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Reproducción de cerdas (página )



Partes: 1, 2

 

¿Cuándo se presenta la pubertad?

El primer estro generalmente ocurre entre los 5 y 8
meses de edad y está influenciado por muchos factores
externos e internos (Legault y Dagorn, 1993). Se presenta
una gran cantidad de cambios maduracionales que se manifiestan
gradualmente en el cerebro, ovarios
y tracto reproductivo, los cuales preceden la
manifestación de la pubertad. Estas modificaciones
comienzan en la mitad de la gestación a medida que los
embriones crecen y se desarrollan en el útero de la madre
prolongándose hasta después del nacimiento y a
través de la fase de crecimiento. Todos estos cambios
convergen en el momento en que se presenta la pubertad,
culminando en la ráfaga de la actividad hormonal. Gran
parte de esta actividad ocurre en los días que preceden al
celo pubertal. Es importante comprender los cambios
fisiológicos y endocrinos que ocurren en la cerda durante
el proceso de
maduración sexual. Muchas prácticas de reproducción y actividades de manejo pueden
directa e indirectamente influir en los procesos
fisiológicos.

La pubertad es definida por Duncan y Lodge,
(1980)
como el tiempo en que
la ovulación y el primer estro ocurren en
asociación con la función
luteal normal, usualmente tienen lugar en las cerdas a los 200
días de edad. La pubertad aparece en las cerdas
domésticas alrededor de los 190 días de edad con un
peso corporal de 90 a 100 kg. Por otra parte Zciecik
(1996)
expresa que la pubertad, en las cerdas, se manifiesta
en edades comprendidas entre 2 00 a 210 días, al contrario
del cerdo salvaje que alcanza la misma tardíamente como
una edad aproximada a ocho meses; en general la edad de la
pubertad para todo tipo de cerdo debe oscilar entre 102 y 350
días.

Factores externos e internos que pueden estimular e
inhibir la llegada de la pubertad. Entre los factores que
influyen se encuentran la raza, genotipo de la cerda, ambiente
social y el clima (Wiggins
et al, 1960;
Homsworth et al
1982).

  1. 1. 2 Factores que influyen
    en su presentación.

El contacto de la cerda nulípara con un verraco
adelanta la aparición de la pubertad. La vista, sonidos y
olores del macho, y por supuesto, el contacto físico,
ayudan a llegar a las hembras inmaduras a la pubertad entre 10 y
20 días antes. Las señales
sensoriales (oído,
vista, olfato y tacto) desencadenados por el macho, no son
capaces de actuar aisladamente, sino que necesitan de la
complementariedad entre ellas.

A medida que los días se hacen más largos
se acorta la edad de la pubertad. De tal manera que las hembras
nacidas en primavera manifiestan la pubertad más
tempranamente que las nacidas en otras estaciones. Esta
relación parece estar influida por la glándula
pineal, a través de la mayor o menor síntesis
de melatonina (Otlen et al, 1999).

  • La temperatura
    ambiente.

El aumento de la temperatura retarda la aparición
de la madurez sexual. Este retraso está ligado a una
velocidad de
crecimiento y limitada por el nivel de ingestión. La
mayoría de los autores coinciden en que la pubertad se
retrasa en verano.

En Cuba este es
uno de los efectos más importantes donde las hembras
nacidas en primavera manifiestan la pubertad más
tempranamente (Arias et al, 1999).

  • El ritmo de crecimiento

La aparición de la madurez sexual está
estrechamente conectada con el punto de inflexión de la
curva de crecimiento por lo que el peso y no la edad, en la que
ocurre esta inflexión puede ser alterada por el estado de
nutrición
y composición de la dieta. La mayoría de los
autores coinciden en que una subalimetación severa durante
la fase prepuberal se traduce en un retraso de la pubertad,
mientras que una alimentación correcta
y equilibrada da lugar a un crecimiento óptimo
favoreciendo la aparición de la pubertad. Sin embargo
tampoco, conviene adelantar en exceso la edad del primer celo en
ritmo de crecimiento muy elevados, por lo que en el manejo de las
cerdas nulíparas se recomienda ritmos de crecimientos
entre 550 y 600 g/día (Ruiz, y Sreaus,
1988).

  • Factores genéticos

Existen diferencias entre distintas razas con respecto a
la edad de la parición de la pubertad, así como
entre animales
híbridos y animales de razas puras, en el sentido que los
primeros maduran antes que los segundos (Solar Dora,
1998).

En estudios realizados en Cuba se encontró
variada superioridad en cuanto al cruce Landrace y Yorkshire (LY)
al comprobar que este cruce produce las mejores camadas
comparadas con otras razas y cruzamientos.

1.1.3 Ciclo estral

El ciclo estral se define como el periodo comprendido
entre el comienzo de un celo y el inicio del siguiente; es el
tiempo transcurrido entre un celo y el otro. En el se engloban
una serie de cambios morfológicos y etimológicos
que se produce en el aparato genital femenino y que están
inducido por una serie de variaciones de la secreción
hormonal (Pipaon 2000).

La duración del ciclo es de 21 días
aproximadamente pudiéndose establecer variaciones que
oscilan de 18 a 23 días, contando como día cero el
primer día del celo, este ciclo puede verse interrumpido
producto de la
gestación y la lactancia o
por una disfunción hormonal.

El ciclo se compone por 4 fases:

  • Proestro
  • Estro
  • Metaestro
  • Diestro.

Durante el Proestro tiene lugar un importante
proceso de crecimiento y maduración folicular. La
duración del proestro es aproximadamente de 2 a 3
días, aunque puede alargarse hasta 4.

En esta fase hay una marcada producción de estrógeno y un
descenso marcado de progesterona. Exteriormente esta fase se
caracteriza por el enrojecimiento y tumefacción de los
labios vulvares así como por una variación de
comportamiento
de la cerda que se vuelve inquieta, nerviosa deseosa de montar a
otras cerdas. Esta etapa también conlleva a una
disminución en el consumo de
alimento.

El estro, también conocido como celo o
calor es el
periodo de receptividad sexual para el macho y se caracteriza por
la producción de estrógeno.

De acuerdo con la presentación durante la vida de
la cerda el estro se clasifica en:

  • Puberal: es el primer estro e indica el inicio
    de la pubertad.
  • Pospartum: se presenta de uno a tres
    días después del parto.
  • Posdestete: ocurre de 2 a 7 días
    después del destete.
  • Recurrente: el que se presenta durante el
    periodo no lactante hasta la concepción.

Durante esta fase las manifestaciones internas del
aparato genital son muy importantes, hay un aumento del espesor
de las mucosas del tracto y de las vías genitales
acompañado de una abundante secreción de las mismas
al exterior, así como un incremento de sus contracciones.
Aquí la cerda se vuelve más tranquila, más
dócil. Emite los gruñidos característicos
(que el verraco asimila perfectamente) ante la presencia ruido u olor
del verraco.

La manifestación más marcada del celo es
el llamado reflejo de inmovilidad que constituye el requisito
previo para el apareamiento (ante el verraco la hembra se torna
inmóvil y sus orejas erectas); este efecto puede
comprobarse también sin la presencia del macho haciendo
presión
sobre el lomo de las hembras. La duración del celo puede
ser de 12 hasta 120 horas (Chemineaun 1995).

A las 24-40 horas de comenzado el hecho ocurre la
ovulación (siendo en las cochinatas entre las 24 a 36
horas y en las puercas entre las 28 a 40 horas). Así el
momento idóneo para la cubrición son de 12 a 24
horas de detectado el reflejo de inmovilidad.

El Metaestro es una fase luteal que se
caracteriza por la producción de progesterona. Disminuye
la hiperemia de las mucosas y la secreción de las
glándulas en ellas, desapareciendo gradualmente hasta su
totalidad el reflejo de inmovilidad. En esta fase es imposible
obtener fecundación. Esta etapa tiene una
duración de aproximadamente 4-5 días.

El diestro es la etapa más larga de ciclo
estral, los cuerpos lúteos alcanzan su máximo
desarrollo y
reciben un considerable aporte sanguíneo. Hacia el final
del diestro ocurre la regresión del cuerpo lúteo.
Esta es una etapa de aparente reposo sexual en la cual el aparato
genital de la cerda se prepara para comenzar un nuevo ciclo, con
una duración de 9 días.

  1. Detección del celo

Según el Manual de crianza (2002) el
celaje no es más que una maniobra mediante la cual se
determina el momento óptimo para realizar la
inseminación artificial o la monta. Por tanto la maniobra
de celaje debe ser realizada por un personal
especializado que tenga un vasto conocimiento
al respecto ya que a medida que se tengan los conocimientos en
relación con el comportamiento reproductivo el celaje
será mas efectivo aumentando de esta forma la eficiencia
técnica.

La detección del celo es el punto clave para la
realización exitosa de la cubrición. Para
esto se hace necesario la búsqueda e implantación
de vías que permitan la detección del mismo en la
forma más segura posible. Se plantea que existen
diferentes métodos
para llevar a cabo el celaje. Aunque el mas empleado y eficiente
es el uso de verracos receladores que son introducidos en los
corrales de la cerdas vacías, cochinatas de reemplazos,
cubiertas y gestadas hasta la semana 10 de gestación. En
el caso de las cerdas vacías se debe introducir el verraco
celador a partir del viernes (un día después del
destete) 15 minutos para estimular el celo. La actividad del
celaje se comenzará a partir del lunes en esta
categoría. El principal objetivo en el
manejo de la reproductora es precisar cuando comenzó el
celo para escoger el momento optimo para la inseminación o
la monta. Es por ello, que en la práctica se realiza el
celaje 2 veces al día en los horarios más frescos
de la mañana y la tarde (cada 12 horas).

Es necesario para una máxima eficiencia en el
celaje que los machos usados sean animales adultos con una
elevada líbido sexual (Zert, 1984). Para el celaje
de las cochinadas se utilizan machos entre 8-16 meses de edad.
Con el objetivo de eliminar otras causas que influya en la
detención del celo, es recomendable efectuar el celaje
fuera del horario de alimentación, realizarlo siempre a la
misma hora y por la misma persona evitando
presencia de olores fuertes.

1.1.5 Edad, peso y ritmo de
crecimiento

Están muy relacionados entre sí y con la
nutrición. La aparición del celo en la cerda
está más definido por la edad que por el peso,
aunque dentro de la edad existe una clasificación de edad
cronológica en días de vida (medida insegura de
valoración sexual) y edad fisiológica (edad del
desarrollo orgánico) (Kemp, et al, 1998). Se ha
sugerido que la aparición de la pubertad esta mas
efectuada por la edad que por el peso vivo. Sin embargo existe
una considerable variación en cuanto a la edad y la
pubertad.

Para incrementar el número de crías es
importante aumentar el peso de las cochinatas a las
cubrición, no obstante las cochinatas tienen camadas
más pequeñas numéricamente que las puercas y
tendrán un incremento progresivo en los partos siguientes
y finalmente una gradual declinación (Dieguez,
1989).

En nuestro país actualmente está
establecido cubrir cochinatas con más de 120 kg de peso
vivo y más de 120 días. El estado
físico, señala Javierre (1994), está
muy relacionado con la edad y peso de la primera monta, ya que si
cubrimos una cochinata sin peso adecuado no alcanzará buen
desarrollo, teniendo en cuenta que en la primera lactancia el
animal sufre mucho y nunca se recupera. Además el estado
en que se quedan las cerdas después del parto puede
influir en la presentación del celo.

La productividad de
una cerda joven estará determinada por la edad en que se
montó, la taza de ovulación al momento de la monta,
el tamaño de su primera camada y su habilidad para volver
a quedar preñada (Kroes, 1987). Por mucho tiempo
los nutricionistas han debatido respecto a que lo más
importante para obtener un éxito
reproductivo, si es la edad o el peso a la primera monta y como
esos factores influenciará en el futuro rendimiento
reproductivo.

Actualmente se conoce que ninguno de los dos factores
actúa solo, sino que es la combinación de un
grupo de
factores (Fowler, 1995) establece como punto
crítico para un óptimo desarrollo de los reemplazos
y su influencia en su futuro rendimiento reproductivo, la
combinación de la edad, el peso y la cantidad de grasa
dorsal al momento de la monta.

1.2
Rasgos del comportamiento de la reproductora
porcina.

1.2.1 Tamaño de la Camada.

El tamaño de la camada es uno de los
parámetros que mejor definen la productividad global en
una explotación porcina, determinando el límite
máximo de los lechones destetados por cerda y ciclo.
Él numero total de lechones nacidos por camada se compone
del sumatoria de los lechones nacidos vivos, nacidos muertos y
momificados. En los lechones destetados por cerdas y año
están asociados significativamente los nacidos totales por
camada, los nacidos muertos y el porcentaje de mortalidad en
lactación (Polson, 1990) muchos de
los factores que afectan a la fertilidad, pero no todos influyen
en definir el tamaño de la camada.

  1. El peso de la camada es una medida del crecimiento
    de los lechones y normalmente se expresa a edades
    prefijadas, tales como el nacimiento, 21 días o a
    cualquier edad anterior a la del destete (Polson,
    1990)
    . Estos pesos predestete dependen directamente de
    la producción de leche de
    la madre y de la habilidad del lechón para usar el
    alimento disponible. Además, es uno de los
    principales componentes de la productividad de la piara,
    por lo que es de gran interés desde el punto de vista
    económico, siendo usualmente considerado la base
    inicial de la evaluación del mérito
    genético de los animales (Polson,
    1990)
    .

    Tabla # 1: Tamaño y peso de la camada al
    destete, según Monge (1999)

    Tamaño de las camadas

    (en número de cerditos)

    9-16

    Peso de las camadas al nacer

    (en peso medio por cerditos en
    g)

    800-1500

  2. Peso de la Camada.
  3. Época del año
  • Efecto del calor sobre las categorías
    porcinas.

Es precisamente en estas épocas del año
cuando se precisa una especial atención al efecto de las elevadas
temperaturas en las explotaciones porcinas puesto que lo
importante es prevenir antes que sea demasiado tarde.

Actuar antes de que llegue el verano es básico
para evitar un efecto negativo sobre el confort, productividad y
estado sanitario de los animales.

Los cerdos reaccionan a las altas y bajas
temperaturas.

Esta reacción puede suponer cambios en su
comportamiento, reducción de la productividad y la sanidad
de los animales. Estos problemas se
pueden evitar proporcionando al cerdo un buen confort
ambiental.

  • Los lechones: al nacer disminuyen su temperatura
    corporal y dependen del ambiente para poder
    recuperarlo. En caso de que pasen frío o haya corrientes
    de aire, los
    veremos amontonados, no irán a mamar, tendrán
    diarreas, se
    deshidratarán y probablemente mueren.
  • Engorde: son muy sensibles al frío en la
    entrada y más susceptibles al calor en la fase final. En
    condiciones de altas temperaturas se reduce la ingestión
    y, por tanto, también el crecimiento.
  • Cerdas gestantes: Las tres primeras semanas de
    gestación son muy sensibles a las altas temperaturas. El
    calor tiene efectos negativos sobre diferentes
    parámetros reproductivos: aumento del % de anestros
    pos-destetes, el celo dura menos, disminuye el índice de
    partos y el tamaño de la camada.
  • Machos: Las altas temperaturas (31o C)
    provocan una reducción de la calidad seminal
    y una disminución de la líbido. El problema
    durará 4-6 semanas.
  • Cerdas Lactantes: por cada 1o C por encima
    de 23o C se reduce el consumo en 170g/día
    (100-300g).

El calor provoca un incremento del periodo destete-
cubrición, una disminución del crecimiento de los
lechones por poca producción de leche y una pérdida
de peso muy importante que dará una disminución del
tamaño de la camada en el próximo parto (Monge,
1999).

  • Influencia de la época

Existen muchos resultados que aseguran el efecto
significativo del periodo del año y sus diferentes
expresiones en el resultado de los experimentos.
Así, Delgado (1983) encontró una
disminución del peso promedio al destete desde el 28 de
abril (8.03kg.) al 25 de agosto (5.89 kg.), mientras que las
crías con 3.7 y 1.1 kg. Se incrementaron desde 1.6% hasta
16.5% en el mismo periodo.

En resultados de prueba en campo, la época en que
se realiza la selección
final ha resultado un efecto altamente significativo, tanto
cuando se clasifica por mes (Rico y Menchaca, 1985 y
Pérez et al, 1999)
, como cuando se clasifica por
bimestre (López et al, 2002).

1.2.3.1 Efecto de la época y el número
de lechones sobre la respuesta productiva en cerdas Large
White.

La respuesta productiva de la cerda es afectada por la
época en que se realiza el servicio,
observándose disminución de la eficiencia
reproductiva y de la prolificidad (Tamaño de la camada),
cuando los servicios son
realizados durante los meses mas calurosos del año
(Febrero, Marzo Abril), pudiéndose observar un aumento de
estos parámetros, cuando las hembras son servidas en los
meses de menor temperatura ambiental (noviembre, diciembre y
enero).

El tamaño de la camada al destete, afecta
negativamente el intervalo destete- celo y este, a su vez, afecta
la respuesta en el siguiente parto, por lo que el manejo adecuado
del número de lechones por madre al destete, seria una
estrategia para
conseguir acortar el intervalo destete- celo y mejorar la
prolificidad del siguiente parto. ( Pérez et al,
1999)

1.3
Factores que afectan el comportamiento productivo del
cerdo.

1.3.1 Factores ambientales.

El efecto del rebaño sobre los rasgos de la
camada parece ser de gran importancia tal como concluyen Rico
y Manchaca (1985)
al encontrar diferencias notables, en estos
rasgos, en tres centros estudiados, confirmando los resultados,
de Quijandría y Montalbán (1983). Legault
y Dagorrn, (1993)
atribuyen al rebaño, de 4-5% de la
varianza total del tamaño de la camada, a los 21
días y al destete, mientras Strang y Smith (1979)
atribuyen la variación total del tamaño de la
camada al nacer y al destete en 5-6% al efecto del rebaño,
la relación entre los caracteres reproductivos y el
año y/o la época del parto, ha sido ampliamente
estudiada con disímiles resultados, entre los que se puede
citar la escasa influencia del semestre sobre la prolificidad,
encontrada por Rico y Manchaca (1985), afectando solamente
la mortalidad al destete.

No se halló dependencia entre el semestre y las
crías nacidas totales según Diegues, (1978)
aunque se vieron influidas las demás medidas de las
camadas.

Asimismo, González et al (1982) no
observaron relación entre la época (seca o lluvia)
sobre el número de crías destetadas mientras que
Bello y Rico (1984) encontraron que al año influyo
sobre el tamaño de la camada a los 21 días pero no
al nacimiento.

Sin embargo muchas investigaciones
realizadas demuestran tal como plantea Fuentes (1982) que
las cubriciones efectuadas en la época de lluvia tienen
menos efectividad técnica y económicas al mismo
tiempo que producen mayor cantidad de crías
biológicas y crías por partos, lo que fue
corroborado por Velázquez y López (1983) y Arias
(1987)
quienes agregan que los pesos promedios de las
crías no fueron afectados por la época.

También Rico (1984) encontró que la
época influía sobre las crías nacidas vivas,
no así el año, mientras que Gómez
(1987)
hallo que el año afectaba todos los rasgos de
la camada.

Las temperaturas ambientales elevadas (33  C)
reducen la tasa de ovulación, aunque no influyen en la
duración del ciclo estral. También las altas
temperaturas en el período final de la gestación
determinan la producción de camadas más ligeras y
de menor vitalidad, así también como la
aparición de muertes fetales; cuando las temperaturas son
adecuadas (15-18  C), estos fenómenos se reducen o
desaparecen, (Colectivo de Autores, 1988).

Evidentemente las altas temperaturas afectan la
fertilidad. Esto se produce debido al desequilibrio hormonal, a
la elevación de la temperatura corporal y de la sangre o ambos,
(Colectivo de autores, 1999).

Las altas temperaturas del aire disminuyen la
duración e intensidad del estro, aumenta el período
interestro e inducen el anestro.

La acción
básica directa de la temperatura sobre los animales de
granja, se produce a través de la modificación del
balance térmico del animal y la activación de los
mecanismos termorreguladores, lo cual conlleva una serie de
reacciones nerviosas, endocrinas neurohumorales y motoras,
tendientes a mantener una temperatura corporal normal y a ajustar
todas las funciones
biológicas a las necesidades de tales condiciones
ambientales, (Quiles y Hevia, 2003).

1.3.2 Factores genéticos

Un aspecto controvertido parece ser la influencia del
semental sobre la camada, que fue significativa para Bello y
Rico (1984), Gómez (1987)
y débil para Rico
y Menchaca (1985).

Se ha observado al realizar la inseminación
artificial un efecto esencial del semental sobre la camada al
nacer (Strang y Smith, 1979) pero en la monta natural no
ha sido demostrado un patrón bien definido.

(Strang y Smith 1979) determinaron efectos
significativos sobre el tamaño de la camada viva, pero no
a los 21 días siendo contrario a los resultados de
Legault (1970). En todos los casos la parte de varianza
total determinada por el verraco ha sido baja. Otro aspecto
genético de suma importancia dentro del comportamiento
reproductivo es la raza.

Bereskin et al (1971) encontraron diferencias a
favor de la raza Large White al compararla con la Duroc en cuanto
a tamaño de la camada al nacer, 21 días y al
destete . También Young et al (1974) observaron
mejor comportamiento en las puercas Large White que en las Duroc
y Hampshire en la tasa de ovulación y la supervivencia
embrionaria.

El incremento de la productividad de cerdas cruzadas ha
sido ampliamente demostrado. Su efecto sobre la tasa de
ovulación y el número de embriones vivos fue
significativo; también Toelle y Robinson (1982)
ratificaron el efecto favorable del cruzamiento en los rasgos
reproductivos.

  1. Razas porcinas
    (maternas y paternas)

Se define como raza el conjunto o grupo que
reúnen una serie de características semejantes y
cuyo parecido entre sí, los diferencia entre los
demás pertenecientes a otros grupos de la
misma especie y que al mismo tiempo son capaces de trasmitir a se
descendencia todos aquellos caracteres que le son
propios.

La utilización en la producción de un
genotipo o raza está condicionada por el objetivo a que se
destine. Para ello se toman en consideración los rasgos
productivos de interés económico que se desean
mejorar en la población. En nuestro país, se
conservan mejoran y explotan cinco razas básicas y dos
genotipos.

En el caso del cerdo criollo se trabaja en su
tipificación como raza autóctona. Por otra parte se
han llevado a cabo trabajos para la evaluación de
diferentes híbridos con vistas a incorporarlos al Programa Nacional
de Cruzamientos.

Las razas y genotipos con que cuenta el país se
dividen en maternas y paternas, en función de
características fundamentales de cada una de ellas. El fin
productivo de las líneas maternas es la producción
de hembras comerciales dada su amplitud reproductiva, sin
menospreciar el aporte que producen a la descendencia en
crecimiento y canales. Las paternas se caracterizan por sus
aspectos productivos de crecimientos y canales y se utilizan como
verracos terminales. (García y Arias,
2002).

1.4.1 Razas porcinas explotadas en el
mundo.

White Pigs

Blak Pigs

British Pig Breeds

a) With lop ears

a) Pure Blak

– Berkhire

– German Landrace

-Large Blak

– Duroc

– Belgin Landrace

– Other pure black breeds

– Hamphire

– Danis Landrace

Alentejana, Cornwal

– Large White

– American Landrace

b) With white markings

– Pietrain

– Chester White

– Berkhire

– British Saddleback

b) With prick ears

– Polan Chine

– Gloucestershire Old Spots

  • German Large White

c) Red
Pigs

– Landrace

— Yorkshire

-Duroc

– Large Blak

Other white breeds with prick ears

d) Black-and-white-Spotted

Pigs

– Middle Wh

  • Large White
  • Middle White

– Pietrain

– Tamworth

  • Asiatic Pigs

– Spotted polan China

 

Vietnamese

e) Black-and-white-Belted

Pigs

 

– Pot belly pig

– Anglian Saddleback

 

– Goettineger

  

– Miniature Pig

  

Razas y genotipos existentes en Cuba

  • Yorkshire (Large White)
  • Landrace
  • Duroc
  • Hampshire
  • Criollo
  • CC21
  • L35

(Anón, 2005 )

Las razas que se explotan en el Centro Genético
Porcino ?? Lage??, objetivo de estudio de este trabajo, son
la Large White y Landrace.

1.4.1.1 Características de la raza Large
White.

Con un peso adulto que puede superar los 300 Kg. en los
machos y los 220 Kg. en las hembras, la raza es
hipermétrica, longilínea y perfil cóncavo.
Su aspecto general es voluminoso y poco fino. La cabeza, de buen
tamaño, es medianamente larga y de gran anchura entre las
orejas y a nivel de los ojos. La frente es ancha y plana, con
orejas anchas y delgadas, de longitud media, erguidas e
inclinadas hacia fuera y las puntas dobladas hacia atrás.
Las órbitas son oblicuas y bien dibujadas, ojos grandes.
La cara es de longitud media y de perfil cóncavo, que
termina en un hocico ancho. Los maxilares son bien desarrollados.
El cuello es corto y proporcionado, bien musculado, con papada
poco desarrollada, y unido insensiblemente a la cabeza. El tronco
es largo y profundo. El pecho es ancho y profundo, espalda larga,
inclinada, ligera, de mediana anchura y bien soldada al cuerpo.
Línea dorsolumbar recta, horizontal y ancha, grupa larga,
ancha y ligeramente caída con cola alta y gruesa.
Costillar arqueado y vientre lleno y horizontal con 7 pares de
mamas. Muslo prominente y nalga llena y descendida. Extremidades
más bien cortas, de buen desarrollo óseo, de buenos
aplomos. Las pezuñas son cortas y anchas. La piel es fina,
despigmentada, sin arrugas y cubierta de pelos de color blanco,
más bien largos y gruesos. Funcionalmente, la raza se
caracteriza por su capacidad de adaptación y rusticidad,
unida a su temperamento tranquilo, excelente capacidad maternal,
elevada fecundidad y prolificidad, correctos índices
técnicos, canales de no muy buena conformación
(largas y de no mucho jamón) y buena calidad de su carne.
La buena aptitud y actitud
maternales (carácter tranquilo, cuidado de las
crías, capacidad lechera, etc.) la hacen muy interesante
tanto en cría en pureza como en cruzamientos como
línea materna (Anón, 2007 a)

Tabla No 2: Características reproductivas
de la raza Large White:

VARIABLES

VALORES

Edad primer parto

360/370 días

Tamaño de la camada

10´2

Camada al destete

8´8

Intervalo entre parto

164´2 Días

Intervalo, destete ? cubrición

14´9 días

Edad destete lechones

33´9 días

Crecimiento

800/900 gramos/ dia

Indice de transformaciones

2´5- 3´0 Kg al/kg. G

Monge. (1999)

1.4.1.2 Características de la raza
Landrace

Es una raza hipermétrica, longilínea y
prácticamente ortoide. La cabeza es de tamaño
mediano, suavemente hundida por la cara con un hocico más
bien largo y estrecho, y las orejas amplias y dispuestas "en
alero". El cuello es corto sin papada. El tronco es más
desarrollado por el tercio posterior, mostrando un aspecto de
"zeppelín". El pecho es ancho y profundo, la línea
dorsolumbar tendente a ascender hasta las palomillas y grupa algo
caída y llena. Costillar redondeado y vientre recogido.
Espalda desarrollada y muslo musculado con nalga ampulosa y
descendida. Extremidades más bien cortas y finas con
buenos aplomos. De color blanco el pelo, corto y fino, y la piel
es fina, sin arrugas y sonrosada. De temperamento algo más
nervioso que la Large White y con menor capacidad de
adaptación y facilidad de manejo, la raza Landrace
también se configura como una raza de elevados
rendimientos reproductivos

Tabla No 3: Características reproductivas de
la raza Landrace.

VARIABLES

VALORES

Edad primer parto

354 días

intervalo entre partos

166'4 días

Edad al destete

35'4 días

intervalo destete-cubrición

16'0 días

Tamaño de la camada

10' 1

Lechones al destete

9'0

Crecimiento

760-800 d

Índice de
transformación

2'5-2'8

(Anón, 2007 b)

1.4.1.3 Características de las razas Large
White y Landrace Canadienses.

El Landrace Canadiense

El Landrace Canadiense es una de las razas más
prolíficas del Canadá, con camadas grandes y
lechones pesados al destete debido a la habilidad lechera. La
hembra Landrace Canadiense, se utiliza en raza pura y en programas de
cruzamiento, es reconocida por sus cualidades maternas,
temperamento, longevidad y prolificidad. Los machos son
reproductores seguros y tienen
un temperamento excelente, que facilita el trabajo con
ellos.
   Esta raza es muy deseada por su ganancia de peso
diaria, conversión alimenticia y poca grasa. El Landrace
es una raza blanca de buena musculatura, remarcado por la alta
calidad de su canal, alto porcentaje de jamón y
particularmente por la producción de tocino. Los criadores
notan funcionamiento excelente bajo todo tipo de confinamiento y
condiciones climáticas.

Yorkshire Canadiense

El Yorkshire Canadiense es la raza más popular de
Canadá. Proveen excelentes ingresos
económicos debido a sus características comprobadas
de magritud, tasa de crecimiento, conversión alimenticia y
prolificidad indiscutible que han sido puestos de manifiesto por
la selección y el programa de evaluación genética.
Los machos son viriles y agresivos, en cuanto a las hembras,
ellas se reconocen por sus cualidades maternas de lactancia y la
parición de camadas numerosas de lechones fuertes y
vigorosos.

El Yorkshire Canadiense se utiliza con éxito en
distintos programas de cruzamiento. Cruzando el Yorkshire con
otras razas se hace una combinación legendaria a nivel
comercial – el último en productividad maternal. El
Yorkshire Canadiense se reconoce internacionalmente por su
magritud y crecimiento sin sacrificar capacidad
maternal

(Anón, 2007b)

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Dariadna Batista
Montané

dary[arroba]af.upr.edu.cu

Universidad de Pinar del Río. Facultad de
Forestal y Agronomía. Departamento
Agropecuario.

Partes: 1, 2
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