Resumen:
Describimos la estructura y
dinámica interna del sistema
político boliviano en forma simple y didáctica a partir del análisis de sus elementos: Estado,
Partidos
Políticos y Sociedad Civil,
para una mejor comprensión de su situación política
actual.
Introducción. Sobre el concepto de
Sistema
Político
Si nos preguntaran un día cómo o
quién se encarga de tomar las decisiones políticas
en Bolivia, no
tendrá que pensarse mucho para responder, diríamos
simplemente que el Presidente de la República, el
Congreso, o simplemente algún Ministro, según sea
la importancia de la misma; y no estaremos del todo errados.
Ahora, tomemos, por ejemplo, al Congreso, se compone de dos
Cámaras, de Diputados y Senadores (art. 46.1 CPE), y una
de sus atribuciones es dictar leyes,
abrogarlas, derogarlas, modificarlas e interpretarlas (art. 59.1
CPE). La Cámara del Senado, para elaborar una ley determinada,
primero tendrá que discutir y aprobar el proyecto de esta
en su seno, y luego este pasará a la de Diputados, y si
esta lo aprueba, entonces se envía al Presidente para su
promulgación:He aquí brevemente descrito
cómo funciona el procedimiento
legislativo en Bolivia y, por demás, la forma más
visible en que se expresa la toma de
decisiones políticas. Como todo ha corrido, en nuestro
ejemplo, por cuenta de los órganos de poder estatal,
decimos que quien ha decidido, sin lugar a dudas, es el Estado
boliviano a través de sus órganos, y con esto
termina nuestro razonamiento.
Sin embargo, razonemos un poco más,
¿quiénes componen el Senado boliviano? Los
Senadores, pero estos ¿a quién representan? A la
sociedad,
pudiéramos decir, ¿y cómo llegaron
allí? Pues a través de elecciones, en
representación de un partido, que a su vez tiene unos
estatutos y un programa con
objetivos
políticos, a través de los cuales expresa los
intereses de un grupo
determinado de esa sociedad. Sociedad que no debe verse como un
ente en abstracto, o como manada de personas dispersas por un
territorio; sino como un ente históricamente determinado,
que presenta, en su interior, formas de organización diversas y con diversos
caracteres políticos.
Esto nos lleva a entonces a establecer que, si en los
órganos legislativos existe una especie de
representación de diversos intereses de la sociedad, la
que aparentemente está divorciada de estos órganos
estatales, entonces sus decisiones se verán, en cierta
medida, influidas desde "afuera", lo cual nos conduciría a
una nueva conclusión. El Estado sí, decide
políticamente en la sociedad, a través de sus
órganos de poder, pero no actúa de forma
independiente en esta actividad.
El conjunto de órganos de poder que conforman el
Estado, no constituyen un ente divorciado de la sociedad, del
mundo social sobre el que se levantan, decidiendo, a
priori, qué hacer con ella (aunque en algunos momentos
de la Historia
parezcan que se comportan de ese modo); sino que se encuentran
indisolublemente ligados a esta y a sus cambios.
Pero ello nos lleva a preguntarnos, ¿todos los
ciudadanos de Bolivia controlan al Estado? ¿Es posible
incidir en sus decisiones? Y si esto es así
¿cómo ocurre? Entonces debemos acordar que existen
otros elementos, aparte del Estado, que participan en la toma de
decisiones políticas, relacionando, de alguna manera,
Estado y Sociedad, con respecto a los intereses de esta. Ello nos
conduce a que el problema de la toma de decisiones
políticas no es algo tan simple como para que los
órganos decisionales del poder estatal asuman de manera
independiente y unilateral; sino que es, en si mismo, un
fenómeno complejo, en tanto no depende de un solo
elemento, como el Estado, y se mueve en el ámbito de los
intereses sociales, de por si diversos (como toda sociedad),
fragmentados y contradictorios en si mismos. Sin embargo, por
ilógico que parezca, estos elementos no actúan de
modo anárquico, sino sujeto a ciertas reglas que los hacen
funcionar de forma sistémica; o sea, el procedimiento de
toma de decisiones políticas en un Estado, por los
elementos que actúan en él, por su interacción y relación, se comporta
como un sistema: un sistema político; término que,
como podemos ver, se compone de dos términos distintos, a
saber, sistema y política.
