Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La producción y el crecimiento (página 2)



Partes: 1, 2

  1. LA PRODUCTIVIDAD:
    SU PAPEL Y SUS DETERMINANTES

Explicar las grandes diferencias que existen entre los
niveles de vida en todo el mundo es en cierto sentido muy
fácil. Como veremos, la explicación puede resumirse
con una sola palabra: productividad. Pero las diferencias
internacionales son en otro sentido profundamente desconcertante.
Para explicar porqué las rentas son mucho más altas
en unos países que en otros, debemos examinar los
numerosos factores que determinan la productividad de un
país.

¿Por qué es tan importante la
productividad?

Comencemos nuestro estudio de la productividad y del
crecimiento
económico presentando un sencillo modelo basado
vagamente en la famosa novela de Daniel
Robinson Crousoe. Como tal vez recuerde el lector,
Robinson Crusoe es un marinero perdido en una isla
desierta. Como vive solo, captura su propio pescado, cultiva sus
propias verduras y se hace su propia ropa. Podemos concebir sus
actividades -su producción y su consumo de
pescado, verdura y ropa- como una sencilla economía. Examinando
la economía de Robinson Crusoe, podemos aprender algunas
lecciones que también son válidas en las
economías más complejas y realistas.

¿Qué determina el nivel de vida de Crusoe?
La respuesta es evidente. Si Crusoe es bueno en el arte de la
pesca, el
cultivo de verduras y la producción de ropa, vive bien. Si
es malo, vive mal. Como sólo consume lo que produce, su
nivel de vida va unido a su capacidad productiva.

El término productividad se refiere a la cantidad
de bienes y
servicios que
puede producir un trabajador en cada hora de trabajo. En el
caso de la economía de Crusoe, es fácil ver que la
productividad es el determinante clave de los niveles de vida y
que el crecimiento de la productividad es el determinante clave
del crecimiento de los niveles de vida. Cuanto más pescado
pesque Crusoe por hora, más comerá. Si encuentra un
lugar mejor en el que pescar, su productividad aumenta. Este
aumento de la productividad mejora su bienestar: podría
comer más pescado o podría dedicar menos tiempo a
pescar y más a hacer otros bienes de los que
disfruta.

Productividad:

Cantidad de bienes y servicios producidos en cada
hora de trabajo realizada

El papel clave que desempeña la productividad en
la determinación de los niveles de vida es tan cierto en
el caso de los países como en el de los marineros
extraviados. Recuérdese que el producto
interior bruto en una economía (PIB) mide dos
cosas al mismo tiempo: la renta total que ganan todos sus
miembros y el gasto total en su producción de bienes y
servicios. La razón por la que el PIB puede medir estas
dios cosas simultáneamente se, halla en que en el conjunto
de la economía las dos deben ser iguales. En pocas
palabras, la renta de una economía es su
producción.

Un país puede disfrutar, al igual que Crusoe de
un elevado nivel de vida únicamente si puede producir una
gran cantidad de bienes y servicios. Los estadounidenses viven
mejor que los nigerianos porque los trabajadores estadounidenses
son más productivos que los nigerianos. El nivel de vida
de los japoneses ha crecido más deprisa que el de los
argentinos porque la productividad de los trabajadores
japoneses ha crecido más deprisa. De hecho, según
uno de los diez principios de la
economía del
Capítulo 1, el nivel de vida de un
país depende de su capacidad para producir bienes y
servicios.

Por lo tanto, para comprender las grandes
diferencias que observamos entre los niveles de vida de los
distintos países o entre los -niveles de vida de distintos
periodos, debemos centrar la atención en la producción de bienes
y servicios. Pero la observación de la relación entre los
niveles de vida y la productividad no es más que el primer
paso. Nos lleva lógicamente a la siguiente pregunta:
¿por que son algunas economías mucho mejores que
otras en la producción de bienes y servicios?

De qué depende la productividad

Aunque la productividad influye excepcionalmente en el
nivel de vida de Robinson Crusoe, son muchos los factores
de los que depende ésta. Por ejemplo, Crusoe será
mucho mejor en el arte de la pesca si tiene más
cañas de pescar, si ha recibido formación sobre las
mejores técnicas
para pescar, si esta isla tiene abundantes reservas de peces y si
inventa un cebo mejor. Cada uno de estos determinantes de la
productividad de Crusoe -que podemos llamar
a:,rritctl,físicrr, capital humano,
recursos
naturales y conocimientos tecnológicos-
tienen
tina contrapartida en las economías más complejas y
realistas. Examinemos cada uno de ellos por separado.

  • El capital
    físico.
    Los trabajadores son más productivos
    si tienen herramientas
    para trabajar. La cantidad de equipo y estructuras
    que se utilizan para producir bienes y servicios se llama
    capital físico o simplemente capital. Por
    ejemplo, cuando los carpinteros hacen muebles, utilizan
    sierras, tomos y taladradoras. Cuantas más herramientas
    tengan, más deprisa y con mayor precisión pueden
    hacer su trabajo. Es decir, un trabajador que sólo tenga
    herramientas manuales
    básicas podrá fabricar menos muebles a la
    semana que un trabajador que tenga un equipo de
    carpintería sofisticado y especializado.

Capital físico

Cantidad de equipo y estructuras que se utilizan
para producir bienes y servicios

Una importante característica del capital es que
es un factor de producción producido. Es decir, es
un factor que interviene en el proceso (le
producción y que anteriormente fue un producto

El carpintero utiliza un torno para hacer
la pata de una mesa. El torno fue anteriormente el proceso de
una empresa
fabricante de tamos. El fabricante de tomos utilizó, a su,
vez, otro equipo para fabricar su producto. Por lo tanto, el
capital es un factor de producción utilizado para producir
todo tipo de bienes y servicios, incluido más
capital.

  • El capital humano. El segundo determinante de
    la productividad es el capital humano, que es el término
    que utilizan los economistas para referirse a los conocimientos
    y a las cualificaciones que adquieren los trabajadores por
    medio de la
    educación, la formación y la experiencia.
    Comprende las cualificaciones acumuladas en la escuela
    infantil, en la enseñanza primaria, en la
    enseñanza secundaria, en la universidad
    y en la formación en el trabajo
    para los adultos que pertenecen a la población activa.

Capital humano

Conocimientos y cualificaciones que adquieren los
trabajadores por medio de ?a educación, la formación y la
experiencia

Aunque la educación, la formación y la
experiencia son menos tangibles que los tomos, los bulldozers y
los edificios, el capital humano es en muchos aspectos como el
capital físico. Al igual que éste, aumenta la
capacidad de un país para producir bienes y servicios. Al
igual que él, es un factor de producción producido.
Para producir capital humano se necesitan factores en forma de
maestros, bibliotecas y
tiempo de los estudiantes. De hecho, los estudiantes pueden
concebirse como «trabajadores» que tienen la
importante tarea de producir el capital humano que se
empleará en la futura producción.

  • Los recursos
    naturales.
    El tercer determinante de la
    productividad son los recursos naturales. Éstos son
    factores de producción aportados por la naturaleza,
    como la tierra,
    los ríos y los yacimientos minerales. Los
    recursos naturales son de dos tipos: renovables y no
    renovables. Un bosque es un ejemplo de recurso renovable.
    Cuando se tala un árbol, puede plantarse otro en su
    lugar para talarlo en el futuro. El
    petróleo es un ejemplo de recurso no renovable. Como
    es producido por la naturaleza durante muchos miles de
    años, sólo existen unas reservas limitadas. Una
    vez que se agota, es imposible crear más.

Recursos naturales

Factores que intervienen en la producción de
bienes y servicios y que son aportados por la naturaleza, como
la tierra, los
ríes y los yacimientos minerales

Las diferencias entre los recursos naturales que poseen
los distintos países son responsables de algunas de las
diferencias entre sus niveles de vida. El éxito
histórico de Estados Unidos se
debe en parte a que disponía de una gran extensión
de tierra idónea para [a agricultura.
Actualmente, algunos países de Oriente Medio, como Kuwait
y Arabia Saudí; son ricos simplemente porque da la
casualidad de que tienen algunas de las mayores reservas de
petróleo del mundo.

Aunque los recursos naturales pueden ser importantes, no
son necesarios para que una economía sea muy productiva en
la obtención de bienes y servicios. Por ejemplo, Japón
es uno de los países más ricos del mundo, a pesar
de que tiene pocos recursos naturales. El comercio
internacional hace posible su éxito. Japón
importa muchos de los recursos naturales que necesita, como
petróleo,
y exporta sus bienes manufacturados a economías ricas en
recursos naturales.

  • Los conocimientos tecnológicos.
    El cuarto determinante de la productividad son los
    conocimientos tecnológicos, es decir, la
    comprensión de las mejores formas de producir bienes y
    servicios. Hace cien años, la mayoría de los
    estadounidenses trabajaba en la agricultura, porque la tecnología agrícola
    requería Una elevada cantidad de trabajo para alimentar
    a toda la población. Hoy en día, gracias a los
    avances de la tecnología agrícola, una
    pequeña parte de la población puede producir
    suficientes alimentos para
    alimentar a todo el país. Este cambio
    tecnológico ha permitido que quede libre más
    trabajo para producir otros bienes y servicios.

Conocimientos tecnológicos

Comprensión de la sociedad de
las mejores formas de producir bienes y
servicios

Los conocimientos tecnológicos adoptan muchas
formas. Parte de la tecnología consiste en conocimientos
que todo el mundo sabe: una vez que es utilizada por una persona, todo el
mundo la conoce. Por ejemplo, cuando Henry Ford consiguió
introducir la cadena de montaje en la producción, otros
fabricantes de automóviles siguieron rápidamente su
ejemplo. Otros tipos de tecnología son de propiedad
exclusiva, es decir, sólo son conocidos por la
compañía que los descubre. Por ejemplo, Coca-Cola
Company es la única que conoce la receta secreta para
fabricar su famosa bebida refrescante. Otros tipos de
tecnología son de propiedad exclusiva durante un breve
periodo de tiempo. Cuando una compañía
farmacéutica descubre un nuevo fármaco, el sistema de
patentes le reconoce temporalmente el derecho a fabricar en
exclusiva ese fármaco. Sin embargo, cuando expira la
patente, otras compañías pueden
fabricarlo.

Todos estos tipos de conocimientos tecnológicos
son importantes para la producción de bienes y servicios
de la economía.

Merece la pena distinguir entre los conocimientos
tecnológicos y el capital humano. Aunque están
estrechamente relacionados, existe una importante diferencia. Los
conocimientos tecnológicos se refieren a la
comprensión de la sociedad del modo en que funciona el
mundo. El capital humano se refiere a los recursos dedicados a la
transmisión de esta comprensión a la
población trabajadora. Por utilizar una metáfora
que viene al caso, los conocimientos son la calidad de los
libros de
texto de la
sociedad, mientras que el capital humano es la cantidad de tiempo
que ha dedicado la población a leerlos. La productividad
de los trabajadores depende tanto de la calidad de los libros de
texto de que disponen como de la cantidad de tiempo que han
dedicado a estudiarlos.

  1. Los economistas suelen utilizar una función de producción para
    describir la relación entre la cantidad de factores
    utilizados para producir y la cantidad de producción
    obtenida. Supongamos, por ejemplo, que Y representa la
    cantidad de producción, L la cantidad de
    trabajo, K la cantidad de capital físico,
    H la cantidad de capital humano y N la cantidad
    de recursos naturales. En ese caso, podemos formular la
    siguiente expresión:

    Y= A F (L, K, H,
    N)

    Donde F ( ) es una función que muestra
    cómo se combinan los factores para obtener la
    producción. A es una variable que refleja la
    tecnología de producción existente. A medida
    que mejora la tecnología, A aumenta, por lo que
    la economía produce más con una
    combinación cualquiera de factores.

    Muchas funciones de
    producción tienen una propiedad llamada
    rendimientos constantes de escala. Si una función de
    producción tiene rendimientos constantes de escala,
    una duplicación de todos los factores provoca una
    duplicación de la cantidad de producción. En
    términos matemáticos, decimos que una
    función de producción tiene rendimientos
    constantes de escala si, dado un número positivo
    cualquiera x,

    xY = A F (xL,.xK,
    xH,xN)

    Una duplicación de todos los factores se
    representa en esta ecuación por medio de x=2. El
    segundo miembro muestra la duplicación de los factores
    y el primero muestra la duplicación de la
    producción.

    Las funciones de producción que muestran
    rendimientos constantes de escala tienen una interesante
    implicación. Para verla, sea x = 1/L. En ese
    caso, la ecuación anterior se convierte en

    Y/L = A F( I, K/L, H/L,
    N/L)

    Obsérvese que Y/L es la
    producción por trabajador que es un indicador de la
    productividad. Esta ecuación establece que la
    productividad depende del capital físico por
    trabajador (K/L), del capital humano por trabajador
    (HIL) y de los recursos naturales por trabajador
    (N/L). La productividad también depende de la
    situación de la tecnología, reflejada en la
    variable A. Por lo tanto, esta ecuación es un
    resumen matemático de los cuatro determinantes de la
    productividad que acabamos de analizar.

