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La reconversión monetaria (Venezuela) (página 2)




Enviado por Yaniris Arrieche



Partes: 1, 2

CAPÍTULO II

ANTECEDENTES

Existen diferentes tipos de investigaciones y artículos
relacionados con el tema investigado, entre ellos tenemos un
artículo publicado por David Rodríguez Andara en un
informe especial publicado en la
Revista Dinero EL 21/11/2007 sobre "La
molienda monetaria. ¿El bolívar llegará a ser
fuerte?" donde plantea lo siguiente: "Con la firma del Decreto
Ley de Reconversión
Monetaria, el presidente Chávez autorizó la
eliminación de tres ceros a la moneda nacional a partir del
1º de enero de 2008. Esta medida busca reducir la
inflación y rescatar el valor de la moneda nacional,
que pasará a llamarse bolívar fuerte. No obstante,
analistas económicos consideran que no es el mejor momento
para ponerlo en práctica, pues aún no hay certeza que
su aplicación vaya a mejorar realmente el poder adquisitivo de los
venezolanos. Además advierten que más allá del
efecto psicológico momentáneo que tendrá en la
población, este proceso pudiese derivar en un
repunte de la inflación, más desabastecimiento y hasta
en una posible devaluación.".

Sin embargo existen también sus defensores como es
el caso del Ministro de Finanzas Tobías Nobrega,
quien en un Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) el día
2
2/02/07 expreso que "….es una tarea que estaba
pendiente desde la década de los 90 y que, en primer lugar,
atacará los efectos causados por décadas de
inflación moderada y acumulada." El economista comentó
que desde 1975 hasta 2005, se ha alcanzado una inflación
acumulada de 120 mil por ciento, lo que se ha traducido en una
serie de distorsiones en la estructura de monedas y
billetes del país.

"Ya en 1996, se había planteado este tema en la
discusión pública venezolana. Inclusive, se hablaba de
quitarle dos ceros al bolívar", recordó y aclaró
que el término que mejor se ajusta a la decisión
gubernamental es de reconversión y no de reforma
monetaria.

Indicó que una reforma generalmente se asocia a un
cambio del régimen
monetario, del sistema cambiario y de todo el
aspecto de política macroeconómica. En este
caso, lo que se plantea es una reconversión, pues se
pretende ajustar el "cono monetario" (conjunto de denominaciones
de monedas y billetes en circulación) a los efectos de una
inflación acumulada durante muy largo tiempo.

Nóbrega consideró que el presidente
Chávez Frías tomó la decisión acertada en el
momento adecuado, pues actualmente, Venezuela es fuerte en
reservas internacionales, "tanto en activos del BCV, como de otros
organismos públicos, lo que permite acometer un paso como
éste, con una holgura tanto financiera, como fiscal".

MARCO
TEÓRICO

¿QUÉ ES LA RECONVERSIÓN
MONETARIA?

La reconversión monetaria es una medida de políticas públicas que
simplifica la comprensión, uso y manejo del dinero nacional,
mediante su expresión en una nueva y menor escala equivalente. Es decir, la
reconversión monetaria consiste en eliminar un número
específico de ceros al dinero y llevar a esa nueva escala
monetaria todo aquello que se exprese en moneda nacional. Abarca
todos los importes: precios de los bienes y servicios que se venden en el
país, sueldos y salarios, ahorros,
pensiones, deudas, alquileres y demás compromisos de pago,
tipo de cambio e impuestos, entre
otros.

Durante algún tiempo se establecen mecanismos que
ayudan a los ciudadanos a establecer las equivalencias de las
monedas y billetes de la escala monetaria que se reconvierte, con
las monedas y billetes de la nueva escala, para que las personas
puedan utilizar ambas denominaciones monetarias con facilidad y
confianza durante el tiempo que circulen conjuntamente las dos
familias de monedas y billetes.

En el caso de Venezuela, la reconversión monetaria
consiste en dividir entre mil (1.000) o eliminar tres ceros a la
moneda nacional y adaptar esa nueva escala monetaria a todo
importe que se exprese en bolívares. La medida significa que
todos los precios, salarios, pensiones y demás
prestaciones de carácter social, bonos, tributos, sumas en moneda
nacional contenidas en estados financieros u otros
documentos contables o en
títulos de crédito y, en general,
cualquier operación o referencia en bolívares actuales
deberá ser convertida a "bolívares fuertes" dividiendo
sus montos entre mil (1.000).

Con la reconversión monetaria no habrá cambio
en la denominación de la moneda nacional, la cual sigue
siendo el bolívar, pero para lograr una familiarización
más tranquila, efectiva y rápida con la nueva escala
monetaria, durante un período transitorio se le
añadirá el adjetivo "fuerte" a la palabra
"bolívar", para quedar "bolívar fuerte". Éste se
representará con el símbolo "Bs.F.". Por ejemplo, un
salario de 672.000 bolívares
actuales (Bs.), al llevarlo a la nueva escala monetaria
equivaldrá a 672,00 bolívares fuertes (Bs.F.). Un pago
de luz de 23.170 bolívares
actuales (Bs.) equivaldrá a 23,17 bolívares fuertes
(Bs.F.), un kilo de harina de maíz de Bs. 1.400
equivaldrá a Bs.F. 1,40 y un pasaje urbano de Bs. 900
equivaldrá a Bs.F. 0,90. Como se puede observar, para
obtener la nueva escala monetaria lo que se hizo con los cuatro
importes monetarios utilizados en este ejemplo fue dividir entre
mil (1.000) o correr la coma tres lugares hacia la
izquierda:

Bs. 1.000 = Bs.F.
1

La reconversión monetaria forma parte de una
política más general del Ejecutivo Nacional y del
Banco Central de Venezuela,
que tiene como finalidad el crecimiento de la economía, el desarrollo socioeconómico
del país y el fortalecimiento del bolívar.

OBJETIVOS DE LA RECONVERSIÓN.

La Reconversión Monetaria busca:

  • Facilitar las transacciones comerciales en Venezuela
    y reducir la inflación a un dígito anual al tener un
    nuevo bolívar (Bolívar Fuerte) que mantenga
    intrínseco su valor y restablezca el valor estable del
    dinero. Es más fácil pagar con 50 o 100
    bolívares fuertes que con 50.000 o 100.000
    bolívares
  • Reducir el cono monetario (conjunto de monedas y
    billetes de diferentes denominaciones), por lo que se
    disminuirá la tenencia per cápita de papel moneda.
    Esto se hace para adecuar el sistema monetario a los
    estándares internacionales, que establecen la tenencia
    promedio de 12 a 16 billetes por persona.
  • Al simplificarse y adecuarse el efectivo en manos del
    público, se contribuirá a dar mayor eficiencia al sistema de
    pagos.
  • Asimismo, se prevé con la reconversión
    monetaria darle racionalidad y agilidad a las transacciones y
    se logrará un uso más eficiente de los sistemas de
    cómputos.
  • Facilitar la elaboración, el manejo y la
    ejecución de los presupuestos del Gobierno Nacional, de las
    demás instancias de poder regional y local, así como
    de las empresas privadas.
  • Consolidar la confianza en la moneda nacional, con
    efectos psicológicos positivos en las expectativas
    económicas de las personas. A largo plazo se
    abaratará el costo de emisión
    monetaria por una mayor vida útil de las
    monedas.
  • Eliminar el impacto inflacionario del efecto que
    produce la escasez actual de sencillo o
    billetes y monedas fraccionarias.

CAUSAS DE LA RECONVERSIÓN
MONETARIA

Con el paso del tiempo y debido a la pérdida de
poder de compra de las monedas y billetes, entraron en
circulación nuevas especies monetarias de mayor
denominación y fueron desapareciendo las de menor
denominación, por lo que se experimentaron sucesivos cambios
en el cono monetario. Por ejemplo, en los años setenta el
billete de mayor denominación era el de 100 bolívares;
en los ochenta, el billete de 500 bolívares1; para finales
de los noventa ya estaba en circulación el billete de 20.000
bolívares y para el año 2002 entró en
circulación el billete de bolívares 50.000.

A medida que la economía fue demandando la introducción de billetes
de mayor denominación, se fue complicando la
comprensión, uso y manejo del dinero nacional. Por ello, en
algún momento había que enfrentar esta situación a
través de una reconversión monetaria.

BILLETES DE MAYOR DENOMINACIÓN
ENTRE 1960 Y 2007

DIBUJO N 1. ESCALA DE BILLETES EN EL
PAIS

EL NUEVO CONO MONETARIO

Se llama cono monetario a la familia de billetes y
monedas en circulación. El nuevo cono monetario contiene
siete (7) monedas y seis (6) billetes. Las monedas son de 1
bolívar fuerte, 50 céntimos, 25 céntimos, 12,5
céntimos, 10 céntimos, 5 céntimos y 1
céntimo. Los billetes son de las siguientes denominaciones:
Bs.F. 2, Bs.F. 5, Bs.F. 10, Bs.F. 20, Bs.F. 50 y Bs.F. 100. Las
nuevas monedas y billetes no contendrán la palabra "fuerte",
pero sus características permitirán diferenciarlos de
la familia de billetes y monedas
actuales, por lo que se reconocerán fácilmente. La
nueva familia de billetes y monedas se dará a conocer al
público en su debida oportunidad. El nuevo cono monetario
(Bs.F.)

DIBUJO N° 2. EL NUEVO CONO MONETARIO
Y SUS EQUIVALENCIAS

INSTITUCIONES QUE DEBEN VELAR POR EL CUMPLIMIENTO DEL
DECRETO LEY DE RECONVERSIÓN MONETARIA

El cumplimiento de la ley será atendido por los
siguientes organismos:

• Banco Central de Venezuela (BCV)

• Comisión Nacional de Valores (CNV)

• Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones
Financieras (Sudeban)

• Superintendencia de Seguros

Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y
Tributaria (Seniat)

• Defensoría del Pueblo

• Instituto Nacional de Defensa del Consumidor y el Usuario
(Indecu).

