Los números naturales son los números que
usamos para contar; uno, dos, tres, cuatro, etc. Les damos un
nombre, "Números naturales" para distinguirlos de otros
números, como "un medio", "cuatro tercios", "tres punto
siete", "menos cinco"; es decir, de los números
fraccionarios (1/2), los números con punto decimal (3.7) y
los números negativos (-5).
El hombre
primitivo solo necesitó algunos cuantos números,
los cuales represento mediante marcas en
huesos o
madera, como
se ve en la figura, en la que se muestra un hueso
encontrado en china.
Esta representación de los números, con
una marca por cada
elemento, solo es práctica para cantidades muy
pequeñas, pero no sirve para números como 5,000, o
incluso números no tan grandes, como 82 o 76. Al irse
desarrollando la humanidad se hizo necesario una mejor forma de
representar a los números.
Una de las primeras ideas utilizadas para representar
los números de manera mas breve fue la
agrupación, en la cual un símbolo
representa un grupo de
números. Por ejemplo, los antiguos egipcios agrupaban los
números de 10 en 10.
Las formas de escritura de
los números en los sistemas
numéricos egipcio y romano no eran adecuadas para
números relativamente grandes (como 1999, 123 422) ni para
los cálculos aritméticos. Fueron necesarios otros
sistemas
numéricos que utilizaran menos símbolos.
Por ejemplo, varios pueblos de la antigua Babilonia
(Irak)
utilizaron un sistema
numérico con solo dos símbolos: una cuña que
apunta hacia abajo y una cuña que apunta hacia la
izquierda. En este sistema la cuña hacia la izquierda
representaba una hacia abajo.
La forma de estructurar los números era muy
parecida a la de los egipcios. Sin embargo, a partir del numero
60, se utilizaba un principio posicional (como
en nuestro sistema décima); es decir, un mismo
símbolo podía tener un valor distinto
dependiendo de la posición que ocupe. En el sistema
babilónico, un numero en cada posición representaba
60 veces su valor en la posición anterior (por eso se
llama sistema sexagesimal).
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