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Nutrición en las embarazadas (página 2)




Enviado por Adriana Deligdisch



Partes: 1, 2

2. Nutrición en las
Embarazadas

Durante el embarazo, en
la madre se requiere una mayor cantidad de nutrientes, para
satisfacer las necesidades básicas tanto de ella como
del bebé que se esta formando. Aquellas mujeres que
comen en forma deficiente durante este periodo, pueden
presentar mayores complicaciones que las que están bien
nutridas.

Entre los cuidados que se tienen que tener durante un
embarazo, uno de los prioritarios y quizá el más
importante es el de la alimentación. Comer
en exceso y comer en forma deficiente durante este periodo,
pueden ocasionar muchos riesgos y
mayores complicaciones

Los cambios metabólicos que se producen en la
madre y en el bebé en crecimiento producen en el
organismo materno demandas nutricionales adicionales, las
cuales deben ser satisfechas mediante el aumento de la ingesta
de algunos nutrientes.

No se trata de comer más, o comer por dos, como
muchas mujeres creen, sino tener en cuenta cuáles son
las necesidades nutricionales que requieren los cambios
metabólicos de la madre y el adecuado crecimiento y
desarrollo
de su bebé.

El aumento de peso de la madre durante el embarazo,
sobre todo durante el segundo y tercer trimestre del embarazo,
se debe al peso del bebé, de la placenta y al aumento de
tamaño de los órganos de la mamá, es decir
del útero y de las mamas.

El peso de la madre, puede estar asociado con enfermedades o problemas de
la madre o del bebé, por lo que el embarazo debe tener
un adecuado control por
el médico y la madre debe seguir las indicaciones, ya
que poco aumento puede asociarse también con el bajo
peso del recién nacido y el aumento excesivo, puede
estar relacionado con enfermedades de la madre como hipertensión, problemas de tiroides,
eclampsia o diabetes, que
pueden ocasionar graves complicaciones durante el embarazo.
La madre debe consumir alimentos
variados de los tres grupos,
balanceados y evitar el consumo
excesivo de alimentos grasos, sal y carbohidratos y controlar mucho su peso, ya que
la salud de su
hijo y su recuperación después del parto
depende mucho de esto.

  1. La nutrición es el proceso
    por cual el organismo absorbe y asimila las substancias
    necesarias para el funcionamiento del cuerpo. Este proceso
    biológico es unos de los más importantes
    determinantes para el óptimo funcionamiento y salud.
    También se ocupa solventar las necesidades
    energéticas del cuerpo aportándole los
    hidratos de carbono
    necesarios, las grasas,
    las vitaminas, proteínas y todas aquellas sustancias
    que requiere el cuerpo para poder
    desarrollar las actividades cotidianas.

    El consejo de Alimentación y
    Nutrición de la Asociación Medica Americana,
    en 1963, sugiere que:

    La nutrición es una ciencia
    que estudia los alimentos, los nutrientes; la interacción en relación con la
    salud y la enfermedad; los procesos
    de digestión, absorción, utilización y
    excreción de las sustancias alimenticias y
    también los aspectos económicos, culturales,
    sociales y psicológicos relacionados con los
    alimentos y la alimentación.

    1. La educación dietética de las
      futuras madres con la adquisición de unos
      conocimientos básicos sobre la
      alimentación durante el embarazo y la lactancia constituye unos de los temas
      principales de la medicina preventiva.

      La gestación supone un notable aumento
      de las necesidades nutritivas en razón de la
      formación de los tejidos fetales y placentarios, del
      crecimiento mamario y uterino y del as recargas
      maternas peso y de volumen. El embarazo impone a la
      mujer un aumento de la necesidad de nutrientes debe
      basarse en un correcto aporte de nutrientes que asegure
      el crecimiento materno fetal que favorezca la lactancia
      y que conserve un satisfactorio estado nutricional

    2. 2.1.2. Definición de nutrición
      en las embarazadas

      Por medio de la nutrición se aporta al
      organismo materiales plásticos que se transforman y
      organizan en materia viva, los materiales
      energéticos son factores de regulación
      indispensable para el buen funcionamiento del
      organismo.

    3. 2.1.2.
      Características
    4. 2.1.3 Objetivos

    La finalidad primaria de los nutrientes es de
    proveer al organismo energía necesaria para mantener
    una vida.

    Promover el crecimiento y reemplazar
    perdidas.

    Evitar la ausencia o disminución por debajo
    de un límite ya que esto podría producir una
    enfermedad por carencia.

