- Introducción
- Etiología
- Signos y
síntomas - Clasificación
- Diagnostico
- Tratamiento
- Conclusión
- Referencias
bibliograficas
INTRODUCCION:
Las anomalías uterinas congénitas se generan por
un defecto del desarrollo,
fusión
ó canalización de los conductos de Müller en
cualquier etapa del desarrollo
embrionario. Se pueden asociar a otras malformaciones
genitales, urológicas (25%) ó rectales.
Excepcionalmente pueden tratarse de una alteración
adquirida y estos casos son debidos fundamentalmente a la
exposición intra útero al
dietilestilbestrol. Posiblemente, estas malformaciones, no
se hagan evidentes nunca o, en unos pocos casos, causen serias
complicaciones que nos lleven al diagnóstico.
El reconocimiento de las anomalías congénitas
del útero es importante por tres razones fundamentales:
para distinguirlas de otro tipo de proceso, para
detectar y distinguir si han producido complicaciones y para
planificar la terapéutica adecuada en las pacientes con
disfunción de la reproducción.
La incidencia de las malformaciones uterinas por
anomalías del desarrollo de los conductos müllerianos
es baja en la población en general: aproximadamente el
1%. Es considerablemente mayor en las mujeres que presentan
alteraciones en la reproducción, entre el 27% y 67% de las
anomalías de los conductos müllerianos pueden estar
asociadas a éstas.
Clínicamente pueden presentarse con amenorrea primaria,
abortos espontáneos precoces y de repetición y
alteraciones en el parto con
anomalías de colocación del feto. (1)
Un útero con anomalías congénitas puede
ser perfectamente compatible con una historia normal de
reproducción y pasar desapercibido, sólo el 25% de
todas las mujeres que tienen esta anomalía tienen
dificultad reproductiva.
Tanto el grado de alteración de la reproducción
como el tratamiento dependen de la variación, tipo y
gravedad de la anomalía. (3,7)
RESEÑA
EMBRIOLOGICA:
Los conductos müllerianos son los precursores del
desarrollo del útero, de las trompas de Falopio y de los
dos tercios superiores de la vagina. Embriológicamente se
desarrollan dos pares de conductos genitales en el feto: por un
lado los conductos mesonéfricos, que dan lugar al
epidídimo, los conductos eyaculatorios y otros componentes
del aparato genital masculino, por otro, los conductos
müllerianos o paramesonéfricos. El mesonefros es el
precursor del desarrollo de los riñones. El tercio
inferior de la vagina se desarrolla a partir del tubérculo
urogenital y se une en la línea media con los conductos
müllerianos. Puede ocurrir que el desarrollo de la
región vaginal externa (tercio inferior) sea normal sin
que exista relación con la gravedad de alteraciones
del desarrollo interno, como agenesia, hipoplasias u otro tipo de
anomalías. Los ovarios se desarrollan separadamente de los
conductos de müllerianos. (1,3)
ETIOLOGIA:
Próxima a la octava semana de embarazo, los
conductos de Müller, se fusionan y forman lo que luego
será, como explicamos anteriormente, el tracto reproductor
femenino. Si este proceso no ocurre normalmente se generan las
malformaciones uterinas.
A veces una malformación uterina puede ser adquirida,
como con el uso de dietilestilbestrol (DES) durante embarazo que
frecuentemente ha tenido este efecto, o por ejemplo, el
síndrome de Asherman que puede ser el resultado de un
excesivo raspado durante un legrado. (1,4)
SIGNOS Y
SÍNTOMAS:
- Amenorrea primaria.
- Algias pelvianas.
- Metrorragias.
- Alteraciones del ciclo
menstrual. - Dispareunia.
- Complicación en el embarazo, como nacimiento
prematuro, parto prolongado, retardo de crecimiento
intrauterino (RCIU), aborto
espontáneo repentino, partos en transversa, etc.
(3)
CLASIFICACION:
Clasificación de las malformaciones uterinas
según la Sociedad
Americana de Fertilidad (AFS) (2,6)
CLASE I:
Agenesia ó hipoplasia Mülleriana: el útero
puede ser normal ó presentar una serie de malformaciones.
Embriológicamente, esta clase se debe
a una alteración en la canalización de los
conductos de Müller alrededor de la séptima u octava
semana de desarrollo con una frecuencia del 2,17%.
a. Agenesia vaginal: la mitad de las pacientes que
presentan esta anomalía tienen un útero anormal
(unicorne, didelfo, bicorne, ó septado) ó agenesia
cervical, con hematometra asociada, hematosalpinx, y
endometriosis, lo cual lleva a histerectomía y
posteriormente reconstrucción vaginal, ésta
presenta múltiples dificultades técnicas y
complicaciones.
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