¿Qué es un sistema? En primer lugar el
vocablo alude a conjunto, a grupo, pero no a un conjunto o a un
grupo desorganizado o caótico, sino a una formación
estructurada de componentes que presentan una
interrelación tal que les permiten comportarse como un
todo. Por tanto, un sistema, es eso, un conjunto de elementos
interrelacionados en forma tal, que funcionan como un todo
organizado. El cuerpo humano,
formado por complejos sistemas de
órganos, seria el ejemplo más feliz.
Definir política se hace un tanto más
complejo, debido a que el término tiene una larga historia
en el pensamiento
político y social, y que, por demás, ha sido
víctima de constantes y crecientes vulgarizaciones. Fue
Aristóteles quien lo acuñó en
su obra Política, para designar la actividad que
tenía lugar dentro de la ciudad (polis) dirigida a al
solución de las cuestiones sociales y de la
relación de estas con el gobierno. Ya en
la contemporaneidad, el célebre sociólogo
alemán Max Weber, nos
brinda la siguiente definición:
"Política significará, pues, para
nosotros, la aspiración a participar en el poder o a
influir en la distribución del poder entre los distintos
Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos
grupos de
hombres que lo componen."
Con ello Weber
significaba que la política no es más que aquel
conjunto de acciones
encaminadas a obtener, participar o influenciar en los mecanismos
de poder del Estado.
Un teórico y, por demás, práctico
de la política como Vladimir Ilich (Lenin), la
entendería como el conjunto de acciones llevadas a cabo
por determinados individuos, o grupos de individuos,
representantes de los intereses de determinadas clases
sociales.
Con ello, introducimos un nuevo elemento en nuestra
reflexión. Elemento que es esencial de toda actividad
política: el elemento clasista, y que el propio Weber ha
señalado en la definición citada, al hablar de los
"distintos grupos de hombres". La política queda
convertida, de este modo, en un fenómeno de la lucha de
clases en la sociedad; y podríamos definirla entonces,
como aquel fenómeno de la lucha de clases, representado
en el conjunto de acciones llevadas a cabo por los representantes
de las mismas o de sus sectores, consistentes en
conquistar, retener, utilizar, o simplemente influenciar, en los
órganos de poder político del
Estado.
Visto esto, podemos decir entonces que un sistema
político no será más que aquel conjunto de
elementos estructurados e interrelacionados entre sí, cuya
finalidad es actuar sobre la elaboración y toma de las
decisiones políticas, así como al desarrollo y a
la definición de un determinado régimen
político, en una sociedad determinada.
Ahora, ¿qué elementos son esos de los que
hemos estado hablando y que componen el sistema político
de una sociedad?
La doctrina tradicional ha señalado tres: el
Estado, los partidos políticos y las organizaciones
socio – políticas presentes en la sociedad
civil.
Un ejemplo que ilustra cómo funciona el mismo,
podría verse en el hecho de que de la sociedad civil
emerjan determinadas necesidades; las que son comunicadas a los
órganos estatales encargados de la toma de decisiones, a
través de los partidos políticos. Sin embargo,
dichos procedimientos,
no deben ser vistos en modo tan esquemático y pueril, pues
la forma organizativo – funcional que adopten los mismos, y
su dinámica, dependerá, en última instancia,
del tipo de sociedad y del orden económico sobre el que se
levanten. Como había expresado Carlos
Marx:
"A una determinada sociedad civil, corresponde un
determinado orden político, que no es más que la
expresión oficial de la sociedad civil."
Si entendemos que un sistema social no es más que
el reflejo de una base socioeconómica
históricamente determinada, entonces, el sistema
político existente en su seno, no puede ser distinto; y
es, a su vez, el resultado de las luchas políticas en esa
sociedad.
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