Aproximación a las formas ideológicas del Estado en los gobiernos menemista y kirchnerista
- Algunos elementos
conceptuales para entender al Estado y sus funciones
ideológicas - Las manifestaciones
ideológicas durante los gobiernos de Menem y
Kirchner - Algunas
consideraciones finales - Bibliografía
1-
Introducción
El presente trabajo
analiza las modalidades ideológicas de
interpelación que desde el Estado
propusieron los gobiernos de Menem y el actual
gobierno de
Kirchner. Nuestro objetivo es
comprender cómo los diferentes gobiernos se valen de las
instancias mediadoras del Estado para
legitimarse y relegitimarse en el poder.
Asimismo, nos proponemos profundizar la
comprensión de la definición y las funciones del
Estado. Tomaremos como referentes para el análisis los gobiernos de Menem y el del
actual presidente Néstor Kirchner.
En primer lugar, expondremos el marco
teórico que utilizamos con el propósito de
justificar nuestras reflexiones. A continuación,
aplicaremos los principales conceptos, delineados en la parte
teórica, a las prácticas de los gobiernos de Menem
y Kirchner.
Por último, estableceremos algunos puntos finales
que nos permitan comprender más la naturaleza del
Estado.
2-Algunos elementos conceptuales para entender
al Estado y sus funciones
ideológicas.
La ideología funciona como discursos que
interpelan a los seres humanos, en cuanto sujetos. Es posible
comprender las ideologías como procesos
sociales en curso, en este sentido no es posible reducir las
ideologías a simples posesiones. En consecuencia, la
formación ideológica de subjetividades es un
proceso
social. Es pertinente subrayar que las interpelaciones
ideológicas constituyen nuestras identidades Mantener un
orden discursivo implica producir y reproducir afirmaciones y
sanciones discursivas. Desde el Estado, los diferentes gobiernos
interpelan a las personas a través de afirmaciones de
principios y
sanciones.
El Estado aparece en su doble faz: como aspecto de las
relaciones sociales y como hecho social objetivo cristalizando en
un conjunto de instituciones.
Destacamos que privilegiamos esta definición del estado
para poder analizar más fielmente los procesos
ideológicos. Sin embargo, dejamos en claro que
consideramos que el Estado goza de niveles de autonomía
importantes.
Para los diferentes gobiernos resulta fundamental
presentar al Estado como el tercero neutral que garantiza el
interés
general. El estado como mediador pone límites a
las consecuencias socialmente disruptivas que provienen de la
asimetría en relación a la posesión de los
medios de
producción de la vida. Por consiguiente,
interviene con políticas
públicas para orientar ciertos procesos sociales. Se trata
de un Estado que interviene para evitar las crisis y poder
continuar legitimándose.
El Estado como tercero neutral legitima la
escisión entre los ámbitos de la economía y la política. Asimismo,
recurre frecuentemente a instancias de mediación con el
propósito de, una vez separado de los ámbitos,
social y económicos, tratar de articular la
relación entre estos, de manera que una vez que el estado
aparece como ese tercero neutral, vuelve a tener la necesidad de
relegitimarse. Según Guillermo O Donell se desenvuelven
tres pautas de mediación a través de la
invocación a la "ciudadanía", "la nación", "el pueblo".
Por otra parte, el Estado adquiere sus atributos
reapropiándose de funciones de la sociedad civil,
de modo que se manifiesta un corrimiento continuo de las
fronteras entre lo público y lo privado. Los discursos y
las políticas públicas ayudan a entender las
funciones ideológicas que se emprenden a través del
Estado. No obstante, el análisis del Estado no merece
reducirse a una concepción instrumental. En cambio, supone
comprender las relaciones entre las diversas fuerzas sociales que
orientan al Estado. Para ello, nos resulta útil recurrir a
los conceptos de hegemonía y dominación.
La hegemonía no supone sólo la
dominación coactiva, sino que incluye la dirección aceptada en algún grado
por los dirigidos. Supone asimismo el momento de mayor
homogeneidad, organización y conciencia de las
fuerzas sociales del bloque dominante. Quienes detentan la
dirección moral e
intelectual de la sociedad
tratan de generalizar hacia todos los sectores sociales la
concepción que tienen acerca del mundo.
3-Las
manifestaciones ideológicas durante los gobiernos de Menem
y Kirchner
Durante los años 90, en
Argentina el gobierno menemista asumió una postura
antiestatista y privatizadora. Se instalaron en la sociedad una
serie de dicotomías, como son mercado versus
sociedad, dirigismo versus libertad,
eficiencias pública versus eficiencia
privada. Para ello se necesito de una previa
deslegitimación de las funciones estatales.
Los procesos privatizadores entrañaron la
retracción del Estado sobre áreas significativas.
Resulto hegemónico el discurso
neoliberal conservador entre las fracciones de la clase
dominante que integraron el bloque en el poder, donde grupos
económicos locales y conglomerados extranjeros lograron
armonizar intereses.
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