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El VIH y el SIDA (página 2)



Partes: 1, 2, 3

JUSTIFICACIÓN

El SIDA
(síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es una tragedia
para la humanidad. Desde el comienzo de la epidemia, a principios de los
años 80, el SIDA ha segado la vida de más de 20
millones de personas y ha dejado más de 14 millones de
niños
huérfanos en todo el mundo (UNAIDS 2003). Sin que
aún se vislumbre una cura para la enfermedad, el virus del SIDA,
el virus de inmunodeficiencia humana sigue esparciéndose
por todo el mundo, causando más de 13.500 nuevas
infecciones cada día. Hacia finales de 2003, casi 30
millones de personas habían muerto a causa del SIDA, y 40
millones de personas vivían con VIH, incluidos
2,5 millones de niños menores de 15 años la
mayoría de los cuales se considera contrajo el VIH por
transmisión madre-hijo (llamada también
transmisión perinatal o vertical) antes o durante el
parto o a
través de la lactancia
materna.

El VIH/SIDA ha ido en incremento sostenido desde el inicio de
la epidemia a nivel mundial. Luego del África
Sub-Sahariana, es el Caribe la segunda región en el mundo
de concentración relativa de casos VIH.  Un
acercamiento a esta región tropical y a la cífras
disponibles, nos hacen ver que la Isla Hispaniola (Haití y
República
Dominicana) constituyen un epicentro geográfico para
la epidemia de SIDA en esta región. Aún cuando se
considera que Haití es el país de todo el
hemisferio occidental con mayor concentración relativa de
casos de VIH/SIDA, es importante resaltar que la
República Dominicana destaca en el tercer lugar y que
además, ambos países comparten una misma isla.

Los estragos de VIH/SIDA van más allá de sus
víctimas inmediatas, pues alcanza a los miembros de
la familia que
le sobreviven; por cada persona que
padece el VIH/SIDA existe una familia o
comunidad
afectada. Cuando la enfermedad mata al padre o a la madre de los
tutores, genera pobreza y
desesperación en los niños, niñas y adolescentes y
los recursos
económicos de la familia tiene que estirarse hasta
límites
insostenibles.

Tomando en consideración estos factores, el
propósito de esta investigación es analizar detalladamente
cuál es el impacto que causa en las familias el VIH/SIDA,
conocer a profundidad las manifestaciones psicológicas que
le afectan, la manera en la que esa situación altera su
economía y las repercusiones sociales que
conlleva, con la finalidad de proveer información y estrategias
encaminadas a mejorar la calidad de
vida de la familia afectada por el VIH/SIDA, que puedan
servir de base para desarrollar intervenciones educativas, de
apoyo material y emocional  por parte de las instituciones
y asociaciones civiles cuya labor se vincula con esta
enfermedad.

Esta investigación servirá para  conocer la
manera en que este virus afecta a los miembros de la familia, a
la vez que  pueden servir de base para desarrollar
intervenciones educativas y de apoyo material y emocional por
parte de las instituciones y asociaciones civiles, cuya labor se
vincula con esta enfermedad.

DESCRIPCIÓN Y
SISTEMATIZACIÓN DEL PROBLEMA

La epidemia del VIH/SIDA supone un desafío sin
precedentes para la humanidad. En determinado momento, el
VIH/SIDA se concentró sobre todo en África
subsahariana, pero la epidemia no conoce fronteras. Se ha
extendido a todas las regiones del mundo y afecta a todo tipo de
personas, sin importar la edad, el sexo, la
posición económica, la geografía o la
orientación sexual.

El VIH/SIDA es en la actualidad el cuarto motivo de mortandad
más importante del mundo, es la principal causa de carga
de morbilidad en los países en vías de desarrollo y
corresponde casi a un 2,8 por ciento de la carga global de
morbilidad en todo el mundo

 En los países en vías de desarrollo, los
huérfanos del SIDA enfrentan una incertidumbre
económica extrema y se encuentran en mayor riesgo de
desnutrición, enfermedad, abuso y
explotación sexual que los huérfanos por otras
causas. Además, estos niños sobrevivientes deben
enfrentar el estigma y la discriminación que tan a menudo ensombrece
a esta enfermedad, lo que los deja aislados de la sociedad y a
menudo privados de servicios
sociales básicos cómo la educación. Muchos
niños y niñas contemplan, literalmente, cómo
sus esperanzas y sueños se derrumban conforme sus
progenitores o tutores sucumben al SIDA.

Debido a que el VIH/SIDA afecta a las personas durante sus
años más productivos, cuando son responsables del
apoyo y la atención de terceros, esta enfermedad
conlleva profundas repercusiones psicológicas, sociales y
económicas para las familias y las comunidades, en el caso
de INSALUD se desconoce a profundidad el impacto que esto provoca
en las familias de ahí que surgen las siguientes
interrogantes.

¿Cuáles son las reacciones emocionales de las
familias afectadas por el VIH/SIDA?

¿Cuáles son las repercusiones sociales de las
familias que tienen una persona viviendo con el virus del
SIDA?

¿Cuáles son los efectos del virus del SIDA en la
economía familiar?

OBJETIVOS

Objetivo general:

Analizar el impacto psicológico, económico y
social del VIH/SIDA en el núcleo familiar de los pacientes
del Instituto Nacional de Salud, INSALUD

Objetivos  específicos:

1.     Describir los antecedentes
históricos y características generales del
VIH/SIDA.

2.     Explicar las características
generales y acciones
desarrolladas por el Instituto Nacional de Salud INSALUD.

3.     Indagar el Rol de la familia frente
a la persona viviendo con VIH/SIDA.

4.     Identificar los efectos
psicológicos, económicos y sociales que provoca el
VIH/SIDA en las familias de los pacientes que asisten al
Instituto Nacional de Salud, INSALUD.

