- Imagen, posibilidad, realidad,
creación - La
metáfora y la imagen como modos de revelación
humana de la realidad - Verdad,
conocimiento, valores, praxis, comunicación:
saber
IMAGEN, METÁFORA,
VERDAD.
(Hacia una visión hermenéutica compleja)
Dr. Rigoberto Pupo Pupo.
El problema de la verdad y sus formas aprehensivas, por
estar estrechamente vinculados al hombre, sus
necesidades e intereses han devenido tema central de las
reflexiones filosóficas de todos los tiempos. Se trata de
un eterno problema del hombre en la asunción de la
realidad y su revelación en tanto tal. En torno al tema han
existido disímiles concepciones de carácter racionalista, empirista, realista,
subjetivista, objetivista, fundamentalista, coherencista,
fiabilista, escepticista, agnosticista, etc. Esto evidencia la
complejidad del asunto y los varios enfoques
–predominantemente gnoseologistas – que se han dirigido a
su solución y búsqueda de argumentos
desentrañadores. Unido a esta búsqueda se han
imbricado al objeto investigado múltiples problemas
filosóficos, sin los cuales se hace difícil avanzar
en la investigación, tales como: el lenguaje
expresivo, la relación entre saber y opinar, los objetos
del saber, la noción de opinión y creencia, la
cuestión de la duda, el
conocimiento y la certeza, el contenido del método, la
percepción y la introspección, la
distinción entre verdades de hecho y verdades de
razón, la praxis como
criterio objetivo de la
verdad, etc.
En la generalidad de los enfoques de la verdad y sus
mediaciones, históricamente se impuso la concepción
a priorista, en mi criterio, de la adecuación o identidad del
pensamiento
con los hechos, la realidad con la convicción del conocimiento
científico como único paradigma de
saber y la reducción de éste (el saber) al conocimiento.
Como si el mundo espiritual del hombre fuera sólo
conocimiento, al margen de los valores y
otros medios de que
dispone el sujeto en relación con el objeto y los
restantes sujetos. Pierden de vista que la actividad humana,
funciona y opera como esencial relación sujeto-objeto y
sujeto-sujeto, donde lo ideal y lo material se convierten
recíprocamente, mediante la praxis; y que no es posible
reducir estas relaciones complejas sólo al conocimiento.
Todas se integran al saber, como resultado aprehensivo de
momentos cognoscitivos, valorativos, prácticos y
comunicativos.
Al mismo tiempo, el
reduccionismo racionalista epistemologista, convertido en
único paradigma de la modernidad,
redujo la verdad a la llamada verdad científica, con la
nefasta imposición teórica del discurso
cientificista-objetivista, fundado en un logicismo extremo y en
un sistema
categorial cerrado, en forma de modelo
metodológico al cual la realidad y los hechos deben
adecuarse. Metodologismo logicista que soslaya o no tiene en
cuenta la subjetividad humana con toda su riqueza expositiva,
incluyendo el lenguaje que
resulta reducido al lenguaje científico, con sus
respectivas categorías centrales y operativas. Olvidan que
la misma verdad de la ciencia, en
tanto resultado humano, le es inherente el momento cultural y
toda la carga de imaginación creadora que impregna
el hombre en
su acción.
No tienen en cuenta, además, la existencia de la verdad
histórica, artística, moral,
etc.
Este modo de acceso a la verdad, por su reduccionismo
epistemológico formal y la identificación del
lenguaje con el puro lenguaje científico tradicional, se
incapacita, teórica y metodológicamente para
incluir en su discurso otras formas aprehensivas de la realidad
por el hombre en la construcción de la verdad como proceso y
resultado integral del quehacer humano en correspondencia con sus
necesidades, intereses, objetivos y
fines. Se margina o desecha del proceso del saber el lugar de la
imagen que
suscita, de la imaginación creadora del hombre, la
metáfora y otras formas tropológicas, cuyo sentido
figurativo no le resta valor
cognoscitivo, práctico, axiológico y comunicativo.
Todo lo contrario, activa el proceso del saber y le imprime
más sentido de integralidad, y con ello, nuevas
posibilidades de aperturas hermenéuticas para penetrar en
los procesos
reales.
IMAGEN,
POSIBILIDAD, REALIDAD, CREACIÓN.
La imagen, como representación viva de una cosa,
un fenómeno, proceso, acontecimiento, etc., constituye un
medio representativo de gran importancia cognoscitiva,
práctica, valorativa y comunicativa, tanto en su sentido
figurado (tropológico) como en su forma directa o sentido
recto. Su riqueza de contenido deviene por sus múltiples
poderes representativos de la imaginación, ya sea como
expresión compuesta sólo de palabras que significan
objetos sensibles, como forma viva y eficaz de algo por medio del
lenguaje, como metáfora, sinécdoque, metonimia,
etc.
La siguiente metáfora capta en su esencialidad la
función
de la imagen:".pone a los ojos del cuerpo lo que sólo es
visible con los ojos del alma", es
decir, a través de la imagen, es posible elaborar un
producto
mental que da forma concreta a lo abstracto. Es que la imagen
como resultado de la imaginación, constituye un medio
indispensable en la construcción de toda verdad, en tanto
creación espiritual capaz de revelar esencias y conceptos,
inaprehensibles por los medios lógicos comunes,
tradicionales, sin perder la logicidad que le es inmanente como
producto mental humano.
"La imagen según Lezama Lima- es la causa secreta
de la historia. El
hombre es siempre un prodigio, de ahí que la imagen lo
penetre y lo impulse. La hipótesis de la imagen es la posibilidad.
Llevamos un tesoro en un vaso de barro, dicen los Evangelios, y
ese tesoro es captado por la imagen, su fuerza
operante es la posibilidad."
El gran poeta y pensador cubano, un Maestro de la imagen
y la creación, logra con su profesionalidad
filosófico-literaria, reducir lo ideal a lo tangible y
viceversa para descubrir complejidades del cosmos humano en
relación armónica con el Universo. El
hombre como posibilidad latente de excelencia y
creación-credo martiano-, por su capacidad imaginativa
accede a la luz, convierte la
posibilidad en realidad. "Y ese ascender hacia la luz es el
acierto de la posibilidad, mientras la imagen errante como una
luciérnaga, se apoya en una sustantividad poética,
en ese campo
magnético germinativo, para engendrar esa imagen que
lo temporal necesita para formar esas inmensas masas corales,
donde una poesía
sin poeta penetra en el misterio de lo unánime. Es el
cántico de la imagen, cuando logra verle la cara al
develamiento de lo histórico porque ya anteriormente lo
germinativo en el hombre, se nutrió de una imagen
desmesurada que rebasaba al hombre y le comunicaba los prodigios
de la sobrenaturaleza".
La posibilidad como " hipótesis de la
imagen", en el decir lezamiano, resulta reveladora, pues el
devenir del hombre en búsqueda eterna de la verdad, se
funda en infinitas posibilidades para elegir lo que desea, en los
marcos de laberintos e incertidumbres a veces insospechados y
confusos que impone la historia y la cultura. La
libertad, como
posibilidad de elección encuentra en la imagen
vehículos orientadores o desorientadores, pues puede
construir verdades, pero también mentiras, errores. No es
un simple problema, como no lo son ningunos en el quehacer del
hombre.
Sin embargo, su status positivo guía su
razón utópica. De Martí,
el más grande pensador cubano de todos los tiempos, dijo
Lezama: "Llegó por la imagen a crear una realidad, en
nuestra fundamentación está esa imagen como
sustentáculo del contrapunto de nuestro pueblo. Esa fue la
interpretación de las huestes
bisoñas lanzadas al asalto de la fortaleza maldita. La
posibilidad extendiéndose como una pólvora de
platino, fue interpretada y expresada. No fue un fracaso, fue una
prueba decisiva de la posibilidad y de la imagen de nuestro
contrapunto histórico, al lado de la muerte,
prueba mayor, como tenía que ser. Son las trágicas
experiencias de lo histórico creador."
En fin, la posibilidad, actuando sobre la imagen,
vehicula procesos reales o funda utopías realistas en la
construcción de la verdad. Son juegos y
rejuegos del lenguaje y la imagen que armonizan la verdad, la
belleza y la bondad, siguiendo la rica tradición griega
que viene de Sócrates,
Platón
y sus seguidores contemporáneos. Es sencillamente una
concepción que al considerar la posibilidad como
hipótesis de la imagen, no hace más que unir
conocimiento y valor, sentimiento y razón, ciencia y
conciencia,
realidad y utopía. Es que la imagen, con la posibilidad
como hipótesis, abre caminos insospechados al acercamiento
de la verdad. Porque la verdad, no es sólo conocimiento,
razón. Es cauce hacia lo cual se dirige el hombre con
todos los medios disponibles que guían su espiritualidad
creadora, incluyendo el camino poético del lenguaje, hasta
convertir la posibilidad en realidad.
Tanto la imagen natural (representa un objeto sensible
mediante otros objetos sensibles) como la idea
(representación de de ideas abstractas o estados sensibles
indefinidos a través de formas concretas, reuniendo
cualidades o atributos) son medios idóneos de acceso a la
verdad, pues son productos
nuevos, permeados de razón utópica, fantasía
y sensibilidad. ¡Cuánto dice, suscita y enriquece la
representación de la salida del Sol con la imagen!: "abre
la mañana sus alas de oro", o
representar con palabras del gran poeta español
Juan Ramón
Jiménez, un campo florecido en primavera, con la
imagen:"Diríase que el cielo se deshace en rosas", o en
García Lorca, para expresar el viento:
"Yo soy todo de estrellas derretidas,
sangre del infinito;
con mi roce descubro los colores
de los fondos dormidos.
Voy herido de místicas miradas…
O de Herrera Reissin, cuando nos concreta, cómo
el cura campesino
sacaba de la tierra lo
suficiente para adornar el altar: el ordeñar la
pródiga ubre de la montaña para encender con
oros su pobre altar de pino.
¿Por qué entonces la epistemología racionalista tradicional,
teme tanto al camino poético del lenguaje, y sólo
admite la imagen gnoseológica fría, impersonal, y
por todo ello, abstracta, vacía? Cuando
históricamente la praxis muestra el valor
de la subjetividad, de la imaginación creadora y bella en
la revelación de la existencia humana, incluyendo la
verdad que cualifica uno de los principales objeto de
búsqueda para realizar su ser esencial. Sencillamente, el
paradigma gnoseológico logicista ha quebrado .Asistamos a
sus funerales, pero sin absolutizaciones para no incurrir en sus
mismos errores.
El hombre mediante la imaginación crea imágenes
que colorean la vida y su entorno. Un lenguaje cuando produce
imágenes creativas no dispone, sino propone, suscita y
anticipa. Es como un reflejo anticipado que no permanece
pasivamente, se dirige al futuro, a lo por venir con
vocación ecuménica y en pos de la
concreción. Por eso Descartes
identifica la imagen con la idea o prefiere ésta en lugar
de aquella, para significar la representación mental, sin
reducirla al simple reflejo sensorial reproductivo; pues la idea,
como imagen mental, recrea con vuelo de altura, construye, se
adelanta y enriquece con la invención y nuevas propuestas,
diferentes de las que ya existen.
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