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Crisis de las hipotecas "Subprime": burbujas y? algo más (Malas prácticas) (página 2)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

– Algunos
datos de
referencia (Intentando aclarar la "sopa" de
letras)

Descripción general de las hipotecas

  • Hipotecas Prime: Calidad A.
    Deudores con excelente calificación crediticia (puntaje
    de crédito entre 700 y 850 puntos,
    generalmente). Usualmente se encuentra 300 pbs. por encima de
    la tasa repo. En septiembre 2007 se encontraba en niveles
    cercanos al 8,25%. Es la mayor proporción de
    desembolsos.
  • Alt-As: Calidad A-. Deudores que no proveen toda la
    documentación necesaria. Poseen
    calificaciones crediticias entre 620 y 700.
  • Hipotecas Subprime: Prestatarios con problemas
    crediticios, historia de crédito
    limitada o colateral insuficiente (Calidad B, C o D). Las
    calificaciones crediticias se encuentran generalmente por
    debajo del nivel de 620.

Se destacan por tener características especiales
de pago: Ej. "Adjusted Rate Mortgages – ARM".

A pesar de ser los ARMs sólo el 15% del mercado subprime,
la preocupación del mercado recae en que las condiciones
apretadas de liquidez en septiembre/octubre de 2007, pueden
castigar los "reserts" de esta clase de
créditos y generar mayor probabilidad
de default en el mediano plazo.

¿Qué son las hipotecas "subprime"
realmente?

Son aquellos préstamos que solicitan las personas
que no pueden acceder (o no "califican") a las mejores entidades
de crédito y por ende a las mejores tasas debido a su
deficiente historia crediticia. Algunas características de
estos préstamos son:

  • El prestamista puede ejecutar la expropiación
    de la vivienda, en caso de que la deuda entre en impago
    ("default").
  • Tiene tasas de
    interés flexibles los primeros 2 y 3 años.
    Esquemas (2/28) y (3/27).
  • En algunos casos, los primeros años
    sólo se abona el pago de intereses.

¿Quién los usa?

  • Prestatarios con bajos estándares de
    crédito.
  • Prestatarios con altas relaciones de Deuda/Ingresos.
  • Prestatarios que no pueden o eligen no declarar sus
    ingresos.

¿Dónde están?

-En general, están en los Estados Unidos,
con una concentración importante en California
(aproximadamente 30% – 35%)

¿Cómo está constituida la deuda
hipotecaria en Estados Unidos?

Hogares – Tipos de deuda hipotecaria:

  • 34% Propietarios con hipotecas Prime
  • 31% Arriendo
  • 22% Propietarios sin hipotecas
  • 8% Propietarios con hipotecas Subprime
  • 5% Propietarios con hipotecas Alt-A

El total de familias del mercado americano se aproxima a
109.932.000. De ese total de familias, una gran proporción
está en hipotecas prime, es decir hipotecas con la
más alta calidad crediticia. Los propietarios con
hipotecas subprime, apenas alcanzan el 8% del total de
hogares.

¿Cómo es la composición de la
cartera hipotecaria?

Composición de la cartera hipotecaria – Diciembre
2006:

  • 62% Prime fijo
  • 13% Prime variable
  • 3% Subprime fijo
  • 9% Subprime variable
  • 5% Alt – A fijo
  • 8% Alt – A variable

De los 5,9 trillones de dólares (billones, en
español)
que conformaban el total de la cartera hipotecaria a diciembre de
2006, sólo el 12%, estaba conformado por hipotecas
subprime (fijas y variables).

¿Cómo entran este tipo de deudas a los
mercados de
capitales?

Características generales de la
"titulización":

  • Mortgage-Backed Securities (MBS): son activos
    creados cuando una institución financiera decide vender
    parte de su portafolio de hipotecas a inversionistas. Los
    créditos vendidos son puestos en un "pool" y los
    inversionistas compran una porción del mismo por medio
    de unidades (éstas, reciben flujo de principal e
    intereses). Usualmente, se crea un mercado secundario para
    estos títulos donde se compran y venden dichas
    unidades.
  • Collateralized Mortgage Obligations (CMOs): en los
    MBS todos los inversionistas reciben el mismo retorno y tiene
    el mismo riesgo de
    prepago. Esto no siempre es así; en los CMO los
    inversionistas están divididos en clases y reglas que
    determinan cómo los flujos de caja del "pool" son
    repartidos entre dichos inversionistas.

En general los CDO (no sólo hipotecas sino varios
tipos de deuda) son formas de empaquetar riesgos de
crédito. Cada porción (o "tranche") asume un
porcentaje de riesgo de default, empezando por "0" riesgo (la
porción con menor "yield" – calificación
AAA).

Orígenes de la crisis

"El Boom de la vivienda"

  • La política
    monetaria expansiva impulsada por la FED desde el 2000,
    recortando las tasas de interés
    desde 6,25% (Diciembre de 2000) hasta 1% (Junio de 2003),
    incentivó el crecimiento de la demanda y
    oferta de
    vivienda, que ya venía en ascenso desde la década
    de los noventa.
  • El mejor "colateral" hacía que las financieras
    exigieran bajos estándares utilizados para la
    concesión de créditos hipotecarios. Entre ellos:
    bajos niveles de puntaje FICO requeridos y requerimientos
    más flexibles de declaración de ingresos. (FICO:
    Fair Isaac Corporation, es una entidad privada que ofrece los
    modelos de
    "scoring" de crédito más utilizados en EEUU. El
    rango de "scoring" oscila entre 300 (más bajo) y 850
    (más alto). La distribución es sesgada, con un 60% de
    los "scores" entre 650 – 790 puntos. De acuerdo con este
    modelo de
    "scoring", los bancos y otras
    instituciones financieras pueden decidir negar
    un crédito, incrementar una tasa de interés o
    hacer más exigentes las comprobaciones de los niveles de
    ingreso de los prestatarios.)
  • El desarrollo
    de instrumentos financieros derivados (CDOs) con
    calificación AAA, que tenían como "subyacentes"
    titulizaciones hipotecarias (MBS – Mortgage Backed Securities)
    con rangos de calificaciones entre AAA hasta BB, y cuyas
    rentabilidades estaban por encima de las tradicionales,
    incentivaban la oferta de crédito
    hipotecario.
  • El "apetito" por inversiones
    con mayores rentabilidades por parte de los fondos de
    pensiones, las compañías aseguradoras, los bancos
    y los fondos de cobertura, fueron caldo de cultivo para el
    creciente desarrollo de los CDOs en años
    recientes.

El contexto de bajas tasas de interés y
valorizaciones de los precios de la
vivienda, aumentó la oferta de créditos
hipotecarios a deudores con baja calidad crediticia. Mientras en
el año 2000 las "originaciones" llegaban a niveles de 150
billones de dólares (miles de millones, en
español), para el año 2006 cuadruplicaron su
valor llegando
a niveles de 600 billones de dólares (miles de millones,
en español). Más adelante se "actualiza" esta
información según un estudio
económico publicado por el diario económico Wall
Street Journal el 12/10/07.

"Estalla la burbuja"

  • A pesar de los incentivos
    mencionados por parte de la oferta, y la fuerte demanda de
    vivienda por motivos de inversión, dichas continuas
    valorizaciones en los precios de la vivienda, se revierten en
    algunas zonas de EEUU en el año 2004, cuando la FED
    inicia el ciclo contractivo de la política
    monetaria.
  • En el año 2007 (agosto), después de la
    contracción monetaria, el mercado subprime muestra
    signos de
    morosidad de cartera generando:
    • Reducción en ventas
      de viviendas: Impacto en la construcción.
    • Estándares de crédito más
      apretados.
    • Un aumento de la oferta de vivienda en la medida
      que se incrementan las liquidaciones de vivienda de los
      créditos hipotecarios.
    • Mayor disminución en los precios de la
      vivienda.

Emisiones de CDOs

  • En la medida en que crecían las
    "originaciones" de hipoteca, también se incrementaban
    las emisiones de CDOs.
  • El problema en agosto – septiembre de 2007 es que
    existía (¿existe?) poca información sobre
    el comportamiento de estos activos "empaquetados"
    bajo condiciones de crédito apretado y aumento de
    morosidad de la cartera. Inclusive, la información es
    poca bajo un escenario de desvalorización de los precios
    de la vivienda.
  • De esta manera, tanto el mercado como las agencias
    trataron (¿tratan?) de sobre-estimar los riesgos de
    pérdidas de estos "pools", generando gran volatilidad en
    la valorización de estos activos. Es un problema de
    "información asimétrica" en el cual los gestores
    del mercado no pueden dimensionar las pérdidas de sus
    portafolios; menos aún las pérdidas de otras
    entidades. El mercado así buscaba (¿busca?)
    señales para poder
    distinguir los "malos" y "buenos" portafolios, encareciendo el
    costo de
    "fondeo" entre entidades financieras.
  • Adicionalmente, sobre dichas emisiones, se ha
    discutido (¿discute?) bastante el papel de las agencias
    calificadoras al momento de evaluar los riesgos de estas
    estructuras
    crediticias.

Actualización de datos (¡último
momento!)

ABC (12/10/07): "El 29% de las hipotecas firmadas en
2006 en EEUU fueron de alto riesgo"

"El 29% de las hipotecas contratadas en 2006 en EEUU se
firmaron con altos tipos de interés debido a elevado
riesgo de impago de sus titulares, frente al 16% de dos
años antes, según un estudio publicado ayer por el
diario económico Wall Street Journal. Según sus
datos, el importe de los créditos "subprime" firmados
durante 2006 ascendió a 1,5 billones de dólares
(billones, en español) y se contrataron por medio de 2.500
entidades diferentes (entre bancos, cajas de ahorro y
sindicatos) de
forma repartida por todo el país.

Los embargos hipotecarios en EEUU alcanzaron los 223.538
procedimientos
en septiembre, el doble que en el mismo período de 2006,
aunque por debajo de la cifra de agosto".

– Y mientras
tanto

(Parte de una carta del Senador
estadounidense Bernie Sanders en respuesta a la columna de
opinión de Mary Anastasia O™Grady, publicada en The
Wall Street Journal -online- el 4/10/07)

"No es sólo México y
otros países en desarrollo los que han sufrido debido a
estos acuerdos de libre comercio
sin restricciones y pro corporaciones. También es el caso
de las familias trabajadores de Estados Unidos, que ahora se
encuentran en una horrenda "race to the bottom" (Carrera hacia
abajo. Nota del Editor: Teoría
que postula que la competencia entre
los países lleva a reducir las normas
regulatorias y, en última instancia, este fenómeno
aumentará la pobreza
global).

Pese a la explosión de la tecnología y al
enorme aumento de la productividad
laboral, la
pobreza en
Estados Unidos está creciendo, la clase media se
está reduciendo y la brecha entre ricos y pobres crece
cada vez más. En los últimos seis años, en
Estados Unidos se han perdido millones de empleos bien
remunerados a medida que las compañías cierran
plantas
aquí y se trasladan a China u otros
países con bajos salarios. En el
mismo período, el ingreso promedio de los hogares de las
familias en edad de trabajar ha descendido en cerca de US$ 2.500
al año, unos 8,6 millones de estadounidenses han perdido
su seguro de
salud, tres
millones han perdido sus pensiones y millones trabajan más
horas por sueldos menores. Mientras tanto, la brecha entre los
ricos y los pobres en Estados Unidos es la más amplia
entre los países industrializados y es mayor a cualquier
año desde la década del 20"

– Se acabó
la "guita" (dinero,
moneda, plata, pasta, cuartos)

La fiesta ha terminado. Esa es la conclusión de
la extraña crisis de las
"hipotecas basura". Ya tiene
gracia que un jubilado de Frankfurt (Alemania),
París (Francia) o
Madrid
(España), se pueda ver afectado
negativamente por el hecho de que un señor de Los Ángeles,
California (Estados Unidos) deje de pagar sus créditos,
pero la
globalización es así. Bueno, la globalización y, sobre todo, la ingeniería financiera. El banco que le dio
el préstamo a ese desconocido ciudadano estadounidense
transformó esa deuda en un título negociable, que,
después de pasar por cincuenta manos diferentes
terminó en el fondo de inversión en el que ha
metido sus ahorros el humilde pensionista de nuestro ejemplo, en
la carpeta de renta fija, que como se ha visto ahora, no siempre
es sinónimo de seguridad.

Ese es uno de los efectos concretos; de forma un poco
más abstracta, la crisis ha sembrado la duda entre las
entidades financieras, que tradicionalmente, aunque no se tengan
demasiado cariño, se prestan unas a otras. Al igual que la
energía, la "guita" (dinero, moneda, plata, pasta,
cuartos) ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma.
Cambia de manos. A unos bancos les sobra -ellos sabrán por
qué-, así que se la dejan a los que andan escasos
de efectivo.

Ahora, sin embargo, las entidades se miran de reojo,
porque no saben hasta qué punto el vecino se ha pillado
los dedos entrando en el juego de los
productos
financieros "imaginativos", como las "hipotecas titulizadas". Y,
como consecuencia de ello, el grifo del dinero se ha cerrado. Se
acabó esa extraordinaria liquidez que ha permitido
financiar las operaciones
empresariales más insospechadas.


Titulización: pasar el muerto a otros

Antes de la titulización

Cuando una entidad de hipotecas subprime concede una
hipoteca, se la apunta en su balance, lo que significa que se
lleva los beneficios pero también asume el riesgo del
impago, y debe dejar una cantidad de dinero en concepto de
reservas, y ambas cosas (riesgo y reservas) limitan el
número de hipotecas subprime que estas entidades pueden
conceder.

Titulización: venderlas en un bonito paquete con
un bonito lazo

Para reducir el riesgo asumido y las reservas
necesarias, y así poder seguir dando hipotecas, lo que han
hecho las entidades de hipotecas subprime es traspasar a otros
las hipotecas, de forma que quien las compra pasa a llevarse los
beneficios y a asumir los riesgos mientras que la entidad de
hipotecas subprime se queda con las comisiones y cierra la
operación con beneficios y ya sin riesgos, está en
disposición de dar otra nueva hipoteca
subprime.

Pero la gracia del asunto no es vender una hipoteca
subprime, que sería difícil encontrar quien la
quisiera comprar, sino vender un paquete, que es lo que se llama
"titulización". Si me ofrecen comprar "una hipoteca de
240.000 euros concedida a una pareja de "mileuristas" con
contrato
temporal de trabajo para
que compren una casa de 250.000 euros", lo más probable es
que los mande a la mierda, como cualquiera. Pero, las entidades
de hipotecas subprime cogen un montón de hipotecas
(algunas subprime y otras no) y hacen con ellas un paquete, le
ponen un nombre bonito y a venderlas:

Empaquetan sus hipotecas y las venden en lotes como
derivados de crédito llamados CDOs (Collateralized Debt
Obligations – Obligaciones
con garantía colateral), unos instrumentos
teóricamente de alta calidad crediticia, pues están
diversificados y respaldados por garantías inmobiliarias;
incluso Standard & Poor's, Moody™s y Fitch así
lo reconocen.

Claro, suena mucho mejor decir que es "deuda
diversificada y con garantías inmobiliarias bien
calificada por Moody™s" que decir que son "un montón
de hipotecas de mala calidad en un pésimo momento del
ciclo inmobiliario", pero ambas cosas son ciertas. Naturalmente,
las entidades hipotecarias subprime emplearon la primera
expresión dando al mundo una lección de marketing
sobre cómo vender al mundo "una mierda
empaquetada"

La titulización dispersa el riesgo

Estos "paquetes" fueron comprados en un primer nivel por
"hedge funds"; a su vez hubo fondos de renta fija y planes de
pensiones que compraron participaciones de estos hedge funds,
formando un segundo nivel; también hubo fondos que
entraron a un tercer nivel, pues compraron fondos que
habían entrado en los hedge funds y así, poco a
poco, el producto se
dispersó y en vez de haber una entidad que asumía
el riesgo, cada hipoteca subprime tenía virtualmente
millones de pequeños partícipes que ni
sabían que su plan de pensiones
o su fondo de ahorro conservador incluía también
una pequeñísima parte de "una hipoteca de 240.000
euros concedida a una pareja de mileuristas con un contrato
temporal de trabajo para que se compren una casa de 250.000
euros".

Y si la parte que poseía mí (su) fondo de
esa hipoteca era pequeñísima ¿de
dónde sale la crisis? Incluso aunque no paguen, el impacto
debería ser pequeñísimo.

Pues sí, si es sólo una, el impacto
sería pequeñísimo a nivel de tercer o cuarto
nivel pero no en el primer nivel, donde sí será muy
apreciable.

Y ese primer nivel es el que desencadena el efecto "bola
de nieve". En este caso, al ponerse feo el asunto de las
hipotecas subprime, nadie quiere comprar sus emisiones de CDOs,
llevando a la ruina a muchas entidades de hipotecas subprime que
tuvieron que "comerse" el riesgo y arrastrando a los hedge funds
de primer nivel, que iban "cargados" de CDOs.

Crisis de liquidez

En efecto, los CDOs no son un activo con mucha liquidez
de por sí, y cuando se empiezan a vislumbrar problemas con
las hipotecas subprime, nadie quiere comprarlos a ningún
precio.
¿Y qué valoración tiene un producto en donde
hay vendedores y no hay compradores? La única respuesta es
"prácticamente cero", aunque sea una exageración;
es lo que tienen estos "mercados eficientes". Y cuando la
valoración es próxima a cero y uno va "apalancado",
como suelen hacer los hedge funds, entonces el banco que le ha
prestado dinero para apalancarse le da un toque llamado "margin
call": "No tienes suficientes garantías, tienes que poner
más "guita" (dinero, moneda, plata, pasta, cuartos) o
vendo todo lo que tienes para cobrarme, aunque sea a precios
ridículamente bajos. Y si no hay compradores, el mismo
banco que emite la petición de garantías puede
ponerse de comprador con 1 euro (o dólar) y desplumar
legalmente al hedge funds. O puede pasar al revés: que
realmente los CDOs no valgan nada, y que el banco que le ha
prestado el dinero para
apalancarse haya perdido el dinero prestado al hedge
funds.

Crisis de confianza

Llegados a este punto, ya nadie quiere saber nada ni de
las entidades de hipotecas subprime, ni de los CDOs, ni de los
hedge funds metidos en CDOs ni de los bancos que han prestado a
esos hedge funds. Nadie se fía de nadie, y todo el mundo
se huele que hay suelto un "marrón" de los gordos, pero no
sabe dónde está. Y entonces ocurre la "crisis de
confianza": los bancos dejan de prestarse dinero entre ellos,
porque prefieren recibir intereses mucho más bajos en
deuda del estado, antes
que prestar el dinero a otro banco y que sea justo ese el que
tenga el "marrón" escondido.

Y aquí aparece el fantasma del mayor de los males
posibles: una "crisis bancaria".

Rápidamente, todos los bancos centrales salen a
inyectar liquidez al sistema, con la
intención de conseguir evitar el desastre pero ya la gente
le ha visto las "orejas al lobo", y se empieza a subir la prima
de riesgo de todos los activos hasta niveles más normales,
ya que el riesgo -hasta ahora- se estaba valorando con una prima
ridículamente baja.

¿El resultado? Pues que el impacto total a nivel
mundial ha sido 10 veces, o 20 veces, o 50 veces mayor que el
total de deuda impagada en hipotecas subprime. Porque lo que
hemos tenido no ha sido el resultado de una serie de impagos, que
sería algo muy irrelevante teniendo en cuenta la
importantísima dispersión de los mismos, sino una
vuelta a la cordura. La gente sólo se acuerda de lo que es
riesgo cuando sufre, y llevamos más de cuatro años
sin sufrir, y ya se asumían riesgos demasiado alegremente.
Por eso es importante que la crisis no se suavice demasiado y que
quien haya asumido demasiado riesgo pague por ello: si acude el
gobierno al
rescate (cosa que ya han hecho y continúan haciendo los
bancos centrales), sólo conseguirán que la gente
aumente el apetito por el riesgo, sabiendo que si vienen mal
dadas "el gobierno volverá a acudir al rescate"

Pero, vamos por partes… analicemos el "asunto"
más lentamente. "Step by step".

– Origen de la
crisis hipotecaria en los Estados Unidos

Impagos de hipotecas de alto riesgo (subprimes)
estadounidenses producto de un ciclo de tasas de interés
en ascenso y de un sinnúmero de inversiones inmobiliarias
especulativas.

Tras los atentados de 2001 en EEUU las tasas
habían sido reducidas gradualmente hasta el 1% para
estimular la economía. Durante ese lapso toma forma lo
que se conoce como una "doble burbuja" hipotecaria e inmobiliaria
en EEUU.

  • El detonante de la crisis ha sido el aumento del
    número de quiebras de entidades prestamistas en
    hipotecas de alto riesgo (subprime) en EEUU acosadas por
    impagos crecientes de deudores afectados por tasas de
    interés en alza y caída del valor de las
    propiedades, en donde la deuda contraída supera el valor
    de las viviendas que compraron con esos
    préstamos.
  • Muchos bancos e inversionistas afectados por las
    turbulencias en el mercado de créditos generadas por la
    crisis de "subprimes" aparentemente habían tomado
    riesgos que excedían su tamaño y capacidad de
    respuesta.
  • Las quiebras han puesto de manifiesto que el sistema
    bancario necesita una reforma, más cuando estas empresas no
    disponen de la financiación tradicional de la banca para
    conceder los préstamos.

Características del proceso

Entidades prestamistas hipotecarias financiadas con
papeles comerciales a corto plazo (letras, pagarés),
financiaron créditos de largo plazo a clientes de
constructoras y urbanistas. Los bancos recibían las
hipotecas en garantía otorgándoles nuevos
préstamos. Los créditos hipotecarios en manos de la
banca eran vendidos a los hedge funds.

  • El deterioro de la situación derivada de la
    concesión de hipotecas "basura" a
    clientes de alto riesgo llevó a los inversores a
    retirarse, ante lo cual en muchos casos los bancos que actuaban
    como garantes, fueron incapaces de proporcionar la liquidez
    necesaria.
  • Los "hedge funds", instrumentos de alto riesgo, muy
    sofisticados, son los que más expuestos están a
    la crisis ya que han destinado gran parte de su capital a
    paquetes de deuda emitidos por los propios bancos.
  • La cartera vencida de los grandes prestamistas
    está creciendo y los analistas esperan que más
    propietarios muestren problemas para refinanciar hipotecas por
    cientos de miles de millones de dólares si las tasas se
    mantienen altas. De allí las presiones sobre el Banco de
    la Reserva Federal de los EEUU (FED), para lograr una baja de
    tasas. Las evaluadoras de riesgo consideran que cerca del 80%
    de los inversores en emisiones de deuda subprime son fondos de
    inversión libre, fondos convencionales y fondos de
    pensiones.
  • La crisis en el mercado de crédito provoca la
    pérdida de confianza entre los bancos y la
    congelación en el mercado interbancario. El mayor
    problema es no saber la extensión de las pérdidas
    en créditos ligados a las hipotecas de alto riesgo y no
    saber quiénes corren riesgos.

Comparación con otras crisis

Los bancos centrales no han dudado esta vez en inyectar
liquidez para evitar "el riesgo de una dislocación de la
liquidez internacional" (sic). La crisis llega tras un largo
período de políticas
monetarias concesivas y crédito barato. Ambos factores han
contribuido a crear burbujas especulativas.

  • Frente a lo que pasó en 1998, el epicentro de
    las turbulencias está ahora en EEUU y no en los mercados
    emergentes.
  • A diferencia del comienzo de la crisis de 1929 que
    originó la Gran Depresión en los EEUU y se
    extendió por el mundo, la reacción de los bancos
    centrales ha sido la de garantizar liquidez al sistema. El
    Banco Central Europeo (BCE) inyecta fondos adicionales por
    valor de 211.365 millones de euros a través de subastas
    rápidas durante cuatro días laborables
    consecutivos del mes de agosto en el álgido inicio de la
    crisis, superando en magnitud a la propia Reserva Federal
    (FED).
  • La crisis tiene puntos en común con la
    ocurrida también en EEUU, pero en 1907, la
    desestabilización del mercado a partir de la
    absorción incontrolada de créditos de riesgo por
    fuera de las pautas que regulaban al sistema
    financiero. Como resultado de aquella crisis que
    provocó una grave corrida bancaria se extendió el
    sistema regulatorio y finalmente dio origen al actual sistema
    de la Reserva Federal.

Rol y vulnerabilidad de los "quants funds"

Fondos cuyas operaciones son decididas en base a modelos
informáticos basados en ecuaciones
matemáticas. Su estrategia,
diseñada por financieros y matemáticos, es neutral y su rentabilidad
ha sido siempre elevada tanto si los mercados suben como si
bajan. Estos fondos suponen cerca del 33% de todos los hedge
funds. Estas estrategias,
basadas en datos históricos de mercados, buscan
oportunidades en desvíos o anomalías
bursátiles para ganar dinero, pero fracasan ante la
altísima volatilidad actual de los mercados. Muchos
modelos de distintos hedge funds son parecidos y se ha producido
un contagio al ejecutar las mismas estrategias a la
vez.


Cronología de la crisis

Inestabilidad bursátil. Caída
histórica del Dow.

En febrero de 2007 el desplome de la bolsa de China
enciende las alarmas arrastrando a los mercados mundiales. En
EEUU las solicitudes de hipotecas caen por primera vez en cuatro
semanas. El FMI advierte que
la economía de los EEUU se desacelerará en el 2007
y que los mercados
financieros están subestimando el riesgo.

En mayo Alan Greenspan anticipa que el extraordinario
crecimiento mundial registrado en los últimos cinco
años no puede durar. Cae el ritmo de ventas de las casas
usadas en EEUU.

En junio el banco de inversión Bear Stearns
admite serias pérdidas en dos de sus fondos invertidos en
hipotecas de riesgo los que semanas más tarde quiebran
ante la imposibilidad de hacerse de liquidez. El 27 de julio el
índice Dow Jones sufre la segunda mayor caída del
año y la séptima de su historia al perder 311
puntos.

Agosto – Alerta por iliquidez – Caso Paribas

En EEUU la tasa de desempleo del
4,6% en julio, es la más alta desde un registro similar
en enero. En una acción
coordinada la FED inyecta en el mercado el equivalente a 47.000
millones de euros mientras el BCE hace lo propio proveyendo
liquidez adicional por 200.000 millones de euros que se suman a
10.000 millones inyectados por el banco central de Japón.
Fuertes pérdidas de un fondo del Deutsche Bank. Crece la
inquietud. El BNP Paribas, el mayor banco privado de Francia,
bloquea las extracciones de los clientes en tres de sus fondos de
inversión cuyos activos estaban relacionados a las
hipotecas de segundo grado al no poder conocer su real valor y al
volatilizarse la liquidez de esas colocaciones.

Recae el Dow, crítica
a calificadoras

Crecen los reproches y la percepción
de que la industria de
los fondos de inversión está arruinando el mercado
para el resto del mundo al cobrar tasas de riesgo cada vez
mayores, fraccionar sus tenencias de deuda y revenderlas entre
sí a través de sofisticados mecanismos, que
necesitan ser regulados. Caen fuertemente los bonos de la deuda
de economías emergentes. Criticas a las más grandes
calificadoras de riesgo crediticio Moody's y Standard &
Poor's por no haber evaluado correctamente los riesgos. El yen
alcanza su nivel más fuerte desde marzo de 2006 ante el
euro. El dólar de Australia registra frente al yen su peor
pérdida en 21 años. El 14 de agosto el
índice Dow Jones registra una caída de 207 puntos.
En menos de una semana la FED inyecta en el mercado el
equivalente a 10.000 millones de euros mientras el BCE hace lo
propio aportando 7.700 millones adicionales. El índice
IBEX de la bolsa española registra la mayor caída
diaria de los últimos tres años.

Señal de la FED y rescate de fondos

Crisis de las hipotecas se amplía a Accredited,
HSBC y Lehman. Ya son 13 los fondos y sociedades de
inversión "tocados" en España por la crisis
hipotecaria en EEUU. La morosidad inmobiliaria en EEUU aumenta un
93% en el último año. Moody™s alerta de la
posible quiebra de un
"gran" hedge fund que arrastre al sistema financiero. Goldman
Sachs rescata a sus fondos pero Wall Street cree que caerá
1 de cada 3 hedge funds. Desde EEUU, aseguran que la crisis
financiera no durará más de tres meses. Los
inversores en EEUU abandonan los mercados emergentes y buscan
refugio dentro de sus fronteras. Japón sufre su mayor
caída desde el 11-S el NIKKEI se desploma más de un
5%. La FED sorprende al mercado y rebaja su tasa de descuento en
los préstamos a los bancos.

Quebrantos y advertencias del FMI

Fondo Basis Yield se presenta en quiebra en EEUU. State
Street tiene la mayor exposición
a la crisis de crédito. La FED advierte que se necesita
una respuesta si empeoran condiciones. Bancos Barclays y State
Street, en el punto de mira por su fuerte exposición a la
crisis.

Precio de la vivienda en EEUU sufre una caída
interanual del 3,2%, una de las mayores en décadas. El FMI
avisa que las pérdidas por la crisis deben ser para los
inversores y no para los contribuyentes. Bonos EEUU
amplían alza ante nueva caída de acciones.
Volatilidad inmobiliaria arrastra a Wall Street. El banco
alemán Sachsen primera víctima europea de la
crisis. La FED inyecta 12.712 millones de euros en un día.
Exposición de los fondos españoles a la crisis de
EEUU es escasa. Banco francés BNP Paribas reabrirá
tres fondos congelados. Acciones de EEUU caen, cesa optimismo por
Countrywide.

Septiembre – Iniciativas federales en EEUU

Bush anuncia que el gobierno federal "tiene un papel en
la ayuda a las familias, pero no para salvar a los
especuladores". Las reformas y ayudas beneficiarían
sólo a unos pocos. Las ventas pendientes de vivienda caen
en EEUU a su nivel más bajo desde 2001. Sobre un
año, las promesas de venta bajaron un
16,1%. Expectativa de que la FED baje los tasas para evitar una
recesión. La FED inyecta ahora US$ 8.500 millones.
Advierten en Europa sobre un
aumento de la inestabilidad. Crisis subprime podría
golpear economía
mundial según el Deutsche Bank. Renuncia la presidenta
de Standard & Poor™s.

Dólar débil y caída de
empleos

El índice del dólar, contra una canasta de
las principales divisas, cae a un
mínimo en 15 años. El FMI alerta de la
pérdida de confianza entre los bancos. La Reserva Federal
aporta 31.250 millones de dólares adicionales a los
mercados monetarios estadounidenses.

El BCE mantiene la tasa de
interés sin cambios e inyecta 42.000 millones de
euros; algo que no hacía desde el 14 de agosto. Las
hipotecas en proceso de
ejecución en EEUU alcanzan el nivel más alto
registrado en los últimos 55 años. El Banco de
Inglaterra decide
mantener el tipo de interés básico sin cambios en
el 5,75 por ciento. La crisis destruye 4.000 empleos en EEUU. Se
trata de la primera pérdida de puestos en el mercado
laboral desde agosto de 2003. Se acrecienta la expectativa de que
la FED recorte de tasas de interés en su próxima
reunión del 18 de septiembre. La constructora Beazer Homes
USA Inc. recibe notificaciones de incumplimiento por parte de la
Asociación Nacional de Banca de Estados Unidos por bonos
por un valor de 1.480 millones de dólares. La crisis
hipotecaria dispara el precio del oro alcanzando
máximos en 16 meses al superar los 700
dólares.

FED: realiza fuerte recorte de tasas

La Reserva Federal de EEUU, baja en medio punto la tasa
de interés, es su primer recorte desde 2003, en busca de
remontar la crisis. También recorta en la misma medida
nuevamente la tasa de descuento.

Desplome del 31% en la bolsa del banco Northern Rock y corrida de
depositantes al conocerse su solicitud de asistencia financiera
al Banco de Inglaterra. Es el quinto banco más importante
en el rubro hipotecario de Gran Bretaña. Pronostican que
España, Gran Bretaña y Australia son los
principales candidatos a seguir a EEUU en la crisis de la
vivienda. El euro llega a cotizar a 1,3927 con relación al
dólar. El precio de las propiedades ha caído un 10%
en menos de un año en Gran Bretaña.

Desde fuera del mercado: mal humor

Mientras, lo que suele llamarse "mercado" (en realidad
inversores, agentes financieros, banqueros y analistas) celebra
la decisión de la FED, muchos estadounidenses parecen
compartir la opinión que la medida, mas allá de
beneficiar, con suerte, a quienes afrontan hipotecas impagables,
está sirviendo los intereses de prestamistas, estafadores
y especuladores irresponsables. Temen por la salud del
dólar y por los aumentos en los precios. Por si hiciera
falta, la baja de tasas que incluyó, además, medio
punto adicional en la tasa de descuento, fue recibida por
el
petróleo y el euro, marcando máximos
históricos en detrimento del dólar, un anticipo de
mayor inflación. Las opiniones de lectores en las
páginas de la edición
estadounidense del Financial Times rebosan de malhumor,
advirtiendo incluso que con estas medidas van camino a la
República de Weimar.

Giro en UK del Banco de Inglaterra

Mervyn King, quien preside el tradicional Banco de
Inglaterra, es finalmente doblegado por la presión de
banqueros y políticos que temen que el pánico
que encendió el caso del Northern Rock Bank resulte
contagioso. Superando su inflexibilidad inicial se ha visto
obligado a comprometer asistencia monetaria a entidades expuestas
a hipotecas impagas de alto riesgo. Tras la fuerte
reducción de tasas de la FED, hay euforia en los mercados,
pero el euro rompe los 1,40 dólares y el precio del
petróleo alcanza máximos
históricos, superando los 80 dólares el barril. La
medida, presentada por la FED como un esfuerzo para asegurar el
crecimiento de la economía, asume riesgos inflacionarios y
hace ceder al dólar. La euforia bursátil impulsa
fuertes alzas en todos los mercados. En España el rebote
lleva a la Bolsa a la mayor subida en cuatro años a pesar
de que los "fundamentales" del problema siguen
ahí.

La FED trata de frenar la euforia en los
mercados

" las pérdidas resultantes en los mercados
financieros mundiales sobrepasaron las estimaciones más
pesimistas de pérdidas posibles por estos
préstamos" (Bernanke ante el Congreso de EEUU). En
realidad esta sentencia ya la había formulado el 31 de
julio lo cual no frenó al Dow Jones que, altibajos de por
medio, sube en poco más de dos semanas cerca de 550
puntos.

Lobby por un nuevo recorte de tipos en EEUU

A tan sólo dos días de haber efectivizado
la FED una medida largamente reclamada, que superó por su
magnitud muchas expectativas, el Dow Jones resurgió, con
su mayor repunte intradía en cinco años y su mayor
ganancia porcentual desde la primavera de 2003. No obstante, la
gestora de negocios
Morley Fund Management alimenta desde ya, las expectativas de un
próximo recorte de otro cuarto o medio punto adicional en
octubre o noviembre. Supuestamente esto llevaría la tasa a
un verdadero nivel neutral.

Trichet pide respetar la independencia
del BCE

El presidente del Banco Central Europeo afirmó
que "existe un consenso en los bancos centrales para considerar
que la independencia es absolutamente esencial porque es la que
otorga credibilidad al conjunto de inversionistas y ahorradores
de su propia economía y de la del resto del mundo". La
declaración resultó propicia dada la existencia de
previsibles presiones no sólo para desalentar cualquier
suba de tasas sino incluso para propiciar algún recorte de
las mismas en la Eurozona.

– Las
primeras reacciones políticas e institucionales (Coyuntura
I)

Bush: el gobierno federal "tiene un papel en la ayuda a
las familias, pero no para salvar a los especuladores"

Bernanke (FED) "La Reserva Federal está lista
para tomar acciones adicionales como sea necesario para ofrecer
liquidez y promover un ordenado funcionamiento de los mercados".
Las pérdidas excedieron "las proyecciones más
pesimistas"

El FMI recuerda que las pérdidas por la crisis
deben ser para los inversores y no para los contribuyentes. "Las
autoridades deben resistir las presiones por parte de los
acreedores en apuros para evitar el refuerzo de comportamientos
especulativos y fraudulentos".

En opinión del FMI, las nuevas fórmulas de
concesión y financiación empleadas en las hipotecas
de alto riesgo o subprime han protegido a las entidades
depositarias de pérdidas significativas a riesgo de
hacerlas enormemente dependientes de la liquidez en los mercados
de capital y a costa de socavar la protección de los
consumidores.

Sarkozy: "No se puede permitir que unas decenas de
especuladores echen por tierra todo un
sistema internacional adquiriendo dinero sin importar en
qué condiciones, comprando a no importa qué precio
y sin saber quién presta. Europa debe enfrentarse a los
fondos de alto riesgo que invierten con fines
especulativos"…

Alan Greenspan admite que sólo entendió el
problema de las hipotecas hacia el "fin de 2005"


Las primeras repercusiones en la economía (Coyuntura
II)

  • El mercado inmobiliario de EEUU refleja caídas
    históricas al endurecerse las condiciones de
    financiación.
  • El freno a la construcción amenaza generar
    desempleo y ralentizar la economía
    estadounidense.
  • La fuga del dinero hacia los bonos del tesoro
    estadounidense y otras inversiones de calidad son una mala
    noticia para las economías emergentes que ven
    encarecerse sus posibilidades de financiación
    externa.
  • El banco más importante de Francia BNP Paribas
    debe anunciar la suspensión de cotización y
    reembolso de 3 de sus fondos por evaporación de la
    liquidez. El congelamiento de los fondos ocurre cuando un
    problema de liquidez torna casi imposible la venta de activos
    que figuran en el portafolio de los fondos.
  • Option One Mortgage, anuncia en EEUU que no
    otorgará nuevas hipotecas para comprar condominios en
    el estado de
    Florida. Este mercado de condominios se halla paralizado: con
    miles de unidades sin venderse. Los urbanistas están
    bajo presión para encontrar los pocos compradores que
    existen, además los inversionistas también se
    niegan a financiar préstamos que consideran de gran
    riesgo.
  • En general se reduce la liquidez en varios segmentos
    del mercado: en particular, los créditos para financiar
    la compra de compañías, el financiamiento a los países emergentes y
    el mercado de bonos corporativos de alto riesgo (El
    espectáculo continúa)


Fluctuaciones de divisas

Una de las herramientas
de las grandes inversiones ha sido el "carry trade", es decir,
financiarse con una divisa débil y sujeta a unos tipos de
interés muy bajos para hacer operaciones en otra zona
monetaria. La crisis ha provocado que los inversores deshagan
posiciones en crédito y bolsa y amorticen su deuda en
yenes, que ganan fuerza
respecto a la divisa de inversión. Por otra parte la
expectativa de una campaña presidencial norteamericana
dura (2008) y una enorme acumulación de dólares en
manos de bancos centrales y agentes privados generan temores
sobre el valor futuro del dólar.

  • En septiembre el euro rompe los 1,40 dólares
    impulsado por la rebaja de tipos de la FED (El
    espectáculo continúa)

– Inyecciones de liquidez (El "miedo" escénico
y la "regadera" monetaria)

Lideradas por el BCE (Banco Central Europeo) y la FED
(Reserva Federal estadounidense), secundadas por el Banco Central
de Japón y bancos centrales de otros países. A
plazos breves entre uno y dos días y más tarde
contemplando plazos de uno y hasta tres meses. Prestamos,
instrumentados mediante operaciones de compra y recompra,
inicialmente respaldadas por créditos hipotecarios y
más tarde por títulos del tesoro público
(¡Qué fluya el dinero! Ya veremos luego, cómo
se recoge ¿Recuerdan esa "canción?)

– Otras iniciativas
monetarias (Bernanke y las "recetas" de Alan
Greenspan)

La Reserva Federal de los EEUU recurre a fines de agosto
a una reducción sorpresiva de la tasa de descuento que
pagan los bancos. No alcanza.

A mediados de septiembre la FED realiza un fuerte
recorte de medio punto en la tasa de interés y otra vez
más, en la tasa de descuento. De 5,25% a 4,75% y de 5,75%
a 5,25% respectivamente (El espectáculo continúa
¿Este incremento de la masa monetaria no es
inflacionario?… O, "la inflación, puede
esperar")

– Mercados de pánico (¿Anticipando el
"marcador"?)

Las "cinco etapas del ataque de pánico de los
mercados". Hay una fase de "revelación", en la que se
piensa que se trata de una lluvia pasajera; una de
"negación", en la que los operadores se agarran de alguna
señal suelta para cifrar falsas esperanzas y una de
"enojo", cuando se desata la ira por las pérdidas
acumuladas. En la cuarta etapa llega la "parálisis" y
finalmente la "aceptación", cuando se asume que hay nuevas
reglas de juego (¿En qué fase piensa usted que se
está al 31/10/07?)

– Crisis
financieras: Lecciones de la Historia

Algunas de las Crisis que cambiaron la Historia y de las
que pocos se acuerdan (o quieren acordarse). Burbujas, burbujas,
¿eran las de antes?

– La burbuja de los tulipanes

La tulipomanía fue un periodo de euforia
especulativa que se produjo en los Países Bajos en el
siglo XVII. El objeto de especulación fueron los bulbos de
tulipán, cuyo precio alcanzó niveles desorbitados,
dando lugar a una gran burbuja económica y a una crisis
financiera. Constituye uno de los primeros fenómenos
especulativos de masas de los que se tiene noticia.

El relato de estos acontecimientos se lo debemos al
periodista inglés
Charles Mackay, que lo reflejó en su libro
"Memoria de
extraordinarias desilusiones y de la locura de las multitudes"
(1843).

Varios factores explican el origen de la
tulipomanía holandesa. Por un lado, el éxito
de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y
la prosperidad comercial de los Países Bajos, y por otro,
el gusto por las flores, especialmente las exóticas, que
se convirtieron en objeto de ostentación y símbolo
de riqueza.

A su vez, por razones que en su día se
desconocían, los tulipanes cultivados en Holanda
sufrían variaciones en su apariencia, naciendo así
los tulipanes multicolores, irrepetibles, lo que aumentaba su
exotismo y por tanto su precio. Hoy se sabe que la causa de ese
fenómeno era un parásito de la flor, el
pulgón, que transmite un virus a la planta
conocido como "tulip breaking potyvirus".

El tulipán fue introducido en los Países
Bajos en 1559, procedente de la actual Turquía (en aquel
tiempo,
Imperio Otomano), donde tenía connotaciones sagradas y
adornaba los trajes de los sultanes. De hecho, la palabra
tulipán procede del francés turban,
deformación del turco "tülbent", que significa
turbante.

Parece haber sido introducido en Europa por el embajador
austriaco en Turquía, Ogier Ghislain de Busbecq. Ogier era
un floricultor entusiasta y cuando regresó a Europa en
1544, llevó consigo algunos bulbos a los Jardines
Imperiales de Viena. Más tarde, en 1593, el destacado
botánico Carolus Clusius dejó su trabajo en los
Jardines Imperiales para tomar un cargo de profesor de
botánica en Leiden, Holanda, hasta donde
llevó una colección de bulbos de tulipanes que
crearon un gran interés y entusiasmo.

Clusius comenzó a cultivar tulipanes de
variedades exóticas: sin embargo, celoso de su
colección, los mantenía guardados. Pero una noche
alguien penetró en su jardín y robó sus
bulbos. El suelo arenoso
holandés, ganado al mar, resultó ser el
idóneo para el cultivo de la planta, y el tulipán
se extendió por todo el territorio.

Para mucha gente los tulipanes pueden parecer
inútiles, sin olor ni aplicación medicinal,
floreciendo sólo una o dos semanas al año. Pero los
jardineros holandeses apreciaban los tulipanes por su belleza, y
muchos pintores preferían pintar una de esas flores antes
que un cuadro.

El alza del precio. A pesar de que se intentó
controlar el proceso por el cual los tulipanes monocromos se
convertían en multicolores, los horticultores holandeses
no fueron capaces, de manera que lo aleatorio del exotismo
contribuyó a elevar progresivamente el precio de cada
bulbo. Las variedades más raras eran bautizadas con
nombres de personajes ilustres y almirantes de prestigio. En la
década de los años veinte del siglo XVII el precio
del tulipán comenzó a crecer a gran velocidad. Se
conservan registros de
ventas absurdas: lujosas mansiones a cambio de un
sólo bulbo, o flores vendidas a cambio del salario de quince
años de un artesano bien pagado. En 1623 un solo bulbo
podía llegar a valer 1.000 florines neerlandeses: una
persona normal
en Holanda tenía unos ingresos medios anuales
de 150 florines. Durante la década de 1630 parecía
que el precio de los bulbos crecía ilimitadamente y todo
el país invirtió cuanto tenía en el comercio
especulativo de tulipanes. Los beneficios llegaron al
500%.

En 1635 se vendieron 40 bulbos por 100.000 florines. A
efectos de comparación, una tonelada de mantequilla
costaba 100 florines, y ocho cerdos 240 florines. Un bulbo de
tulipán llegó a ser vendido por el precio
equivalente a 24 toneladas de trigo. El record de venta lo
batió el "Semper Augustus": 6.000 florines por un
sólo bulbo, en Haarlem.

En 1636 se declaró una epidemia de peste
bubónica que diezmó a la población holandesa. La falta de mano de
obra multiplicó aún más los precios, y se
generó un irresistible mercado alcista. Tal fue la
fiebre, que se
creó un mercado de futuros, a partir de bulbos aún
no recolectados. Ese fenómeno fue conocido como
"windhandel", "negocio de aire", y se
popularizó sobretodo en las tabernas de las
pequeñas ciudades, a pesar de que un edicto estatal de
1610 había prohibido el negocio por las dificultades de
ejecución contractual que generaba. Pese a la
prohibición, los negocios de este tipo continuaron entre
particulares. Los compradores se endeudaban y se hipotecaban para
adquirir las flores, y llegó un momento en que ya no se
intercambiaban bulbos sino que se efectuaba una auténtica
especulación financiera mediante notas de crédito.
Se publicaron extensos y bellos catálogos de ventas, y los
tulipanes entraron en la bolsa de valores.
Todas las clases
sociales, desde la alta burguesía hasta los artesanos,
se vieron implicados en el fenómeno.

Charles Mackay cuenta una historia de la
época:

"Un rico mercader había pagado 3.000 florines por
un raro tulipán "Semper Augustus", y éste
desapareció de su depósito. Tras buscarlo vio a un
marinero (que había confundido el bulbo con una cebolla)
comiéndose el tulipán. El marinero fue detenido de
inmediato y condenado a seis meses de prisión".

Final de la burbuja. En 1637, el 5 de febrero, un lote
de 99 tulipanes de gran rareza se vendió por 90.000
florines: fue la última gran venta de tulipanes. Al
día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por
1.250 florines sin encontrarse comprador. Entonces la burbuja
estalló. Los precios comenzaron a caer en picado y no hubo
manera de recuperar la inversión: todo el mundo
vendía y nadie compraba. Se habían comprometido
enormes deudas para comprar flores que ahora no valían
nada. Las bancarrotas se sucedieron y golpearon a todas las
clases sociales. La falta de garantías de ese curioso
mercado financiero, la imposibilidad de hacer frente a los
contratos y el
pánico llevaron a la economía holandesa a la
quiebra.

– La burbuja de los Mares del Sur, o crack de
1720

La burbuja de los Mares del Sur, o crack de 1720, fue
una crisis financiera que ocurrió en Gran Bretaña
en 1720, debido a una burbuja especulativa iniciada en 1711.
Constituye uno de los primeros cracks económicos de la
Historia.

La Compañía de los Mares del Sur (South
Sea Company), fundada en 1711 por Robert Harley (entonces jefe
del partido Tory), logró el monopolio
sobre el comercio con las colonias españolas en América. La compañía, a
cambio, aceptó cambiar diez millones de libras en bonos
del tesoro contra las acciones a una tasa de interés del
6%, lo que equivalía a una renta perpetua para los
inversores.

El primer viaje comercial hacia América tuvo
lugar en 1717, pero la ganancia fue poca. En 1718, las relaciones
entre España y Gran Bretaña se deterioraron, lo que
ensombreció las perspectivas de la compañía.
Aún así, seguía manteniendo que era
inmensamente provechosa a largo plazo. En 1717, se hizo cargo de
diez millones de libras suplementarias de deuda
pública contra una nueva emisión de
títulos.

La compañía divulgó rumores cada
vez más extravagantes sobre el valor potencial de su
comercio con el Nuevo Mundo, lo que tuvo el efecto de desatar la
especulación. Las acciones subieron rápidamente,
pasando de 128 libras, en enero de 1720, a 550, a finales de
mayo.

La compañía obtuvo la licencia real para
comerciar en exclusiva, de manera que su atractivo aumentó
y sus acciones llegaron a las 890 libras, a principios de
junio. Este pico incitó a algunos inversores a vender;
para limitar la presión bajista, los directores de la
compañía ordenaron a sus agentes comprar
títulos, manteniendo así su valor en torno a las 750
libras.

El rápido aumento del valor de la acción
provocó un frenesí especulativo por todo el
país. Los inversores se interesaron por los mares del sur,
pero también por otras acciones. A principios de agosto la
cotización alcanzó las 1.000 libras, y la tendencia
cambió bruscamente.

Otras burbujas estallaron al mismo momento en Amsterdam
y París (Compañía del Mississippi, de John
Law) y aceleró la caída de la cotización. La
crisis se propagó a los bancos. Entre los accionistas que
se arruinaron estuvieron miembros del gobierno, incluso Isaac
Newton:
después de haber obtenido una plusvalía de 7.000
libras en abril, acabó perdiendo 20.000 libras. Más
tarde, declaró: "Puedo predecir el movimiento de
los cuerpos celestes, pero no la locura de las
gentes".

La cotización quedó en 100 libras antes
del fin de año. Ante la cólera
de los inversores, el Parlamento se disolvió en diciembre,
y una comisión ocupó su lugar. En su informe publicado
en 1721, se reveló un fraude de gran
amplitud organizado por los directores de la
compañía. Los directores fueron arrestados y
llevados a la Torre de Londres. La mayor parte fueron
desposeídos de sus bienes:
así, a John Blunt no le quedaron más que 5.000
libras de las 183.000 que tenía. James Cragg se
suicidó. El nuevo canciller y el primer lord del tesoro,
Robert Walpole, anunciaron una serie de medidas para restablecer
la confianza pública y la solvencia de la
compañía.

La compañía continuó con su
comercio (cuando no quedaba interrumpido por la guerra) hasta
el final de la Guerra de los siete años. Sin embargo, su
principal función
fue siempre manejar la deuda gubernamental, más que
comerciar con las colonias españolas. La
Compañía de los Mares del Sur continuó
encargándose de administrar parte de la deuda nacional
hasta que se abolió en los años 1850.

– El fracaso del banco Overend & Guerney (1866 y
1890)

El fracaso del banco Overend & Guerney en 1866
condujo a un cambio clave en la forma en que los bancos centrales
manejaban las crisis financieras. Cuando se declaró en
quiebra en mayo de 1866, muchos bancos más pequeños
se vinieron abajo ante la imposibilidad de conseguir fondos,
aunque fueran solventes.

A consecuencia de esta crisis, reformadores como William
Bagehot presionaron para que el Banco de Inglaterra asumiera un
nuevo papel como prestador de último recurso que proveyera
de liquidez al sistema financiero durante las crisis, para
impedir que el colapso de un banco se extendiera a
otros.

La nueva doctrina se implementó durante la crisis
de Barings en 1890, cuando las inversiones de ese banco sufrieron
pérdidas en Argentina. El Banco de Inglaterra
cubrió las pérdidas para evitar que el sistema
bancario del Reino Unidos se viniera abajo. Las negociaciones
secretas entre el Banco y los financistas británicos,
condujo al establecimiento de un fondo de rescate de 18 millones
de libras en noviembre de 1890, antes de que se hiciera
pública la magnitud de las pérdidas de
Barings.

Los banqueros también organizaron un
comité para renegociar la deuda vencida que debía
Argentina, pero una crisis bancaria envolvió al
país y los préstamos externos a Buenos Aires se
suspendieron virtualmente durante una década.

– El Crack del 29

Se conoce como Crack del 29 a una de las mayores
caídas de la Bolsa estadounidense que degeneró en
la mayor crisis mundial que el capitalismo
haya conocido jamás.

Todo empezó con la caída en picado del
precio de los valores
que se cotizaban en la Bolsa de Wall Street en Nueva York. La
bajada masiva del valor de las acciones arruinó a
muchísimos inversores, cerró empresas y bancos,
condenó al paro a
millones de personas y, debido al efecto dominó,
trasladó el mismo problema a muchas naciones.

Las repercusiones fueron gravísimas, tanto para
los países desarrollados, como para los países en
desarrollo. Europa, que se estaba recuperando todavía de
la Primera Guerra
Mundial, conoció una nueva etapa de paro y miseria y,
como consecuencia, el ascenso de movimientos de extrema derecha y
de extrema izquierda

Para entender el origen de la crisis hay que remontarse
a la Primera Guerra Mundial.
Para los Estados Unidos la contienda fue una fuente de grandes
beneficios al convertirse en proveedores de
sus aliados y, posteriormente, de los demás. Tras la
guerra, muchos dólares fueron a parar a Europa como
préstamo para la necesaria reconstrucción. En
Alemania, por ejemplo, hubo mucho dinero estadounidense
invertido.

Superproducción. Acabada la guerra, EEUU no puede
vender tanto como antes a los países ex beligerantes. Los
gastos de
reconstrucción económica en las zonas asoladas por
la guerra impiden la compra masiva de productos a los EEUU. Los
países afectados adoptan medidas proteccionistas para
lograr la recuperación de sus economías. En
consecuencia, EEUU se queda sin poder colocar en el mercado
enormes contingentes de productos. Aparecen los stocks. Se da
pues una situación de superproducción o, si se
prefiere, un exceso de oferta. Aunque por otra parte, otros
autores afirman que esta superproducción era consecuencia
más de un subconsumo, es decir, el problema no es el
exceso de oferta, sino mas bien la reducción de la
demanda: al presentarse bajos niveles de consumo, no se
consume todo lo que se produce.

Especulación. Hay un boom especulativo. El valor
de los títulos cotizados en Bolsa continuamente sube a
pesar de la baja demanda de productos existente.
¿Cómo es posible esto? La explicación
está en los bajos tipos de interés. El dinero
barato prestado por los Bancos, se invierte en Bolsa, con la
seguridad de que va a reportar grandes beneficios.

Cada vez se acumulan mayores contingentes de
mercancías y productos que no tienen salida en el mercado.
La superproducción de bienes en la industria y en la
agricultura se
encuentra en una situación difícil dado el exceso
de oferta. Ello hace que los precios empiecen a bajar. Se empieza
a sospechar de un sistema que aparentemente prometía
ganancias sustanciosas y progreso sin límites.
Aparecen las dudas, los miedos y el nerviosismo entre la
población inversora. Se ponen a la venta masivamente
grandes cantidades de acciones y el valor de estas acciones cae
en picado.

Para el liberalismo y
el monetarismo,
en cambio, el crack de 1929 no fue en absoluto el fracaso del
libre mercado, sino la consecuencia lógica
de la intervención estatal; concretamente, de la salvaje e
irresponsable manipulación de la moneda por parte del
Sistema de Reserva Federal. La mayor emisión de moneda de
la "FED", incrementó la oferta de dinero en más de
un 60 % desde mediados de 1921 y hasta mediados de 1929. Esta
enorme liquidez inyectada en el mercado fue a parar, en gran
medida, a los mercados financieros, provocando la
expansión incontrolada del crédito bancario. Toda
expansión artificial de la moneda y el crédito
provoca desequilibrios en la economía al enviar falsas
señales, favoreciendo la inversión en empresas de
gran riesgo o bajas posibilidades de beneficio,
colocándola al borde de una caída, que solamente
puede empeorar cuando el gobierno cambia su política de
dinero fácil por una de contracción monetaria. El 3
de septiembre de 1929 se alcanzó el máximo en Wall
Street. La Reserva Federal quiso detener la burbuja parando en
seco la expansión monetaria: redujo la oferta de dinero,
subiendo las tasas de interés y en los siguientes tres
años la oferta de dinero se redujo en un 30%. Pero la
deflación sólo provocó el estallido de la
burbuja, haciendo pasar a la economía de un tremendo boom
a una colosal depresión. El crack del 29 fue un
síntoma, y no la causa de la Gran
Depresión.

El Jueves Negro. Tiene lugar el 24 de octubre de 1929,
el valor global de los títulos cotizados en Bolsa baja
varios miles de millones de dólares. El pánico se
apodera de Wall Street: todo el mundo quería deshacerse de
sus acciones, pues cada vez valían menos. Es el crack:
pequeños, medianos y grandes accionistas se arruinan.
Algunos llegan a suicidarse (se tiran de los balcones de la
bolsa).

Sin embargo el viernes la venta de títulos parece
contenerse. El fin de semana es de auténtica
reflexión y el lunes nuevamente la situación
está en un estado que no permite adivinar si la
caída pasada fue una más, algo más dura que
las anteriores, pero una más; o por el contrario, si era
el comienzo de una crisis.

El Martes Negro. Tiene lugar el 29 de octubre de 1929,
vuelve la venta desmesurada de acciones, la falta de dinero, la
devaluación continuada y el comienzo de la
depresión.

A partir de esto, se produce una crisis de confianza en
el sistema financiero provocando un efecto "dominó": la
situación arrastra a bancos y empresas. Muchos reclaman
sus ahorros y se quedan sin ellos. No hay que olvidar que las
entidades financieras han prestado dinero a particulares para su
inversión en Bolsa (inversiones a crédito). La
cuestión se complica: la bajada de precios origina el
descenso de la producción y del empleo. Cada
vez se produce menos. Se cierran empresas. Aumenta
considerablemente el paro. El caos es total y muchos empleados se
suicidan, o se convierten en vagabundos.

Luego, la crisis se trasladó a Europa, donde las
economías están conectadas a través del
comercio y las inversiones. Por ello, los efectos de la
depresión estadounidense se dejaron sentir en
muchísimos países: EEUU dejó de comprar
materias primas y repatrió dólares invertidos en
Europa (por ejemplo, como ya se dijo, en Alemania había
mucho capital estadounidense invertido). La crisis fue
especialmente dramática en Europa dado que aún no
se había recuperado de la pasada guerra. La consecuencia
más importante fue el ascenso del totalitarismo Nazi y su
afán expansionista, preludio de una nueva y, mucho
más, cruenta guerra mundial.

Soluciones a la crisis. Para hallar soluciones a
la crisis, se reunió en Londres una conferencia
internacional. No hubo acuerdo, así que cada país
buscó su propia solución, fomentando el nacionalismo.

Algunos estados apostaron por la autarquía, pero
la mayoría recurrió al clearing, a la
intervención estatal en la economía y a la
creación de empresas del Estado, siguiendo las propuestas
del economista británico John Maynard Keynes, nacido
en Cambridge. Su principal obra es "Teoría general de la
ocupación, el interés y el dinero" (1936).
Criticó los mecanismos del capitalismo liberal desde la
Primera Guerra Mundial. En su obra, expuso su pensamiento
económico, según el cual, la demanda y el consumo,
son el motor del
crecimiento
económico, pues de éste dependen los beneficios
y la inversión empresarial y, por lo tanto, el empleo
partidario del endeudamiento público para reactivar la
economía.

En EEUU, el presidente Franklin Delano Roosevelt
adoptó un conjunto de medidas conocido como "New Deal"
encaminadas a reanimar la producción industrial y a paliar
los efectos de la pobreza y el paro.

– El escándalo de bancos de ahorro y
préstamos en 1985

Los bancos de ahorros y préstamos en Estados
Unidos (Savings and Loans o S&L) eran instituciones locales
que ofrecían hipotecas y recibían depósitos
de pequeños inversionistas. En la década de 1980,
la desregulación financiera empezó a permitir que
estos pequeños bancos participaran en transacciones
más complejas e intentaran competir con los grandes bancos
comerciales. Hacia 1985, muchas de estas instituciones estaban
cerca de la bancarrota y ocurrió un pánico bancario
en los S&L de Ohio y Maryland.

El gobierno estadounidense ofrecía una
garantía por muchos de los depósitos individuales
de los S&L, y por ende quedó con un gran pasivo
financiero cuando estos se vinieron abajo. El costo total del
rescate fue de unos US$ 150.000 millones. Sin embargo, la crisis
probablemente sirvió para fortalecer a los bancos
más grandes, ya que los rivales más pequeños
desaparecieron y se crearon las condiciones para la fusión
y consolidación en el sector bancario al pormenor en los
años 90.

– La burbuja financiera e inmobiliaria en Japón
(1980 – 1990)

La burbuja financiera e inmobiliaria en Japón
("baburu keiki", literalmente, "boom de la burbuja")
constituyó un proceso de revalorización de activos
financieros e inmobiliarios ocurrido en Japón a partir de
1980, y que finalizó en 1990. Se considera una de las
mayores burbujas especulativas de la historia económica
moderna.

Durante la década de los 80 Japón tuvo un
elevado superávit comercial, que fue empleado por los
bancos para la adquisición de tierra y acciones. Los
precios de tales activos comenzaron a crecer de manera
espectacular. El mercado inmobiliario hacía crecer el
mercado de
valores, y éstos, a su vez, provocaban el crecimiento
de los activos
inmobiliarios. La mecánica del proceso consistía en
revalorizar las acciones de una empresa
determinada a partir de sus propiedades inmobiliarias, y esa
revalorización se empleaba para comprar más bienes
inmuebles. Durante el periodo de euforia, la masa monetaria
creció a un ritmo del 9% anual.

Los datos que reflejan el alza de precios de los activos
inmobiliarios y bursátiles son tan espectaculares que
algunos analistas deben insistir en que son ciertos ante la
incredulidad del lector:

El estudioso que se acerca al fenómeno de la
burbuja japonesa (…) es normal que tenga dos sensaciones. La
primera, de incredulidad (…); la segunda, que resulta
difícil comprender cómo los propios mercados no
pusieron coto a los excesos de unas cotizaciones difíciles
de justificar por los datos fundamentales de las empresas. (…)
la principal enseñanza que se obtiene del análisis de un fenómeno de este tipo
es la facilidad con la cual la sociedad lo
acepta en la fase de ascenso, porque impulsa el crecimiento
económico y beneficia a políticos, empresarios,
banqueros y a la parte más osada de la población,
embalsando costes sociales y económicos que socavan los
propios fundamentos económicos y la cohesión social
del conjunto de la sociedad.

La burbuja inmobiliaria. En el periodo 1955-1989 el
valor de los bienes inmuebles japoneses se había
multiplicado por 75, y suponían el 20% de la riqueza
mundial, aproximadamente 20 billones de dólares, un valor
equivalente a cinco veces el territorio completo de todos los
Estados Unidos, país que contaba con una extensión
25 veces mayor. Sólo el entorno metropolitano de Tokio
tenía el mismo valor que todo Estados Unidos, y un
distrito de la capital (Chiyoda-ku) valía más que
todo Canadá. Si se hubiera vendido el Palacio Imperial de
Tokio, se habría obtenido el equivalente al valor de todo
el estado de California. Los 1.990 campos de golf de Japón
doblaban el valor de la capitalización de la bolsa
australiana.

La burbuja bursátil. Dada la interconexión
de los valores
inmobiliarios con las acciones de las empresas, éstas
también sufrieron un proceso de revalorización. El
valor de las acciones de la bolsa japonesa se multiplicó
por 100 en el periodo 1955-1990. Una sola empresa japonesa
(Nomura Securities) valía más que todas las casas
de bolsa norteamericanas. En diciembre de 1984 el "índice
NIKKEI" alcanzó los 11.542 puntos. En diciembre de 1989,
ya había alcanzado los 38.915 puntos. Tras el estallido de
la burbuja, en junio de 1992, el "índice NIKKEI"
había caído hasta los 15.951 puntos. En general, se
piensa hoy día que los altos valores bursátiles
ocultaban una muy baja rentabilidad de las empresas.

El final de la burbuja. Entre principios de 1998 y
agosto 1990 el Banco Central de Japón, ante el riesgo
inflacionista de la economía y la depreciación del yen frente al dólar
decidió aumentar el tipo de interés bancario, que
pasó del 2,5% al 6%. Los precios de las acciones sufrieron
un fuerte descenso (entre enero de 1990 y agosto de 1992 el
"índice NIKKEI" perdió un 63% de su valor) y los
precios de los bienes inmuebles cayeron. Dado que las acciones
tenían como garantía los bienes inmuebles, el
sistema financiero entró en una grave crisis. Al momento
en que la burbuja especulativa estalló se le
conoce como colapso de la burbuja
(œhōkai).

Factores que intervinieron en el nacimiento de la
burbuja. En diversos estudios se ha tratado de aclarar las
razones que llevaron a una sólida economía como la
japonesa a una crisis de tales dimensiones.

Cuando la burbuja estalló, muchos pensaban que
Japón había adelantado a los Estados Unidos, y se
había convertido en la primera superpotencia
económica. Tras la Segunda Guerra
Mundial Japón experimentó un desarrollo
extraordinario. En el periodo 1955-1972 la economía nipona
creció una media del 10% anual. De 1975 a 1990 el
crecimiento fue más moderado, pero aún así
alto: un 4%. A partir de 1990, el crecimiento se estancó
en un 1%.

El modelo económico japonés explicaba, a
ojos de los occidentales, la prosperidad del país
asiático. Paradójicamente, este modelo fue,
según algunos analistas, el causante de la crisis. La
economía japonesa estaba fuertemente influida por los
valores culturales del confucianismo, el taoísmo y el
budismo. El
paternalismo capitalista, la edad como paradigma de
la autoridad, la
tradición de consenso en la toma de
decisiones que afectan a la economía del país,
el proteccionismo económico vinculado a un fuerte
nacionalismo, la hiper regulación del mercado laboral y la
identificación del trabajador con la empresa (que
en las grandes corporaciones garantizaba el empleo de por vida)
habían posibilitado un funcionamiento eficiente del
sistema productivo.

Por otro lado, la estructura
empresarial japonesa no se parecía a la occidental. En
Japón regía lo que se llamaba "el gobierno de las
empresas" y el "sistema de un banco principal" (main bank
system). Este último concepto hace referencia al entramado
de los "keiretsus" (grupos
empresariales) que de ordinario presentaban una estructura en
cuya cúspide se encontraba una entidad financiera bajo la
cual se extendían una serie de empresas con
participaciones cruzadas. Los "keiretsus" tenían como
principal defecto su escasa transparencia financiera (lo que, al
parecer, sería determinante para la crisis posterior). En
cuanto al "gobierno de las empresas", se trataba de una fuerte
interrelación entre las esferas política,
académica y empresarial, según la cual el
funcionamiento de la sociedad japonesa, en todos sus
ámbitos, era garantizado por la élite empresarial
con la aquiescencia del gobierno.

Otra de las características de la economía
japonesa era su vocación exportadora, lo que
permitió la entrada de enormes cantidades de capital
exterior en forma de beneficios. La abundancia de riqueza fue
también determinante para explicar el alza de precios del
periodo 1980-1990. Según informes del
Banco de Japón, otros factores que catalizaron la burbuja
fueron el aumento de la demanda, la relajación de la
política monetaria y la desmesurada demanda de vivienda
por motivos fiscales.

Algunos analistas niegan que el impacto de los
beneficios producidos por las exportaciones
fuera el verdadero causante de la burbuja. Según esta
corriente de análisis, las empresas exportadoras fueron
relativamente independientes del "banco principal", y para
entonces el "main bank system" había variado su
estructura: la mayor parte de las entidades había dirigido
sus actividades financieras hacia el mercado interno,
casualmente, hacia el sector de la construcción y de las
empresas inmobiliarias. La fuerte dependencia del sector
financiero de esas empresas explicaría el hundimiento
posterior de la banca japonesa, tras la depreciación de
los bienes inmuebles.

Consecuencias del fin de la burbuja. Como consecuencia
de la crisis financiera se inició una recesión
económica que todavía continuaba en el año
2007. Al periodo se le conoce en
japonés como década perdida
(œushinawareta jūnen).

El fenómeno del paro, inédito en el
país en virtud del "gobierno de las empresas",
apareció en la sociedad japonesa. En el año 2002,
el desempleo era del 5,4%. Debido a la pérdida de valor de
los bienes inmuebles se produjo un "efecto pobreza", que redujo
de manera importante el consumo. El precio de la vivienda no
volvería a elevarse hasta pasados catorce años (La
Vanguardia, 2
de agosto de 2006), y lo haría un tímido 0,9% de
media. El "credit crunch", consecuencia de la quiebra de
numerosas entidades financieras aumentó las dificultades
de crédito y paralizó la
economía.

El arraigado sistema de recompensas de la sociedad
japonesa se vio, así mismo, trastocado: durante el periodo
de euforia, la ingeniería financiera ("zai-tekku")
sustituyó los valores relacionados con el trabajo y
la responsabilidad, creándose una espiral de
avaricia y enriquecimiento rápido que descompuso algunos
de los principios rectores de la moral
pública nipona.

– El crack de octubre de 1987

Las bolsas de valores estadounidenses sufrieron la mayor
caída diaria en tiempos de paz, el 19 de octubre de 1987,
cuando el índice promedio industrial del Dow Jones
bajó un 22%. Las bolsas europeas y la japonesa
también sufrieron fuertes pérdidas. El colapso fue
provocado por la creencia generalizada de que el manejo
inapropiado de información confidencial, y la
adquisición de compañías con dinero
proveniente de préstamos, estaba dominando el mercado,
mientras la economía de Estados Unidos se estaba
estancando.

También había preocupación sobre el
valor del dólar, que había estado perdiendo poder
en los mercados internacionales. Estos temores se incrementaron
cuando Alemania subió una tasa de interés clave,
llevando a la apreciación de su moneda. Por otro lado los
sistemas
computarizados de venta de acciones (recientemente introducidos)
hicieron peores las bajas de las bolsas, ya que las
órdenes de ventas se ejecutaban
automáticamente.

La preocupación en torno a la posibilidad de
quiebras en bancos importantes llevó a que la FED y otros
bancos centrales, bajaran drásticamente las tasas de
interés. Adicionalmente, se introdujeron reglas para
limitar el comercio por computadora y
permitir que las autoridades suspendieran cualquier tipo de
compraventa bursátil, por cortos periodos de tiempo. Este
colapso, pareció tener pocos efectos económicos
directos y las bolsas de valores se recuperaron poco tiempo
después. Sin embargo las bajas tasas de interés,
especialmente en el Reino Unido, podrían haber contribuido
a la burbuja que se produjo en el mercado inmobiliario en 1988-89
y a las presiones que llevaron a la libra esterlina a una
devaluación en 1992.

El colapso también demostró que las bolsas
de valores del mundo estaban ahora interconectadas y que cambios
en la política económica en un país
podrían afectar los mercados alrededor del mundo.
También fueron reforzadas las leyes que regulan
el manejo inapropiado de información confidencial, en
Estados Unidos y el Reino Unido.

– Long-Term Capital Market (1998)

El colapso del fondo financiero Long-Term Capital Market
(LTCM) ocurrió durante la etapa final de la crisis
financiera mundial que comenzó en Asia en 1997 y se
propagó a Rusia y
Brasil en
1998. LTCM era un fondo creado por los ganadores del premio Nobel
Myron Acholes y Robert Merton para la compra y venta de bonos.
Myron y Merton creían que a largo plazo las tasas de
interés de bonos gubernamentales empezarían a
converger y el fondo podría comerciar con las
pequeñas diferencias entre las tasas.

Pero cuando Rusia dejó de pagar sus bonos
gubernamentales en agosto de 1998, los inversionistas salieron de
los títulos oficiales de otros países y buscaron
refugio en los Bonos del Tesoro estadounidense. Inmediatamente la
diferencia de tasas de interés entre los bonos
empezó a incrementarse drásticamente.

LTCM, que había pedido prestado mucho dinero a
otras compañías, estaba en peligro de perder miles
de millones de dólares. Para poder liquidar sus
posiciones, tendría que vender sus bonos de la
Tesorería. Este evento afectaría al mercado de
crédito en Estados Unidos y forzaría un incremento
en las tasas de interés.

Ante eso, la FED decidió que debía
ejecutar un rescate. Reunió a los principales bancos
estadounidenses, varios de los cuales habían invertido en
LTCM, y los convenció para que invirtieran unos US$ 3.650
millones más, para salvar a la firma del colapso
inminente. También la FED misma hizo un recorte de
emergencia de las tasas en octubre 1998 y finalmente, los
mercados se estabilizaron. LTCM fue liquidada en 2000.

– El colapso de las dot.com (2000)

A finales de los años 90, las
compañías de Internet como Amazon.com y
AOL cautivaron las bolsas de valores y parecía acercarse
una nueva era para la economía.

El "boom" de las compañías dot.com
llegó a su clímax cuando AOL compró Time
Warner. El precio de esas acciones se disparó cuando se
cotizaron en la bolsa Nasdaq, aunque en realidad pocas de las
compañías generaban ganancias. La bonanza
llegó a su punto más alto cuando el proveedor de
Internet AOL compró la compañía de medios
tradicionales Time Warner, por casi US$ 200.000 millones en enero
de 2000.

Pero la burbuja estalló en marzo de ese
año y el índice Nasdaq, con fuerte
representación de empresas del área de
tecnología, había caído un 78% para octubre
de 2002. El colapso tuvo implicaciones más amplias. La
inversión empresarial cayó y la economía
estadounidense se desaceleró el año
siguiente.

El proceso fue exacerbado por los atentados del 11 de
septiembre, que llevaron al cierre temporal de los mercados
financieros. Pero la Reserva Federal de Estados Unidos (FED),
bajó gradualmente las tasas de interés desde el
6.25% hasta el 1% para estimular el crecimiento
económico.

A partir de la crisis de la burbuja (la caída del
Nasdaq), las empresas "punto com", comenzaron una serie de
cierres, fusiones,
adquisiciones y despidos, que hizo que algunos analistas
sostuvieran que la nueva economía nunca existió,
que todo se trató de una gran "burbuja" montada por
algunos oportunistas para llenarse de dinero.

A efectos de tomar una dimensión del
tamaño de la crisis, el índice Nasdaq (bolsa
electrónica de Nueva York) llegó en
marzo de 2000 a cotizar por sobre los 5.000 puntos, llegando en
poco tiempo a cotizar a 3.500 y en octubre de 2002 su valor era
de aproximadamente 1.300 puntos, situándose en valores
similares a los de diciembre de 1996.

Para poder analizar lo sucedido con el desplome del
Nasdaq, es necesario comprender la transformación que
habían sufrido los mercados financieros en los
últimos años. A partir del desarrollo de las
tecnologías informáticas y de telecomunicaciones, los mercados financieros se
fueron globalizando e intercomunicando, de manera que pasaron a
formar un mercado global
e interdependiente, operado por redes informáticas en
tiempo real. Estas transformaciones generan nuevas reglas de
juego que proporcionan el capital necesario para financiar nuevos
proyectos
empresariales y están en el origen del desarrollo de las
empresas de Internet, y de la nueva economía en
general.

La aparición de los capitalistas de riesgo, con
su accionar, llevaron a la cotización de los valores
bursátiles de empresas tecnológicas a niveles
inéditamente altos, debido a un factor fundamental en el
proceso de valoración: las expectativas. En otras
palabras, los capitalistas de riesgo apostaban a que el
crecimiento y el éxito de las empresas de la nueva
economía se vieran rápidamente recompensados por
subas en las cotizaciones de sus títulos.

Una comparación entre el valor de mercado de
empresas del mundo virtual con empresas del mundo real, nos da
una muestra de la excesiva valoración de las primeras
(cifras en millones de dólares):

34.500 Yahoo! / Allied Signal

24.000 EBay / J.P. Morgan

23.000 Amazon.com / Alcoa

17.900 Priceline.com / Federal Express

12.900 E*Trade / American Airlines

Ahora bien, en cuanto aparecieron los primeros fracasos
y dudas, las expectativas pasaron de ser favorables a
desfavorables y los capitales huyeron tan rápido como
habían llegado, provocando el derrumbe. De todas formas
muchas personas, ya antes del derrumbe, entendían que la
valoración de las empresas del mundo virtual no era
sostenible y que tarde o temprano iba a ocurrir una
"corrección en el mercado", entendiendo que estos valores
contenían una importante sobrevaluación de origen
especulativo.

En resumen, la caída de las acciones de empresas
tecnológicas también conocido como crisis de las
"punto com" es un fenómeno que reconoce como causas
principales, las siguientes:

  • Un cambio de expectativas sobre las empresas "punto
    com" y tecnológicas en general debido a que los
    inversionistas comenzaron a notar que los principios de la
    Nueva Economía no eran tan distintos a los de la vieja,
    que era necesario que el dinero invertido en los "start-ups" se
    recuperase en un plazo razonable y que los modelos de negocios
    basados en el B2C
    subestimaron la complejidad y los costos de
    logística y distribución
    sobrestimaron algunos efectos de la economía en red de difícil
    comprobación empírica: la economía de la
    abundancia y la premisa de prestar servicios
    gratuitos porque la red recompensa la gratuidad.
  • El otro factor fundamental que explica la
    caída, es inherente al funcionamiento de los mercados
    financieros: la información. Las opiniones de algunos
    economistas y empresarios del "establishment" (comenzaron
    prediciendo la caída en 1997), terminaron por imponerse
    haciendo realidad la profecía autocumplida de que la
    burbuja algún día iba a estallar.
  • La existencia de una sobrevaluación de ciertas
    acciones de empresas tecnológicas alimentada con fines
    especulativos.
  • De todos modos, al día de hoy, podemos ver un
    resurgimiento de estas empresas "punto com" pero con
    estructuras operativas mucho mejor organizadas y no como
    pequeñas mega empresas que aparecen y desaparecen del
    mercado en un abrir y cerrar de ojos.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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