  2. 2.1. Nutrición

2.2. Dieta adecuada a
los parámetros para una mujer
embarazada y consecuencias de bajo y aumento
peso.

  1. Tradicionalmente la mayor preocupación ha
    estado dirigida a evitar los eventos
    asociados al déficit nutricional, pero cada vez hay
    más consciencia de la necesidad de reducir los
    eventos asociados al exceso, incluyendo la retención
    de peso post parto por parte de la madre. La ganancia de
    peso optima en embarazadas adultas con peso preconcepcional
    normal fluctúa en la mayoría de los estudios
    entre 11 y 16 Kg. Sin embargo, depende en gran medida de la
    talla materna, siendo obviamente menor en mujeres de menor
    estatura. Ganancias de peso cercanas a los 16 kg en mujeres
    bajas con talla menor a 150 cm pueden aumentar el riesgo de
    desproporción cefalo-pélvica. A la inversa,
    recomendar valores
    cercanos a 11 kg en madres con una talla mayor de 160 cm
    puede aumentar el riesgo de desnutrición intrauterina. Por estas
    consideraciones, la mayoría de los autores
    recomienda ganancias de peso proporcionales a la talla
    materna. Para ello se debe utilizar algún indicador
    de la relación peso/talla (índice de masa
    corporal, por ejemplo) para aplicar la propuesta que tiene
    consenso: ella es que la ganancia de peso gestacional sea
    equivalente a 20% del peso ideal, lo que
    correspondería a 4,6 puntos del índice de
    masa corporal para una mujer con un índice de masa
    corporal inicial de 23 puntos.

    1. El estado nutricional preconcepcional y la
      ganancia de peso durante la gestación influyen
      sobre los resultados perinatales. Sin embargo en la
      mayoría de los estudios es más fuerte la
      asociación con la antropometría
      preconcepcional que con el incremento, lo que obliga a
      una mayor preocupación en el período
      intergestacional. Los principales eventos asociados al
      bajo peso o incremento de peso gestacional
      son:

    2. 2.2.1. Problemas asociados al bajo peso de
      la embarazada

    Infertilidad

    1. La desnutrición severa se asocia a
      falla de crecimiento y amenorrea por alteraciones en la
      función hipotalámica que
      repercuten en la producción de gonadotrofina y
      aumentan la prolactina, comprometiendo la
      ovulación.

      Las categorías de peso al nacer
      "insuficiente" (2500 a 3000 g) y el llamado
      "deficiente" (2001 a 3000 g) son aquellas donde se
      concentra el retardo de crecimiento intrauterino
      (RCIU). No es esperable por intervenciones educativas y
      alimentarias durante el embarazo lograr mayores cambios
      en otras categorías, como las de peso bajo y muy
      bajo al nacer (< 2500 g y < 1500 g), excepto en
      situaciones de gran depravación nutricional.
      Esto último fue observado recientemente en el
      estudio realizado en Gambia por Prentice y
      colaboradores. El riesgo relativo de RCIU es 70% mayor
      en gestantes de bajo peso con relación a
      gestantes de peso normal. A mayor grado de
      déficit nutricional materno mayor es el riesgo
      de desnutrición intrauterina. El peso al nacer
      menor a 3000 g repercute también negativamente
      en el crecimiento y desarrollo las primeras etapas de
      la vida con mayor riesgo de desnutrición y
      mortalidad infantil. Finalmente aumenta el riesgo de
      algunas patologías crónicas no
      degenerativas del adulto y la base nutricional de los
      orígenes fetales en las enfermedades del adulto
      hoy tiene evidencias sustantivas.

      La
      pobreza, el embarazo en adolescentes en condiciones sociales
      precarias, el abuso físico, el bajo nivel
      educacional, síntomas digestivos (nauseas,
      mitos severos), dietas restrictivas y
      desordenes de la conducta alimentaria son los principales
      factores asociados a una insuficiente ganancia de peso
      gestacional.

    2. 2.2.2. Retardo de crecimiento intrauterino y
      bajo peso al nacer

      La desnutrición materna severa o una
      ganancia de peso insuficiente producen también
      un aumento significativo de la mortalidad en
      útero en las primeras semanas post
      parto.

    3. 2.2.3. Mortalidad perinatal

      Cada vez hay más antecedentes que
      confirman los diferentes riesgos en el proceso
      reproductivo asociados a la obesidad materna. Los
      principales de ellos se describen a
      continuación.

    4. 2.2.4. Problemas asociados a la obesidad de la embarazada

      Se ha estimado que la obesidad aislada o como
      parte del síndrome de ovario poliquístico
      es un factor de riesgo de infertilidad y
      anovulación (no ovula) en las mujeres. Una baja
      de peso, aun en las mujeres con ovario
      poliquístico (problema causado por el mal
      funcionamiento de las hormonas), induce ovulación en
      muchos casos y mejora la fertilidad, lo que se explica
      por un descenso en los niveles de
      andrógenos.

    5. 2.2.5. Infertilidad.

      Este problema afecta a un 3-5 % de todos los
      embarazos y determina mayor morbi-mortalidad perinatal.
      La diabetes gestacional se asocia a un IMC
      (Índice de Masa Corporal) sobre 25 y
      también en forma independiente, con una ganancia
      de peso exagerada en la etapa temprana de la adultez
      (más de 5 Kg entre los 18 y 25 años de
      vida).

      Preeclampsia e hipertensión. El riesgo
      de hipertensión y preeclampsia aumenta en 2 a 3
      veces al subir el IMC por sobre 25, especialmente en
      las mujeres con IMC de 30 o más.

