Ansiedad
La ansiedad es una emoción
que tiene por objeto un incremento de las facultades
perceptivas ante la necesidad fisiológica del organismo de
aportar algún elemento que considera normal y que en esos
momentos los niveles de los mismos no son los 'adecuados'; o por
el contrario, ante el temor de perder un bien
preciado.
Descripción
Ante esta situación, el organismo pone a
funcionar el sistema
dopaminérgico. Por ejemplo, cuando el
organismo considera necesario
alimentarse, este sistema entra en
funcionamiento, liberando señales de alerta que pone a
todo el sistema nervioso central en (palabras entendibles por
todos) alerta amarilla. Cuando se detecta una fuente de alimento
para la cual se requiere actividad física, se disparan los
mecanismos que liberan adrenalina,
forzando a todo el organismo a aportar energías de reserva
para la consecución de una fuente energética muy
superior a la que están invirtiendo para conseguirla, y
que normalizará los valores que han disparado esa 'alerta
amarilla'. En esos momentos el organismo, gracias a la
adrenalina, pasa a un estado que bien pudiéramos llamar de
'alerta roja'. El sistema dopaminérgico también se
activa cuando el organismo considera que va a perder un bien
preciado. En esta situación, el organismo entra en alerta
amarilla ante la posibilidad de la existencia de una amenaza, que
no es lo mismo que cuando la amenaza pasa a ser real, pues en ese
caso lo que se libera es adrenalina. Desde este punto de vista la
ansiedad es algo sano y positivo que nos ayuda en la vida
cotidiana, siempre que sea una reacción frente a
determinadas situaciones que tengan su cadena de sucesos de forma
correlativa: Alerta amarilla => Alerta roja, consecuente del
objetivo. Si la cadena se rompe en algún momento y esas
situaciones se dan con bastante asiduidad, el organismo corre el
riesgo de intoxicación por dopaminas o por catecolamina.
Esas situaciones ayudan al organismo a resolver peligros o
problemas puntuales de la vida
cotidiana, que requieran una actividad del organismo
fuera de lo normal.
Patología en los
seres humanos
Esta característica innata del hombre se ha
desarrollado de forma patológica conformando, en algunos
casos, cuadros sintomáticos que constituyen los Trastornos
de Ansiedad, que tienen consecuencias negativas y muy
desagradables para las personas que los padecen. Entre los
Trastornos de Ansiedad se encuentran las
fobias, el trastorno
obsesivo-compulsivo, el trastorno de
pánico, la
agorafobia, el trastorno por estrés
post-traumático, el trastorno de ansiedad
generalizada, etc.
En el caso del trastorno de ansiedad generalizada, como,
la ansiedad patológica se vive como una sensación
difusa de angustia o miedo, y deseo de huir, sin que quien lo
sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este
sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de los
problemas de distinto tipo los cuales enfrenta la persona en la
vida diaria, y sobre todo de la forma en que interioriza y piensa
acerca de sus conflictos.
La ansiedad en sí no es algo patológico,
lo que genera el consecuente es la respuesta incorrecta de dicha
emoción de manera cronificada, o ante determinadas
situaciones o estímulos que resulta de manera no adaptable
para el individuo.
Síntomas
Los síntomas son muy diversos, los más
comunes consistan en hiperactividad vegetativa que se manifiesta
con taquicardia, taquipnea,
dilatación pupilar, sensación de ahogo, temblores
en las extremidades, sensación de pérdida de
control o del conocimiento, transpiración, rigidez
muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora,
dificultades para la comunicación, pensamientos negativos
y obsesivos, entre otros.
Cabe destacar que algunos de los síntomas
podrían parecerse a los de padecimientos no mentales, por
ejemplo la arritmia cardiaca o
la hipoglucemia. Se les recomienda a
los pacientes que se sometan a un examen médico completo
para descartarte de los mismos.
La ansiedad puede también, darse como un
trastorno de pánico, en el que
la persona crea que va a desmayarse, fallecer o sufrir
algún otro percance fisiológico. Es lo normal que
las personas que tengan este trastorno visiten la sala de
urgencias con cierta frecuencia, y típicamente se sienten
mejor después de ser atendidas.
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