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Cubanos en República Dominicana (página 2)




Enviado por Danny Duque



Partes: 1, 2, 3

Frente a tales cuestionamientos, podemos
formular dos hipótesis. Primeramente, el capital humano que
poseen los inmigrantes cubanos en República Dominicana
favorece su inserción en el país. En segundo lugar, la
República Dominicana ofrece las condiciones
geográficas, sociales y económicas para que la
comunidad cubana en el país se constituya como una comunidad
transnacional.

2. Introducción General al
Fenómeno Migratorio

2.1. La migración

La migración de los seres humanos es
un fenómeno universal y está presente en todas las
épocas de la historia y en todas partes de nuestro planeta.
Migración es siempre movimiento. Como proceso general
implica el traslado de hombres y mujeres que, con diferentes
edades, sexo, profesiones y ocupaciones, cambian su lugar de
residencia por un período de tiempo o para toda su vida.
Migración, es el desplazamiento de personas de un lugar a
otro, con un carácter relativamente permanente (Sills, 1974
p 93). La temporalidad o la permanencia están
predeterminadas por las regulaciones migratorias, las condiciones
históricas, económicas, políticas y sociales de
los lugares de origen y de destino. A medida que ha ido avanzando
la historia, cada vez más las oleadas migratorias han sido
un factor determinante en la conformación de las naciones,
su identidad cultura, idioma, religión y modo de vida en
general en la medida en que los flujos migratorios se hacen
más frecuentes y aumenta el intercambio cultural entre las
sociedades de diversos orígenes.

Desde los orígenes del ser humano,
este se ha desplazado a lo largo de los continentes en
búsqueda de mejores condiciones de vida, de entornos
más adecuados para su existencia. Esto es una constante en
la historia de la humanidad y ha traído efectos en millones
de personas en todo el mundo. Un aspecto sumamente importante
relativo al fenómeno migratorio es la distinción entre
emigración e inmigración. Puede considerarse como
emigración desde el punto de vista del lugar de salida y
como inmigración en el lugar de llegada. Es decir los
individuos obtienen la doble distinción, variando esta desde
el lugar al cual se haga referencia. Un latinoamericano que vive
en los Estados Unidos, por ejemplo, es considerado un inmigrantes
en su nuevo asentamiento, mientras en su país de origen es
considerado como emigrante.

En cuanto a la duración de las
migraciones podemos considerar las migraciones temporales, que a
veces son migraciones estaciónales para trabajar en las
cosechas de temporadas, por ejemplo, regresando después a
sus lugares de origen; y las migraciones definitivas, cuando los
emigrantes se establecen en el país o lugar de llegada por
tiempo indefinido. En ocasiones, logran el retorno cuando
consiguen una cantidad de dinero suficiente que les permite
llevar una vida más holgada o, cuando cambian las
condiciones que motivaron la emigración.

Si observamos el continente hoy llamado
América, vemos que el fenómeno migratorio comenzó
mucho antes de 1492 con la llegada de Colón al "Nuevo
Mundo". Ya para ese entonces la movilidad entre los habitantes de
América era significativa. Sin embargo, con los
colonizadores europeos comenzó a dinamizarse el proceso
hasta tal punto, que en la actualidad el área del Caribe, es
una de las regiones del mundo con mayor actividad migratoria a
nivel mundial. En proporción al número de habitantes el
Caribe posee una de las diásporas y comunidades
trasnacionales más numerosas a nivel mundial (Stalker, 2003
pp 62-78).

2.2. Principales causas de las migraciones
internacionales

La búsqueda de un futuro mejor, la
huida de situaciones sin esperanza y escape son un elemento
determinante en los procesos migratorios tanto actuales como los
del pasado. La migración puede ser vista como una salida a
las situaciones que hacen imposible una vida digna e el lugar de
origen, -y no es solamente en relación al aspecto
económico-. Puede calificarse como un acto de rebeldía
frente la desesperanza que reina en el mundo subdesarrollado,-que
en la actualidad es el mayor emisor de emigrantes- (Hidalgo, 2004
p 17), aunque no siempre fue así.

A grandes rasgos podemos identificar varias
causas que motivan las emigraciones en diferentes órdenes,
estas pueden ser:

Políticas. Se refieren
a las causas derivadas de las crisis políticas que suelen
presentarse en ciertos países. Muchas personas que temen a
la persecución y venganzas políticas abandonan un
país para residenciarse en otro o, al menos, intentan
abandonarlo, aunque a menudo pueden llegar inclusive a perder la
vida cuando se trata de regímenes totalitarios. Cuando las
personas emigran por persecuciones políticas en su propio
país se habla de exiliados políticos. Hoy se utiliza el
término de refugiados para darles un status legal a dichas
personas.

Socioeconómicas. Son
aspectos fundamentales en cualquier proceso migratorio. De hecho,
existe una relación directa entre desarrollo
socioeconómico e inmigración y, por ende, entre
subdesarrollo y emigración. La mayoría de los
emigrantes lo hacen por motivos económicos, buscando un
mejor nivel de vida. La situación de hambre y miseria en
muchos países subdesarrollados obliga a muchos emigrantes a
arriesgar su vida (y hasta perderla en multitud de ocasiones),
con tal de salir de su situación.

Familiares. Los
vínculos familiares, para mantenerlos o reforzarlo resultan
un factor importante en la decisión de emigrar. En este
aspecto, muchas de las políticas y ajustes migratorios
más justos y progresistas hechos por los países
receptores van en el orden de facilitar la reunificación
familiar.

Culturales. La base
cultural de una población es determinada a la hora de
decidir a qué país o lugar se va a emigrar. La cultura
(religión, idioma, tradiciones, costumbres, etc.) tiene
mucho peso en esta toma de decisiones. No es casualidad que
muchos países emisores de emigrantes en la actualidad tengan
como principal destinos de sus migraciones sus antiguas
metrópolis.

Guerras y/o conflictos
internacionales.
Constituyen el principal origen de las
migraciones forzadas, que han llevado a desplazamientos masivos
de poblaciones huyendo del exterminio o de la persecución
del país o ejército vencedor. Un ejemplo significativo
de esto es la migración europea durante las dos guerras
mundiales o la migración española durante la Guerra
Civil, en la actualidad tenemos el caso de Colombia afectada por
una Guerra de Guerrillas y narcotraficantes.

Catástrofes
generalizadas.
Los efectos de grandes terremotos,
inundaciones, ciclones, maremotos, epidemias, y otras
catástrofes tanto naturales como sociales (o una
combinación de ambas, que es mucho más frecuente) han
ocasionado grandes desplazamientos de seres humanos (también
podríamos considerarlos como migraciones forzosas) durante
todas las épocas, pero que se han venido agravando en los
últimos tiempos por el crecimiento de la población y la
ocupación de áreas de mayor riesgo de ocurrencia de
esas catástrofes.

Generalmente, aunque la iniciativa de
emigrar es en parte es una decisión individual, la
mayoría de las migración se dan en grupos y en lo que
han llamados olas, casi siempre motivadas por algunas de las
causas anteriormente mencionadas. Pero para que exista
emigración, deben existir una serie de posibilidades y
condiciones que hagan posible, y que "tenga sentido" la aventura
de emigrar. Entre ellas podemos destacar:

Desarrollo de los medios de
transporte y comunicación.
El desarrollo de los
medios de comunicación y transporte hacen que las distancias
se perciban más cortas. De esta manera, el conocimiento de
las posibilidades existentes en el exterior, motivan el impulso a
lanzarse a emigrar y los medios de transporte agilizan el proceso
de desplazamiento.

Perspectiva de mejora
económica.
Sin ésta perspectiva no
existirían los procesos migratorios. El ideal de un futuro
mejor, es el resorte que impulsa el proceso. Aunque esta no
significa un cambio inmediato en la economía personal, si
representa la posibilidad de alcanzarlo transcurrido un tiempo.
Cuando se emigra hacía un destino en particular es porque se
tiene la percepción de que en ese nuevo país, las
posibilidades de mejores garantías económicas son
reales.

Contextos pacíficos y estables
en los lugares de destino.
El destino perseguido por
aquellos dispuestos a emigrar suelen ser países que
atraviesas por una situación estable y pacífica que
hace atractivo y previsible el resultado del viaje.

Existencia de espacios
económicos y físicos para recibir a nuevos pobladores y
trabajadores.
Las migraciones generalmente se dan en los
espacios donde los migrantes encuentran posibilidades reales de
insertarse en las economías, y existen espacios reales para
sus asentamientos. En la actualidad la sobrepoblación de
muchos países pobres, y el envejecimiento de la
población en los países desarrollados a traen mano de
obra específicamente joven.

Importancia de las redes.
En todos los procesos migratorios, los nacionales de una misma
nación se suelen dirigir hacía destinos concretos, en
los cuales los primeros que llegan van "abriendo caminos", y
estableciendo lazos, que incitan y hacen factible la llegada de
otros connacionales en sucesivas oleadas.

2.3. Teorías de estudio de las
migraciones aplicadas al estudio

2.3.1. Push – Pull
(Atracción y Expulsión)

La teoría del Push- Pull la
encontramos dentro del modelo de desarrollo clásico del
estudio de las migraciones ligado fuertemente a la economía.
El modelo se basa en una serie de elementos asociados al lugar de
origen que impulsan (Push) a abandonarlo al compararlo con las
condiciones más ventajosas que existen en otros lugares, o
sea, los factores que atraen (Pull). En medio de estos factores
se encuentra el sujeto que los valora y toma la decisión, de
marchar o quedarse. De esta manera la decisión de emigrar
queda limitada a las motivaciones individuales de los migrantes
(Hirschamn, 1999 p 124).

El proceso de empuje, o alejamiento de la
nación de origen puede estar asociado a diversas razones,
tales como ideológicas, económicas, políticas
sociales y hasta religiosas. Lo mismo sucede con el proceso de
atracción.

Este modelo de estudio ha recibido ciertas
críticas en su aplicación, debido a que limita la
acción de emigrar a una mera acción en busca de
ventajas personales, a partir de la comparación, y no se
extiende a las implicaciones que trae consigo la migración
(Hirschamn, 1999 p 124). Sin embargo, la factibilidad de
ésta teoría en el caso que nos interesa nos permite
identificar estos factores de atracción y expulsión en
ambos sentidos. Es decir, identificar los elementos que motivan
las salidas de los cubanos de la isla y aquellos que hacen de
República Dominicana un país atractivo.

2.3.2. Capital humano e
incorporación

Otra perspectiva que podrá servirnos
para ver cómo la migración cubana se inserta en la
sociedad dominicana puede ser "teoría del capital
humano".

La teoría del capital humano, se
refiere a la serie de conocimientos y habilidades
individúales que los inmigrantes traen consigo, aunque este
concepto puede ser aplicado a determinados grupos (Foner, 2001 p
12). El costo aplicado en la adquisición de las habilidades
y conocimientos, es entendido como inversión, más que
como un gasto, tal como lo desarrollo Schultz en los años
60s. En otras palabras, la inversión que se hace en la
educación, es una inversión a largo plazo. La
inversión (gasto) social, de un país, tiene sus
consecuencias directas en los indicadores sociales del mismo. En
el caso migratorio, ésta se refleja en las posibilidades de
inserción y beneficios que perciben los inmigrantes en sus
lugares de destino, y en detrimento de la economía del
país de procedencia. Esta teoría sirve de análisis
cuando se encuentran enclaves étnicos específicos,
cuando un grupo determinado, de algunas minorías se
caracterizan por insertarse en determinados tipos de empleos y/o,
negocios propios (Foner, 1999 p 13). Las habilidades que cada
individuo o grupo posean van a determinar el status en el cual
estos se inserten en las economías de los países
receptores (1999 p 12).

Durante los años 80 y 90, fue muy
utilizada para investigar la inserción de emigrantes en las
respectivas economías de los países a la cuales se
insertaban los mismos (Perlmann and Waldinger, 1999 p
241)

Entre las ventajas que posee el
análisis del capital humano de los grupos migratorios,
permite definir los perfiles ocupacionales de los mismos. Es
bastante común que encontremos determinado grupos humanos
que tanto los individuos particulares, como en su totalidad,
tenga determinadas habilidades que les permite insertarse en un
sector determinado de la economía del país receptor
(Perlmann and Waldinger, 1999 p 241).

Visto de ésa manera, la teoría
del capital humano, podría desprenderse la premisa de que
mientras más educación tenga el grupo o el individuo
inmigrante, mayor serás sus posibilidades de inserción
y mayores sus ingresos económicos. Sin embargo, hay otras
variables que también influyen en la inserción en la
sociedad, de un grupo inmigrante, tales como cultura, idioma,
religión, etc. Estos factores pueden determinar la
inserción o el rechazo del los inmigrantes
independientemente de su preparación profesional.

En cuanto a la migración cubana a
República Dominicana, los cubanos se han sabido insertar en
determinado sectores de la economía Dominicana, donde, la
preparación inicial que traen consigo es un factor
determinante.

2.3.3. Conexiones
Transnacionales.

Durante mucho tiempo los investigadores de
las migraciones consideraron que los flujos migratorios desde el
llamado "Tercer Mundo" hacia países económicamente
más desarrollados era un flujo irreversible. De esta manera
la migración se percibe como una forma (definitiva) de
escapar de la miseria, -aunque en cierto modo lo es-, se
creía que los emigrantes cuando logran insertarse en el
mundo desarrollado rompen los vínculos con su país de
origen. Los estudios más reciente, demuestran que los grupos
de inmigrantes que se establecen en el país receptor, crean
una, cada vez más creciente, red de conexiones con sus
comunidades de origen, que a grandes rasgos, repercuten en el
aumento de transferencias de recursos, movilidad de las personas
e intercambios comerciales, culturales, etc. (Portes y Guarnizo,
1991, pp 23-24).

Los lazos, que establecen los inmigrantes
con sus países de origen, son conocidos como redes
transnacionales. La migración transnacional, es aquella en
las cuales las personas se mueven a través de las fronteras
internacionales y establecen esas relaciones sociales entre la
nación donde se encuentran y el país de donde son
originarios (Schiller, 1999. p 97). Literalmente, los migrantes
transnacionales viven más allá de las
fronteras.

Esta perspectiva, tiene la particularidad,
que debe utilizarse fundamentalmente cuando hay movimiento entre
los países, pero sobre todo cuando hay influencias, de tipo,
económicas, culturales y políticas entre los individuos
"reclamados" por ambas o más naciones. Otra particularidad
de esta perspectiva, versa en que es aplicable para el estudio de
las segundas generaciones, los hijos de los inmigrantes,
mantienen estas redes transnacionales, y al igual que sus padres,
tienen participación e influencia en más de una
nación (1999 p 96).

Las redes transnacionales que establecen
los migrantes a través de la interacción entre ambas
naciones, tienen características propias según cada
caso particular. (1999 p 97). Es por ello, que dentro de los
estudios transnacionales existe una alta diversidad de posturas,
ya que las categorías de análisis social, tales como
nación, Estado, ciudadanía, raza, clase, género e
identidad, deben repensarse a la luz de las tendencias modernas,
puesto que ya no son ni estables ni universales como hace varias
décadas (Duany, 2001 p 42). En este marco, el análisis
transnacional nos ofrece herramientas para identificar como se
manifiestan esas redes transnacionales entre los cubanos de Cuba,
y aquellos que emigran a República Dominicana.

Lamentablemente no hemos incluido ninguna
teoría relacionada con los procesos de relación de los
inmigrantes en la sociedad receptora, teorías de
asimilación, meelting pot, interculturalidad, que pueden ser
útiles para un estudio de este tipo. Sin embargo, aunque
mencionamos algunos aspectos de las relaciones que establecen los
cubanos con la sociedad receptora, esto sería objeto de otro
tipo de estudio, y sería necesario esperar algunos
años, más cuando la presencia cubana sea mucho más
representativa que en el presente momento.

3. Períodos de la migración
cubana y su relación con República
Dominicana

3.1. Primeras migraciones

El fenómeno de la migración en
Cuba es tan antiguo como la historia misma de la isla, desde la
llegada de los primeros pobladores, exterminados durante la
primera colonización europea y más adelante por los
ancestros de los pobladores actuales. A lo largo de toda su
historia, Cuba ha importado inmigrante y ha exportado emigrantes
desde, y hacia todas las latitudes del mundo.

Se considera que las primeras inmigraciones
en Cuba, comenzaron hace más de 6.000 años, con los
aborígenes que llegaron a la isla procedentes algunos del
Sur de la Florida y de la región Norte de Suramérica,
saliendo de la cuenca del Orinoco y trasladándose a
través del arco que forman las antillas menores. Fueron los
pobladores con los que se encontraron los europeos en
1492.

3.2. Período colonial e
inmigración

Desde el inicio del período colonial
cubano, en 1511, Cuba se caracteriza por recibir inmigrantes,
principalmente ibéricos que llegaban a la isla, en
búsqueda de las "oportunidades" que ofrecía el "Nuevo
Mundo". Durantes estos primeros años, las de inmigrantes,
fueron bastante modestas, debido fundamentalmente a que en la
isla no se encontró tanto oro como se esperaba y la
ganadería y la agricultura eran demasiado incipientes como
para constituir un atractivo para aquellos que se aventuraban a
lo que hoy es América.

La situación económica en la isla
cambia cuando en 1529, se ubica La Habana en su sede actual, la
Corona Española establece que todos los barcos que vayan a
cruza el Atlántico deben reunirse en ésta sede y desde
ahí partir. Esta medida trajo consigo una reactivación
de la economía de toda la isla. Para entonces, el país
comenzó a recibir inmigrantes, principalmente
españoles, en su gran mayoría se ligaron al comercio,
mientras otros comenzaron a explotar las tierras a todo lo largo
de la isla.

Ya para este tiempo la población
indígena estaba mermada casi en su totalidad. Paralelamente,
a la llegada de los inmigrantes españoles, comenzó la
inmigración forzosa de africanos. La primera entrada
significativa de africanos a Cuba se considera a partir de 1523.
Desde esta fecha, hasta 1873, última entrada ilegal de
africanos a la isla, en 1873 se estima que llegaron 1.300.000
(Alvarado, 1998). Destaco la ilegalidad, porque después de
1835 con la firma entre España y Gran Bretaña del
tratado para abolir la trata de esclavos, en Cuba se mantuvo este
comercio, aún al margen de la Ley. No fue hasta 1886 cuando
quedo abolida totalmente la esclavitud (Alvarado,
1998).

Sobre el legado dejado en Cuba por los
forzados inmigrantes africanos, no es necesario buscar demasiado
para darse cuenta. Solo basta con caminar por las calles de
cualquier ciudad cubana y mirar su gente, probar la comida, o
simplemente escuchar la música cubana, la huella africana
sobresale en cualquier esquina, en cualquier persona, y en
cualquier compás. En Cuba se le reza a la Caridad del Cobre
con la misma devoción que a
Oshum[1]

A mediados del siglo XIX, comenzaron a
llegar a Cuba otros inmigrantes procedentes de China. Entre 1847
y 1874, se estima llegaron unos 124 000 personas culíes
chinos. Estos, aún siendo hombres "libres" las condiciones
del viaje no era muy diferente a la de los esclavos africanos.
Estaban obligados a trabajar durante ocho años al dueño
que los contratara, y pasado este período podían
regresar a su país, casi ninguno lo consiguió, puesto
que los salarios que devengaban eran extremadamente bajos y no
les permitía pagar la travesía de regreso (García,
2005). En la actualidad es imposible hablar de lo cubano, sin
mencionar al español y al africano, y aún, aunque en
menor medida al chino. En la actualidad en Cuba podemos encontrar
personas que en un mismo individuo, o individua, reúna
rasgos fenotípicos de estos tres grupos humanos.

Las migraciones durante este período
del siglo XIX respondían a la creciente necesidad de
trabajadores. Después de la Revolución Haitiana, Cuba
paso a ser el primer productor mundial de azúcar, y los
ingenios necesitaban abundante mano de obra, y barata.

Durante todo este período y hasta los
primeros años del siglo XX, Cuba era una "provincia" de
España, -salvo el período que perteneció a
Inglaterra[2]por lo que no importaba mucho la
constancia de los ibéricos que se trasladaban o se asentaban
en la isla. Además, al ser Cuba la última colonia de
España que alcanzó la independencia, se estima que
llegaron, muchos militares y funcionarios, que abandonaron las
antiguas colonias que se independizaban de España, o pasaban
a ser colonias de otras naciones europeas (García,
2005).

Visto estos detalles, podemos afirmar que
los saldos migratorios cubanos, hasta mediados del siglo XIX, se
comportaron de manera positiva, siendo un país
básicamente receptor de inmigrantes. Ya en la segunda mitad
de este mismo siglo XIX, la situación cambiaría, con el
inicio de las Guerras de Independencia con la consecuente
redirección de los patrones migratorios.

3.3. Emigración cubana durante
las Guerras de Independencia, inserción y aportes en
República Dominicana

El 10 de octubre del 1868 comenzó la
Guerra de los Diez Años, la primera de las guerras de
independencia. A partir de esta fecha, si bien no inmediatamente,
Cuba comenzó a reportar saldos migratorios negativos.
Durante este tiempo comienzan las primeras migraciones de cubanos
hacia República Dominicana. Para otros investigadores,
llegaron cubanos anterior a ésta fecha, en 1861, a partir de
la reanexión de Santo Domingo a España (Paulino, 2006).
La investigadora Ángela Casaña del Centro de
Investigación de las Migraciones (CEMI) de la Universidad de
la Habana, considera, que esta migración, no impactó de
manera particular ninguno de los dos territorios (2001). Sin
embargo, la presencia en esta época de inmigrantes cubanos
en República Dominicana dejó aportes significativos al
país. Además, con esta migración, Cuba ampliaba
los flujos migratorios intra-caribeños tan propios de la
región del Caribe, que persisten aún en la actualidad
(Hidalgo, 2004 p 71).

Es importante destacar, que una buena parte
de estos inmigrantes eran favorables, a la independencia de Cuba,
y muchos de ellos, ayudaron económicamente a la causa
independentistas, y prácticamente este fue el único
vínculo de incidencia que mantuvieron con su país de
origen. Por supuesto que sus aportes no fueron tan significativos
como los de los cubanos que vivían en Estados Unidos, donde
si existieron asentamientos de cubanos de mucho mayor
número, además, distribuidos en diferentes ciudades.
Mientras otros, solamente querían desarrollar sus negocios,
y en un país en Guerra como lo estaba Cuba en ese momento no
les era factible.

Los primeros inmigrantes cubanos en
República Dominicana se establecieron fundamentalmente en la
ciudad capital Santo Domingo, la región Este, Santiago de
los Caballeros y en mucho mayor medida en Puerto Plata al Norte
del país. Hacia 1875, existía en esta ciudad un barrio
habitado casi exclusivamente por cubanos, llamado "Cuba Libre",
Eugenio María de Hostos lo describe en sus "Notas de
viajero" cuando arriba a esta ciudad (Rodríguez, 1939 p
9).

"Desde el puerto hacía el fondo de
la ciudad, el terreno se eleva en una pendiente que concluye por
dominarla: aquella eminencia, casi exclusivamente habitada por
cubanos, se llama Cuba Libre. "

En esta ciudad organizaron diferentes
asociaciones tales como: "La Antillana", "La Juvenil" y la
"Delegación Revolucionaria Cubana". Estas organizaciones no
solo servían para reuniones entre compatriotas, sino que
además agrupaba a los simpatizantes de la causa de la guerra
en Cuba (Hoetink, 1985 p 51). Otro aspecto interesante, es que
muchos de estos cubanos entablaron lazo familiares con
dominicanos rápidamente habiendo matrimonios entre
nacionales de los dos países (1985 p 51).

Muchos de los cubanos, que también
poseían ingenios en Cuba y vinieron a República
Dominicana, se dedicaron a la producción de azúcar
prontamente importaron nuevas maquinarias y técnicas nuevas
que fomentaron el desarrollo de ésta industria. El primer
ingenio que funcionó con una maquina de vapor fue el fundado
en Puerto Plata por el cubano Charles Loynaz en 1870, mientras
que el primer ingenio azucarero considerado moderno localizado en
la República Dominicana fue el "Esperanza", fundado en 1875,
propiedad del cubano Joaquín Delgado (Cassa, 2003 p
131).

Un elemento nuevo a los empresarios
azucareros cubanos fue el empleo de mano de obra asalariada, muy
diferente al uso de esclavos que aún en esa fecha se
mantenía en Cuba. Esto supuso para los mismos establecer
nuevas relaciones de tipo capitalista con los trabajadores
locales.

Además de los conocimientos de la
industria azucarera, a los cubanos que se asentaron en el
país durante estos años les acompañó un juego
muy de moda en ese tiempo llamado "béisbol". Sobre como
comenzó a jugarse la "pelota" en el país hay más
de una versión. Durante mucho tiempo, se consideraba que el
principio del beisbol en Santo Domingo era fue en el año
1891, inducido por los hermanos Ignacio y Ubaldo Alomá,
ambos cubanos, dueños de una herrería en Santo Domingo,
a los cual se les atribuye además de enseñar a muchos a
jugar el deporte, organizar el primer partido ese mismo año.
La segunda teoría del béisbol dominicano es fruto del
trabajo de la investigación realizada por tres venezolanos:
Juan Vené, Eleazar Díaz Rangel y Humberto Acosta. Ellos
sitúan el año 1886 como el inicio del nacimiento del
deporte, en San Pedro de Macorís, y como responsables los
marinos de un barco cubano, que comenzaron a jugar béisbol
mientras su barco estuvo en el puerto de esta ciudad,
rápidamente los dominicanos se interesaron por este nuevo
deporte (Peña, 2006, p 52).

Otras de las teorías, afirma que fue
introducido por los marines norteamericanos durante la
ocupación de 1916, o que al menos la afición por este
deporte se le atribuye a la presencia estadounidense en el
país. Está teoría parece ser menos probable, ya
que cuando los norteamericanos llegaron a República
Dominicana, ya se jugaba pelota, de hecho el actual equipo los
Tigres del Licey fue fundado en 1907, mucho antes de la llegada
de los infantes de marina de Estados Unidos.

Hacia los años siguientes, incluso
después de la Guerra de los Diez Años, durante la
tregua entre 1878 y 1895 cuando estalló la segunda Guerra en
Cuba, y aún durante ésta, continuaron llegando cubanos
a República Dominicana aunque en menor medida. El propio
José Martí se reunió con un grupo de ellos en la
ciudad de Santiago en las dos ocasiones que visitó
República Dominicana en compañía de Máximo
Gómez antes de embarcarse hacia Cuba previo a la Guerra del
95 ( Espinal, 2005 p 182).

También en la ciudad de Santiago de
los Caballeros se establecieron varias familias de cubanas.
Entres los cubanos que se establecieron en Santiago se
encontraban algunos médicos, y otros especialistas en
diversas áreas, mecánicos, relojeros, fotógrafos,
y varios profesores. En su gran mayoría trabajaron en las
ciudades, a pasar del interés que se tenía de
vincularlos al campo, solo unos cuantos lo hicieron y trabajaron
vinculados al cultivo del tabaco (Espinal, 2005 pp
180-181).

Edwin Espinal en su "Historia Social de
Santiago de los Caballeros 1863-1900" al hablar del los
Médicos y boticas: ejes de salud pública,
menciona varios médicos, farmacéuticos y
odontólogos cubanos que llegaron a esta ciudad en la
última década del siglo XIX. Esta fue otra área
donde se insertaron varios de los que llegaron en esta
época. A uno de ellos, al Dr. Pedro Dobal y Valdez se le
consideró como el primero que practicó la cirugía
ampliamente en esa ciudad (Cantisano, 2007 p 15). En las ciencias
médicas también fueron importantes los aportes de los
médicos cubanos Raúl Fonts Sterling y Eusebio Ponts y
Agreda, autor de un "Manual de guerra de guerrillas" para los
soldados dominicanos, y el primero, fue uno de los iniciadores
del Manicomio de Santiago (2007, p 15).

A excepción de algunos casos aislados
que debieron de haber existido, la sociedad dominicana
absorbió rápidamente a los emigrantes cubanos, el hecho
que formaran familias entre ambos es una prueba de ello. Uno de
los pocos casos de dificultad que enfrentaron los cubanos fueron
una serie de mediadas del presidente Ignacio María
González suprimiendo los periódicos cubanos que se
editaban en Puerto Plata por orden de una resolución de la
cámara legislativa. (Luperón, 1961, p 300).

En el momento en que la guerra con
España estaba en su momento más crucial, en el año
1875, el presidente de la Republica Dominicana para congraciarse
con España, había dictado la orden de embarcar a los
cubanos que España solicitara con destinos a Cuba y a Puerto
Rico, esto hubiera significado la muerte para muchos de ellos y
el mismo Luperón se opuso a que fuesen expulsados, sin
embargo, algunos debieron salir rumbo a Venezuela, Haití y
Jamaica (1961, p 301). En uno de los escritos de Pedro Francisco
Bonó, se habla de las condiciones en que se dio esta
migración, y en cierta medida crítica las concesiones
que se les otorgaron pero esta reacción no fue
explícitamente hacia la migración cubana, sino hacia
todos los capitalistas que se establecían en el país
para ese entonces (Rodríguez, 1939 p 255).

Como ya mencioné anteriormente, estos
cubanos muchos de ellos establecieron lazos familiares con
dominicanos, y en su gran mayoría se quedaron a residir en
el país, por lo que a pesar de su condición de
extranjeros, sus capitales se podrían considerar nacionales,
inclusos aquellos que no se dedicaron a la industria del
azúcar.

3.4. Migraciones en Cuba, durante la primera mitad del
siglo XX.

Entre 1898 y 1902 se libró en Cuba la
Guerra "Hispanocubanoamericana", posterior a la Guerra,
España pierde el control de los territorios de ultramar,
siendo el fin del Imperio Español en América. Los
territorios de Puerto Rico y Filipinas más adelante quedan
bajo el control de Estados Unidos, de acuerdo al Tratado de
París y Cuba nace como república el 20 de mayo de
1902.

Durante las primeras cinco décadas del
siglo XX, la llamada Cuba Republicana, el país reportaba
saldos migratorios positivos, siendo un principalmente receptor
de inmigrantes. Acontecimientos como la Primera Guerra Mundial
entre 1914 -1918, la Guerra Civil Española de 1936 al 39 y
la Segunda Guerra Mundial de 1939 al 1945 obligaron a muchas
personas emigrar hacía diversos destinos, Cuba se
encontró entre ellos. Se estima que desde principios del
siglo XX hasta 1923, se dirigieron a Cuba unos 750,000
inmigrantes españoles (Bejarano, 1993).

Durante este período se establecieron
en Cuba por diversos motivos y en diferentes tiempos,
norteamericanos, polacos, alemanes, italianos, rusos,
puertorriqueños, chinos, dominicanos, haitianos, jamaiquinos
y varias comunidades de judíos, entre estos hubieron
sefardíes, ashkenazis y ortodoxos, todos ellos procedentes
de diversas regiones, Turquía, Grecia, Siria, Alemania
(Bejarano, 2000). Las razones fundamentales de estas migraciones
se deben a la aceleración de la economía de la isla con
el llamado "boom" azucarero, además de la fuerte influencia
de Estados Unidos como principal socio comercial de la isla,
aseguraban condiciones de auge económico.

Desde principio de los años 50 s
muchos cubanos comenzaron a salir nuevamente de Cuba y muchos lo
hacían fundamentalmente hacia los Estados Unidos, debido a
los estrechos vínculos comerciales entre ambas naciones.
Algunos otros salían de Cuba por cuestiones políticas,
debido a las tensiones que fueron acrecentándose
principalmente con la llega de batista al poder, mediante un
golpe de Estado en 1952. Para el año 1958 la cifra de
inmigrantes cubanos en Estados Unidos llegaba a 50.950 personas
nacidas en Cuba (Ajá, 2002 a).

Entre las comunidades más numerosas
que llagaron a Cuba la encabezan los españoles, juntos a los
chinos y haitianos. Todos ellos se ligaron rápidamente con
la población local y en actualidad muchos de sus
descendientes viven en la isla. El barrio chino de La Habana
ocupa una considerable región de la capital del país y
en la actualidad se pueden ver diversos negocios principalmente
de comida, llevados tanto por los chinos nativos, como por sus
hijos y nietos. De los descendientes de haitianos, estos se
encuentran principalmente en las regiones del Centro y Oriente de
la isla, aunque quedan pocos nativos de Haití, muchos de sus
hijos y nietos conservan sus tradiciones, religión y lengua.
En cuanto a los descendientes de judíos, igualmente quedan
solo unos pocos de cientos de ellos, que igual conservan sus
tradiciones y religión.

3.5. Cubanos en República
Dominicana durante la primera mitad del siglo
XX.

A pesar de que en los primeros años
del siglo XX, las emigraciones desde Cuba no fueron
significativas, y las que habían se dirigían
fundamentalmente hacia Estados Unidos, se tiene constancia de
algunos cubanos que emigraron hacía República
Dominicana.

En el Primer Censo Nacional realizado en
República Dominicana en 1920 se registraron un total de 750
personas nacidas en Cuba, teniendo en cuenta que para esa fecha
la población total de la República Dominicana era de
menos de un millón de habitantes, exactamente 894.665, de
ellos 49.520 extranjeros los cubanos solo representaron el 0.09 %
de la población y el 1.51 de los extranjeros residentes en
el país (Santo Domingo, 1975 p 146).

Un ejemplo claro de cubanos asentados en el
país, es, Pedro Mir, un mecánico industrial establecido
en San Pedro de Macorís, padre del poeta nacional dominicano
Pedro Mir, puesto que en 1913 cuando nació su celebre hijo
se encontraba afincado en esta ciudad del Este Dominicano junto a
su esposa la puertorriqueña Vicenta
Valentín.

Aún con alguna presencia, durante
estos años no fue significativa la emigración de
cubanos a República Dominicana. Factores como la
intervención norteamericana en 1916 y la posterior dictadura
de Trujillo, no garantizaban en el país la estabilidad y
condiciones que persiguen aquellos que emigran.

3.6.
Conclusión.

Podemos decir que a partir de los años
posteriores al inicio de la conquista hasta el final de la
primera mitad del siglo XX, los saldos migratorios cubanos se han
comportado de manera positiva, con la inmigración
fundamentalmente de europeos, africanos y chinos.

Los primeros saldos migratorios negativos,
comienzan a partir de 1870 motivados fundamentalmente por las
guerras de independencia. A pesar que los principales destinos de
las migraciones cubanas durante este momento histórico
fueron Estados Unidos, Puerto Rico y España, muchos cubanos
se dirigieron hacia República Dominicana, siendo estos los
primeros movimientos de cubanos registrados hacía este
país. Esta migración se caracterizó por ser muchos
de ellos, antiguos dueños de ingenios en Cuba, y otros una
clase media de profesionales y técnicos de diferentes
áreas. Esta migración, contribuyó en alguna medida
al desarrollo de la industria azucarera dominicana e hizo
importantes aportes en otros sectores.

Durante la primera mitad del siglo XX,
Cuba, recuperó nuevamente si condición de país
receptor de inmigrantes, con relativamente pocas emigraciones. El
auge de la economía de la isla, propiciaba la entrada de
obreros necesarios, así como inversionistas. Durante estos
años, República Dominicana no fue un país para el
cual era necesario emigrar, la situación cambiaría con
la revolución de 1959.

4. Migración cubana a partir de
1959 y los primeros migrantes de este período hacía
República Dominicana

4.1. Primeras décadas
después del triunfo de la
Revolución

El triunfo de la Revolución Cubana en
enero de 1959, marca una nueva dirección en las migraciones
de la isla. Además, con este período, el país
comienza nuevamente a exportar migrantes progresivamente. Estas
migraciones están estrechamente ligadas a elementos tanto
políticos y económicos motivados por la propia
evolución del proceso llevado a cabo por el nuevo gobierno
de Cuba, como por los caminos que fueron tomando la política
internacional de y hacia la isla. Las salidas de Cuba fueron
dándose acorde a los distintos momentos del proceso llevado
por el gobierno cubano, fueron creándose sucesivamente
grupos decididos a emigrar (García-Motón 1997 p
272).

En los primeros años, sucedieron las
primeras migraciones, donde se daba una combinación de
elementos políticos y económicos. Los primeros
emigrantes eran fundamentalmente los más cercanos
colaboradores del régimen anterior. Otros por su parte,
cuando el gobierno cubano comenzó la nacionalización de
las propiedades, con el giro hacia el socialismo en 1961. Las
encarcelaciones de los que se sospechaban no estaban de acuerdo
con el nuevo sistema también fueron motivos de
emigración, principalmente hacia Estados Unidos. Muchos de
estos migrantes, salieron con la idea de regresar en tanto la
situación política en Cuba cambiara, la mayoría de
ellos, hoy casi cincuenta años después no lo han
conseguido y muchos han muerto en la espera.

Durante estos primeros años, y aun
durante mucho tiempo, la decisión de emigrar de Cuba
además de implicar un emigración sin retorno asegurado,
no solamente afectaba a los que partían, sino también a
los que quedaban en Cuba, debido a que el acto de emigrar cobraba
un significado de "traición a la patria", propiciando una
estigmatización de aquellos que tenía familiares en el
extranjero. El poseer familia emigrantes, implicaba que muchas
personas no se consideraban aptas para determinados tipos de
empleos, a acceder a puestos de cierto nivel.

Esta política obligaba a que las
familias de quienes emigraban perdieran todo tipo de contactos
entre sus miembros, debido a las sospechas que recaían sobre
ellos por parte del régimen. El gobierno cubano
entendía en ese entonces que la única opción
"correcta" que debía realizar un ciudadano, era apoyarlo
irrefutablemente. Todo aquel que pensara diferente, o decidiera
hacer su vida fuera de Cuba, era tildado de "gusano", queriendo
decir que ésta personas se arrastraban ante el gobierno
norteamericano, aunque no fuesen a los Estados Unidos o se
arrastraban por las condiciones económicas que no
conseguían en Cuba.

Durante los años, siguientes, la
década de los 70s y los primeros años, de los 80s las
salidas de Cuba se hacían cada vez más difíciles.
Muchas de las migraciones durante este tiempo eran dirigidas
hacía Estados Unidos cruzando las 90 millas, que separan
Cuba de Estados Unidos a través del Estrecho de la
Florida.

En sentido general, casi todos los cubanos
que abandonaron la isla en este tiempo se radicaron en los
Estados Unidos, fundamentalmente en Miami, en Nueva York, Union
City, Tampa y Los Ángeles, ciudades que aún en la
actualidad conservan los mayores asentamientos de cubanos (Duany,
2005 a). A ellos, se les debe el colchón migratorio que ha
hecho que en los años sucesivos, la gran mayoría de
cubanos que emigran hacia los Estados Unidos, se traslade a estos
destinos fundamentalmente. Ya desde este tiempo la
emigración cubana hizo habitual su tránsito por
República Dominicana como escalón para llegar a Estados
Unidos, y más cerca aún, a Puerto Rico.

4.2. Migraciones hacia
República Dominicana

Posiblemente el primero de los cubanos que
"emigró" hacía República Dominicana después
del triunfo revolucionario fue el propio presidente cubano
Fulgencio Batista. En Santo Domingo fue recibido por el dictador
Leonidas Trujillo, aunque, en realidad duró poco tiempo en
territorio dominicano, trasladándose posteriormente a
España donde murió en 1973. En este periodo,
también llegaron algunos grupos de cubanos, al país,
pero solo estuvieron poco tiempo, la mayoría se
trasladó a Miami posteriormente (Díaz, 2002, p 25). En
el censo realizado en 1960, en República Dominicana
solamente fueron registradas 340 personas nacidas en
Cuba.

Durante la década del 60, la
situación política en Republica Dominicana era bastante
convulsa: ajusticiamiento de Trujillo, golpe de Estado al
gobierno de Juan Bosch y Revolución de Abril de 1965. Estos
acontecimientos impulsaron a muchos de los emigrados cubanos que
se encontraban en República Dominicana frente al temor de
otra revolución socialista, tal como lo anunciaba la
propaganda norteamericana, decidieran marcharse a Estados Unidos,
como en efecto hicieron casi todos (2002, p 25). Sin embargo otro
grupo se quedó y se estableció definitivamente en el
país, e hicieron de República Dominicana su segunda
patria.

La inmigración de ésta
época, como la define Eduardo Martínez, vicepresidente
del Grupo Centra Romana, quien llegó al país en 1967
(2002 p 25), tenían un alto grado de profesionalidad,
preparación académica y sobre todo experiencia en los
negocios y producción. Esto, junto a ciertos grados de
relaciones les permitió, emprender nuevos negocios en este
nuevo país. En la actualidad muchos de esos que llegaron al
principio, y un poco más adelante, hoy regentan varios
negocios y empresas que han alcanzado bastante prosperidad
económica. Entre ellos pueden citarse algunos como
Óptica López, Musicalia, JJROCA, Canal Amé47,
Santo Domingo Motors, Tiendas Ilumel, La Esquina de Tejas, La
Francesa, Café Carmel, Tabacalera A. Fuente y Cia ,entre
otros (2002, p 25). Hoy podríamos hacer una lista aún
mayor, pero deberíamos incluir a cubanos que han llegado al
país en tiempos más recientes.

En los años posteriores, entre los
años 70 y 80 del pasado siglo debido a fuertes restricciones
del gobierno cubano, era sumamente difícil salir de la isla.
Según Luís Beiro editor de periódico Listín
Diario (Comunicación personal 18/04/07), durante estos
años, la mayoría de los cubanos que llegaban a
territorio dominicano, lo hacían con la intensión de
continuar su recorrido hacía Estados Unidos. No fue hasta el
período de los diez años de Balaguer (1986 -1996)
cuando comenzaron a llegar nuevamente algunos grupos de cubanos,
pero siempre con la misma intensión. El negocio se
establecía a través de las familias que tenían los
emigrados en Estados Unidos, que llegaban a pagar hasta 5.000
dólares por persona, para sacarlos e Cuba. Este negocio
disminuyó después de los acuerdos migratorios entre
Cuba y Estados Unidos en 1994. En ese ínterin, algunos
debieron permanecer en República Dominicana y han realizado
sus vidas aquí.

Los acuerdos migratorios de 1994, surgieron
a raíz de la "crisis de los balseros" de agosto de ese mismo
año cuando salieron de Cuba 36.000 personas hacía
Estados Unidos (Aja, 1998 p 12). Estados Unidos aceptó
negociar con le gobierno de Cuba, con la intención de frenar
el flujo migratorio. Como resultado el gobierno norteamericano se
comprometió a otorgar 20 mil visados anuales a ciudadanos
cubanos que deseen emigrar y la devolución de aquellos
inmigrantes ilegales que no alcancen suelo norteamericano, o lo
hiciera recurriendo a hechos violentos. Además, se
implementó la ley de "píes secos y píes mojados",
la cual establece que los cubanos que logren llegar a territorio
de los Estados Unidos, pueden permanecer en ese país,
mientras aquellos que son interceptados en el mar por el servicio
de guardacostas de ese país son devueltos a la
isla.

Estas medidas además de dificultarle
las posibilidades de emigrar a los cubanos hacia Estados Unidos
han traído consigo una diversificación en los destinos
de las migraciones cubanas, así como una reducción
significativa de la migración ilegal, y al uso de otros
países como transito para llegar a Estados Unidos (Duany,
2005 a p 166).Esto propició en que República Dominicana
comenzaran además de recuperar su condición de
país puente, también se constituyese como lugar de
asentamiento definitivo, debido además, a otras ventajas que
estudiaremos en el capitulo siguiente.

4.3. Algunos aspectos sobre la
migración cubana y la política migratoria
cubana

Varios estudios realizados sobre la
migración cubana, presentan el fenómeno como una
experiencia única dentro del marco de las migraciones del
Caribe, debido sobre todo, a las condiciones históricas, y
políticas de su nación de origen[3]No
creo que el caso cubano sea una excepción de la regla,
específicamente la migración más reciente. Las
migraciones de cubanos y del resto de los migrantes comparten
características, tales como condiciones de la migración
(muchos emigran de manera ilegal), motivaciones (incrementar la
economía), y también el uso de la migración como
válvula de escape por parte del gobierno (Duany, 2005 a),
incluso a partir de 1994, los migrantes cubanos perdieron uno de
los "privilegios" que contaban, los que pretendían Estados
Unidos como destino, a partir de ésta fecha, los que son
interceptados en el mar son devueltos a la isla. Sin embargo, hay
dos elementos en la migración cubana que le imponen ciertas
características particulares. El primero de ellos es la
disposición de

Estados Unidos de conceder asilo
político a los cubanos que logren llegar a territorio
norteamericano, que si bien ésta disposición le ofrece
ventajas a los inmigrantes cubanos en Estados Unidos, estos mismo
inmigrantes tienen una serie de dificultades impuestas por su
país de origen en relación al resto de los migrantes
latinoamericanos y caribeños.

Aunque el gobierno cubano se ha beneficiado
enormemente con la migración, debido a que la economía
cubana difícilmente sobreviviría sin el flujo de
remezas provenientes del exterior (Tania García,
comunicación personal 19/03/2007), este mismo gobierno,
durante décadas, ha impuesto una serie de trabas,
impedimentos y regulaciones a los a sus ciudadanos que deseen
emigrar, violando el derecho de emigrar de las personas. Aunque
en los últimos años, la política migratoria cubana
ha tenido considerables cambios (Aja, 1998, p 15), estos no son
suficientes.

¿En qué consistes tales
regulaciones? Primeramente, los ciudadanos cubanos que residen en
el exterior, para regresar a su país, aún de visita,
deben de solicitar una autorización del gobierno cubano, a
través del consulado del país donde se encuentren. Para
conceder este permiso de entrada a la isla, es condición
indispensable que mientras transcurra su vida en el exterior, no
puede haber realizado críticas públicas al gobierno
cubano, así como no haber militado en ninguna
organización que se expresa en contra del régimen
cubano.

Aquellos que salen de Cuba, por motivos
oficiales (intercambios, académicos, congresos, intercambios
laborales, etc.), y deciden no regresar a Cuba, deben esperar
periodos de hasta cinco años, y diez en caso de ser
trabajadores de la salud para poder regresar a Cuba, igualmente
la familia de estos denominados "quedados", no se les autoriza el
Permiso de Salida al Exterior, otra de las regulaciones que
establecidas por el gobierno.

Todo cubano para salir de Cuba de manera
legal solamente puede hacerlo con una autorización del
Estado, que además de un costo en dólares, en varias
ocasiones es negado por el gobierno. En caso de solicitarse el
permiso de salida definitivo, si el aspirante a emigrar es
médico por ejemplo, tendrá que esperar hasta cinco
años, suspendido del ejercicio de la medicina, hasta que se
valore la posibilidad de otorgarle dicho permiso. En el resto de
los casos que incluya la salida definitiva del país, todos
los bienes del emigrante deben ser entregados al
Estado.

En los últimos años el gobierno
cubano ha optado por algunos cambios en su política
migratoria tales como el otorgamiento de las prorrogas de los
Permisos de Viajes al Exterior (PVE), el conocido Permiso de
Residencia en el Exterior (PRE). El primero de estos les permite
a los ciudadanos cubanos que salgan de Cuba con un permiso de
viaje permanecer el exterior hasta 11 meses siempre y cuando
realicen el pago de una cuota mensual en el consulado cubano del
país donde residen. El segundo, el PRE consiste en una
autorización para vivir en el exterior para aquellos
ciudadanos cubanos que contraigan matrimonio con ciudadanos
extranjeros. Ambas regulaciones les facilitan a los cubanos vivir
fuera de Cuba sin perder el derecho de residencia y demás
derechos que antes perdían aquellos que emigraban, puesto
que no se considera una salida definitiva del país. Al mismo
tiempo, tal regulación les garantiza el mantener los lazos
familiares mediante vivitas regulares, con la misma
condición de que no realicen actividades y/o declaraciones
que el gobierno entienda que son hostiles hacia el

Estado Cubano. Solamente para el año
1999, el gobierno cubano autorizó alrededor de 10,000 de
estos permisos (Aja, 2002), este permiso, no aplica a los cubanos
que emigran hacia los Estados Unidos. Este tipo de permisos, es
muy común que lo posean muchos artistas, deportistas e
intelectuales que viven fuera de la isla. Personalmente creo que
es un método del gobierno cubano para mantener vinculadas al
país a este tipo de personas que por alguna u otra
razón ya no simpatizan tanto con el sistema. De otra manera,
abandonarían del país definitivamente.

4.4.
Conclusión

Durante el período posterior a 1959 y
hasta la década de los 90 la migración cubana estuvo
marcada por un fuerte componente político con la llegada de
la Revolución Cubana en 1959 y su orientación
socialista. En los primeros 40 años del período
revolucionario las salidas de emigrantes desde la isla se estiman
en más de 1 millón aproximadamente (Aja, 1998, p 7). La
mayoría han sido hacia Estados Unidos, destacándose
tres momentos importantes, al principio de la Revolución
hasta el año 1965, luego el éxodo del Mariel, y
posteriormente la crisis de los balseros en 1994.

En este período, se intensifica la
diversificación de las migraciones hacia otros destinos
donde se incluye República Dominicana, desde el comienzo.
Además de haber sido utilizado como país de transito,
República Dominicana se fue consolidando como país
receptor de inmigrantes cubanos. Los cubanos que inmigraron
hacía República Dominicana en los primero años de
la revolución difieren de los posteriores en que salieron de
Cuba principalmente por diferencias con el gobierno cubano, por
cuestiones ideológicas y económicas al ser expropiados
muchos de sus bienes. Esta primera inmigración del
período post revolucionario se ha asentado definitivamente
en el país, y sus vínculos con su país de origen
suelen ser muy pocos o no existentes.

Durante los casi cincuenta años del
gobierno socialista en Cuba se han intensificado las salidas
ilegales de la isla, y los motivos han devenido desde las causas
explícitamente políticas iniciales, a llegar a ser
impulsados por las privaciones materiales, y reunificación
familiar. Desde los comienzos de la Revolución la
ideologización y politización del tema migratorio, el
acto de emigrar cobra un significado de "abandono de la patria" y
asume grados de estigmatización, sobre todo por significar
una emigración sin retorno definitivo.

5. La inmigración cubana hacía
República Dominicana a partir de 1990

5.1. Elección de República Dominicana como
destino

Las causas que motivan la emigración
hacía República Dominicana encontradas en el estudio
realizado en el 2001 por el Centro de Estudio de las Migraciones
de La Universidad de La Habana fueron fundamentalmente cuatro:
económicas, porque fue a donde lograron obtener visas,
reunificación familiar, y por no gustarles el sistema
socialista (Casaña, 2001). Estas causas siguen siendo las
mismas en el caso de la mayoría de los cubanos con los
cuales uno se encuentra a diario en las calles de cualquier
ciudad dominicana, pero, hay una serie de factores que inciden en
que muchos cubanos no solamente decidan emigrar hacía
República Dominicana, sino que lo prefieran ante otros
destinos migratorios donde la presencia de nacionales de Cuba ha
sido tradicionalmente mucho más significativa.

Entre las razones principales que motivan
las salidas de la isla podemos encontrar algunas como: las
privaciones económicas, los bajos salarios del sector
estatal único empleador autorizado, pocas posibilidades de
desarrollo profesional, deseos de invertir en negocios
particulares, intención de ayudar a la familia y/o reunirse
con ella no sentirse satisfechos con el sistema socialista y el
ideal que en cualquier país les va a ir mejor.

Para que se tenga una idea de lo que
representan los salarios en Cuba veamos un ejemplo concreto,
veamos el caso de lo que representan los salarios. Un médico
especialista en Cuba su salario mensual no llega a los 30
dólares, según el cambio actual de la isla, y este
mismo médico solamente puede trabajar en le sector estatal
puesto que todos los hospitales son administrados por el Estado.
Otro ejemplo podríamos tomar un maestro de enseñanza
media, con alguna especialidad, su salario mensual no sobrepasa
los 20 dólares. Si a eso sumamos el alto costo de la vida, y
la escasez de productos que se ofertan, crean una situación
desesperante que motiva a buscar un futuro más
promisorio.

En el caso de los que emigran con la
intención de ayudar a la familia, en estos casos la familia
tiene una doble condición, se emigra no solamente para
unirse al que está fuera, sino también por los que se
quedan en el país de origen. En ocasiones esta estrategia se
convierte en un tendencia para solventar las economías
familiares, (Casaña, 2001) cuando uno de lo miembros, el que
la familia considere más apto y que le va a ir mejor, emigra
con el fin de ayudar a los que quedan.

Es importante destacar que algunos de los
cubanos entrevistados, aseguran que si hubiesen conseguido visa
para cualquier país, se hubiesen quedado en ese, debido que
la acción de emigrar hacía este país en particular
no se debió a una valoración de posibilidades hacia un
país o hacia otro, sino a aprovechar la oportunidad cuando
ya se tiene la determinación.

Por su parte, República Dominicana a
pesar de su condición de país emisor de emigrantes,
ofrece una serie de ventajas que la hace atractivas para estos
inmigrantes. Además de compartir el mismo idioma, la
cercanía geográfica y cultural, muchos cubanos
consideran que en República Dominicana pueden acceder a un
empleo acorde a su perfil profesional, la posibilidad de viajar
sin limitaciones en la media que obtengan los recursos necesarios
y relativa facilidad para obtener los documentos dominicanos,
así como ven mucho más factibles las posibilidades de
reunificación familiar en este destino. De igual manera, el
emigrar a un destino diferente a Estados Unidos adquiere de caras
al gobierno cubano una significación menos política, lo
que les garantiza un ambiente de menor tensión, y la
posibilidad de regresar a la isla con mucha mayor frecuencia. En
este último aspecto hay una combinación entre estas
posibilidades, de desvinculación política de la
migración, y las posibilidades de acogerse a algunas de las
regulaciones migratorias cubanas tales como el permiso de
residencia en el exterior o la prorroga del permiso de viaje al
exterior, lo que les permite mantener sus propiedades en Cuba,
así como la posibilidades de viajar periódicamente,
moviéndose entre ambas naciones y mantener los vínculos
económicos, familiares y afectivos. De esta manera,
desarrollan su vida en ambos países.

Entre los factores claves que determinan la
elección de República Dominicana como destino, es la
condición de "país puente" que tiene el país,
debido a cercanía geográfica con Puerto Rico. Es raro
el mes que la prensa dominicana o puertorriqueña no destaca
el arresto o la llegada de cubanos a Puerto Rico o a la isla,
Mona. En el caso de los que ingresan a país con el fin de
emigrar posteriormente a Puerto Rico, a través de
traficantes que organizan dichos viajes, tienen que hacer una
parada obligatoria en territorio Dominicano, conseguir empleo,
ahorrar el dinero necesario, conocer el medio, para entonces
continuar con su propósito (Dore, 2006, A 4). En muchos de
estos casos, el "puente" que pretendían hacer en el
país, termina convirtiéndose en "Meta". A veces ante la
imposibilidad de marcharse a Estado Unidos y cuando logran
establecerse, y consiguen empleos acordes a su profesión,
deciden quedarse, muchos saben que en Estados Unidos,
tendrían que comenzar nuevamente desde abajo y es bien
probable, que aún siendo profesionales universitarios, en
Estados Unidos, difícilmente conseguirán establecerse
como tales.

Hay factores que influyen en que los
inmigrantes cubanos se sientan atraídos por República
Dominicana. Uno de ellos es el asentamiento de cubanos ya
existente en el país, -aunque no de manera organizada y no
muy perceptible-. La experiencia de los familiares y amigos que
ya han emigrado con anterioridad tiene el efecto de "halar" en
busca de posibilidades semejantes a los que ya han
emigrado.

Otro de los elementos es que muchos de
ellos suelen llegar con algún tipo de especialización y
preparación profesional, reconociendo la calidad de la
educación cubana y que en República Dominicana se le
estima bastante, estos les abre muchas puertas en empresas,
clínicas, colegios, universidades y comercios, donde
principalmente se emplean los cubanos, creándoles
posibilidades de inserción en el mercado laboral dominicano.
Finalmente, las facilidades de comunicación entre ambos
países, además de la cercanía geográfica, es
relativamente fácil viajar entre Cuba y República
Dominicana.

5.2. Formas de arribo al
país

Los cubanos han llegado a República
Dominicana de diversas maneras, y las anécdotas se
podrían contar en miles. La mayoría llegan al país
por vía aérea procedentes directamente desde Cuba
(Díaz, 2002 p 26). Muchos de ellos con permiso de salida
definitivo, o de emigrante o de residente en el
exterior.

La modalidad de contraer matrimonio con un
ciudadano dominicano, es muy utilizada en los últimos
años, (Díaz, 2002 p 25) de ésta manera pueden
gozar de los "beneficios" del obtener el Permiso de Residencia en
el Exterior (PRE), estos matrimonios muchas veces son concertados
por la familia que ya se encuentra viviendo en República
Dominicana, e incluso existen tarifas para este
"servicio".

Otra vía de ingreso al país es a
través de la frontera con Haití, dado la falta de
controles en ésta, los cubanos en ocasiones se sirven de
traficantes de personas, que los ingresan a territorio
dominicano, mientras otros lo hace por cuenta propia. Algunos
incluso utilizando los días que funciona el mercado
binacional, atravesando las ciudades de Dajabón, Jimani y
Pedernales.Muchos de los que llegan por ésta vía,
suelen usar el país como transito. El actual Director
General de Migración ha denunciado en varias ocasiones la
existencia de este tipo de mafias (Clave Digital, 31/8/2006). A
través de la frontera han pasado a territorio dominicano
muchos médicos que se encontraban cumpliendo misión en
el país vecino[4]A pesar de las restricciones
que se aplican en la expedición de visado a ciudadanos
cubanos, esto aplica también a chinos, colombianos,
haitianos y pakistaníes (Clave digital,
6/12/2006).

Algunos también llegan procedentes de
un país distinto a Cuba, he conocido cubanos que
después de haber estado viviendo durantes varios años
en otros países, se trasladan a República Dominicana,
por causas diversas.

5.3. Perfil sociodemográfico
del cubano que emigra a República
Dominicana

Las estimaciones sobre el número de
cubanos en República Dominicana rondan los 18,000
aproximadamente, según declara el vicecónsul de Cuba,
Liber Martínez (comunicación personal 16/01/07)
estimando que no todos los cubanos se inscriben en el registro
consular y que un bien número de cubanos residen en el
país de manera ilegal, y que muchos llegan con la
intención de proseguir hacía Estados Unidos, por lo que
no les interesa regularizarse. A esto debe agregarse, el hecho
que algunos han venido a República Dominicana, después
de haberse nacionalizado en otros países. Otros, que deciden
quedarse permanentemente en República Dominicana, cuando
adquieren la nacionalidad de este país, dejan de figurar
como extranjeros en los registros y censos del país. Aunque,
el último censo realizado en el 2002, no recoge como dato la
nacionalidad de los extranjeros en el país (CENSO 2002).
Sabemos con certeza que entre 1997 y el 2005, se concedieron en
el país, 50,000 permisos de residencia a extranjeros no
haitianos, y entre los grupos mas representado se encuentran,
chinos, colombianos, cubanos, españoles e italianos (Dore,
2006 A 3).

La mayoría de los cubanos que emigran
a partir de la década del 90 suele ser una población
joven, integrada fundamentalmente hombres, que clasifican como
trabajadores, con mayor representación de profesionales y
técnicos en edades comprendidas entre los 25 y los 35
años, principalmente de sexo masculino y de piel blanca,
(Ajá, 2002 b p 22). En el caso de Europa, hay un ligero
predominio de mujeres, y la raza negra o mestiza (Marín,
2005 p 182), muchas de ellas emigran mediante el matrimonio con
ciudadanos de estos países.

Estas mismas características aplican
al caso de los cubanos inmigrantes en República Dominicana.
Según el vicecónsul cubano, los datos del consulado,
destacan que el 60 % de los registrados rondan los 35 años
aproximadamente, y el 87 % de ellos llegaron al país en la
década de los 90, y solo el 2.5% lo hizo antes de 1959
(comunicación personal 16/01/07). Sobre el color de la piel
empíricamente se puede decir que la mayoría de los
cubanos asentados en Republica dominicana son de piel blanca,
incluso algunos de ellos, afirman que existe un mito de que todos
los cubanos son blancos[5]y esto se debe a que la
mayoría de lo que han emigrado pertenecen a este
grupo.

Otro aspecto que el registro consular
destaca, y lo recoge la investigación de Ángela
Casaña, que el 36 % de los registrados era profesionales,
maestro y técnicos, el 19% empleados de servicios, con
algunas especialización, y un 14 % empresarios y
comerciantes, el resto se distribuye entre artistas, amas de
casa, religiosos, estudiantes y trabajadores por su cuenta
(Casaña, 2001).

Otra característica importante, basada
tanto el trabajo de Casaña, como en las apreciaciones
personales, es que la mayor parte de los inmigrantes procede de
La Habana, o al menos estaban viviendo en la capital antes del
emigrar. La segunda provincia cubana mayor representada es
Santiago de Cuba, (Casaña), es importante esta
representación, al ser Santiago de Cuba además de la
cercanía geográfica, la provincia cubana con mayores
semejanzas culturales con República Dominicana, lo que puede
ser la causa que estos inmigrantes se sientan más a gusto en
el país.

5.4. Inserción social y
económica de los cubanos en República
Dominicana

A diferencia de los inmigrantes cubanos en
otros países donde existen enclaves establecidos, con una
presencia palpable, con una economía de ghetto
representativa, tal como es el caso de Miami, donde la comunidad
cubana, posee una cierta hegemonía cultural y económica
(Portes y Stepick, 1993 p 94) y pueden ser encontrados negocios
de cubanos o de artículos cubanos en casi toda el área
metropolitana de la ciudad (1993 p 136), además del influjo
político alcanzado por los cubanos en Estado Unidos, donde
han llegado a tener congresistas, senadores y secretarios de
Estado, inserción y la presencia de los cubanos en
República Dominicana ha sido mucho más discreta, aunque
se han incorporado en muchos sectores de la economía, no es
un inmigración perceptible.

5.4.1. Inserción
social

La concentración de una comunidad de
inmigrantes tiene la posibilidad y capacidad de cambiar el
paisaje de una ciudad (Foner, 2001 p 16). La concentración
geográfica de ésta comunidad hace que su presencia sea
mucho más relevante, tal como sucede con la presencia
dominicana en Nueva York, ésta puede ser apreciada en gran
medida por su concentración en el área de Washington
Heights (Dore, 2006, A 3) , lo mismo de los cubanos en La
Pequeña Habana o Hialeah. En Santo Domingo es claramente
perceptible el barrio Chino, e incluso es posible determinar
ciertas áreas donde hay mayor concentración de
inmigrantes haitianos. En el caso de los cubanos que viven en
República Dominicana, no sucede lo mismo, o por lo menos en
magnitudes perceptibles, ya estos se encuentran bastante
dispersos, y no concentrados en una región o ciudad
específica. Sin embargo, parece ser que entre los cubanos
que viven en la capital, parecen mostrar ciertas preferencias por
los sectores de "Gascue" y "El Millón". Lo cual se explica a
través de las relaciones que mantienen los que llegan nuevos
con los que ya están asentados.

Es natural que los nuevos inmigrantes se
alojen por algún periodo de tiempo en viviendas de otros
cubanos, y posteriormente cuando pueden independizarse,
generalmente se mantienen viviendo en la zona que ya conocen y en
la cual mantienen relaciones. En estos dos sectores es bastante
común encontrar que en un mismo edificio viven más de
una familia de cubanos, y en el caso del sector "El Millón",
en el área cercana a la Embajada de Cuba viven varias
decenas de inmigrantes cubanos, incluso en el mismo edificio
donde viven algunos de los funcionaros consulares, y según
Liber Martínez, mantienen muy buenas relaciones
(comunicación personal 16/01/07). Según el funcionario
consular, esto muestra que una buena parte de este nuevo exilio
cubano en República Dominicana mantiene una actitud mucho
más flexible con el gobierno de la isla, incluso aún
cuando muchos de ellos se manifiesten en desacuerdo con el
sistema de gobierno cubano.

Otro aspecto interesante de la
inserción social, de los cubanos en República
Dominicana es el tipo de relación que establecen con los
dominicanos. En sentido general podemos decir que es de
aceptación, a no ser hechos aislados, casi siempre
relacionados con cuestiones de desempeño profesional y/o
diferencias ideológicas los dominicanos reciben y valoran
bastante bien a los cubanos.

Entre los cubanos entrevistados muchos de
ellos, los que han llegado solteros al país, -recordemos que
predomina la inmigración masculina-, han contraído
matrimonio con dominicanas, una tendencia que parece bastante
creciente. Como dato interesante, los hijos de estos matrimonios,
a pesar de que los padres, suelen resaltar su condición de
cubanos, ellos se sienten dominicanos al ser la referencia
cultural más cercana que tienen, tanto por el entorno, como
por la figura de la madre.

5.4.2. Incorporación
económica

Los modos de incorporación
económica de un grupo de inmigrantes específicos, puede
estar determinado además de las habilidades que estos puedan
traer consigo, tanto de manera individual como colectivo (Foner,
2001 p 12). Los cubanos en República Dominicana, se han ido
insertando en determinados sectores de la economía nacional,
donde la preparación profesional previa que traen consigo ha
sido un elemento que les ha facilitado estas
posibilidades.

Muchos de los emigrados cubanos suelen
llegar al país, siendo profesionales universitarios, o
técnicos, lo que les facilita la obtención de un empleo
rápidamente. En ocasiones es posible encontrar cubanos
empleados aún, cuando no tienen documentos de residencia en
le país, aunque no es lo más común. El
período que les toma conseguir empleo suele ser generalmente
bastante corto, tanto el estudio realizado por el CEMI
(Casaña, 2001) como los cubanos entrevistados así lo
ratifica.

En el país es posible concentrar
cubanos trabajando en empleos tan disímiles como profesores,
médicos, taxistas, camareros, dependientes en tiendas y
supermercados, abogados ingenieros, administradores,
informáticos, visitadores a médicos, chóferes de
carros públicos y doctores.

En el país, existe un número
considerable de médicos, a éstas aunque les resulta
bastante difícil lograr el derecho del ejercicio de la
medicina, muchos lo han logrado, y trabajan fundamentalmente en
clínicas privadas. En el año 2001 se hablaban de una
proporción del 90 % de los médicos extranjeros en el
país, eran de origen cubano (Casaña, 2001). En tiempos
recientes, hubo algunas controversias por denuncias del Colegio
Médico Dominicano sobre muchos médicos cubanos que
estaban ejerciendo en el país, lo médicos cubanos
alegaron que les estaban poniendo demasiadas trabas y costos
excesivos para revalidación del título, así como
amenazas de otros médicos. Cuando surgió el debate,
específicamente en algunos poblados y ciudades de la
región Norte del país, la población en sentido
general apoyo la labor de los médicos cubanos, y pidieron
que les facilitaran el derecho de ejercer en el país (Diario
Libre, 3/10/2006).

Otra de las profesiones en la que se
desempeñan, muchos cubanos es la de visitador a médico
(Casaña, 2001). Ésta, a pesar de no existir en Cuba
muchos graduados de enfermería e incluso doctores la ejercen
y logran cierto éxito, además que reporta otros
beneficios, como facilidades para adquirir un auto y
estímulos por las ventas de los productos que
ofrecen.

La otra profesión que sin duda atrae o
por lo menos en la que se encuentran elevado número de
cubanos es el magisterio. En República Dominicana es posible
encontrar profesores y directivos cubanos en un buen número
de instituciones educativas, principalmente en colegios y
universidades privadas, incluso algunos han sido rectores de
colegios, y universidades, en la actualidad el rector del
Instituto Tecnológico de Santo Domingo INTEC, es de origen
cubano.

Esto responde principalmente a la
formación académica que traen consigo los emigrados
cubanos. Muchos de ellos ni siguiera estudiaron pedagogía en
Cuba, pero al ser especialistas en determinadas ramas, suelen dar
clases en diferentes universidades, en ocasiones como una segunda
opción laboral, aumentando de ésta manera los ingresos
económicos.

Entre los emigrados cubanos también
hay varios que se desempeñan como empresarios, propietarios
de varios negocios, aún cuando éstas generaciones
más jóvenes han sido formadas bajo el socialismo,
aprenden rápidamente las reglas del mercado y aquellas que
les pueden resultar útiles del sistema que han vivido
anteriormente (Casaña, 2001).

República Dominicana cuenta
también con emigrados que pertenecen al mundo de la cultura.
Podemos encontrar cubanos laborando en la orquesta sinfónica
nacional, además de un número bastante considerable de
pintores de la isla. La soprano cubana María Remolá,
famosa en Cuba en la década del 50, actualmente posee una
escuela de canto en Santo Domingo. En los medios de
comunicación, también laboran bastantes nativos de la
isla, sobre todo en el área de producción. En
editoriales y diarios de circulación nacional también
laboran un buen número de cubanos, no tanto como
periodistas, pero si como editores y correctores de estilo de las
publicaciones. En la actualidad, el canal de televisión
Teleantillas Canal 2, está siendo dirigido por el periodista
cubano Roberto Cavada, ex director de Radio Progreso en Cuba, y
actualmente presidente de la compañía Hierbabuena
Producciones.

Los inmigrantes cubanos en República
Dominicana, al igual que muchos de los que emigran a cualquier
parte del mundo, desde su arribo al país, suelen emplearse
en cualquier clase de empleo, empezando "desde abajo" como
refieren algunos. Sin embargo, pasado un tiempo, la mayoría
de ellos consigue un empleo generalmente bastante acorde a su
profesión, en la mayoría de los casos mucho mejor
posesionado de los que estaban en su país de origen, lo que
les motiva a no querer emigrar a ningún otro sitio, como a
Estados Unidos por ejemplo, donde saben que no conseguirían
un empleo así, por la experiencia de otros emigrantes
cubanos.

Otra institución donde se encuentra un
número considerable de cubanos es en la Iglesia
Católica. Actualmente muchos sacerdotes, religiosas y
religiosas son de origen cubano. Estos son fáciles de
encontrar en muchos colegios religiosos del país,
además de diversas parroquias de la capital. Desde hace
años, los padres Carlos Carlés, y José Antonio
Esquivel, diocesano el primero y jesuita el segundo le han dado
seguimiento a la comunidad cubana en el país.

El caso de la Compañía de
Jesús es particularmente interesante, donde casi una tercera
parte de sus miembros es de origen cubano, y han estado sirviendo
en el país durante décadas, en los más variados
ministerios y en varias regiones del país.

5.5. Redes Transnacionales entre
Cuba y República Dominicana

Las dificultades que durante años han
experimentado los cubanos para viajar a y desde la isla, el
fuerte acento político que tuvo esta migración en un
principio, así como la imposibilidad de retorno que
contraía la emigración, ha hecho pensar que entre los
cubanos de la isla y los de la diáspora no era posible la
transnacionalidad (Duany 2005 a). Sin embargo, Jorge Duany ha
demostrado que la perspectiva transnacional es perfectamente
aplicable al caso cubano argumentando que este "no es una
excepción a la migración transnacional, aunque si tiene
unas características peculiares que la distinguen"
(comunicación personal, vía correo electrónico el
08/05/07). Esto puede entenderse desde el punto de vista que la
mayoría de los estudios sobre migraciones cubanas se han
enfocado hacía Estados Unidos, y esta migración siempre
ha estado marcada por las tensiones entre los dos países,
con las consecuentes restricciones que han implicado, aún en
el presente.

En el caso de los cubanos en República
Dominicana tienen muchas menos restricciones, mayores
posibilidades de intercambio y las redes entre los cubanos de la
isla y los que se encuentran en República Dominicana se
fortalecen. La posibilidad de mantener estas relaciones, es uno
de los factores que inciden en la elección de este
destino.

Las redes transnacionales puedes expresarse
de maneras muy específicas según las posibilidades que
encuentren los emigrantes de afianzar sus vínculos entre el
país de origen y el país que los recibe. Un aspecto
importante es la incidencia social, económica o cultural que
tiene de estos vínculos en los afectados por las
migraciones.

¿Cómo se manifiestan las redes
transnacionales entre los cubanos de la isla y los que viven en
República Dominicana? En primer lugar, están los
viajes. Los cubanos que viven en Estados Unidos, por ejemplo,
según las regulaciones de esa nación, solamente pueden
viajar a Cuba una vez por espacio de 21 días cada tres
años, además que a algunos de ellos, no les es
permitida la entrada a Cuba por expresarse abiertamente en contra
del gobierno de la isla. Los cubanos que viven en República
Dominicana no tienen éstos inconvenientes.

Después de los cambios en la
política migratoria cubana, el otorgamiento de los permisos
de residencia en el exterior y las prórrogas de los permisos
de viaje al exterior, les han permitido a los cubanos facilidades
de viaje entre ambas naciones, que hace unos 20 años, era
imposible de imaginar para los cubanos que decidían
emigrar.

Muchos de los cubanos que viven en
República Dominicana tienen si no parte, casi toda su
familia en Cuba, estas facilidades les permite visitarlos con
abundante frecuencia, llegando prácticamente a realizar su
vida entre las dos naciones.

Ya muchos de los cubanos se quejan de la
poca frecuencia de los vuelos entre ambos países,
considerando que solamente dos vuelos por semana a La Habana y
dos semanales a Santiago de Cuba resultan insuficientes.
Además, aquellos que suelen viajar con frecuencia y viven
entre los dos países, los que se encuentran asentados de
manera más permanente, suelen viajar a Cuba con mucha
frecuencia, como mínimo una vez al año como refieren
algunos con los cuales he tenido comunicación. La
posibilidad de viajar frecuentemente y de poder vivir
paralelamente entre los dos países, hacen que las
posibilidades de intercambio sean mayores, y es una importante
expresión de la transnacionalidad en el caso
cubano.

La tendencia de estos inmigrantes, es a no
quedarse solos en el país. Muchos de ellos, además de
luchar por traer consigo a sus familiares de la isla, forman sus
familias en República Dominicana, las cuales se mantienen en
permanente contacto con la de Cuba fortaleciendo los
vínculos y creando estas familias que llamamos
transnacionales, que tanto ellas como sus descendientes se mueven
en más de una nación (Scchiller, 1999 p 96). Es posible
encontrar cubanos, que pasen varios mese del año viviendo y
trabajando en un país, y el resto del tiempo en el
otro.

En segundo lugar, las comunicaciones.
Debido a que el servicio de correo regular entre Cuba y
República Dominicana no funciona con la eficiencia que se
desea, no es un recurso utilizado para mantener la
comunicación. Sin embargo, los cubanos se las arreglan para
el envío de cartas, fotos y otros efectos, por vías
alternas, tales como otros cubanos o dominicanos que viajan a la
isla por diferentes motivos. Por otra parte, aunque el servicio
de correo electrónico no ha logrado aún una amplia
difusión en la isla debido a los costos de adquirir una
computadora, y las restricciones para el uso de Internet a
particulares, muchas personas en Cuba, conocen a otras que en los
centros de trabajo tienen estas facilidades y se logra mantener
una comunicación rápida. En el 2006 habían en Cuba
940 000 usuarios de correo electrónico (Soler, 2007 p
4).

La mayoría de los cubanos suelen
comunicarse con su familia en Cuba vía telefónica,
aunque las llamadas suelen ser cortas, debido a que las llamadas
hacía Cuba son las más caras desde República
Dominicana, llegando a costar 3.60 dólares el minuto los
fines de semana y hasta 4.10 los días regulares. Pero
aún así, casi todos los cubanos aseguran que al menos
una o dos veces al mes hablan con sus parientes en
Cuba.

Partes: 1, 2, 3
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