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CAPÍTULO
IV

ANATOMÍA
Y FISIOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS DEL CUERPO
HUMANO

RELACIONADOS CON LA
DACTILOSCOPÍA

4.1. La mano

Mano, es la porción terminal de los brazos o
extremidades anteriores de los seres humanos y de otros
primates, adaptada para asir. A veces, en otros
mamíferos y formas inferiores de animales, este tipo de
apéndices también se llaman manos para
distinguirlos de los pies de los miembros inferiores, pero las
manos verdaderas sólo aparecen en los
primates.

Aunque muchos mamíferos y otros animales tienen
apéndices de asimiento parecidos morfológicamente
a una mano (patas, garras, zarpas, etc.), estos no son
científicamente considerados como tales, y tienen otros
nombres variados. Usar el término mano para distinguir
la terminación de las patas delanteras de las traseras
es meramente un uso científico de
antropomorfización. El único caso donde
verdaderamente aparecen manos, es en el orden mamífero
de los primates. Las manos además deben tener pulgares
oponibles, descritos posteriormente en este
capítulo.

Los humanos tienen únicamente dos manos
(excepto en casos de polimelia), localizadas en los antebrazos.
En ocasiones se dice que los simios y monos tienen cuatro
manos, porque sus dedos de los pies son largos y con pulgares
oponibles, pudiéndolos usar en ocasiones como
manos.

4.1.1. Usos de las manos

El uso principal de las manos es el de tomar y
sostener objetos, de estos usos generales derivan muchos
más debido a la gran versatilidad de movimiento del que
es capaz la mano, así como de la precisión que
puede alcanzar en estos movimientos, ejemplos de estos usos de
las manos son: La mano y los dedos son los originales
"utensilios" para comer. La mano o las manos se utilizan en
costumbres y saludos. Con la mano se puede gesticular, e
incluso existen lenguajes de señas para la
comunicación con personas sordas o con problemas
auditivos.

Algunos gestos pueden ser especialmente obscenos, como
también ocurre con el lenguaje verbal, y un ejemplo es
el puño con el dedo corazón extendido, o con el
índice y meñique extendidos. La mano
también sirve como instrumento de medida. Una mano
extendida es un palmo, aunque su longitud es muy variable
según la persona.

Las personas invidentes pueden utilizar sus manos como
instrumentos de lectura mediante la escritura en Braille, en
esta escritura, la sensibilidad de los dedos entra en
acción ya que han de ser capaces de sentir los
pequeños surcos en el papel de los que se compone. Una
mano cerrada es un puño, y puede servir para golpear o
para sujetar objetos pequeños. Una mano cerrada con el
dedo índice extendido sirve para señalar o tocar
algo. También se puede sujetar un lápiz u otro
instrumento similar para escribir o dibujar. La escritura es
una actividad que realmente exige una gran precisión y
coordinación de los distintos músculos y
articulaciones que componen la mano.

Uno de los usos que más suele dársele a
las manos, es el de obtener placer físico. Asimismo, la
mano ha dado surgimiento a la regla de la mano derecha, que es
un convenio práctico empleado en Física y
Mecánica.

4.1.2. Anatomía de la mano

Sobre la anatomía de la mano humana podemos
decir que consiste en una palma central (metacarpo) de la que
surgen cinco dedos, está unida al antebrazo por una
unión llamada muñeca (carpo). Además, la
mano está compuesta de varios, músculos y
ligamentos diferentes que permiten una gran cantidad de
movimientos y destreza.

Huesos de la muñeca

La muñeca tiene ocho huesos (los huesos
carpianos), dispuestos en dos grupos de cuatro. Estos huesos
encajan en una pequeña cavidad formada por los huesos
del antebrazo, el radio y el cúbito. Los huesos de la
fila proximal son de fuera hacia dentro: el escafoides, el
semilunar, el piramidal y el pisiforme. Los huesos de la fila
distal son de fuera hacia dentro: el trapecio, el trapezoide,
el grande y el ganchoso.

 

Figura: Huesos del carpo, vista
dorsal.

Figura: Huesos del carpo, vista
palmar.

– Huesos de la palma

La palma de la mano tiene cinco huesos (los huesos
metacarpianos) uno por cada dedo.

– Huesos digitales

Las manos humanas contienen catorce dedos digitales,
también llamados falanges: dos en el pulgar, y tres en
cada uno de los otros cuatro dedos. Estos son:

  • La falange distal
  • La falange media
  • La falange proximal.

La mano tiene su evolución de organismos
interiores. La mano normal se divide en regiones. Las
articulaciones entre los huesos del carpo están
sostenidas por ligamentos anteriores, posteriores e
interóseos. Los espacios articulares están
comunicados entre sí y funcionalmente se comportan como
una unidad.

En función del tema que nos ocupa, estudiaremos
la mano examinando separadamente sus regiones, líneas y
crestas, pues de la misma manera que no hay dos dedos iguales,
no hay tampoco dos palmas ni regiones idénticas. Cada
dedo como cada mano y cada región tiene su
fisonomía y contiene, por lo tanto, elementos bastantes
para acreditar una identidad.

Necesariamente deberemos dividir la mano en regiones
atendiendo a las eminencias, surcos y plie

gues de la cara palmar y digital más
fácilmente impresionables. La siguiente figura hace un
esquema de las regiones de la mano.

Figura: Mano izquierda, vista
dorsal.

4.2. Los dedos

Dedos, formaciones alargadas múltiples finales
de la mano y el pie. A la región digital pertenecen los
dedos, cada uno tiene tres falanges, excepto el pulgar que
sólo tiene dos. Los apéndices movibles separados
los unos de los otros que se desprenden del borde inferior o
distal de la mano, llamados dedos, son órganos
esenciales de la aprehensión y del tacto.

En los casos normales son cinco, pulgar, índice
o indicador, medio, anular y auricular o meñique. Todos
estos dedos están constituidos bajo un mismo tipo
excepto el pulgar que presenta algunas particularidades
anatómicas. Cada dedo está formado por tres
columnas óseas llamadas falanges y que son sucesivamente
decrecientes. Las falanges se cuentan desde el borde inferior
de la mano hacia la extremidad libre. La falange donde
está la uña es la tercera. También pueden
llamarse falange, falangina y falangeta, en lugar de primera,
segunda y tercera. Al pulgar le falta la segunda falange o
falangina. El volumen de los dedos así como su longitud
varia en cada uno de ellos. El pulgar es el más grueso,
el auricular es el más delgado. El del medio, llamado
también cordial o del corazón, es el más
largo. Este orden longitudinal decreciente resulta muy
ventajoso para el examen de las impresiones planas o de control
en las fichas, lo que sirve para comprobar si ha habido fraude.
Tienen, como las manos, dos caras: una palmar o anterior y otra
dorsal o posterior.

Los dedos presentan tres eminencias separadas por
depresiones. Las depresiones están situadas entre las
eminencias y señalan las articulaciones o sea las
uniones de las falanges que conocemos vulgarmente con el nombre
de coyunturas. Las llaman superior o dígito palmar,
media e inferior. Las eminencias son los cuerpos de las
falanges. El pliegue superior o dígito-palmar es el
límite de la palma de la mano y la cara palmar de los
dedos. El inferior es el límite de la región que
llamamos del dactilograma.

4.3. La región
dígito-palmar

La región dígito-palmar está
situada en la parte inferior de la palma considerada la mano en
posición anatómica, es decir, con los dedos hacia
abajo y corresponde al espacio comprendido entre el pliegue de
flexión y el inferior. Esta región ostenta varias
eminencias y depresiones pertenecientes a las raíces de
los dedos.

La región central abarca el hueco de la mano y
está limitada por los pliegues inferior, tenar e
hipotenar. La región tenar pertenece al borde externo de
la mano y en ella tiene su asiento el dedo pulgar. La
región hipotenar se halla al lado opuesto de la tenar, o
sea en el borde interno y tiene por limites el pliegue
hipotenar y parte del inferior. La reunión de las
eminencias tenar e hipotenar forman lo que se llama
talón de la mano.

4.3.1. Los pliegues

Los pliegues falángicos son los que
corresponden a las coyunturas digitales. El pliegue
dígito-palmar es el de flexión de los dedos y
separa la región dactilar de la palma de la mano. El
pliegue inferior comienza por debajo de la raíz
auricular, bordea la región dígito-palmar y
termina generalmente entre los dedos medio e índice.
Este pliegue es el que en Quiromancia se llama línea del
corazón. El pliegue medio tiene su origen debajo de la
raíz del dedo índice, pasa por el centro o hueco
de la mano hasta perderse en la región hipotenar. En
Quiromancia se llama línea de la cabeza. El pliegue
tenar arranca confundido o muy próximo al pliegue medio,
entre el índice y el pulgar, extendiéndose
alrededor de este dedo hasta llegar a la muñeca. En
Quiromancia se llama línea de la vida. El pliegue
hipotenar comienza en o cerca del talón de la mano, se
dirige hacia el dedo auricular y termina, después de
atravesar o bordear la región hipotenar en la
región inferior. En Quiromancia se llama línea
hepática. Línea eje o Raya del Destino, como la
denominan los quirománticos, es aquella que principia,
como la anterior, en el talón de la mano y se dirige
más o menos recta hacia el dedo medio.

Las arrugas que aparecen en la piel de la mano y en
que la palmistería se basa para la predicción de
la suerte son simplemente debidas a las funciones
mecánicas a que se ven sometidas las manos y los objetos
por el uso. Sin embargo, una cuidadosa observación de
estas arrugas pueden ser útiles para el reconocimiento y
la identificación y no deben por completo
ignorarse.

Al describir una mano deben emplearse los
términos técnicos siguientes: el lado donde nace
el dedo pulgar se llama radial porque en este lado se halla el
hueso radio que es donde gira la muñeca sobre el
antebrazo. El otro lado se llama ulnar que es el hueso
principal del antebrazo y que forma la articulación
principal del codo. Cuando hay que nombrar los dedos hay que
referirse a ellos en relación con el lado del cuerpo, si
del lado derecho o izquierdo además de los nombres
genéricos de pulgar, índice, medio, anular y
auricular. Y en cuanto a las extremidades de la mano se
clasifican de acuerdo con su distancia al cuerpo, tronco o
muñeca. Así se le llama distal a la extremidad de
los dedos, o sea la parte correspondiente de los dedos y
próxima en sentido inverso. En igual forma se emplean
los términos dorsal y palmar para señalar el
dorso o la palma de la mano.

4.4. La piel

Piel, en anatomía, es la parte del organismo
que protege y cubre la superficie del cuerpo y se une, sin
fisuras, con las membranas mucosas de los distintos canales
(por ejemplo, el canal alimenticio) en los distintos orificios
corporales. La piel forma una barrera protectora contra la
acción de agentes físicos, químicos o
bacterianos sobre tejidos más profundos, y contiene
órganos especiales que suelen agruparse para detectar
las distintas sensaciones, como el sentido del tacto, la
temperatura y el dolor. Cumple un papel importante en el
mantenimiento de la temperatura corporal gracias a la
acción de las glándulas sudoríparas y de
los capilares sanguíneos. En la regulación de la
temperatura corporal participan los 4,5 m de capilares
sanguíneos contenidos en cada 6,5 cm2 de
piel.

La piel es un órgano viviente, el más
grande del cuerpo (pesa entre 1'8 y 2'7 kilogramos), que cambia
constantemente, respira y necesita ser cuidado y atendido toda
la vida. Es la mediadora entre la parte interna y externa del
cuerpo y está constituida por elementos básicos
que se deben conocer para aprender a tratarla.

La piel está cubierta por una mezcla de sudor y
de sebo, que es la película hidrolipídica que
constituye la primera barrera defensiva contra las agresiones
externas y fricciones exteriores al limitar el desarrollo de
las bacterias gracias a su acidez. Esta fina emulsión
también mantiene el grado de hidratación
cutánea y le otorga a la piel su aspecto aterciopelado.
La piel está constituida por tres capas
esenciales:

La Epidermis, que es la capa superficial, la primera
barrera de protección del organismo. Es visible, y por
lo tanto es la que sufre mayor irritación y deterioro,
sin embargo se regenera constantemente, aunque no se perciba,
por medio de un proceso llamado descamación, en el cual,
las células muertas y viejas se caen para dar lugar a
las células nuevas. No posee vasos sanguíneos.
Tiene entre sus funciones dos muy importantes: mantener la
hidratación y la protección de la
radiación solar, así, la piel trabaja todo el
tiempo para defenderse del exterior. Está constituida
por distintas capas de células perfectamente
estratificadas y no contiene vasos
sanguíneos.

La capa superficial, la capa córnea,
está constituida por células que contienen
queratina y que se eliminan continuamente al exfoliarse. Estas
células han pasado por una maduración desde la
capa más profunda de la epidermis hasta la más
superficial. Va perdiendo su núcleo y volverse planas,
formando finalmente capas finas que se descaman. Durante esta
evolución de la célula va ascendiendo por la
epidermis a través de diferentes estratos. Estos son:
estrato Basal, estrato de Malpighio, estrato Granuloso, estrato
Lúcido, y estrato Corneo. El espesor de la capa
córnea varía según las distintas partes
del cuerpo. La más gruesa es aquella que cubre la palma
de las manos y la planta de los pies, debido a los roces y
otros tipos de fricciones. En cambio, la piel que cubre las
mucosas no contiene queratina y, por lo tanto, no tiene capa
córnea.

La capa profunda de la epidermis, que está
constituida por células germinativas, asegura la
renovación continua de la capa córnea,
después de la ascensión y de la maduración
celular. Se requieren entre cuatro y seis semanas para que la
epidermis se renueve en su totalidad. En la parte profunda de
la epidermis, se encuentra igualmente otro tipo de
células especializadas. Son los melanocitos. De ellas
depende el color de la piel, ya que son las células que
fabrican la melanina. Este pigmento se encuentra en mayor
cantidad en las pieles oscuras que en las pieles
claras.

4.4.1. Capas de la piel

a.) La epidermis

El espesor de esta región varía
según el sitio estudiado, siendo más compleja y
más gruesa en la planta del pie y en la palma de las
manos, donde alcanza un espesor de 1,5 mm. Su epitelio es
pluriestratificado (5 capas o estratos celulares) y está
compuesto por láminas de keratina. Los keratinocitos son
reemplazados por medio de la división (mitosis) de las
células basales (regeneración). Esta capa de la
piel también contiene células con pigmentos
llamadas melanocitos, que son los que dan el color a la piel,
células de Langerhans con funciones defensivas y
células nerviosas con funciones hormonales
(células de Merkel). No posee vasos
sanguíneos.

b.) La dermis

Es la capa que se encuentra debajo de la epidermis,
tiene un espesor de cuatro milímetros aproximadamente, y
es la que da elasticidad y tersura a la piel. Contiene
numerosos vasos capilares, sanguíneos y
linfáticos que aportan nutrientes, receptores
sensitivos, glándulas sebáceas, folículos
pilosebáceos y glándulas sudoríparas que
trabajan en conjunto.

La dermis es el tejido de sostén de la piel.
Sus células especializadas, los fibroblastos, fabrican
fibras de colágeno y de elastina. Las fibras de
colágeno otorgan la firmeza y la resistencia de los
tejidos al formar una trama densa organizada en haces. Las
fibras de elastina, que son más finas, le dan a la piel
su elasticidad. Progresivamente se vuelven rígidas y
desaparecen aproximadamente después de los 45
años de edad. Estas fibras se encuentran en un gel rico
en ácido hialurónico y formado también por
mucopolisacáridos y ácido
condroitinsulfúrico. Las fibras se presentan en forma de
malla. Este ácido interviene en la hidratación de
la piel al fijar moléculas de agua. La dermis contiene
igualmente numerosos vasos sanguíneos que nutren la
epidermis profunda y participan de la regulación
térmica.

c.) La hipodermis

Es la capa más profunda de la piel, conocida
también como tejido subcutáneo, que contiene
numerosas células de grasa y está cubierta por
una densa red de vasos sanguíneos, por lo tanto es la
capa adiposa del organismo. Está conectada con los
órganos profundos y compuesta por fibras, venas y
adipocitos. Protege la piel de agresiones, pero también
actúa como reserva de energía. Representa la
reserva energética más importante del organismo
gracias al almacenamiento y a la liberación de
ácidos grasos.

Sus células grasas, los adipocitos, son
células voluminosas. El núcleo aplanado de estas
células está pegado en la periferia por una gota
de lípido. Los adipocitos se distribuyen de manera
distinta en la mujer y en el hombre. En las mujeres, los
adipocitos predominan en la zona de los glúteos y de los
muslos. En los hombres, se encuentran más bien en la
zona abdominal. En la hipodermis, se encuentran las
glándulas sudoríparas y los folículos
pilosos a los que están unidas las glándulas
sebáceas.

La piel está conectada al sistema nervioso y a
todas las emociones, es un órgano sensorial, por lo que
todos los sentimientos y el estado de salud se ven reflejados
en ella. La piel cubre la totalidad de la superficie del
cuerpo. En ciertos territorios cutáneos se desarrollan
formaciones apendiculares especiales, los pelos y las
uñas, y además numerosos órganos
glandulares; las glándulas sudoríparas y las
sebáceas.

El sentido del tacto tiene un asiento en la piel, la
que podemos llamar en conjunto, órgano del tacto.
También actúa como órgano protector del
cuerpo y como órgano respiratorio. Tiene un peso
aproximado de unos cuatro kilogramos, dos metros cuadrados de
superficie y aproximadamente un tercio de la sangre circulante
esta contenida en ella.

La piel tiene una importancia enorme en las
investigaciones de la Criminalística. Tiene una cantidad
tan importante de elementos anatómicos en que se puede
fundar la identificación personal que la hacen de un
interés enorme en la determinación de la
identidad.

Anatómicamente la piel está formada de
dos partes principales, una proviene de la hoja germinal
externa y está formada por un epitelio
poliestratificado: la epidermis; y la otra, colocada debajo, es
una formación conjuntiva de origen mesodérmico:
la dermis.

En esta se puede reconocer a su vez una capa
superficial sólida y compacta, el Corión, que se
une directamente a la epidermis, y otra más profunda y
de constitución más laxa, el tejido conjuntivo
subcutáneo, que une el corión con los
órganos profundos, como por ejemplo los músculos
y los huesos.

El límite entre la epidermis y la dermis no es
de ordinario regularmente plano, sino que la dermis presenta
elevaciones cónicas, piramidales, etc.; las papilas,
sobre las cuales se dispone la epidermis. Las papilas, desde el
punto de vista de su estructura, unas veces son vasculares, que
son también las más numerosas, y otras nerviosas.
Las papilas nerviosas de las yemas de los dedos, palmas de las
manos y plantas de los pies, presentan en su vértice un
corpúsculo del tacto.

En la dermis o corión se funde y graba el
diseño papilar que nos sirve para la
identificación personal. Aún cuando la epidermis
se altere o se descame superficialmente, el dibujo de las
crestas cutáneas se reproduce en idéntica forma o
como estaba antes el diseño, es decir, se encuentra
igual cuando se verifica el "restitutio and
integrum".

La coloración de la piel se debe a dos causas:
la materia colorante roja de la sangre que circula por las
redes capilares y que a través de la epidermis se
transparentan, y las granulaciones del pigmento
melánico, que están depositadas principalmente en
las células epiteliales de la capa profunda de Malpighi.
De la carga del pigmento melánico resultan los distintos
colores de la piel en las diferentes razas humanas.

La piel posee, entre sus elementos constituyentes, una
serie de pequeños aparatos nerviosos que recogen las
impresiones táctiles. La piel por su espesor y
resistencia es un aparato de protección, y, si
añadimos a ellas las uñas y pelos, todavía
más eficaz.

Figura: Estructura de la piel
humana.

Las glándulas que entran en la
constitución de la piel son numerosas, las
glándulas sebáceas y las sudoríparas
desempeñan un papel principalísimo en la
excreción, a través de las cuales se eliminan los
materiales de desecho de las combustiones
orgánicas.

4.4.2. Tipos de piel

Hay varios tipos de piel, esta condición tiene
relación con la mayor o menor sudoración de un
individuo en relación a otro. Los principales tipos de
piel son:

  1. Piel Normal: Es una piel con secreciones
    equilibradas tanto sudoral como sebácea, una piel
    elástica, flexible y resistente.
  2. Piel Seca: Puede ser que tenga una pérdida
    de agua o de grasa, tiene un aspecto apergaminado (que a
    simple vista se ve acartonado), con irritaciones y
    telangiectasias (dilatación de los vasos capilares).
    Las arrugas de expresión a menudo están
    marcadas, es una piel fina, poco elástica y poco
    suave.
  3. Piel Seca Alípica: Tiene una falta de
    secreción sebácea y sudoral pero principalmente
    falta de grasa, de aspecto seco, opaco y reacciona mal a un
    exceso de sol, aire o productos agresivos.
  4. Piel Seca Deshidratada: Tiene una carencia de agua
    debido a factores internos como la edad y externos como el
    viento, aire, etcétera, es una piel sensible, sin
    brillo, mate y tiene un aspecto marchito.
  5. Piel Grasa Normal: Tanto la secreción
    sudoral como sebácea son abundantes, pero siempre
    tendrá más grasa. Es una piel brillante, con
    poros dilatados y comedones. El aspecto es el de la piel de
    una naranja.
  6. Piel Grasa Deshidratada: Tiene una secreción
    sebácea abundante con pérdida de agua, se
    descama con facilidad, es brillante y se irrita muy
    fácilmente.
  7. Piel Asfíctica: Viene dada por un
    hiperfuncionamiento de las glándulas
    sudoríparas, un exceso de queratinización por
    la aplicación de cosméticos, rica en
    lípidos.

Figura: Imagen de piel normal y
alterada.

4.4.3. Órganos anexos en la
piel

a.) Glándulas sebáceas

Se encuentran en todo el cuerpo menos en las palmas de
las manos y las plantas de los pies y otras regiones limitadas.
Segregan un líquido espeso, aceitoso, que sirve para
suavizar la parte superior de la piel y mantenerla
húmeda, evitando la evaporación de agua y la
absorción de ciertas materias dañinas.

b.) Glándulas
sudoríparas

Están contenidas en la parte profunda de la
piel y existen en toda ésta menos en los labios y
párpados. El número total de dichas
glándulas se calculan en unos dos millones. Se componen
de tres partes: el poro, que comunica la glándula con el
exterior, el conducto y el glomérulo.

La secreción de las glándulas
sudoríparas es el sudor, líquido claro,
ligeramente salado y cuyo olor varia según los
individuos y las distintas regiones del cuerpo. Está
formado por agua y por substancias perjudiciales para la salud,
como ácido úrico, urea y cloruro de sodio. El
sudor se produce en el glomérulo y sale por el conducto
hasta el exterior. La cantidad es de unos 600 gramos diarios;
pero varía con el ejercicio, el calor de la
atmósfera, algunas bebidas, ciertos
alimentos.

Figura: Glándula
Sudorípara.

El sudor es cuanti y cualitativamente diferente
durante el juego, el trabajo, el delito, etc. También
puede presentar una coloración azul, amarillo, rojo,
verde, etc., debido a absorciones determinadas. Todo esto hace
que el sudor sea de una importancia extraordinaria en la
dermopapiloscopía y en general, en la
Criminalística.

Es, pues, la piel, elemento de un valor extraordinario
en las investigaciones criminales, pues toda la piel se
investiga, estudia, analiza e identifica, brindándonos
un amplio campo de estudio y aportando datos y detalles que
constituyen el más franco éxito de la
investigación.

Dice Dambolena en su obra Genética
Dactiloscópica, lo siguiente: "La dermis o corión
es la capa profunda y fundamental de la piel. A ella se debe su
resistencia y elasticidad, así como su cualidad de
membrana sensible puesto que allí es donde se diseminan
los aparatos terminales del tacto. Su cara superficial
está en relación con la epidermis y se halla
erizada de una multitud de pequeñas prominencias
(papilas) que se forman en la palma de la mano y en la planta
de los pies". Por aparte, refiriéndose a la epidermis
dice: "La epidermis comprende a su vez dos caras: una cara
exterior o lámina cornea superficial; una cara profunda
o cuerpo mucoso de Malpighi. La capa córnea está
formada por una envoltura de células epiteliales
muertas, planas y disecadas que se desprenden incesantemente;
son renovadas de tal manera que la epidermis no se destruye.
Esta membrana es semitransparente. El cuerpo mucoso de
Malpighi, subyacente, está constituido por
células vivas y redondas siempre dispuestas a
multiplicarse. Este cuerpo es especialmente el encargado de
proveer el reemplazo de las células planas o muertas de
la capa superficial. Estas células encierran,
además, el pigmento que da a la piel su
coloración, variable, según las razas. El espesor
de la piel varía según los individuos y en el
mismo sujeto, según las regiones. Muy delgada en algunos
puntos, los párpados por ejemplo; es muy gruesa en
otros, como en las palmas de las manos y la planta de los pies,
en donde su espesor parece aumentar con el roce que
experimenta. El espesor de la piel oscila, en general de medio
a dos milímetros, siendo de tres en la palma de la mano
y en la planta de los pies."

4.5. Aspectos fisiológicos particulares de
la piel de las manos

4.5.1. Las papilas

La forma de las papilas es de lo más variado
tan pronto cónicas, hemisféricas o piramidales,
ya simulando una pera, una verruga o una cresta de cima a
menudo bifurcada. Esta extrema variedad de conformación
es la causa principal de los numerosos detalles que presentan
las líneas papilares estudiadas con la lupa; ella es, en
último análisis, el verdadero factor de la
diferencia individual, puesto que de la yuxtaposición de
las papilas tan innumerables como variadas en forma, resultan
estas curiosas combinaciones de relieves y surcos
cutáneos que dan a cada pulpa digital un aspecto
distinto y tan personal.

El número de papilas podemos calcularlo
alrededor de unas 36 por cada milímetro cuadrado, y su
tamaño va desde los 55 a los 225 milésimas de
milímetros de alto, existiendo varios tipos: grandes,
pequeños, medianos y compuestos.

Figura: Particularidades de la
piel.

Las papilas dérmicas, denominadas
también papila dactilar o digital fueron descubiertas
por Malpighi en el año 1664. Con respecto a la
época de su aparición dice el Dr. Sislán
Rodríguez: "Sobre la época de la aparición
no existe una fecha fija". Mientras que Blaschko
constató que la formación de las papilas comienza
en la dermis a partir del quinto mes para llegar a la epidermis
totalmente formada al comenzar el séptimo. Kristina
Bonnevie, afirma: "He podido comprobar que la ondulación
papilar comienza a manifestarse no a fines del cuarto mes, como
se creía anteriormente, sino desde mes y medio antes, en
el embrión que solo mide cuatro centímetros del
vértice al isquion."

En el sitio en que los tres sistemas de
ondulación se encuentran, se forman los deltas de los
torbellinos o verticilos y de los bucles o presillas, en tanto
que la formación de los arcos presupone, desde el
principio, una ondulación papilar continua de toda la
superficie del dedo. Es posible seguir muy de cerca este
proceso sobre series de cortes transversales de dedos
pertenecientes a embriones de tres o cuatro meses. Se constatan
asimismo diferencias notables entre los embriones. Es posible
distinguir muy bien los tipos de arcos y los tipos de
verticilos o los de presillas, en razón de espesamiento
de su epidermis: otros embriones tienen un esbozo papilar de
doble centro.

Las glándulas sudoríparas funcionan en
el cuerpo del hombre a partir del cuarto mes de la vida
intrauterina y poco más tarde habría comprobado;
asimismo se ha determinado que la presencia de algunos tramos
papilares ocurre en cuanto se forman las glándulas
sudoríparas del ser en formación. Al quinto mes
de gestación, las papilas comienzan a dibujarse en el
dermis; al sexto mes los surcos se acusan y poco tiempo
después aparecen las pequeñas depresiones que
segmentan en papilas las crestas dactilares. En el curso del
séptimo mes se muestran las líneas transversales
de la base de la falange, y, desde ese momento, la piel ofrece
un aspecto definitivo.

Detalle más interesante: las sinuosidades
papilares no se desarrollan todas a la vez en la superficie de
la piel. Su dibujo se esboza en la extremidad angular de la
falange, luego se muestra en los bordes laterales del dedo y
extendiéndose de la periferia al centro alcanza en
último término el torus táctil. Pero no
hay allí, en realidad, un desarrollo en superficie,
porque los relieves epidérmicos se acusan en la piel
sucesivamente. Como se puede advertir en un corte
microscópico dado una de las sinuosidades papilares
emerge del dermis y levanta la epidermis
individualmente.

Si esta última comprobación, que
debería ser controlada por medio de cortes en serie
sobre varios individuos, fuese exacta, habría que
deducir de ello que la figura papilar es esencialmente
individual, realizada de acuerdo con un plan embrionario
prefigurado; y, por tanto, sería su constitución
en absoluto independiente de las condiciones del medio y de las
influencias locales, susceptibles de actuar sobre la
conformación exterior de los dedos hacia el sexto mes de
la vida intrauterina.

Algunos especialistas sostienen que cada una de las
sinuosidades papilares que emergen del dermis y levanta
individualmente la epidermis, parece manifestar la fuerza
original de la vida individual; cada germen de vida parece
contener en potencia una forma determinada que no podrá
dejar de revertir en uno u otro punto de su desarrollo. Y el
milagro de las imágenes papilares consiste en revelarla
en su única singularidad.

4.5.2. Las crestas papilares

Veamos ahora cómo están formadas las
crestas papilares de las yemas de los dedos de la mano. Desde
el punto de vista de su histología y de su
morfología el asiento de la impresión dactilar
está emplazado en la superficie externa de la piel de la
última falange de los dedos de la mano y la constituyen
los dibujos formados por las líneas
papilares.

Dice José Jiménez Jerez en su obra
Análisis Quiropapilar, lo siguiente: "Si observamos
detenidamente cualquiera de las regiones de la cara palmar en
la mano, descubriremos una infinidad de líneas en
relieve de lomo redondeado, sembrada de puntillos glandulares
que surcan toda su superficie en diversas direcciones, desde la
muñeca hasta la cúspide de los dedos, formando
dibujos que, en ciertos lugares, como las yemas y en la
región dígito-palmar, toman las formas más
variadas".

Estas líneas en relieve se llaman crestas
papilares y los espacios que las separan reciben el nombre de
surcos interpapilares. Las crestas papilares son los elementos
componentes de los dactilogramas, por lo que empezaremos a
clasificarlas tomándolas como punto de partida para
emprender los análisis de las impresiones
dactilares.

Los dibujos dactilares están formados por
líneas, las crestas papilares, que a simple vista
parecen ininterrumpidas, pero mejor observadas, se nota que son
discontinuas, se interrumpen por pequeños orificios
llamados poros, que siguen la directriz de la
línea.

Dambolena describe así las formaciones de las
líneas en la dermis: "Se inicia la línea en uno
de los lados del dedo con la primera papila y a
continuación de ella se colocan las subsiguientes que
van creciendo de abajo hacia arriba formando cadena, a medida
que se desarrolla el nervio táctil o los vasos
sanguíneos. Alineados en la misma forma entre papilas
pasan los canales excretores del sudor, que atravesando la
dermis y la epidermis van a abrirse en la superficie de la
piel. Del mismo modo y yuxtapuestas a la anterior se van
formando las líneas sucesivas".

Si la línea está formada por una
sucesión de papilas simples sigue ininterrumpidamente
hasta que una papila compuesta, llega a interrumpirla. Como la
papila compuesta tiene dos cúspides, la línea a
partir de allí se bifurca en dos líneas nuevas,
lo que da lugar al nacimiento de todas las formas diversas de
líneas que se observan en el dactilograma. Estas son las
crestas papilares.

Las líneas papilares que cubren toda la falange
del dedo no se distribuyen en un desconcierto absoluto, dice el
doctor Sislán Rodríguez, por el contrario, a
pesar de ser todos los dibujos diversos, obedecen a formas de
distribución de las líneas semejantes, que han
permitido a la dactiloscopia agruparlos en un número de
tipos, que son los básicos empleados, más tarde,
en la organización de los ficheros.

El Dr. Sislán Rodríguez, en sus
conferencias dictadas en la Universidad de La Plata, Argentina,
ha afirmado: "lo que ha dado valor de signo natural
inconfundible y único a la impresión digital ha
sido el descubrimiento", y el escritor de policía
científica, Galdino Ramos, calcula que tardarían
4,660,337 siglos para que naciera un hombre con sus dibujos
dactilares iguales a otro que hoy viviera.

A la Academia de Ciencias de París fue
presentada una información por el Dr. V. Balthazar, y
publicada en The Scientific American el 19 de agosto de 1911, y
según la cual el examen de gran numero de huellas
demostraron que cada una posee, por término medio, un
centenar de marcas individuales. Si se divide la superficie de
la huella en 100 cuadrados, cada uno de ellos contiene una
marca por regla general, rara vez dos y excepcionalmente tres o
más. Cada dos huellas cualesquiera difieren por la
naturaleza de sus marcas o por la situación de estas
marcas en los 100 cuadrados el número posible de
comunicaciones correspondientes a las distinta marcas se
representa aproximadamente por el numero uno seguido de 60
ceros.

El numero de seres humanos existentes hoy es
aproximadamente de 6,000 millones de personas, y la
duración media de cada generación es de un tercio
de siglo, por lo cual se puede calcular en 18,000 millones de
personas por siglo. Como cada una tiene 10 dedos sería
posible coleccionar 180,000 millones de huellas en un siglo. De
todo lo cual resulta que teóricamente, sólo se
podrían encontrar dos huellas idénticas en un
espacio de siglos representado por la cifra 1 seguida de 48
ceros, período mucho más largo que el que los
astrónomos calculan que puede existir el sol sin
apagarse o enfriarse.

Las coincidencias parciales son más
fáciles de encontrar. La teoría de las
probabilidades demuestra que basta examinar 16 huellas, por
término medio para hallar coincidencias en dos marcas: 3
coincidencias se observan en 64 huellas; 4 en 256; 5 en 1,024;
6 en 6,144; y 7 en 43,008. Estos curiosos datos nos dan la idea
que es imposible el que haya dos impresiones dactilares iguales
de distintas personas.

Todo el dibujo dactilar, líneas y poros,
permanecen inalterables desde los cien días, más
o menos, de la vida intrauterina del feto hasta la
descomposición de los tejidos por la muerte. Si estos se
conservan, como han sido observados en momias
antiquísimas, tampoco desaparecen. Los
científicos aún no se han puesto de acuerdo con
respecto al uso de las crestas papilares. Se ha dicho por
algunos que su función es elevar las bocas de los
conductos a manera de facilitar la descarga del sudor y
también para ayudar al sentido del tacto.

   

Figura: Dibujos de crestas
papilares.

4.5.3. Las crestas subsidiarias

Entre cresta y cresta aparecen comprimidas unas
crestas mucho mas finas que las demás y tan delgadas
como un cabello, y que deben su origen a pequeñas
papilas mucho más delgadas y menos altas que las otras.
Estas crestas se denominan crestas subsidiarias.

Pueden aparecer en un dactilograma y en otro no; todo
depende del grado de presión que se haga tanto al
entintar como al imprimir el dedo. Es por esto que no deben
tenerse en la cuenta de las crestas.

4.5.4. Los surcos papilares

Los surcos papilares son los espacios existentes entre
dos crestas papilares. Al imprimir un dedo con una materia
colorante, se reproducen en el papel las crestas como si fuera
un gomígrafo, mientras que los surcos papilares, que son
los espacios entre las crestas, quedan en blanco.

4.5.5. Las líneas blancas

También en las impresiones dactilares
observamos unas líneas blancas que no son surcos
papilares ni puntos característicos. Estas líneas
blancas fueron estudiadas primeramente por el doctor Luis Reyna
Almandos. El fue uno de los primeros en estudiar las
líneas que cruzan las crestas en diferentes lugares y
posiciones y las bautizó con el nombre de líneas
blancas o rayas albo-dactiloscópicas.

Hasta ahora es desconocido el origen de las
líneas blancas, han aparecido en impresiones dactilares
de niños de meses y han faltado en impresiones
dactilares de ancianos. Se ha comprobado que no se deben al
tipo de trabajo profesional, ni se les pueden confundir con
cicatrices o arrugas. Son más comunes en personas
viejas. Tienen forma de surcos profundos y por lo tanto son
más visibles que las crestas. Pueden ser rectas,
quebradas, perpendiculares, gruesas y finas. Son raras en el
dedo índice y más profusas en los
restantes.

No son perennes ni inmutables; cambian de
posición y de tamaño y llegan a desaparecer
totalmente; por lo tanto su valor identificativo es secundario.
Otros autores se han ocupado de su estudio tales como Aurelio
Domínguez en 1929; L. Lerich y el Dr. Oliveira e
Costa-Junios.

4.5.6. Los Poros

Si se observa detenidamente una línea o cresta
papilar en un dibujo podemos comprobar que lo que a simple
vista da la sensación de una línea interrumpida,
no son más que líneas discontinuas interrumpidas
por unos pequeños orificios llamados poros que siguen la
directriz de la línea.

El poro es la boca u orificio de las glándulas
sudoríparas que nacen en la dermis y llegan hasta la
epidermis, y esa boca, llamada poro, tiene la función de
segregar el sudor derramándolo en la superficie de la
piel. Los poros tienen distintas formas: los hay en forma de
ojiva, circulares, de triángulos, curvilíneos,
elípticos, etc. Vistos por el microscopio se puede
apreciar que sus formas no son iguales, ni semejantes unos a
otros. El tamaño de los poros no es uniforme, y en el
hombre, por lo regular, son mayores que en las mujeres. Su
diámetro oscila entre 80 y 250 milésimas de
milímetro. Su posición en la cresta papilar
varía, estando unas veces situado en el centro de la
cresta, otras en un costado; a veces en el asa, o bien ocupando
toda la extensión, y muchas veces aparecen separados por
espacios más pequeños que su propio
diámetro. También suelen estar separados por
distancias superiores al tamaño de varios
diámetros o agrupados formando triángulos, etc.
Su número varía, oscilando entre 9 y 8 por
milímetro.

El poro, al igual que la papila, es inmutable, perenne
y variable. Luego por su forma, dimensión,
situación y numero podemos asegurar que resulta de un
valor identificativo de primer orden.

La poroscopía, en estado
experimentación, y que a la fecha aún no ha
logrado sistematizarse, estudia la terminación de los
canales secretores de las glándulas sudoríparas
como medio de identificación

Figura: Descripción del
poro.

4.6. Aspectos fisiológicos del sudor humano
y su relación con el estudio de dactilogramas
latentes

Como preámbulo podemos decir que la
vaporización también llamada transpiración
o perspiración insensible, que se produce constantemente
a través de la piel, fue y ha sido durante el transcurso
de la historia uno de los problemas más antiguos que ha
planteado la medicina al razonamiento y conocimiento humano.
Desde los tiempos del famoso médico griego
Hipócrates, catalogado como el padre de la medicina, se
sabía que había un mecanismo por el cual el
organismo del ser humano eliminaba sustancias en forma de
vapor, a través de la piel.

El sudor es un líquido compuesto por agua,
sales minerales y toxinas. Conforme al Diccionario de la Real
Academia Española de la Lengua, el sudor es el
líquido claro y transparente que segregan las
glándulas sudoríparas de la piel de los
mamíferos y cuya composición química es
parecida a la de la orina.

El sudor está producido por las
glándulas sudoríparas, que se encuentran situadas
en el tejido subcutáneo, en la epidermis. La
sudoración es un fenómeno fisiológico
destinado a mantener estable la temperatura corporal. Mediante
la evaporación del sudor se consume el calor sobrante
del cuerpo. Un estímulo que ayuda a mantener el proceso
sudorativo durante la evolución, es la sensación
de frescura que produce el contacto del sudor con el aire en
movimiento. También, al estar compuesto de toxinas,
sirve para la eliminación de sustancias nocivas para la
salud. La secreción del sudor se produce a raíz
del aumento de temperatura causado por el ejercicio, miedo,
dolor, nervios, etc.

Los conceptos referentes a este fenómeno
figuran en la doctrina o sistema de Galeno, célebre
médico griego de Pérgamo que practicó con
gran fama en Roma. Estos autores señalan que "una
perspiración o transpiración insensible, o sea,
vapores disueltos por la temperatura del cuerpo, eran vertidos
continua y uniformemente por toda la superficie corporal y que
esa eliminación ocasionalmente podía ser
incrementada y tomar la forma de un fluido o líquido: el
sudor".

Al respecto, tenemos que las glándulas
sudoríparas fueron descubiertas por Johannes Purkinje en
1833, fecha desde la cual la transpiración insensible y
la secreción sudoral han sido temas que hasta hoy en
día son inseparables. Después de que diversos
estudiosos de la materia, hicieron diversos trabajos sobre
estos temas, aparece un paréntesis en la historia de la
investigación médica, donde la euforia por este
terna se ve disminuida, y no es hasta que un investigador
japonés llamado Yas Kuno y setenta y cinco
colaboradores, continúan con dichos trabajos sobre la
transpiración insensible humana, sus investigaciones
arrojan resultados nunca obtenidos, ya que de ésta se
fundamentan los conocimientos primarios en fisiología
humana del sudor. "La importancia e interés del asunto
estimularon las indagaciones en otros países y en el
transcurso de una década siguieron meritorios trabajos
experimentales".

Fisiológicamente se sabe en la actualidad, que
el agua como sistema biológico, tiene como
función principal mantener el calor o la temperatura
corporal óptima necesaria, de no ser así, se
activa el mecanismo por el cual se suda y se pierde este exceso
de calor. Vemos entonces que la pérdida de calor
corporal es un proceso constante en la vida ordinaria del ser
humano y que por su extrema variabilidad, resulta entonces un
efectivísimo proceso dinámico por el cual la
regulación de la temperatura corporal va de acuerdo con
las necesidades más urgentes de la economía
corporal.

Tenemos por otro lado que la temperatura corporal es
controlada adecuadamente cuando las glándulas
sudoríparas vierten una cantidad considerable de agua
sobre la superficie de la piel. Las glándulas
sudoríparas parecen ser las primeras en aparecer en la
piel de ciertos mamíferos. "En el curso de la
evolución, la tasa de secreción aumenta
paulatinamente hasta sobrepasar la actividad de otras
glándulas y producen una enorme secreción acuosa.
Este es el único desarrollo en la evolución de
las glándulas."

Por otra parte parecerá un tanto extraño
que sólo algunas especies de mamíferos
estén dotados de glándulas sudoríparas
bien desarrolladas. "El desarrollo de las glándulas
sudorales y de los aparatos nerviosos anexos, que constituyen
el aparato termorregulador fueron logrados por el hombre desde
que alcanzó la cúspide del reino animal por su
habilidad para mantener constante la temperatura de su
cuerpo."

Ahora bien, los doctores Rafael Santiago Carmona e
Israel Castellanos en la obra "El Sudor en
Criminalística", dicen que además del control de
la temperatura, la sudoración tiene otras funciones que
fueron importantes para nuestros antecesores. En efecto, hay
pruebas de que las glándulas sudoríparas y el
sistema nervioso de las mismas, evolucionaron durante el
período de aclimatación de los grupos
étnicos. Esto explica el por qué el organismo de
un individuo acostumbrado a una temperatura ambiente templada,
al cambiar a una temperatura de cálida a extrema, su
organismo reacciona eliminando más calor de lo normal
que un individuo nativo de ese clima.

Por otra parte nos dice el Dr. Bernardo A. Howsay en
su libro Fisiología Humana en el apartado de la piel y
sus anexos, que "la sudoración se produce de manera
especial cuando el cuerpo necesita desprenderse de una cantidad
de color. Cuando se evapora el sudor, la pérdida de
calor latente ayuda al mantenimiento del equilibrio
térmico y desempeña una función
especialmente importante en algunos climas cálidos en
donde la pérdida de calor no es fácilmente viable
por otros mecanismos como lo son la convección,
conducción o la radiación."

"Los dos mecanismos más importantes de que
dispone el organismo para provocar la pérdida de calor,
la vasodilatación cutánea y la secreción
de sudor están funcionalmente en íntima
correlación. Se ha podido comprobar que cuando se
activan las glándulas sudoríparas ecrinas,
éstas producen una enzima relacionada en la
síntesis de la bradiquinina que aparece en el sudor de
éstas glándulas. Esta enzima se difunde de los
túbulos de las glándulas sudoríparas hacia
el exterior, es decir, hacia el espacio tisular circundante,
donde cataliza la producción de bradiquinina, la cual es
un poderoso vasodilatador de los vasos circundantes al ponerse
en contacto con ellos. Esta hipótesis anula la necesidad
de postular la existencia además de las conexiones
vasoconstrictoras que inervan a los vasos sanguíneos
epiteliales de un grupo distinto de nervios
vasodilatadores".

Tenemos por otra parte que en la obra de
Fisiología Humana del Dr. Schmidt, menciona que el
organismo humano adecua su función termorregulador a
través de mecanismos como la radiación, la
conducción, la convección, todo esto dado desde
la piel; igualmente menciona que la función antes
anotada también se da por el calentamiento y la
humidificación, por la transpiración o
perspiración insensible, así como por medio de la
orina y las heces.

4.6.1. Mecanismo fisiológico por el cual se
pierde calor a través del sudor

Al mencionar el sudor, es importante hablar
también de las glándulas sudoríparas, ya
que en el hombre existen dos tipos de estas glándulas,
las cuales son las ecrinas y las apocrinas; en las primeras, la
secreción se forma en células secretoras que se
descargan de la misma sin sufrir destrucción alguna, es
decir, sin pérdida de ningún constituyente
celular. "En las glándulas apocrinas, se rompen las
protuberancias del interior del lumen, descargándose
continuamente con la secreción. Las glándulas
ceruminosas del conducto auditivo externo son semejantes a las
apocrinas y segregan un producto céreo."

"Las glándulas ecrinas se distribuyen por toda
la superficie de la piel y son especialmente abundantes en la
palma de la mano y planta de los pies, están formadas
por tubos simples, enrollados, no ramificados, situados en el
tejido subcutáneo, dirigen sus conductos a través
de la piel, mediante unos canales de forma espiral que perforan
la epidermis. La porción secretora del tubo consiste en
una membrana basal alineada con una doble capa de
células de las cuales las más internas son
cúbicas y representan la sección secretora
propiamente dicha. Entre las células secretoras y la
membrana basal existe una capa de células
mioepiteliales. El canal de la glándula posee un
epitelio que consiste en dos o tres capas de células que
presentan un revestimiento cuticular interno bien definido,
pero carece por completo de capa muscular. Alrededor de cada
glándula sudorípara existe un plexo vascular muy
ramificado, se supone que en la totalidad del cuerpo existen
unos dos a cinco millones de glándulas capaces de
secretar sudor." Estas primeras apreciaciones de contabilidad
glandular se empiezan ha efectuar desde el año de 1956
por el Dr. Kuno en Alemania.

"Las glándulas apocrinas segregan una sustancia
cremosa de olor característico con grasa y
proteínas en su composición; en el hombre estas
glándulas se hallan dispersas y mezcladas con las
ecrinas, lo cual hace difícil separar ambos tipos de
sudor. Este tipo de sudoración puede originarse por
cualquier tipo de agotamiento emocional, como lo son el temor y
la angustia. A diferencia del sudor ecrino que se produce de
una manera continua, como por ejemplo cuando un individuo esta
sujeto a altas presiones por diversos ejercicios."

Dentro de la bibliografía consultada en
relación con el tema, se menciona la
investigación del japonés S. Takagi, quien con
sus estudios determina la existencia de tres zonas
básicas de transpiración, las cuales describe
como a continuación de menciona:

La Zona 1: "está formada por la palma de la
mano y la planta del pie que transpira mucho. En la palma de la
mano la transpiración varía considerablemente en
las personas. La planta de los pies es algunas veces menos
húmeda, pero en ocasiones la relación está
invertida en determinados sujetos. Pero, de todos modos, la
mayor transpiración insensible en todo el cuerpo
está en la palma de la mano y en el pie."

La Zona 2: "comprende la frente, el cuello y las
mejillas; la frente es la que ofrece la tasa más alta de
transpiración, todas las partes descubiertas de la piel,
expuestas al aire, tienen una tasa de transpiración
más alta, por lo que se incluyen en esta
zona."

La Zona 3: "abarca todas las regiones corporales
habitualmente cubiertas por ropas, en esta zona la tasa de
transpiración es más baja y casi
uniforme."

Claro que este tipo de clasificación
varía tremendamente con cada región y grupo
biológico humano correspondiente, por diversas
variables, como lo puede ser simplemente el clima y/o la
constitución física dada por las diversas
regiones geográficas habitadas por el hombre.

Un dato a mencionar por su importancia es el hecho de
que la temperatura cutánea va a ser más alta o
elevada en la cabeza, en la frente, el pecho, el cuello, la
cara interna de las extremidades, la palma de la mano, y la
planta de los pies; porque si bien recordamos, todas estas
zonas se encuentran más irrigadas por una gran cantidad
de vasos sanguíneos. El hecho anterior es importante ya
que es mencionado por el Dr. Guyton, en su libro
Fisiología Humana, haciendo referencia a que "el
mecanismo de transpiración de la mano y de la planta de
los pies es de 5 a 20 veces mayor que en cualquier otra
superficie del cuerpo."

Ya que se ha comprendido que la sudoración es
un mecanismo fisiológico del cuerpo humano, se tiene que
la sudoración como mecanismo fisiológico,
requiere de la secreción activa de líquido, por
parte de las glándulas del sudor y su expulsión
al interior de los conductos los cuales lo llevan a la
superficie de la piel. "El sudor es bombeado a la superficie
por la contracción periódica de las
células similares al músculo liso de los
conductos. La producción y acarreo del sudor a la
superficie cuentan con la estimulación de los nervios
simpáticos."

"El sudor es una verdadera secreción y no
simplemente un filtrado." Se ha hablado del sudor como medio
fisiológico termorregulador de la temperatura del
organismo, pero un punto que no debe de escapar y que se debe
mencionar por su importancia es la composición del
sudor; de allí el siguiente concepto: El sudor es un
líquido compuesto por agua, sales minerales y toxinas.
El sudor está producido por las glándulas
sudoríparas, que se encuentran situadas en el tejido
subcutáneo, en la epidermis. La sudoración es un
fenómeno fisiológico destinado a mantener estable
la temperatura corporal.

Aunque en condiciones normales sólo
deberíamos sudar en exceso si practicamos deporte o
sufrimos un calor desmedido, hay personas cuya
transpiración es muy intensa en cualquier circunstancia.
Sus manos, axilas, rostro y cráneo parecen
constantemente empapados, hasta el extremo de que el sudor es
para estas personas una traba que condiciona su vida social,
laboral y afectiva. La hiperhidrosis o producción
excesiva de sudor es un trastorno traumático para
quienes lo padecen, y no tiene nada que ver con una higiene
deficiente.

Además, existen otros factores que influyen en
la cantidad de sudor que transpiramos los cuales son de orden
psicológico, entre éstos se encuentran: el miedo
y la ansiedad. Al abordar este tema diremos que no hay nadie
que no haya experimentado en algún momento de su vida
algún grado de ansiedad y/o miedo. El miedo y la
ansiedad, considerados tanto en forma aislada, así como
parte de una determinada patología, constituyen por
sí un estado emotivo especial, en cuya consecuencia, en
la mayoría de casos nuestra transpiración puede
acelerarse y aumentarse. Sin embargo, en una minoría de
casos, dichos estados emocionales pueden en cambio provocar en
el organismo una reacción contraria a la antes
mencionada, ya que en algunos sujetos el miedo y la ansiedad
suelen provocar una baja en la temperatura corporal, bajar la
presión arterial y en consecuencia inhibir la
sudoración de la persona. Por ejemplo: El estudiante que
va a someterse a un examen, suele despertarse varias veces
durante el curso de la noche anterior, convencido de haber
oído un ruido extraño. Lo que es menos conocido,
es que sensaciones como mareo extremo, visión de
puntitos luminosos, visión borrosa, entumecimiento y
hormigueo, músculos rígidos y casi paralizados, y
dificultad para respirar que llega hasta la sensación de
ahogo o asfixia pueden ser también parte de la
ansiedad.

Cuando estas sensaciones suceden y la persona no
comprende por qué la ansiedad puede incrementarse hasta
niveles de pánico, ya que la persona imagina estar
padeciendo de alguna enfermedad. La ansiedad es una respuesta
al peligro o amenaza. Científicamente la ansiedad
inmediata o a corto plazo es llamada respuesta de lucha-huida.
Se llama así porque todos los efectos están
dirigidos a combatir el peligro o a escapar del mismo.
Así, el propósito de la ansiedad es proteger al
organismo. Es una respuesta ancestral, cuando nuestros
antepasados vivían en cuevas, era vital que cuando se
enfrentaban a algún peligro, ocurriera una respuesta
automática que les hiciera realizar una acción
inmediata (ataque o huida). Hoy en día, este mecanismo
es también necesario. Por ejemplo: al cruzar una calle,
un vehículo se acerca tanto a nosotros y al mismo tiempo
toca la bocina. Si no experimentáramos ninguna ansiedad
en ese momento, no nos pondríamos a salvo, al tener una
respuesta de lucha-huida, nos apartamos inmediatamente del
vehículo en cuestión. Por tanto, esto es muy
simple: el propósito de la ansiedad es proteger al
organismo, no dañarlo, consiguiendo que el organismo
esté preparado para la acción inmediata,
resguardándolo.

Cuando algún tipo de peligro es percibido o
anticipado, el cerebro envía un mensaje a una
sección de nervios llamada S.N.A. (sistema nervioso
autónomo). El S.N.A. tiene dos ramas llamadas el S.N.S.
(sistema nervioso simpático) y el S.N.P. (sistema
nervioso parasimpático). Estas dos ramas del sistema
nervioso están directamente implicadas en el control de
los niveles de energía corporal y de la
preparación para la acción.

  • S.N.S. (sistema nervioso simpático): es el
    sistema de lucha-huida que libera energía y hace que
    el cuerpo este preparado para la acción.
  • S.N.P. (sistema nervioso parasimpático): es
    el sistema de restauración que devuelve el cuerpo a un
    estado normal.

El sistema nervioso simpático (S.N.S.), es un
sistema de todo o nada, cuando es activado todas sus partes
responden. Es decir, o todos los síntomas son
experimentados o ningún síntoma es experimentado;
es raro que ocurran cambios sólo en una parte del
cuerpo. Esto puede explicar por qué la mayoría de
los ataques de pánico implican muchos síntomas y
no sólo uno o dos.

Uno de los efectos principales del S.N.S, es que
libera dos productos químicos, adrenalina y
noradrenalina, de las glándulas adrenales o
suprarrenales que se hallan en la parte superior de los
riñones. Estos productos químicos son mensajeros
del S.N.S., para continuar la actividad; de modo que una vez
iniciada la actividad por el S.N.S. continúa y se
incrementa durante algún tiempo. Es muy importante
comprender que la actividad del S.N.S. se detiene de dos
formas: la primera porque los mensajeros químicos
(adrenalina y noradrenalina) son destruidos finalmente por
otros productos químicos del cuerpo; y la segunda,
porque se activa el S.N.P. (que generalmente tiene efectos
opuestos al S.N.S.) y restaura una sensación de
relajación.

Es muy importante, tener en cuenta que al final el
cuerpo tendrá bastante de la respuesta lucha-huida y
activará el S.N.P. para restaurar la sensación de
relajación. Es decir la ansiedad no puede continuar para
siempre o aumentar en espiral hasta niveles siempre crecientes
y posiblemente dañinos. El sistema nervioso
parasimpático es un protector interior que evita que el
sistema nervioso simpático se extralimite.

Otra cosa importante es que los mensajeros
químicos (adrenalina y noradrenalina), tardan
algún tiempo en ser destruidos. Así, incluso
después de que el peligro ha pasado y el sistema
simpático ha parado de responder, es probable que el
individuo se sienta inquieto o agresivo por algún tiempo
debido a que los productos químicos están
flotando aún en su sistema. Es muy común que
durante ese período el sujeto continúe
transpirando acelerada y excesivamente; y que de ser así
el sudor que transpire tenga distinta salinidad que la que
tiene el sudor que transpira después de una extenuante
sesión de ejercicios corporales. De hecho es una
función adaptativa.

La anterior explicación respecto a la
fisiología y psicología del miedo y la ansiedad,
no es la única, como tampoco es única, ni
uniforme la reacción que el miedo y la ansiedad causa en
el ser humano. Ya que en algunos individuos la actividad en el
S.N.S., produce un incremento en el ritmo cardiaco y en la
fuerza del latido del cardiaco. Esto es vital para la
preparación de la actividad ya que ayuda a aumentar la
velocidad del flujo sanguíneo y mejora de este modo el
reparto de oxigeno a los tejidos y la eliminación de
productos de desecho de los tejidos, entre éstos el
sudor. Esta es la razón por lo que es típico
sentir que el corazón late a ritmo acelerado o que late
con fuerza durante los períodos de elevada ansiedad o
pánico. Además de la mayor actividad en el
corazón, también hay un cambio en el flujo
sanguíneo. Básicamente, la sangre es retirada de
los sitios donde no se necesita (mediante un estrechamiento de
los vasos sanguíneos) y dirigida hacia los sitios
dónde se necesita más (mediante una
dilatación de los vasos sanguíneos). Por ejemplo:
la sangre se retira de la piel y de los dedos de las manos y de
los pies. Esto es útil porque si el organismo es atacado
y sufre un corte, es menos probable que se desangre hasta
morir. Por eso, durante la ansiedad la piel se ve pálida
y fría, los dedos se vuelven fríos y algunas
veces experimentan entumecimiento y hormigueo.

La activación del S.N.S. produce otros efectos,
ninguno de los cuales es dañino. Por ejemplo: las
pupilas se dilatan para dejar que entre más luz, lo cual
puede producir visión borrosa y puntitos luminosos
enfrente de los ojos entre otras cosas. Hay una
disminución de la salivación, lo que hace que la
boca esté seca. Hay una menor actividad en el sistema
digestivo, lo cuál produce frecuentemente nausea,
pesadez de estómago e incluso
estreñimiento.

En algunos casos la persona no puede encontrar una
explicación a que las percepciones o simples
sensaciones, provoquen en ellos una reacción emocional
exagerada. En estos casos el sujeto se cuestiona el por
qué de estar ansioso si no existe estímulo
externo que justifique su ansiedad. Es decir, el individuo se
encuentra consciente de no percibir ningún
estímulo o presión que le provoque miedo,
angustia o ansiedad. Probablemente el individuo simplemente se
encuentra en un lugar distinto de aquel en que lleva a cabo sus
actividades cotidianas, pues por ejemplo se halla en el
interior de una agencia bancaria con motivo de cierta
diligencia. El interés del sujeto en efectuar la
diligencia en la institución bancaria si bien es cierto
para el efecto coloca al sujeto en un lugar distinto de su
hogar o lugar de trabajo, y efectuará la gestión
con la ayuda de un empleado de la agencia bancaria,
también es cierto que no se trata de una
situación que le hagan sentir miedo o ansiedad; sin
embargo, en el individuo se produce una sintomatología
similar, propia o parecida a la que se produce en su organismo
como consecuencia de una reacción emocional causada por
el miedo, ansiedad o pánico. A primera instancia el
individuo cree que algo está funcionando mal en su
organismo, pues sufre de una reacción emocional excesiva
pese a la ausencia de estímulo que la cause o que la
justifique. Este es el caso de una persona excesivamente
tímida, introvertida y nerviosa, a quien el simple hecho
de tener que dirigirse a un extraño, es suficiente para
que en él se produzca una alteración en su
organismo. Es el caso típico de la persona que durante
la conversación con el extraño ante quien
promoverá la diligencia que le interesa, se le observa
una notoria sudoración pese a estar en un ambiente
fresco, se muestra visiblemente emocionado y su
expresión verbal revela una actitud titubeante e
insegura, revelado por el tartamudeo o contradicciones en que
incurre al hablar.

Existen otros trastornos relacionados con la
sudoración, es por eso que cuando se suda excesivamente
se habla de hiperhidrosis, producción excesiva de sudor,
que puede ser generalizada o sistémica y localizada. La
hiperhidrosis sistémica se observa en muchas
circunstancias: embarazo, obesidad, menopausia, ansiedad,
hipertiroidismo, consumo de alcohol o de opiáceos, y
también en muchas enfermedades, como tumores,
infecciones, etc.

Pero la que más problemas genera es la
hiperhidrosis localizada, también denominada emocional,
porque se desencadena por estímulos estresantes y
emocionales. Afecta a las palmas de las manos, plantas de los
pies, axilas y a la región craneofacial. Se ignora lo
que la ocasiona y se piensa que es una hiperactividad del
sistema vegetativo simpático. La padece una de cada
10,000 personas y por lo general se manifiesta ya en la
infancia y persiste casi siempre durante toda la vida. En la
mitad de los casos hay un factor desencadenante, por lo general
de tipo emocional, aunque también puede generarlo el
calor, el ejercicio físico o la alimentación. La
hiperhidrosis localizada desaparece por la noche.

En la afección plantar origina mal olor,
ampollas, maceración de la piel, infecciones locales,
micosis y deteriora los calcetines y el calzado. La axilar
humedece la zona, la irrita, también produce mal olor y
deteriora el vestuario. El tratamiento local la mejora pero no
consigue eliminarla del todo. La craneofacial se caracteriza
por una sudoración excesiva de frente y cara, se
desencadena tras un estrés mínimo y los que la
padecen se ven obligados a estar secándose el rostro
continuamente. Para quienes utilizan cosméticos,
maquillajes, es un problema serio.

La hiperhidrosis palmar es un verdadero problema
social para el que la sufre, sobre todo las formas graves y si
se trata de un cargo público, representantes,
dependientes, pintores, dibujantes. Las personas afectadas
pueden volverse retraídas, evitan dar la mano e incluso
llegan a evadir la vida social.

4.6.2. Composición del sudor
humano

Elemento

Gramos por
ciento

Agua

99.0742

Sólidos

0.258 – 0.779

Sólidos
orgánicos

0.030 – 0.290

Cenizas

0.144 – 0.566

Cloro

0.059 – 0.346

Ácido
fáctico

0.070

Sulfatos

0.004

Sodio

0.150

Potasio

0.017

Urea

0.030

Glucosa

0.004

Según la muestra que sea tomada, el sudor va a
contener en general, laminillas epiteliales y algo de restos
sebáceos, generalmente es ácido, pero su pH puede
oscilar entre cuatro y ocho en relación con el grado de
neutralización del ácido láctico. El
único componente que se encuentra en abundancia es el
cloruro de sodio, la cantidad del cual puede variar dentro del
carácter siempre hipotónico del sudor.

En cuanto a los otros componentes del sudor, es de
señalar que la urea se halla presente a la misma
concentración de la sangre y que el ácido
láctico parece formarse en las mismas glándulas
sudoríparas. "La sudoración o sudación
sobre la superficie general del cuerpo tiene variaciones que
son desde normales hasta patológicas, individuales,
posturales, sexuales, por factores físicos y
psíquicos, por trabajo mental o muscular,
etc."

Desde el punto de vista de la Criminalística y
de la Psicología criminal, es posible hablar de tres
tipos básicos de la sudoración, los cuales son
los siguientes:

  1. En el hombre normal o sano. "El hombre saludable y
    despierto, en estado de reposo, es decir, en situación
    natural y en descanso, según la familia étnica
    a la que pertenezca y el país donde resida, tiene un
    sudor propio a todas esas condiciones. Esa es su
    individualidad sudoral, tan personal y
    característica."
  2. En el hombre enfermo: "Este tipo de
    sudoración está dada generalmente por
    enfermedades que acompañan un cuadro donde la
    temperatura corporal se encuentra elevada, y el sistema
    termorregulador se encuentra más frecuentemente
    activo."
  3. En el hombre delincuente: "El hombre que perpetra
    un crimen o comete un delito cualquiera, está bajo una
    tensión emocional en un estado "sui generis" y por
    ende perspira más profundamente, por lo cual
    está funcionalmente preparado para producir buenas
    impresiones latentes."

Se ha observado que la sudoración dactilar es
frecuentemente vista en las oficinas de identificación
donde los sospechosos y acusados son conducidos para la
obtención de sus impresiones dactilares, las cuales
deberán ser comparadas con las encontradas en el lugar
del hecho. Además las gotitas de sudor aparecen sobre el
labio superior, encima de la boca, sobre la frente y la mano.
En determinados casos la sudación dactilar es tan
intensa que repele la tinta dactilográfica y pone a
prueba la habilidad del identificador para lograr un
dactilograma uniforme."

Retomando un poco lo visto en el capitulo anterior
tenemos que las huellas dactilares son marcas que quedan en una
superficie, estas marcas corresponden al patrón de la
piel de los dedos que tocaron dicha superficie, algunas de
estas impresiones, como las huellas latentes, son
depósitos de materiales aceitosos o de sudor que
normalmente cubren la piel. Tenemos que a través de las
crestas papilares "se abren paso los orificios externos de las
glándulas excretoras del sudor o glándulas
sudoríparas, que al depositar continuamente su producto
de excreción, humedecen las crestas."

Al tocar cualquier objeto, las crestas humedecidas
tenuemente por el sudor, dejan una marca apenas visible, la
huella papilar o huella dactilar en el caso de los dedos. Es
importante resaltar que tanto el vigor que incide en la fuerza
del indicio dermopapilar, el poder de desarrollo o la
energía reveladora de la huella dactilar, dependen
directamente de las glándulas sudoríparas. "Si
las estructuras que elaboran el sudor, el órgano
glandular, está inactivo, las huellas carecen de vigor,
son pobrísimas, se amortiguan y desaparecen
rápidamente."

Dentro de este apartado, tendríamos que
respondernos entonces a la interrogante de cómo se
forman las huellas dactilares?, siendo la respuesta, que estas
huellas son formadas por el sudor exudado por las
glándulas sudoríparas y por una pequeña
cantidad de aceite exudado por las glándulas
sebáceas adyacentes a los folículos pilosos. La
superficie palmar de las manos y de los dedos así como
la planta de los pies contienen un número considerable
de esas glándulas sudoríparas cuya actividad es
mayor o menor según la temperatura ambiental.

Como ya hemos visto no hay glándulas
sebáceas en las palmas de las manos y dados, así
como en la planta de los pies. El aceite que aparece en las
huellas latentes es procedente de otras partes de cuerpo, tales
como la cara, cuello, pelo, piel cabelluda, etc. que al ser
tocadas estas partes del cuerpo con las manos recogen siempre
algún aceite.

Al tener las manos contacto con algún objeto
éstas depositan el sudor que contienen sobre el mismo;
al efectuarse este contacto se producen los dibujos que forman
las crestas papilares, que tienen los orificios por donde
exudan el sudor extendiendo sobre esa superficie su
secreción. Así pues, todos los objetos lisos,
pulimentados, tocados por las manos tienen más o menos
reproducidos sobre ellos los dibujos papilares, naturalmente
invisibles pero que por fortuna pueden ser revelados por
distintos procedimientos.

El sudor tiene gran importancia dentro del estudio de
la investigación Criminalística, ya que a partir
de él se puede hacer la determinación de drogas
de consumo y opiáceos, hay que recordar que la principal
vía de eliminación de estás es por la
orina en un porcentaje del 50 a 60%, aunque se excreción
por sudor es mínima, en la investigación criminal
es de importancia significativa hacer un estudio complejo para
su determinación. Entre las principales drogas, tenemos
a las feniletilaminas, donde destacan las anfetaminas y las
metanfetaminas.

También podemos encontrar en el sudor, rastros
de plomo, en especial en aquellas personas que son fabricantes
de vidrio, ceramistas que trabajen con pigmentos y barnices,
así como pintores. El arsénico, que tiene un
aspecto muy parecido a la harina y al azúcar, es
utilizado principalmente en actos suicidas, las manifestaciones
clínicas por envenenamiento con este producto pueden
confundirse con las enfermedades gastrointestinales,
actualmente se usa como plaguicida y puede encontrarse en
hortalizas y frutos.

El sudor como medio de identificación es de
gran ayuda en el estudio del ADN, al igual que los cabellos,
rastros de saliva, semen, manchas de sangre y restos
óseos recogidos en el escenario del crimen.

Es por eso que lo antes analizado, es de suma
importancia para el Criminalista, así como el perito en
Dactiloscopía, ya que si cuentan con los debidos
soportes técnicos y científicos,
comprenderá cómo realizar una mejor
investigación, así como denotará todas
estas variables que en un determinado momento pueden incidir en
una buena o mala toma de impresiones dactilares.

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