- Cristianismo y Cultura
Clásica. Filosofía Cristiana: Fe y Razón
(San Agustín y Santo Tomás) - Descartes
(Filosofía moderna, el Cogito
Cartesiana) - El Mito de la
Caverna - Ética,
Moral y Acto Moral; La Ética según
Savater - La
Ética de Aristóteles - La
República de Platón: El Gobierno ideal, el
filófoso, virtudes (Justicia como fundamento del
Estado) - Moral o
Ética Kantiana
1. Cristianismo
y Cultura
Clásica. Filosofía Cristiana: Fe y
Razón
(San
Agustín y Santo Tomás).
Desde la época de Alejandro de Macedonia la
lengua y la
cultura griega
eran dominantes en el mediterráneo oriental. Mas tarde los
romanos conquistan militarmente Grecia y
algunos territorios que integraban el imperio de Alejandro, los
conquistadores militares asimilan parte de la cultura griega. A
partir de ahí hablamos de una cultura greco-romana que se
denomina cultura clásica.
Cultura clásica: tiene su centro
geográfico en la península itálica y Grecia
y se extiende a todo el mediterráneo.
Las lenguas de la cultura clásica son el griego y
el latín y cubren todos los campos: literatura, arquitectura,
pintura,
escultura, derecho, filosofía, ciencia,
etc.
En el plano político, la cultura clásica
elaboró algunas experiencias como la
organización en pequeñas polis y la
noción de ciudadanía entre los griegos y la
república y el derecho entre los romanos (antecedentes de
la democracia
moderna).
Una de las características de la cultura
clásica es la libre religiosidad: una religión que no
incluía un libro sagrado,
ni dogmas estrictos sino un politeísmo literario mas que
religioso, una antropomorfismo o sea los dioses tienen virtudes y
defectos humanos. No hay preocupación por la vida
ultratumba, hay que gozar la vida terrenal, una vida consagrada
al placer.
La cultura clásica recibe la influencia de
religiones de
oriente, como por ejemplo el culto a Mitra, la religión
judía. La religión judía concebía la
existencia de un único Dios (monoteísmo) de
naturaleza
espiritual, creador del mundo y del hombre, a
quien se le ha revelado a través de la palabra que
está en la Biblia. Se esperaba la llegada del
Mesías el salvador, capaz de redimir a la humanidad del
pecado que trae desde la primera pareja humana Adán y Eva.
En la época del emperador Augusto, Jesús es
aceptado como el Mesías, afirma ser hijo de Dios y
proclama la igualdad de
todos los hombres y da origen a una nueva religión: el
Cristianismo.
Cristianismo: inicialmente ignorado,
más tarde perseguido, luego tolerado, en el siglo VI se
convierte en la religión del imperio.
Es una religión, encierra una concepción
del mundo que choca con la cosmovisión de la cultura
clásica. Para el cristianismo la vida terrenal no es toda
la vida, lo importante es la vida eterna. Nuestra alma se
salvará o se perderá según nuestras acciones en
este mundo.
Esta preocupación por la salvación era
extraña para el ciudadano griego o romano, para quien la
vida política tenía más
importancia. Pero el cristianismo va a proclamar la necesidad de
darle al Cesar (el Estado) lo
que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios, con lo cual el
Estado y la
política pasan al segundo plano.
El cristianismo hereda del judaísmo la
concepción del pecado original por la cual el hombre
está en deuda con Dios desde su nacimiento,
concepción extraña a la cultura clásica,
preocupación que esta no conoció. Un elemento
importante en el cristianismo es su vocación de
universalidad que no liga la religión con una cultura, una
raza o un Estado determinado.
LA PATRÍSTICA Y LA ESCOLÁSTICA: LA
FE Y LA RAZÓN
La filosofía medieval (edad media) es
de raíz cristiana. La filosofía cristiana de esa
época recibe el nombre de patrística (viene del
latín "padre", son los padres de la iglesia que se
reúnen para escribir en defensa del cristianismo), se
compone de la obra de los llamados padre de la iglesia. Ocupa un
lugar importante San Agustín quien escribió obras
importantes como "las confesiones", "la ciudad de Dios" y otras.
San Agustín no rechaza la filosofía sino que su
actitud es la
de aprovechar el legado recibido de los filósofos antiguos y ponerlos al servicio de la
iglesia (se basó o inspiró en Platón).
Para los filósofos cristianos medievales, la
filosofía ya no es el saber supremo, aunque ella sigue
siendo la madre de las ciencias y se
encuentra subordinada a la teología, que es el saber sobre
Dios, el mundo y el hombre que se desprende del estudio de la
palabra de Dios revelada a los hombres contenida en los textos
sagrados. La investigación filosófica no
podrá contradecir las verdades aceptadas por la fe. En
particular, en San Agustín, es difícil distinguir
entre teología y filosofía, en la medida en que
busca por medio de la razón comprender lo que cree por la
fe. La fe es el horizonte, hace posible el entendimiento o la
razón, esa razón es ciega necesita ser iluminada
por la fe. La fe no puede probarse, la fe es una creencia de la
que brota de la inteligencia.
La palabra escolástica significa
etimológicamente "el que enseña en una escuela" y se
refiere a los maestros y autores que elaboran sistemas
filosóficos o teológicos a partir de los dogmas
cristianos. El producto de la
escolástica son las "sumas" en las que se tratan
cuestiones para discusión de una tesis. Santo
Tomás es el máximo exponente de la filosofía
escolástica. Obras: "suma teológica" y "suma contra
gentiles".
Santo Tomás da un tratamiento distinto del agustiniano en
cuanto a las relaciones de la razón y la fe. Santo
Tomás se inspira en Aristóteles, la razón humana puede
conocer el mundo y solo por medio de la razón sin el
auxilio de la fe se puede llegar a demostrar la existencia de
Dios, pero, mas allá del conocimiento
de Dios como el ente supremo Dios en el sentido deísta, la
razón natural es impotente para llegar a saber que Dios es
uno y al mismo tiempo es
tres: Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Para comprender los misterios hace falta la
razón ilumina por la fe.
La cuestión de las relaciones entre la fe y la
razón es un problema en el cristianismo, las soluciones de
San Agustín y Santo Tomás son intentos por buscar
una conciliación entre ambos
términos.
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