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La cultura Chicha (página 2)




Enviado por Claudia



Partes: 1, 2

"CHICHA"

Chicha es el nombre de una variedad de bebidas
alcohólicas derivadas de la
fermentación del maíz y
otros granos originarios de América, pero también de frutas como
manzanas y uvas. Son bebidas en toda América
Latina desde antes de la llegada de los españoles. Por
lo general es una bebida suave, de no muchos grados
alcohólicos.

The word "Chicha"
also means an informal, popular, cheap and transient arrangement,
creating the "Cultura
Chicha" ("Chicha Culture"), a mix of concepts made by the
immigration for people outside of Lima to Lima. For example,
"Diario Chicha" ("Chicha Newspaper") refers to Peruvian yellow
press and "Musica Chicha" ("Chicha Music") refers to Peruvian
Cumbia

UNA CULTURA LLAMADA "CHICHA"

La búsqueda en un diccionario de
peruanismos dará pocas luces sobre el real significado de
"Chicha", extraña palabra,  pues sólo
dirá "bebida a base de maíz" pero hoy los peruanos la
reconocen como el vocablo que mejor describe una floreciente
industria
cultural urbana que no teme enfrentar a las grandes industrias del
entretenimiento, con expresiones musicales, editoriales,
arquitectónicas y lingüísticas.

¿Cómo se
empieza a hablar de Cultura Chicha?

Respecto a la denominada cultura chicha, sus inicios
están relacionados con el surgimiento de la música chicha. No es
que este género
musical haya "creado" una nueva cultura distinta a la que se
venía formando en la Lima provinciana, serrana, sino
más bien ha recogido, desde la producción musical-cultural, una forma de
expresarse de los migrantes provincianos de la ciudad. Esta forma
de expresarse se manifiesta en la música, que es una
mixtura, el producto de
intercambios culturales

Esto se dio gracias a que en búsqueda de
renovación, grupos musicales
del centro del país mezclaron la cumbia colombiana con
sones  andinos, naciendo la "música chicha". 
Hay versiones sobre esta historia pero se coincide en
que fueron "Los Demonios del Mantaro" quienes en los años
60 comenzaron a interpretar con ritmo peculiar "La chichera",
cuya grabación, en 1966, batió records de venta.  En
1970, el líder
del grupo Los
Ecos, editó un disco en el que adjetivaba su música
con el término "Chicha"27,
diciendo en una entrevista que
"Aunque muchos no asumen lo de "chicheros" o "chicha" por el
peyorativo manejo que hacen del término, otros sí
se sienten orgullosos".

      Otro estudioso del
tema nos amplía la explicación sobre el
término que en algún momento pasa de lo
sencillamente descriptivo de la famosa  bebida andina, a ser
un vocablo calificador:

     "La chicha ha tenido en
general una connotación despectiva, siendo menospreciada y
entendida, muchas veces, sólo como diversión de la
gente "achorada", "maleada", asociándola así no
sólo con la música en sí, sino con un
determinado tipo de personas social y culturalmente
cuestionadas.

      Esa
connotación tiene su origen, sobre todo, en los prejuicios
sociales que siempre han existido en contra de los sectores de
menores recursos y por
los cuales se considera banal y denigrante todo lo que produce el
pueblo, valoración ampliamente difundida por los medios de
comunicación de tendencia conservadora y
parcializada"
28.

      El fenómeno
ya había sido advertido por antropólogos como
Degregori quien observó que la música chicha era
expresión de un fenómeno cultural que tenía
que ver con las nuevas presencias andinas en la capital. En
1984 escribió:

     "La chicha permite la
cohesión grupal de esa inmensa masa de migrantes andinos,
articulados cada vez más estrechamente a aquellos que no
migraron, o regresaron, o se aprestan recién a migrar
(…) la chicha es cada vez más el remate final y
multitudinario de infinidad de fiestas andinas,
folklóricas y patronales en sierra, selva y costa
(…) el público criollo, limeño, ha desertado
del vals criollo por la "salsa" como ritmo favorito de las
fiestas , pero incluso ésta es derrotada ampliamente por
los huaynos y la chicha, que llenan coliseos y desbordan
estadios…"
29.

       Ya abordando
los años 90, efectivamente, los locales para bailar la
cumbia andina eran llamados "chichódromos" y estaban en el
centro de Lima. En amplios terrenos que servían para
estacionar autos en el
día, se improvisaban estos lugares:

      "Entre el apacible
suspiro de la capital en domingo, el jirón Lampa es la
excepción. Jóvenes y adultos comienzan a llegar a
las puertas de los chichódromos desde las tres de la
tarde. "Haz tu cola, chochera" gritan a los advenedizos. Por 4
soles el vacilón está asegurado, al menos en un
primer nivel, ya que para aumentar sazón a las juergas las
chelas son el ingrediente infaltable.."30.

      Se vendían
carteles, discos. El grupo favorito era Los Shapis,  y la
estrella máxima "Chacalón", que reunió a 20
mil personas en su entierro diez años más tarde. El
público era fácil de identificar, jóvenes
migrantes o hijos de migrantes, de bajo nivel sociocultural.
Allí se popularizó también la lengua
"chichera".

      Todo este cuadro de
alguna manera repitió lo sucedido con la primeras olas de
migrantes del interior y la creación de coliseos en la
importante avenida Grau, la fundación de cientos de clubes
sociales en esfuerzo por conservar y cultivar la cultura
provinciana, y el tabloide "Ultima Hora" como lógica
consecuencia de la presencia de públicos distintos a las
que conocían los diarios tradicionales. Los cambios
sociales peruanos de los últimos años  han
sido muy estudiados y remitimos al lector interesado a los
especialistas31.

      Si una
definición de cultura urbana debe incluir música
particular, modos distintos de expresión verbal (o jerga),
producción editorial, estilo arquitectónico, la
"chicha" peruana merecería ser titulada una cultura, o
"subcultura"  que ha crecido al lado de las populares
tradicionales y de las importadas del norte.

 "Chicha" de exportación

      No es sólo ya
local la música chicha, especialmente en su última
expresión, la "tecnocumbia".  Sea por la diáspora  peruana de los
últimos años que ha llevado a cientos de miles de
compatriotas a diversos países o por la atracción
misma de las melodías chicheras (de ritmo sencillo y
fácil de bailar),  es posible encontrar sus
expresiones mucho más allá de las fronteras
peruanas.

      En Argentina, por
ejemplo, donde hay una numerosa colonia peruana, han surgido
versiones locales, reelaboradas, formándose grupos
importantes y adoptándose allá también la
costumbre de reunirse en grandes locales ("bailantas", lo que en
el Perú llamamos "chichódromos") . 
También ha llegado a Europa, como lo
comprueba Quispe, y a los Estados Unidos.
Hay grupos chicheros en Ecuador,
Colombia,
Brasil, Chile
y Bolivia, que
reúnen a grandes públicos admiradores de las
estrellas máximas de la tecnocumbia.

Otras
expresiones Chicha

 Lo que viene a diferenciar a esta expresión
urbana de otras latinoamericanas es la presencia de otras
manifestaciones llamadas igualmente "chicha", apelativo
originalmente peyorativo que siguió el mismo camino de la
música para trasladarse también al terreno de la
prensa popular
de bajo precio. La
conocida "Tex-mex" por ejemplo, que podría equipararse a
la música chicha por algunas características
similares no tiene sin embargo presencia significativa más
allá de la zona fronteriza entre los Estados Unidos y
México.

Prensa
Chicha      

En contrario, el periodismo
popular peruano ha desarrollado una versión que encaja con
lo llamado "chichero", es decir, aquel producto de la presencia
andina en la costa asimilada a lo criollo preexistente. "La
música y la prensa son privilegiadas manifestaciones de
una sociedad" dice
un observador del fenómeno, porque efectivamente capturan
y asumen conductas  y estilos populares,
proponiéndolas y recibiendo
aceptación32.

      La prensa popular
peruana nació con el formato tabloide en 1912 cuando se
fundó el diario La Crónica, que recogía las
propuestas de los diarios sensacionalistas de los Estados Unidos.
Pero fue recién en 1950 que el diario Ultima Hora
recogió elementos populares para sus títulos
principales; así por ejemplo, cuando en plena guerra de
Corea un gran ejército de China
ingresó a la confrontación, el diario puso en
grandes letras "Chinos como cancha en el paralelo
38"33.

      Era la primera vez
que se apelaba al código
linguístico restringido propio del hampa pero que ya
había sido adoptado por los sectores populares
migrantes34.
Decir "como cancha" es decir "muchos". Fueron los periodistas
quienes se percataron del fenómeno y lo utilizaron con
éxito
explosivo pues de la jerga o replana pasaron a las
temáticas populares fundamentales, y entre éstas la
música. Los migrantes traían sus aires
folklóricos andinos pero no tuvieron problemas para
adaptarse a los criollos costeños e incluso a la importación, como la música tropical
cubana, el mambo. Una famosa canción de la época se
tituló precisamente "Mambo de Machaguay"35.

      En la década
de los años 80 hubo aires renovadores en la prensa y
apareció el tabloide El Popular, con páginas llenas
de color, en
1984.  Le siguieron una serie de periódicos que
combinaban el citado lenguaje
restringido con uso amplio del color y apartándose
claramente de los criterios de noticiabilidad comunes prefiriendo
la información de entretenimiento.

      Al iniciarse la
década de los 90s era evidente el crecimiento de un 
periodismo distinto, colorido, desinhibido,  francamente
sensacionalista, que pronto recibió el apelativo de
"chicha". Una característica central era su interacción con la
televisión local pues sus temas favoritos eran, y lo
son, escándalos comunes a la llamada Prensa del Corazón de
otros países.

      Hoy nadie duda en
reconocerla: en los numerosos kioskos de las principales ciudades
peruanas cuelgan, emblemáticos, los diarios  "chicha"
que con mucha frecuencia, exhiben grandes fotos de las
estrellas chicha.

Comida
Chicha 

 Hay más "chicha" todavía que
registrar porque los estudiosos de la culinaria local  han
encontrado que si bien no hay platos propiamente chicheros, 
los nuevos limeños prefieren mezclar los platos
tradicionales en combinaciones que a muchos les parecen
imposibles de consumir36.
"Comida chicha" la llaman.

Arquitectura Chicha

      Arquitectos
estudiosos de los nuevos estilos de construcción favoritos en las casas, han
observado las preferencias de los migrantes o sus descendientes,
apuntando que optan por los dormitorios pequeños y los
salones amplios propios para hacer bailes o fiestas.

Televisión Chicha

      Lo chichero
está también en la televisión y en particular en la
versión peruana de los "talk
shows",  un género que exhibe descarnadamente
problemas de todo tipo enfatizando en los conyugales; allí
se dice y muestra todo ante
enormes audiencias. La reina indiscutida de este tipo de programas es
Laura Bozzo, captada por Telemundo y llevada a los Estados Unidos
para producir y lanzar desde allí sus espectáculos
tragicómicos a toda América Latina.

      La popularidad de la
Música Chicha y la capacidad de convocatoria de sus
estrellas, llamó la atención  de los especialistas en
marketing
político y en particular a los diseñadores de la
campaña de reelección del presidente Alberto
Fujimori, en el 2000. Y no sólo se encargó una
composición  especial, con letra sencilla, llamada
"El Ritmo del Chino" sino que el propio candidato la bailaba en
sus mitines, obligando a sus compañeros de partido a
balancearse con su danza
chicha. 

La Estética Chicha

La "cultura chicha" se ha convertido no ya en un
referente de lo informal: ha adoptado una estética
específica que ha terminado extendiéndose en el
tejido social del país, generando en sí misma un
mecanismo de inclusión.

La cultura chicha transmutó lo rural andino en
algo más común, algo que podía ser asumido
para integrar dos mundos, el andino-migrante con lo citadino. Y
principalmente por el uso de códigos comunicacionales
comunes a ambos: el idioma, por un lado, y la
plástica.

La plástica chicha no es ya "telúrica",
marcadamente andina. Se transforma en la vistosidad colorida que
conocemos, la cual sin embargo mantiene una identidad
ajena a lo citadino. Esta plástica termina siendo un
puente más efectivo aún. El poster chicha, colorido
y aparentemente caótico, es un reflejo de la misma
estética que inspira a la música chicha: ruidosa,
llamativa, con un fuerte afán por la atención del
espectador/oyente.

La profusión de colores esconde
las limitaciones que se tienen. El medio, el afiche, puede ser
gigante o tamaño tabloide, pero es profuso: busca llevar
la mayor cantidad de información. Además no es
elaborado con técnicas
de fotocomposición o diagramación propias de la
industria local. La elaboración es casi artesanal, usando
técnicas de esténcil o serigrafiado. El material:
papel común y pintura
fosforescente.
Fortunato Urcuhuaranga
dijo en una
entrevista de Perú21:

Eran las pinturas que usaba el Ministerio de Transportes
en las carreteras, que brillaban en la noche y que hacía
Tekno

Lo importante es llegar al público. La pintura en
altos contrastes esconde una estructura
básica: siempre hay un encabezado, siempre un pie. El
cuerpo del poster es más importante y más amplio,
es el que contiene la esencia del discurso y
donde la cromática se deja sentir. No hay un desorden,
tampoco un largo mensaje, una historia a decodificar como en la
iconografía andina. Texto
organizado y resaltado gracias a una estética propia. La
estética chicha es innovadora pero a su vez rescata
la
comunicación visual de la publicidad
tradicional, occidental si se quiere.

Hoy por hoy, ese lenguaje ha incursionado alegremente en
todos los ojos del Perú. La Tinka usa el
mismo juego de altos
contrastes, y se ha identificado como producto con esos colores
verde, amarillo y rojo. El diseño
es distinto, el estilo en cambio es, en
esencia, una prolongación del que inspiró a los
primeros diseñadores de lo chicha: resaltar el mensaje a
como de lugar, usando la cromática para esto y aún
asi manteniendo cierto orden.

De esa estética chicha, antagonista con lo
citadino, muchos han partido para explorar nuevas formas de
comunicar el mensaje. En el caso de la plástica chicha,
esta cobró ciudadanía y hasta fue "expropiada" por la
ciudad. Neón Colonial fue una muestra en la Sala
Miró Quesada de la Municipalidad de Miraflores que expuso
una colección de posters inspirados en lo chicha pero que
dejan de ser parte de lo chicha al ser
"blanqueados" por la cultura y el discurso
político. O eso dicen al menos…

Sobre la muestra
Neón Colonial
Gustavo Buntinx, curador de
la misma, dijo:

Esta muestra recopila solo aquellos afiches que
establecen una relación entre los
pequeños-burgueses-ilustrados y lo popular
emergente

Sin embargo, esta carta de
ciudadanía es ya bastante morosa. Lo chicha aparece en los
ochentas. Es recién por el año 1999 en que algunos
recaen en su existencia. Tardíamente porque incluso
Alberto Fujimori hizo uso de lo chicha, de la evolución de lo chicha, y erigió
esta estética en bandera política. Entonces
hablamos de una inclusión institucionalizada desde
comienzos de los 90’s. El color naranja fujimori, que
invadía medio país al ritmo de la technocumbia,
daba paso a un estilo nuevo de imaginar el
país.

Finalmente, todo lo mencionado anmteriormente Son
algunos de los códigos con los cuales se identifica esta
industria musical-cultural. Gracias a estas tragedias el pueblo
se asemeja a un volcán lleno de cultura, que ha
erupcionado ardientemente haciendo llegar sus lavas musicales
hasta la ciudad. Esperemos que se le otorgue un reconocimiento a
esta cultura que refleja sus tradiciones y que poco a poco
empieza a surgir y apoderarse de la gran masa peruana.

La Cultura
Chicha

La primera noción de la palabra "chicha" se
adquiere con el diccionario donde figura como bebida, nombrada
así originalmente por los indios cuna de Panamá
y llegada al Perú en tiempos ignotos. Es una popular
bebida hecha de maíz. Habría que investigar en
profundidad cómo se produjo ese traslado del nombre de la
bebida serrana por excelencia a la música tropical-andina,
esa mezcla de cumbia con huayno que alguien bautizó
quizá con intención peyorativa y sin imaginar la
fortuna de la denominación.

Y es que debe advertirse que "lo chicha" sugiere
también lo ordinario, corriente, perteneciente al vulgo, a
la gente "maleada", "achorada". Cuando ya el vocablo
pertenecía a la música se le calificó como
"fenómeno cultural" convirtiéndose en objeto de
estudio atento por científicos sociales, y en particular
por los observadores de las mentalidades (conductas y
pensamientos comunes de una comunidad, en
definición mínima).

Poco a poco, lo que fue vocablo despectivo ha llegado a
ser timbre de orgullo, por lo menos en lo que a música se
refiere. La prensa amarilla ha tardado en reconocerse como
oriunda de esa zona y más todavía la radio y la
televisión.

Cultura chicha vs cultura combi

A la falta de control de las
autoridades, a los abusos, a la corrupción y la informalidad que abunda en
nuestro país, siempre la hemos considerado como
características de la cultura chicha, sin embargo, los
sociólogos prefieren considerarlos como parte de la
"cultura combi".

Para el investigador Juan Carlos Vela, La cultura combi
es la muestra de la formalización de la informalidad,
representa la incapacidad de los peruanos para respetar y hacer
respetar las reglas. "Dejar al pasajero donde mejor les parece,
sobornar al policía, es algo cotidiano que ya a nadie
sorprende", explica.

Vela Altamirano señala que en la cultura combi, a
diferencia de la chicha, donde se tiene que respetar, tolerar y
aceptar lo establecido, hay que corregir las cosas, porque su
principal característica es la falta de respeto a las
reglas y su amoralidad.

La cultura chicha tiene un origen socio-cultural que
obedece a un conjunto de características de una sociedad
en transformación, es producto del sincretismo y la
mixtura de todas las culturas del país. Su
concepción negativa se debe al racismo, al
desprecio al indígena, al serrano, al cholo.

Mientras que la cultura combi representa la ausencia de
las normas, en una
sociedad donde cada vez se acepta con más naturalidad la
informalidad. "Se está haciendo extensiva a todos los
ámbitos de nuestra vida. La podemos percibir en los
sectores transporte,
comercio,
construcción, servicios y
hasta en las autoridades, incluso el mismo presidente Alejandro
Toledo", enumera el especialista.

Cultura Chicha

Dentro esta historia observamos otro cocodrilo y ese es
la cultura chicha que ha encontrado un sitio en la sociedad
peruana y hasta la ha dominado casi por completo.

La cultura chicha (o el estilo neo-andino, según
el artístico Eloy Jauregui)es hija predilecta de la
informalidad, es también prima hermana de la cultura
combi, en este contexto el Mototaxi es, nieto de la carretilla de
los viejos fruteros, hijo del cholotaxi juliaqueño y
bisnieto de los burros en punta carretera (final de la
carretera).

El techo a dos aguas, con tejas es cada vez más
frecuente en el paisaje de la capital, el cachineo (sano) y el
trueque andino son parientes.

Los cocineros andinos en los chifas (restaurantes
chinos), la cumbia, el huayno y su hijo la tecnocumbia, la
piratería, de
DVD; VCD; CD y todo
lo que haya que piratear.

Se podría hablar más de la cultura chicha,
pero es mejor invitar a cada uno de los lectores de estas
líneas a dar un paseo por las cuadras de la que
debería ser el corredor Ricardo Palma pero el que todos
conocemos como la capital del departamento de Apurimac, la
avenida Abancay. En sus 15 cuadras – incluyendo las que llegan
hasta la plaza Manco Cápac en el distrito de la Victoria-
usted podrá encontrar el resumen de la cultura chicha y
como dicen los especialistas no hay mejor manera de saber y
conocer una cosa que experimentándola(praxis), puede
tomar la combi y llegar a este paraíso de
sociólogos antropólogos investigadores y cuanto
loco decida entenderla.

Segmentos emergentes.

La cultura chicha se basa en un fundamento ineludible,
"la creatividad".

A esta cualidad innata del peruano se suma la necesidad
de sobre salir en una sociedad que siempre les ha dado las
espaldas, ellos no tuvieron otra alternativa que hacerlo a su
manera.

Así lo reconoce Hernando de Soto cuando
señala que el Misterio del Capital, no es otro que aquel
capital informal, o marginal al mismo el que pertenece la cultura
andina y esta potencialidad creativa es un capital que
debería ser canalizado por las autoridades y crear climas
necesarios para desarrollar adecuadamente y dentro de estatutos
de legalidad y
formalidad. Esta manera de trabajo
marginal como su condición ha creado nuevas realidades
económicas, para eso teneos un ejemplo claro que es
Gamarra, un emporio comercial, que supera de largo a cualquier
otro existente en el país y es uno de los mas importantes
en Sudamérica, pues en tan poco espacio hay más de
11 mil empresarios y es allí donde existen 17 mil tiendas
y en sus 20 manzanas se negocia al año más de 800
millones de dólares.

Esta cultura chicha a creado esa "economía neoliberal del cachineo"
según Eloy Jáuregui. Y ha impulsado nuevos conos
de producción y las
grandes empresas y empresarios surgidos
en décadas pasadas en la cúspide de la élite
peruana, ya casi han desaparecido, estos son los nuevos peruanos
que tienen el poder
económico de la sociedad mayoritaria, aunque aún le
duela aceptar a dueños de bancos
y de consorcios que todavía son de la clase
oficial.

"Su producción y comercio
forman parte del mundo de la economía contestataria
a la que pertenecen" (Matos Mar).

El historiador Franklin Pease, haciendo referencia a la
informalidad de estos sectores emergentes o a la manera informal
de iniciar sus actividades dice: "…hay un país formal y
otro informal. Pareciera que hoy confiamos más en el azar
que en un proyecto".

La
sublevación de la cultura chicha

La denominada "cultura chicha" es el conjunto de
signos que
identifican a una cultura conformada por provincianos emigrantes
en la capital. Se identifica, mayormente, por su variada
música en la que se incluye folclore vernacular, pasillos,
cuya temática de sus letras refleja el sufrimiento y la
realidad del emigrante que acude a la ciudad para un mejor
destino. Cultura que ahora parece estar en boca de todos, sobre
todo en medios de
comunicación con las trágicas noticias como
la muerte de
trece integrantes del grupo de cumbia Néctar, o de Rosa
Aideé Barreto Retuerto conocida en el ambiente del
folclore como "La muñequita Sally" y cuatro de sus
compañeros de grupo. Y son algunos medios de
comunicación los que se han adjudicado
reportajes, por subir en las encuestas
hacen todo lo posible, hasta lo imposible. Se ha detectado por
ejemplo, en programas de Tv, ajenos a esta cultura, un interés
evidente dedicando secciones y hasta programas enteros, cuando
sus rúbricas son otros. ¿La cultura chicha
está avanzando, o es la avaricia por el rating? No
sólo hablemos de prensa escrita o televisión,
hablemos también de la conquista
radial de esta cultura, que antes solo se escuchaba en las
emisoras AM, y ahora con la sublevación de los pedidos de
las grandes masas es que suena en emisoras situadas en la FM.
Ojalá, en adelante, se le dé importancia a esta
cultura netamente peruana, y dejar atrás el rechazo,
negación o descalificación y hasta cierta
vergüenza por esta cultura, y ponernos así a
calificarla y compararla con otras culturas, y hasta mejorarla.
Cultura chicha es ahora cds con carátulas de sus
integrantes vestidos con atuendos andinos, grandes afiches (de
colores encendidos típicos en la vestimenta andina) en
sectores populares y ciudad, incentivando a la masa al baile
dominical, un mano a mano entre grupos, en donde se venden
más de mil cajas de cerveza. Cultura
donde los mismos emigrantes se desenvuelven como sonidistas,
representes (managers), asistentes, colaboradores de estos
grupos, también de gente emigrante. Y por qué
olvidarnos de los emigrantes que viven plácidamente por
estar encargados de estos bailes populares que dejan ganancias de
diez mil soles en tan solo un día. Son estos algunos de
los códigos con los cuales se identifica esta industria
musical-cultural. Gracias a estas tragedias el pueblo se asemeja
a un volcán lleno de cultura, que ha erupcionado
ardientemente haciendo llegar sus lavas musicales hasta la
ciudad. Esperemos que se le otorgue un reconocimiento a esta
cultura que refleja sus tradiciones y que poco a poco empieza a
surgir y apoderarse de la gran masa peruana. También
esperemos que no sean víctimas de los medios de
comunicación por el ambicionado reconocimiento o
rating.

Arturo Quispe: La llamada cultura chicha está
vinculada a significativos cambios sociales que se han vivido en
el Perú desde los años 1950 en adelante. Producto
de las grandes migraciones provincianas hacia la capital se
empezaron a formar los barrios / pueblos jóvenes. La
aparición de este enorme sector social conquistando un
lugar donde vivir en las afueras de la Lima urbana ha ido ganando
presencia en la vida limeña al punto que por varios
años se habló de la "Lima provinciana", del
"acholamiento" de Lima, de la Lima "achorada", y después
de la Lima "chichera". Tengo la impresión de que ahora la
capital del Perú es una amalgama de todas esas "Limas" en
una. Lima actualmente está conformada por más del
90 por ciento de provincianos y sus descendientes en ya su casi
cuarta generación. Esto ha hecho de Lima una ciudad
más diversa y, hasta cierto punto, más
democrática respecto a lo que era antes de
1950.

IPC: ¿Entonces la Lima de ahora es mejor
que la de antes?

AQ: Eso no quiere decir que vivimos en el mejor de los
mundos. No. Lo que sugiere es que Lima se ha hecho más
plural por la presencia de gente procedente de las diversas
provincias del Perú. A su vez, ese hecho de la convivencia
de personas de diferentes sectores sociales y étnicos ha
hecho más visible y explícita la discriminación social y cultural existente
en el país. Esto último es expresado
particularmente a través del racismo y la discriminación de todo lo que se vincule
con el Ande o con lo afroperuano. La discriminación
cultural y social ha sido la respuesta que han asumido ciertos
sectores sociales altos y medios-altos que se sintieron
desplazados de sus privilegios ante la cada vez mayor presencia
de los provincianos con éxito. De allí vienen las
famosas expresiones: "¿quién te has creído
que eres?" o "son unos igualados".

IPC: ¿Y con respecto al sincretismo
cultural?

AQ: Esto alude a la mixtura entre diferentes culturas.
El siglo XX ha sido el siglo de las migraciones. Eso ha hecho que
se produzca una riqueza cultural por la confluencia de varias
culturas que conviven en un mismo espacio social. El Perú
no se escapó de dicho fenómeno, y me refiero
fundamentalmente a las migraciones internas. Lima recibió
la mayor cantidad de migrantes justamente después de los
años 1950. En los barrios populares se congregó
gente proveniente de muchas provincias serranas.

IPC: Ahí la gente comenzó a
mezclarse.

AQ: El sincretismo cultural se vivió en carne
propia cuando la gente de los barrios comenzó a entenderse
a pesar de las confrontaciones y resquemores iniciales, y
experimentaron que la existencia de un "otro" diferente a ellos
en sus formas de hablar, de ser, de escuchar su música o
disfrutar de sus comidas, los enriquecía. No es que se
haya dado de manera consciente; los encuentros en un mismo
espacio los han "obligado" a disfrutar de los bailes y comidas de
los otros, y a conocer las diversas costumbres y vestimentas. Por
supuesto esto ha sido un proceso no
exento de contradicciones y conflictos, un
aprendizaje en
la práctica cotidiana. A todos los unía la misma
situación, vivían el mismo contexto social, las
mismas dificultades y las mismas carencias. Este tipo de
aprendizaje ayudó mucho a romper barreras regionales en la
ciudad y a reconocerse uno al otro.

IPC: ¿Cómo así se empieza a
hablar de cultura chicha?

AQ: Respecto a la denominada cultura chicha, te
diré que sus inicios están relacionados con el
surgimiento de la música chicha. No es que este
género musical haya "creado" una nueva cultura distinta a
la que se venía formando en la Lima provinciana, serrana,
sino más bien ha recogido, desde la producción
musical-cultural, una forma de expresarse de los migrantes
provincianos de la ciudad. Esta forma de expresarse se manifiesta
en la música, que es una mixtura, el producto de
intercambios culturales.

IPC: ¿En todo peruano anida un
espíritu chicha?

AQ: Si bien la música chicha existe en todo el
Perú, no podemos decir que el "espíritu chicha" al
cual te refieres esté en todas las personas y de similar
modo en todas las regiones. La razón se debe a que la
música chicha es una mixtura entre creaciones musicales
foráneas (la cumbia, y otros géneros musicales) y
las creaciones musicales de cada región particular.
Entonces, la música chicha se resignifica en cada
región y localidad del país. La chicha no solo se
diferencia desde los grandes troncos estilísticos como la
chicha andina, amazónica, costeña, sino que cada
una de las microrregiones culturales aporta su propia
particularidad en la creación musical.

IPC: Cuando hablamos de mal gusto, de
huachafería, de algo que no se hace bien o se hace a la
volada como para salir del paso, solemos decir "qué
chicha". ¿Por qué lo chicha tiene esta
connotación tan negativa?

AQ: Lo que ocurre es que el "buen" gusto es una
construcción social, cultural y de clase social, y los
criterios estéticos de las clases altas y medias-altas han
sido los hegemónicos, es decir han sido los ideales
culturales ligados al poder y las instituciones.
Entonces ese buen gusto con el cual se define lo huachafo es una
categoría relacionada con la clase social, y los
encargados de velar por el "gusto medio" han sido los
"guardianes" de resguardar y reproducir las "la buenas formas" de
las clases medias y altas. Si alguna producción cultural
no se ajusta a dicho patrón, se le va a desdeñar, y
se va a despotricar, señalándola como de "mal"
gusto. Sobre esto hay muchos ejemplos, y se han creado diversas
etiquetas peyorativas, nombres para desacreditar a aquellos que
no expresan un patrón hegemónico o se salen de
él. Uno de ellos es el término "huachafo", otro que
ha adquirido una connotación negativa es el de "chicha".
Todo aquello que se considera mal hecho o es un conglomerado de
cosas sin ningún "rasgo armónico" será
llamado como "chicha".

IPC: ¿Y cómo se relaciona esto con
la música chicha?

AQ: La asociación que existe entre algo "mal"
hecho y "sin" gusto o que esté hecho a la ligera con la
música chicha, se debe a las características que la
música chicha tuvo en sus orígenes. Es decir, a la
forma como se creaba este género musical. No podemos
olvidar que la chicha es una mixtura de géneros de
música. Cuando la chicha empezó a mezclar la cumbia
y el folklore
muchos dijeron que era una "fea" mezcla. Una mezcla sin gusto.
Incluso muchos dijeron que esa gente "no sabe" lo que es
música. Si ellos no saben lo que es música entonces
su producción será fea, horrible, sin gusto, mal
hecho. Esa característica referida al ámbito
musical, cultural, se extendió a lo social, y se
utilizó y utiliza para calificar todo aquello que no
guarda "armonía", no sigue un patrón
establecido.

IPC: Desde hace años se sabe poco o nada de los
máximos representantes de la tecnocumbia: Rossy War,
Euforia, Ruth Karina, Ana Kohler, etc. ¿Pasó de
moda la
música chicha? ¿O la tecnocumbia fue apenas una
etapa de la música chicha?

AQ: Es verdad, de ellos se sabe poco o nada.
Definitivamente ellos tuvieron su época, una época
gloriosa, la de la tecnocumbia. Me gustaron más Rossy War
y Euforia con Ruth Karina. Ambas marcaron una época
importante de la música chicha. Aquí quiero
remarcar algo que se ha dicho respecto de la tecnocumbia, que
esta música es diferente a la chicha y que por tal
razón gustó hasta en los sectores medios en su
momento.

IPC: ¿No fue
así?

AQ: Eso no es exactamente así. La tecnocumbia
sería parte del movimiento
chichero, en una suerte de tercera etapa que tiene raíces
amazónicas, aunque tuvo una expansión mucho mayor.
La música chicha tiene la virtud de renovarse cada cierto
tiempo, y cada
renovación va de la mano con lo que acontece a nivel
mundial. Eso ha marcado la historia de la
música chicha desde sus orígenes. Eso quiere
decir entonces, que la no vigencia de uno de sus cultores no hace
que la chicha desaparezca, ni pierda vigencia; por el contrario,
la desaparición de uno u otro cantante, por más
afamado que este haya sido, dice más bien que la chicha
está en movimiento, nos habla de la vigencia del
género, está en movimiento constante y sigue su
propio curso.

IPC: Los medios le han dado una gran cobertura a la
tragedia del grupo Néctar, y las ventas de sus
discos han aumentado. ¿Crees que alrededor de este grupo
-y en especial de Johnny Orosco- se creará una mitología como sucedió con
Chacalón?

AQ: Es una pena lo que le ha ocurrido al grupo
Néctar. Eso nos recuerda lo que sucedió
también al grupo Juaneco y su Combo en una primera etapa
de la chicha. En aquella época se pudo salvar el propio
Juaneco, pero en esta ocasión Johnny Orozco no tuvo la
misma suerte. En ambos casos los grupos tuvieron un recorrido y
una fama reconocida, pero en dos épocas diferentes.
Juaneco para la región de la Amazonía y
Néctar para los sectores urbanos populares de Lima, aunque
su fama también se había extendido al sur del
continente. La comparación con Chacalón
también ha sido inevitable. Ambos dejaron el mundo
chichero en circunstancias distintas, pero han sumido en una gran
tristeza a sus seguidores. No es para menos, "El provinciano",
paradigma
musical chacalonero, fue el himno de los migrantes que hasta
ahora se canta, y "El Arbolito", del grupo Néctar, no solo
los caracterizó sino que les permitió extender su
popularidad hasta los sectores medios. Me da la impresión
que hasta ahí llega la comparación entre ambos,
porque en estos casos, la biografía personal
también juega un papel importante, sobre todo en este
género musical impulsado por migrantes, sus diferentes
experiencias y formas de enfrentar la vida.

IPC: Cada migrante tiene su propia
historia.

AQ: Los migrantes de primera y segunda generación
han enfrentado situaciones diferentes, aunque eso no quiere decir
que en ambos casos no haya habido grandes batallas que librar en
el día a día tanto como provincianos, como cultores
y compositores de la chicha en un medio que les es adverso.
Chacalón y Johnny Orosco son dos ídolos populares
que vivirán eternamente en los corazones de sus fans. Por
ello, el mundo chichero está de duelo, ha perdido un gran
artista. Todos sus seguidores sienten su partida, se conduelen y
le rinden un merecido tributo. Buscan, después de los
trágicos momentos, la forma de paliar su ausencia
adquiriendo una de sus producciones, así sea la
última o una de ellas, porque saben que de esa manera
tanto Chacalón como Johnny Orosco vivirán en sus
corazones, como también en el mío.

¿La Cultura Chicha o la cultura de
la
libertad?

En tiempos recientes, el Perú ha sustentado
gloriosamente el nacimiento de un liberalismo
lingüístico y vespertino recogido del lenguaje
coloquial de las calles. Los inmigrantes provincianos llegados a
Lima a luchar por un puesto digno de trabajo, se han asentado en
la urbe y han instalado un vocabulario que busca eclipsar
significados a un castellano mal
hablado.

La cronología de la invasión, se
generó a mediados de la década pasada cargada de
una visión desfigurada de los modelos
básicos del lenguaje, y vino para quedarse entre
nosotros.

El popular timbre, facilista y vernáculo fue
catalogado en principio, como un vocablo vulgar y mas adelante
despectivo. Paulatinamente, Lima provinciana, lo fue
absorbiendo con una voracidad distinta. Algo nuevo se
había germinado en la Ciudad de los Reyes, con una amplia
gama decodificable para las mayorías

La denominada Cultura Chicha, dio la visión clara
y adecuada de lo que se quería. Un lenguaje pedregoso y
empobrecido con el agregado de mantener la fuente abierta para
enriquecerlo a cada paso con las innovaciones que la replana y el
periodismo amarillo les pudiera aportar

Es una lástima que la noción de la palabra
"Chicha", bien conocida por los antiguos peruanos como una
bebida hecha en base al maíz, sea sinónimo de
lo común, naco, ramplón, bajo, inelegante y desgate
todas las esferas donde se aplica.

Se ha convertido en un referente obligado de lo
paralelo, informal, descuidado, adoptando una estética con
el simple propósito de inclusión hecho a la
fuerza en
contra de la acartonada a otrora sociedad
limeña.

La cultura Chicha, hecho raíces y ahora esta en
la prensa, con tabloides de corte sensacionalista. En la ropa,
copiando marcas. En la
televisión, con programas denominados "Basura" del corte
"Señora León" dirigido por la cantante Mexicana "La
Tesorito" Laura León encaminado a expulsar las miserias
humanas de los peruanos.

También se aprecia en el mundo de la
discografía, filmografía, y editorial pirata,
pintando a los derechos de
autor con los colores de la sagacidad y el mal gusto
típicos y mal intencionados peruanos. Aquella cultura, en
actividad consecuente con la astucia y lucidez para desarrollar
las formas de sacarle la vuelta a un sistema bien
plantado tributario y gubernamental, es inagotable

Pero el mal no cunde sólo allí. La afamada
Cultura Chicha, ha trepado a las esferas más altas del
poder y ha generado parlamentarios "Chichas". Parlamentarios
capaces de jurar por la plata, y hacer de las suyas en el
Congreso Nacional metiendo en la nómina
congresal hasta la doméstica. Apenas de nombre, una
bromita para sacar un poquito más de sueldo del Estado.

La Cultura Chica no ha eximido a los Ministros, forjados
en los avatares relamidos de los consumidores
criollos…..Sí, el "criollismo" se aplica
también en el Ministerio de Educación, con
marchas y contramarchas en los exámenes a los pobres
profesores. ¿Qué clase de evaluación
Chicha se ha implementado, si en algunos segmentos de las
pruebas se
registraban errores del corte de preguntas sin número, sin
alternativas de respuesta? Episodios separados y mal elaborados
incapaces de medir el nivel real de talento de un profesor?

Los profesores Chicha, los mismos que repudian las
pruebas ahora se ríen de ella y es la respuesta
lógica para un gobierno Chicha
donde los plazos son más importantes que los
contenidos

Es necesaria una profunda reexaminación sobre los
contenidos y comprender folklóricos que se suman a la
realidad nacional. Quizás con un lenguaje menos adornado
pero efectivo se pueda corregir objetivos
"Chicha" populistas por objetivos verdaderos

La Cultura Combi

Pero nosotros no éramos así. Todo se
inició en los años 80’s, cuando millones de
personas llegaron a las grandes ciudades del Perú, huyendo
de la violencia
terrorista y de la pobreza
existentes en el campo. Este flujo masivo de población llevó al colapso del
servicio de
transporte público. Así, era rutinario ver personas
viajando colgadas en las puertas de los autobuses.

Pero como el peruano es muy ingenioso, creó un
sistema alternativo de transporte para cubrir la enorme demanda
generada. Fue así que surgieron las "combis", camionetas
rurales con capacidad para entre 10 y 15 pasajeros que
cumplían la misma función
que los autobuses, a un precio ligeramente mayor pero que
permitía que los pasajeros se transporten
cómodamente sentados.

Hasta ahí todo iba bien. Pero llegaron los
años 90’s y mucha gente pudo comprar
vehículos importados. Fueron tantos y tantos
vehículos pequeños que ingresaron al sistema de
transporte público que colapsaron el tránsito de la
capital.

La gran oferta de
combis en Lima obligó a los propietarios de esos
vehículos a iniciar una verdadera guerra cotidiana con
otras combis, en lucha por cada uno de los pasajeros de su ruta.
Una guerra en la cual todo está permitido.

Fue así que nació la "cultura combi",
donde podemos conducir a 20 kms. por hora cuando nuestra combi no
tiene pasajeros, pero dispararnos a 100 kms. por hora cuando otra
combi amenaza sobrepasarnos y arrebatarnos nuestros amados
pasajeros . Las "carreras" entre combis por estar primeros y
tomar todos los pasajeros en detrimento de la combi que viene
atrás, se convirtieron en hechos rutinarios que ya
ocasionaron innumerables muertes. Y esa actitud
agresiva frente al volante se trasladó pronto hacia los
autobuses, hacia los taxis y hacia los coches particulares. Todos
comenzamos a dirigir como "chofer de combi".

La cultura es el conjunto de todas las formas y
expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye
costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de
la manera de ser, vestimenta,
religión,
rituales, normas de comportamiento
y sistemas
de creencias. Desde otro punto de vista
se puede decir que la cultura es toda la
información y habilidades que posee
el ser humano. El concepto de
cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del
estudio de la sociedad, en especial
para la antropología y la
sociología.

La UNESCO, en 1982,
declaró:

…que la cultura da al hombre la
capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que
hace de nosotros seres específicamente humanos,
racionales, críticos y éticamente comprometidos. A
través de ella discernimos los valores y
efectuamos opciones. A través de ella el hombre se
expresa, toma conciencia de
sí mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones,
busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo
trascienden.

 

 

Autor:

Claudia

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