SANCIONES

El Decreto-Ley de Reconversión Monetaria contempla
dos supuestos sancionatorios:

a) El artículo 9 prevé que aquellos que se
nieguen a efectuar la conversión prevista en el
artículo 1° del Decreto-Ley o incumplan cualesquiera de
las obligaciones establecidas en
el mismo serán sancionados con una multa que oscila entre 10
unidades tributarias (U.T.) y 10.000 U.T. Esta multa será
impuesta y liquidada por el Indecu, de acuerdo con lo establecido
en la Ley de Protección al Consumidor
y al Usuario o, en su defecto, por la Sudeban si el sujeto
infractor fuere una institución financiera.

b) La disposición transitoria décimo segunda
establece que aquellos que se nieguen a recibir las especies
monetarias de la familia actual, por concepto de liberación de
obligaciones dinerarias, serán sancionados con una Aspectos
fundamentales de la reconversión monetaria multa equivalente
a cuatro veces la cantidad que se haya rehusado a recibir. Esta
multa será impuesta y liquidada por el Banco Central de
Venezuela.

EL REDONDEO

Con la reconversión, al dividir los precios y
cualquier importe o cantidad de dinero entre mil (1.000) a veces
resultan cifras o cantidades con más de dos decimales, las
cuales deben llevarse a dos decimales mediante la aplicación
de la regla de redondeo, salvo algunas excepciones. La regla
general de redondeo es la siguiente:

• Cuando el tercer decimal de una cantidad
convertida a Bs.F. sea igual o superior a 5, el segundo decimal
se eleva en una unidad.

• Cuando el tercer decimal sea inferior a 5, el
segundo decimal queda igual.

Ejemplos:

Bs. 38.568 convertidos y redondeados, pasan a ser Bs.F.
38,57

Bs. 38.562 convertidos y redondeados, pasan a ser Bs.F.
38,56

Como toda regla puede tener excepciones; la regla
de redondeo tiene algunas que se explican a
continuación:

Se expresan con al menos tres decimales los precios
unitarios de:

a) Combustibles para uso automotor (gasolina, GNV y
gasoil)

b) Gas licuado del petróleo (GLP) que se
comercializa a granel

c) Servicios de agua, electricidad, gas metano, telefonía e
Internet

d) Acciones que se coticen en el
mercado bursátil

Adicionalmente,

e) En la unidad tributaria se emplean tres
decimales

f) Para el caso de los tipos de cambio, el número
de decimales es el que corresponda a cada divisa conforme a lo
establecido por el BCV en su página Web.

Por ejemplo, el precio de un litro de gasolina
de 95 octanos es Bs. 97,00 y con la reconversión será
Bs.F. 0,097. Asimismo, la unidad tributaria establecida para el
año 2007 de Bs. 37.632,00 será Bs.F. 37,632. Aun cuando
los precios e importes considerados como casos especiales tengan
al menos tres decimales, para efectos del pago o
contabilización
deben redondearse a dos decimales. Dicho
redondeo será aplicado sobre el resultado de multiplicar el
precio por la cantidad de unidades consumidas, compradas o
contabilizadas del bien, servicio o importe monetario. Así,
por ejemplo, si el precio de un litro de gasolina de 95 octanos
es de Bs.F. 0,097 y se adquieren 21 litros de gasolina, el
resultado de multiplicar dicha cantidad por el precio arroja
2,037. En este caso, para pagar debe redondearse esa cantidad a
dos decimales, conforme a lo establecido en la regla general de
redondeo. Es decir, como el tercer decimal es siete (mayor que
cinco), se le suma uno al segundo decimal y quedan 2,04
bolívares fuertes.

Otro ejemplo es el de una empresa de electricidad que
utilice actualmente cinco (5) decimales en la tarifa de un
kilovatio hora (kWh). Una vez que dicha tarifa sea reexpresada en
Bs.F., la empresa podría utilizar
la misma cantidad de decimales que emplea actualmente o un
número mayor, pero el monto total a pagar por el consumo de electricidad en el
mes debe ser redondeado a dos decimales.

La regla de redondeo no se aplica cuando al dividir
entre mil (1.000) el resultado obtenido arroja dos o menos
decimales. Esto ocurre en aquellos importes monetarios como
precios, ingresos, ahorros y, en general,
todo lo que se exprese en moneda nacional que termine en cero y
no contiene decimales.

Ejemplo:

• Precio "X" en Bs.: 11.420,00

• Conversión a Bs.F.: 11.420,00/1.000 =
11,420 = 11,42

• No aplica la regla de redondeo porque
automáticamente se obtiene un nuevo precio expresado con
céntimos o dos decimales Dado que más del 90% de los
precios que conforman la base de datos del índice
de precios al consumidor del área metropolitana de Caracas
terminan en cero y no contienen decimales, la regla de redondeo
no será de uso generalizado en los precios de los bienes y
servicios que conforman la canasta de consumo de los
hogares.

EMISIÓN DE CHEQUES

Según el BCV con la reconversión monetaria,
las características de los cheques y de las chequeras no
cambiarán porque no será necesario escribir la
expresión bolívares fuertes o el símbolo Bs.F. en
el espacio dispuesto en los cheques para escribir el monto en
números y/o letras. Así que la manera de identificar si
un cheque está expresado en
bolívares actuales o en bolívares fuertes es la fecha
de emisión.

Es importante señalar que la utilización de la
expresión "bolívares fuertes" o el símbolo "Bs.F."
no constituirá causal de devolución o invalidación
del cheque emitido.

Los cheques emitidos a partir del 1° de enero de
2008 deben realizarse en la nueva escala monetaria, por lo que
hay que tener especial cuidado al momento de emitir cheques para
que los montos reflejen la reconversión.

En el caso de que para el 1° de enero de 2008 se
encuentren cheques pendientes por cobrar, emitidos antes de esa
fecha, se entenderá el monto automáticamente
reexpresado en bolívares fuertes; por ello, los montos de
los mismos deben ser divididos entre mil (1.000) y redondeados al
céntimo más cercano. Por ejemplo, por un cheque de
158.000 bolívares con fecha de emisión 23 de diciembre
de 2007, que sea presentado por la taquilla de un banco en enero
de 2008, el cajero pagará al portador el monto equivalente
en la nueva escala monetaria, es decir, 158 bolívares
fuertes. El cheque podrá ser pagado con monedas y billetes
de la nueva familia, con monedas y billetes de la actual familia
o con una combinación de monedas y billetes de ambas
familias.

A continuación se presenta un ejemplo en el cual se
debe redondear el monto a pagar. Si el monto del cheque es Bs.
158.234, entonces el portador del mismo recibirá Bs.F.
158,23 (ciento cincuenta y ocho bolívares fuertes con 23
céntimos). Igualmente, el mismo monto en bolívares
fuertes se registrará en la cuenta del cliente, si éste decide
depositarlo en lugar de cobrarlo por taquilla.

Es importante tener en cuenta que el redondeo a dos
decimales sólo se aplicará a los cheques emitidos en el
año 2007 y cobrados en el año 2008 que terminen en un
número diferente a cero o que contengan decimales. Los
cheques emitidos en el año 2008 deben contener dos decimales
y, para cualquiera que sea el monto, existirán monedas y
billetes que permitirán efectuar el pago exacto en caso de
que el portador decida realizar el cobro en efectivo.

La presentación ante la Cámara de
Compensación Electrónica de los cheques
emitidos en 2007 y que no hayan sido cobrados al 31 de diciembre
de ese año, sólo podrá efectuarse durante el mes
de enero de 2008. Esto quiere decir que sólo por el mes de
enero se podrán depositar los cheques de un banco, emitidos
en el año 2007, en las cuentas de otros bancos. A partir
del 1° de febrero de 2008, los cheques con fecha de
emisión de 2007 podrán ser cobrados únicamente a
través de las taquillas bancarias respectivas o mediante
mecanismos de intercambio entre instituciones financieras, y su
pago se realizará a través de la entrega indistinta de
billetes y/o monedas del nuevo cono monetario o de los billetes y
monedas del cono monetario que se sustituye.

FACTURACIÓN, INVENTARIOS, CONTRATOS Y OTRAS OBLIGACIONES DE
PAGOS AJUSTADOS A LA RECONVERSIÓN MONETARIA.

Para familiarizar al público con la nueva escala
monetaria, a partir de octubre de 2007, y hasta que el Banco
Central de Venezuela disponga lo contrario, deben mostrarse,
ofertarse, exhibirse o exponerse a la vista del público los
precios de los bienes y servicios en bolívares actuales y en
bolívares fuertes. Para ello, deben utilizarse las
expresiones y los símbolos "bolívares/
Bs." Y "bolívares fuertes/Bs.F.", a través de
habladores, tarifarios, material publicitario o informativo y
otros mecanismos que cumplan la misma función que éstos (sean
físicos o electrónicos).

No es de carácter obligatorio indicar en el cuerpo
del producto las dos expresiones
(bolívares y bolívares fuertes) o los dos símbolos
(Bs. Y Bs.F.) a partir del 1° de octubre de 2007 ni con la
entrada en vigencia de la reconversión monetaria, a partir
del 1° de enero de 2008.

A partir de 1° de enero de 2008, todo producto que
tenga el precio de venta al público regulado
por el Ejecutivo Nacional, deberá tenerlo impreso en el
envase o envoltorio expresado en la nueva escala monetaria, es
decir, en bolívares fuertes.