    EL
    CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA POLÍTICA
    ECONÓMICA

    Hasta ahora hemos visto que el nivel de vida de una
    sociedad depende de su capacidad para producir bienes y
    servicios y que su productividad depende del capital
    físico, del capital humano, de los recursos naturales
    y de los conocimientos tecnológicos. Pasemos ahora a
    examinar la cuestión que han de afrontar los
    responsables de la política
    económica de todo el mundo: ¿qué
    puede hacer la política económica para elevar
    la productividad y el nivel de vida?

    La importancia del ahorro y
    de la inversión

    Como el capital es un factor de producción
    producido, una sociedad puede alterar la cantidad de capital
    que tiene. Si la economía produce actualmente una gran
    cantidad de nuevos bienes de capital, mañana
    tendrá un stock mayor de capital y podrá
    producir una cantidad mayor de todos los tipos de bienes y
    servicios. Por lo tanto, una manera de elevar la futura
    productividad es invertir más recursos actuales en la
    producción de capital.

    Según uno de los diez principios de la
    economía
    , los individuos se enfrentan a
    disyuntivas. Este principio es especialmente importante
    cuando se examina la acumulación de capital. Como los
    recursos son escasos, para dedicar más recursos a la
    producción de capital es necesario dedicar menos a la
    producción de bienes y servicios para el consumo
    actual. Es decir, para que la sociedad invierta más en
    capital, debe consumir menos y ahorrar una parte mayor de su
    renta actual. El crecimiento derivado de la
    acumulación de capital no es gratis: obliga a la
    sociedad a sacrificar consumo de bienes y servicios en la
    actualidad con el fin de poder
    consumir más en el futuro.

    De momento es importante señalar que el
    fomento del ahorro y de la inversión es una de las
    maneras en que los gobiernos pueden fomentar el crecimiento
    y, a largo plazo, elevar el nivel de vida de la
    economía.

    Para ver la importancia de la inversión para el crecimiento
    económico, examinemos la Figura 1, que contiene
    datos de 15
    países. El panel (a) muestra la tasa de crecimiento de
    cada país correspondiente a un periodo de 31
    años. Los países están ordenados en
    sentido descendente de acuerdo con sus tasas de crecimiento.
    El panel (b) muestra el porcentaje del PIB que dedica cada
    país a la inversión. La correlación
    entre el crecimiento y la inversión es estrecha,
    aunque no es perfecta. Los países que dedican una gran
    proporción del PIB a la inversión, como
    Singapur y Japón, tienden a tener elevadas tasas de
    crecimiento. Los que dedican una baja; proporción del
    PIB a la inversión, como Ruanda y Bangladesh, tienden
    a tener bajas tasas de crecimiento. Los estudios que examinan
    una lista más exhaustiva de países confirman
    esta estrecha correlación entre la inversión y
    el crecimiento.

    Figura 1. EL CRECIMIENTO Y LA lNVERSICN. El panel
    (a) muestra la tasa de crecimiento del PIB per cápita
    de 15 países – en el periodo 1960-1991. El (b) muestra
    el porcentaje del PIB- que dedicó cada uno a la
    inversión en este periodo. La figura muestra que la
    inversión y el crecimiento están
    correlacionados positivamente.

    FUENTE: Robert Summers y Alan Heston, The Penn
    WoridTables y cálculos del autor.

    Sin embargo, la interpretación de estos datos plantea
    un problema. La correlación entre dos variables
    no indica cuál es la causa y cuál el efecto. Es
    posible que una elevada inversión provoque un elevado
    crecimiento, pero también puede ocurrir que un elevado
    crecimiento provoque una elevada inversión (o
    quizá que un elevado crecimiento y una elevada
    inversión sean ambos causados por una tercera variable
    omitida en el análisis). Los datos no nos indican por
    sí solos el sentido de la causación. No
    obstante, como la acumulación de capital afecta de una
    forma tan clara y tan directa a la productividad,
    muchos economistas consideran que estos datos muestran que
    una elevada inversión acelera el crecimiento
    económico.

    Los rendimientos decrecientes y el efecto de
    recuperación

    Supongamos que un gobierno,
    convencido por la evidencia de la Figura 1, adopta medidas
    que elevan la tasa de ahorro del país, es decir, el
    porcentaje del PIB dedicado a ahorro en lugar de consumo.
    ¿Qué ocurre? Al ahorrar más el
    país, se necesitan menos recursos para hacer bienes de
    consumo y se dispone de más recursos para hacer bienes
    de capital. Como consecuencia, el stock de capital aumenta,
    lo que eleva la productividad y acelera el crecimiento del
    PIB. Pero ¿cuánto dura esta tasa más
    alta de crecimiento? Suponiendo que la tasa de ahorro se
    mantiene en su nuevo nivel más alto, ¿se
    mantiene la tasa de crecimiento del PIB indefinidamente en un
    elevado nivel o sólo durante un periodo de
    tiempo?

    Según la visión tradicional del
    proceso de producción, el capital tiene
    rendimientos decrecientes, o sea, a medida que aumenta
    el stock de capital, la producción adicional generada
    por una unidad más de capital disminuye. En otras
    palabras, cuando los trabajadores ya tienen una gran cantidad
    de capital para producir bienes y servicios, si se les
    proporciona una unidad más, su productividad
    sólo aumenta levemente. Como consecuencia de los
    rendimientos decrecientes, un aumento de la tasa de ahorro
    sólo eleva el crecimiento durante un tiempo. Al poder
    acumular más capital gracias a que la tasa de ahorro
    es más alta, los beneficios derivados del capital
    adicional son cada vez menores a medida que pasa el tiempo,
    por lo que el crecimiento se desacelera. A largo plazo, un
    aumento de la tasa de ahorro eleva el nivel de productividad
    y de renta, pero no acelera el crecimiento de estas
    variables.

    Sin embargo, este largo plazo puede tardar mucho en
    llegar. Según los estudios de datos internacionales
    sobre el crecimiento económico, un aumento de la tasa
    de ahorro puede elevar significativamente el crecimiento
    durante varias décadas.

