Servicio profesional de carrera, el recurso humano visto como una política pública
El Servicio Profesional de Carrera es en nuestros
días un elemento democratizador de la función
pública, pues uno de sus rasgos más
característicos es el de separar la función
pública de la actividad partidista. (José
Mejía Lira –Doctor en Sociología de las
organizaciones por la Universidad de Paris IX)
Dicho lo anterior un reto visible que presenta todo
gobierno local es la de adoptar y materializar un sistema de
Servicio Profesional de Carrera que permita que la función
pública genere beneficios concretos para la comunidad. La
pregunta que habría que hacerse entre muchas otras es:
¿De qué manera las administraciones públicas
municipales pueden lograr esto con la mínima resistencia
política y la máxima visión a largo
plazo?
Países como España o Francia cuentan con
un modelo de Servicio Civil de Carrera desde hace poco más
de un siglo, permitiendo así, transitar en sus cambios de
gobierno sin las crisis de gobernabilidad política y
laboral que comúnmente en nuestro país
conocemos.
Estos sistemas de empleo público hoy generan
críticas y cuestionamientos por parte de la sociedad, ya
que hablando concretamente del modelo español no
está claramente asociado la evaluación del
desempeño con la permanencia laboral, concretamente en el
caso de la Comunidad de Madrid, el Servicio Civil de Carrera
genera una permanencia perenne y burocratización en los
servidores públicos, ya que estos habiendo ingresado
al sistema logran permanecer sin mayores contratiempos. Sin
embargo para ingresar a dicho sistema de empleo publico es
complicado dado los procesos tan rigurosos que dicta su
normatividad y la demostración real por parte de cualquier
aspirante de conocimiento técnico o profesional. A
diferencia de lo anterior países como los Estados Unidos
bajo el enfoque del City Manager, sus sistemas de
profesionalización de carrera están orientados a la
evaluación del desempeño, logrando con ello asociar
la actuación laboral de sus servidores públicos con
el alcance de metas y objetivos previamente establecidos como es
en el caso de San Antonio Texas. Derivado de lo anterior la
permanencia de los servidores públicos se da con base en
el resultado mismo de su trabajo.
En el caso de México podemos citar que ya desde
el presidente Zedilllo se propuso una estrategia para el
establecimiento de un Servicio Profesional de Carrera en los
ámbitos federal y estatal que fortaleciera el federalismo,
reconociera el merito como requisito para el ingreso a la
función publica y promoviera la eficiencia en la
ejecución de los programas federales (Plan Nacional de
Desarrollo 1995-2000). Fue hasta el 2003 que so logro promulgar
una ley de Servicio Profesional de Carrera para la
administración pública federal, misma que al
día de hoy ha tenido muchas complicaciones en su
operación. Su ámbito de aplicación se
circunscribe solo a la administración publica centralizada
del poder ejecutivo federal cuyo numero de servidores
públicos no rebasa los cuarenta y tres mil puestos de un
total de seiscientos cuarenta y nueve mil y fracción de
servidores públicos de la administración
centralizada de un total de dos millones novecientos cincuenta y
nueve mil y fracción de servidores públicos que
pertenecen a la administración publica federal
(llámese centralizada y paraestatal) (véase El
Servicio Profesional de Carrera y para que, de Rafael
Martínez Puon pg.306 edit. Porrua), Dicho en otras
palabras el alcance de aplicación de la norma federal
se reduce a solo el 15% de total de servidores públicos de
la administración centralizada y a solo el 6.8% del total
de la administración federal. Como ejemplo de ello
podemos observar el mismo reglamento de la ley que ha sido
modificado casi en su totalidad y se han eliminado puestos que
inicialmente contemplaba el sistema como es el caso de los
Delegados Federales que están en los estados. Estos eran
objeto de muchas críticas y cuestionamientos por parte de
las autoridades locales y mas aun en aquellos estados que son
políticamente de oposición a la federación
ya que los titulares de dichas delegaciones no ingresaban a la
función publica como lo dictaba en su momento la
norma.
A nivel de los gobiernos estatales el tema no ha sido
tan diferente como a nivel federal. Es a partir de la visita del
presidente de Francia Jacqes Chirac 1998 cuando se establece un
apoyo de carácter técnico y científico para
la implementación del servicio de carrera local, misma que
se materializa con el programa Franco Mexicano de
cooperación municipal (PFCM). Estados como Aguascalientes,
Zacatecas, Veracruz, Hidalgo, Quintana Roo y Distrito Federal,
trabajaron de la mano con el PFCM para la construcción de
sus propios sistemas de profesionalización de carrera. El
resultado después de varios años de esfuerzos
compartidos se materializo en normas administrativas, laborales o
ambas que impulsaban el tema en los estados ya mencionados. Lo
anterior no implica que dichos estados cuenten con un modelo
integral de empleo público y más aún que lo
que dicte asi su norma y lo apliquen totalmente en su
gestión pública. En el mejor de los casos su
normatividad tiene una orientación más laboral que
administrativa, en el peor de los casos limitan los procesos
tales como el ingreso y la evaluación del desempeño
dentro de sus propios modelos.
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