METODOLOGÍA

La metodología  utilizada en esta
investigación estuvo  basada en un estudio
bibliográfico, descriptivo y de campo, en tal sentido se
efectuaron procedimientos en
el Instituto Nacional de la Salud INSALUD.

Bibliográfico, debido a que se consultaron y analizaron
datos
obtenidos por diversas fuentes de
investigación como fueron libros,
revistas, artículos y recursos cibernéticos.

Descriptiva ya que se buscaron las causas de los
fenómenos, las variables, y
características que se presentaron  y cuáles
son sus efectos, se identificaron además las conductas,
actitudes y
comportamientos del universo
investigado.  Y de campo porque se realizaron investigaciones
en el lugar donde se encontraba la muestra.

La técnica e instrumento utilizado para la
recolección de los datos fue  la entrevista  mediante la aplicación de
un cuestionario
previamente estructurado  conformado por 10 peguntas de
respuesta cerrada y de selección
múltiple, orientadas a explorar el efecto
psicológico, económico y social del VIH/SIDA en las
familias de pacientes seropositivos de INSALUD.

La muestra estuvo  compuesta de  20 familias 
que representan el 20 % del universo formado por 200 familias que
tienen una persona VIH positiva y que asisten al Instituto
Nacional de la Salud INSALUD, la muestra fue  seleccionada
mediante el método de
muestreo
aleatorio simple, por disponibilidad y según
aceptaran  participar del estudio.

CAPÍTULO I –
ANTECEDENTES  HISTÓRICOS  Y
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL VIH/SIDA

1.1- Antecedentes  históricos del
VIH/SIDA

El drama del SIDA
se inició en 1980, cuando Michael Gottieb, un
médico de Los Ángeles,
California, diagnosticó un tipo muy raro de neumonía en un paciente joven. No se
trataba de una enfermedad clásica sino de una
extremadamente rara, provocada por Pneumocystis carinii,
un parásito que sólo se desarrollaba en pacientes
sometidos a tratamiento con drogas
supresoras de inmunidad, para evitar el rechazo de órganos
transplantados.

En un plazo muy breve se diagnosticó otros cuatro casos
similares en la ciudad de los Ángeles, aunque para los
médicos no era desconocido tanto la neumonía por
Pneumocytis carinii como el sarcoma de Kapossi, les
llamó la atención el que apareciera de manera
simultanea en varios pacientes, todos ellos eran hombres
jóvenes, con conductas homosexuales, usuarios de drogas
intravenosas y con historia de
enfermedades
venéreas. El informe
sobre estos pacientes se publicó en junio de 1981 en el
Boletín que edita el centro de control
de enfermedades
(CDC) en Atlanta, Estados
Unidos[1]. Fue seguido del anuncio de otra "aparente" epidemia
de un tipo de cáncer muy raro, el Sarcoma de
Kaposi
, que anteriormente sólo se había
observado en ancianos. Se trataba ahora  al igual que en los
casos de neumonía- de hombres jóvenes, homosexuales
con múltiples parejas y usuarios de drogas
intravenosas. Pronto se hizo evidente que estos hombres
tenían un déficit inmunológico común,
que se traducía en una disminución del sistema
inmunológico celular, con una pérdida significativa
de células
TCD4. Poco tiempo
después aparecieron enfermos similares en otras ciudades y
países, y el tipo de infecciones descritas aumentó
considerablemente.  En 1986 el Comité de Taxonomía
Viral denomina el trastorno como  Síndrome de
Inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Hasta 1984, se sostuvieron distintas teorías
sobre la posible causa del SIDA. La teoría
con más apoyo planteaba que el SIDA era
causado por un . La evidencia que apoyaba esta teoría era
básicamente epidemiológica. En 1983 un grupo de nueve
hombres homosexuales con SIDA de Los Ángeles, que
habían tenido parejas sexuales en común, incluyendo
a otro hombre en
Nueva Nork que mantuvo relaciones
sexuales con tres de ellos, sirvió como base para
establecer un patrón de contagio típico de las
enfermedades
infecciosas.

El hecho de que hubieran sido hombres homosexuales los
primeros en contraer SIDA en los Estados Unidos,
llevó a pensar que el estilo de vida
homosexual se relacionaba directamente con la enfermedad, esto
fue desechado al observarse que el síndrome era
común a distintos grupos:
drogadictos endovenosos masculinos y femeninos;
hemofílicos y quienes habían recibido transfusiones
de sangre; mujeres
cuyas parejas sexuales eran hombres bisexuales; quienes
recibían productos
derivados de la sangre y niños nacidos de madres con SIDA
o con historia de
drogadicción
endovenosa.

En otras partes del mundo, se observó una
asociación cronológica similar al VIH y el SIDA. La
aparición del VIH a partir del suministro de sangre ha
precedido o coincidido con la irrupción de casos del SIDA
en todos los países y regiones donde se reportaron casos
de SIDA. Un estudio sexológico asociado al dengue
y efectuado en el Caribe detectó que las primeras evidencias de
infección por VIH en Haití surgieron en muestras
obtenidas a partir de 1979, y los primeros casos de SIDA en
Haití y en los Estados Unidos se dieron a conocer a
principios
de la década del 80.

En África, entre 1981 y 1983, se registraron
especialmente en Ruanda, Tanzania, Uganda, Zaire y Zambia
epidemias clínicas de enfermedades crónicas y
mortales como la meningitis criptocócica, Sarcoma de
Kaposi progresivo y candidiasis del esófago. La primera
muestra de sangre obtenida en África en la cual se
encontró el VIH pertenece a un posible paciente con SIDA
en Zaire, testeado con relación al brote, ocurrido en
1976, del virus Ebola.

Se le han atribuido varios orígenes a la enfermedad,
primeramente se pensó que

era originario de África
el que, a través del mono verde africano, podría
haber contagiado al ser humano (este mono es afectado por
retrovirus parecidos al retrovirus humano). Cabe la posibilidad
que en los ritos de fertilidad africanos, en los que, se usa
sangre
de esta misma especie de monos, podría haber contaminado,
al
hombre y, posteriormente, transportado a EE.UU., vía
Haití, ya que este país en la década del 70
fue el lugar preferido de las vacaciones de los homosexuales. Por
la facilidad de los
viajes y la promiscuidad sexual se habría propagado
por el resto del mundo.

También corrió el rumor que sería un
virus
que escapó de los laboratorios estadounidenses donde se
manipulan artificialmente los ciclos de los virus
con el objeto de producir nuevas armas
bacteriológicas. Algunos lo han considerado como un
"castigo divino" o, bien, como una vuelta al orden natural
realizado por la propia naturaleza,
otros señalan que el estilo de vida
«depravado» de los homosexuales era responsable de la
enfermedad. Aunque es verdad que en un principio el SIDA se
expandió a través de las comunidades homosexuales y
que la mayoría de los que padecían la enfermedad
eran homosexuales, esto se debía, en parte, a que en esos
tiempos no era común el uso del condón entre homosexuales, por
considerarse que éste era sólo un método
anticonceptivo.

El SIDA pudo expandirse rápidamente al concentrarse la
atención sólo en los homosexuales, esto
permitió que la enfermedad se contagiara entre
heterosexuales, particularmente en África, el Caribe y
luego en Asia

En 1984, dos científicos, el Dr. Robert Gallo en los Estados Unidos y el
profesor
Luc Montagnier en Francia, aislaron de forma independiente el

virus
que causaba el SIDA. Luego de una disputa prolongada,
accedieron a compartir el crédito
por el descubrimiento, así el
virus
fue llamado
Virus
de Inmunodeficiencia Humana
(VIH) en
1986. El descubrimiento del virus
permitió el desarrollo de un anticuerpo, el cual se
comenzó a utilizar para identificar dentro de los grupos
de riesgo a los infectados. También permitió
empezar investigaciones sobre posibles tratamientos y una
vacuna.

Los laboratorios y bancos
de sangre
guardan normalmente muestras de suero

(serotecas) desde hace muchos años, con el objeto de
realizar investigaciones
hacia el pasado en la medida del progreso tecnológico y de
la aparición de nuevas técnicas
de
diagnóstico. Así se realizó la pesquisa
de anticuerpos contra el virus del SIDA
en África
desde 1964 en adelante, se demostró que no había
anticuerpos con anterioridad a 1975. La enfermedad es
nueva y apareció después de 1975 en
ese lugar. En otras investigaciones
se han encontrado sueros positivos desde 1980.

La conclusión oficial de la
Organización Mundial de la Salud, es tan
simple como dramática: No se conoce el origen
del  virus del SIDA. Probablemente el origen
sea algo simple y puede corresponder a una
evolución natural de los distintos organismos que
habitan
la tierra y que luchan por su supervivencia,
proceso que los seres humanos han acelerado, por las
profundas alteraciones ecológicas ocurridas en todos los
ámbitos.

En Republica
Dominicana se registraron los primeros casos de SIDA en el
1983.

En el 1987 se formalizan las acciones en contra de la epidemia
a través de la  formación  de la primera
unidad técnica Dominicana para la prevención y el
control del
VIH/SIDA y se crea el Programa de
Control de Enfermedades de
Transmisión Sexual  y SIDA (PROCETS) y la
Comisión Nacional del SIDA (CONASIDA). Esta
Comisión fue redefinida y reestructurada en el año
1998.

1.1.1-  Situación Actual

El SIDA se propagó en un comienzo entre hombres
homosexuales y usuarios de drogas
recreacionales por vía intravenosa, a
comienzo de los años ochenta. Ya en los noventa el síndrome se había convertido
en una epidemia mundial. "En la actualidad la
mayoría de las víctimas de la enfermedad son
hombres y mujeres
heterosexuales, y niños de países en vías de
desarrollo.[2]

En los países occidentales el índice de
infección con VIH ha disminuido ligeramente debido a la
adopción
de prácticas de sexo seguro por los varones homosexuales
y en menor grado a la existencia de distribución gratuita de jeringas y
campañas para educar a los usuarios de drogas
intravenosas acerca del peligro de compartir las jeringas. La
difusión de la infección en los heterosexuales ha
sido un poco más lenta de lo que originalmente se
temía, posiblemente porque el VIH es ligeramente menos
transmisible por las relaciones sexuales vaginales -cuando no hay
otras enfermedades de
transmisión sexual presentes- que lo que se
creía antes.

Sin embargo, desde fines de los años noventa en algunos
grupos humanos del Primer Mundo los índices de
infección han empezado a mostrar signos de
incremento otra vez. En el Reino Unido el número de personas
diagnosticadas con VIH se incrementó un 26% desde 2000 a
2001. Las mismas tendencias se notan en EEUU y Australia. Esto se
atribuye a que las generaciones más jóvenes no
recuerdan la peor fase de la epidemia en los ochenta y se han
cansado del uso del condón. El SIDA continúa siendo
un problema entre las trabajadoras sexuales ilegales y
los usuarios de drogas intravenosas. Por otro lado el
índice de muertes debidas a enfermedades relacionadas con
el SIDA ha disminuido en los países occidentales debido a
la aparición de nuevas terapias efectivas, aunque
más costosas, contra el VIH.

En países subdesarrollados, en particular en la zona
central y sur de África, las malas condiciones
económicas, que llevan por ejemplo a que en los centros de
salud se utilicen jeringas ya usadas, y la falta de educación sexual
debido a causas principalmente religiosas dan como resultado un
altísimo índice de infección. En algunos
países de África más de un cuarto de la
población adulta es VIH positiva. Solamente
en Botswana el índice llega al 35,8% (estimado
en 1999). La situación en Sudáfrica se está
deteriorando rápidamente: sólo en 2002 hubo casi
4,7 millones de infecciones. Otros países donde el SIDA
está causando estragos son Nigeria y Etiopía, con 3,7 y 2,4 millones de
infectados en 2003, respectivamente. Por otro lado, en
países como Uganda, Zambia y
Senegal, se han iniciado programas de
prevención para reducir los índices de
infección con VIH, con distintos grados de éxito.

En la región del Caribe es fácil que las
maravillosas playas, el clima soleado y
la diversidad cultural de las islas del Caribe lleguen a ocultar
un hecho preocupante လde acuerdo con los
últimos datos, esta región detenta el segundo
índice más alto de infección de VIH,
después de África
subsaharianaá€.[3]

Un informe reciente,
elaborado por el Programa de las Naciones Unidas
sobre VIH/SIDA
(ONUSIDA) y la OMS, estima que unas 360,000
personas en el área del Caribe son portadoras del
virus
VIH, cifra alarmante en una población de 32
millones de habitantes. El VIH/SIDA es una de las principales
causas de mortandad para esta zona relativamente pequeña,
en la que el principal medio de propagación del
virus
son las relaciones heterosexuales entre personas de 15
y 44 años de edad. Sin embargo, hasta hace poco, numerosas
presiones sociales bloqueaban cualquier iniciativa por tratar
abiertamente el SIDA como un problema de salud
pública o de desarrollo.

A pesar de las impresionantes cifras generales, el nivel de
infección varía considerablemente entre los
países del Caribe. Haití es el país
más afectado. De la población cuya edad oscila
entre 15 y 49 años de edad, se estima que están
contaminados con VIH/SIDA aproximadamente el 4 por ciento en
zonas rurales y un 8 por ciento en zonas urbanas. La epidemia
preocupa seriamente a la República Dominicana. Pero en los
países más pequeños del Este caribeño
los estudios indican que menos de una entre 500 mujeres
embarazadas padece de esta enfermedad.

Según el informe de ONUSIDA, la transmisión
heterosexual de VIH en el Caribe es resultado de actividad sexual
precoz y relaciones sexuales múltiples. Las encuestas
indican que, en algunos países, aproximadamente un 25 por
ciento de los adultos consultados confesaron haber iniciado su
actividad sexual antes de los 14 años y un 50 por ciento
antes de los 16 años. La prevalencia de las relaciones
sexuales entre mujeres jóvenes y hombres de edad madura
agrava también la difusión de la epidemia en el
Caribe. En Trinidad y Tobago, el índice de
infección por VIH entre muchachas de 15 a 19 años
es cinco veces superior al de varones de la misma edad.

1.2  Conocimientos 
Básicos

El SIDA es una etapa avanzada de la infección por el
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Se trata de un
retrovirus que ataca las defensas del organismo y altera la
capacidad para defenderse de las enfermedades ocasionadas por
otros virus, bacterias,
parásitos y hongos.
El sistema
inmunológico agrupa diversos tipos de células,
entre otras los glóbulos blancos encargados de luchar
contra los agresores externos. El VIH concretamente mata a un
tipo de células, los linfocitos CD4 que integran el
sistema inmunológico

La palabra SIDA se forma con las iniciales de la
expresión "Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida."

Síndrome: conjunto de signos y síntomas.

Inmuno: relativo al sistema de defensas.

Deficiencia: disminución.

Adquirida: alude al carácter no congénito.

Es decir que se ha desarrollado el SIDA sólo cuando se
presenta un conjunto de signos y síntomas que indican que
las defensas están disminuidas porque se contagió
el virus. Es posible estar infectado con el VIH, es decir, ser
VIH positivo o portador del virus, y todavía no haber
desarrollado el SIDA. Desde el momento en que el virus ingresa al
cuerpo hasta que aparecen los síntomas puede pasar mucho
tiempo, entre 10 y 12 años, período que puede
extenderse si se comienza un tratamiento temprano. Sin embargo,
es necesario tener en cuenta que se trata de plazos promedio
globales que varían de país en país y se
modifican sustancialmente con el propio desarrollo de la epidemia
en cada lugar y con la evolución de los tratamientos.

El virus del SIDA ingresa al organismo a través de la
sangre, el semen y los fluidos vaginales y una vez incorporado
ataca el sistema inmunológico. Este sistema está
constituido por un conjunto de componentes que incluyen
células, anticuerpos y sustancias circulantes que enfrente
a todo elemento que sea reconocido  como ajeno  o
extraño.   Esto  sucede, especialmente con
los agentes

infecciosos como bacterias, hongos, virus y
parásitos.

Frente a la presencia de agentes infecciosos el sistema
inmunológico moviliza para defenderse células
llamadas linfocitos. Los linfocitos, al ser invadidos por el
virus VIH pierden su capacidad para reconocer y enfrentar a los
agentes extraños, los que aprovechan la oportunidad de
esta caída de la vigilancia inmunológica para
proliferar. Para multiplicarse, el virus pone en funcionamiento
un mecanismo específico de los retrovirus por el cual
copia su genoma (conjunto de información genética
de un ser vivo) de ARN, en el ADN
de la
célula. La presencia del virus estimula la actividad
reproductiva de los linfocitos pero, dado que tienen copiado el
genoma del VIH, en vez de reproducirse, multiplican
células virales.

A medida que el virus se reproduce, el organismo se hace cada
vez más vulnerable ante enfermedades contra las cuales, en
tiempos normales puede defenderse. A estas enfermedades se las
denomina enfermedades oportunistas. La caída de las
defensas no es masiva y uniforme sino que permite con mayor
probabilidad
la aparición de ciertas enfermedades: infecciones (las
más frecuentes son las pulmonares, y también otras
producidas por diversos virus, bacterias, hongos y
parásitos), y distintos tipos de cáncer (los
más comunes son lo que afectan la
piel y los ganglios linfáticos).

Uno de los
indicadores más evidentes del avance de la
infección y del desarrollo del SIDA, es la
aparición de estas "enfermedades oportunistas". Por eso se
las considera "marcadoras" o "trazadoras". Marcan la presencia y
evolución de la infección. A ellas se suman los
efectos directos del virus en el organismo, que incluyen, entre
otros, trastornos del sistema
nervioso y del aparato
digestivo. Cuando el portador del VIH desarrolla este
conjunto de afecciones se lo considera un enfermo de SIDA.

Como se expuso anteriormente, puede suceder que el VIH, una
vez ingresado al organismo permanezca "en reposo" dentro de los
linfocitos invadidos. En esta situación, el paciente no
tiene síntomas, por eso se lo llama portador
asintomático. Sin bien no presenta síntomas el
portador asintomático puede contagiar a otras personas sin
saberlo.

1.2.1- Evolución
Natural del Virus

Apenas el VIH/ ingresa al cuerpo se produce la respuesta
inmunológica usual, sin embargo, muy pronto el VIH
encuentra a los linfocitos T4 o CD4 e integra a su interior, los
anticuerpos producidos no son entonces eficaces para erradicar la
infección. El virus integra su información genética a
estas células y utiliza su estructura
para multiplicarse. Este es un proceso que
continua a lo largo de varios años y que va ocasionando
la muerte y
desaparición gradual de los linfocitos CD4.

Se reconocen 4 fases principales en la progresión del
virus:

Estadío I (Fase Aguda)

Va desde el ingreso del virus al organismo hasta cuando el
sujeto infectado comienza a producir anticuerpos contra el virus
(usualmente de 6 a diez semanas). Al fin de esto, el individuo ha
seroconvetido y las pruebas como
Eliza o Western Blot se vuelven positivas.  Esta fase puede
ser asintomática o presentarse con cuadros tipo faringitis
o gripe con fiebres inflamación de ganglios y rash
cutáneo, además de  otras manifestaciones
menos frecuentes. Estas molestias se resuelven después de
algunas semanas.

Estadio II (Asintomático)

Es un proceso en el que individuo luce sano, no tiene
manifestaciones clínicas o síntomas. Puede durar
varios años.

El proceso infeccioso continúa hay replicación
activa del virus y también hay una gradual
disminución de los linfocitos CD4.

Estadio III (Fase Sintomática Leve)

Este es el tercer periodo, el individuo afectado comienza a
tener manifestaciones relacionadas con el deterioro de la
inmunidad. Característicamente se describe el crecimiento
de ganglio linfáticos en diferentes partes del cuerpo
también se observa mayor frecuencia de herpes zoster,
candidiasis oral o vaginal episodios de fiebre o diarrea
(síntomas constitucionales). Sobre la base de estudios
extranjeros se conoce que el curso natural de la infección
hasta este punto puede tomar entre ocho y diez años
promedio.

Fase IV (SIDA)

En este momento ya hay caída significativa de los
linfocitos CD4 (<200/mm3) y el virus se reproduce muy
activamente el  sujeto comienza a presentar una serie de
problemas
relacionados a la infección por el VIH mismo y a la
presencia de  otras múltiples infecciones que atacan
en vista del deterioro de la inmunidad.

1.2.2- Sarcoma de
Kaposi

El sarcoma de Kaposi (SK) es la neoplasia o tumor más
frecuente en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA). Aunque en ocasiones afecta a pacientes VIH (+)
que son usuarios de drogas o hemofílicos, e incluso a
personas que han adquirido la infección por contagio
heterosexual, fundamentalmente se ha encontrado en varones
homosexuales, sean o no portadores del VIH.

Al presentarse como lesiones visibles presenta un importante
problema social ya que se ha considerado como un estigma del
SIDA. Puede afectar la calidad de vida
de los pacientes de diferentes maneras; el edema asociado al SK
puede ocasionar dificultades para la deambulación, las
lesiones dolorosas o voluminosas en la cavidad oral pueden
dificultar el habla y la deglución, las lesiones en cara
pueden ser causa de desfiguración y acrecentar el
aislamiento social. Además contribuye de un modo
importante a la mortalidad de las personas con SIDA.

Clínicamente se caracteriza por la aparición de
manchas, placas o nódulos violáceos de diferentes
tamaños generalmente cutáneos, aunque existen
formas de presentación ganglionar sin lesiones de la
piel o como
lesiones de las mucosas de boca e intestino.