Si al 1° de enero de 2008 se encuentran a la venta
bienes que tengan marcado en el cuerpo o empaque del producto su precio en
bolívares actuales, dicho precio debe entenderse
automáticamente reexpresado en bolívares fuertes
conforme a la equivalencia establecida en el Decreto-Ley de
Reconversión Monetaria, por lo que no es obligatorio
proceder al remarcaje de precios
.

No es de carácter obligatorio emitir facturas en
las dos expresiones monetarias (bolívares y bolívares
fuertes) ni realizar modificaciones en las facturas ni en el
proceso de facturación como consecuencia de la
reconversión monetaria. Lo que sí es necesario es la
adaptación de todos los sistemas de cómputo para que a
partir del 1° de enero de 2008 toda factura que se emita tome en
cuenta la nueva escala monetaria.

A partir del 1° de enero de 2008, cuando se
cancelen consumos con tarjetas de débito o
crédito a través de puntos de venta, el monto
deberá ser cargado en la nueva escala monetaria. Al igual
que el caso de los cajeros automáticos, los recibos o
comprobantes estarán expresados en la nueva escala pero
siempre utilizando el símbolo "Bs.".

Con la entrada en vigencia de la reconversión
monetaria el 1° de enero de 2008, no hace falta reeditar o
firmar nuevamente los contratos suscritos antes de esa fecha y
que tengan vigencia durante 2008 y años posteriores. Lo que
sí es importante que se tenga en cuenta es que, a partir del
1° de enero de 2008, toda obligación o compromiso de
pago contraído con anterioridad debe automáticamente
reexpresarse en la nueva escala monetaria, conforme a la
equivalencia establecida en el Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley de
Reconversión Monetaria. Los contratos que se celebren en el
año 2008, que contengan importes monetarios, deben
expresarse en la nueva escala monetaria, es decir, en
bolívares fuertes, sin que sea necesario que se coloque el
calificativo "fuerte".

REGISTROS CONTABLES ADECUADOS AL BOLÍVAR
FUERTE.

Las entidades con ejercicios financieros con fechas de
cierre distintas al 31 de diciembre deben convertir a
bolívares fuertes (Bs.F.) los saldos de sus cuentas y
auxiliares de contabilidad al 31 de
diciembre de 2007, realizando la división de dichos saldos
entre mil (1.000). A partir del 1° de enero de 2008, las
transacciones deben reflejarse en la contabilidad en
términos de bolívares fuertes (Bs.F.) y acumularse con
las cifras obtenidas al aplicar el procedimiento descrito
anteriormente.

Cualquier diferencia contable ocasionada por el redondeo
de cifras debe incorporarse en los resultados de los ejercicios
económicos en los cuales dicho procedimiento se
aplique.

Las entidades pueden llevar sus datos históricos, auxiliares
de contabilidad y controles para fines de costos y presupuestos con los
decimales que necesiten; no obstante, la información que se
exteriorice debe expresarse en números enteros o con un
máximo de dos (2) decimales.

Los costos en los cuales incurran las empresas y otras
entidades, públicas o privadas, en la adecuación al
proceso de reconversión monetaria de sus sistemas de
contabilidad, administrativos, informáticos u otros que
utilicen valores monetarios, deben reconocerse como gastos del
ejercicio financiero en el cual se incurran. No obstante, las
entidades sujetas a supervisión especial deben
seguir los lineamientos fijados por su ente
supervisor.

ESTADOS FINANCIEROS Y LA RECONVERSIÓN
MONETARIA

El proceso de reconversión monetaria no modifica
ningún principio de contabilidad. Por consiguiente, los
estados financieros deben seguir preparándose de conformidad
con los Principios de Contabilidad
Generalmente Aceptados en Venezuela (PCGA) que le sean aplicables
a cada entidad en particular.

  • Los estados financieros con fecha de cierre
    hasta el 31 de diciembre de 2007

Los estados financieros que cierren el 31 de diciembre
de 2007 o cualquier otra fecha de este año deben prepararse
en bolívares actuales. Cualquier cifra comparativa debe
exponerse en la misma unidad de cuenta. Para uso futuro, los
estados financieros al 31 de diciembre de 2007 deben ser
convertidos a bolívares fuertes (Bs.F.) dividiendo entre mil
(1.000) las cifras presentadas en ellos.

  • La expresión de saldos al 31 de diciembre
    de 2007 en bolívares fuertes

Las entidades cuyo ejercicio económico finalice el
31 de diciembre de 2007 deben convertir a bolívares fuertes
(Bs.F.), dividiendo entre mil (1.000), los saldos de cuentas y
auxiliares de contabilidad, con la finalidad de que sean
utilizados como saldos iniciales para el nuevo ejercicio
económico.

  • Estados financieros de ejercicios finalizados en
    el año 2008

Los estados financieros referentes a ejercicios
finalizados a partir del 1° de enero de 2008 deben
prepararse y presentarse en bolívares fuertes (Bs.F.).
Cualquier información comparativa debe exponerse en la misma
unidad de cuenta. Los estados financieros a fechas intermedias
(diferentes a la fecha de cierre) deben tener similar
tratamiento.

ASPECTOS TRIBUTARIOS REFERENTES A LA
RECONVERSIÓN MONETARIA.

La unidad tributaria (U.T.) de 2007 es de 37.632
bolívares actuales. Para convertirla a bolívares
fuertes sólo debe dividirse entre mil (1.000) y conservar
sus tres decimales, es decir, se debe mover la coma tres lugares
hacia la izquierda para obtener Bs.F. 37,632.

La unidad tributaria de 2007 es uno de los casos
especiales en los cuales no aplica la regla de redondeo a dos
decimales contemplados en la Resolución del Banco Central de
Venezuela N° 07-06-02 sobre las "Normas que rigen la
reexpresión monetaria y el redondeo", publicada en Gaceta
Oficial N° 38.711 del 22 de junio de 2007. También se
puede consultar este documento en la página Web de la reconversión
monetaria: www.reconversionbcv.org.ve.

El papel sellado, los timbres fiscales, las estampillas
y/o los sellos postales, así como
cualquier otra especie valorada en bolívares actuales, deben
utilizarse hasta su agotamiento, aunque desde el 1° de enero
de 2008 su valor será reconocido por el equivalente en
bolívares fuertes.

Los deberes formales y demás obligaciones
tributarias de los contribuyentes no se verán afectados por
la reconversión monetaria. La única diferencia es que
los libros, facturas,
declaraciones, pagos y contabilidad en general deben expresarse
en bolívares fuertes a partir del 1° de enero de
2008.

La declaración de Impuesto sobre la Renta de 2007
debe expresarse en bolívares fuertes, para lo cual debe
dividirse entre mil (1.000) el total de las cuentas o partidas
que integran la declaración y llevarse al céntimo
más cercano mediante la aplicación del redondeo
establecido en el Decreto-Ley de Reconversión
Monetaria.

FACTURAS EMITIDAS EN EL AÑO 2007 QUE REQUIEREN
SER ANULADAS EN EL AÑO 2008.

Para estos casos según el BCV la factura se anula a
través de una nota de crédito en la cual se hace
referencia a dicha factura y se expresa el monto en
bolívares fuertes. Para ello debe realizarse la
reconversión y el redondeo establecido en el Decreto-Ley. Si
la operación amerita la emisión de una nueva factura,
ésta debe hacerse en bolívares fuertes.

Todas las transacciones asentadas en los libros del
año 2007 deben expresarse en bolívares actuales y las
registradas y asentadas en el año 2008 deben hacerlo en
bolívares fuertes. Si es necesario registrar los montos con
céntimos, debe utilizarse el redondeo conforme a lo
establecido en el Decreto- Ley de Reconversión
Monetaria.

EFECTOS DE LA RECONVERSIÓN MONETARIA EN LA
ECONOMÍA DEL PAÍS.

Venezuela hasta los años 80 tuvo una gran
estabilidad económica y especialmente monetaria, donde la
moneda nacional, el Bolívar, tenía un valor constante y
muy estable con respecto a las monedas extranjeras, tanto
así que el Bolívar era considerado como una de las
monedas más estables del mundo para esa época. Al
transcurrir el tiempo, la economía Venezolana se fue
deteriorando y el primer impacto monetario se vio el viernes 18
de febrero de 1983 (conocido como el Viernes Negro),
cuando la moneda venezolana inició su proceso devaluativo e
inflacionario. Hasta hoy día, 27 años más tarde,
la moneda venezolana se ha devaluado más de un
55.000%.

  • Reconversión Monetaria e
    Inflación.

La inflación ocurre cuando todos o casi
todos los precios suben, como empujados por una fuerza que
actuase sobre su nivel general, y cuando estos aumentos se hacen
recurrentes, como si nunca fueran a detenerse. No hay
inflación cuando un grupo de bienes o servicios
aumenta de precio con relación a los otros, como en el caso
de una mala cosecha que, provocando escasez, hace subir el precio
de algunos rubros alimenticios; no acostumbramos a hablar de
inflación, tampoco, cuando nos referimos a un aumento
generalizado pero que no se sostiene en el tiempo, como en el
caso de lo que ocurría en Venezuela hasta mediados de los
años setenta. La inflación es algo más general, es
una especie de enfermedad de la economía a la que
nadie puede escapar porque obliga de hecho a todos los actores
económicos, a quienes venden o compran, a los trabajadores y
a los empresarios, a subir los precios de lo que venden para no
quedarse detrás. Quien no lo hace corre el riesgo de sufrir fuertes
pérdidas, de ver reducidos sus ingresos o de hacer quebrar
su negocio.

El otro elemento clave de la definición es el
carácter de alzas de precios sostenidas en el tiempo. En
otras palabras, hay que distinguir entre inflación y alzas
puntuales de precios. Por ejemplo, si se decreta un aumento de
sueldos y salarios, se encarecen los costos de producción lo
cual se traducirá en mayores precios. Sin embargo los
precios, una vez ajustados a estos mayores costos, no tienen por
qué seguir subiendo. Por el contrario, cuando hay
inflación los precios suben indefinidamente sin
aparentemente poder abatir la escalada, dando la impresión
de encontrarnos inmersos en un proceso que se autoalimenta
indefinidamente.

La cura de la inflación debe estar basada en un
mecanismo monetario-cambiario que genere tasas de expansión
monetaria que no excedan sustancialmente a la tasa de crecimiento
del PIB. En virtud del fracaso
estrepitoso de los esquemas implementados en los últimos
veinte años en Venezuela (subasta de divisas, crawling-pegs,
flotación sucia, bandas, controles de cambio, etc.) debemos
pensar en una reforma monetaria con enmienda constitucional para
así generar la disciplina necesaria capaz de
crear un entorno fiscal consistente con una nueva forma de
manejar la emisión monetaria y la política cambiaria
del país.

Por reforma monetaria entendemos un cambio de
moneda que establezca nuevas reglas para su emisión. Muchos
países industrializados y en vías de desarrollo, en
algún momento de su historia económica, han hecho reformas
monetarias. Así, en Argentina el austral reemplazó al
peso y en 1991 el peso argentino reemplazó al austral. En
Brasil el cruzado
reemplazó al cruceiro y el real recientemente reemplazó
al cruzado. Pero para que las reformas monetarias sean exitosas
es menester la existencia de nuevas reglas para su emisión,
pues si no es así se pueden repetir los mismos errores que
hicieron necesario, en su momento, cambiar de moneda.

    En el caso venezolano tuvimos una
reforma monetaria cuando se creó el Banco Central de
Venezuela en 1939. En esa oportunidad se emitió moneda de
curso legal (obligatorio), el bolívar del banco
central
, y se obligó a los venezolanos a canjear los
bolívares en su poder, emitidos hasta ese momento por
diversos bancos comerciales, por el bolívar del BCV. Por ley
se estableció que las deudas sólo podrían ser
canceladas con moneda emitida por el BCV, forzando a los
venezolanos a utilizarla. De esta forma, se creó un
único ente de emisión de dinero primario, pero con unas
reglas muy precisas, donde los nuevos bolívares tenían
que ser respaldados por oro o divisas en base a un
tipo de cambio fijo. Esta rigidez en el proceso de emisión
de moneda fue lo que permitió la existencia de inflaciones
anuales inferiores a un 2% durante los treinta años
subsiguientes. Lamentablemente, con el transcurrir de los
años, la regla de emisión monetaria se fue relajando,
otorgándole más discrecionalidad al BCV, hasta culminar
con la nacionalización de facto del BCV durante la primera
administración de Carlos
Andrés Pérez (1974). En esa oportunidad todo su
capital fue adquirido por
el Estado permitiendo que
varios miembros del gabinete se sentaran en el directorio del
Banco Central controlando sus decisiones.

  Ya conocido los antecedentes referentes a la
Reconversión Monetaria y difundidas por el Banco Central de
Venezuela, Ministerio del Poder Popular para las Finanzas y el
Ejecutivo Nacional. Es importante ahora analizar las
consecuencias de esta implementación; así como el
efecto psicológico establecido en las personas y los costos
que esta reconversión acarreara a la Nación.

La reconversión monetaria se ha tratado de vender
como algo mucho más relevante e importante de lo que en
realidad es. La simple eliminación de tres ceros a la
moneda, sin que ello venga acompañado de una serie de
políticas efectivas tendentes a abatir la inflación, no
es más que una medida cosmética, que si bien
podría generar una ilusión de fortaleza del signo
monetario, no sería más que eso, una
ilusión.

La solidez de una moneda se tiende a medir por la
estabilidad de su tipo de cambio con respecto a divisas
referenciales, como el dólar o el euro. No obstante, la
fijación del tipo de cambio en una economía con una
inflación muy superior a la que padecen sus principales
socios comerciales, genera problemas de apreciación
real o sobrevaluación creciente de la moneda, que producen
pérdida de competitividad del aparato
productivo interno, crecimiento desproporcionado de las importaciones, y escepticismo
sobre cuan sostenible es el tipo de cambio.

Mientras se cuente con divisas abundantes generadas por
una situación externa favorable, como la que hoy se vive en
Venezuela, las cosas se pueden mantener. Sin embargo, la
reversión de aquella situación ventajosa normalmente
desencadena expectativas e incertidumbres, que llevan a los
agentes económicos a buscar protección contra una
devaluación inminente de la moneda, contribuyendo ello a
precipitar el ajuste cambiario. Esto, como ya lo sabemos, tiene
efectos demoledores, particularmente sobre las personas de bajos
recursos.

La reconversión monetaria anunciada ratifica la
continuidad de un tipo de cambio fijo oficial distorsionado que
ha generado una alta sobrevaluación del bolívar. Por,
ello, quien piense que el bolívar fuerte será realmente
fuerte está pecando de iluso.

Opiniones particulares merecen la pena resaltar con los
de los analistas económicos Alejandro Grisanti y
Asdrúbal Oliveros
, quienes en un reportaje publicado en
la revista Debates IESA afirman que: "Bolívar no se hace
fuerte porque le quiten ceros". "La inflación no es otra
cosa que la pérdida del poder adquisitivo de la moneda. La
alta inflación que sufre Venezuela es sinónimo de un
bolívar débil. La simple eliminación de tres ceros
al bolívar, no tiene nada que ver con la fortaleza de la
moneda. Un bolívar fuerte sólo se logrará si el
Gobierno emprende un plan serio para reducir la
inflación, que pasa necesariamente por disminuir el
crecimiento del gasto público. La
reconversión monetaria solo generará ventajas en el
plano contable, así como simplificación en el sistema
de pagos, pero no fortalecerá el bolívar, pues la
pérdida del poder de compra del mismo quedará intacta."
(2007)

Consideramos de la opinión que en vez de eliminar
tres ceros a la moneda, hay que eliminarle un digito a la
inflación a través de la disciplina fiscal, para poder
fortalecer la misma y darle una mejor calidad de vida a los
venezolanos.

Si bien en teoría luce sencillo la
llamada reconversión monetaria, tiene un impacto en las
empresas en materia tecnológica y
operaciones. Alguna de las
ventajas que ha señalado el gobierno nacional, es la
simplificación de cifras, mejor comprensión de las
cifras del Presupuesto Nacional, facilitar
los procedimientos contables, eliminar el impacto inflacionario
del efecto redondeo por escasez de sencillo, reducción de
los costos de transacción, estímulo para el uso de
otros medios de pago como los
cajeros automáticos e Internet, además que disminuyen los
gastos tanto del sector público como
privado porque se utilizaría menos papel, menos electricidad
para los equipos pues se reducen las operaciones, menos trabajo en los cálculos y
en definitiva, ahorro de tiempo. También
disminuirían los gastos del Banco Central porque
tendría que imprimir menos billetes y se volvería al
uso de las monedas de baja denominación.

El problema es que si la reconversión monetaria no
viene acompañada de medidas de política fiscal y
monetaria no ayudará para resolver el problema de la
inflación llegando a ocurrir los embates que sufrió
Argentina y Brasil de la década de los ochenta en éste
sentido.

Los resultados de una reconversión monetaria no
dependen de sí misma sino del conjunto de políticas
económicas en que se ubique dicha reconversión.
Así lo demuestran, por ejemplo, Brasil y Argentina, expertos
en la materia. Las 6 reconversiones de Brasil, desde 1967 hasta
1994, han eliminado 12 ceros a la moneda. De nada valieron los
cambios anteriores ("Cruzado" y "Cruceiro"; ensayados con y sin
adjetivos: "nuevo" o "real") en la medida en que la economía
brasileña seguía incurriendo en las mismas causas de la
inestabilidad monetaria, o sea, de la inflación:

Déficit fiscal, endeudamiento para gasto corriente,
ineficiencia gubernamental, ausencia de rendición de cuentas
y corrupción sin sanción,
desestímulo a la inversión privada,
estatismo, populismo, etc. Por el contrario,
la última reconversión, en la que se introdujo el
"Real", está asociada a una mucho mayor estabilidad
monetaria porque está respaldada por menor inflación y,
necesariamente, por políticas públicas económicas
y de reencuentro político de todos los sectores de la
sociedad, orientadas a
corregir los errores antes mencionados.

En Argentina ha ocurrido algo similar (se han eliminado
13 ceros en 4 reconversiones desde 1970), aunque con menos
éxito que en Brasil,
precisamente porque los gobernantes argentinos han sido menos
disciplinados y más demagogos que sus vecinos y, todo ello,
a pesar de que ambos países han sido gobernados por
gobiernos de orientaciones etiquetadas de igual manera: "social
demócratas" y "socialistas".

Claro está, en cualquier caso, el pueblo ha
creído, temporalmente, que su respectivo país estaba
mucho mejor eliminando la ignominia de los ceros que se le
habían añadido a su moneda. Pero el resultado deseado
no depende de tal medida, sino de la recuperación de los
equilibrios macroeconómicos y de la confianza gobierno
empresa.

Algunos adeptos al gobierno consideran que quitarle tres
ceros a la moneda resolverá el problema de inflación y
fortalecerá el signo monetario, como si tachar "los ceritos"
resuelve el excedente de liquidez y el bajo nivel de confianza y
otros, por el contrario dicen que quitar los ceros destruirá
la economía, nos llevará a la hiperinflación y nos
conducirá a la devaluación inminente de nuestro signo
monetario.

Lo negativo de esta medida es que se limitó a un
cambio simple del valor nominal de la moneda, dejando de lado una
excelente oportunidad de presentar una reforma monetaria integral
que atacara los problemas de fondo que ocasionan la
inflación. Luego de años de inflación, quitar los
ceros facilita la operatividad de la moneda e incluso podría
mejorar la percepción de estabilidad en
algunos agentes no sofisticados.

Hablar de la efectividad de una medida de
reconversión monetaria pudiera parecer un tanto aventurado,
especialmente, debido al contexto actual de la
economía

Venezolana con un crecimiento importante del gasto
público y una elevada presión inflacionaria. En
este sentido, resulta altamente recomendable revisar cuáles
eran las condiciones previas en materia económica y
financiera en aquéllos Países que adoptaron esquemas
mas o menos similares; ello, con el objetivo de identificar
posibles semejanzas con respecto a nuestra coyuntura
económica actual, y tomar las medidas adecuadas durante el
proceso de implementación de un nuevo cono
monetario.

Poniendo énfasis en los elementos de carácter
prospectivo, si asumimos la hipótesis de que un
futuro los precios petroleros no serán tan favorables como
en la actualidad, y que con ello estaríamos enfrentando un
nuevo episodio de recesión económica, la
aplicación o cambio del cono monetario en el País
pudiera resultar favorable para la economía. No obstante lo
anterior, este simple cambio en la estructura de monedas y
billetes requeriría de medidas puntuales y estructurales
encaminadas al cumplimiento del objetivo de crecimiento con
estabilidad macroeconómica.

  • El Redondeo.

Muchos analistas coinciden en la gravedad del redondeo
de las cifras en el momento de realizar las transacciones de
compra y venta. La discrecionalidad representa el factor de mayor
preocupación al expresar con dos decimales los importes en
Bolívares. Según la interpretación del
artículo 1ero del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
de Reconversión Monetaria establece que si el tercer
dígito decimal es inferior a 0.5 céntimos será
igual al céntimo inferior, por ejemplo, la unidad tributaria
quedará expresada de Bs. 37,632 a Bs. F 37.63. De ser el
tercer dígito mayor a 0.5 céntimos será igual al
céntimo superior. Contemplando la posibilidad de "ajustes"
en los precios de bienes y servicios se prevé que los
precios relativos, en el actual contexto sí podrían
modificarse, con tendencia al alza, lo que implicaría una
aceleración a corto plazo de la inflación.

  • Adecuación Tecnológica

La tecnología y los costos asociados a
información, el desarrollo de nuevos sistemas de
facturación y registro contable son algunas de los problemas
que están enfrentando las empresas en la adecuación a
los lineamientos de la reconversión. En su momento el tema
Y2K se convirtió en un asunto de primera prioridad, en donde
sectores como por ejemplo la Banca, tuvieron regulaciones que
de no cumplirse llevaban al posible cierre de la
institución.

Todo esto se hizo para minimizar el impacto, probar
adecuadamente los sistemas e incluso cambiarlos si era el caso.
Al cerrar el año 1999 y comenzar el 2000, muchos dijeron que
nada pasó y que sintieron que no hizo falta tanto esfuerzo,
pero la realidad es que gracias al esfuerzo realizado previo al
fin de año 1999, pudieron evitarse importantes problemas de
magnitudes muy grandes. En esta oportunidad con la
reconversión monetaria, se abre espacio a algo similar pero
con dimensiones menores, que nos obliga a manejar el cambio y sus
posibles efectos en nuestras operaciones. No solo debemos prestar
atención a las
aplicaciones obvias (Facturación, Contabilidad, Precios),
sino también buscar mas profundo en aplicaciones que
estén realizadas en modelos de hojas de cálculo,
herramientas de integración, formatos
actuales que tengan 2 decimales y que deberán ahora tener 3,
etc. Cada empresa deberá hacer un inventario de sus aplicaciones,
procesos, programas de integración,
etc y hacer su debido proceso de prueba y
revisión.

Hay que prestar especial atención a estos temas y
hay que considerar en algunos casos tener bases de datos y servidor para manejar los
procesos de prueba, con los cuales podamos tener un ambiente operativo tal cual
tendremos a partir del año 2008. De esta forma el impacto
será disminuido y probaremos en un ambiente similar las
condiciones particulares que cada negocio tiene.

  • La reconversión monetaria y el comercio
    electrónico
    .

El alcance de las medidas de reconversión monetaria
incluye los portales de comercio electrónico o tiendas
virtuales, en los cuales se presentan precios y se ejecutan
transacciones.

Los proyectos iniciados contemplaron
3 fases:

Fase 1. Octubre 2007, en la que deben comenzar a
mostrarse los montos en Bs. y BsF.

Fase 2. Enero 2008, en la que las transacciones deben
cerrase en BsF. A pesar de mantener la referencia a
Bs.

Fase 3. En Junio 2008, desapareciendo la referencia a
Bs.

La reconversión monetaria es una realidad que
afecta a todos y que requiere estar preparados, de acuerdo a las
disposiciones y obligaciones que en esta materia dicten los
organismos pertinentes. El tiempo es un factor crítico, lo
que implica que las acciones a tomar deben ser precisas y
acertadas.

Las compañías deberán examinar con
profundidad los efectos producidos por este proceso de
reconversión, así como también deberán
elaborar cuanto antes un plan de adaptación. Este proceso de
cambio implicará modificaciones a la arquitectura del negocio, de las
aplicaciones y la arquitectura tecnológica, ya que la
modificación o adopción de nuevos elementos
en cualquiera de estas capas repercute en cambios directos sobre
las demás.

En este contexto, las compañías deben repasar
sus procesos críticos de operación y evaluar sobre
cuales se evidencian impactos directos, con el objeto de
priorizar los cambios requeridos según circunstancias de
cada plataforma tecnológica y cada negocio en particular.
Una vez analizados y depurados los procesos, el siguiente paso es
diseñar las rutinas y tareas a ser incluidas sobre las
aplicaciones, para que éstas puedan soportar los nuevos
esquemas de funcionamiento de acuerdo con la lógica del negocio;
finalizada esta tarea y como último paso del proceso, se
debe analizar el escenario de hardware para poder apreciar si la
infraestructura actual está acondicionada para soportar los
cambios generados, de forma que la operatividad de la misma no se
vea mermada por las nuevas rutinas y flujos de información
requeridos en este proceso de cambio.

Cabe acotar que el seguimiento de cada uno de estos
impactos y las alteraciones a los procesos, los sistemas y la
infraestructura debe ser regido por prácticas
metodológicas que infieran en métricas que permitan
lograr los resultados deseados.

Grafico N° 3. Areas afectadas por
la Reconversión Monetaria.

  • Hablan los Expertos.

Para que la reconversión monetaria sea exitosa "el
Banco Central de Venezuela debe tener una capacidad clara para
adelantar sus políticas", dijo el director del BCV, Armando
León Rojas. Por su parte, el ex director del ente emisor,
Domingo Maza Zavala, sugiere que la pérdida de
autonomía del instituto emisor, le agrega incertidumbre a la
reforma, un factor que se convierte en una debilidad al naciente
bolívar fuerte.

Armando León Rojas fue claro al indicar que "los
bancos centrales siempre tienen que tener capacidad para
adelantar sus políticas. El tema fundamental es que debe
haber una coordinación, entre la
política económica
en general", sin negar que "efectivamente el encargado de que ese
proceso se produzca es el Jefe de Estado".

Considera que "así como existe la política
fiscal o comercial, tiene que existir la política monetaria y el
BCV debe tener capacidad para adelantar esas políticas
económicas. Esa discusión de que si aparecía o no
el tema de la autonomía, para el siempre ha sido accesoria.
Lo que sí cree es que en la Constitución no puede haber
una expresión: que diga: el BCV sin
autonomía".

Agregó León Rojas que esta discusión "no
tiene ningún sentido". Para que la reconversión
monetaria tenga una vida útil, calculada entre 50 y 70
años, las políticas deben funcionar de manera
coordinada y es lo que se ha venido haciendo, dijo.
"Mi posición es que el BCV debe tener la capacidad para
adelantar las políticas de su competencia y esas deben hacerse
en un contexto de coordinación macroeconómica. La
simple eliminación de tres ceros a la moneda no ataca al
problema, no obstante a la campaña del BCV de que la nueva
moneda tendrá cuando menos un poder adquisitivo como el
actual, "si eso no ocurre la frustración de los usuarios de
la moneda, será mayor y, en consecuencia, habrá
desconcierto, confusión y no se logrará el objetivo de
reducir la inflación".

Por su parte, el ex director del ente emisor, Domingo
Maza Zavala, considera que este tema le agrega un factor más
de incertidumbre y desconcierto a la economía porque "el BCV
es una institución que crea confianza y, con sus
actuaciones, genera credibilidad. Si no tiene independencia para tomar
decisiones, para actuar e informar objetivamente, naturalmente se
quebranta la credibilidad en la institución y eso afecta a
la moneda, se afecta el funcionamiento del sistema monetario y
financiero, porque el emisor es punto de referencia clave en el
mundo y en Venezuela. Si se convierte en un apéndice del
Ejecutivo Nacional y si la administración de las
reservas internacionales pasa a la discreción del Presidente
de la República, todas esos elementos fundamentales se
afectan…y en consecuencia el sistema monetario financiero,
entrará en otra etapa, distinta a la actual".

Agregó que la reconversión monetaria
debería generar confianza en la moneda y no lo contrario.
"El BCV nunca se ha negado a cumplir y coordinar todo lo que
está en la Ley, en función de lograr los objetivos económicos del
país: crecimiento económico
ordenado, bienestar social y la estabilidad de la moneda.
Entendemos que para concretar estos objetivos debe existir una
coordinación muy eficiente entre la política fiscal y
la monetaria. Si el Gobierno toma alguna determinación y
quiere imponer cosas fuera de Ley y la prudencia, esto incide
negativamente".
Maza Zavala pronostica que el escenario macroeconómico de
2008, "es bastante difícil: confusión los primeros
meses, expectativas contradictorias, frente a las cuales tiene
que actuarse con mucho tino y habilidad, con la decisión de
sembrar confianza y orientar a la gente, porque si no, todos los
cambios se irán de las manos y, una vez mas, se
agudizará el proceso inflacionario". El Banco Central de
Venezuela se adelantó a una reconversión monetaria con
la instrumentación de un
conjunto de políticas económicas dirigidas a aumentar
el nivel de producción interna, el
redireccionamiento de carteras de crédito hacia áreas
productivas, agrícola, industrial y turismo todo esto para acompañar una
estrategia.

Para el director del ente emisor, Armando León, en
la parte fiscal, cuando se compara el presupuesto de 2007 con
2006, se observa que hay una desaceleración importante en
términos reales; una tasa moderada de expansión, entre
5 y 8%, acorde con la estrategia vigente de crecimiento
económico y de estabilización.

Considera que ha habido un ahorro importante de los
ingresos externos petroleros: los fondos públicos diferentes
a las reservas internacionales han aumentando en forma importante
y los recursos que Pdvsa ha transferido al Fonden superan los 10
millardos de dólares, además que se ha registrado una
reducción de la deuda interna y externa.

El funcionario dijo que en los primeros ocho meses del
año 2007, la deuda interna se fue amortizando
progresivamente con recursos excedentarios, e igual fenómeno
se produjo con las acreencias externas. Es de suponer que, en
2008, el uso de la deuda pública prevista en
el presupuesto estaría dirigido a proyectos de inversión, por
lo que "hay un cambio sustancial en el manejo del
presupuesto".

"Estoy convencido que para que la estabilización
alcance niveles adecuados y se pueda mantener la fortaleza de la
moneda, tiene que aplicarse una política fiscal mucho
más sana; depender menos de ingresos extraordinarios,
aplicar más inversión social en infraestructura, como
está previsto en el presupuesto, revisar la estructura
tributaria. Hay espacio para establecer más impuestos
directos", dice León.
Asimismo cree que "una economía que no está obsesionada
por mantenerse en acuerdos de libre comercio, tiene espacio
para utilizar los instrumentos aduanales y fiscales, la
estructura de aplicación de impuestos en las aduanas para, no sólo
mejorar los ingresos públicos, sino asociar el comportamiento de la actividad
económica interna al área fiscal", dijo León
Rojas.

Sostiene que, con el gasto público, hay que hacer
una evaluación a fondo del tema
del gasto corriente asociado a algunos programas de desarrollo.
La política fiscal y las políticas financiera y
monetaria que están acompañando al bolívar fuerte,
deben coordinarse mejor, pero no a riesgo de la autonomía
del BCV."Hay que tener claro que no es un programa de choque, es un
programa de mediano y largo plazo. Muchas de las acciones que ya
se están aplicando se va a profundizar en el año 2008 y
eso acompaña al bolívar fuerte".

En su opinión, el bolívar fuerte esta
acompañado de un conjunto de políticas económicas
básicamente dirigidas a profundizar y a sostener el
crecimiento económico, en un contexto donde las presiones
inflacionarias tiendan a reducirse paulatinamente. "A nadie le ha
pasado por la cabeza regresar a programas que, de un solo golpe,
pretendan abatir la demanda agregada, para que se
produzca una caída y pueda equipararse con la oferta para, de esa manera,
producir disminuciones artificiales o temporales en el nivel de
precios".

Apuntó que la estrategia es que el abatimiento de
la inflación, se vaya logrando paulatinamente en la medida
que la economía sostenga su nivel de crecimiento. Todos los
programas de inclusión social, que son una fuente de
crecimiento muy fuerte y la inversión en infraestructura, en
salud y educación, se mantendrán. Si la
economía cierra con un crecimiento entre 8% y 10%, con una
fuerte expansión en el sector no petrolero, en 2007, es
lógico que para 2008, con todos los programas previstos, el
crecimiento debería estar en un entorno no menor al 6%.
León aclara que se debe hacer énfasis en los factores
de la competitividad. En el tema educativo, eso no puede ser
aleatorio, para que el progreso se pueda sostener. "Cuando se
analizan los indicadores de productividad para los
países, educación, salud e infraestructura productiva
son elementos claves para fortalecer las economías".
Sostiene León Rojas que comenzar a ver cómo una
economía, que ha estado creciendo, básicamente, por
factores internos, pueda paulatinamente mejorar la capacidad
exportadora, es clave. Venezuela ha hecho un gran esfuerzo para
apuntar en estos factores, la razón por lo que no se ha
destacado en el plano internacional es que el petróleo es un componente
muy pesado.

En su opinión se deben perfeccionar los mecanismos
de intermediación, en el mercado de capitales, para que
contribuya al financiamiento a la actividad
productiva creándose una cultura de ahorro. Lo mismo en
el sector financiero, el cual hay que pensarlo como un mecanismo
de intermediación financiera que favorezca a las diferentes
formas de propiedad que existe en
Venezuela desde hace muchos años.

"Desde el primer día que el BCV habló sobre el
tema de la reconversión monetaria, insistió en esos
elementos fundamentales: primero, que la inflación es un
tema estructural y muy complejo que se tiene que atacar por
diferentes aristas. No es un asunto exclusivamente monetario,
sobre todo en una economía que tiene un ingreso externo muy
alto, un sector público muy importante y algunas áreas
que se habían abandonado".

La reconversión monetaria está inscrita en un
conjunto más amplio de políticas económicas que
apuntan hacia la transformación social con énfasis en
mantener el crecimiento con mayor diversidad y equidad, insistir en elementos
de inclusión social y mayores niveles de estabilidad
económica, advierte el director del BCV.
En los últimos 18 meses se han abierto 2.800.000 cuentas de
ahorro, con el mayor componente ubicado en montos menores a los
4.000.000 de bolívares, lo que está en línea con
lo que hemos insistido: un cambio en la política financiera que
estimula, aunque sea el pequeño ahorro que se debe observar
de manera permanente, "aunque hay muchos que ven esto de manera
despectiva, en un proceso de inclusión social. Esto es
fundamental".

El ex director del BCV, Domingo Maza Zavala, coincide en
que se requiere de un conjunto de políticas monetarias,
fiscal, financiera, cambiaria, y económica para que junto
con la instrumentación de la reforma monetaria se pueda
tener un éxito en la lucha contra la inflación, porque
las causas de ésta siguen existiendo no solo en el campo
monetario, sino en la economía real, de la producción,
del consumo, del empleo, y de la
inversión.

La simple eliminación de tres ceros a la moneda no
ataca al problema, no obstante a la campaña del BCV de que
la nueva moneda tendrá cuando menos un poder adquisitivo
como el actual, "si eso no ocurre la frustración de los
usuarios de la moneda, será mayor y, en consecuencia,
habrá desconcierto, confusión y no se logrará el
objetivo de reducir la inflación".

Indicó que hasta ahora, no hay evidencias de que se
estén tomando medidas de políticas públicas,
orientadas hacer estos objetivos una realidad. El Gobierno
anuncia ciertos impuestos, en parte al consumo, licores,
cigarrillos y otros, considerados suntuarios y a las
transacciones financieras, pero eso no se corresponde con una
política a fondo contra la inflación, porque, en primer
lugar, esos impuestos dan a lugar es a una evasión fiscal
mediante el aumento del contrabando, por lo que no se
logra el objetivo de reducir el consumo.

Al parecer, estos anuncios se refieren a medidas de
corte fiscal para aumentar los ingresos, "pero cómo se
explica una situación de ésta con altos precios
petroleros, de considerables ingresos, procedentes de esta
fuente, y de ingresos internos originados de una labor efectiva
del Seniat". Maza cree que esos ingresos no son suficientes para
satisfacer las necesidades de gasto público, el factor de
mayor expansión de liquidez monetaria y también el
principal factor del crecimiento económico.

El ex director del BCV dice que eso es contradictorio,
porque, en la medida que por la vía del gasto público
hay un lugar a un crecimiento económico, también por
esa misma vía hay un aumento de las presiones
inflacionarias, y debe haber un equilibrio.
En torno al mercado paralelo dijo
Maza Zavala que este existe, "no se puede negar". Todos los
controles de cambios, por más represión que haya
siempre tiene un margen para un paralelo, eso es inevitable. "Lo
que se debe hacer es que Cadivi funcione bien, que cubra las
necesidades reales, como complemento a unas políticas
monetaria, financiera y fiscal que desalienten la aplicación
de compra de dólares, que haya un clima de confianza de negocios y de entendimiento
entre todos los sectores. Mientras no exista eso prevalecerá
la incertidumbre, la inseguridad y las dudas",
concluyó Maza Zavala. (Tomado de la Revista Gerente Dic, 2007)

  • Reconversión Consumidores.

En la mayoría de las ocasiones, si no en todas, los
procesos de reconversión monetaria han traído consigo
ajustes hacia el alza en los precios de los bienes y servicios
que son adquiridos por los consumidores. En naciones donde los
precios son establecidos por la mano invisible del mercado, los
consumidores no han salido bien librados de estos procesos. En
España todavía se
quejan del alza que sufrieron los precios cuando abandonaron la
peseta para abrazar el euro.

