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El sistema muscular (página 2)




Enviado por Digicentro Famal



Partes: 1, 2

 Descripción y forma de los
músculos:

Cada músculo estriado se compone de dos partes:
una parte roja, blanda y contráctil que constituye la
parte muscular, y una parte blanquecina, fuerte y no
contráctil que constituye el tendón. Los tendones
varían en su forma y disposición, dependiendo de su
unión a las fibras musculares (que a su vez se
dispondrán según la función
del músculo).

Los tendones son de color blanco
nacarado y están constituidos por fibras elásticas
que forman grupos, su vez
recubiertos por tejido conjuntivo laxo que separa entre si estos
grupos o fascículos. Por su forma, los músculos se
clasifican en: largos, anchos y cortos. Los músculos
largos son aquellos en los que la dimensión según
la dirección de sus fibras sobrepasa la de los
otros diámetros. Estos, a su vez, pueden ser fusiformes o
aplanados, según el diámetro transversal sea mayor
en su parte media que en los extremes (así, el
bíceps es un músculo largo y fusiforme, mientras
que el recto del abdomen es largo y aplanado).

Los músculos anchos son aquellos en los que todos
los diámetros tienen aproximadamente la misma longitud (el
dorsal ancho de la espalda). Los músculos cortos son
aquellos que, independientemente de su forma, tienen muy poca
longitud (los de la cabeza y cara).

Función de los
músculos:

Los músculos, debido a su capacidad de
contracción, hacen posible que el esqueleto se mueva.
Así, las extremidades pueden realizar movimientos de
flexi6n o extensión, de rotación (pronación
y supinación), de aproximación (aducción) o
al contrario (abducción). Como hemos visto, la mayor parte
de los músculos están provistos de tendones,
mediante los cuales suelen insertarse sobre los huesos.
Según el tipo de inserción, es decir, si lo hacen
mediante más de un extremo o cabeza, se dividen en
bíceps (dos cabezas), tríceps (tres cabezas) y
cuadríceps (cuatro cabezas).

Dependiendo de si están formados por más
de un cuerpo muscular, se dividen en digástricos y
poligástricos (dos o más cuerpos, respectivamente).
Si toman su inserción Terminal por más de un
extremo o cola, los músculos serán bicaudales,
tricaudales o policaudales, según lo hagan por dos, tres o
más extremos.

Situación
de los músculos:

Según su situación los músculos
se dividen en superficiales y profundos:

1-Los músculos superficiales:

Están situados inmediatamente por debajo de la
piel y, si
bien en el ser humane son rudimentarios y escasos, están
insertados, por uno de sus extremos, en la capa profunda de la
piel. Alguno de estos músculos está en la cabeza,
cara, cuello y mano.

La mayoría de los músculos profundos
insertan sus extremos sobre los huesos del esqueleto. Algunos lo
hacen en los órganos de los sentidos
(músculos que mueven los ojos) y otros están
situados más profundamente, relacionándose con la
laringe, la lengua,
etcétera.                  
    

Músculos de la cabeza y cuello

Dentro de este conjunto de músculos hay que
destacar los de la cara, muy numerosos, ya que gracias a ellos el
ser humane es capaz de expresar sus sentimientos. Otro grupo de
músculos de la cabeza nos permite masticar y deglutir los
alimentos,
así como mover la cabeza en todas las direcciones, para
conseguir que los órganos de los sentidos (vista, oído y
olfato) desarrollen mejor sus funciones.

Músculos
Masticadores
  

 Son, como su nombre indica, los que permiten la
masticación de los alimentos.
Tienen la función de aproximar la mandíbula al
maxilar superior, es decir, cerrar la boca. Son músculos
muy potentes, cortos y anchos, que están situados sobre la
cara lateral del cráneo, a ambos lados. Los más
importantes son el músculo temporal y el músculo
masetero, que se pueden palpar fácilmente sobre la cara y
el cráneo cuando cerramos con fuerza la
boca.

Músculos cutáneos del
cráneo

Estos músculos son los que presentan unas
conexiones más íntimas con la piel y nos permiten
expresar el estado de
ánima. Son muy planos y delgados, y la mayoría se
encuentran alrededor de los orificios de la cara: orificios
palpebrales, orificios nasales y boca. Su contracción o
relajación permite cerrar o abrir los párpados, las
alas de la nariz y los labios. Son llamados, en su conjunto,
músculos mímicos.

Los más significativos son: músculo
frontal, que permite arrugar la frente; músculo orbicular
de los párpados o esfínter de los párpados,
que permite abrir y, sobre todo, cerrar los ojos con fuerza;
músculos de la nariz, cuatro pequeños
músculos que permiten "arrugan" la nariz o mover las
aletas nasales; músculo orbicular de los labios, que
permite a éstos moverse y, por tanto, hablar, comer,
etcétera; músculo buccinador, que corresponde a los
carrillos, los cuales pueden hincharse para soplar o para
aumentar el contenido de la boca.

Músculos del cuello

Muy numerosos, su principal papel es el de mover la
cabeza, la columna cervical y el hueso hioides (un huesecillo que
existe libre, no relacionado con ningún otro hueso, en la
cara anterior del cuello, por debajo de la mandíbula),
además de mantener la cabeza erguida. Están
situados a ambos lados del cuello, de forma simétrica y en
varios pianos, y se denominan músculos laterales del
cuello. Los situados delante son los músculos hioideos, y
los situados detrás son los músculos de la nuca o
vertebrales.

Músculos laterales del cuello:

Sobresalen el músculo esternocleidomastoideo, que
permite la flexión anterior o lateral de la cabeza,
así como la rotación de la misma; y los
músculos escalenos, que son una masa irregular de
pequeños músculos que permiten inclinar d cuello y
elevar algo la caja torácica durante la
inspiración.

Región del hueso hioides:

Situados en la cara anterior del cuello, están
divididos en músculos suprahioideos e infrahioideos.
Tienen como misión
bajar el hueso hioides o la faringe (los infrahioideos) y subir
el hioides y bajar la mandíbula (los suprahioideos).
Ambos grupos son importantes para la deglución.

Región Prevertebral:

Como su nombre indica, están aplicados a la cara
anterior de la columna vertebral, por detrás del
esófago y la faringe – laringe. Su misión principal
consiste en flexionar la cabeza sobre el tronco, así como
rotar levemente el cuello.

Aponeurosis del Cuello:

Una aponeurosis es un conjunto de membranas fibrosas que
envuelven a todos los músculos, y su función
consiste en oponerse a su desplazamiento lateral cuando
éstos se contraen. En el cuello, las aponeurosis presentan
poco desarrollo,
excepto las de los músculos de los canales vertebrales,
donde tienen mayor grosor y son más
resistentes.

La aponeurosis del cuello está dividida en tres
tipos diferentes: aponeurosis cervical superficial, aponeurosis
cervical media y aponeurosis cervical profunda o prevertebral. El
cuello pues, está dividido en tres compartimientos, de
delante hacia atrás, en diferentes planos.

 Músculos del tórax y del
abdomen:

Los músculos principales del tórax son los
pectorales, que levantan los brazos al contraerse, y los
serratos, que elevan las costillas cuando expulsamos aire.

Entre la cavidad torácica y la cavidad abdominal,
en el interior del organismo, existe un músculo en forma
de paraguas abierto, el diafragma, que se contrae cuando
inspiramos aire para empujar las costillas hacia arriba y
aumentar el volumen de la
caja torácica.
En el abdomen, los oblicuos realizan un trabajo
inverso al del diafragma: cuando se contraen, tiran de las
costillas hacia abajo y expulsan el aire de los pulmones. El
recto recubre la zona del vientre y, cuando se contrae, permite
doblar la cintura.

Músculos de las Extremidades
Superiores:

Hombro: Recubriendo cada hombro se encuentra el
deltoides, cuya acción
permite levantar y desplazar los brazos.
Brazo: Los más importantes son el bíceps, en
la parte anterior, y el tríceps, en la posterior. Son dos
músculos antagónicos, es decir, que realizan
funciones contrarias para hacer posible un movimiento
determinado, en este caso la flexión y la extensión
del antebrazo.
Antebrazo: Los músculos supinadores y pronadores
permiten los movimientos de giro del antebrazo, el movimiento de
la mano en cualquier dirección, y la flexión y
extensión de los dedos.
Mano: son músculos cortos y pequeños, ya que
sólo se encargan de mover los dedos. El más
importante es el que permite la oposición del pulgar, es
decir, la acción de "pinza" de la mano.

 

Músculos de las extremidades
inferiores:

Pelvis o cadera: Recubriendo la pelvis se
encuentran los glúteos, tres músculos que forman
las nalgas.
Su acción permite que el tronco se mantenga erguido y que
el ser humano sea capaz de caminar sobre dos piernas.
Muslo: Los más destacables son el
cuadríceps, músculo extensor de la pierna; el
bíceps femoral, antagónico del anterior; y los
aductores, conjunto de músculos en forma de abanico que
permiten la flexión y la extensión del muslo.
Pierna: cabe destacar los gemelos y el sóleo, cuya
acción conjunta permite
la flexión y extensión del pie al caminar. Se
insertan en el hueso calcáneo del talón del pie a
través del tendón de Aquiles.

Pie: Existen pequeños músculos que
permiten realizar algún movimiento de los dedos y
facilitan el caminar.

¿Son iguales
todos los músculos?

Los músculos pueden clasificarse según su
forma o según el tipo de fibra que los componen.
Atendiendo a su forma, se pueden distinguir los siguientes
grupos:
Anchos y planos: son los que tienes en el tórax y
en el abdomen. Protegen
los órganos delicados e intervienen en los movimientos de
la respiración.
Largos o fusiformes: forman parte del aparato locomotor
(brazos y piernas).

Cortos u orbiculares: son pequeños
músculos con funciones particulares (boca, ojos,
etc.).
Circulares: tienen forma de anillo y cierran diferentes
conductos del cuerpo (vejiga de la orina).
El tejido muscular está formado por unos filamentos
alargados o fibras, por lo que pueden diferenciarse dos tipos
de músculos
:

De fibra estriada: Son robustos y potentes, ya
que forman parte del aparato locomotor. Son músculos
voluntarios, es decir, que puedes contraer mediante una orden del
cerebro, excepto
el corazón,
un músculo involuntario formado por un tipo de fibra
estriada especial, el miocardio.
De fibra lisa: Están constituidos por células
musculares sin estrías.
Su característica principal es que son involuntarios, es
decir, que no los puedes contraer a voluntad, por lo que forman
parte de numerosos conductos del cuerpo: las paredes del
esófago, del estómago y del intestino, las venas y
arterias, etc.

 

 

 

Autor:

Francisco Augusto Montas Ramírez

Partes: 1, 2
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