Las manchas del sarcoma de Kaposi se encuentran
típicamente en la mitad superior del cuerpo: cabeza,
cuello y parte alta del tórax, aunque pueden presentarse
en cualquier parte del cuerpo. También es frecuente la
afectación de la mucosa de la boca, observándose
con mayor frecuencia en el  paladar.

La presencia de edema o ulceración, afectación
extensa de mucosa oral y la afectación visceral distinta
de la ganglionar son considerada como factores negativos del
pronóstico

La afectación visceral es frecuente; en la mitad de los
pacientes con lesiones de la piel se detecta afectación
visceral, sobre todo en el ámbito intestinal, aunque
también se puede producir afectación de
hígado, pulmón, ganglios linfáticos,
cerebro y
corazón.

En general, si el SK sólo afecta a la piel, la
enfermedad no puede ser causante de muerte. Si el
SK se disemina, sin embargo, los tumores pueden ser
suficientemente grandes como para causar problemas serios: La
afectación de la mucosa oral puede causar problemas para
la ingesta de alimentos; En el
estómago o los intestinos puede ser fatal, causando
hemorragias internas y bloqueos de los órganos afectados;
la afectación pulmonar suele ser rápidamente fatal,
simulando una neumonía por P. carinii; si el SK afecta a
los ganglios linfáticos, puede causar una hinchazón
severa de las extremidades, la cara o del escroto.

Estadios
del sarcoma de kaposi 

·        
Estadio I

Forma cutánea limitada (menos de 10 lesiones o
afectación de sólo un área
anatómica).

  • Estadio II

Forma cutánea diseminada (más de 10 lesiones o
afectación de más de un área
anatómica).

  • Estadio III

Afectación únicamente visceral.

  • Estadio IV

Afectación cutánea y visceral o
afectación pulmonar.

1.3- Transmisión y diagnostico del
VIH/SIDA

El VIH se transmite por medio de contactos homosexuales y
heterosexuales; con la sangre y los hemoderivados; y por contagio
de la madre infectada al hijo durante el parto, el periodo
perinatal o a través de la leche materna.
Después de más de 20 años de análisis minucioso, no se han encontrado
pruebas de que el VIH se transmite por contactos casuales ni de
que los insectos sean capaces de provocar el virus, por ejemplo,
con la picadura de los mosquitos.

1.3.1- Transmisión sexual

La infección por el VIH es preferentemente  una
infección de transmisión sexual (ITS) en todo el
mundo.  Aunque aproximadamente el 42% de las
infecciones  nuevas por el VIH que se publicaron en Estados
Unidos sigue ocurriendo en varones homosexuales, los contagios
heterosexuales son indudablemente la forma mas frecuente de
transmisión de la infección en todo el mundo,
especialmente en los países en vía de
desarrollo.

Se ha demostrado la presencia de VIH en líquido seminal
tanto en estado libre
como dentro de las células mononucleares infectadas. Al
parecer, el virus se encuentra en el líquido seminal,
especialmente cuando existen en la misma cantidades elevadas de
linfocitos y monolitos, lo que sucede en los estados
inflamatorios del aparato genital como la uretritis y la
epididimitis.

También se ha encontrado el virus en los frotis del
cuello uterino y el líquido vaginal. En estudios
realizados sobre la transmisión heterosexual del VIH, se
observó que la transmisión desde el varón a
la mujer es
aproximadamente más eficaz que a la inversa. Esa
diferencia puede deberse en parte al contacto prolongado del
líquido seminal infectado con mucosa de la vagina, del
cuello uterino o el endometrio. En cambio, el
pene y su orificio uretral quedan expuestos durante bastante
menos tiempo al contagio por parte del líquido vaginal
infectado.

El sexo oral parece ser una modalidad de transmisión
del VIH mucho menos eficaz que el coito anal receptivo. Existe a
este respecto la idea errónea defendida por algunas
personas, de que el sexo oral puede proponerse como una forma de
sexo seguro y
sustituto del sexo. Ese es un enfoque peligros, ya que existen
informes que
han demostrado la transmisión del VIH al receptor de una
felación. 

1.3.2- Transmisión por sangre y
hemoderivados

El VIH puede transmitirse a los individuos que reciben
transfusiones de sangre contaminada por el VIH, hemoderivados o
transplantes tisulares, así como los adictos a drogas por
vía parenteral expuestos al VIH mientras comparten un
mismo instrumento contaminado como agujas, jeringuillas, el agua en que
se mezcla la droga o el
algodón
a través de que se filtra, etc. La transmisión
parenteral del VIH durante la inyección de drogas, no
requiere de una punción intravenosa; las inyecciones
subcutáneas  o intramusculares también pueden
transmitir el VIH aunque se consideran erróneamente de
bajo riesgo.

Desde finales de la década de los 70 hasta la primavera
de 1985, fecha en que se declararon obligatorias las pruebas de
detección de VIH-1 en la sangre de los donantes, se
calcula que la sangre y los hemoderivados infectaron a más
de 10,000 personas en Estados Unidos.

Además de lo anterior, varios miles de pacientes
hemofílicos o con otros trastornos de la
coagulación se infectaron con el VIH al recibir plasma
fresco, congelado o concentrado de los factores de la
coagulación contaminados por el virus. Actualmente, en
Estados Unidos y en la mayoría de los países
desarrollados, el riesgo de transmisión de VIH con sangre
o hemoderivados es extraordinariamente pequeño gracias a
la adopción de las siguientes medidas:   
1) búsqueda en sangre o hemoderivados del antígeno p24 y del anticuerpo para el VIH
por medio del análisis de inmunoabsorción ligada a
la enzima (ELISA), 2) la autoexclusión de los donantes en
función
de sus conductas de riesgo, entre otras pruebas.

1.3.3- Contagio del VIH en el medio laboral: personal
sanitario y de laboratorio.

Existe un riesgo laboral pequeño pero claro de
transmisión del VIH entre los profesionales 
sanitarios, el personal de laboratorio y, posiblemente de otras
personas que manipulan las muestras de los pacientes con la
infección, especialmente si manipulan objetos punzantes.
Los estudios realizados en muchos grandes centros indican que el
riesgo de transmisión del VIH después de una
punción cutánea  con una aguja o un
instrumento cortante contaminados  es de aproximadamente
0.3%. El mayor riesgo de infección por el VIH
después de exposiciones percutáneas a sangre
infectada por el virus se asocia a exposiciones a una cantidad
relativamente grande de sangre infectada. Además de esto,
el riesgo aumenta cuando se producen contacto con la sangre de
pacientes que padecen una fase avanzada de la enfermedad, debido
probablemente a la presencia de unas concentraciones mas elevadas
de VIH en sangre y a otros factores como la existencia de cepas
más virulentas del virus.

Los factores que podrían asociarse a la
transmisión mucocutánea del VIH son: Exposición
a un volumen de sangre
excepcionalmente grande, contacto prolongado y a una posible
puerta de entrada. No se ha demostrado la transmisión del
VIH a través de la piel intacta.

1.3.4-  Transmisión madre-feto/lactante
(transmisión vertical)

La infección del VIH puede transmitirse desde la madre
infectada al feto durante la gestación o al feto durante
el parto. Es una forma de contagio importante en los
países en vía de desarrollo, donde la
relación hombres infectados y mujeres infectadas es 1:1.
El análisis virológico de los fetos abortados
indica que el VIH puede transmitirse al feto durante el embarazo
incluso durante el primer y segundo trimestres. Sin embargo, la
frecuencia de la transmisión materno-fetal alcanza su
máximo en el período perinatal. Esta
conclusión se basa en varios argumentos, como el marco
temporal de identificación de la infección mediante
la aparición sucesiva de las distintas clases de
anticuerpos contra el VIH, es decir, la aparición de tres
a seis meses después de nacer de anticuerpo IgA
específico de VIH; un cultivo positivo para el virus, la
aparición de antigenemia p24, semana  a meses
después del parto pero no en el momento del parto; una
reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en sangre de la
lactante recogida después del parto que es negativa al
nacer y positiva unos meses después; la
demostración de que el primer gemelo nacido de madre
infectada suele estar mas a menudo infectado que el segundo y el
hecho de que la cesárea se asocia a una menor frecuencia
de transmisión de la infección al lactante.

1.3.5-  Momentos de la transmisión
(vertical)

Intrauterina (30%): Ocurre vía transplacentaria
o por transfusión materno-fetal, especialmente por micro
desprendimientos placentarios. Los principales mecanismos
serían por contaminación con sangre materna en el
espacio intervelloso, en el corion y su pasaje por el
líquido amniótico y desde la decidua basal con
la
contaminación directa de células del
trofoblasto. Generalmente la infección ocurre los
últimos 15 días previos al parto. El VHI-1 se ha
aislado en abortos de hasta 8 semanas y en sangre
periférica de RN al nacer, además se comprueba este
traspaso por el síndrome dismórfico del RN descrito
para el VIH.

Intraparto (70%): Es lo más común. Por
contacto directo del feto con sangre materna infectada y con
secreciones del tracto genital durante el parto, micro
transfusiones materno-fetales durante contracciones uterinas,
infección ascendente por el cérvix,
absorción del virus por el tracto digestivo del
niño. Su ocurrencia se ha comprobado por el aislamiento
viral en secreciones vaginales y porque se reduce el contagio
neonatal al realizar una cesárea.

También en nacimientos múltiples el primer
gemelar se infecta más (el doble), tanto en partos
vaginales como en cesáreas.

Por leche materna: (Si no se suspende la lactancia, es
de un 14% por este mecanismo, bajando a 60% la transmisión
intrauterina y a 25% la intraparto). La infección ocurre
generalmente en los primeros meses y es mayor cuando la
seroconversión es posparto (sube a un 29%). También
es mayor ante mastitis
materna e infección de la mucosa oral del RN.

En África esta transmisión es muy importante
(30-50%) ya que no hay otra fuente de alimentación segura,
para los menores de 2 años.

El virus se ha aislado de células del calostro, de
histiocitos y de extractos no celulares en leche de mujeres
infectadas.

La transmisión del VIH desde una madre al lactante o al
feto, en ausencia de tratamiento antirretroviral (ARV)
profiláctico para la madre durante el embarazo, la
dilatación y el parto, y para el feto después del
nacimiento oscila entre el 15 al 25 por ciento en los
países industrializados y entre el 25 y el 35 por ciento
en los países en desarrollo.  Esta diferencia puede
estar relacionada con la idoneidad de los cuidados prenatales
existentes,  con el estadío de la enfermedad 
debido al VIH y con el estado
general de la embarazada.

1.3.6-  Pruebas
diagnósticas

Se denomina pruebas serológicas a las realizadas sobre
el suero, uno de los componentes de la sangre,
para detectar anticuerpos. De este modo existen
análisis serológicos para detectar distintos
tipos de enfermedades: hepatitis
B, sífilis,
chagas, toxoplasmosis
y VIH. Habitualmente se usa la expresión "seropositivo"
como sinónimo de VIH positivos, pero ambos términos
no significan lo mismo: la persona
VIH positiva es seropositiva para el VIH.

