publico.

Estableció, además, que todas las formas
de violencia sexual y de trafico de mujeres, son una
violación a los derechos humanos de las mujeres y de las
niñas.

Esto significa que los Estados miembros deben perseguir
civilmente todas las expresiones de violencia, de idéntica
forma como se persigue cualquier delito para ello
tienen que promulgar reformas legislativas que amparen a las
mujeres que han sido objeto de violencia, tipificando los malos
tratos como delitos en Códigos Penales.

Muchas mujeres toleran la violencia domestica dado que
su desigual posición económica y social no les deja
grandes alternativas.

Las mujeres tienen menos oportunidades que los hombres
de ingresar a la fuerza laboral, reciben
menor sueldo por el mismo trabajo, y están sometidas a
presiones de orden familiar y social; todo ello hace el abandono
de relaciones abusivas muy poco viables, tanto para la
víctima como para el victimario En este sentido, la
violencia en contra de la mujer se relaciona directamente con su
posición en la sociedad.

4.2.4 El menor y la violencia intrafamiliar. La
violencia hacia el menor ha tomado en nuestro entorno social una
dimensión mayor que la violencia hacia el adulto,
constituyéndose en un apéndice especial de la
violencia, no solo por la connotación social sino por los
sujetos que actúan como agresores los padres. El maltrato
infantil ha sido estudiado y clasificado desde dos puntos de
vista: como violencia física y como abuso
sexual.

Aurora Pérez (El maltrato y la violencia
infato-juvenil, UNICEF 1986) define en sentido amplio el
maltrato: "un niño considerado como la persona menor a 18
años, es maltratado o abusado cuando su salud
física o mental o su seguridad o mental o su seguridad
están en peligro, ya que sea por acciones o por omisiones
llevadas a cabo por el padre o la madre u otras personas
responsables de su cuidado; o sea, El maltrato se produce por
acción,
o por descuido o por negligencia".

Otras definiciones como la de G. Gulotta en un concepto
de maltrato presenta un conjunto de significados amplios que
contienen múltiples comportamientos como: agresión
física, perturbación y violencia sexual,
negligencia alimenticia, salud y protección, violencia
psicológica, abandono físico y emocional.
Según el autor, es necesario incluir en la
definición no sólo aspectos de orden familiar si no
también social, colectivo e institucional.

Para el autor Kemple, la referencia al maltrato infantil
supone la existencia a cuatro categorías que lo
clasifican: Violencia física, abandono físico y
emocional, maltrato emocional y explotación
sexual.

Violencia física queda definida como: "cualquier
lección infringida: hematomas, quemaduras, lecciones en la
cabeza, fracturas, daños abdominales,
envenenamientos".

Abandono o negligencia implica "una falla del progenitor
o guardador, en cuanto actuar debidamente para salvaguardar la
salud, seguridad y bienestar del niño". Maltrato emocional
esta constituido por formas mas sutiles (son muy corrientes) en
la que los niños están permanentemente
regañados, aterrorizados o rechazados".

Maltrato, entonces, es todo daño no accidental
sufrido por el niño en la interacción con sus padres o con las
personas que tienen su cuidado, derivado de las acciones u
omisiones de estos.

En relación con el abuso sexual, Kemple R
y H dicen: "Los abusos sexuales se definen como la
implicación de niños y adolescentes,
dependientes e inmaduros en cuanto a su desarrollo, en
actividades sexuales que no comprenden plenamente y para los
cuales son incapaces de dar un conocimiento informado y que,
así mismo violan los tabúes sociales o los papeles
familiares". Dentro de esta descripción se pueden enumerar: La
paidofilia, La violación carnal y el incesto, de las
cuales la que mayor importancia legislativa ha tenido es el
incesto.

