Monografias.com > Nutrición > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Visión actual del papel del ácido fólico en la nutrición humana



Partes: 1, 2, 3

    1. Estructura e
      Ingesta
    2. Biodisponibilidad
      y metabolismo
    3. Factores
      genéticos
    4. Déficits
      de folatos, anemia megaloblástica
    5. Enfermedades
      y déficits subclínicos
    6. Analítica
    7. Tratamiento
      del déficit
    8. Prevención
      del déficit
    9. Enriquecimiento
      de alimentos
    10. Realidad
    11. Conclusión
    12. Bibliografía

    En esta revisión hemos querido plasmar la
    realidad del ácido fólico de la manera más
    actualizada posible y su relación con las posibles
    patologías que produce a través de las diferentes
    rutas metabólicas en las que está implicado. El
    nivel de riesgo para las
    personas que sufren determinadas mutaciones en las enzimas que
    intervienen en el metabolismo
    del ácido fólico, tales como la mutación
    C677T de la metiltetrahidrofolato reductasa y otras hacen que el
    riesgo de una deficiencia de folatos varíe. Es por tanto
    la genética
    un aspecto a resaltar para determinadas enfermedades producidas por
    la falta de folatos. La relación de esta deficiencia con
    los defectos del tubo neural, es bien conocida desde hace
    años, sin embargo nuevas patologías parecen estar
    en el punto de mira, la depresión,
    demencia senil, diferentes tipos de cáncer,
    aterosclerosis, hipertensión … , si bien cada día
    se hace más difícil el relacionarlos de forma
    directa como causa efecto, y seguro que es
    más complicado y el ácido fólico puede ser
    en muchos casos un efecto más que la causa en
    sí.

    Introducción

    Hace alrededor de 2500 años que Hipócrates
    expuso la filosofía de que "alimento es medicina".
    Este pensamiento
    permaneció en la obscuridad hasta el siglo 19. En los
    primeros cincuenta años del siglo veinte vimos el
    descubrimiento de los elementos esenciales y de las vitaminas,
    especialmente en el contexto de las enfermedades que producen su
    deficiencia.

    Los defectos congénitos representan una de las
    principales causas de mortalidad y discapacidad
    infantil en los países industrializados. Hace pocas
    décadas, su prevención ha descansado
    básicamente en el asesoramiento genético, el
    diagnóstico prenatal y la educación
    destinada a evitar el uso de agentes potencialmente
    teratógenos, tales como el alcohol… Sin
    embargo, el reconocimiento de que el consumo de
    ácido fólico puede prevenir defectos del tubo
    neural así como otras malformaciones abrió un nuevo
    camino para su prevención. Ya en 1965 Hubbard y Smithells
    sugirieron una posible asociación entre dichos defectos y
    los factores nutricionales, haciendo alusión al
    ácido fólico. Smithells llegó a usar
    suplementos multivitamínicos para prevenir dichos
    defectos; sin embargo los buenos resultados obtenidos no fueron
    aceptados de forma universal debido a la falta de una adecuada
    aleatorización. Fue en 1991 cuando el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido
    (1) (MRC Vitamin Study Research Group) hizo públicos los
    resultados de un estudio amplio sobre la suplementación
    con ácido fólico. Los datos demostraron
    de manera concluyente que hubo una reducción del 72% en la
    recurrencia de defectos del tubo neural en el grupo que
    tomó dosis diarias de cuatro miligramos de ácido
    fólico. En 1992 Czeizel y Dudas (2) investigaron a otro
    grupo de mujeres para que recibieran o bien 0.8 mg de
    ácido fólico o bien un suplemento de oligoelementos
    diariamente desde al menos un mes antes de la concepción.
    De nuevo hubo resultados que relacionaban el ácido
    fólico y dichos defectos del tubo neural, principalmente
    espina bífida y anencefalia. Diferentes estudios de
    vigilancia han identificado un riesgo reducido entre aquellas
    mujeres que declararon tomar periconcepcionalmente cantidades
    adecuadas de ácido fólico, mientras que sólo
    uno no pudo demostrar su efecto protector (Mills y cols, 1989)
    (3).

    Este efecto preventivo del ácido fólico,
    ha sido corroborado por el estudio intervencional llevado a cabo
    por los Centros para el Control y
    Prevención de Enfermedades (CDC) en dos áreas de
    China (Berry y
    cols 1999) (4). Los investigadores descubrieron que entre las
    mujeres que tomaron 400 mcg desde su examen prematrimonial hasta
    el final del primer trimestre de embarazo, el
    riesgo de defectos en el tubo neural se redujo en un 85% en la
    región con alta prevalencia y en un 40% en la
    región de baja prevalencia

    Pero no sólo valdría para prevenir
    defectos en el tubo neural, sino que se ha informado sobre la
    prevención primaria de otros defectos congénitos,
    tales como fisura del paladar, cardiopatías
    congénitas, anomalías urogenitales y síndrome de
    Down, sin embargo los datos aún no son concluyentes y
    surgen dudas con respecto a la relación de estos defectos
    y el ácido fólico (5 y 8). Con respecto al
    síndrome de Down y a los defectos del tubo neural parecen
    estar influenciados por los mismos determinantes genéticos
    del metabolismo de la unidad del carbón, y los datos
    diferentes en función de
    las áreas geográficas parecen que se podrían
    explicar por diferencias en el ambiente
    alimentario y las características genéticas de las
    poblaciones (75)


    Estructura e
    Ingestas:

    Desde hace ya unos años que en las ingestas
    recomendadas de energía y nutrientes de EE.UU. y
    Canadá se viene distinguiendo entre folato (folate),
    folatos alimentarios (food folate) y ácido fólico
    (folic acid); con el fin de aclarar conceptos y evitar diferentes
    interpretaciones. El folato se propone como término
    genérico para esta vitamina hidrosoluble, que comprende un
    grupo de compuestos de estructura química similar.
    Estos diferentes folatos pueden estar presentes en
    concentración variable en los alimentos
    (folatos alimentarios). El ácido fólico
    (ácido pteroilmonoglutámico, PGA) es la forma
    sintética farmacéutica de la vitamina y la que
    encontramos en los diferentes medicamentos y complejos
    vitamínicos así como en los suplementos que se
    añaden a los diferentes alimentos para así
    enriquecerlos.


    Fig 1.Estructura del ácido fólico.

    La molécula de ácido fólico se
    compone de un anillo de pterina unida por la mitad por medio de
    un puente de metileno a un ácido p-aminobenzoico (figura
    1). Al extremo carboxilo de este radical ácido se pueden
    unir de uno a 7 restos glutamato. Si el compuesto posee
    más de dos restos glutamato se trata de un poliglutamato,
    si sólo posee uno se habla de monoglutamato. En los
    alimentos se encuentran los folatos preferentemente en forma de
    poliglutamatos aunque también existen como mezcla de mono
    y poliglutamatos, siendo mayor la biodisponibilidad de los
    primeros. Además, los folatos naturales presentan
    diferentes grados de hidrogenación del anillo de
    pterina.

    Partes: 1, 2, 3

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter