- Comentarios acerca de las
elecciones del año 2004
Comentarios acerca de la gobernabilidad
Comentarios acerca del Estado de Derecho
Comentarios de la justicia legalmente
hablando
Comentarios acerca del pueblo- La
Mercancía - Palabras
finales
INTRODUCCIÓN
Las elecciones presidenciales del 21 de marzo del
año dos mil cuatro marcaron, indudablemente, una nueva era
en la forma de hacer política en El Salvador.
Existía ya en la memoria de
los salvadoreños los grandes fraudes electorales que
caracterizaron la historia política
prácticamente del siglo pasado. El robo de urnas y la
inserción de papeletas oficialistas que no
provenían de manos del pueblo, fueron simplemente algunas
de las formas de defraudar la voluntad popular y hacer de las
elecciones una burda farsa.
Llegamos al nuevo milenio y con él nuevas
tecnologías, por ejemplo, el uso carnés de
identificación, a prueba de falsificación, en
teoría
y los padrones computarizados, extraíbles por medio de
redes
informáticas, que hacían "difícil" su
alteración con propósitos fraudulentos.
Sin embargo, el oficialismo, anfitrión
según ellos, del sistema electoral
y de todo el sistema de gobierno, por
cierto, dueños del sistema público y privado de
hacer economía, tomaron las medidas necesarias
para no perder las elecciones más importantes de la
historia, pues de ellas dependía y depende el seguimiento
de las políticas
de privatización, quedando pendientes las
instituciones
más significativas en cuanto a lucro y que en manos
públicas representan "lucro cesante"/ para la
imaginación mercantilista de nuestros capitalistas
gobernantes. Muchos empresarios que se encuentran en el Gobierno
sienten que un paciente en un Hospital Público es una
pérdida porque es una ganancia que no perciben, lo mismo
un alumno en una escuela del
gobierno, pues ven todo desde la óptica
del mercantilismo,
que en economía o es ganancia o es pérdida, sin
existir el bienestar social en esa filosofía. Olvidan que el Estado
maneja la cosa pública, es decir, los bienes del
pueblo y que el pueblo necesita utilizar sus propios recursos para
mantener la seguridad y el
bien común de los que habla la Constitución de la
República.
Con todo, el oficialismo, haciendo un valúo de
sus armas,
logró ver con claridad la forma de obtener un triunfo
enorme en las elecciones y se trataba de una nueva forma de hacer
fraude
¡Utilizar la libertad misma
del individuo! Y
que cada votante fuera quien diera el triunfo electoral a sus
intereses aún y cuando esos votantes estuvieron
convencidos que necesitaban un cambio.
Se dice que la economía salvadoreña es
sostenida por las remesas (dólares) provenientes de
Estados
Unidos. El oficialismo levantó una campaña
millonaria donde "amenazaron" a los votantes que recibían
dinero en esa
calidad, que
de votar por la izquierda, en virtud de los lazos de amistad
existentes entre la derecha salvadoreña y "la casa blanca"
cortarían esas remesas, no sólo eso, sino que
harían que sus amigos "norteamericanos" hicieran una
deportación masiva de salvadoreños, lo que
traería un caos total. Que habría un caos, una
debacle y en total desastre, pues ellos al poseer los más
grandes capitales productivos, los emplearían en contra de
El Salvador,
de resultar vencidos, además de utilizar sus
vínculos de amistad con el Presidente de Estados Unidos de
Norteamérica.
Resultado lógico: Los ciudadanos que tienen
parientes de Estados Unidos y que viven de las remesas
(dólares de EE UU) no tenían elección; se
les hizo creer que no la tenían, pues se trataba de seguir
igual, con las remesas y con un sistema de vida que cada vez es
más caro y por otro lado, quedarse sin nada (sin remesas y
sin trabajo)
Quedaba pendiente otro sector de votantes, los que no
reciben remesas y que trabajan en la empresa
privada salvadoreña (en bancos, en
centros comerciales, etc.) ellos viven de su trabajo, hasta
cierto punto no les afecta en nada que terminen las remesas, pero
la cosa era mucho más fácil con ellos para el
oficialismo, pues trabajan directamente para el grupo que
conforma el gran bloque derechista. De hecho, con ellos hubo
trato directo ¡Si vota por la izquierda, pierde su trabajo
en esta empresa!
¡Si gana el FMLN, nuestra empresa se va de éste
país y usted se queda sin trabajo! La cosa no podía
solucionarse con la secreticidad del voto y con decir al empresario
"arenero" <<si vote por arena>> y en realidad no
haberlo hecho, pues quedaba la incertidumbre para el trabajador
que con su voto podría ganar efectivamente la izquierda y
quedar de todas maneras sin trabajo.
La otra fase del engaño, la delincuencia;
para cualquiera es fácil entender que hay ladrones y
pandilleros que ponen en peligro la vida de los ciudadanos y que
es necesario dar solución a dicho problema
¿Cuál es la solución? Es mucho más
sencilla ¡La cárcel! ¡Cualquier analfabeta
podría ser Ministro de Justicia o
hasta Presidente de la República! Siendo tan fácil
resolver problemas tan
hondos de la sociedad. Eso
es la mano dura y la mano súper dura.
¿Dónde quedó la voluntad de los
salvadoreños? ¡Claro! Supeditada al valor de los
grandes capitales.
Este estudio pretende hacer una valoración de la
situación salvadoreña a partir de las elecciones
presidenciales del 21 de marzo del año dos mil cuatro. El
porqué marcó el
principio de la imposibilidad de ganar las elecciones para
partidos que se oponen a los que tienen lo que se necesita para
ser el GRAN REY en cualquier país del tercer mundo "EL
GRAN CAPITAL"
Utilizaron, como ya dije, la libertad misma de los
votantes, pero la libertad de salir de su casa y dirigirse a las
urnas, no así la libertad de decidir, pues esa se vio
obstaculizada por las amenazas que se vertieron a lo largo de
proceso
electoral. La persona fue libre
al pararse frente a la papeleta de votación, pero no lo
fue cuando marcó la bandera que en definitiva marcó
el seguimiento del neoliberalismo. Solamente fue un breve momento en
que el individuo vio su libertad secuestrada, aquél en el
cual con su mano trazo las líneas diagonales contrapuestas
en la bandera de la institución política que
tenía como a sus aliados a quienes lo habían
amedrentado, a partir de ese momento todo fue igual, el futuro de
El Salvador ya no dependía del ciudadano, sino de los
neoliberales en el poder.
1 Comentarios
acerca de las elecciones del año 2004
El 21 de marzo de ese año se celebraron las
elecciones que más entusiasmo han despertado en un proceso
eleccionario, tanto en los salvadoreños, como en la
comunidad
internacional. Esto debido a que se había abierto la
posibilidad de un cambio radical en la forma de
gobierno.
Ante una actitud
abierta y cínicamente corrupta de parte del gobierno, la
izquierda propuso acabar con la corrupción; la derecha por su parte,
atenida a la tolerancia civil
hacia la corrupción, por considerarse algo natural
en países del tercer mundo, dio un tratamiento de
aceptación a algunos casos de malversación de
fondos públicos, tal como el caso de ANDA, entre otros y
en la coyuntura electoral iniciaron acciones
legales tendientes a perseguir penalmente a los responsables.
Ante ese panorama, quedo a tras luz la responsabilidad de otros funcionarios como el
Presidente de la República.
En el clima de la
campaña partidaria ese tema no podía quedar oculto
y salio a relucir. Por un lado la derecha se mostró
orgullosa de su estructura de
corrupción intentando redimirla con un despliegue
publicitario que incluía "lavarse las manos"
individualmente de los actos de los demás, dando a
entender a la población que la derecha no es una sola
estructura sino un grupo de individuos que actúan
separadamente, sin que los demás conozcan sus acciones,
sean lícitas o ilícitas. La izquierda, por su lado,
desconociendo la experiencia de gobernar, desde la perspectiva
del órgano ejecutivo, mostró su situación de
hallarse sin ninguna incriminación de robo a la cosa
pública.
1.1 Equilibrio de
fuerzas
Inicialmente las dos fuerzas principales partían
de su cúmulo de votantes, llamado "voto duro"; sin embargo
el voto duro de uno y otro, aún juntos no constituyen un
porcentaje tan significativo para definir la situación
electoral. Existían grupos que
sí constituyen mayoría para significar una victoria
para alguno, en la famosa "primera vuelta", tal es el caso de las
diferentes denominaciones protestantes cristianas, que en su
mayoría fueron atemorizadas ante la falacia difundida por
los sectores de derecha, que la izquierda, siendo ortodoxa,
eliminaría las diferentes iglesias e incluso que
destruiría la Biblia y que no permitiría la
practica de cultos religiosos de ninguna naturaleza.
Cosa que es totalmente falsa.
Ciertamente los sectores de derecha elaboraron un
programa de
gobierno para la izquierda, en el cual según los
diferentes grupos del bloque derechista/ se
describía como sería un gobierno
izquierdista.
Con todo, la izquierda tenía la ventaja
política de señalar las deficiencias del gobierno
en el manejo de la cosa pública y su incapacidad de
desarrollar una política efectiva de seguridad
social. Todos se quejaban de la pésima
situación económica, de los excesivos aumentos de
los impuestos, del
bajo nivel de empleo y los
precarios salarios que
perciben la mayoría de los salvadoreños que
trabajan y de la gran necesidad de fuertes grupos de emigrar a
Estados Unidos de Norteamérica para poder tener una vida
digna para sí y para sus respectivos grupos
familiares.
La izquierda ofreció desarrollar políticas
de seguridad social; la derecha las calificó de "comunismo" y
antepuso políticas de seguridad policial, con el proyecto "mano
dura" y "mano súper dura", de Francisco Flores y Tony
Saca, respectivamente. La izquierda propuso generación de
empleos y salarios dignos; la derecha dijo que tal cosa no era
posible y que era populismo; que lo
efectivo era que los salvadoreños siguieran emigrando en
forma ilegal a Estados Unidos para aumentar las "remesas
redentoras" de las políticas areneras, de hecho el partido
ARENA, por medio de su candidato a la presidencia para el periodo
2004-2009 aseguró que incrementaría el flujo de
remesas, lógicamente aumentando el caudal de
salvadoreños en el extranjero, que no puede ser de otra
forma que vía México,
vía Río Bravo, vía desierto, en una palabra,
vía la ruta ilegal que coloca en riesgo de
muerte a
quienes la toman.
Y entra en juego una
doble moralidad de
la derecha, por un lado levanta una fuerte campaña
antiemigrante que llamaba a evitar la travesía por los
riesgos que
implicaba y de prohibir el tráfico ilegal de personas;
satanizando de la noche a la mañana el negocio del "coyote
o poyero/" y por otro, en campaña
política propone incrementar y favorecer el viaje al
país de las maravillas terrenales para efecto de conseguir
más remesas y sostener la economía nacional; claro,
la dolarización así lo
exige.
Y no solamente eso, difunden una programa "fariseo" en
el cual, suponiendo que la izquierda ganara las elecciones, se
terminarían las remesas familiares de Estados
Unidos.
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