La violencia
social es un fenómeno prevalerte en nuestra sociedad,
y aunque ha sido definida de diversas formas, la mayoría
de los especialistas en el tema parecen coincidir en el hecho de
que se trata de "Un acto agresivo dirigido contra una persona o
grupo de personas en donde se le hace actuar contra su voluntad
valiéndose de la fuerza física de la
intimidación, de la persuasión o de la
omisión (DOT, 1988, BELTRAN y TORRES, 1990) entendiendo
por acto agresivo una voluntad de dañar, sea esta
consciente o no.

Existen distintas formas de expresión de la
violencia social (económica, política, etc.) pero
lo que aquí interesa tratar es la violencia ejercida por
un individuo contra otros de su propio grupo familiar,
específicamente al castigo fisco y psicológico de
que son objeto los niños por parte de sus progenitores,
así como ha sus consecuencias.

Desde hace varias décadas se han manejado cifras
verdaderamente alarmantes de niños que son objeto de la
violencia de sus padres, las que proporcionan una idea general de
la dimensión de la naturaleza del
problema; por ejemplo, los estudios realizados en Estados Unidos
por Kempe y Kempe (1985) indican que en seis de cada mil
nacimientos se presentan malos trato, lo que daría un
numero de 30 mil a 50 mil niños maltratados por año
en aquel país.

También en Estados Unidos, MOORING (1985) calculo
que se registro de entre
75 mil y 100 mil casos de maltratos de menores. En 1978, en el
marco del Año Internacional del Niño, se dio a
conocer que en el vecino país del norte existen 10
millones de niños fueron víctimas de algún
tipo de abuso y malos tratos (Rodríguez de José
1990).

En Francia, en el
año 1983, había unos 40 mil niños
martirizados. En Puerto Rico el
departamento de servicio social, en 1986, atendió un total
de 35.344 casos de maltratos de menores (Martínez Taboas,
1991).

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF
reporta en Santa fe de Bogota DC. Durante los años de 1996
a 1998, se prestaron 2.150 casos de niños
maltratados.

Por otro lado, en la ciudad de Tunja, Boyacá de
los casos reportados a la Defensoría de Familia durante el
año 2000, el 53% estuvo relacionado con maltrato
físico, el 42% lo constituyeron diversas formas de
maltrato psicológico y, por ultimo, el 4.3% con eventos de
abuso sexual al menor (Gloria Elizabeth Chazado Dupinet,
comunicación personal).

Las cifras presentadas dan una idea de la seriedad del
problema y de la necesidad que surge de revisar algunos factores,
que lo producen, así como también de ampliar la
orientación de las investigaciones en torno a las familias
que maltratan física y psicológicamente a los
hijos, además sugiere la necesidad de crear más
materiales
preventivos que alerten a la comunidad del peligro de la
violencia intrafamiliar y del menor, respondiendo con eficacia a esta
realidad.

De los diferentes estudios realizados sobre el tema, la
persona que mejor ha sabido identificar las
características que más se repiten en un caso de
maltrato es KEMPE. Respecto al maltrato físico identifica
los síntomas que denomina "Síndrome del niño
golpeado: (1962) cuyos aspectos más comunes son: edad
inferior a los 3 años; salud y desarrollo por debajo de lo
normal (peso, talla, perímetro cefálico). Evidencias de
negligencia en el cuidado (suciedad, desnutrición, contusiones visibles),
marcada discrepancia entre los hallazgos clínicos y los
datos explicativos proporcionados por los padres, ausencia de
nuevas lesiones una vez hospitalizados, hematoma subdural,
múltiples fracturas en estadios diferentes de
curación.

En cuanto a su comportamiento
existen igualmente características similares en el
niño golpeado, como la sumisión total a los deseos
de sus padres, son asustadizos, tímidos y tratan de pasar
inadvertidos, son niños faltos de condiciones en el aprendizaje y
que tienen dificultades escolares, son pasivos y obedientes. Pero
a su vez hay que agregar el aspecto negativo del niño
golpeado, son agresivos e hiperactivos, difíciles de
manejar y por ende rechazados en el grupo de juego o
escolar.

De los estudios e investigaciones respecto a la edad del
niño maltratado, coinciden en establecer que la edad donde
el niño suele ser más victimado es entre los 3 y 4
años, en relación con el sexo se comprobó
que más de la mitad de las víctimas son varones.
Respecto a la relación que une a la víctima con el
victimario, la mayoría de los estudios concuerdan con que
sus padres y madres comparten igual proporción de
autoría.

Las primeras relaciones del niño establecidas con
la madre, marcan un estrecho vínculo que determina en gran
medida con las que éste establecerá más
adelante, basadas en afectos, conflictos, logros, frustraciones;
dicho vínculo se inicia con los cuidados de una madre
frente a la llegada de su hijo. Todo lo que ella procura para su
advenimiento es lo que se entiende como vínculo afectivo,
el cual tiene su origen no sólo en el momento del
nacimiento, sino que se establece desde la
concepción.

Las relaciones que se establecen al interior de cada
familia dan cuenta a su vez de cómo los padres en su
infancia fueron socializados: esto quiere decir que el
advenimiento de un hijo remueve todos estos recuerdos y
experiencias, lo cual influye de manera significativa en la forma
como los padres van a vincularse con sus hijos.

El vínculo afectivo en un lazo emocional entre
dos personas, que permanece a través del tiempo. Dadas las
circunstancias culturales, la madre es el primer agente
socializador del niño, es ella quien le brinda los
primeros cuidados, le ofrece su amor y lo colma de bienestar
dando lugar a la satisfacción de las necesidades primarias
de afecto, techo y otras, determinando en el niño la
manera como concibe, explora e interpreta el mundo.

De acuerdo con los resultados de la entrevista
aplicada a los niños, se puede afirmar que el castigo
físico genera una baja autoestima y una autoimagen
negativa en el menor, pues 12% de los niños entrevistados
afirmaron sentirse como el peor del mundo después del
castigo; así mismo los niños se convierten en unos
resentidos en potencia, pues un
32% de los menores siente menos afecto y muchas ganas de vengarse
de la persona que los maltrató.

Existe una creencia muy difundida, es que los
niños maltratados o aquellos que no se desarrollan
normalmente, han tenido como factor primario la violencia
sufrida.

"El maltrato para el niño implica el
incumplimiento de sus necesidades básicas, físicas,
psicológicas en el proceso de
desarrollo integral, manifestando dos tipos de conducta: una
encaminada a demostrar indiferencia, apatía, pasividad,
sumisión y la otra en el cuadro de protesta de conductas
agresivas, hiperactivas rechazantes, oposicionales, con problemas
de socialización, este último instiga a
los padres a aplicar la violencia tratando de conseguir
obediencia. .

Los hermanos KEMPE destacan las siguientes
características:

-"La sumisión y aceptación de cuanto
suceda, son pasivos y obedientes, incluso en el hospital se
someten a procedimientos
dolorosos.

-Los niños maltratados parecen estoicos a primera
vista, no expresan sus sentimientos ni el dolor
físico.

-Su modo dificultoso de ajustarse a expectativas de sus
padres con las que no enfrentan los demás
niños".

El maltrato infantil deja secuelas que se manifiestan a
través de comportamientos tales como falta de confianza,
ansiedad, abandono del hogar, agresividad, dificultades en el
aprendizaje, desórdenes sociales y psicológicos que
impiden al niño disfrutar su infancia y relacionarse
adecuadamente con los demás.

Dentro del maltrato bajo las condiciones de violencia
que se viven en el país, lo que aprenden los niños
en su hogar, se refuerza en la adolescencia y
lo que practican cuando forman su propio hogar es que la resolución
de conflictos con las personas que supuestamente se aman es a
golpes, gritos, que gana quien sea más fuerte
físicamente, que el dominio no se
logra por la razón sino por la fuerza. Que al ser rudo se
expresa el afecto. Todo ello va en contra del buen trato pues lo
que se transmite es una relación fundamentada en la
agresión, en el temor y el miedo.

El componente emocional individual parte de que los
eventos no son agradables o desagradables en sí mismos,
sino que se vuelven afectivamente positivos o negativos como
resultado de su construcción, de sus sensaciones internas.
Más aún la agresión emocional y otros
estados emocionales, con el resultado de redes de asociaciones y
cogniciones en los cuales los sentimientos específicos
(rabia, miedo), las reacciones físicas (sudoración,
dificultad respiratoria, palpitaciones precordiales), las
respuestas motoras (escape, ataque), los pensamientos, la memoria y
los aprendizajes, están todos ligados entre sí en
mayor o en menor grado.

REISS Y ROTH afirman que en la agresión y la
violencia inciden tres grandes conjuntos de
factores:

-Aquellos relacionados con el desarrollo psicosocial
(las condiciones del aprendizaje de conductas y la interpretación de las interacciones con
otros).

-Los biológicos (genéticos, defectos
cromosómicos, mecanismos hormonales, efectos de los
neurotransmisores, alteraciones o lesiones cerebrales). El
desconocimiento sobre las enfermedades mentales, la
lesión cerebral causada por el zarandeo, los golpes
físicos en la cabeza y los malos tratos
psicológicos. Lo que se puede generar al maltratar a una
gestante. El maltrato físico al menor que los va
inhabilitando física y mentalmente.

-Los procesos
sociales (condiciones económicas, estructura y relaciones
familiares, densidad de
población, falta de cohesión y otras
características de ciertos grupos
sociales).

-Cuando al interior del hogar se da todo tipo de
conflictos desde el golpe hasta el incesto, cuando el trato entre
personas que se aman es denigrante. Ese es el patrón de
amor y de relación que se transmite de una
generación a otra. A menos que los elementos protectores
de un individuo sean tan grandes que hagan que este con el tiempo
forme un hogar estable y como reacción a su crianza
resuelva eliminar el maltrato. Su infancia tiende a moldear la
sociedad en que vivirá, la comunidad y la familia que
formará.

-En síntesis,
las ciencias del
comportamiento se han desplazado desde la agresión vista a
partir de lo instintivo hasta el aprendizaje de la
agresión como una forma de resolver problemas
interpersonales. Las condiciones que más conducen al
aprendizaje de la agresión parecen ser aquellas en las
cuales el niño es reforzado por su propia agresión,
tienen mayores oportunidades de observarla en los otros,
además es objeto de ella. Los niños que crecen en
tales condiciones asumen la conducta violenta como una norma y
por lo tanto, la ven como una respuesta apropiada en muchas
situaciones interpersonales.

La comunicación entre los miembros de las
familias maltratantes en el altiplano Cundiboyacense es con
improperios, insultos y golpes. Al internarse en historias de
vida de personas de este grupo se encuentra un mundo de
sufrimiento y de crueldad.

El lenguaje en la primera historia intimida a los
menores y los hace regir sus actuaciones por el miedo al castigo.
En el segundo caso un niño es víctima de los golpes
de su padrastro y muestra el
interés de este menor por estar pendiente de su madre y de
su hermana, de quienes depende, defenderlas de los castigos del
padrastro. Se tejen en el ambiente infantil toda clase de
soluciones, igualmente maltratantes para eliminar el sufrimiento
de todo el grupo familiar.

El tercer caso muestra cómo en una familia
extensa, las padres no son las figuras maltratantes, sino los
abuelos y las tías maternas.

El cuarto caso describe cómo un menor de 14
años al morir sus padres justifica los castigos recibidos
diciendo que él se portaba muy mal. Suple su inseguridad de
la orfandad cargando un revolver. En este grupo existe una
aceptación fatalista del destino fundamentada en lo
inmodificable que es variar el rumbo de la vida y en los
sentimientos de culpa.

