Monografias.com > Antropología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El fútbol como fenómeno antroposocial




Enviado por Vladimir Korolkoff



Partes: 1, 2

    1. El Fútbol como
      fenómeno antroposocial
    2. Perspectiva
      del juego: el fútbol como sistema
    3. Dinámica
      y contingencia: ¿por qué el caos sorprende solo a
      veces?
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía

    Introducción

    En tanto ningún analista deportivo, comentarista
    de fútbol, hasta donde yo sé, ganó nunca la
    lotería deportiva, surgen las siguientes y naturales
    interrogantes:

    ¿se puede predecir un resultado deportivo?
    ¿más aún, tiene sentido tal
    cuestionamiento?

    Quizás sea el fútbol el deporte de equipo más
    bello, pero más allá de eso está claro que
    es el más universal, el más representativo y el
    más… sufrido (mejor dicho, uruguayo). Pero trataremos de
    apenas rozar los atravesamientos sociales, políticos,
    económicos, psicológicos, para que después
    lo significativo de la investigación pueda retornar sobre estos
    aspectos, que son en última instancia lo fundamental, pero
    desde fuera de la misma.

    Partimos entonces de la concepción del
    fútbol como sistema complejo,
    aspecto apreciable a priori como constatable a lo largo del
    desarrollo de
    este trabajo.
    Sistema particular, en donde se enfrentan y se necesitan, dos de
    sus componentes y se despliegan tácticas y estrategias, como
    en casi cualquier competencia.

    Ahora bien, ¿en qué medida sirven estas
    últimas como disciplinas que conduzcan a facilitar la
    victoria o los pronósticos? ¿ Cómo
    aproximarse a las lógicas, a las misteriosas
    dinámicas que se despliegan en semejante combate
    sublimado?

    No podemos profundizar en tampoco en análisis de la táctica del
    fútbol, no pretendemos entrometernos en los respetados
    roles de los técnicos, analistas y hasta de algún
    periodista, pero de todas maneras deambularemos en ese
    antagonismo entre predictibilidad e incertidumbre.

    Buscaremos esbozar algunos niveles que puedan dar
    luz sobre una
    comprensión compleja del fútbol, para lo cual
    estableceremos dos cortes en el trabajo: en
    el primero distinguiremos distintas dimensiones que
    permita aproximarse a la mutideterminación que opera sobre
    el fenómeno desde el punto de vista antropológico.
    En segundo lugar, proponemos considerar al juego del
    fútbol como un sistema complejo, que nos habilite a pensar
    sobre los niveles que inciden en la instancia del
    juego.

    El juego del fútbol como deporte y como
    instancia, a su vez, sería un sistema de sistemas.
    Complejo, de dinámicas inciertas, pero de reglas
    (bastante) bien definidas. Un juez que arbitra, orden sobre el
    desorden sobre el orden. Caos direccionado, sesgado, aislado y
    sometido para poder ser
    percibido, disfrutado, explotado.

    El retorno de la vieja disyuntiva pretendidamente
    obsoleta: ¿orden o desorden?

    – 1er corte

    El Fútbol
    como fenómeno antroposocial:

    Si encontráramos a alguien que no conociera lo
    que es el Fútbol, difícil hallazgo en estos
    días, y nos preguntara qué es, no cabe duda
    cuál sería la respuesta de la mayoría de
    nosotros. Diríamos que es un deporte, un juego de equipos,
    una competencia, hablaríamos de sus reglas. Sin embargo,
    qué lejos está esto de describir la multiplicidad
    de implicancias y significaciones que engloban a los hombres
    relacionados con esta actividad, que desde los comienzos
    trascendió las fronteras de la práctica activa,
    para constituirse hoy en día en uno de los
    espectáculos que más interés
    despierta en todo el mundo. Por esto es que se hace bastante
    difícil encontrar una definición de qué es
    el fútbol; quizás porque las definiciones no se
    llevan bien con las actividades humanas, que como tales adquieren
    valor y
    significado para quienes de alguna forma participan en
    ellas.

    Tanto el Arte como
    la Ciencia en
    tanto actividades humanas de naturaleza
    compleja, escapan a estos encasillamientos, y es comprensible que
    lo mismo ocurra con el Fútbol, que lejos de pertenecer a
    alguna de éstas, tiene mucho de las dos.

    Desde la perspectiva social, surgen diversas
    interrogantes al percibir lo que es el deporte como
    práctica o juego, como pasatiempo o diversión, y
    saber todo lo que de éste subyace; las actitudes
    violentas que puede desencadenar llegando en casos extremos a
    la muerte,
    así como la expectativa o la euforia que puede conducir a
    la paralización de un país entero. Está
    claro que aquí se ponen en juego otro tipo de necesidades
    que impulsan a los sujetos a sostener y a ser sostenidos por este
    fenómeno.

    La intención entonces no será enfocarse
    sobre a multiplicidad de significaciones sociales que sostienen
    al Fútbol, cosa además imposible de abarcar. Pero
    teniendo en cuenta la infinidad de líneas de fuga y
    niveles de incidencia que lo atraviesan, habría que
    considerar algunas dimensiones:

    A. Dimensión Socio-cultural

    ¿El fútbol como holograma
    social?

    La heterogeneidad de lo que se pueda extraer en este
    registro hace
    de por sí reduccionista toda tentativa de caracterizarlo o
    clasificarlo. Sin embargo habría que destacar aunque
    estratégicamente suspendiéramos este nivel del
    análisis del sistema, no podemos perder de vista, no
    solamente la emergencia del deporte como producto y
    productor cultural, sino la incidencia que los agentes externos
    producen sobre los sujetos participantes del juego. Agentes
    "externos" si tomamos como unidad a la instancia de juego como
    sistema, ya que desde una perspectiva más global, por esta
    implicancia constitutiva, se hace difícil establecer los
    límites
    del mismo.

    Y en cuanto las formas a través de las cuales los
    actores pasivos inciden en lo que pasa dentro de los
    límites del campo de juego, la parcialidad constituye un
    estímulo motivacional indudable, en la interacción que establece con los jugadores
    (que retomaremos en el punto siguiente).

    En relación a esto, hoy en día este
    aspecto se está tornando eje de una problemática
    que se pone sobre el tapete ante los diversos hechos de violencia que
    se vienen intensificando, tanto dentro como fuera del campo de
    juego, y que plantea la disyuntiva sobre en qué dirección se trasmite esa violencia. Desde
    una perspectiva sistémica, se hace comprensible que el
    deporte como emergente del sistema social, refleje
    características del sistema al que pertenece. Desde una
    perspectiva dialógica, se vislumbra la mutua implicancia
    entre los dos polos, que permitiría percibir la
    bidireccionalidad, la recursividad que se juega en los
    intercambios.

    En tanto, el principio hologramático debe ser el
    que se presta mejor para comprender como los caracteres que se
    despliegan en la instancia de juego no son más que una
    proyección a menor escala de lo que
    sucede a nivel macro, y entender así a la parte y al todo
    mutuamente implicados.

    Todos estamos marcados por las vicisitudes de la
    posmodernidad,
    época que justifica enormes cambios en todos los planos de
    lo social, la cual determina nuestras actuales crisis de
    identidad.
    Acerca de esto, en la medida en que estemos condicionados por
    esta realidad (y lo estamos) pero no enajenados, esto se
    manifiesta en todos los ámbitos de nuestra vida, incluso
    en las actividades deportivas y dentro de éstas
    fundamentalmente en el fútbol debido a sus
    características. Esta crisis, complementada por la
    económica, política y
    fundamentalmente social se refleja en los comportamientos de los
    aficionados al fútbol. Notamos que estos cuando concurren
    a los partidos y aún en otros momentos desplazan sus
    angustias, tensiones, frustraciones de diversas formas, de
    ahí la violencia desmedida que ya se ha incorporado al
    espectáculo.

    Si nos adentráramos en esta línea de
    análisis, podríamos percibir que vivimos en una
    sociedad cada
    vez más desintegrada en lo afectivo, donde se pierden cada
    vez más las fronteras y así las identificaciones,
    pero esto no se corresponde con las necesidades humanas. Los
    hombres necesitamos identificarnos con algo, lo cual nos hizo ver
    que actualmente estas identificaciones se desplazan con gran
    fuerza, no
    tanto hacia las selecciones nacionales sino hacia los cuadros de
    fútbol en la interna de cada país. El fútbol
    es además un agente catalizador de perturbaciones de los
    miembros de la sociedad, pero como tal puede resultar riesgoso
    que abarque más de lo debido.

    La pregunta sería en donde se sitúa el
    punto de
    equilibrio entre lo que se desplaza hacia él y lo que
    se mantiene en los demás aspectos de la vida social. El
    lugar del mismo no puede establecerse artificialmente desde el
    exterior, evidentemente que los sistemas se autorregulan y
    cualquier tentativa de proponer una intervención que lo
    fije puede resultar ingenua o demagógica, más
    aún si lo visualizamos desde la perspectiva
    hologramática.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter