- De
la aspiración democrática y el ideal
republicano
De las instituciones de los modelos políticos
clásicos
De los padres de la nación
Latinoamericana- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
"El futuro no hay que predecirlo, hay que
posibilitarlo."
Antoine de Saint-Exupiery
"Como en toda sociedad hay
el visionario y el incrédulo, el poeta y el vulgo, el
Mesías y los hebreos, el que anuncia lo venidero y el que
no cree sino en lo visible, ha sucedido que en América
se han dedicado a la predicación de la democracia
pacífica entendimientos ilustres, ahogados y confundidos
entre los brazos robustos y soberbios de una raza rebelde y
especial."
José Martí
La democracia constituye un paradigma para
todos los sistemas
políticos de la modernidad. Todos
los regímenes estatales, sean de derecha, centro o
izquierda proclaman la democracia, sin embargo si los griegos del
Ágora vinieran por un momento a nuestra época,
dirían sin lugar a dudas, que la concepción moderna
de democracia es muy poco
democrática.
Con esta investigación (valga aclarar la primera que
hago del tema desde un punto de vista teórico –
metodológico) pretendo transpolar, si es posible, algunos
mecanismos de aquellos que fundaron el concepto y la
definición en la Atenas antigua a la actualidad de mi
continente.
América Latina fue un continente pensado. No le
pasó como a las naciones europeas que nacieron en la
marcha del tiempo, sino
que la colonización foránea de sus tierras
catalizó su devenir histórico y le implantaron en
unas décadas una sociedad que se había fraguado en
siglos. Pero cuando digo que se pensó fue porque un
grupo de
hombres, que no se sentían europeos sino nativos de estas
tierras, a mediados del siglo XVIII decidieron crear su patria,
una patria no española sino propia y así
nació lo que dos siglos más tarde otro hombre
llamaría Nuestra América.
Estos hombres, no homogéneos, discutieron sin
duda el régimen político que debía tener
América, y aunque las opiniones fueron muy diversas, ya en
la época se venía adquiriendo un marcado gusto por
la palabra "democracia". Ingleses, franceses y norteamericanos
reordenaban el orden político, y todos volvían la
vista hacia el modelo
implantado por los clásicos de la antigüedad.
Nuestros próceres no desecharon estas ideas y así
la
Ilustración también llegó a Latinoamérica con sus nuevas redefiniciones
de viejos conceptos.
Desde la independencia
de la América meridional, los sistemas políticos
implantados fueron así, inspirados por la
República Liberal y casi copiada al calco de su
vertiente norteamericana, sin embargo nuestra región no ha
sido en las últimas décadas lo que podríamos
llamar un modelo de virtud cívica. Dictaduras militares,
terrorismo de
estado y
demagogia han sido eslabones que se suceden y entremezclan en la
cadena política Latinoamericana.
No es muy difícil darse cuenta que la democracia
liberal no ha sido muy efectiva en Nuestra América, que
lejos de crear consenso y participación, crea enajenación y caos. Dos posturas son
adoptables, una sería desvalorar a la democracia como
régimen, otra desvalorar el liberalismo y
buscar una nueva vertiente política a la
democracia.
Aunque respeto a los que
sostengan la primera, creo y tomo partido por la segunda. No es
la democracia el problema, no es una falacia hablar de ella, es
simplemente que debe tomar otro rumbo.
En arquitectura, hay
un modismo muy elocuente que dice: detrás de cada
crisis
constructiva viene una columna griega. Creo que en
política debería tomarse muy en serio esa frase y
analizar en serio lo que griegos y romanos nos dicen desde su
intemporalidad excelsa.
Este trabajo busca
principalmente analizar la democracia en sus cimientos, buscar la
columna griega que salve la crisis gubernamental
latinoamericana. Busca unir a Pericles y a Bolivar como un
intento de salvar a nuestra patria grande a través de los
modelos
políticos clásicos.
Cuando nos referimos a modelos políticos
clásicos estamos haciendo alusión a aquellas
formas de
gobierno que fueron establecidas en el mundo greco –
romano.
De acuerdo con lo antes expuesto estos modelos
irían desde una monarquía electiva, pasando por una
timocracia hasta un imperio. Pero en este trabajo se aborda
solamente dos de ellas, consideradas paradigmas de
la historia
política y modelos preclaros para el Estado
moderno: la Democracia Ateniense y la
República Romana.
La aspiración democrática
constituye una denominación para designar un modelo
moderno de gobierno basado o
copiado en la antigua democracia griega, la cual es (sobretodo en
nuestros tiempos) un modelo admirable por lo activo de su
ciudadanía y lo popular de sus instituciones.
La democracia griega puede situarse fundamentalmente en
Atenas desde las reformas de Clístenes alrededor de 510
a.C. hasta la supresión de las instituciones
democráticas a causa de la hegemonía macedonia en
322 a.C.
Lo más asombroso para el mundo moderno de esa
democracia es, sin duda, el concepto de ciudadanía que
ostentaban los atenienses. A decir de Aristóteles "en la antigua Atenas un
ciudadano era alguien que participaba "en la
administración de justicia y en
el gobierno"
En la antigua Grecia no
había una diferenciación entre Estado y sociedad,
ni entre lo político y lo social. La política no
era una actividad profesional, era la actividad que
distinguía al ciudadano de la polis. Esta por ende
implicaba una participación directa y activa, no derechos pasivos.
Para los griegos, ser un ciudadano era lo que
caracterizaba al ser humano. Recordemos que Aristóteles
definía al hombre como un zoon politikon (animal
político).
Como forma de diferenciar al régimen griego con
el posterior de Roma republicana,
a este segundo se le atribuye el nombre de ideal
republicano. Pues aunque también constituye una
democracia directa, La República Romana tuvo una cierta
forma representativa de gobierno.
En la Roma republicana el poder
legislativo correspondía al Senado y el poder
ejecutivo lo conformaban las magistraturas, cuestores,
pretores y cónsules entre otros cargos, que eran elegidos
por los ciudadanos con derechos, los patricios inicialmente y
posteriormente también la plebe, en verdaderas
campañas electorales en las que se renovaban, por
elección directa, multitud de cargos públicos. Con
el tiempo el sistema fue
degenerando. Los senadores no eran electos, más
tenían un poder
grandísimo. Con la expansión territorial la
República se convirtió en difícilmente
gobernable y degeneró en los Triunviratos. Finalmente, se
convirtió en Imperio de manos de Julio César y,
sobre todo de Augusto.
La implantación de dichos modelos en Nuestra
América tiene el grave inconveniente de las sucesivas
crisis gubernamentales y la incultura política. El
problema Latinoamericano ha sido el término
utilizado en este trabajo para designar dichos inconvenientes que
nuestro continente ha afrontado desde su independencia hasta la
actualidad.
Tomando como punto de partida el marco analítico
brevemente enunciado consideramos que América
Latina es una de las regiones donde mas se ha reflexionado y
escrito sobre la "sociedad posible" entendida ésta como un
proyecto de
sociedad y ciudadanía donde la solidaridad, la
justicia y la igualdad
puedan realizarse plenamente, pero además como proyecto de
"nación"
en sus dos vertientes, la nación
particular (la patria chica) y la nación latinoamericana
(la patria grande). Si hablamos en América Latina de
historia política, de historia social o cultural, en sus
distintas fases históricas, debemos considerar esos
proyectos de
sociedad o "sociedades
posibles" que de una u otra manera emergen, con particular
fuerza desde
finales del siglo XVIII pero no exclusivamente, en el pensamiento y
la acción
tanto de individuos como de colectividades, tanto de pensadores
como de grupos de
ciudadanos.
Así, cuando se habla en las primeras
décadas del siglo XIX de "gobierno republicano" o cuando
después de la segunda guerra
mundial se insiste en la construcción de la "sociedad
democrática", tenemos frente a nosotros horizontes de
posibilidad, o mejor, de aquello que puede ser en
contraposición con un estado de cosas que se tiene por
insuficiente, incompleto o no deseado.
Colonialismo, dependencia económica,
desequilibrios económicos, opresión, injusticia,
pobreza,
corrupción, imposición cultural,
cualquiera de estas situaciones se conjuntan en un estado de
cosas que sirven de punto de partida para la reflexión
acerca del porvenir inmediato, acerca de lo posible en
relación con lo existente.
Esta investigación gira en torno a un
problema científico concreto,
¿los modelos políticos clásicos pueden
dar respuesta a la crisis política de la
Latinoamérica contemporánea? como respuesta a
dicha interrogante la hipótesis esbozada reza, aunque ambos
modelos surgieron como respuesta concreta a circunstancias
histórico – sociales particulares, algunas de las
instituciones y mecanismos de estos sistemas pueden coadyuvar a
la solución del "Problema Latinoamericano". Como forma
de probar dicha tesis esta
investigación consta de tres partes integrantes. La
primera constituye un análisis de las instituciones de los
modelos políticos clásicos, la segunda un
análisis de la historia política de la democracia
en Latinoamérica y la tercera una propuesta de integración de algunos mecanismos de los
modelos citados a la realidad contemporánea de nuestro
continente.
Este trabajo constituye el resumen de la primera parte
del mismo, ya que por mi preparación académica
carezco aún de los conocimientos técnicos que se
requiere para desarrollar las otras dos partes y que he pospuesto
para años posteriores. El mismo responde a un objetivo
general: Analizar los modelos políticos clásicos
desde un marco
teórico – histórico para buscar los
elementos que estos pueden legar a la política
contemporánea.
Para desarrollar dicho objetivo este trabajo se divide
en tres capítulos. El primero analiza la democracia de los
antiguos y se comparara con las versiones modernas. En el segundo
se analizaran algunas de las principales instituciones y
mecanismos de los modelos políticos clásicos. El
tercero analiza el efecto de los modelos clásicos en el
pensamiento de los próceres de Nuestra América a
través del análisis de algunos documentos
insignes.
De la estructuración en capítulos de este
trabajo se derivan los objetivos
específicos siguientes:
- Analizar desde un marco histórico –
lógico las propuestas que le presentan los modelos
políticos clásicos a la ciencia
política contemporánea. - Demostrar teóricamente lo aplicable de algunas
instituciones y mecanismos de dichos modelos. - Examinar mediante el método
exegético documentos fundamentales de la historia
política latinoamericana, para elucidar lo
intrínseco de los modelos clásicos en los
mismos.
De esta primera parte de la
investigación se obtendrá las premisas para el
desarrollo de
las dos partes posteriores y en su conjunto espera ser una
propuesta para los gobiernos y pueblos de América Latina
de una solución al histórico "Problema
Latinoamericano".
Finalmente quisiera dedicársela a José
Martí
por haber dilucidado como nadie estos postulados.
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