La familia constituye la organización mínima fundamental
tanto de pertenencia como de referencia familiar y de grupo. Es
la base de reconocimiento social. A medida que va creciendo el
individuo depende de los modelos de
hombre y de mujer que tenga en casa y del tipo de relaciones que
allí se establecen. Es en este núcleo en donde se
transmite el modelo de
maltrato.

Teniendo en cuenta la miscegenación o mezcla de
razas, se encuentran ancestros con antecedentes de violencia y
maltrato infantil, para no ir tan lejos en Boyacá, se
describe el caso de los Uwa ubicados en el municipio de
Cubará. Tienen en la actualidad dos procesos de
socialización paralelos, el de sus tradiciones realizadas
por los padres y personas de la comunidad y el de la escuela. Chobigua
en los menores. En sus diferentes etapas tienen ritos de paso los
cuales desde el bautizo van diferenciando status y roles por
género.

Cuando nacen gemelos, son considerados como una
enfermedad de orden místico, razón por la cual
apenas nacen se deben matar y la madre se debe retirar a un largo
ayuno con el propósito de purificarse antes de
reintegrarse de nuevo al medio. Esta práctica ha sido
rebatida permanentemente por los misioneros. Los cuajos, cargados
por sus madres en chivaras, están en contacto permanente y
no acostumbran a llorar mucho. Cuando lloran no los castigan sino
que los apaciguan con humo de tabaco.

Al caminar el niño se desliga de su madre y pasa
mucho tiempo con el grupo de mujeres, se le permite el juego, si
molesta mucho y no quiere obedecer aparte de fumarle tabaco les
empiezan a dar yopo, alucinógeno muy fuerte que los hace
llorar inicialmente y posteriormente los calma.

El castigo a las niñas es mucho más severo
porque se considera que ellas deben ser fuertes para poder
enfrentar la vida, los padres y principalmente las madres
representan la máxima autoridad y son quienes
castigan.

Al niño maltratado se le ubica en el lugar de la
víctima, lo cual equivale a considerarle incapaz, sin
perder de vista la indefensión que opera en ellos. La
protección del niño implica también
enseñarle a protegerse, defenderse y desenvolverse en un
medio hostil.

El maltrato genera una multiplicidad de lesiones; en el
campo físico se observan desde lesiones menores hasta la
muerte; en el campo psicológico problemas de baja
autoestima hasta condiciones disociativas; en el ámbito
cognoscitivo, las consecuencias van desde problemas de atención y aprendizaje hasta
síndrome cerebral y orgánico severo; en el
área del comportamiento, las lesiones van desde problemas
simples de relaciones interpersonales hasta la
violencia.

La comprensión de los efectos del maltrato
infantil sobre el desarrollo de los niños y adolescentes
no es fácil, puesto que no es un suceso singular con el
suficiente poder para anular otros hechos e influencias que
ocurren dentro del seno de la familia.

En general, los malos tratos son acompañados por
otras influencias sistemáticas que comparten la
responsabilidad de las posibles consecuencias negativas en el
desarrollo. Estas incluyen otros sucesos tales como la violencia
entre los cónyuges (violencia conyugal e intrafamiliar),
separaciones, pobres interacciones parentales, pocas
oportunidades de enseñanza o interferencias del contexto
ambiental. Desde este punto de vista es evidente que los malos
tratos en el desarrollo del niño tienen relación
con otras variables
familiares y ambientales.

Las razones por las cuales un niño maltratado
está propenso a desarrollar más problemas
emocionales y de conducta que los no maltratados; puede deducirse
de las relaciones entre las experiencias tempranas y el
subsecuente ajuste emocional, como, por ejemplo, un control
flexible de los impulsos, el desarrollo de una adecuada
autoestima, una ausencia relativa de problemas conductuales y
buenas relaciones con los iguales.

Al educar con normas violentas (si la violencia puede
tener normas) se acaba por transmitir una forma específica
de relación social. Cuando en su familia el niño
recibe castigo violento, no solo aprende simplemente que hay
cosas que puede hacer o no hacer. En sustancia, aprende que los
actos violentos son una forma de relación legítima;
comprueba que el que tiene poder, fuerza y autoridad ejerce la
violencia sin límite ni control. Ser violento es ser
poderoso y violencia la ejercen los que tienen poder. La empiezan
a utilizar a temprana edad con sus hermanos pequeños, con
sus compañeros de juego y con sus amigos de escuela. En
este proceso el niño ansia llegar a ser adulto para
ejercer la dominación por la violencia en toda su
extensión y plenitud.

No es de extrañar que Colombia posea un alto
nivel de violencia. La violencia se expresa como una forma
inadecuada de resolución de conflictos y en casos extremos
se resuelve el conflicto por la vía de la
eliminación del contendiente. No es vano en el país
subsisten las guerras de
guerrillas, el paramilitarismo y la violencia común. Las
estimaciones hechas han calculados más de treinta mil
muertos por causas violentas en un año.

Es evidente que los factores que inciden sobre el
maltrato y el abuso son múltiples de las interpretaciones
de sus causas quedan cortas para tener una plena
comprensión del problema. Pero, el hecho de que tengamos
un país en el cual se ha acumulado una deuda social
inmensa, consecuencia de varios, siglos de concentración
de la riqueza y de los beneficios sociales, no es ajeno al
problema. Tal vez es un elemento fundamental.

De esta combinación, la falta de acceso de los
beneficios sociales y la violencia, las principales
víctimas son los niños, no sólo en ellos
recae principalmente el maltrato, sino que sufren con más
rigor las consecuencias de la pobreza. La situación de
cerca de diecisiete millones de menores, que están bajo la
línea de pobreza y donde se concentra con mayor
énfasis el maltrato, representa en esencia la parte
más dura de la violación de los derechos del
niño.

La Constitución Política de nuestro
país es precisa al señalar en el artículo 44
consonancia los derechos de los niños coherentemente con
el principio del Estado Social de Derecho. En términos
generales la responsabilidad sobre los menores debe ser
compartida entre la familia la sociedad y el Estado. La
atención integral al menor debe ser garantizada. Respecto
de lo que la gente dice y mucho de lo que aparece en los medios
de comunicación, da la impresión que toda la
responsabilidad recae sobre el Estado. Es evidente, que
ningún Estado, por sí solo puede satisfacer y
responder por todos los derechos de los niños. Si la
responsabilidad no es compartida, muy poco puede hacer el Estado,
esto, es notorio en los casos de maltrato infantil. La familia
debe asumir su responsabilidad en el respecto de los derechos de
sus propios hijos. Todo ciudadano debe hacerlo, ya que la
Constitución y la ley los obliga, el respeto de los
derechos humanos y el de los niños es una
obligación que nos compete a todos.

Al observar la situación de la infancia por
estratos socioeconómicos se podría decir que en es
estrato bajo, se dan diferentes formas de maltrato, que se han
estudiado más y que el maltrato se relaciona con los
niveles de pobreza. En los estratos altos se da el maltrato
psicológico y aún se conservan formas de maltrato
representadas en castigo físico; sin embargo este grupo ha
sido el menos estudiando y es en donde menos se expresa el
síndrome del maltrato infantil. Para el buen desarrollo
del menor es el estrato medio coexisten formas de
socialización de los dos estratos anteriores, se conservan
tradiciones y se asimilan nuevos modelos, es en este grupo en
donde a mayor educación y a mayor información disminuye el
maltrato.

Los niños de Tunja, sin importar el estrato en el
que se encuentran ubicados, están siendo víctimas
de los cambios propios de su familia. El constante trasegar de un
grupo familiar a otro, es decir bajo los procesos de separaciones
y reestructuraciones de sus progenitores están perdiendo
la línea tradicional de afecto y protección. Al
mismo tiempo que pierden la figura permanente de uno de sus
padres, pierden a su vez las redes familiares y sociales propias
de tal unión; se ven forzados entonces a constantes
adaptaciones a grupos nuevos sin vínculos de
consanguinidad o afinidad y a alteraciones en su vida,
propiciadas por los cambios económicos o reacomodaciones
familiares. En el estrato bajo esta es una de las causas del
menor trabajador y del menor viviendo en la calle.

El agregar miembros a la familia, padrastros, por
ejemplo, hace que se den casos de abuso sexual de menores, la
existencia de pares, personas de la misma edad, que hacen las
veces de hermanos marca
distinciones fuertes al interior del grupo fraternal y genera a
su vez conflicto, abuso y maltrato. Los distintos roles de la
mujer hacen que al poco tiempo que pasa en el hogar, lo deba
destinar a su organización y a sancionar a los hijos, lo
que a su vez limita el tiempo del afecto y el ocio. La
función de los abuelos encargados de pasar tradicionales,
apoyar en el afecto y la economía es cada vez más
distante, lo cual va en detrimento de las dos etapas: la vejez y la
infancia.

El limitado espacio de la vivienda hace que los
conflictos y tensiones se reafirmen. La participación
masculina en las tareas del hogar y crianza de los hijos es
aún escasa, surge con fuerza cada día más la
jefa del hogar. Se caracteriza hoy la familia por la diversidad y
coexistencia de tipologías familiares, de allí la
necesidad de redes sociales como estrategia de adaptación,
como mecanismo de apoyo y protección.

En Tunja es alto el porcentaje de padres que cree que
hay que dominar la voluntad de los hijos y muchos por medio el
castigo físico y psicológico. El proceso de
formación guiándoles firmemente y con efecto por el
camino indicado, proporcionándoles herramientas para una
buena adaptación, enseñando y permitiendo la
comunicación. Socializarlos es una meta, en pocas
palabras, aún no compartida por todos los
tunjanos.

Si se quisiera hacer referencia a los distintos tipos de
niños maltratados que existen hoy en la ciudad de Tunja,
se tendría que ver cada situación implica causas,
tratamientos y soluciones deferentes. Todas esas formas
encuentran un común denominador en el maltrato que aparece
como un rasgo cultural.

El maltrato infantil es considerado como una de las
patologías sociales más cuestionadas. Castigar al
menor de tal manera que queden huellas físicas y
psicológicas, abandonarlo y desprotegerlo, traspasarle
funciones de
adulto como la economía y la crianza, abusar del poder y
de la autoridad, son prácticas que permanecen muy marcadas
en todo el país. Viene de atrás y también es
un fenómeno universal, lo que significa que a un grupo de
niños y niñas de esta ciudad se les está
inculcando, como una pauta de crianza, el maltrato al interior de
la familia y la violencia al exterior de ella. Lo que se reconoce
como maltrato varía de una sociedad a otra, pero en todas
existe un consenso sobre lo que es adecuado o socialmente
admitido o lo que es reprochable y amerita sanción social
o judicial: Se aumenta bajo condiciones especiales, permanece
encubierto en distintos tipos de población y es bajo las
pautas culturales de crianza que se valida, desvirtúa o se
sanciona el maltrato. De allí la dificultad que surge al
encontrar prácticas disímiles para sancionar a los
menores ante un comportamiento inadecuado o para establecer la
condición de maltratante de un adulto. Su
definición está ligada definitivamente al
desarrollo sociocultural de un país, de una región,
de una comunidad, de una familia o de un individuo.

Si la cultura se transmite de una generación a
otra, se transforma, se aprende en tal sentido se puede decir que
el grupo de niños maltratados es objeto de violencia que
en sus casas como resolución de conflictos diferentes
expresiones de la violencia y el maltrato, que los medio de
comunicación transmiten malos tratos exógenos a
nuestra cultura y que el país acrecienta poco todas sus
manifestaciones violentas el que esos menores en su adultez
pueden repetir tales comportamientos. Esa es la cultura que se
vive y es por consiguiente la que se transmite en gran parte de
la población infantil.

La investigación realizada, registra como causa
del maltrato psicológico, físico, y niños de la
calle las necesidades básicas insatisfechas,
así mismo, el maltrato físico es una de las
más graves problemáticas de la niñez en la
ciudad, se encuentra en hacinamiento en la zona urbana. Existe
una forma implícita de inculcar el trabajo con ejemplo y
en el hogar se hace explícita con el castigo
físico. En una estructura tan rígida y machista
como la boyacense, hay depravación afectiva entre padres y
de estos a los hijos especialmente en sus expresiones. En los
datos recogidos no se menciona el incesto, sin embargo en
diferentes casos siempre aparecen estos casos.

Un estudio de psiquiatras presenta el perfil del
violento creado en un ambiente de extremas restricciones que no
le permiten alcanzar auto expresión ni auto
realización, el hijo sometido a un padre despótico
y brutal, con una madre martirizada incapaz de darle afecto crece
con problemas de difusión de identidad,
fuertes sentimientos de agresividad, rabia y protesta reprimida
contra las figuras de la autoridad.

En un momento de disturbio social o familiar en que el
orden es revuelto y desaparecen controles externos, la rabia, el
miedo, la culpa, inundan al sujeto.

Reconocer al niño o niña como sujeto pleno
de derecho es permitir que el niño sea niño, es
admitir que sea un fin en sí mismo, es decir, un sujeto de
la justicia. Aquí radica el principio, el derecho, la
garantía de la igualdad, la prevalencia de los derechos del
niño y el interés superior. Corresponde
así a la familia, la sociedad y el estado la
obligación e asistir y proteger al niño o
niña para garantizar su desarrollo armónico e
integral y el ejercicio pleno de sus derechos no solo como
mandato constitucional sino como el compromiso que se tiene
frente a ellos de que sus derechos prevalecen sobre los
demás.

Abordar la problemática del maltrato infantil y
el abuso sexual en Tunja refleja ante todo un compromiso de la
sociedad
civil, de las instituciones, por coordinar sus acciones en
busca de prevenir, proteger y atender en forma ágil y
oportuna estos casos.

Para concluir y concretar un poco acerca del impacto
social del maltrato infantil, a continuación se transcribe
la sentencia de la corte constitucional No. C-371 de agosto 25 de
1994, que por si sola se explica: "no es tolerable en una
sociedad orientada por normas de tan alta jerarquía
axiológica ni compatible con los claros principios de su
carta
política, que, arguyendo la eficacia educadora de la
sanción o la intangibilidad de una falsa autoridad paterna
cifrada en el ejercicio de la fuerza, se siga ejerciendo
despiadada violencia sobre los menores, menoscabando su dignidad
y engendrando a corto plazo, un ciclo de violencia más
devastador aún que el que hemos padecido. Porque la
violencia produce inevitables afectos multiplicadores, pues, por
una suerte de inercia, cada uno educa según el molde por
el que ha sido educado, y el odio engendra aversión y este
deseo de venganza, escamoteado por un discurso falsamente
altruista de que todo ha de ser en beneficio de la
víctima. Al proscribir el castigo lo que se está
prohibiendo es el uso de la violencia no las censuras o los
reproches que, cuando proceden de alguien con verdadera
autoridad, a quien se ama y respeta porque ha sabido hacerse
digno del amor y del respeto, son más eficaces que los
maltratos degradantes (incompatibles con la dignidad del menor y
con su frágil condición), eficacia tan solo para
encubar aversiones tanto más perturbadoras cuanto
más inconscientes.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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