Gobierno competitivo

Partes: 1, 2

Resumen:

El termino de competitividad
cada vez es más usado en diferentes disciplinas, sin que
su fundamento teórico, en el campo de aplicación,
esté lo suficientemente analizado. Partiendo de la idea de
que el término competitividad se puede emplear en el
sector
público, para referirse a aquellas estructuras
públicas que reúnen condiciones para ser un factor
que permita atraer inversión, proveer de un mejor nivel de
vida, sean eficientes, efectivas y transparentes; este documento
presenta algunas ideas que deben de reunir los gobiernos para
enfrentar con éxito
el difícil reto de la competitividad.

¿Debe un gobierno ser
competitivo?

Una persona que
tenía más de 20 años trabajando en el sector
gobierno comentó alguna vez, "trabajar en el sector
público representa muchas ventajas y áreas de
oportunidad". ¿Será cierto después de 20
años con los mismos compañeros, los mismos vicios,
el mismo trabajo?
¿será real la persona?

Implícito en la identificación de ventajas
y áreas de oportunidad subyace la idea de un cambio, que
responde a la forma de adecuar las estructuras de una organización a los nuevos requerimientos de
la sociedad.

LOS REQUERIMIENTOS DE LA SOCIEDAD

Exigencia en el cumplimiento de las expectativas y
compromisos realizados
Planes enfocados y certeza en el futuro
Sistema de información para tomar
decisiones
Estructura que promueva la participación
social
Transparencia en el uso de recursos
Adecuado control
interno
Efectividad en el uso del presupuesto y
de los recursos
humanos
Impacto de las acciones en
el beneficio social y económico

Después de intentar un sinnúmero de
cambios en la
administración, la mayoría de las personas a
cargo, parece desencantarse y reconocer lo complejo que es
cambiar los patrones de organización, trabajo y enfoque de
los servicios y
servidores
públicos.

Sin embargo, también existen prácticas
exitosas de gobiernos que han logrado cambios significativos en
sus procesos de
servicio,
forma de organización del personal, enfoque
a resultados y en general en lograr que el gobierno signifique
una ventaja competitiva para la sociedad y la
región.

Un gobierno debe de ser competitivo para: responder a
las nuevas exigencias de la sociedad; enfrentar con efectividad
los nuevos retos de la economía
mundial; lograr resultados de impacto social y
económico; y, establecer un balance en el escenario
político, logrando por un lado rentabilidad
política y
por otro prudencia y reconocimiento de decisiones
institucionales.

Partes: 1, 2

Página siguiente