    6. 2.2.6. Diabetes gestacional.

      El riesgo de parto instrumentado aumenta en
      directa relación con el peso al nacer a partir
      de los 4000 gramos y en especial sobre los 4.500. La
      macrosomía fetal puede deberse a la obesidad
      materna primaria o puede ser secundaria a la diabetes
      gestacional inducida por la obesidad. En ambos casos la
      macrosomía fetal es secundaria al
      hiperinsulinismo determinado por la híper
      glicemia materna. La prevalencia de cesárea en
      las mujeres con IMC sobre 30 aumenta en un 60 %,
      después de controlar por el efecto de otras
      variables. El alto peso de nacimiento se
      asocia también con trabajo de parto y parto prolongado,
      traumas y asfixia del parto. Estudios recientes
      señalan aumento en días de
      hospitalización de las madres obesas y cinco
      veces mayor gasto obstétrico.

    7. 2.2.7. Parto instrumentado (cesárea o
      fórceps).

      La obesidad aumenta el riesgo de
      malformaciones congénitas mayores en especial
      los defectos del tubo neural. Estudios
      epidemiológicos que han controlado el efecto de
      otros factores de riesgo indican un riesgo relativo 40%
      a unos 60% mayor con un IMC sobre 25. Estudios de
      caso-control apoyan estos hallazgos y sugieren un
      riesgo de la misma magnitud. Ello ha llevado sugerir
      que las mujeres obesas requieren una cantidad mayor de
      ácido fólico.

    8. 2.2.8. Malformaciones
      congénitas.

      Los recién nacidos tienen un riesgo de
      muerte 50 % mayor si la madre tiene un
      IMC superior a 25 y 2 a 4 veces mayor si es superior a
      30.

    9. 2.2.9. Mortalidad perinatal.

      La obesidad en la mujer aumenta en varias
      veces el riesgo de diabetes tipo 2. En edades
      posteriores también aumenta significativamente
      el riesgo de accidentes vasculares cerebrales
      isquémicos, embolias pulmonares, cáncer
      de colon, litiasis y cáncer de vesícula
      entre otras patologías.

    10. 2.2.10. Riesgo de enfermedades crónicas
      no transmisibles.

      El incremento de peso gestacional, no
      es la única variable que determina el
      pronóstico del embarazo, parto y puerperio. Sin
      embargo, tiene la ventaja que puede ser modulado a
      través del control prenatal. La ganancia de peso
      debe ser definida específicamente para cada
      gestante, considerando fundamentalmente el peso
      preconcepcional o estado nutricional en el primer
      control prenatal. También es importante
      considerar la estatura materna (mayor ganancia a mayor
      talla), la edad (mayor ganancia en madres adolescentes)
      y los antecedentes de patologías o embarazos
      previos. Las recomendaciones de 1990 del Instituto de
      Medicina de los E.U.A expresan los
      valores de incremento de peso en términos
      absolutos, lo que hace difícil establecer la
      proporcionalidad con respecto a la talla materna, como
      se describe a continuación:

      IMC pregestacional o en el primer trimestre
      del embarazo mayores de 20
      . Mujeres embarazadas con
      bajo IMC pregestacional deberán ser referidas
      para una completa evaluación dietética y
      nutricional y una monitorización de la ganancia
      de peso periódica en cada visita prenatal. El
      riesgo de bajo peso de nacimiento puede ser reducido
      con una ganancia ponderal total entre 12,5 y 18,0 Kg,
      lo que equivale aproximadamente a 0,5 Kg por semana.
      Las causas de IMC bajo deben ser identificadas
      precozmente en el embarazo. Aunque un IMC cercano a 20
      puede reflejar una condición de normalidad, se
      hace imperativo buscar otras causas que se puedan
      beneficiar con una intervención.

      IMC pregestacional entre 20 y 24. Una
      mujer con peso saludable tiene el menor riesgo de
      obtener un RN de bajo peso o macrosómico. Mujeres con pesos
      pregestacionales en este rango deben ganar entre 11,5 y
      16,0 Kg en total o alrededor de 0,4 Kg semanales,
      durante el segundo y tercer trimestre.

      IMC pregestacional entre 25 y 29.
      Más frecuentemente presentan diabetes
      gestacional, hipertensión y macrosomía
      fetal, particularmente si la ganancia de peso es alta.
      Embarazadas con un IMC sobre 25 deben ser referidas a
      evaluación nutricional y dietética. Se
      recomienda una ganancia de peso entre 7,0 y 11,5 Kg en
      total o aproximadamente 0,3 Kg por semana durante el
      segundo y tercer trimestre.

      IMC pregestacional mayor de 30. Las
      mujeres con un IMC sobre 30 deben ganar alrededor de 6
      a 7 Kg (0,2 Kg/semanales) y no deben ser sometidas a
      tratamientos para reducir el peso, ya que aumenta el
      riesgo de mortalidad intrauterina.

    11. 2.2.11 ganancia de peso según peso
      pregestacional en los E.U.A

      Una alimentación balanceada, de acuerdo
      a las recomendaciones de las guías alimentarias
      permite cubrir todas las necesidades nutricionales, a
      excepción del hierro. Las necesidades de ácido
      fólico son también difíciles de
      cubrir con la dieta habitual, pero no sería
      necesario el uso de suplementos en la medida que se
      cumplan las normas de fortificación de la
      harina de panificación. En sectores de ingresos medios es posible que la
      educación alimentaria sea suficiente para
      adecuar la dieta a las exigencias de este
      período. No sería necesario en este caso
      el uso de suplementos en forma rutinaria. Puede en
      cambio ser una medida útil en
      poblaciones de bajos ingresos o cuando la dieta es poco
      variada.

    12. 2.2.12. Alimentos fundamentales

      Durante el embarazo existe un incremento de
      las necesidades de casi todos los nutrientes respecto a
      una mujer de la misma edad, en una proporción
      variable que fluctúa entre 0 y 50%. Existen
      diversas fuentes de información sobre el tema, las
      que no siempre son concordantes, lo que genera
      confusión en el equipo de salud. Las más
      recientes son las del Instituto de Medicina de los
      EEUU, recientemente publicadas (DRI 2001). (Tabla
      1).

      1. Tabla 1. Ingesta
        recomendada de nutrientes según el Instituto
        de Medicina, Academia Nacional de Ciencias y Programa de Alimentación y
        Nutrición, EEUU, (DRI 2001).
    13. 2.2.13. Nutrientes y Alimentos
      Complementarios

    NUTRIENTE

    Unidad/día

    MUJERES

    19 – 30 años

    EMBARAZADAS

    19 – 30 años

    DIFERENCIA CANTIDAD %

    Energía Kcal *

    2.000

    2.150-2.200

    150 – 200 7-10

    Proteínas g

    50

    60

    10 20

    Vitamina A µg ER

    700

    800

    100 12

    Vitamina D µg

    5

    5

    – –

    Vitamina E mg α
    tocoferol

    15

    15

    – –

    Vitamina C mg

    75

    85

    10 13

    Tiamina mg

    1,1

    1,4

    0,3 27

    Riboflavina mg

    1,1

    1,4

    0,3 27

    Niacina mg

    14

    18

    4 28

    Vitamina.B6 mg

    1,5

    1,9

    0,4 20

    Folatos µg *

    400

    600

    200 50

    Vit.B12 µg

    2,4

    2,6

    0,2 8

    Calcio mg *

    1000

    1.000

    – –

    Hierro mg *

    18

    27-30

    9 – 12 50-67

    Zinc mg *

    8

    11-13

    3 – 5 25 -52

    Yodo µg

    150

    220

    70 47

    * Nutrientes Críticos

    Energía. La necesidad adicional de
    energía, para una embarazada con estado nutricional
    normal se consideraba alrededor de 300 Kcal diarias.
    Estudios recientes demuestran que con frecuencia disminuye
    la actividad física durante el embarazo y el gasto
    energético por este factor. A la vez existen
    mecanismos de adaptación que determinan una mejor
    utilización de la energía consumida. Un
    comité de expertos propuso en 1996 un incremento de
    sólo 110 Kcal los primeros trimestres del embarazo y
    de 150-200 Kcal durante el último trimestre, en
    mujeres con estado nutricional normal. El incremento
    adicional equivale entonces a menos de medio pan, gran
    parte del embarazo. En mujeres enflaquecidas las
    necesidades de energía se incrementan en 230 Kcal en
    segundo trimestre y en 500 Kcal para el tercer
    trimestre.

    Proteínas. La necesidad adicional de
    proteínas se estima en 10 gramos diarios, cantidad
    que se puede satisfacer con dos tazas de leche
    adicionales. De acuerdo a los patrones alimentarios las
    proteínas no representan un nutriente crítico
    y en general son adecuadamente cubiertas en la
    alimentación.

    Grasas. Deben aportar no más del 30%
    de las calorías totales. Es importante
    incluir ácidos grasos esenciales de la
    familia "omega-6" presentes en aceites vegetales
    (maíz, pepa de uva) y de la familia
    "omega-3" que se encuentran fundamentalmente en los aceites
    de soya, y en alimentos como el pescado, almendras y
    nueces. Estos ácidos grasos son fundamentales para
    el buen funcionamiento del sistema
    útero-placentario, el desarrollo del sistema
    nervioso y la retina del feto
    durante el embarazo y del niño durante la
    lactancia.

    Hierro. Las necesidades de hierro se
    duplican durante el embarazo y es prácticamente
    imposible cubrirlas con medidas dietéticas. Ello
    lleva a la necesidad de utilizar suplementos en forma
    rutinaria, aunque el grado de cumplimiento real de esta
    medida es bajo, por lo que deben buscarse mecanismos que
    mejoren la adherencia al tratamiento. Las principales
    fuentes de hierro son las carnes, leguminosas, semillas,
    algunos vegetales, pan y cereales fortificados. La leche
    Purita Fortificada con hierro y zinc que distribuye
    actualmente el Programa Nacional de Alimentación
    Complementaria es insuficiente para cubrir las necesidades
    de estos minerales.

    Calcio. Las necesidades de calcio en el
    embarazo se estiman en 1.000 mg por día. Durante el
    tercer trimestre se produce un importante traspaso de
    calcio materno al feto, que si no es obtenido de la dieta
    es movilizado desde el tejido óseo materno, lo que
    puede tener un efecto negativo en etapas posteriores de la
    vida de la mujer. Existen algunas evidencias que el
    déficit de calcio determina mayor riesgo de
    hipertensión y parto prematuro. El uso de alimentos
    fortificados y/o suplementos es una alternativa para
    mejorar la ingesta. Las principales fuentes de calcio son
    los productos lácteos (leche, queso, quesillo,
    yogurt).

    Zinc. También presenta una baja
    ingesta en las embarazadas y su déficit se ha
    asociado a bajo peso al nacer y parto prematuro. Las
    principales fuentes de zinc son mariscos, carnes,
    lácteos, huevos, cereales integrales y pescado.

    Vitamina A. Es uno de los pocos nutrientes
    cuyo requerimiento no aumenta respecto a mujeres adultas en
    edad fértil. Existen evidencias de que altas dosis
    diarias de vitamina A (superiores a 10.000 UI) consumidas
    las dos semanas previas al embarazo o en las 6 primeras
    semanas del embarazo pueden tener un efecto
    teratogénico. Especial cuidado debe tenerse con los
    preparados de ácido retinoico o sus derivados para
    uso cutáneo ya que estos tienen una potencia
    100 a 1000 veces mayor que el retinol.

    Acido fólico. Propuestas recientes
    han aumentado la recomendación de ingesta diaria en
    la mujer en edad fértil a 400 µg/día
    (más del doble de la cifra previa) y a 600
    µg/día en la embarazada. La asociación
    entre este nutriente y los defectos de cierre del tubo
    neural fue extensamente analizada. Su uso en altas dosis
    (4,0mg/día) es especialmente importante en mujeres
    con antecedentes previos de hijos con DTN (Defecto del Tubo
    Neuronal) desde 6 a 8 semanas antes de la concepción
    hasta completar el primer trimestre del embarazo. Los
    defectos más comunes del tubo neural son la espina
    bífida (una malformación de la médula
    espinal y la espina dorsal que consiste en que éstas
    no se cierran completamente), la anencefalia (severo
    desarrollo insuficiente del cerebro)
    y la encefalocele (cuando el tejido cerebral sale hacia
    afuera de la piel a
    través de un orificio en el cráneo). Todos
    estos defectos ocurren durante los primeros 28 días
    del embarazo; generalmente antes de que una mujer sepa que
    está embarazada.

    Por eso es tan importante que no sólo las
    mujeres que están planificando un embarazo ingieran
    suficientes cantidades de ácido fólico, sino
    todas aquellas que estén en edad fértil.
    Sólo un 50% de los embarazos son planificados. Por
    lo tanto, cualquier mujer que pueda quedar embarazada debe
    ingerir suficiente ácido fólico.

    Es muy importante la ingestión de
    cantidades adecuadas de ácido fólico
    1 mes antes de la gestación y hasta, por lo
    menos, los primeros 3 meses del embarazo
    para
    reducir el riesgo del desarrollo de un feto con defectos en
    el tubo neural. La fortificación del pan con
    ácido fólico a partir del año 2.000 se
    espera contribuirá a reducir la prevalencia de esta
    patología y posiblemente de otras mal formaciones.
    Las principales fuentes de ácido fólico son
    hígado, leguminosas, maní, espinaca,
    remolacha cruda y palta.

    Un número importante de las mujeres
    presentan durante el embarazo algunas conductas
    alimentarias especiales, nauseas, vómitos,
    gastritis, pirosis, constipación y/o calambres de
    extremidades inferiores. A menudo estas dolencias pueden
    ser tratadas con modificaciones dietarias y/o ajustes en
    sus estilos de vida. Sin embargo los casos severos
    requerirán de tratamientos específicos
    farmacológicos y eventualmente
    hospitalizaciones.

    Los "antojos" por determinados alimentos,
    son frecuentes de observar en las embarazadas. Ello no
    refleja el déficit de algún nutriente
    específico en la dieta, como se ha sugerido. No hay
    argumentos para que ellos no sean "complacidos", en la
    medida que no afecten la dieta o reemplacen a otros
    alimentos más importantes. También son
    frecuentes las "aversiones" o "rechazos" por determinados
    alimentos (alcohol,
    café, carnes, etc.), que no
    necesariamente son perjudiciales.

    La Pica, es un trastorno en el apetito
    aberrante por productos tales como tierra o
    arcilla (geofagia), almidón (amilofagia), greda,
    hielo, papel, pasta de diente, u otro material que no es
    alimento habitual. Paralelamente el consumo de esta
    sustancia modifica la absorción de los nutrientes,
    por lo que es necesario evaluar el
    estado nutricional de la embarazada y realizar
    educación alimentaría y si es preciso,
    suplementación. Se la ha asociado al déficit
    de micronutrientes (hierro y zinc entre otros), aunque no
    ha sido adecuadamente demostrado. Puede presentarse
    también en mujeres con un trastorno mental que
    afecta la conducta alimentaria. La pica puede determinar
    malnutrición al desplazar nutrientes esenciales de
    la alimentación.La prevalecía de pica durante
    el embarazo se encuentra generalmente subestimadas pudiendo
    afectar a un alto porcentaje de gestantes.

    Muchos de estos comportamientos, pueden deberse a
    costumbres y tradiciones que pasan de madres a hijas. Debe
    procurarse que la pica no sustituya los alimentos con alto
    contenido de nutrientes esenciales.

    Nauseas y Vómitos. El 50 a 80% de
    las mujeres embarazadas experimentan nauseas y
    vómitos especialmente en el primer trimestre del
    embarazo. Esta condición está fuertemente
    ligada a cambios hormonales y no tiene causas bien
    conocidas.

    La mayoría de las veces estos trastornos no
    condicionan una patología propiamente tal aunque
    generan preocupación y ansiedad en la paciente y su
    entorno familiar y por tanto requerirán un abordaje
    mas bien educativo y tranquilizador. Estados más
    severos (hiperémesis gravídica) presentan
    riesgos de deshidratación, desequilibrios
    electrolíticos, alteraciones metabólicas y
    perdida de peso.

    1. 2.3.1. Embarazos en situaciones
      especiales.

    Las adolescentes constituyen un grupo de
    riesgo y requieren generalmente una intervención
    nutricional en etapas precoces del Mientras menor sea el
    período post menarquia es el riesgo nutricional
    debido a que no han completado su crecimiento y sus
    necesidades de nutrientes y energía son mayores. El
    embarazo en adolescentes se asocia con bajo peso al nacer
    ya que ellas retienen parte de los nutrientes para sus
    propias necesidades a expensas del feto. La ingesta de
    hierro, zinc, calcio, folato, vitamina B6 y vitamina A,
    suele estar bajo las recomendaciones. Se deben hacer
    adaptaciones en la dieta de las adolescentes privilegiando
    alimentos con alta densidad
    de nutrientes que reemplacen alimentos de consumo juvenil
    como los snacks. Debe controlarse la nutrición de
    hierro y usarse suplementos si la dieta no aporta la
    cantidad necesaria o las reservas son bajas. Los
    lácteos y los alimentos que aporten calcio deben ser
    recomendados especialmente ya que parte del crecimiento de
    la madre puede darse durante el embarazo. Debe considerarse
    que también se requiere una cantidad suficiente de
    calcio para la formación del esqueleto del feto.
    Debe recomendarse una dieta balanceada sobre la base de
    alimentos con alta densidad de nutrientes, horarios
    regulares y colaciones sobre la base de productos
    lácteos, frutas y vegetales para completar los
    requerimientos diarios en las adolescentes embarazadas. Un
    adecuado control nutricional de la embarazada adolescente
    puede protegerla de problemas tales como prematurez,
    cesáreas, bajo peso al nacer, anemia y
    toxemia gravídica. Debido a que la imagen
    corporal es importante para las adolescentes debe
    recomendarse un adecuado incremento de peso, evitando
    terminar el embarazo con obesidad.

  2. 2.3. Mujeres embarazadas (sustancias consumidas
    y no nutritivas)

    Esta observación se realiza con
    embarazadas de las ciudades de Asunción y Villa
    Hayes respectivamente en el periodo de una semana teniendo
    en cuenta las tres comida principales y entre comidas,
    (media mañana y merienda). Teniendo como unidad de
    análisis ocho embarazadas de entre
    dieciocho a treinta y tres años con diferentes
    periodos de gestación.

    Siendo una investigación no experimental, pero
    observatoria, descriptiva porque fue observada la
    alimentación y luego descriptas por las
    investigadoras y finalmente cualitativa porque se utilizo
    la recolección de datos
    dotados de cualidades. Y la observación tiene como
    muestreo
    por conveniencia porque estuvimos observando a embarazadas
    que eran gentes próximas como amigas, vecinas, o del
    propio barrio.

    Variables:

    X1 alimentación diaria

    Indicadores

     Porciones /dias

    Panificados y cereales

    6 – 11 porciones/día

    Cárnicos

    3 porciones/día

    100 -150 g/día

    Quesos

    2 pedazos/día

    Huevos

    6 – 7/semana

    Lácteos

    3 porciones/día

    1/2 litro/día

    Legumbres

    4 – 5 porciones/día

    Frutas

    3 – 4 porciones/día

    Verduras

    4 – 5 porciones/día

    Aceites

    2 – 3 porciones/día

    Água

    Mínimo 8 vasos/día

    X2 nutrientes
    esenciales

    Hidratos de carbono

    300gr/día

    55 – 60 %

    Proteínas

    6 – 10g /día

    70%

    Lípidos

    2,2g / día

    20 – 30 %

    Minerales :

    Calcio

    Hierro

    1.200 mg/día

    1.000 mg

    Glúcidos

    30g/día

    10 %

    X3 Periodo de gestación

    Primer Trimestre

    Segundo Trimestre

    Tercer Trimestre

    X4 Edad

    18-22 años

    23-27 años

    28-33 años

    X5 estado civil

    Casada

    Soltera

    Viuda

    Aconcubinada

    Separada

    X6 cantidad de hijos

    Ninguno

    1-3 hijos

    X7 consultas médicas

    Siempre

    De vez en cuando

    No siempre

  3. 2.4. Aspectos
    Metodológicos
  4. 2.4. Resultados

Como resultado de las observaciones en profundidad
realizadas, podemos concluir que:

2.4.1. La nutrición en las embarazadas que
observamos pudimos notar que seguían rígidamente
la dieta recomendada, mas no por el problema de engordar o por
no querer perder el cuerpo que tiene, mas por la prioridad que
es su hijo y mas todavía cuando es el
primero.

2.4.2. Comparamos que las ingesta de nutrientes
requerida por los nutricionistas para nuestras embarazadas
observadas el valor
concuerda con las mismas exigidas por el último estudio
realizado en el Instituto de Medicina de Academia Nacional de
Ciencias y Programa de Alimentación y Nutrición
en los E.U.A. Pero muchas veces puede haber un decaimiento de
cantidades de algunos suplementos por la deficiencia de
suelo que
tenga cada país lo que pueda exigir un poco o menos
cantidad de algunos nutrientes.

2.4.3. Lo más interesante es que el 80% de las
embarazadas consumen una cantidad excesiva de cárnicos
lo que puede causar una gran cantidad de grasas pudiendo
ocasionar cuando el feto ya sea adulto problemas
cardíacos y de obesidad .y la cantidad de vitaminas
ingeridas por las gestantes es accesible.

Pudimos notar durante la observación de las
embarazadas que el 80% que seguían un cuidado rutinario
con nutricionista especializados en el horario de la cena
consumían cosas no muy pesadas pero que cubría la
cantidad necesaria de nutrientes que necesitaba, pero el otro
20% de las embarazadas consumían alimentos pesados y no
muy apropiado para el horario, pero que también
cubrían la misma necesidad necesaria de nutrientes que
las que seguían un cuidado con nutricionistas. Como por
ejemplo unas de las embarazadas consumía a la cena una
ensalada con una porción de bife de hígado
mientras que la embarazada que tenía nutricionista
consumía como un sándwich de queso blanco con
lechuga, jamón sin grasa, tomate, y
una porción de carne blanca. También en las
consultas médicas observamos que la mayoría se
hace revisiones durante el periodo de
gestación.

Llegamos a una conclusión que las embarazadas
que por más que tenga o no tenga condiciones de acudir a
un nutricionista, ella propia sabe como cuidarse, lo que debe o
no debe comer. Siempre manteniendo el cuidado apropiado a su
embarazo.

Debido a esto obtuvimos resultados en los diferentes
instrumentos aplicados de la observación (08
observaciones, siendo que 06 acudieron a un nutricionista) con
resultados muy semejantes muestran que en la parte cualitativa
se ven unas cualidades de alimentación y de consultas
médicas de cada embarazadas, mientras que, en los
resultados descriptivos parece ser muy diferentes ya que sus
rutinas de alimentación eran variables.

Otro de los resultados obtenidos fue que, en nuestra
sociedad,
hoy en día, los/as nutricionistas son vistos/as con
buenos ojos.

Además, otro resultado obtenido de las
observaciones, favorable hacia la nutrición, fue que
esta es una profesión que puede ayudar en varios
ámbitos de la vida de un individuo,
para el bien estar de su salud.

Otro factor que llama la atención se basa en la confianza hacia
el/la nutricionista. La mayoría de las embarazadas
observadas están de acuerdo en considerar al/la
nutricionista como un profesional que debería ser
fundamental entre sus consultas médicas.

3. Discusión
Final

Antes de iniciar esta sección, es menester
mencionar que los instrumentos aplicados en esta
investigación / Observación, requieren un poco de
tiempo para
el análisis objetivo de
cada gestante / embarazada.

En cuanto a limitaciones que se tuvo en el desarrollo
del trabajo, fue el factor tiempo, ya que esta
investigación es un trabajo práctico de una
materia específica de la carrera, y por lo tanto es
reducida la dedicación posible de cada estudiante al
proceso de investigación, ya que su tiempo es compartido
entre la universidad,
las obligaciones
laborales, personales y familiares. Con eso, se presentaron
algunos convenientes.

De acuerdo con los objetivos y
resultados de nuestra investigación, y de forma
favorable a la hipótesis presentada, se ha concluido que
las embarazadas observadas de acuerdo a su alimentación
concuerdan con el parámetro nutricional del Instituto de
Medicina de Academia Nacional de Ciencias y Programa de
Alimentación y Nutrición en los E.U.A.

Con esta observación obtuvimos la respuesta a
nuestra investigación que es: Si las embarazadas
realmente se alimentaban de acuerdo a las cantidades necesarias
de nutrientes y suplementos que es requerido por los
nutricionistas?

Y realmente si se alimentan adecuadamente no importa
su clase social
o nivel, lo que importa es, si la salud del bebe y de la madre
están en las perfectas condiciones.

La nutrición es una profesión joven en
Paraguay.
Esta investigación pese a las dificultades y
limitaciones encontrados, parece mostrar que hay indicios de
una valoración favorable hacia la nutrición, pero
queda mucho por hacer en términos de transferencia de
conocimientos y un acercamiento más estrecho, entre los
profesionales de la Nutrición y el pueblo de
Asunción, y porque no, de todo el
país.

4.
Sugerencias

  1. Evitar la ingesta excesiva de alcohol al inicio del
    embarazo se asocia con el nacimiento de niños
    con malformaciones (síndrome de alcoholismo
    fetal /SAF), retardo del crecimiento intrauterino,
    anormalidades oculares y articulares y retraso mental.
    También se ha descrito un índice más
    elevado de abortos espontáneos, desprendimiento
    prematuro de placenta y prematuridad. La ingesta de alcohol en
    etapas posteriores de la gestación se asocia a
    alteraciones de crecimiento y desarrollo fetal pero no induce
    malformaciones.
  2. También evitar la cafeína porque
    ella
    atraviesa la placenta y puede alterar la frecuencia
    cardíaca y la respiración del feto. Se recomienda que
    las mujeres gestantes y lactancia no consuman más
    cafeína que la contenida en dos tazas de
    café. También debe limitarse el consumo de
    té y de bebidas gaseosas que la contienen. Los problemas
    con la
    contaminación química y
    microbiológica que afectan a la madre, al embrión
    y al feto. Especial preocupación debe haber en
    relación con la exposición con metales pesados
    (plomo, cadmio, mercurio), arsénico, subproductos
    órgano clorados que se generan a partir de la
    desinfección del agua,
    pesticidas que contaminan los alimentos y el agua y
    algunos agentes microbiológicos, como el toxoplasma y la
    listeria que pueden estar presentes en los
    alimentos.
  3. Acudir al médico cada mes, para llevar un
    adecuado control en el embarazo.
  4. Alimentarse adecuadamente y suficientemente porque
    ayuda a aumentar el volumen de sangre
    necesario para satisfacer las demandas del
    embarazo.
  5. Es recomendable que comas de cinco a seis veces por
    día en raciones pequeñas, evita las comidas con
    mucha grasa o muy condimentadas, come en cambio alimentos ricos
    en fibra como lo son los cereales integrales las frutas y las
    verduras.
  6. La buena alimentación disminuye los riesgos de
    complicaciones del embarazo tales

Como:

Las infecciones, la anemia y la toxemia en la madre; el
nacimiento prematuro;

El peso natal bajo; el parto de un feto muerto; el
daño
cerebral; y

El retraso mental en el bebé.

  1. GIROLAMI, Daniel H. Fundamentos de la
    valoración nutricional y composición corporal.
    Editorial el Ateneo, Abril 2004, p.419-425

    PICASO, Repullo -Nutrición Humana
    Dietética. Edición 2001- p.170-172

    LOPEZ, Laura Beatriz y Marta María
    Suárez, Nutrición Durante la Gestación y
    Lactancia. Mayo 2003 – p.333-353.

    KRAUSE, Marie Mendelson, Nutrición durante el
    embarazo. Editorial MC GRAW HILL, Marzo de 2005-
    p.181-212.

  2. 5. Referencias
    Bibliográficas

6.
Anexo

A. Instrumento de
Recolección de Datos

B.
Fichas

C. Registro diario
por observada

D. Registro de
observación

Les dedicamos primeramente este trabajo a Dios, en
segundo lugar a nuestros padres, porque ellos siempre
están aquí en las buenas y en las malas; nos
educan, nos aconsejan, nos imparten valores para conducirnos
correctamente y por ultimo, Fanny le dedica especialmente a
Hugo, por estar con ella, apoyándola y sobre todo
fortaleciéndola.

Agradecemos a las embarazadas por dedicar su paciencia
y comprensión. También a la profesora por
inculcarnos sus conocimientos.

 

 

Autor:

Dafne Marquez Monteiro

Fanny Soledad Fariña

Leticia María Ortega.

Orientadora:

Prof. Adriana Deligdisch

Universidad de la Integración de Las Américas –
Segundo Semestre – Nutrición

Trabajo de Monografía presentado como requisito
parcial para la obtención de puntaje del AV2 para la
materia Metodología de la
Investigación

Asunción, Paraguay – 2007

Partes: 1, 2
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