RESUMEN
En el trabajo se
expone la existencia de un calendario perpetuo del sistema
gregoriano. El mismo se da al final del texto. En el
trabajo
también se exponen las bases teóricas de la
confección de dicho calendario, así como se compara
este calendario con otros calendarios perpetuos.
INTRODUCCION
La confección de calendarios perpetuos ha sido
siempre una preocupación de los calanderistas. Entendemos
por calendario perpetuo el que puede ser utilizado por un cierto
número de años. Por ello, no se puede confundir el
concepto de
calandario perpetuo con el de almanaque o con el concepto de
calandario en general.
El almanaque se refiere al catálogo que comprende
todos los días de un año con sus referencias a
días de la semana, del mes, festividades, etc. El
calandario perpetuo comprende, por decirlo así, un
número considerable (finita o infinita) de
años.
El calendario en general se refiere a la forma de medir
el tiempo
terrestre por medio de emblemas tomando como patrón de
medida y sistema de referencia ciertos sucesos o
fenómenos. De este modo, podemos hablar de calendarios
lunares, solares, etc., que se refieren al tiempo que tardan los
cuerpos celestes en hacer rotaciones, tales como la tierra en
darle la vuelta al sol, para establecer las distintas estaciones
del año. Notemos algo, en la mayoría de los
calendarios el patrón o sistema de medida es el día
terrestre (tiempo que demora la tierra en dar
una vuleta sobre su eje imaginario) y el sistema de referencia es
un suceso destacado entre esos días. Así, por
ejemplo, en la cristiandad este suceso es el supuesto nacimiento
de Jesús. A partir de aquí, en la cristiandad, se
empiesa a contar los días progesiva y regresivamente hasta
llegar a una fecha determinada. En este calendario los
días se agrupan en semanas, las semanas en meses y los
meses en años. El año terrestre dura 365
días, 6 horas, 9 minutos y 24 segundos.
Notemos algo más. El calendario a que se adhieren
nuestros países es al gergoriano. Fue establecido por el
papa Gregorio XXIII en 1582 y al mismo se adhieren todos los
países de la cristiandad, con exsepción de los que
siguen el cisma griego. Antes de la aplicación de este
calendario, la cristiandad se regia por el calendario juliano,
establecido por Julio Cesar y lo utilizan aún los
cismáticos griegos. Nótese además que en el
calendario gergoriano los días comprendidos entre el 5 y
el 14 de octubre de 1582 no existen, o lo que es lo mismo no se
registran sucesos, pues se omitieron para ajustar el calendario
por el error acumulado en el calendario juliano.
El calendario perpetuo lo que hace es concretar el
calendario en general. Es decir, lo que hace es confeccionarlo en
forma de muchos almanaques con el objetivo de
saber datos, como
días de la semana, fechas, etc., que el alamanaque del
año en curso no nos ofrece, pues lo que queremos son datos
de años futuros o pasados.
Por eso es que la confeción de calendarios
perpetuos es de interes para un número muy amplio de
personas. En primer lugar para los científicos e
historiadores. Pero no sólo para historiadores,
antropólogos, científicos, etc., sino
también para el hombre
cotidiano. En ocaciones necesitamos saber que día de la
semana coyó una fecha de años pasados, etc. y
sí no tenemos a manos el almanaque de ese año,
tenemos que apelar a calendarios perpetuos. Por ello es que en
agendas de trabajo y en otros medios
aparecen comunmentes distintos tipos de calendarios perpetuos. Es
que al hombre en
general le interesa medir el tiempo y registrar datos relativos
al pasado y al futuro, y esto sólo es posible con ayuda de
calendarios perpetuos. En este trabajo le ofrecemos un calendario
perpetuo confecionado por nosotros y su comparación con
otros calendarios perpetuos, como el Moret, por
ejemplo.
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