Cerca de seiscientas personas procuran cada
año, solamente en los Estados Unidos, un cambio de sexo,
según un estudio realizado por la Sociedad Norteamericana
de Endocrinología y Nutrición. Pero se estima que
esta cifra puede ser mucho mayor entre quienes encierran un alma
femenina en el cuerpo de un hombre, o viceversa — representando
una de las mayores fuentes de sufrimiento escondido.
El desajuste entre el sexo anatómico
y la identidad de ser hombre o mujer es una alteración de
la percepción propia que, en función de los datos
de un estudio realizado por la cátedra de Transexualidad
de Holanda, se cree que afecta a uno en cada 30.000 hombres y una
en cada 100.000 mujeres. Éste constituye un complejo
dilema que requiere un laborioso tratamiento, tenga o no como
meta una intervención quirúrgica, para cambiar de
sexo. En el último proceso, deben intervenir profesionales
de diversos campos de la Medicina (endocrinólogos,
psiquiatras y cirujanos plásticos) que asesoren al
transexual en su cruzada.
Origen multifactorial
Hasta hacen pocas décadas Según la Organización Así, también lo indica, El origen de la transexualidad puede Aspectos | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El proceso de cambio | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
XY |
Quienes padecen del llamado Trastorno de
Identidad de Género (DSM-IV-TR) son conscientes de la
disociación entre su cuerpo y sus sentimientos desde la
infancia, comenzando alrededor de los cinco años,
según explican algunos expertos. Desde entonces, se
evidencian los problemas de adaptación, los sentimientos
del rechazo y, sobre todo, se acumulan grandes reservas de
sufrimiento, como señalan desde la Unidad de Trastornos de
Identidad de Género de Saint Louis. Todo ello puede llegar
a su fin cuando consiguen aunar cuerpo y ego, su aspecto
físico con su verdadera identidad sexual, lo que consiguen
en última instancia como resultado de las intervenciones
de cambio de sexo.
Antes de llegar a dar el paso de la
cirugía, sin embargo, es preciso que se complete un largo
procedimiento, en el que se debe acudir a profesionales, ya que
la automedicación con esteroides sexuales incrementa el
riesgo de efectos adversos. Para llegar a la cirugía hay
que seguir un protocolo establecido, que suele durar dos ó
más años, pues el autodiagnóstico y el deseo
para una reasignación de sexo no pueden tomarse como
verdaderos indicadores de transexualidad y, teniendo en cuenta
que las terapias hormonales y las intervenciones
quirúrgicas suelen ser irreversibles, es necesario
realizar un cuidadoso diagnóstico. En primer lugar se
desarrolla un proceso de valoración en el que la
función del psiquiatra es fundamental.
Tras la consulta psiquiátrica entra
en juego el endocrinólogo, responsable de producir los
cambios de atributos sexuales en los pacientes mediante la
hormonación, con la prescripción de
productos glandulares capaces de inhibir el vello en los hombres
o incrementar el tamaño de sus mamas. La psicoterapia
acompaña todo el proceso para ayudar a la persona
transexual a ir asumiendo su nuevo rol y su nueva identidad —
una realidad que supone una liberación para ellos. Por
último, se realiza la intervención
quirúrgica de cambio de sexo, a la que optan cerca de un
50% de transexuales según estimados generales, ya que
muchos temen perder sensibilidad a la hora de mantener relaciones
íntimas, y la cirugía no puede asegurarla al
100%.
Tras el cambio de sexo, lejos de lo que
pudiera suponerse, los pacientes dejan de necesitar apoyo
psicológico ya que al fin logran lo que deseaban y no se
registran secuelas en la mayoría de casos.
Lo que no es siempre es así, de
acuerdo a muchos expertos…
La intervención
La cirugía de reasignación de
sexo es el proceso quirúrgico al que recurren los
transexuales para armonizar su sexo anatómico con su
identidad psicológica. Habitualmente se centra en los
genitales (cirugía de reconstrucción genital), en
la que se realizan operaciones como la vaginoplastia o la
faloplastia. Pero también existen operaciones no
genitales, como cirugía facial o la reconstrucción
de la mama. La intervención para reasignación de
sexo, que forma parte de un tratamiento multidisciplinario, no
puede realizarse sin antes ser diagnosticado, para lo que se
determina que el paciente muestre disconformidad y repugnancia
hacia su sexo anatómico junto a un anhelo de larga
duración de pertenecer al sexo opuesto durante al menos
dos años, y un deseo de cambio de sexo para poder vivir en
un rol del sexo opuesto. Además, debe haber ausencia de
comportamientos homosexuales, de anormalidades físicas y
de etiología psicótica.
En el caso de que un individuo se someta a
una intervención quirúrgica, cirugía que
está valorada en cerca de 40.000 dólares, debe ser
ingresado el día anterior a la cirugía, cuando se
le administrará una preparación intestinal y
profilaxis antibiótica. Para poseer el aspecto de mujer,
la operación más frecuente a que se somete un
hombre es la vaginoplastia, que consiste en realizar injertos
cutáneos en los que se coloca la piel invertida sobre un
molde ligero que se introduce en una neovagina disecada. En el
caso de que una mujer desee ser transformada en "hombre", se
suele realizar la faloplastia, que consiste en la
construcción de un pene, la que se realizó por
primera vez en 1936. La microcirugía ha permitido que se
usen tejidos bien vascularizados, y en 1984 Chang y Hwang
lograron proporcionar una función sem-ieréctil en
uno de los penes, por ellos, implantados.
La respuesta a la pregunta que muchos se
harán, si, hasta aquí han leído, es: No, el
uso de sildenafil no proporciona erecciones más
potentes.
¿Pero, después de la
cirugía, quienes emergen de ésta, son hombres o son
mujeres?
En la realidad, sólo aparentan
serlo…
Como toda operación, que en este
caso además es delicada y compleja, la cirugía de
reasignación de sexo tiene sus riesgos. Las complicaciones
que se producen más frecuentemente en la vaginoplastia son
la retracción y la estenosis (estrechamiento de un
conducto), más importante en los injertos parciales y, en
ocasiones, la aparición de úlceras. En la
cirugía que transforma físicamente a una mujer en
"hombre", los principales problemas son los relacionados con el
tracto urinario y con las prótesis de pene.
Las mujeres, como es usual, se adaptan
mejor al cambio.
Quizás sea, porque son menos Aunque no existen estudios que puedan Por supuesto, ambos actúan de En esencia, que el cambio, no es tal En resumen Chacun à son |
Bibliografía
Benjamin, H. (1969) Transsexualism
and Sex Reassignment Green The Johns Hopkins
Press.Fausto-Sterling, A: (2000) Sexing
the Body Basic BooksLaub, D: (1974).
A rehabilitation program for gender dysphoria syndrome by
surgical sex change. Plast Reconstr Surg. 53
(4): 388-403Fisk, N: (1974). Gender Dysphoria
Syndrome. Proceedings of the Second
Interdisciplinary Symposium on Gender Dysphoria
Syndrome: 7-14.van Kesteren, Paul J: (1977)
Mortality and morbidity in transsexual subjects treated with
cross-sex hormones. J. Clin. endocrinol. 47 (3):
337–343.
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |