Pocos pensadores han logrado mantener su vigencia con
los temas que han sabido tocar en su época. Uno de ellos
es justamente Ezequiel Martínez Estrada, célebre
escritor argentino que nació a fines del siglo XIX que
murió en 1965, quien supo mediante sus libros plasmar
la esencia de las cosas, por no decir la verdad, si es que
realmente la verdad existe. Supo exponer las ideas que en
esencia, y según él, configuraron a la misma
nación
argentina. Ciertamente Ezequiel Martínez Estrada, a pesar
de su manifiesto pesimismo, ha comenzado a ser revalorizado no
obstante, entre los intelectuales
del país y del extranjero. Verazmente lo hizo al punto de
que, ya bien entrados en el nuevo siglo, este escritor, poeta y
pensador, sigue manteniendo su vigencia. Nació el 14 de
septiembre de l895 en San José de la Esquina, un pueblo de
la provincia de Santa Fe, Argentina. Siendo niño su
familia se
trasladó a Goyena, pueblo ubicado al sur de la provincia
de Buenos Aires,
donde su padre abre un almacén de
ramos generales.
Tuvo dos hermanos, Carlos y Emilio, siendo él el
mayor de los tres, esos paisajes que vio en su infancia le
hicieron recordar "acontecimientos prodigiosos". Será en
Goyena, precisamente, donde ha de comprar en l937 un campo con
el dinero que
recibe en uno de sus premios de literatura.
Hacia l907, año en que sus padres se separan,
Martínez Estrada viaja a Buenos Aires, donde vive son su
tía Elisa y estudia en el Colegio Avellanda. Pareciera que
debido a la precaria situación económica de
la familia,
Martínez Estrada se ve obligado a abandonar sus estudios y
empezar a trabajar. En l914 lo encontramos trabajando en el
Correo Central de Buenos Aires, donde permanecerá hasta
que se jubile en l946.
Entre l917 y 1919 Martínez Estrada inició
su carrera como poeta. Entre l918 y 1929 publica seis
volúmenes de poesía,
en los que evidentemente fue influenciado por Edgar Allan Poe y
particularmente de Leopoldo Lugones.
Pero: ¿Qué es lo que hace que Ezequiel
Martínez Estrada siga llamando nuestra atención? A prima facie la respuesta
requerida suele ser compleja, pero a modo de resumen, podemos
argumentar que justamente su gran conocimiento
esencial es el que hace que podamos seguir leyendo sus libros
como si aun se tratara de una noticia. "Las situaciones
cambiantes no alteran la estructura
esencial que creo haber fijado en el diagrama,
susceptible, es claro, de progresivas rectificaciones. De ese
diagrama puede deducirse una función,
entre máximas y mínimas, como del de una
máquina su trabajo
natural, tomadas en cuenta también, las perturbaciones
mecánicas de un orden previsible". Confesó en
alguna entrevista.
A pesar de los cambios se pueden aducir basamentos para
nada formales, pero que sin embargo, saben persistir ya que
conforman una identidad bien
marcada pero no del todo consabida. Es probablemente el
día a día a lo que Martínez Estrada hace
alusión al mencionar una estructura esencial, por siempre
inalterable, ya que a lo que menos se suele prestar
atención o al menos a percibir, es a la cotidianeidad y lo
que en esencia siempre está lo que a Martínez
Estrada más le interesa. Las perturbaciones
mecánicas de un orden previsible, son las que emergen de
modo espontáneo y por lo tanto es solicitan prontas (y
también espontáneas) soluciones,
por lo que así podemos ver, lo esencial, el cual queda por
siempre intacto.
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