    Rendimientos decrecientes

    Propiedad por la que al beneficio derivado de una
    unida adicional de un factor disminuye a medida que aumenta
    la cantidad de ese factor

    Los rendimientos decrecientes del capital tienen
    otra importante consecuencia: manteniéndose todo lo
    demás constante; es más fácil para un
    país crecer deprisa si comienza siendo relativamente
    pobre.

    Efecto de recuperación

    Propiedad por la que los países que
    comienzan siendo pobres tienden a crecer más deprisa
    que los que comienzan siendo ricos

    Este efecto de recuperación puede explicar
    algunos de los desconcertantes resultados de la Figura 1. En
    este periodo de 31 años, Estados Unidos y Corea del
    Sur dedicaron una proporción similar del PIB la
    inversión. Sin embargo, Estados Unidos sólo
    experimentó un crecimiento del 2 por ciento; mientras
    que Corea experimenta un crecimiento espectacular de
    más de 6 por ciento. La explicación es el
    efecto de recuperación. En 1960, el PIB per
    cápita de Corea era menos de un décimo del
    estadounidense, debido en parte a que la inversión
    anterior había sido muy baja. Con un pequeño
    stock inicial de capital, los beneficios de la
    acumulación de capital fueron mucho mayores en Corea,
    lo que le permitió tener posteriormente una tasa de
    crecimiento más alta.

    Este efecto de recuperación se refleja en
    otros aspectos de la vida. Cuando una escuela enseña a
    final del curso el diploma de estudiante que
    «más ha mejorado», normalmente se trata de
    un estudiante que comenzó el año con unos
    resultados relativamente malos: a los que no estudiaron a
    comienzos de año les resultó más
    fácil mejorar que a los que siempre se esforzaron.
    Obsérvese que es bueno ser el que «más ha
    mejorado», dado el punto de partida, pero que incluso
    es mejor ser el «mejor estudiante». Asimismo, el
    crecimiento económico ha sido en las últimas
    décadas mucho más rápido en Corea del
    Sur que en Estados Unidos, pero el PIB per cápita
    sigue siendo más alto en Estados Unidos.

    La inversión procedente del
    extranjero

    Hasta ahora hemos visto que la política
    económica destinada a elevar la tasa de ahorro de un
    país puede aumentar la inversión y, por lo
    tanto, el crecimiento económico a largo plazo. Sin
    embargo, el ahorro de los residentes no es la única
    forma que tiene un país de invertir en nuevo capital,
    la otra es la inversión procedente de
    extranjeros.

    Cuando los extranjeros invierten en un país
    es porque esperan obtener un rendimiento. La fábrica
    de automóviles de Ford aumenta el stock de capital
    mexicano y, por lo tanto, la productividad mexicana y el PIB
    mexicano. Sin embargo, Ford se lleva parte de esta renta
    adicional a Estados Unidos en forma de beneficios. Asimismo,
    cuando un inversor estadounidense compra acciones
    mexicanas, tiene derecho a una parte de los beneficios que
    obtiene la compañía mexicana.

    Por lo tanto, la inversión procedente del
    extranjero no produce el mismo efecto en todos los indicadores de la prosperidad
    económica. Recuérdese que el producto interior
    bruto (PIB) es la renta obtenida dentro de un país
    tanto por los residentes como por los que no lo son, mientras
    que el producto nacional bruto (PNB) es la renta obtenida por
    los residentes de un país a ni dentro del país
    Como en el extranjero. Cuando Ford abre su fábrica de
    automóviles en México, parte de la renta que genera la
    fábrica va a parar a personas que no viven en
    México, por lo que esta inversión, eleva la
    renta de los mexicanos (medida por medio del PNB)
    menos de lo que eleva la producción en México
    (medido por medio del PIB).

    No obstante, la inversión procedente del
    extranjero es una de las vías a través de las
    cuales crece un país. Aunque algunos de los beneficios
    derivados de esta inversión fluyan de vuelta a los
    propietarios extranjeros, esta inversión aumenta el
    stock de capital de la economía, lo cual provoca un
    aumento de la productividad y de los salarios.
    Por otra parte, la inversión procedente del extranjero
    permite a los países pobres aprender las
    tecnologías de vanguardia
    desarrolladas y utilizadas en los países más
    ricos. Por estas razones, muchos economistas que asesoran a
    los gobiernos de las economías menos desarrolladas
    abogan por la adopción de medidas que fomenten la
    inversión procedente del extranjero: Eso significa a
    menudo eliminar las restricciones que imponen los gobiernos a
    la propiedad extranjera de capital nacional.

    Una organización que trata de fomentar la
    entrada de inversión en países pobres es el
    Banco
    Mundial. Este organismo internacional obtiene fondos de
    los países avanzados de todo el mundo y utiliza estos
    recursos para conceder préstamos a los menos
    desarrollados, con el fin de que puedan invertir en
    carreteras, sistemas
    de alcantarillado, escuelas y otros tipos de capital.
    También ofrece a los países asesoramiento sobre
    la mejor forma de utilizar los fondos. El Banco
    Mundial, junto con su organismo hermano, el Fondo Monetario
    Internacional, se creó tras la Segunda
    Guerra Mundial. Esta guerra
    enseñó que las dificultades económicas a
    menudo provocan convulsiones políticas, tensiones internacionales y
    conflictos
    militares. Por lo tanto, todos los países tienen
    interés en fomentar la prosperidad
    económica en todo el mundo. El Banco Mundial y el
    Fondo Monetario Internacional aspiran a conseguir este
    objetivo
    común.

    La educación

    La educación -la inversión en capital
    humano- es al menos tan importante como la inversión
    en capital físico para el éxito
    económico de un país a largo plazo. En Estados
    Unidos, históricamente cada año de estudios
    eleva el salario de
    una persona alrededor de un 10 por ciento por término
    medio. En los países menos desarrollados, en los que
    el capital humano es especialmente escaso, la diferencia
    entre los salario de los trabajadores, educados y los
    salarios de los que carecen de estudios es aún mayor.
    Por lo tanto, los gobiernos pueden mejorar el nivel de vida
    creando buenas escuela y animando a la población a
    aprovecharlas.

    La inversión en capital humano tiene, al
    igual que la inversión en capital físico, un
    coste de oportunidad. Cuando los estudiantes están en
    la escuela, no perciben los salarios que podrían estar
    ganando. En los países menos desarrollados, los
    niños suelen abandonar los estudios a
    una temprana edad, aun cuando el beneficio de los años
    adicionales de escolarización sea muy elevado,
    simplemente porque su trabajo es necesario para ayudar a
    mantener a la
    familia.

    Algunos economistas han afirmado que el capital
    humano es especialmente importante para el crecimiento
    económico porque transmite externalidades positivas.
    Una externalidad es la influencia de las acciones de
    una persona en el bienestar de otras. Por ejemplo, una
    persona que posea estudios puede aportar nuevas ideas sobre
    la mejor forma de producir bienes y servicios. Si estas ideas
    entran en el acervo de conocimientos de la sociedad, de tal
    manera que todo el mundo pueda utilizarlas, constituyen un
    beneficio externo de la educación. En este caso, el
    rendimiento de la escolarización para la sociedad es
    aún mayor que su rendimiento para el individuo.
    Este argumento justificaría las grandes subvenciones
    que se conceden a la inversión en capital humano en
    forma de educación pública.

    Uno de los problemas
    que tienen algunos países pobres es la fuga de
    cerebros,
    es decir, la emigración de muchos de los
    trabajadores que tienen un nivel de estudios más alto
    a países ricos, en los cuales pueden disfrutar de un
    nivel de vida más elevado. Si el capital humano genera
    externalidades positivas, la fuga de cerebros hace que las
    personas que se quedan sean más pobres. Este problema
    plantea un dilema a los responsables de la política
    económica. Por una parte, Estados Unidos y otros
    países ricos tienen los mejores sistemas de
    enseñanza superior, por lo que parece lógico
    que los países pobres envíen a sus mejores
    estudiantes al extranjero a obtener una titulación
    superior. Por otra, los estudiantes que han pasado tiempo en
    el extranjero pueden decidir no volver a su país de
    origen, y esta fuga de cerebros reduce aún más
    el volumen de
    capital humano del país pobre.

    Los derechos de
    propiedad y la estabilidad política

    Los responsables de la política
    económica también pueden fomentar el
    crecimiento económico protegiendo los derechos de
    propiedad y fomentando la estabilidad
    política.

    En una economía de mercado la
    producción es el resultado de las interrelaciones de
    millones de personas y empresas. Por
    ejemplo, cuando compramos un automóvil, compramos la
    producción de un concesionario de automóviles,
    de un fabricante de automóviles, de una
    compañía siderúrgica, de una
    compañía dedicada a la minería del hierro,
    etc. Esta división de la producción entre
    muchas empresas permite utilizar los factores de
    producción de la economía de la manera
    más eficaz posible. Para lograr este resultado, la
    economía tiene que coordinar las transacciones entre
    estas empresas, así como entre las empresas y los
    consumidores.

    Una importante condición previa para que
    funcione el sistema de precios es
    el de los derechos de propiedad toda la
    economía. Estos se refieren a la capacidad de los
    individuos de ejercer su autoridad
    sobre los recursos que poseen. Una compañía
    minera no realizará el esfuerzo de extraer el mineral
    de hierro si espera que se lo roben. Sólo lo
    estará si está segura de que se
    beneficiará de su venta
    posterior. Por este motivo, los tribunales desempeñan
    un importante papel en una economía de mercado: velan
    por el cumplimiento de los derechos de propiedad. Por medio
    del sistema judicial de lo penal, disuaden del robo directo
    y, además, garantizan por medio del sistema judicial
    civil que los compradores y los vendedores cumplen sus
    contratos.

    Aunque las personas que viven en los países
    desarrollados tienden a dar por sentados los derechos de
    propiedad, las que viven en países menos desarrollados
    comprenden que la falta de derechos de propiedad puede ser un
    gran problema. En muchos países, el sistema judicial
    no funciona bien. Es difícil hacer que se respeten los
    contratos y a menudo no castigan los fraudes. En los casos
    más extremos, el gobierno no sólo no vela por
    los derechos de propiedad sino que él mismo los
    incumple. Para hacer negocios
    en algunos países, las empresas han de sobornar a
    personas que ocupan poderosos cargos públicos. Esa
    corrupción dificulta el poder
    coordinador de los mercados.
    También reduce los incentivos de
    sus ciudadanos para ahorrar y de los extranjeros para
    invertir en ellos.

    Una amenaza para los derechos de propiedad es la
    inestabilidad política. Cuando las revoluciones y los
    golpes de estado son
    frecuentes, hay dudas de que los derechos de propiedad se
    respeten en el futuro. Si un gobierno revolucionario puede
    confiscar el capital de al-unas empresas, como ha ocurrido
    con frecuencia tras las revoluciones comunistas, los
    residentes de ese país tienen menos incentivos para
    ahorrar, invertir y poner en marcha nuevas empresas. Al mismo
    tiempo, los extranjeros tienen menos incentivos para invertir
    en el país. Incluso la amenaza de la revolución puede contribuir a reducir
    el nivel de vida de un país.

    Por lo tanto, la prosperidad económica
    depende en parte de la prosperidad política. Un
    país que tenga un sistema judicial eficiente, unos
    funcionarios públicos honrados y una constitución estable disfrutará
    de un nivel de vida económico más alto que un
    país que tenga un mal sistema judicial, unos
    funcionarios corruptos y frecuentes revoluciones y golpes de
    estado.

    El libre comercio

    Algunos de los países más pobres del
    mundo han tratado de acelerar el crecimiento económico
    adoptando medidas orientadas hacia el interior. Estas
    medidas pretenden elevar la productividad y los niveles de
    vida de un país evitando su interacción con el resto del mundo y
    son defendidas por algunas de sus empresas, que a veces
    sostienen que necesitan que se les proteja de la competencia extranjera para competir y crecer.
    Este argumento de la industria
    naciente, junto con una desconfianza general de los
    extranjeros, ha llevado a veces a los responsables de la
    política económica de los países menos
    desarrollados a imponer aranceles
    y otras restricciones comerciales.

    Actualmente, la mayoría de los economistas
    cree que los países pobres mejoran su bienestar
    adoptando medidas orientadas hacia afuera que los
    integren en la economía mundial. Cuando estudiamos en
    capítulos anteriores el comercio
    internacional, mostramos cómo puede mejorar el
    bienestar económico de los ciudadanos de un
    país. El comercio es en cierto sentido un tipo de
    tecnología. Cuando un país exporta trigo e
    importa acero, se
    beneficia de la misma manera que si hubiera inventado una
    tecnología para convertir trigo en acero. Un
    país que elimine las restricciones comerciales
    experimentará, pues, el mismo tipo de crecimiento
    económico que experimentaría tras un gran
    avance tecnológico.

    Las consecuencias negativas de la orientación
    hacia dentro son evidentes cuando se observan las
    pequeñas dimensiones de muchos países menos
    desarrollados. Por ejemplo, el PIB total de Argentina es
    aproximadamente igual que el de Filadelfia. Imaginemos
    qué ocurriría si el gobierno municipal de la
    ciudad de Filadelfa prohibiera a sus residentes comerciar con
    las personas que viven fuera de los límites de la ciudad. Al no poder
    beneficiarse de las ganancias derivadas
    del comercio, Filadelfia necesitaría producir todos
    los bienes que consume. También tendría que
    producir todos sus propios bienes de capital en lugar de
    importar equipo de vanguardia de otras ciudades. Su nivel de
    vida descendería inmediatamente y el problema
    probablemente no haría más que empeorar con el
    paso del tiempo. Eso es precisamente lo que ocurrió
    cuando Argentina adoptó una política orientada
    hacia dentro durante una gran parte del siglo XX. En cambio,
    los países que han adoptado una política
    orientada hacia fuera, como Corea del Sur, Singapur y
    Taiwán, han disfrutado de elevadas tasas de
    crecimiento económico.

    El volumen de comercio de un país con otros
    depende no sólo de la política que siga su
    gobierno, sino también de su .geografía. Los países que poseen
    buenos puertos naturales tienen más facilidad para
    comerciar que los que carecen de este recurso. No es una
    causalidad que muchas de las principales ciudades del mundo
    como Nueva York, San Francisco Hong-Kong estén
    situadas cerca del mar. Asimismo, como los países que
    carecen de costas tienen más dificultades para
    comerciar con otros, tienden a tener unos niveles de renta
    inferiores a los de aquellos que tienen fácil acceso a
    las vías acuáticas de todo el mundo.

    La investigación y el
    desarrollo

    La razón principal por la que los niveles de
    vida son más altos hoy que hace cien años se
    halla en que los conocimientos tecnológicos han
    avanzado. El teléfono, el transistor,
    la
    computadora y el motor de
    combustión interna se encuentran entre
    los miles de innovaciones que han mejorado la capacidad para
    producir bienes y servicios.

    Aunque la mayoría de los avances
    tecnológicos son fruto de investigaciones privadas de empresas e
    inventores, también existe un interés
    público en fomentar esta labor. Los conocimientos son
    en gran medida un bien público: una vez que una
    persona descubre una idea, ésta entra en el acervo de
    conocimientos de la sociedad, por lo que otras personas
    pueden utilizarla libremente. De la misma manera que el Estado
    desempeña un papel importante en la provisión
    de un bien público como la defensa nacional,
    también desempeña un papel importante en el
    fomento de la investigación y el desarrollo
    de nuevas
    tecnologías.

    En Estados Unidos, el Estado desempeña desde
    hace mucho tiempo un papel importante en la creación y
    la difusión de conocimientos tecnológicos. Hace
    cien años, patrocinaba la investigación sobre
    los métodos agrícolas y asesoraba a
    los agricultores sobre la manera de utilizar mejor su tierra.
    Últimamente, ha financiado a través de las
    fuerzas aéreas y de la NASA, la investigación
    aeroespacial, como consecuencia de la cual Estados Unidos es
    un destacado fabricante de cohetes y aviones. El Estado
    continúa fomentando el avance del saber con ayudas a
    la investigación procedentes de la National Science
    Foundation y de los National Institutes of Health y con
    desgravaciones fiscales a las empresas que realizan
    investigación y desarrollo.

    El Estado también puede fomentar la
    investigación por medio del sistema de patentes.
    Cuando una persona o una empresa
    inventan un nuevo producto, por ejemplo, un nuevo
    fármaco, puede solicitar una patente. Si el producto
    se considera realmente original, las autoridades conceden la
    patente, que reconoce al inventor el derecho exclusivo a
    fabricar el producto durante un determinado número de
    años. La patente reconoce en esencia al inventor un
    derecho de
    propiedad sobre su invento, transformando su nueva idea
    de bien público en bien privado. Al permitir a
    los inventores beneficiarse de sus inventos
    -aunque sólo sea temporalmente- el sistema de patentes
    aumenta los incentivos de los individuos y de las empresas
    para dedicarse a la investigación.

    CASO: LA
    DESACELERACIÓN Y LA ACELERACIÓN DE LA
    PRODUCTIVIDAD EN ESTADOS UNIDOS

    La tasa de crecimiento de la productividad no es en
    modo alguno constante y fiable. Entre 1959 y 1973, la
    productividad, medida por medio de la producción por
    hora trabajada en las empresas estadounidenses, creció
    a una tasa media del 3,2 por ciento al año.
    Posteriormente se desaceleró, por lo que entre 1973 y
    1995 sólo creció un 1,5 por ciento al
    año. En 1995 se aceleró de nuevo, creciendo un
    2,6 por ciento al año, en promedio, durante los seis
    años siguientes.

    Es fácil ver cuáles son las
    consecuencias de estas variaciones del crecimiento de la
    productividad. La productividad se refleja en los
    valores reales de los salarios y las rentas familiares.
    Cuando se desaceleró el crecimiento de la
    productividad, el trabajador representativo recibió
    menores subidas ajustadas para tener en cuenta la
    inflación y muchas personas experimentaron una
    sensación general de ansiedad económica. Una
    variación del crecimiento de la productividad, aunque
    sea pequeña, produce un gran efecto, ya que se acumula
    durante muchos años. Si no se hubiera producido esta
    desaceleración en 1973, la renta del estadounidense
    medio sería hoy alrededor de un 50 por ciento
    más alta. De la misma manera, la aceleración
    registrada en 1995 ya ha elevado las rentas reales alrededor
    de un 7 por ciento.

    Las causas de estas variaciones del crecimiento de
    la productividad son más escurridizas. Hay un hecho
    perfectamente demostrado: estas variaciones no pueden
    atribuirse a los factores de producción que son
    más fáciles de medir. Los economistas pueden
    medir directamente la cantidad de capital físico de
    que disponen los trabajadores. También pueden medir el
    capital humano por medio del número de años de
    estudios. Parece que la desaceleración y la
    aceleración del crecimiento de la productividad no se
    deben principalmente a las variaciones del crecimiento de
    estos factores:

    La tecnología es uno de los pocos culpables
    que quedan. Es decir, una vez descartadas otras
    explicaciones, muchos economistas atribuyen la
    desaceleración y la aceleración del crecimiento
    económico a los cambios de la creación de
    nuevas ideas sobre la forma de producir bienes y servicios.
    Como es difícil medir la cantidad de <:ideas>:,
    es difícil confirmar o refutar esta
    explicación, pero la hipótesis es razonable. La
    aceleración que experimentó el crecimiento de
    la productividad en 1995 coincidió con el
    rápido crecimiento de la tecnología de la información y
    de Internet.

    ¿Qué nos deparará el futuro en
    lo que al progreso tecnológico y al crecimiento
    económico se refiere? La historia no
    nos permite confiar mucho en las predicciones. Muchos
    expertos en predicciones no previeron ni la
    desaceleración de la productividad ni su
    aceleración antes de que llegaran.

    La historia sí nos permite, sin embargo,
    tener una idea de cuál es la tasa normal de progreso
    tecnológico. La Figura 2 muestra el crecimiento medio
    del PIB real per cápita en el mundo desarrollado desde
    1870. La desaceleración de la productividad es
    evidente: alrededor de 1970, la tasa de crecimiento se
    desaceleró, pasando de 3,7 a 2,2 por ciento (la
    aceleración de la productividad no se observa en estos
    datos porque es demasiado breve y afecta principalmente a
    Estados Unidos). Esta figura nos enseña una importante
    lección: en comparación con la mayor parte de
    la historia, la anomalía es el rápido
    crecimiento de los años cincuenta y sesenta. Tal vez
    las décadas posteriores a la Segunda Guerra
    Mundial fueran un periodo de avances tecnológicos
    excepcionalmente rápidos y el crecimiento se haya
    desacelerado simplemente porque el progreso
    tecnológico ha retomado a una tasa más
    normal.

    Figura 2. EL CRECIMIENTO DEL PIB REAL
    PER CÁPITA.

    Esta figura muestra la tasa media de crecimiento del
    PIB real per cápita de las economías avanzadas,
    entre las que se encuentran los principales países de
    Europa,
    Canadá, Estados Unidos, Japón y Australia.
    Obsérvese que la tasa de crecimiento aumentó
    significativamente a partir dé 1950 y descendió
    a partir de 1970.

    Fuente: Robert J. Barro y Xavíer
    Sala-i-ivlartin, Economic Growth, Nueva York,
    McGraw-Hill, 1995, pág. 6. Los datos de
    1990-2000 proceden de World Devetopment Report
    2002.

    El crecimiento de la
    población

    Los economistas y otros científicos sociales
    hace mucho tiempo que debaten sobre las consecuencias del
    crecimiento de la población para la sociedad. La
    variable más afectada por el crecimiento
    demográfico es la población activa: una gran
    población significa más trabajadores para
    producir bienes y servicios. Al mismo tiempo, significa
    más personas para consumir esos bienes y servicios.
    Aparte de estos efectos evidentes, el crecimiento de la
    población interactúa con los demás
    factores de producción de una manera menos evidente y
    más discutible.

    Los recursos naturales a prueba.
    Thomas Robert Malthus (1766-1834), clérigo inglés y uno de los primeros pensadores
    económicos, es famoso por su libro
    titulado Primer ensayo
    sobre la población,
    en el que realizó la
    que quizá sea la predicción más
    escalofriante de la historia. Malthus afirmó que el
    crecimiento cada vez mayor de la población
    pondría continuamente a prueba la capacidad de la
    sociedad para proveerse de lo necesario, por lo que la
    humanidad estaba condenada a vivir permanentemente en
    la
    pobreza.

    La lógica de Malthus era muy sencilla.
    Comenzaba señalando que «los alimentos son
    necesarios para vivir» y que « la pasión
    entre los sexos es necesaria y permanecerá casi en su
    estado actual». Llegaba a la conclusión de que
    «la capacidad de crecimiento de la población es
    infinitamente mayor que la de la tierra para producir bienes
    de subsistencia para el
    hombre». Según Malthus, lo único que
    frenaba el crecimiento de la población era «la
    miseria y el vicio». Sostenía que los criterios
    de las instituciones benéficas o del Estado de
    la pobreza eran
    contraproducentes, porque lo único que hacían
    era permitir a los pobres tener más hijos, poniendo
    aún más a prueba la capacidad productiva de la
    sociedad.

    Afortunadamente, la funesta predicción de
    Malthus erró el tiro por mucho. Aunque la
    población mundial se ha multiplicado por alrededor de
    seis en los dos últimos siglos, el nivel de vida es,
    en promedio, mucho más alto en todo el mundo. Gracias
    al crecimiento económico, el hambre y la desnutrición crónicas son menos
    frecuentes hoy que en tiempos de Malthus. Hay hambrunas de
    vez en cuando, pero casi siempre se deben a una distribución desigual de la renta o a
    la inestabilidad política más que a una
    producción insuficiente de alimentos.

    ¿En qué se equivocó Malthus? El
    crecimiento del ingenio de la humanidad ha contrarrestado con
    creces los efectos del crecimiento de la población.
    Los pesticidas, los fertilizantes, la maquinaria
    agrícola, las nuevas variedades de cultivos v otros
    avances tecnológicos han permitido a cada agricultor
    alimentar a un número cada vez mayor de personas. A
    pesar de haber más bocas que alimentar, se necesitan
    menos agricultores, porque cada uno es muy
    productivo.

    Dilución del stock de capital.
    Mientras que a Malthus le preocupaba la influencia de la
    población en el uso de los recursos naturales algunas
    teorías modernas del crecimiento
    económico ponen énfasis en su influencia en la
    acumulación de capital. Según estas
    teorías, un elevado crecimiento de la
    población reduce el PIB por trabajador, ya que un
    rápido crecimiento del número de trabajadores
    obliga a repartir entre más personas el stock de
    capital. En otras palabras, cuando la población crece
    rápidamente, cada trabajador está dotado de
    menos capital. Una cantidad menor de capital por trabajador
    da como resultado una productividad menor y un PIB por
    trabajador más bajo.

    Este problema es evidente sobre todo en el caso del
    capital humano. Los países que se caracterizan por su
    elevado crecimiento demográfico tienen un elevado
    número de niños en edad escolar, lo cual impone
    una carga mayor al sistema
    educativo. No es sorprendente, pues, que el nivel
    educativo tienda a ser bajo en los países que tienen
    un elevado crecimiento demográfico.

    El crecimiento de la población varía
    mucho de unos países a otros. En los países
    desarrollados, como Estados Unidos y Europa Occidental, la
    población sólo ha crecido alrededor de 1 por
    ciento al año en las últimas décadas y
    se prevé que crecerá a un ritmo aún
    más lento en el futuro. En cambio, en muchos
    países africanos pobres, la población crece
    alrededor de un 3 por ciento al año. A esta tasa, se
    duplica cada 23 años. Este rápido crecimiento
    demográfico hace que resulte más difícil
    proveer a}os trabajadores de las herramientas y las
    cualificaciones necesarias para lograr un elevado nivel de
    productividad.

    Aunque el rápido crecimiento de la
    población no es la principal razón por la que
    los países menos desarrollados son pobres, algunos
    analistas creen que la reducción de la tasa de
    crecimiento demográfico ayudaría a estos
    países a aumentar su nivel de vida. En algunos, este
    objetivo se logra directamente con leyes que
    regulan el número de hijos que pueden tener las
    familias. Por ejemplo, China
    sólo permite tener un hijo por familia; las
    parejas que infringen esta norma son condenadas a pagar
    elevadas multas. En los países en los que hay
    más libertad,
    el objetivo de reducir el crecimiento de la población
    se logra menos directamente informándola de las
    técnicas de control de
    la natalidad.

    Los países también pueden influir en
    el crecimiento de la población aplicando uno de los
    diez principios de la economía: los individuos
    responden a los incentivos. La decisión de tener un
    hijo tiene un coste de oportunidad como cualquier otra.
    Cuando aumenta el coste de oportunidad, la gente decide tener
    una familia más reducida. En concreto,
    las mujeres que tienen la oportunidad de recibir una buena
    educación y un empleo
    atractivo tienden a querer menos hijos que las que tienen
    menos oportunidades fuera del hogar. Por lo tanto, las
    medidas que fomentan la igualdad
    de trato de las mujeres permiten a las economías menos
    desarrolladas reducir la tasa de crecimiento de la
    población y quizá elevar su nivel de
    vida.

    Fomento del progreso
    tecnológico.
    Aunque un rápido
    crecimiento de la población puede reducir la
    prosperidad económica al reducir la cantidad de
    capital que tiene cada trabajador, también puede tener
    algunos beneficios. Al-tinos economistas han sugerido que el
    crecimiento de la población mundial ha sido el motor
    del progreso tecnológico y de 'la prosperidad
    económica. El mecanismo es sencillo: si hay más
    personas, hay más científicos, inventores e
    ingenieros para contribuir al progreso tecnológico,
    que beneficia a todo el mundo

    El artículo del economista Michael Kremer
    titulado «Population Growth and Techological Change:
    One Miltion B.C. to 1990» y publicado en el
    Quarterly Journal of Ecanonrics en 1993 corrobora en
    alguna medida esta hipótesis.
    Kremer comienza señalando que a lo largo de la
    historia del hombre,
    las tasas mundiales de crecimiento han aumentado conforme ha
    crecido la población mundial. Por ejemplo, el
    crecimiento mundial fue más rápido cuando la
    población mundial era de 1.000 millones (alrededor del
    año 1800) que cuando sólo era de 100 millones
    (alrededor de 500 a.C.). Este hecho es coherente con la
    hipótesis de que cuando la población es mayor,
    también lo es el progreso
    tecnológico.

    La segunda prueba de Kremer proviene de la
    comparación de las diversas regiones del mundo. El
    deshielo de los casquetes polares al final de la era glaciar
    (alrededor de 10.000 años a.C.) inundó el
    planeta y separó el mundo en varias regiones que no
    pudieron comunicarse entre sí durante miles de
    años. Si el progreso tecnológico es más
    rápido cuando hay más personas para descubrir
    cosas, las regiones mayores deben haber crecido más
    deprisa.

    Según Kremer, es lo que ha ocurrido
    exactamente. La región más próspera del
    mundo en 1500 (cuando Colón restableció el
    contacto tecnológico) comprendía las
    civilizaciones del «Viejo Mundo» de la gran
    región Eurasia-África. A continuación se
    encontraban las civilizaciones azteca y maya de las
    Américas, seguidas de los cazadores y recolectores de
    Australia y, a continuación, los pueblos primitivos de
    Tasmania, que carecían incluso de utensilios para
    hacer fuego y de la mayoría de las herramientas de
    piedra y hueso.

    La región aislada más pequeña
    era la isla Flinders, diminuta isla situada entre Tasmania y
    Australia. Como era la que tenía menos
    población, era la que tenía menos oportunidades
    de avanzar tecnológicamente y, de hecho, parece que
    retrocedió. Hacia el año 3000 a.C., la sociedad
    humana de la isla de Flinders desapareció totalmente.
    Krener llega a la conclusión de que la existencia de
    una gran población es una condición necesaria
    para el avance tecnológico.

  2. LA
    FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN

    En el presente trabajo hemos analizado los
    determinantes del nivel de vida de un país y los
    esfuerzos que pueden realizar los responsables de la
    política económica para elevarlo por medio de
    medidas que fomenten el crecimiento económico. La
    mayor parte de este capítulo se resume en uno de los
    diez principios de la economía: el nivel de
    vida de un país depende de su capacidad para producir
    bienes y servicios. Los responsables de la política
    económica que quieran fomentar el crecimiento del
    nivel de vida deben aspirar a aumentar la capacidad
    productiva de su país fomentando la rápida
    acumulación de factores de producción y
    asegurándose que éstos se emplean de la manera
    más eficaz posible.

    Los economistas discrepan sobre el papel que debe
    desempeñar el Estado en el fomento del crecimiento
    económico. El Estado puede ayudar a la mano invisible
    como mínimo manteniendo los derechos de propiedad y la
    estabilidad política. Más controvertida es la
    conveniencia de que subvencione a determinados sectores que
    pueden ser especialmente importantes para el progreso
    tecnológico. No cabe duda de que estas cuestiones se
    encuentran entre las más importantes en
    economía. Del éxito con que los responsables de
    la política económica de una generación
    aprendan las lecciones fundamentales sobre el crecimiento
    económico y las tengan en cuenta depende el tipo de
    mundo que heredará la generación
    siguiente.

  3. CONCLUSIÓN

  4. BIBLIOGRAFÍA

MANKIW, N. Gregory. Principios de la
Economía.
Traducción de Esther Tabasco
Espáriz. Tercera edición. Madrid,
España,
editorial McGraw-Hill, 2004, 535pp.

 

Autora:

Solange Stephanie Cárdenas
Mendoza

Lima, Perú.

Universidad de San Martín de Porres –
Facultad de Ciencias
Administrativas y Recursos
Humanos – Escuela Profesional de Administración de Negocios
Internacionales.

Asignatura: Microeconomía.

Profesor: Dr. Jorge Córdova
Egocheaga.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter