Un estudio crítico-reflexivo de la
democracia
representativa concibiéndola desde la postura
anarquista.
El Problema:
¿Es realmente la Democracia Representativa un
sistema que
rescata y proyecta los valores de
libertad,
autonomía y participación del sujeto en su realidad
político-social?
La Tesis:
El sistema democrático-representativo puede ser
concebido como un mecanismo de persuasión y
supresión social que a la vez puede actuar como aparato
coartador de libertad y participación ciudadana, a raíz de
que se enfoca a nutrir y reforzar más al Estado que al
mismo pueblo.
Desarrollo:
La Democracia Representativa como mecanismo de
persuasión social y supresión del
sujeto:
Cuando nos acercamos a la democracia, en este caso la
representativa, estamos acostumbrados desde un primer momento a
imaginarnos palabras como libertad, participación,
poder para el
pueblo y felicidad. Resulta extraño el pensar a la
democracia como un aparato intencionalmente corrupto y de
manipulación política que guarda
tras su espalda una de las más viciadas formas de
dominación conocidas por el hombre. Es
aberrante para el ciudadano común el tratar de desmontar
un sistema que él mismo considera "perfecto" y como la
"cura" a todos los vicios sociales, porque se ve plasmada en ella
misma la voz de todos.
En principio el invento de la democracia nace de una
necesidad militar, y no de una postura filantrópica y
benevolente que espera la felicidad y la participación política de todos los
ciudadanos. La democracia representativa nace por la necesidad de
Estado de contar con un gran número de personas
cohesionadas, adoctrinadas y disciplinadas para su defensa.
Así, se realizaría un intercambio en donde el
pueblo lucharía en defensa del territorio a cambio de
participación política. Esto fue lo que hizo surgir
la democracia en la polis griega antes del siglo V a.C., la
necesidad de más soldados, pues los aristócratas,
aún con su inmenso poder, no se daban abasto para la
defensa. Fue en el campo de batalla, donde los campesinos y
demás ciudadanos libres, pero desposeídos, ganaron
su derecho a la participación política, demostrando
su fuerza, y lo
vital de su rol, para la polis. Fue entonces cuando
aristócratas astutos se pasaron al "bando popular" para
contar con el apoyo de una gran muchedumbre y destruir a sus
competidores de la misma clase.
¿No era el ateniense Pericles, gran defensor de la
democracia, miembro de una de las familias más nobles de
Atenas?, ¿no era acaso Bolívar
hijo de una familia mantuana
esclavista?… por lo general, el pueblo es liderado en sus
luchas libertarias por miembros de la clase dominante que ven en
la lucha de clases, la oportunidad perfecta para perpetuarse en
el poder acaudillando a los desfavorecidos.
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