Resumen:
Las organizaciones
laborales necesita elevar su nivel de eficacia para
mantener el continuo proceso de
desarrollo
económico-social. Los cambios que a nivel macro se
producen en la sociedad y en
su entorno no pueden verse y enfrentarse de manera dispersa, por
lo que se hace oportuno conocer, comprender, concientizar y
acoger el proceso de gerencia del
cambio. Por lo
que se hace necesario relacionarse con algunos elementos
teóricos que nos ayuden a vislumbrar el tema y que son la
base para la estructuración de este proceso: Organización, Eficacia, Desarrollo
Humano y Cambio
Organizacional.
Introducción:
Toda organización laboral necesita
elevar su nivel de eficacia para mantener el continuo proceso de
desarrollo
económico-social. Los cambios que a nivel macro se
producen en la sociedad y en su entorno no pueden verse y
enfrentarse de manera dispersa, por lo que se hace oportuno
conocer, comprender, concientizar y acoger el proceso de gerencia
del cambio.
El término de gerencia del cambio, como
también se denomina por muchos autores, constituye uno de
los aspectos más relevantes del proceso de globalización de la gestión
de negocios, toda
vez que tanto el máximo directivo como la
organización comienzan a enfrentar complejas
situaciones de cambio en su entorno. Sin embargo, acometer este
proceso de gestión del cambio no resulta tan fácil
como pudiera pensarse en un primer momento por la cantidad de
elementos que involucra. Debemos estar seguros que la
organización pueda absorber los cambios y, muy
particularmente, que sus recursos
humanos comprendan su importancia y se comprometan de hecho
en su desempeño, teniendo presente que el mismo
es un proceso continuo que hay que tratarlo como tal y no como
algo transitorio.
Por lo que el propósito fundamental, de cualquier
gerente
interesado en cambiar, consiste en influir en los procesos
subjetivos de los Individuos, los Grupos y la
Organización, considerando que son las personas las que
deben y pueden visualizar, tanto la necesidad de los cambios,
como los procedimientos
imprescindibles para llevarlos a vías de hecho.
Pretendemos que una vez activada la dinámica humana, la Organización
pueda determinar las direcciones básicas de su acción,
hacia los correspondientes cambios tecnológicos,
estructurales, económicos, políticos,
jurídicos y humanos.
El cambio que pretendemos facilitar lo hemos concebido
como el movimiento de
la Organización en que se trabaje, desde un estado
"x" de funcionamiento, caracterizado por un determinado
nivel de eficacia, hacia un estado "y" de funcionamiento,
caracterizado por un nivel de eficacia superior.
Concebimos la eficacia en general, como el cumplimiento
de los Objetivos de
la Organización que se estructuren alrededor de su
Misión.
De este modo, considerar la eficacia como el
cumplimiento de los objetivos requiere tener en cuenta,
además de los aspectos técnico-organizativos y
económicos tradicionales, otro grupo de
aspectos tales como: el aumento de la participación de los
trabajadores en la toma de
decisiones y el incremento de su implicación con la
Organización. Aspiramos a que la Organización logre
mayores niveles de eficacia, insertando el proceso de
Perfeccionamiento, mediante el logro de objetivos que potencien
un mayor desarrollo humano, lo cual es congruente con los ideales
de justicia
defendidos en el proyecto social
de nuestro país.
El entorno actual de las organizaciones es muy incierto
y turbulento. Para vencer en él, es necesario activar el
potencial creativo humano, lo que requiere del aumento de la
implicación de las personas. Sólo cuando las
personas se sienten reconocidas, crecen con el trabajo y
ponen en él sus mayores energías.
El fin último es el logro de organizaciones
más útiles para la sociedad, en tanto sean
aportadoras de mejores y más bienes de
servicios, a
la par que con una esencia enriquecedora de las personas y las
relaciones entre ellas.
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