En Venezuela, eventos como un incremento en el
precio de la gasolina o un ajuste en el salario mínimo, han
provocado aumentos de precios, muchas veces exagerados. Tanto en
épocas de control como en los escasos
momentos en que el mercado ha sido el rey absoluto. Hoy, cuando
estamos inmersos en la primera reconversión monetaria vivida
en el país, la preocupación sobre el tema existe entre
los consumidores, pero no en el Instituto para la Defensa y
Educación del Consumidor y del Usuario, Indecu.

Está claro que, en los productos regulados, la
variación de su costo será muy difícil, pero hay
una gran gama de artículos y servicios que se desenvuelven
atendiendo la ley de la oferta y la demanda. En todo caso, existe
un lapso de tiempo establecido para que los consumidores conozcan
el costo de los bienes en ambos valores. No olvidar su precio
antes del 31 de diciembre del presente año puede ser
importante para enfrentar aumentos injustificados a partir del
primero de enero de 2008.

La existencia o no de suficiente cambio para todas las
denominaciones puede influir en los criterios de fijación de
precios para transacciones al detal, reduciendo la probabilidad del redondeo forzoso
y para ello se identifican tres tipos de precios que se califican
como "atractivos": psicológicos, redondos y
fraccionarios.

  • Los precios psicológicos (o precios punto) son
    los que tienen como último dígito el número 9.
    Según la noción de distracción (o no
    atención
    ) racional, los consumidores dan
    más importancia a los primeros dígitos del precio que
    al último. Por ejemplo, perciben un cambio de precios
    mayor si 3,99 pasa a 4,00 que si 3,90 pasa a 3,99.

Las limitaciones de los consumidores para procesar
información tendrían dos consecuencias. Primero, que
los comerciantes al detal fijarían sus precios lo más
cerca posible de un número redondo, manteniéndose por
debajo. Segundo, que los precios no variarían continuamente,
si no a saltos: por ejemplo, de 3,99 a 4,99. Herrmann y
Möser (2004) ven en la primera consecuencia una
recomendación de mercadotecnia y en la segunda
una opción para explicar la rigidez de precios, útil en
organización industrial y
macroeconomía
neokeynesiana.

  • Los precios redondos y precios fraccionarios
    también son llamados precios "convenientes". Los primeros
    se utilizan para cantidades grandes. No tienen decimales y/o
    son múltiplos de 100. Los segundos se utilizan en
    cafés, bares y transporte público, por
    ejemplo, donde el pago requiere unas pocas monedas o billetes
    con sólo una o ninguna moneda a cambio. Los precios
    "convenientes" tienen como últimos dígitos 0 y
    5.

En Venezuela aun no se ha hecho público un trabajo
sobre este tema, a pesar de su relevancia para explicar la
frecuencia del redondeo involuntario de precios. Si la
mayoría de los precios son redondos o fraccionarios, es
posible que el redondeo involuntario no sea un problema de
gravedad en las transacciones al detal, sobre todo cuando se
adquieren varios bienes en cada compra. El incumplimiento de la
condición de no redondeo pudo reducir los incentivos para colocar precios
psicológicos, aumentando la velocidad de circulación
de algunas piezas relativa a la de otras.

  • El Costo de Reconvertir los
    Bolívares.

La reconversión costará al BCV Bs. 440.618
millones, equivalentes al 41,8% de los gastos en personal presupuestados para el
Misterio de Salud en 2007. La divulgación de los
Lineamientos para la adecuación tecnológica y
del Proyecto de normas que rigen la reexpresión monetaria
y el redondeo
, únicos documentos sobre los cuales el BCV
(2007c,d) ha hecho consulta pública, dan una idea de las
responsabilidades que deberán asumir empresas financieras y
no financieras durante la transición. A pesar de que se
establezca la ilegalidad del cobro de gastos, comisiones,
honorarios, precios o conceptos análogos, no puede
sostenerse que la reconversión y sus operaciones serán
gratuitas para consumidores y usuarios. El tiempo que deba
utilizarse en la sustitución de monedas y en el aprendizaje de su uso, y el
riesgo asociado a posibles pérdidas patrimoniales
acompañarán a la medida, introduciendo costos
transaccionales durante la transición. La reconversión
será costosa para todos, y lamentablemente el BCV no ha
aportado mejores razones para llevarla a cabo que la AN o el
Presidente de la República.

El 12 de abril de 2007 Teodoro Petkoff divulgó una
versión según la cual la casa Thomas De la Rue
habría sido contratada por US$ 100 millones para dotar de
nuevas monedas y billetes al BCV. El instituto emisor no hizo
comentarios. El 18 de julio El Nacional citó una nota
de la agencia internacional ANSA del 10 de julio de 2007,
según la cual el BCV habría contratado por 42 millones
de euros (US$ 55,8 millones) a la Verres SpA, casa de la moneda
italiana estrechamente vinculada con el Istituto Poligrafico e
Zecca dello Stato.

Según ANSA la producción para Venezuela
comenzaría el segundo semestre de 2007 y acabaría el
primer trimestre de 2008, e involucraría varias casas
europeas de la moneda no identificadas. Teniendo en cuenta que la
Casa de la Moneda de Venezuela sólo podría emitir 324
millones de monedas y 320 millones de billetes al año,
parece imprescindible la participación de otras empresas.
Verres SpA, por ejemplo, asegura que su capacidad de
producción es de 1200 toneladas de monedas al mes con
respecto a una moneda (promedio) que pesara 5 g., lo que
supondría cerca de 240 millones de monedas (promedio) al
mes.

Sin embargo, aunque también parece imprescindible
una transparente rendición de cuentas, hasta ahora el BCV no
ha anunciado los nombres de las casas que participarán, ni
cómo fueron seleccionadas, ni cuántas piezas
producirán cada una, ni cuánto se les pagará ni el
cronograma de entrega de las piezas. Por otra parte, teniendo en
cuenta que la Casa de la Moneda de Venezuela tiene equipos y
tecnología de la empresa suiza De la Rue Giori, el BCV
también debería informar si será necesaria la
firma de un acuerdo para adquirir tecnología y materiales italianos y
cuál sería su costo. Ello parece posible, dado que la
Verres SpA es pionera en la elaboración de las monedas
bimetálicas que han sido anunciadas para
Venezuela.

Al cierre de julio de 2007 el BCV contabilizaba
780 millones de billetes (de Bs. 1000 a Bs. 50.000) y 2.681
millones de monedas (de Bs. 10 a Bs. 1000). El 4 de julio de 2007
el BCV emitió una Nota de Prensa según la cual
Venezuela disponía entonces de "120 [monedas] por habitante
[lo que] representa una proporción que satisface de forma
holgada las necesidades normales de la economía". Esta
afirmación, dos veces publicada en la prensa nacional,
sobreestima en 20% el indicador, puesto que 2.681 millones de
monedas entre 27 millones de personas equivale a 99,3 monedas por
habitante. Aparte de este importante detalle, es necesario
resaltar que el indicador es insuficiente, porque no tiene en
cuenta la proporción que deben guardar entre sí los
totales emitidos de cada denominación, ni los determinantes
de su demanda. Debe resaltarse que la aparente dificultad para
realizar pagos exactos que la Asamblea Nacional expuso al BCV en
su propuesta de "reforma monetaria" del 10 de agosto de 2006
puede atribuirse a la escasez relativa de monedas y billetes de
baja denominación con respecto a las piezas de
denominación superior.

Este problema no se corrige reexpresando el signo
monetario, sino emitiendo cantidades adecuadas de cada clase. Dado que los
cálculos seguramente se hicieron antes de contratar con las
casas de la moneda, los resultados y procedimientos debieron
someterse a la consideración pública.

Una de las razones de la Asamblea Nacional para proponer
la reconversión fue reducir el número de billetes por
persona. Sin embargo, una reconversión no es necesaria para
lograr este objetivo: la misma cantidad de efectivo puede
expresarse con menos piezas (billetes y monedas) mientras mayores
sean las denominaciones de la moneda más pequeña y del
billete más grande. Por ello el BCV podía reducir el
número de piezas necesarias emitiendo el billete de Bs.
100.000, desmonetizando las monedas de Bs. 10 y 20 y sustituyendo
progresivamente por monedas los billetes de Bs. 1000, 2000 y
5000.

Con la reconversión el BCV aprovecha para tomar
algunas medidas equivalentes: se introduce el billete de Bs.F.
100 y la moneda de Bs.F. 1, y se desecha la moneda de Bs.F. 0,02.
Sin embargo, se mantiene la moneda de Bs.F. 0,01 y se introducen
dos más: Bs.F. 0,125 y 0,25, las tres con un muy bajo poder
de compra dado que sólo el 5,5% de los precios del IPC se
encontraban por debajo de los Bs. 1000 en marzo de
2007.

Aunque la Asamblea se prometía lograr un
máximo de 16 billetes por persona con la reconversión,
ello parece imposible mientras el efectivo se incremente por
año más de 30% y la población menos de 1,7%, como
ha ocurrido durante los últimos tres años.

¿Por qué el BCV sostiene que emitir monedas de
Bs.F. 0,01 puede hacer más fáciles los pagos exactos
que emitir monedas de Bs. 10? Una de las razones de la Asamblea
Nacional acogidas por el BCV para proponer la reconversión
fue facilitar pagos exactos mediante la emisión de monedas
fraccionarias.

Sin embargo, puesto que las monedas de Bs.F. 0,01, 0,05,
0,1 y 0,5 son nominalmente equivalentes a las de Bs. 10, 50, 100
y 500 la reconversión no supondrá ninguna ventaja al
respecto. Si actualmente hubiese dificultades para realizar pagos
exactos se debería a insuficiencia de piezas, un problema
que puede mantenerse luego de la reconversión.

Recurriendo al argumento del pago exacto, el BCV
también justificó la necesidad de emitir la moneda de
Bs.F. 0,125 a pesar de que el Decreto-Ley prohíbe precios
con más de dos decimales y forzará a los usuarios a
usar estas monedas por pares o a aceptar su "redondeo". Debido al
bajo poder de compra de las monedas de Bs.F. 0,01 y 0,125, su
emisión dificultará el manejo de efectivo en las
transacciones al detal. Ello será así porque para
expresar una cantidad de dinero se requiere contar más
monedas mientras menor es su denominación. Por ejemplo, un
café que cueste Bs.F. 2
podría pagarse con un billete de Bs. F. 2, con 16 monedas de
Bs.F. 0,125 o con 200 monedas de Bs.F. 0,01.

Para evitar estas incomodidades y resolver el supuesto
problema del pago exacto habría bastado desmonetizar las
piezas de Bs. 10 y 20, emitir suficientes piezas de cada
denominación y prohibir precios que no terminaran en 50 (en
marzo de 2007 más del 91% de los precios del IPC terminaban
en 0 y sólo 0,5% eran menores o iguales a Bs. 150). Aun
introduciendo excepciones similares a las impuestas al
Decreto-Ley de Reconversión por las Normas de
reexpresión y redondeo
del BCV, el costo de esta medida
habría sido sustancialmente menor.

Según una presentación del BCV es más
fácil dividir 20 entre 5 que 20.000 entre 5.000, y más
difícil pagar con 500 o 1000 que con 500.000 o 1.000.000. El
BCV también afirma que es más fácil comprender
millardos que billones y que con la reconversión se
"ahorrarán tres dígitos, o tres ceros". El BCV no
explica por qué, aunque sus afirmaciones no son obvias. Vale
destacar que una cifra nunca se comprende por sí misma, sino
por su relación con otras.

Para evitar confusiones con respecto al principio de
igualdad de valor establecido
en el Decreto-Ley de Reconversión, el BCV no debería
insistir en esta supuesta simplificación. Por otro lado,
debe tenerse en cuenta que en Venezuela no ha ocurrido una
hiperinflación, por lo que la emisión de piezas de
mayor denominación ha sido paulatina. Gracias a ello la
adaptación a la actual expresión del bolívar fue
progresiva, lo que hará posiblemente más difícil
durante la transición recibir en pago Bs.F. 500 o 1000 en
lugar de sus equivalentes Bs. 500.000 o 1.000.000.

Por último, los argumentos del BCV no valen para
cifras que queden con decimales luego del redondeo. En estos
casos, los cálculos serán más difíciles
(porque requerirán adecuación tecnológica para
cumplir las Normas de redondeo) y sus resultados conservarán
dos dígitos y una coma. Para poder eliminar tres
dígitos no bastará la reconversión: por ello la
ONAPRE dispuso en junio de 2007 eliminar los decimales el
presupuesto después de reexpresarlo.

A los argumentos expuestos con anterioridad,
podríamos decir que:

  • La reconversión no reducirá la
    inflación a un dígito anual: ya que la causa de la
    inflación es la expansión monetaria de origen
    fiscal y no la expresión nominal de la
    moneda.
  • No podrá mantenerse la tenencia promedio de 12
    a 16 billetes por persona: si la emisión de efectivo
    sigue creciendo más de 30% anual y la población
    crece menos de 1,7% anual pronto se volverá a necesitar
    la impresión de nuevas divisas con un valor
    mayor.
  • No se simplificará el manejo de cantidades por
    parte de las personas e instituciones públicas y
    privadas en todos los casos, puesto que se introducirán
    monedas fraccionarias sin poder de compra individual,
    requiriéndose en cantidades significativas para hacer
    compras al
    detal.
  • Por otra parte, las nuevas monedas reconocen dos
    decimales (tres en el caso de la locha) y una coma,
    por lo que su definición dejará intactos los tres
    dígitos que se eliminarían con la reconversión
    (e incrementaría en uno con la introducción de la
    locha). Por esto no se facilitarán los
    procedimientos contables y de registro de cifras del sistema
    financiero en todos los casos, ni se logrará un uso
    más eficiente de los sistemas de cómputos, ni se
    facilitará la elaboración, el manejo y la
    ejecución de los presupuestos del Gobierno Nacional, de
    las demás instancias de poder regional y local, ni de
    las empresas privadas.
  • La nueva moneda no consolidará la confianza en
    la moneda nacional con efectos psicológicos positivos en
    las expectativas económicas de las personas, puesto que
    la inflación no se detendrá, ni el encarecimiento
    relativo de los alimentos y otros bienes de
    primera necesidad, mientras el gasto público
    continúe expandiendo la demanda y esta no pueda
    satisfacerse con producción interna o con
    importaciones[. ] Por el contrario,
    puede esperarse confusión durante la
    transición.
  • La experiencia en otros países ha demostrado
    inclusive el encarecimiento en las primeras fases de la
    reconversión sólo por la apreciación subjetiva
    del nuevo valor.
  • No se eliminaría del impacto inflacionario por
    el supuesto efecto que produce la escasez actual de sencillo
    o billetes y monedas fraccionarias. En primer lugar porque el
    redondeo no es causa de crecimiento sostenido de los precios,
    sino la expansión monetaria. En segundo lugar porque la
    escasez de piezas no se resuelve cambiando su
    denominación, sino emitiendo las piezas faltantes. Y en
    tercer lugar porque más del 90 % de los 22.000
    precios que componen el IPC terminaban en cero en febrero y
    menos del 1,5% tenían números
    decimales.

Programa
Anti-Inflacionario

Medidas Monetarias y
Financieras

Emisión de bonos en $
pagaderos en moneda nacional

Incrementos del encaje
bancario

Aumento de la tasa de interés
pasivas

Mayor remuneración a los
certificados de depósito (BCV)

Tributarias

Reducción y eliminación
del IVA

Subsidios a rubros
básicos

Pago de tributos de PDVSA en
dólares

Administrativas

Agilización
Cadivi/BCV

Descentralización de las
reservas internacionales

Profundización del control de
precios

Acciones contra ilícitos
cambiarios, acaparamiento,

especulación e incumplimiento
de controles de precios

Grandes
ausentes
:

Racionalización del gasto
público

Autonomía del BCV

Política de fomento a la
productividad

Estímulo a la inversión y
a la producción nacional

Grafico Nº 2. Programa
Anti-Inflacionario.

CONCLUSIONES

Sin duda una de las principales metas en la
aplicación de esta medida es la reducción de la
inflación. La brecha entre la meta propuesta por el gobierno
(12%) y la variación acumulada a Mayo 2007(5.9%) junto con
la anualizada a la misma fecha (19.5%), constituyen el reflejo de
un grave problema estructural de la demanda en nuestra
economía.

El propósito de esta medida consistirá en
reducir el nivel inflacionario; sin embargo, la teoría
indica que una reconversión no tiene efecto sobre los
precios relativos, es decir, no los afecta. Por ende, al realizar
la mera reexpresión de la unidad monetaria, no se genera
ningún efecto en la variación de los precios, es decir,
la inflación permanece inalterada.

Por el contrario en el caso de una reforma monetaria se
generan profundos cambios orientados a la reducción de la
inflación; se acompaña a la simple reconversión
con una serie de políticas sólidas en materia fiscal y
monetaria que puedan proporcionar control del nivel de gasto
público y correcciones necesarias en el tipo de cambio,
evitando ajustes en los precios y las consecuentes presiones
inflacionarias.

La consecuencia de una reforma monetaria es una
apreciación del tipo de cambio de la moneda, que hay que
vigilar con atención para no afectar la competitividad de
las exportaciones en la balanza comercial.

Más allá de eliminar tres ceros a la moneda,
la reconversión debería representar una oportunidad
para coordinar esfuerzos comunes entre el sector público y
privado, con la finalidad de adecuar las condiciones, procesos y
plazos en que se implementará la medida.

Para recuperar la fortaleza de nuestra moneda se
necesita más que un bolívar fuerte, se trata de
utilizar la reconversión como vehículo eficiente hacia
una reforma monetaria que haga del "Bolívar fuerte" un hecho
y no una simple "ilusión monetaria".

BIBLIOGRAFÍA

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  • Herrmann, R. y A. Möser (2004)
    Psychological Prices of Branded Foods and Price Rigidity:
    Evidence from German Scanner Data
    Institut
    für Agrarpolitik und Marktforschung, University of
    Giessen, No. 73 (March 2004), 27 págs. Disponible en
    http://geb.uni-giessen.de/geb/volltexte/2005/2117/pdf/Agraroekonomie-2005-73.pdf.
  • Balza, R. (2007) "Comentarios sobre las normas del
    redondeo y los lineamientos para la adecuación
    tecnológica propuestos por el BCV en el marco de la
    reconversión monetaria", enviado a la dirección
    biblio[arroba]bcv.org.ve el 06.06.07, en atención a la
    Convocatoria pública hecha sobre la materia por el BCV
    el 23.05.07. Disponible en
    http://www.redeconomia.org.ve/docs/2007661347410a2862512.pdf
  • http://es.wikipedia.org/wiki/Bol%C3%ADvar_Fuerte
  • http://www.pensarenvenezuela.org.ve/publicaciones/ronald%20balza/Redondeo_billetes_per_capita_efectos_psicologicos.pdf
  • http://www.venamcham.org/analisis/recvonversion.pdf
  • http://www.asemaster.org/Presentaci%C3%B3n%20P%20Palma.pdf

 

Yaniris Arrieche

Miguel Romero

Partes: 1, 2
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