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Propuesta de otra realidad – análisis del caso Mérida (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4

 

XVIII. Anomalías
magnéticas de Chen-Ho y Equinoccio Vernal
2006

Es aquí en donde
hablaré de nuestros propios hallazgos. La extraña
energía que ahí está, me refiero a los
niveles de radiación
electromagnética, son un parámetro fundamental
a investigar. Esperábamos observar algún tipo de
comportamiento
en la actividad de la red energética
manifestándose especialmente durante el ingreso del
equinoccio del año 2006. Queríamos encontrar
evidencias de
la expresión física del trinomio
vortones-sacbés-arqueoastronomía.

Pues sucedió amigos míos que se estaba
acercando el día del equinoccio vernal de año 2006,
esto fue, el día 20 de Marzo. Se cumpliría un
año desde el acontecimiento del encuentro con el SINH del
Fracc. del Parque. Los alineamientos arqueoastronómicos se
volverían a presentar en este milenario lugar de Chen-Ho y
las condiciones energéticas vinculadas a esta fecha con
toda seguridad
tendrían que presentarse. Quizás inclusive
volvería a ese lugar el SINH, y la oportunidad de hacer
importantes experimentos,
obtener lecturas y esperar alguna actividad OVNI. Esto
convertía a ese día en toda una grandiosa
oportunidad.

Uso del Geiger-Müller en Chen

Así pues, nos preparamos los miembros del Centro
de Investigación y Experimentación en
Paraciencias, conjugando esfuerzos y proyectos con el
grupo local de
ufólogos, SIRIO MAYAB, dirigido por el profesor
Silvestre Leal, para encarar el reto. El proceso
conllevó el diseño
de experimentos y la elaboración de un protocolo preciso
y adecuado. Ya establecidas las hipótesis de investigación, nos
concentramos para que de manera práctica y concreta
pudiéramos responder a las preguntas de
investigación. Los resultados fueron fascinantes, pues
además no sólo demostraron nuestras ideas, sino que
además se obtuvieron hallazgos increíbles, que nos
llevan a formular nuevas preguntas.

Encontramos amigo lector que las lecturas de
energía de radiación
electromagnética de alta frecuencia se mantenían
estables, continuando los niveles descritos en el capítulo
VI alrededor del poste en dónde se vio al SINH.

Recordemos que la radiación registrada no es
generada por el decaimiento radioactivo o descomposición
atómica de los materiales del
entorno. La presencia de esas energías es derivada
precisamente de la transformación de los campos
vortónicos presentes en fotones de alta energía,
fenómeno que suponemos se presenta como parte de los
destellos Gamma tipo TGFs que registramos con el contador
Geiger-Müller.

Pero además nos encontramos con una serie de
fenómenos muy interesantes y nuevos, uno de ellos fue
experimentar cómo algunas de las baterías de
nuestros equipos sencillamente se agotaban, aún siendo
nuevas y otras recién recargadas, para que luego de volver
a nuestras casas todas esas baterías se recuperarán
solas, como si nunca hubieran estado sin
carga aparente. Esto es algo que ocurrió por que algo en
el ambiente del
lugar provocó algún tipo de polarización en
la carga de los electrolitos de las baterías. Seguramente
los campos de vortones engendran esas reacciones.

También realizamos un tipo de experimentos
especiales. Me refiero a registros de
Transcomunicación Instrumental (TCI), los cuales
consistieron en obtener grabaciones de audio en cintas de
cassette mientras se leían en voz alta una serie de
preguntas tales como « ¿Quién
eres?
»…« ¿Qué
eres?
»…« ¿En dónde
estás?
»…« ¿Cómo
nos percibes?
»… « ¿Qué
deseas?
»…Así, permitiendo un intervalo de
tiempo entre
una pregunta y la siguiente, se ofrece la oportunidad de que
cualquier SINH logre provocar algún tipo de registro sonoro,
aunque por medios no
claros para nosotros. Este tipo de experimento se deriva de la
práctica de métodos
propuestos por la Paraufología, fusión
que resulta de unir la Parapsicología y la
Ovniología, propuesta del investigador español J.
J. Benítez. La intención es obtener registros
psicofónicos, sonidos que no se deriven de fuentes
acústicas definibles. La base de este concepto es el
que los SINHs son capaces de provocar registros de sonidos
coherentes, estructurados con algún tipo de lenguaje
inherente y comprensible por los escuchas humanos. El valor de los
resultados obtenidos de estos experimentos de TCI sólo se
puede remitir aquí al de pruebas
testimoniales, en virtud a que simplemente no se logró
grabar en la cinta nada. Y nada en forma literal pues
ocurrió que aún cuando la grabadora de sonidos
presentaba un aparente correcto funcionamiento, al revisar al
final la grabación nos percatamos con sorpresa que
sólo los primeros minutos de la cinta contenían los
sonidos claros de nuestras voces, para
luego disminuir la velocidad de
registro, hasta no presentar ni un solo sonido. Es como
si de alguna manera también las baterías
presentaran una disminución de su carga, para luego
recuperarla. Pues ocurrió que nosotros estuvimos creyendo
que en verdad se encontraba corriendo un registro sonoro, y sobre
esa creencia realizamos los experimentos, y en uno de ellos
–valga sólo nuestro testimonio para probar esto-
escuchamos claramente como emergió un extraño y
desagradable sonido, similar curiosamente al que se escucha
cuando una persona vomita
violentamente. Este sonido desafortunadamente no se
registró, pero lo atestiguamos directamente un
número de 8 personas que justo ahí estábamos
y que lo escuchamos. Claro que indagamos cualquier justificable
fuente en las inmediaciones, pero nada encontramos. Esto
ocurrió en el punto IV (vea diagrama 2), a
59 metros dirección norte del punto de avistamiento
del SINH. A más de un lector este experimento y el
comentario del resultado obtenido le resultará absurdo,
tanto nuestro interés en
aplicar este tipo de método
investigativo -buscar psicofonías-, como el rendir el
resultado de esa experiencia en concreto. Pero
ante eso si diré que al estar nosotros ante un hecho
extraño –el avistamiento del SINH-, tenemos que
valernos de todas las herramientas
de investigación, ya sean incluso hipótesis y
métodos inusuales. Bien, queda asentado ese hecho, el cual
tratamos de sumar más adelante a todos los demás.
Continuemos.

Llegamos al punto de presentar el más importante
de los descubrimientos realizados en el lugar, primero
aportaré pare ello sus antecedentes. Fue durante el mes de
Febrero de 2006, que ampliando más cuidadosamente nuestras
pesquisas al emplazamiento de Chen-Ho, descubrimos casi por
casualidad –situación que cómo casualidad en
sí no existe, sino como otra de las causalidades- unas
extrañas y muy reveladoras lecturas sobre la más
alta de las pirámides. En el punto II (vea diagrama 2),
sobre la plataforma en la cúspide de la pirámide me
encontraba una noche, tomando lecturas de la energía. El
Geiger-Müller arrojaba resultados que indicaban una
radiación ambiental de lo más normal, esto es, en
realidad minimas cantidades. Proseguí con el protocolo,
utilizando después un instrumento que permite detectar
campos de energía
eléctrica, ondas de radio, microondas y
también campos magnéticos. El parque en el que se
encuentran las ruinas estaba rodeado en esos momentos por la
calidez de la incipiente noche, mientras que se podían
observar parejas de enamorados sentados en las bancas –e
incluso en algunas de las pirámides-, niños
con bicicletas paseando y gente haciendo ejercicio, trotando y
andando. Al colocar el control del
aparato en la posición para detectar campos de
energía magnética, dirigí el sensor hacia el
suelo, luego
giré sobre mí, tomando los resultados, los cuales
me indicaban que la energía era normal, dentro de lo
esperable en un lugar al aire libre y a 75
metros del cableado eléctrico de media tensión
más cercano; leía pues apenas si 0.7 miliGauss.
Esto en verdad es muy poco y en realidad era lo esperado. Fue
ahí cuando sin ninguna razón en concreto
levanté el sensor. Lo puse a la altura de mis ojos y
noté un ligero incremento, 1.7 miliGauss indicaba el
aparato. Esto si me extrañó y levanté
más el aparato, ahora algo más arriba de mi cabeza.
Subió la lectura a 4
miliGauss, y estirando el brazo para elevar lo más posible
el sensor, e incluso poniéndome de puntillas, logré
situar el dispositivo a 2.4 metros sobre la plataforma,
aún sin contar en esos momentos con algún tipo de
apoyo o escalera portátil para elevarme más. Fue de
esa manera que descubrí, con un enorme sobresalto que
ahí sobre mi cabeza estaba otra anomalía, ahora de
naturaleza
magnética. El sensor me indicaba que por alguna
razón desconocida una cantidad elevada de magnetismo estaba
situado a modo de domo o cúpula sobre la pirámide.
La intensidad del campo fascinantemente oscilaba entre los 14 y
los 40 miliGauss. Para ofrecer un parámetro que permita
interpretar estos niveles, primero debe de enterarse usted que un
horno de microondas casero emite, al funcionar, una notable
cantidad de energía electromagnética, constituida
por campos eléctricos, campos magnéticos y
obviamente microondas. Ahora imagínese que nos acercamos
al horno de microondas a una distancia de 65 cms mientras lo
mantenemos encendido a plena potencia. Pues
solamente el campo
magnético que a esa distancia detectaríamos es
de igual potencia al detectado sobre la pirámide a 2.4
metros de su parte más alta, es decir, a 5.6 metros sobre
el suelo. Por otro lado, la presencia de campos eléctricos
y de microondas es prácticamente nula. Vea el diagrama 3.
He ahí una linda anomalía
magnética.

Lectura del magnetismo en Chen

Pues esta extrañeza se
mantiene a lo largo del tiempo, teniendo un comportamiento de
índole tal, que encontramos cómo a lo largo de las
horas diurnas se incrementa su potencia, más no su
tamaño el cual se sostiene igual. Durante las noches es
evidente como tiene un decremento, no muy importante, pero
aún así presente, de un 15%. Esta anomalía
posee además una oscilación inherente, es decir,
pulsa. Para que sea aún más fácil visualizar
esa situación, imagine una especie de membrana ondulante
de unos tres metros de diámetro flotando sobre la
pirámide, constituida por un invisible campo de fuerza
magnética que sube y baja su potencia, desde un
mínimo de 14 m Gauss hasta un máximo de 40
mGauss.

Pero la sorpresa no remitió a eso. Llegado el
amanecer del día 20 de Marzo de 2006,
monitoreábamos los niveles de energía sobre esta
pirámide y confirmábamos los alineamientos
arqueoastronómicos que hemos referido, los cuales fueron
descubiertos por el antropólogo Indalecio Cardeña
Vázquez del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Al ser este un
lugar público, la gente se acercaba con interés y
curiosidad a observar nuestras actividades. Aportaban sus
comentarios, platicaban entre sí, e inclusive en un
momento dado se incorporó al cada vez mayor número
de personas un pequeño grupo de mujeres vestidas de
blanco, conducidas por un joven sencillo –muy alto para el
promedio- que exudaba un cierto aire de chamán. Las
dirigió a la plataforma superior de la pirámide, y
con sus seguidoras formaron un pequeño círculo.
Ahí, sin interferir con nuestros aparatos se dispusieron a
recibir las fuerzas cósmicas del equinoccio,
práctica aparentemente de tipo mágico-religiosa,
que en más allá de lo que se conciba, tiene un
fundamento muy cierto, plenamente común en México y
realizada incluso en forma multitudinaria por personas que acuden
a los centros arqueológicos del país. Medió
para eso el que realizaran un pequeño ritual con el cual
pedían permiso a esas fuerzas vivas; mientras, nosotros
continuábamos con nuestras observaciones. Se acercaba la
hora de entrada astronómica del equinoccio, las 12:26 del
mediodía y estábamos registrando con frenesí
los datos.
Simultáneamente –pues era inevitable- les
compartíamos a la concurrencia parte de los hallazgos,
mostrándoles los increíbles niveles de
energía del lugar. Fue así que al llegar a la hora
esperada, mientras unos tomaban energía y otros la
medíamos, me percaté, de nuevo por mero accidente,
que al pasar mi mano izquierda por enfrente del
magnetómetro al cual sostenía a la altura de mi
pecho, vi como la aguja del sensor saltaba impetuosamente.
Volví a pasar la mano, encontrando –otra vez con
sorpresa- ¡Que en efecto el aparato detectaba la presencia
de un campo magnético emanando de mi mano! Esto me
sobresaltó, de manera que dirigí el dispositivo
hacia mi cuerpo, luego al de los que me rodeaban, encontrando en
ellos y en mi similar cantidad de magnetismo. Los niveles de
magnetismo no se pueden equiparar a los de un fuerte imán,
pero si a los emitidos por cualquier aparato eléctrico
doméstico de buen tamaño. Por alguna razón,
que trataremos de aclarar más adelante, el lugar tiene un
campo de fuerzas vortónicas por sobre encima y a los lados
de las pirámides a modo de un domo o especie de
cúpula, el cual bajo ciertas condiciones se comparte a las
personas que se encuentren en la plataforma superior de aquellas.
Este fuerte influjo de energías vortónicas induce
una reacción muy interesante y exótica en las
personas, al grado de provocar que cada uno de los ahí
presentes comenzáramos a emitir campos
magnéticos.

Ninguna persona del mundo anda por ahí emitiendo
campos de naturaleza magnética con una intensidad de hasta
80 miliGauss, pues nuestro propio campo magnético natural
es de unas ¡mil millones de veces menos intenso! Es como si
de pronto algún increíble cambio a
niveles subatómicos se realizara en nuestros cuerpos.
Estos son fenómenos nada despreciables y por sí
mismos capaces de confirmar directamente por sí mismos
muchas de las teorías
y modelos
aquí presentados. El lugar está ahí, el
fenómeno es constante, mensurable. Este es un hallazgo
simplemente fascinante y como lo dije antes, de una importancia
enorme. Es una expresión física directa de las
enormes cargas de energía que los organismos vivientes
podemos obtener bajo cierto tipo de condiciones. Así, ya
sean orgones, vortones o gravimagnetones, estas partículas
y sus campos de fuerza asociados están a
disposición de quien sea.

Vemos más en claro, a estas alturas de la
lectura de
este trabajo que la
cadena de sucesos que se han propiciado por la mera
aparición del SINH ante los muchachos, es larga, compleja
y reveladora. Hemos llegado lejos gracias a la grandiosa llamada
que hizo sobre nuestra atención este extraño ser que se
dejó videograbar. Gracias te doy, SINH, estés en
donde estés.

XIX. La
Generación de Portales
Transdimensionales

Volviendo al SINH del
Caso Mérida. Respecto a este ser no humano, nos queda muy
claro que aprovechó las condiciones cuánticas
generadas en Chen-Ho tal y como ya lo describimos. El SINH se
hizo prácticamente visible ante los jóvenes. La
sencillez del proceso, simplemente apareciendo, es distante a las
formas hollywoodenses que estamos acostumbrados a ver en las
películas de ciencia-ficción. En estas producciones
cinematográficas la aparición súbita de
algún ser extraterrestre que se materializa en la escena,
y que lo hace por medio de algún método
tecnológico ultra avanzado, lo hace, en esas
representaciones del cine, formando
vórtices, distorsiones de la visual, luces, chispazos,
cortinas de humo o cualquier cosa espectacular engendrada por los
genios de los efectos especiales. Pero el SINH de este caso no
generó fenomenales efectos, simplemente y sin fanfarrias
apareció. Claro que no es excluyente en la fenomenología OVNI la manifestación
de extraños y fantásticos fenómenos visuales
y sonoros cuando alguien observa un Objeto Volador No
Identificado. Pero en la explícita sencillez del encuentro
con el SINH de nuestro análisis, nos hace pensar que a ese ser le
resultó de una manera muy sencilla lograr su
aparición.

Un seguro fundamento
de su tecnología debe de ser la
manipulación de los campos de orgones o vortones,
llámese como quiera a estas partículas equivalentes
(digámosle a estas fuerzas simplemente orgones). La
facilidad para encontrar campos de energía orgónica
en todos lados nos lleva directo a la reflexión de que por
alguna razón –la que sea- o bien, no hemos
aún aprendido a utilizar los orgones así como
utilizamos el fuego, o la electricidad, o
la energía
nuclear, o hemos des-aprendido el modo de usarlos. La
causa no importa ahora, importa adquirir la valiente
decisión de utilizar con pleno entendimiento estas
poderosas fuerzas que nos constituyen, a estos diversos niveles
de dimensionalidad que nos integran. Valentía para dar el
paso intelectual con el cual atrevernos a salir de la realidad
perceptual normada y avanzar hacia el siguiente nivel de evolución tecnológica y
cultural.

Quizás si asumimos esta postura, podremos
comenzar a ver más claramente los principios que
fundamentan a esta ciencia, y de tal modo empecemos a obtener los
beneficios que nos esperan en este conocimiento,
que para bien aquí está.

Y algo relevante existe en todo esto. Incansables
investigadores, a lo largo y ancho del mundo han concentrado sus
esfuerzos para desarrollar esta visión que permita
comprender a la naturaleza.

Dos de ellos, cuyas investigaciones
abrieron los una nueva ventana para entender y aplicar los campos
gravitomagnéticos son el Dr. R. Biefield, de la Universidad de
Dennison University y su discípulo el Dr. Townsend Brown,
quienes en 1923 descubrieron un extraño fenómeno.
Se encontraban manipulando un tipo de dispositivo
eléctrico muy sencillo, conocido como capacitor o
condensador. Este tipo de elemento eléctrico es
ampliamente utilizado en infinidad de aparatos modernos. Su
función
radica esencialmente en acumular grandes cantidades de
electricidad, que llegado un momento, es tan elevada que se
libera en un instante. De ahí su nombre. El descubrimiento
realizado se realizó al hacer el siguiente experimento: se
utilizó una báscula de precisión,
constituida por dos platillos en equilibrio. En
uno de los platillos se colocó un condensador, y en el
otro platillo se dispuso un peso igual al del condensador. El
condensador no tenía al principio ninguna carga
eléctrica, o sea, estaba descargado. A continuación
se procedió con cargar el condensador, y se realizó
una observación con el fin de determinar si e
campo
eléctrico presente en el condensador era capaz de
afectar a la fuerza de gravedad que la Tierra
ejercía sobre los platillos de la báscula. La
sorpresa fue enorme cuando la carga eléctrica llegó
a cierto nivel muy alto y en ese momento una fuerza se
manifestó creando un desequilibrio sobre los pesos en los
platillos. Esto es, se descubrió que si se pone la cara
del condensador con carga eléctrica negativa hacia abajo,
se genera una fuerza que es capaz de repeler a la fuerza de
gravedad de la Tierra,
manifestándose desde una fuerza que hace que el platillo
con el condensador se vuelva más ligero, provocando que el
otro platillo con el contrapeso se incline hacia abajo. El efecto
contrario se obtiene al poner la carga positiva del condensador
hacia abajo, propiciando que el platillo con el condensador se
incline hacia abajo, por la razón de que se incrementa la
fuerza de gravedad entre la Tierra y el condensador. Este es un
principio de generación de anti-gravedad. A este
fenómeno se la conoce como efecto Biefeld-Brown. En su
época no se le dio importancia a sus resultados, y esto
solamente por la razón de que no conocían las
razones para que esto ocurriera. Aún cuando la teoría
pentadimensional de la gravedad y del electromagnetismo de Kaluza ya existía,
casi nadie la conocía en esos años. Por un lado
Kaluza formuló los principios teóricos y por otro
Biefeld y Brown encontraban la expresión experimental del
campo gravitomagnético. Brown inclusive trató
desesperadamente lograr que se publicaran sus investigaciones,
pero la ignorancia, madre de todos los males se presentó
como su mayor enemiga. Las revistas especializadas del mundo,
como al igual que sus colegas, se resistían a simplemente
atestiguar por sí mismos este importantísimo
descubrimiento. Aún así Brown continuó con
los estudios de esta fuerza, y hasta inclusive desarrolló
conceptos para fabricar aparatos voladores capaces de ir de un
lugar a otro por medio de esta fuerza, a la que no llamó
anti-gravedad, sino a la que prefirió nombrar como
electrogravedad. Algo sorprendente hizo a su vez Brown, y
fue que en sus diseños se anticipó a algo muy
común en nuestros días. Él consideró
que a los aparatos voladores impulsados por esta fuerza,
tenían que dárseles una forma discoidal, que es la
misma que se observa en la mayoría de los OVNIS. En
aquellos años el concepto de platillo volador
aún no existía, por que si bien se han observado
OVNIS desde la más remota antigüedad, se comenzaron a
reportar oficialmente hasta la década de los
1940´s.

Brown también extendió sus indagaciones a
otros ámbitos. Aplicó este tipo de fuerza a seres
vivos, como plantas y
pequeños animales,
encontrándose con fascinantes resultados. Se
percató de que todos los seres irradiados por el campo
gravitomagnético positivo crecían más
fuertes y sano, con una prole mayor y dotados de mejores recursos para la
supervivencia. Brown se anticipó a los hallazgos de Rich,
pero Brown no obtuvo el reconocimiento necesario.

El manejo de esta fuerza, en primera instancia, es lo
que nos permitirá el abrir y manejar portales
transdimensionales, pues recordemos que la fuerza
gravitomagnética implica el uso de un nivel dimensional
más que el de nuestro mundo. Es el uso de una fuerza que
pertenece al aún desconocido hiperespacio, y que no nos
debe de resultar difícil entender y aplicar.

XX. Un Modelo de
Materia Oscura
y la Extraña Energía en Chen-Ho

Todo lo anterior comenzaremos ahora a vincularlo con un
nivel más claro de entendimiento.

En las primeras declaraciones que realizamos ante la
prensa, en
Noviembre de 2005 respecto al la naturaleza de lo descubierto en
el Fraccionamiento del Parque, en Mérida, es que ese tipo
de energía observada correspondía con seguridad a
lo que se conoce como Materia Obscura. Esta aseveración
causó en su momento confusión y hasta inclusive
incomodidad en algunos que no se permitieron valorar la información que publiqué ante la
prensa y los demás medios. Ahora explicaré,
más profundamente el porque dijimos que eso que
está allá es materia obscura. Bueno, en realidad es
otro de los nombres con el que se le puede llamar, pues ya se le
refirió con otras designaciones, siendo en verdad en todos
esos casos la misma cosa. Pues retornando al punto, ya es un
consenso general en la física el hecho de que es necesario
postular algo diferente a la materia común que conocemos,
que logre este tipo de materia formar la estructura
plena del universo. Pero la
hipótesis de la existencia de la materia oscura no es un
algo nacido de la moderna astrofísica, como muchos creen,
pues más bien es una gran idea con 73 de edad. La
teoría fue sobre la existencia del la materia oscura fue
planteada por primera vez por el astrofísico suizo Fritz
Zwicky, en 1933. Desde ese entonces ha permanecido, cuestionada y
todo, pero necesaria para explicar muchas cosas raras. Lo primero
que quisiéramos platicar aquí es sobre las
evidencias observacionales que los científicos tienen
sobre este tipo de materia extraña. Primero Zwicky
observó anomalías en cúmulos de galaxias
(grandes conglomerados de galaxias, muy lejos de aquí),
pero se le prestó poca atención a él. Con el
tiempo se continuaron las observaciones y se determinó que
en esas galaxias algo estaba formando parte de la masa total de
esos objetos, pero que esa materia estaba presente pero de alguna
forma invisible, oculta.

En astronomía se denomina materia oscura a
partículas hipotéticas de materia que se presume no
pueden ser detectadas por la radiación que emiten. La
materia oscura no es visible en ninguna parte del espectro
electromagnético con los medios técnicos actuales
pero su existencia puede inferirse a partir de los efectos
gravitacionales que causa en materia visible como estrellas o
galaxias.

Estimaciones basadas en los efectos gravitacionales de
la cantidad de materia presente en el Universo
sugieren, consistentemente, que hay mucha más materia de
la que es posible observar directamente. Además, la
existencia de materia oscura resolvería varias
inconsistencias en la teoría del Big Bang. Se
cree que la mayoría de la masa del Universo existe en esta
forma. Entiéndase que se está considerando a partir
de esos estudios que la gran mayoría de la materia es lo
que aquí llamamos materia obscura y esta, a la que
llamamos materia común, es más bien una
proporción pequeña de toda la que constituye al
Cosmos. Nosotros decimos que aquello que conocemos esta hecho de
materia "normal", y que la otra, la oscura, es simplemente
"exótica". Exótico significa raro, poco
común. Pero es en realidad que nuestra materia, la que
sabemos directamente que nos constituye a nosotros, a la Tierra,
al Sol, es más bien la materia "rara", la poco
común.

Así es, estamos tan habituados a nuestro propio
tipo de materia conocida, que hemos creído que todo en el
Universo iba a estar hecho de lo mismo que nosotros, pero con
sorpresa descubrimos además otro ingrediente importante en
las cosas. Antes se creía que las galaxias tenían
cierto peso promedio, integrado ese peso por los gases, las
estrellas, el polvo interestelar, la radiación
electromagnética y todos los demás cuerpos
astronómicos en ellas. Pero recalculando las proporciones
de los pesos totales, resulta que el peso conjunto de estos
constituyentes solamente es la novena parte del peso verdadero
total. Es decir, nuestra materia, la que es estudiada por la
Química y
la Física, la que nos dijeron que era lo único de
lo que estaba fabricado el Universo, es una fracción
pequeña de lo que en su totalidad es toda la
materia del Cosmos. No es que tengamos que imaginarnos por
ahí extraños átomos hechos de cosas
misteriosas, más bien la materia oscura es un
constituyente básico formado por algo que siempre a estado
ahí, que nos constituye en gran proporción
inclusive, pero de lo cual, por algo, no nos hemos enterado tan
siquiera un poco. Pero esa ignorancia comienza a
terminar.

Actualmente, mediante la teoría gravitacional y
nuevos análisis de computadora,
los astrónomos están siendo capaces de determinar
dónde puede estar situada la materia oscura. El resultado
es que parece estar agrupada de la misma forma que las galaxias,
que estarían compuestas, en gran parte de materia oscura.
Por la forma como gira sobre sí misma nuestra propia
galaxia, como además el hecho de que tiene estructura de
disco achatado, indican la presencia de un extendido halo de la
misteriosa materia oscura.

Puesto que no puede ser detectada por medios
ópticos directos, la composición de la materia
oscura pertenece al terreno de la especulación.

En el momento presente la visión más
extendida es que la materia oscura no está formada por
partículas elementales normales, o sea de electrones,
protones y neutrones, sino por otras partículas tales como
los hipotéticos axiones o los "WIMPs" (del inglés
"weakly interacting massive particle", Partículas
Masivas Fuertemente Interactuantes). Pero piense usted
detenidamente en esto: toda en el Universo, todas las galaxias,
todo, está constituido en un 90 por ciento por materia
oscura. Esto significa que apenas conocemos sólo el 10 por
ciento de las cosas. Se nos ha escapado percibir, admirar,
estudiar y comprender el gran resto. Y eso, todo lo demás
no está allá afuera lejos, flotando y haciendo
cosas raras con distantes galaxias. No. Ese gran resto,
aún desconocido está también aquí, en
nosotros, formando parte de nuestro mundo. Sepa usted que el
fenómeno de la Vida es aún incomprensible para
la Ciencia.
Biólogos, químicos, físicos, matemáticos se devanan los sesos por
entender que es en sí la Vida ¿Son sólo
reacciones entre moléculas, intercambios de energía
nada más? Y además, ¿En dónde queda
el Pensamiento,
la Conciencia?
Ningún astronauta ha visto allá en lo alto de los
cielos a ningún ángel, pero tampoco ningún
neurocirujano ha visto jamás un pensamiento en el interior
de un cerebro,
más sin embargo los pensamientos existen, por lo tanto
cosas aún no vistas pueden existir. Seguramente ya hemos
visto muchas veces a esa materia oscura, aquí, en
nosotros, en el centro mismo de este complejo y maravilloso
fenómeno llamado vida, pero nunca lo hemos sabido
interpretar. ¿O acaso si? Veamos.

Nosotros afirmamos que la materia oscura es eso de lo
que ya hemos hablado aquí mucho. Son los orgones, es esa
hermosa fuerza que corre por la líneas Ley, es esa
intensa energía que indirectamente detectamos presente en
los lugares en donde SINHs y OVNIS son avistados, es esa
misteriosa fuerza que emana de las personas y que en condiciones
adecuadas logramos detectar. He aquí las muchas pruebas
que se han acumulado con los años.

Primero referiré al doctor William Kilner, quien
en 1911 dio cuenta de sus estudios sobre el campo
energético humano contemplado a través de pantallas
y filtros coloreados. Describió una neblina brillante
dispuesta en tres zonas alrededor de todo el cuerpo.
Además comprobó que el aspecto de esta aura
luminosa, difiere considerablemente de un sujeto a otro,
dependiendo de la edad, el sexo, la
capacidad mental y el estado de
salud.
Determinadas enfermedades
producían manchas o irregularidades en ese contorno
luminoso, lo que movió a Kilner a desarrollar un sistema de
diagnóstico basado en el color, la
textura, el volumen y el
aspecto general del envoltorio. De esta forma diagnosticó
algunas enfermedades, como las infecciones hepáticas, la
apendicitis, la epilepsia y alteraciones psicológicas como
la histeria.

Proseguiré con las investigaciones iniciadas en
1959 por el Dr. Leonard Ravitz, neuropsiquiatra de la Universidad
de Yale. Él encontró un campo de fuerza
bioeléctrica de 3.6 mts alrededor del cuerpo humano,
que se interpenetra y es interdependiente en y con la estructura
física de nuestro organismo. Esta fuerza la detectó
por medio de delicados dispositivos sensores del
campo bioeléctrico. Ravitz creyó que esta fuerza se
constituía únicamente por electricidad, pero
nosotros, a la luz de lo que
hemos venido explicando hasta el momento, consideramos que
solamente fue conciente el Dr. Ravitz de la parte o componente
eléctrica del campo gravitomagnético que los
orgones corporales emiten. Eso no desmerita en nada su trabajo,
sólo puntualizo una situación.

Todas las partículas subatómicas son
simples condensaciones locales de los campos que las crean; son
concentraciones de energía que van y vienen, que pierden
así su carácter individual y que se disuelven en
el campo. Podríamos apoyar esta afirmación con unos
conceptos escritos por el mismo Einstein:

"Podemos pues considerar que la materia está
constituida por regiones del espacio en las cuales el campo es
extremadamente intenso. No hay lugar, en este nuevo tipo de
física para el campo más la materia, ya que el
campo es la única realidad".

En el campo de energía de esta fuerza que integra
a todo, y que es mucho más intensa en los seres vivos,
estará siempre presente su naturaleza transdimensional. El
fenómeno de la Vida en sí mismo pertenece a un
nivel de realidad mucho mayor que el que siempre hemos
creído. No son solo reacciones entre moléculas e
intercambios de energía, es realmente mucho más.
Pero a pesar de esos progresos revolucionarios en la
física, las ciencias
biológicas se retrasan en incorporar tales concepciones.
Los biólogos todavía quieren suponer que el cuerpo
se ajusta a las leyes
mecanicistas y químicas como ocurría en el tiempo
de la física newtoniana.

Prosiguiendo con nuestro recorrido por las pruebas que
requerimos, diré que durante la década de los
1950´s, un par de médicos, los doctores George De La
Warr y Ruth Drown construyeron instrumentos para detectar las
radiaciones de los tejidos vivos.
Unos de sus trabajos más impresionantes fueron las
fotografías obtenidas mediante el uso del cabello de un
paciente como antena. En ellas se observan claramente las
formaciones internas de enfermedades del tejido vivo.

Hemos descrito abundantemente los trabajos de Rich, los
cuales sólo referiremos como parte de conjunto de
descubrimientos para no redundar.

Luego, desde la década de los 1980´s, en
Japón,
el Dr. Hiroshi Motoyama ha logrado medir niveles bajos de luz
producidos por personas que han practicado yoga durante muchos
años. Hiroshi ha realizado este tipo de experimentos en
cuartos oscuros y ha registrado lo ocurrido con cámaras
cinematográficas de bajo nivel lumínico.

En el Instituto Nuclear Atómico de la Academia
Sínica
, en Shanghai, se demostró en 1992 que
parte de las emanaciones de fuerza vital que irradian los
practicantes de la disciplina
oriental del qigong, parece tener una onda sónica de muy
baja frecuencia que se presenta como una onda portadora que
fluctúa a baja frecuencia.

Hace algunos años, un grupo de científicos
soviéticos del Instituto de Bioinformación de A.S.
Popow anunció el descubrimiento de que los organismos
vivos emiten vibraciones de energía a una frecuencia de
entre 300 y 2.000 nanómetros. Los científicos
soviéticos denominaron a dicha energía biocampo o
bioplasma. Descubrieron que las personas capaces de realizar con
éxito
la transferencia de bioenergía poseían un biocampo
mucho más ancho y fuerte. Estos hallazgos han sido
confirmados reiteradamente por la Academia de Ciencias
Médicas de Moscú y están refrendados por las
investigaciones realizadas varios centros de investigación
europeos.

Más recientemente, el Dr. Masaru Emoto, de la
Universidad de Yokohama, Japón, ha divulgado ampliamente
sus descubrimientos relacionados con la capacidad directa de la
mente humana para intervenir y afectar con el sólo
pensamiento a la materia y energías de cualquier entorno.
Emoto ha publicado importantes revelaciones sobre la estrecha
relación entre los procesos
mentales y la manera de cómo la realidad, desde un plano
cuántico responde con la construcción de resultados a escalas
mayores. Uno de sus hallazgos primordiales radica en el hecho
comprobado de la directa capacidad para cambiar un estado
molecular complejo con sólo dirigir el pensamiento
conciente. Emoto considera desarrollar metodologías que
permitan alterar profundamente la estructura misma del
espacio-tiempo con la sola dirección del pensamiento
dirigido. Posiblemente ha llegado el momento de hacernos
responsables de nuestras verdaderas capacidades.

Estas son las pruebas de la existencia de tal fuerza,
vortónica, orgónica o como sea. Simplemente,
quizás de forma atrevida, consideramos que es lo mismo a
lo que misteriosamente hemos venido llamando Materia Oscura, la
cual dejará de ser oscura cuando comencemos a revisar
anteriores descubrimientos y abordemos este enigma con una serie
de argumentos diferentes. Quizás sirva para ello apoyarse
en lo aquí presentado.

Siempre el proceso de encontrar formas para describir
fenómenos nuevos amplía nuestros puntos de vista,
lo cual constituye un reto para nuestra limitada
concepción habitual sobre la naturaleza de la realidad
física.

Procedamos entonces a incorporar nuevas ideas a nuestras
vidas y comencemos a vernos de forma distinta a nosotros
mismos.

XXI. El
Cráter de Chicxulub y Portales

Deseo volver ahora al concepto de los portales
interdimensionales, por la razón geográfica del
Caso Mérida.

Preguntaré primero, ¿qué es capaz
de romper la delicada estructura del continnum espacio-tiempo
como para crear un portal interdimensional? Nos interesa saber
eso para comprender el mecanismo físico que realizan los
SINH para llegar tan tranquilos hasta acá con nosotros.
Hemos dicho que una de las cosas que lo pueden lograr es la
implosión de una estrella, con el inconmensurable
estrujamiento gravitacional que la lleva a crear una singularidad
espacio-temporal rodeada por un horizonte de eventos, cosas a
las que en conjunto se les conoce como agujero negro. En este
proceso se requiere la aplicación de una enorme cantidad
de energía. Pero existen muchos otros procesos
energéticos que también rasgan al espacio-tiempo.
Hemos descrito las posibles formas de manipulación de los
campos de fuerza gravitomagnética para provocar un pliegue
en la estructura del espacio-tiempo, ya sea usando poderosos
condensadores
eléctricos, o usando la fuerza de las líneas Ley,
como también dirigiendo intensos flujos de orgones por
medio de poderosísimos procesos mentales, para que por
medio de estos métodos disponer de un portal. Otro medio
es utilizar una enorme explosión, en la que la
energía liberada sea del orden de magnitud similar a la de
la más potente arma nuclear. Como mínimo unos 50
Megatones de potencia.

Pues bien, no es necesario andar por ahí buscando
un lugar de pruebas en donde hayan detonado armas nucleares
de fusión para tratar de confirmar esta idea. Primero que
nada, estos lugares en donde se han hecho estallar estas
terribles armas para probar sus capacidades, son lugares muy
lejanos y de muy difícil acceso, pues se hicieron detonar
bajo tierra, bajo el mar o en distantes territorios. Tampoco es
concebible la idea de solicitar que nos presten un arma nuclear
para hacerla explotar y ver si se obtiene algún tipo de
rasgadura residual del espacio-tiempo ahí en donde la
usemos.

¿Qué haremos para probar nuestra idea?
Pues considerando que un tremendo estallido es lo que puede
provocar el tipo de discontinuidad que andamos buscando, entonces
centremos nuestra atención a los lugares en donde han
ocurrido explosiones muy potentes de manera natural. Por el orden
de intensidad de energía que consideramos, los
fenómenos naturales capaces de estos niveles de
energía son las erupciones explosivas de volcanes, las
explosiones freáticas (producto del
encuentro entre magma basáltico ascendente en el subsuelo
y un acuífero) y el impacto de grandes
asteroides.

A lo largo de toda la historia de nuestro planeta,
eventos de estos tipos han ocurrido, afortunadamente no con mucha
frecuencia. Podemos con relativa mayor facilidad acudir a esos
lugares en donde algún volcán inactivo haya
erupcionado violentamente antes. Pero en ese caso
tendríamos que ingresar propiamente al interior del
cráter. Seguro sería más fácil
localizar un lugar en el que los geólogos nos indiquen que
ahí justo chocó en algún pasado momento un
asteroide. Todos estos cráteres de impacto son llamados
también astroblemes. Quizás podamos acudir a un
punto así con una facilidad muy elevada, seguro inclusive
nuestro agente de viajes nos
organice unas lindas vacaciones a un lugar así.
¿Por qué no? Veamos.

Antes de dirigirlo, apreciado lector a un lugar
así de interesante, en busca de nuestro cráter
meteórico, y de tratar de encontrar ahí posibles
alteraciones en el fino entramado de la realidad, platiquemos un
poco sobre un asteroide en particular y su espantoso encuentro
con la Tierra.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando la Tierra estaba
poblada por enormes dinosaurios
que coronaban la cúspide evolutiva de la vida, y estaba
todo rebosante de vida y belleza, llegó una enorme roca
desde el espacio profundo. Un meteorito más grande que la
más alta de las montañas comenzó una
vertiginosa caída a 40,000 kilómetros por hora
directo hacia la superficie de nuestro mundo, y al atravesar la
atmósfera,
sólo le llevó un instante para impactar con una
violencia
inimaginable, destruyéndose al instante. La energía
liberada fue igual a si se hubieran hecho estallar
simultáneamente unas 200,000,000,000,000 (doscientas
millones de millones) de toneladas de TNT al mismo tiempo y en el
mismo lugar.

La explosión resultante de este impacto fue
cientos de millones de veces más devastadora que la
más poderosa arma nuclear jamás detonada, creando
un huracán de inimaginable furia, con una súper
masiva cantidad de polvo, rocas y vapores
que fueron enviados a las más altas regiones de la
atmósfera y hasta –incluso- el espacio.

Una tormenta de fuego global incendió enormes
extensiones de superficie a lo largo del planeta. La intensidad
de estos mega incendios fue
tal, por la muy alta cantidad de oxígeno
que existía normalmente en esas épocas, pues
según indican los análisis de inclusiones
líquidas en antiguas piezas de ámbar, el contenido
de oxigeno
presente en el aire era de un 35%. Nuestro aire actual
sólo tiene un 20.95% de oxigeno. Aquellos niveles tan
altos de O2 mantuvieron unas intensas combustiones por
doquier.

Gigantescas olas de cientos de metros de alto viajaron
hacia todos lados por el mar, arrasando todo a su paso. Vientos
de hasta 1,100 kilómetros por hora pulverizaron todo
cuanto encontraban. Una onda de choque sísmico
recorrió con furia varias veces a la Tierra.

Terribles lluvias de ácido afectaron todos los
habitats naturales, matando casi todo.

En el punto de impacto, las rocas del terreno fueron
inmediatamente trasformadas en líquido incandescente,
derretidas por el elevadísimo calor, y una
espantosa ondulación dentro del inmenso cráter
creado, hizo que en el lapso de 7 minutos se levantara ahí
una especie de prominencia enorme (esto se puede observar al
arrojar una roca en el agua,
notando que en el punto de caída de la roca, el agua se
levanta por un momento) la cual se elevó hasta 24
kilómetros de altura. Luego de caer esa gigantesca
prominencia de lava fundida, se formó un anillo interno al
cráter exterior.

Una imagen del lugar
algunos días después del impacto, revelaría
como el agua de mar habría ocupado el interior de ese
enorme hueco, enfriando la lava y dejando así el
astrobleme.

La mayoría de los geólogos y
paleontólogos consideran que esta monstruosa
catástrofe fue la causa directa de la masiva
extinción del periodo Cretáceo, acontecimiento al
que le llaman Evento KT.

El final del periodo Cretáceo coincide con el fin
de los dinosaurios. Esta extraordinaria extinción en masa
fue similar a la que ocurrió en un periodo
geológico más antiguo, en el Terciario de la Era
Cenozoica, hace 250 millones de años.Pues sepa usted,
amigo lector que el lugar en donde esta conflagración
ocurrió es precisamente en dónde sucede como
escenario principal lo analizado en este libro. Esto
es, en la ciudad de Mérida, la cual está
precisamente a escasos kilómetros del centro de impacto
del devastador objeto descrito. Así es.
Prácticamente todo el actual estado mexicano de
Yucatán está dentro del enorme cráter que
quedó en la Tierra como vestigio de aquella hecatombe.
Hace 65.5 millones de años, un asteroide de casi 10
kilómetros de diámetro cayó y se
vaporizó, creando ahí con toda la
tremendísima fuerza engendrada una condición
física profundamente especial: Discontinuidades en el
espacio-tiempo.

En partes anteriores de este libro se han desarrollado
los conceptos relativos a los portales interdimensionales.
Retomemos el modelo teórico publicado por Thorne, Morris y
Yurtsever. El tipo de solución a las ecuaciones de
Einstein que ellos obtuvieron ofrece la posibilidad de obtener
portales interdimensionales, o agujeros de gusano,
suficientemente estables. Pero para lograrse recordemos que se
necesita de cierto tipo de materia y de energía con unas
propiedades no usuales. Si encontráramos fuentes de esta
materia y esta energía especiales, entonces
podríamos también encontrar configuraciones
exóticas del espacio-tiempo en las que el tiempo se curva
de una forma tal como para presentar portales interdimensionales
estables.

El tipo de energía y materia especial que se
necesita para lograrlo está presente en enormes cantidades
en esos lugares en donde hay una incidencia elevada de
avistamientos OVNI. Los canales de transporte de
orgones que resultan ser las Líneas Ley son a su vez los
hilos de la fina urdimbre del espacio-tiempo. La forma
geométrica hiperdimensional que adopte esta urdimbre en un
lugar y momentos dados determina la naturaleza de los campos de
orgones, y aquí en Yucatán son campos muy intensos.
Los mayas lo
supieron desde hace milenios. Por eso, a través de
algún método de detección de orgones, ellos
precisaron que era muy importante establecerse también en
esta región. Ellos, como lo hemos explicado, aprovecharon
esta cualidad del territorio.

Cráter de impacto de
Chucxulub

Pero esto se pone aún
más interesante, pues territorios con esta
característica de anomalías espacio-temporales
creadas por inmensas explosiones existen en muchas partes del
mundo. Me atrevo a pensar que las culturas de esos lugares
podrían haber encontrado algún provecho de ello. Y
este es un factor muy posible, por que la cantidad de lugares en
donde han ocurrido terribles explosiones por el impacto de
asteroides desde hace millones de años, es un
número alto, pues hablo de 205 cráteres que con
certeza son astroblemes, ya localizados en diversos puntos del
mundo, y varios más que se suponen pueden ser de origen
por impactos similares. Por doquier los hay, desde remotas
regiones de Siberia y Alaska, hasta regiones densamente pobladas
en la actualidad, como el oeste Norteamericano, India o la
Unión
Europea. Para entonces saber en dónde estás
estos caráteres, se puede consultar dos excelentes
bases de datos
en la Web: http://www.impact-structures.comhttp://www.unb.ca/passc/ImpactDatabase/index.html
en las que se integran extensamente los datos
característicos de todos estos cráteres de impacto,
precisando tanto su localización, edad, diámetro y
otros datos importantes. Los hay descubiertos con
diámetros de algunas decenas de metros hasta enormes con
centenas de kilómetros, siendo estos últimos los
más interesantes desde el punto de vista de
generación de anomalías en la estructura
espacio-temporal de la superficie de la Tierra. El estudio de
todos ellos para tratar de determinar el grado y tipo de
anomalías espacio-temporales que en cada uno de esos
lugares existan, a partir de una precisa vinculación con
las estadísticas de avistamientos de OVNIS y de
ocurrencia de fenómenos parapsíquicos y
paranormales en esas localidades, será un interesante reto
y lo dejaremos para un libro futuro.

Siguiendo con el cráter de impacto de Chucxulub,
podemos relacionarlo directamente con otros astroblemes con los
que posee una vinculación en lo particular muy especial.
Pues le diré aquí, amigo lector, que los
geólogos han reportado en el fondo marino frente a las
costas de India un cráter igual de antiguo que el de
Chucxulub. Es llamado como cráter Shiva, con casi 600
kilómetros de diámetro y con una edad de 65.5
millones de años. Esto sugiere la posibilidad de que en
aquella época ocurrieron múltiples impactos
simultáneos derivados de una fragmentación
asteroidal, similar al impacto cometario del Shoemaker-Levy 9
contra Júpiter en 1994, suceso durante el cual el
mencionado cometa, al acercarse a Júpiter se vio sometido
a intensas mareas gravitacionales, lo cual lo rompió en
varios trozos. Estos cayeron uno después del otro en
Júpiter, golpeando en diferentes partes de ese planeta.
Algo parecido pudo haberle ocurrido a un gran cuerpo
–cometa o meteorito- que al acercarse estrechamente a la
Tierra, se fraccionó, enviando sus pedazos a diferentes
partes de nuestra superficie. Existen otros puntos de impacto ya
descubiertos y que parecen pertenecer en efecto al mismo cuerpo
mayor, pues tienen la misma edad geológica. Estos se
encuentran en los siguientes lugares:

-El cráter Boltysh en Ucrania, de 24
km de diámetro,

-el cráter Silverpit, en el fondo del Mar del
Norte, frente a las costas de Reino Unido, con 20 km de
diámetro,

-el cráter Tagle Butte, con 10 km de
diámetro, en Alberta, Canadá,

-el cráter Vista Alegre, con 9.5 km
de diámetro, en el estado de Paraná, Brasil.

Vemos pues, que seis cráteres -al menos- en
diversas partes del mundo parecen pertenecer al mismo asteroide
relacionado con el Evento KT. Y bien, si nuestra idea es cierta,
de que la enorme energía generada por las caídas de
grandes meteoritos puede crear alteraciones en el campo
gravitomagnético de la Tierra y propiciar deformaciones
topológicas tales como portales interdimensionales
estables, entonces podemos encontrar en esas regiones del mundo
–en las 6 relacionadas con el Evento KT y en los restantes
199 astroblemes de otros asteroides- muy interesantes
anomalías cuánticas. Para comenzar, claro, podemos
dar cuenta precisa de varios fenómenos extraños
aquí en Yucatán, los cuales hemos revisado hasta
aquí en páginas anteriores. Posiblemente la gran
existencia de líneas Ley, de tantas maravillosas
edificaciones antiguas con geometría
sagrada en sus diseños, de todas las alteraciones
cuánticas en esta comarca y de la enorme cantidad de
experiencias paranormales y con OVNIS se deba en primera
instancia a este antiguo impacto ocurrido en la península
de Yucatán. Entonces, quizás deba decir algo muy en
serio ¡Saludos desde el cráter de Chucxulub, visite
nuestros portales interdimensionales!

La mitología
griega dice que el dios Urano bajaba desde los cielos para
unirse sexualmente con la diosa Gea –la Tierra-. De esta
unión nacían todo tipo de seres, extraños y
diversos, como los titanes, los cíclopes, los gigantes de
cien brazos y otros más. Los nativos de Mesoamérica
consideraban que los aerolitos, al caer a la Tierra,
traían consigo la simiente de las divinidades celestes,
fecundando con nuevas formas al mundo. Los científicos de
la actualidad han descubierto que los cometas que cayeron en el
más remoto pasado trajeron consigo la mayor parte del agua
que cubre nuestro planeta, como también componentes
elementales de la vida. Los meteoritos poseen también
precursores de la vida y esto sustenta la idea de que la vida en
realidad llegó desde el espacio exterior, traída en
forma de aminoácidos –moléculas
básicas de la vida- en el interior rocoso de los
asteroides y en los núcleos helados de los cometas, y
fecundando literalmente a nuestro primigenio mundo,
implantándole las semillas de la vida. Esto lo podemos
extender fácilmente, considerando entonces que
también todos estos cuerpos del espacio lejano que chocan
en nuestra superficie fecundan de otra manera más a
nuestro mundo, y es que fertilizan a la Tierra con puentes de
acceso, vínculos con el Cosmos. Este enriquecimiento se
debe de observar como un incremento de la diversificación
de la geometría espacio-temporal en el mundo, en
una elevación de la complejidad estructural de los campos
orgánicos, y por lo tanto también de los campos
mórficos. Más bioinformación en
términos cuánticos. Más oportunidades
evolutivas para los seres de este mundo.

Un agujero de gusano estable no sabemos si debe de ser
algo visible a simple vista. Quizás se "active" o se
"abra" con algún tipo de condición especial. Yo
pienso que se necesita establecer nada más que el adecuado
estado de resonancia, vibrando cuánticamente con los valores
correctos. La historia de los mayas de la
antigüedad relata que en diversas ocasiones desaparecieron
totalmente de sus ciudades, retirándose si razón
aparente y no dejando ningún rastro tras de si. La ciudad
de Mayapán es una de esas, en la cual, a finales del siglo
X, toda la población simplemente se esfumó,
dejando sus actividades y posesiones abandonadas, como si alguien
los hubiera impelido a hacerlo de manera súbita,
marchándose al unísono, dejando sus fuegos,
artículos y labores olvidadas. Cabría la
posibilidad de que todas esas poblaciones simplemente hayan sido
llevadas a introducirse por la boca de una singularidad
espacio-temporal abierta por los sacerdotes, para ir a
quién sabe dónde. ¿O quizás a un
cuándo?, motivados por la búsqueda de condiciones
mejores para vivir o detrás de algún objetivo con
fundamentos religiosos. Cómo ya vimos, un agujero de
gusano puede llevar a puntos del espacio o momentos en el tiempo
distantes. Quizás encontraron la forma de, manipulando los
campos orgánicos establecer la frecuencia exacta necesaria
para abrir un portal, e irse sencillamente caminando por
el.

Todo indica que esta sería otra de las razones
para explicar la presencia de nuestro SINH visitante. Podemos
así explicar el enorme tráfico de estos seres, ya
que ocurren cosas así en la enigmática
región peninsular de Yucatán, especial dentro la
geografía
mundial del fenómeno OVNI.

XXII.
Abducciones y Contactos
Interdimensionales

Ahora daremos un breve
giro al desarrollo del
libro. Quiero centrar la atención en un aspecto que
también aparece en el Caso Mérida. Me refiero a la
forma de cómo se acercó el SINH del Caso
Mérida al joven David Espadas.

Durante el periodo moderno del fenómeno OVNI, es
en la década de los cincuenta cuando comenzaron a aparecer
personas que afirmaban haber sido conducidas, casi invitadas al
interior de estos objetos. Todos estos individuos describen
experiencias en las que fueron tratados con
respeto y
amabilidad, inclusive recibiendo mensajes de paz para ser
compartidos abiertamente para todos los demás. Estas
personas vivieron lo que ha venido siendo llamado "Contacto". La
complejidad de este tipo de faceta del fenómeno OVNI es
muy honda y no es el objetivo de este trabajo.

Otra faceta que debemos de mencionar, es una que
sí nos interesa para los fines de este libro. Es la del
Abduccionismo.

Esto comenzó desde mediados de los años
setenta, primero en los EUA y luego en el resto del mundo,
época en la cual los ovniólogos fueron encontrando
con mucha frecuencia testigos que aseguraban haber sido
conducidos al interior de los OVNIS, pero a diferencia de los
contactados del pasado, estas personas eran llevados por la
fuerza. Ahí es en donde a este tipo de casos se le
otorgó el nombre de abducciones, palabra con origen
anglosajón y actualmente aceptada en el habla hispana,
quizás no de manera académica pero si popular para
referirse a una vil y llano secuestro por
parte de lo que se ha supuesto son extraterrestres, pero que como
ya hemos aclarado aquí, optamos más adecuadamente
nombras como Seres Inteligentes No Humanos.

Este inquietante aspecto del fenómeno OVNI, viene
a la mesa de análisis del Caso Mérida. Esto por la
razón lógica
que nace en la mente al mirar con atención el video del
encuentro entre David Espadas y el SINH. Vemos algo preocupante,
parecería que el SINH pretendió atrapar a David,
pues al estar oculto detrás del poste, aparentemente
asechando como un cazador, y saliendo justo para sujetar por
brazo al chico, es la entera conducta de
alguien que obra en realidad deseando atrapar y llevarse consigo
a su presa. Notemos que el fuerte respingo del muchacho y su
veloz carrera parecería que es lo que lo salvó de,
quizás, ser raptado.

Esto no es nuevo en el mundo de la Ovniología.
Multitudes enteras de personas, desde hace muchísimos
años aportan testimonios, aun que diferentes en forma,
idénticos en contenido, describiendo que son sencillamente
objeto de manipulaciones indiscriminadas. No creo estar
exagerando, pero no puedo eludir la responsabilidad de indicar que parecería
estar dándose a nivel masivo la gran posibilidad de que
una supercivilización esté controlando
perfectamente a millones de terrestres, ocurriendo este evento
sociológico en una escala impensada
ante nuestras propias narices y con unos móviles
desconocidos. Planteamos esta posibilidad, no para que entremos
en una estéril polémica sobre la viabilidad o no de
esto, sino para que todos nos pongamos a meditar qué
significaría para todos nosotros, que algún
día constatemos la veracidad de esta
afirmación.

No es mi intención ponerme ahora a describir los
miles de casos extraños que han experimentado tantos seres
humanos. En todos los rincones del mundo, personas de todos los
tipos narran sus encuentros con seres extraños, algunos de
aspecto monstruoso o bizarro que, en ocasiones, solamente han
aterrado pero en otras han dejado profundas huellas
físicas y psíquicas. Esto ha a producido
volúmenes con descripciones y testimonios donde, a la vez,
se ha tratado de hallar un patrón que explique estos
asuntos.

De entre aquellos que investigan con ahínco
está el Dr. William C. Levengood, Biofísico del
laboratorio
Pineland de Biofísica, en el Estado de Michigan. Él
ha basado su investigación en la búsqueda de
evidencia empírica en abducidos. Su máximo
descubrimiento ha sido el encuentro de extrañas
partículas microscópicas de energía en los
hogares de las personas que reportan haber sido secuestradas. La
abundante documentación gráfica que él
posee de este tipo de partículas, sólo la ha
obtenido a partir de someter a análisis con potentes
microscopios ópticos muestras de ropa, cabellos, alfombra
y demás elementos del entorno de las escenas de rapto.
Levengood declara que esas partículas son simples
corpúsculos, como motas de polvo, con una luminosidad
inherente. No ha podido determinar su naturaleza física,
pero parecen ser creadas a partir de los procesos con los que los
SINH realizan la extracción de los abducidos de sus casas.
Podrían ser cierto tipo de radiación residual, como
la encontrada en el entorno del encuentro del Caso
Mérida.

Toda la gente raptada afirma que sencillamente salen
levitando, como llevadas por una fuerza invisible y simplemente
aparecen en un lugar que suponemos es el interior del OVNI.
También podría ser un lugar situado en una
región distante en el espacio. La gran mayoría de
los secuestrados así, dicen que esto les ocurrió
durante la noche, mientras dormían. Pero a algunos esto
les pasó mientras realizaban cualquier actividad
despiertos, ya fuera conduciendo un vehículo, viendo
la
televisión, paseando por el campo o cualquier otra
cosa, como es el Caso Pascagoula en Florida, donde dos pescadores
fueron abducidos por una especie de momias unípedas.
Durante aquellos años, desde los 50s a los 70s, los
relatos obtenidos describen raptos realizados por seres con
rasgos muy diferentes con los de otros casos, como si fueran
diferentes especies de SINHs, tal como lo ocurrido en Italia en el Caso
Zanfretta, con humanoides escamosos y altos, Inglaterra con el
Caso Avelay en el que participaron distintos tipos de seres y
España
con el Caso Julio F., con la intervención de seres con
apariencia de humanos altos de cráneo hiperdesarrollado.
Resulto ser que la actividad de SINHs con la apariencia de los
seres hoy llamados "Grises" fue muy común desde la
década de los 80s, elemento muy importante.

Pero es que entra en escena el antropólogo y
autor Thomas Bullard, quien ha trabajado en base a 437 denuncias
de secuestros por parte de SINHs en todo el mundo. Él ha
encontrado parámetros secuenciales que le permitieron
deducir que el proceso de las abducciones tiene etapas
concatenadas, perfectamente reconocibles en toda experiencia
auténtica de abducción. A su vez, Bullard ha
realizado extensos trabajos buscando vincular los relatos del
folklore de
varias culturas con las versiones similares de los actuales
reportes de abducciones. Y en esto él es uno de los
primeros que se fija en un patrón muy específico,
muy importante, pero que muchos investigadores trivializar,
asumiendo una circunstancia de naturaleza regional como la
condición general que suponen impera en el mundo. Me
refiero al sospechoso hecho de que la mayoría de la gente
secuestrada por SINHs, que es arrancada a la fuerza de sus casas
y llevada para ser estudiada, vejada, manipulada, violada y hasta
incluso invadida con implantes de objetos extraños, casi
todos ellos como grupo poblacional, pertenecen a los
países del primer mundo. En Estados Unidos
estadísticamente el 0.5 % de la población total
(casi un millón de personas) afirman haber tenido una
experiencia de abducción. Mientras, en México
apenas si el 0.01 % de la población del país (casi
10 000 personas) declaran haber sido objeto de un rapto de este
tipo. En aquel país son víctimas del
fenómeno OVNI y mientras en México, el resto de
Latinoamérica, Asia, África y
Oceanía la
mayoría de las personas que tienen contacto con los SINHs,
o bien son testigos de sus andanzas o son contactados, la otra
faceta de este fenómeno. Aquellos que afirman haber
establecido algún tipo de comunicación e intercambio con los SINH,
resultan ser portadores de algún mensaje con contenido de
paz, o transmiten profecías, o poseen algún tipo de
conocimiento metafísico con valor espiritual. Algunos
otros pocos son transformados por la vivencia y desarrollan
algún tipo de cualidad psíquica, como facultades de
clarividencia, telepatía o de sanación,
convirtiéndose en una especie de videntes, curanderos o
guías de la comunidad.
Respecto a esta variedad de consecuencia, trataré
más amplio este punto en los posteriores capítulos
XXII y XXIII. Otro número más pequeño de
testigos del fenómeno OVNI se vé afectado
directamente de manera nociva, sufriendo algún género de
daño
físico, como lo veremos más adelante en el
capítulo XXIV.

Todo esto es evidentemente muy importante, pues aplicado
al Caso Mérida, podemos deducir que el objetivo del SINH
al sujetar a David no era el de llevárselo a la fuerza,
por que de haberlo querido hacer, nada lo hubiera logrado
detener, pues contaba lógicamente con medios de sobra para
lograrlo. No se asustó por la conducta de los muchachos,
pues hubiera huido o se habría defendido, cosas que no
hizo. Para nuestro parecer, primero que nada deseaba hacerse ver,
dejar en claro que estuvo ahí. Esto es, una forma de
contacto. Nos destaca su mensaje por la forma extraña en
la que aparece y lo que después produce, y también
por la manera en como desaparece, se oculta o se esfuma. Tal vez
este punto es el que nos aproxime a algún tipo de
explicación plausible. Es aquí cuando podemos
conjugar de nuevo el factor de la
multidimensionalidad.

Matemáticamente hemos dejado en claro que se
puede establecer la posibilidad verdadera de que entes de otra
escala dimensional o de un universo paralelo puedan penetrar a
nuestro mundo. La fenomenología extraña
podría estar fundamentando esto, que entonces
pasaría del plano teórico al de una
auténtica realidad. Cuando comenzamos a evaluar la
posibilidad de interacción de seres o cosas de una
dimensión y otra, no hay manera de establecer un
límite a lo que puede llegar a surgir ante la
aceptación de esta idea.

Uno de los conceptos que brotan ante este planteamiento
es el que en un remoto pasado, existieron algunos individuos que
establecieron cómo y cuándo podían abrirse
"puertas" de comunicación entre niveles de la realidad, y
así producían esas interconexiones.

Es más: también podría pensarse que
SINHs hayan permanecido un lapso en nuestro mundo, hayan dejado
algunas claves para algún contacto periódico
futuro y vuelto a su realidad. Al considerar esto no estamos
lejos de los hechos. Los SINHs en efecto han dejado
múltiples claves por doquier, desde los complejos
agrogramas hasta precisos comportamientos expresados ante sus
pasmados testigos.

Hay muchas visiones, las cuales poseen connotaciones que
deben llevarnos a pensar que esa conexión se ha venido
realizando desde cuando el hombre
terrestre no estaba en condiciones de entender los mensajes y
muchos de ellos quedaron ocultos en ignotos jeroglíficos
de oscuros parajes o forman parte de nuestro entorno actual. Los
cielos, nuestros campos de labranza, el interior de cavernas o
hasta los diseños de constructores del pasado tienen en si
la presencia de esas señales. Además recordaremos
aquí que ya hemos hablado sobre los campos
morfogenéticos y su naturaleza como campos de
información que cubren al universo y le dan su forma.
Hemos descrito como nuestra conciencia está constituida
por la configuración del holograma de nuestra mente.
Percatémonos de que un holograma es en sí un campo
de información, de ahí que pasar a igualar un campo
morfogenético con un holograma es un paso lógico.
Un campo de información puede ser cambiado, y en realidad
por la esencia misma de los campos morfogenéticos,
deben de cambiar, pues el proceso de cambio es
evolución; y todo evoluciona en virtud a fuerzas
que impulsan a la vida, la materia y la energía para que
por medio de saltos, pase de un estado a otro superior. La idea
que tenemos todos respecto a los cambios es que las cosas van
pasando suavemente de una forma a otra, con minúsculas
modificaciones. Creemos que todo se transforma de manera
silenciosa y poco a poco. Pero con observar -y sin mucha
atención necesaria- nuestro entorno, notaremos que las
cosas pasan rápidamente de una condición a otra,
dando brincos en cantidad o calidad. Un
ejemplo, notemos la vertiginosa evolución de la
tecnología, constantemente sufriendo cambios tanto en su
principios funcionales, sus alcances, sus beneficios y sus usos.
Nuestra misma cultura vive
estos cambios, siempre los ha tenido. No hemos pasado
deslizándonos de un estado cultural a otro con una
transición sutil y delicada. Siempre han ocurrido cambios
rotundos, cimbreantes desde los cimientos, que nos ha hecho
cambiar. Nuestras mentes, cuerpos y emociones, desde
niveles individuales hasta lo global han estado y estarán
evolucionando.

Existe una teoría llamada Modelo de Sistemas
Disipativos que descifra a los procesos evolutivos de todas las
cosas. Este modelo conceptual desarrollado por el premio Nobel,
Ilya Prigogine pasará a la historia como el principal
artífice de una revolución
conceptual que genera un avance considerable en la
comprensión de la lógica de la vida, de los
mecanismos evolutivos, de la flecha del tiempo y, sobre todo, de
la posición que el ser humano ocupa en el
Universo.

La concepción en este modelo es la de un Universo
en permanente construcción. La hipótesis central es
que estamos en un mundo en construcción en el cual el
hombre, al
igual que la naturaleza, inventa continuamente. Esta
hipótesis concluye que el Universo está formado por
sistemas dinámicos inestables cuya evolución no se
puede predecir, sino únicamente describir como
probabilidades futuras. Es esta teoría, un sistema
disipativo es el que, lejos de su estado de equilibrio evoluciona
espontáneamente, por aportación de energía,
hacia un mayor nivel de organización en el que la
degradación de la energía –conocida
también como entropía– es inferior a la de su estado
inicial.

Eso quiere decir que la segunda ley de la termodinámica no ha dejado de ser
válida, sino que es inoperante cuando se aplica a un
sistema y su entorno al mismo tiempo.

Un individuo
está bien definido como tal, pero al mismo tiempo
está implicado en un orden más extenso. Así
encontramos, gracias a la integración de todo lo que hemos venido
hablando que la innovación permanente, los futuros
abiertos, tiempo irreversible, equilibrio lejos del equilibrio,
puntos de bifurcación que señalan la inestabilidad
de una situación nueva y la emergencia de nuevas
posibilidades, son las características de la
evolución.

Prigogine estableció las bases matemáticas de una herramienta, que a
nosotros como investigadores de frontera, nos
permite apreciar que la existencia del fenómeno OVNI
encaja de una forma natural entre los factores de
transformación y cambio de la humanidad, tanto desde el
nivel cultural como desde el científico y el
biológico. La introducción de nuevos elementos de
información al Holograma Morfogenético de todos
nosotros es una inmediata consecuencia que hemos adquirido por la
mera presencia en nuestro mundo de los OVNIS y los SINHs. Este
tránsito imparable de SINHs que vemos y vivimos a diario
es, sencillamente una oportunidad directa de enriquecernos al
incorporar en nosotros la idea de que no somos ni los
únicos ni los primeros, como lo vislumbró hace
siglos el genio de
Giordano Bruno. El miedo que las gentes de su época
tuvieron no debe de mantenerse, pues ese miedo sólo nos
incinera vivos, como a él, y nos aleja dolorosamente de
las fuerzas de la vida que nos están siempre impulsado
hacia el cambio evolutivo, siempre para bien y para mejor. Si
usted, apreciado lector ha sostenido su valiosa atención
hasta este punto de la lectura, sepa que se ha subido al
deslizador de la transformación y simplemente por mantener
usted su mente abierta y receptiva para lo que he ido
presentando. Por eso le doy las gracias, compañero de
viaje.

XXIII. Los Seres Inteligentes No Humanos y
la Multidimensionalidad de su
Mensaje

Hace varias décadas,
durante un almuerzo, el físico Enrico Fermi
discutió el tema de las civilizaciones extraterrestres con
otros teóricos, generando la famosa interrogante:
"¿Dónde están?". Más tarde, esa
pregunta fue de vital importancia durante los debates acerca de
la cantidad de seres que podrían habitar otros sistemas
solares y de posibles visitantes extraterrestres.

Ahora podemos claramente aceptar que en función a
todos los descubrimientos científicos aquí
presentados, la humanidad podría encontrarse en medio de
una o más civilizaciones extraterrestres. Las
sorprendentes ideas que proveen las teorías de los
vortones, supercuerdas y portales se suman a la detección
de planetas
alrededor de otras estrellas.

Además, unos astrónomos australianos
publicaron en 2005 dos descubrimientos clave: que existe una zona
en nuestra galaxia que es propicia para permitir la vida y que la
estrella de la Tierra, nuestro Sol, es relativamente joven en
comparación con el promedio de las estrellas ubicadas en
dicha zona, es decir, el Sol es
simplemente mil millones de años más
joven.

Por lo tanto, explican los científicos en su
artículo, la civilización alienígena
promedio sería más avanzada que la nuestra y
habría descubierto la Tierra hace mucho tiempo.

La teoría M contiene la hipótesis de otras
dimensiones, que podrían ser universos habitables
adyacentes al nuestro. Al entrar y salir de esas dimensiones, se
obtendría un relativo fácil método para
viajar por el Cosmos. Por eso no debe de extrañarnos la
enorme cantidad de OVNIS y la inmensa variedad de SINH que se
reportan desde hace muchos años aquí, en nuestro
planeta.

He reunido varios descubrimientos, algunos realizados
desde hace décadas pero con una vigencia absoluta y otros
muy recientes, como también he conjuntado de una forma
coherente y lógica modelos
teóricos que colectivamente indican la existencia como
un hecho de que nos encontrarnos en medio de muchas
civilizaciones extraterrestres de enormes dimensiones.

Si se eliminan los prejuicios, las actuales
teorías físicas y astrofísicas no hacen
más que confirmar que las visitas de extraterrestres a
nuestro planeta constituirían, efectivamente, la
opción más natural y obvia.

Por medio de este libro pretendo, simplemente, abrir los
ojos hacia la gran cantidad de cosas que están aquí
y que son herramientas para la mente y el espíritu,
herramientas útiles para todos aquellos que siempre han
pensado que si existen los OVNIS, y que sienten que es una verdad
el hecho de que no estamos solos, Y también lo dirijo este
trabajo a los demás, a los que por utilizar argumentos
pobres y fundamentados en el miedo o la ignorancia, han eliminado
de sí mismos el sonido reverberante que naturalmente
habita en el corazón
humano. Con este sonido me refiero al llamado que desde muy
dentro de nosotros nos invita a voltear la mirada a lo alto y
escuchar la frecuencia de nuestros átomos, que
según dijo Einstein, no son átomos, son
energía en aparente reposo.

En los campos, en los cielos, en las calles, en todos
lados se han venido manifestando los SINH. No sabemos cuales sean
sus intereses, o que sienten en realidad por nosotros. Pero eso
es minúsculo al compararlo con el hecho de su propia
existencia. Ellos, los SINH, que a lo largo de la historia de la
humanidad han participado como visitantes no invitados, nos
obsequian la maravilla de su presencia. Nos obligan a mantener
nuestras mentes abiertas, activas, imaginando y buscando la
razón del por qué estamos todos
aquí.

La ciencia esta llegando a un territorio nuevo, en el
cual obtendremos la comprensión de nuestro verdadero lugar
en el Súper Universo. Y de eso devendrá el
entendimiento de nuestra verdadera naturaleza. Es inevitable, y
sepamos que esto traerá un desenlace que afectará
totalmente a nuestro mundo.

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Para Celeste, amada compañera

Para Sebastián, hijo de mi
corazón

Para los buscadores

 

 

 

Autor:

Dr. Jorge Guerro De la Torre

Durando, México, Mayo de 2008

Partes: 1, 2, 3, 4
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