- El oportunismo
europeo - Los
Papas, el Arte y la Dependencia de Oriente - La
oscuridad Renacentista - La
doble moral - La
esclavitud - Los
Humanistas - La
Adopción de la Ideología Eurocentrista y sus
consecuencias - Conclusiones
- Notas-
Bibliografía
El nacimiento de la civilización occidental, se
ubica en un periodo que va desde el 1400 al 1600 y se lo conoce
con el nombre de Renacimiento, por lo que se hace necesario que
estudiemos qué era Europa antes del siglo XV, por cuales
cuestiones se caracteriza esa época como Renacimiento,
cual fue la influencia de oriente, pero fundamentalmente
qué fue realmente el Renacimiento y qué la
ideología Humanista que lo caracterizó.
Finalmente todos los brillos y todas las sombras, que
luego dieron inicio a la era Moderna, la revolución
industrial, el predominio del capitalismo y como todos estos
hechos se han visto reflejados en la cultura.
La sola mención de la palabra Renacimiento,
implica en quien la escucha un sentimiento de admiración y
reconocimiento hacia lo que se consideran valores éticos y
morales profundos, la mención del término
Humanismo, nos hace a la idea del nacimiento de conceptos sobre
valores universales que en lo social, lo político y el
desarrollo intelectual, produjeron un cambio de lo salvaje,
bárbaro y primitivo, a la civilización y el eterno
progreso.
Como se explica entonces este mundo de hoy, con un 80%
de la población excluida no solo de los conocimientos
básicos de la era tecno-científica, sino aún
de las condiciones mínimas de subsistencia, con cientos de
millones de personas que no tienen acceso a un bien abundante y
libre como el agua.
Con la hegemonía técnica y bélica
de una superpotencia, tan cruel e inhumana, como lo fueron en la
antigüedad los estados esclavistas.
Con enfermedades desconocidas y muy probable fruto de
manipulaciones biológicas con el objetivo de lograr armas
químicas, o reducir el número de habitantes de las
naciones del tercer mundo, como lo es el SIDA.
Si el Renacimiento y el humanismo fueron las fuentes de
las cuales bebió occidente todo su bagaje cultural,
tendremos que indagar que fue lo que ocurrió en esa Europa
humanista y renacentista donde para escarnio de la Modernidad
existen campos de concentración y exterminio, como Museos
que documentan un pasado reciente.
Y es en esa Europa donde nacen las ideologías
más bestiales del siglo xx, como lo son el Fascismo y el
Nazismo, y de cuya vigencia tenemos noticias
diariamente.
Y debemos hacerlo, porqué equivocamos siempre
nuestras miradas, buscando la verdad donde no estaba, la
inspiración artística e intelectual en donde solo
se dio a medias y con hombres excepcionales que no fueron de
ninguna manera representantes del pensamiento de la época
en que vivieron y que además debieron siempre subordinar
sus ideas a los poderosos de turno o correr el riesgo de ser
incinerados por herejes.
Creer que Europa lo es todo fue un gran error, peor
aún sentirnos como parte de todo lo en ella
ocurre.
Los conflictos bélicos que asolaron gran parte de
la tierra son conocidos como primera o segunda guerra mundial,
pero en realidad solo podemos mencionar sobre las mismas, la
declaración de guerra de Argentina en el 45, cuando
Alemania ya estaba rendida, y por lo tanto ni se enviaron tropas,
ni se participó en ninguna batalla, sino que
obedeció a un movimiento estratégico de
carácter comercial a los efectos de acercarse a las
potencias aliadas que saldrían vencedoras del conflicto ,
por lo que nuestra participación fue nula.
Ocurre como expresara García Márquez al
recibir el Nóbel de literatura, que nuestra
América, incluso aquella bañada por el
Pacífico, mira en una sola dirección:
Europa.
Así fuimos educados, en el convencimiento que el
centro de la civilización y la cultura se irradia desde el
"viejo continente". Es la imposición del
eurocentrismo.
Cómo nació esta ideología y por
qué se hizo hegemónica en gran parte del mundo, es
lo que ahora trataremos de explicar.
Antes de la invasión al continente americano,
Europa estaba muy lejos de ser el centro de la
civilización mundial.
El oscurantismo reinaba junto con los dogmas religiosos,
los reyes analfabetos y sucios, sus castillos medievales,
verdaderos estercoleros donde la intriga, la suciedad, la
superstición y sus iletrados nobles convivían y
digitaban la sociedad poblada de campesinos hambrientos,
desarrapados, habitando pocilgas , con la cruz y la espada como
amos.
Esas condiciones de vida estuvieron a punto de borrar a
Europa de la faz de la tierra, cuando en 1.348 la peste negra
diezmó a sus pobladores. Una peste producto de las
pésimas condiciones de higiene, la falta de
proteínas, el hacinamiento de gallinas, perros y todo
tipos de animales, compartiendo el mismo techo, con los siervos
de la gleba, que trabajaban una tierra que tenía un solo
dueño: el Señor Feudal, con quien no solo
tenían el deber de compartir el producto de su trabajo,
sino incluso entregarles antes del casamiento su propia mujer,
para que el todopoderoso compartiera su cama, mientras el marido
aguardaba paciente y resignado que satisficiera sus
deseos.
Por entonces los conocimientos científicos chinos
y su cultura, los del imperio Otomano, la sabiduría
árabe, y desde este lado del mundo, el Tawantinsuyo,
único estado donde no existían los pobres,
reconocido este hecho recién ahora, por los mismos
occidentales que estudiaron todas las civilizaciones que se
desarrollaran a lo largo de la historia, estaban cultural y
económicamente muy por delante de Europa, con un enorme
continente como el Americano, sin hambre y sin enfermedades ni
pestes derivadas de las falta de aseo y con una variedad de
alimentos, que después aprovecharía Europa para
mitigar su escasez.
EL OPORTUNISMO
EUROPEO
Para el gran científico Bacón, que
vivió en pleno Renacimiento, entre los años1.561 y
1.626, existieron tres inventos que cambiaron a Europa: la
brújula, la imprenta y la pólvora.
Pero ninguno de estos inventos es en realidad de origen
Europeo.
Que chino, árabe o habitante del imperio otomano
podía tan solo imaginar que Europa era el centro de la
cultura, las artes, el comercio o la riqueza, cuando hasta su
saqueo de América era una de las regiones más
marginales del mundo.
Un territorio donde los señores feudales
soberbios y embrutecidos hacían lo posible por mantener
sus privilegios y los estados y naciones no
existían.
Pero los europeos tuvieron una oportunidad y la
aprovecharon, en su oportunismo reside su mayor virtud y
también su mayor defecto.
Pasaron de la miseria a la opulencia, pero no todos y
eso dio lugar a guerras feroces y devastadoras.
De cualquier forma, aún los más miserables
se convencieron de ser los mejores y salieron a la conquista del
planeta.
De China no solo trajeron la pólvora, el modelo
para luego fabricar la imprenta, también los relojes tan
importantes para la Modernidad que vendrá.
Aprendieron cosas tan simples como el uso de la
carretilla empleada en la construcción y el empleo de la
totalidad de la fuerza del caballo, porque los europeos lo
hacían trabajar de forma tal, que el esfuerzo lo hacia el
animal, con el cuello, con lo que desperdiciaban casi toda su
fuerza, y resultaban ineficientes para el acarreo de materiales
pesados.
Sin los árabes, jamás podrían haber
desarrollado el comercio, porque los conocimientos en
matemáticas y geometría fueron desarrollados por
estos, por ellos conocieron no solo los números, pues
hasta entonces, solo utilizaban los romanos, poco
prácticos para operaciones del comercio moderno, sino que
aprendieron la utilización de los decimales y los signos
de sumar, restar y multiplicar.
Y esto tiene que ver con toda la creación
artística del Renacimiento. Las magnificas residencias,
las monumentales iglesias, lujosas villas, columnatas y cuando se
acordaban, algún hospital o convento donde mandar a las
jóvenes sin dotes impedidas por este detalle de casarse
fueron construidas por el dinero de los grandes comerciantes,
como los Medeci, de Florencia, la ciudad emblema del Renacimiento
italiano. Es que el intercambio con Oriente permitió,
primero a las ciudades estados de Italia, que aprovecharon su
situación geográfica cercana, desarrollar un
poderío económico basado en el tráfico
comercial, en el cual y como prueba contundente de su dependencia
y atraso, era Europa quien proporcionaba las materias primas a
oriente, e importaba artículos suntuarios y todas las
especias que le permitieron mejorar la hasta entonces muy pobre
cocina europea.
Hasta finales del sigloXV, Europa empleaba para el
transporte embarcaciones a remo, las que primero fueron
reemplazadas por pesados veleros hanseáticos, de quilla
redonda y luego la carabela de tres mástiles, basada en
planos árabes. Sin esta innovación América
no hubiese existido para Europa.
Página siguiente |