La primera prueba que suele hacerse para detectar la presencia
del virus
es conocida como ELISA – Enzyme Linked Inmuno-sorbent Assay
(prueba de inmunoenzimática)-. Existen otras similares
pero esta es la más frecuente. Esta prueba, como toda
prueba serológica no reconoce el virus, sino los
anticuerpos generados por el organismo para defenderse de
él. Es decir, si hay anticuerpos, hay virus.

Toda prueba diagnóstica posee dos características:
la sensibilidad y la especificidad. La primera se refiere a la
capacidad de detectar la presencia de determinada sustancia; la
segunda se refiere a la capacidad de excluir toda sustancia que
no sea la efectivamente buscada.

ELISA es una prueba muy sensible, ya que ante la mínima
presencia de anticuerpos del virus, e incluso elementos
similares, dará un resultado positivo. Si el estudio da
negativo es porque efectivamente el virus no está
presente. La alta sensibilidad de esta prueba puede dar como
resultado "falsos positivos" ante anticuerpos similares, lo que
obliga a realizar una prueba confirmatoria. A las personas con
resultado positivo, se les realiza una segunda prueba, más
específica y menos sensible, para confirmar la presencia
de anticuerpo de VIH y eliminar del
grupo de los "positivos" a las personas que no están
infectadas por el virus; la más frecuente es la
Western-blot.

Hay un período que se denomina "período ventana"
y se utiliza para dar cuenta del tramo inicial de la
infección durante el cual los anticuerpos generados por el
organismo no son detectados por las pruebas serológicas
habituales. Es necesaria una determinada cantidad de anticuerpos
para que las pruebas puedan detectarlos. Este período se
extiende desde el ingreso del virus al organismo hasta el momento
en que este genera el número de anticuerpos necesario para
ser captados por las pruebas de
laboratorio. Puede durar tres meses, o más. Por esta
razón es aconsejable reiterar las pruebas cada tres meses
a lo largo de un año.

Durante el "período ventana" las personas infectadas
son seronegativas ya que el resultado de los estudios es
negativo. Pero más allá de que no se detecten los
anticuerpos en sangre, el período ventana es un
período de alta contagiosidad durante el cual el virus se
está multiplicando de manera muy rápida.

1.4- Tratamientos y vacunas

Desde la XI Conferencia
Internacional del SIDA, celebrada en Vancouver, se han abierto
nuevas perspectivas sobre la infección VIH y el SIDA
fundamentadas en dos pilares: el empleo de la
medición de carga viral del
VIH y las nuevas pautas de tratamiento con antirretrovirales.
Estas perspectivas permiten ser optimistas y vislumbrar una
luz en el
fondo del túnel.

Sin embargo, se empiezan a oír comentarios que pueden
reflejar la confusión de la creencia de que existen
tratamientos que curan el SIDA y que pueden inducir a error.

A la luz de los conocimientos actuales no existe un
tratamiento antirretroviral que cure el SIDA; las potentes
combinaciones de 3 ó más antirretrovirales
sólo han demostrado que retrasan la progresión del
seropositivo a SIDA y mejoran su calidad de vida, lo que ya
supone un gran logro y quizás en el futuro se pueda decir
que curan o cronifican la infección VIH; pero aún
no. A pesar del descenso de la carga viral a niveles que no son
posibles de detectar con las actuales técnicas, no quiere
decir que el virus ha desaparecido o que no exista ADN viral dentro
del material genético de algunas células. Por lo
tanto no se debe confundir 'indetectable' con 'inexistente'.
También se tiene que tener presente que los descensos
detectados en sangre no tienen porque corresponderse con
descensos en, por ejemplo, secreciones sexuales.

En el momento actual es posible detectar al virus por carga
viral o PCR a los pocos días del contagio (4-7
días) y se están ensayando regímenes de
tratamiento temprano para ver si es posible erradicar el virus en
los primeros momentos de la infección (unos pocos, 2-3,
días tras ser expuesto a una potencial fuente de
contagio). Sin embargo harán falta años para sacar
conclusiones definitivas.

1.4.1- Carga viral

La  carga  viral   es  la
cantidad  de  VIH  que  hay  
en  la  sangre de una  persona

infectada. Las personas con una carga viral alta tienen
más posibilidades de progresar rápidamente a SIDA
que las personas con niveles bajos de virus.

Con el test de la carga
viral se mide la cantidad de VIH en la sangre de una persona. Es
importante realizar esta prueba antes de iniciar el tratamiento
porque con ella sabremos cuánto ha progresado la
infección por VIH, y también porque nos dará
el valor inicial
(o basal) de la carga viral que más tarde nos
ayudará a determinar si el tratamiento funciona.

Los estudios de carga viral miden la cantidad de virus en
sangre (no los anticuerpos) y no constituyen pruebas eficaces
para el
diagnóstico de la enfermedad sino que son
útiles, en combinación con el recuento (o dosaje)
de linfocitos CD4, como
indicadores de la
evolución de los pacientes. En este momento existen
tres métodos
reconocidos para estudiar la carga viral (NABSA, BDNA, y
PCR).Para comparar los resultados a lo largo del tiempo
conviene utilizar siempre el mismo método. Los estudios de
dosaje de linfocitos CD4 como los de carga viral, deben
realizarse estando el paciente sin ningún proceso
infeccioso en curso, no habiendo recibido una vacuna durante el
último mes, y en un
estado psicológico no alterado, pues estas situaciones
alteran sensiblemente el resultado de los análisis.

A partir del momento en que se detecta la infección, lo
más importante es averiguar cuál es
el estado inmunológico del paciente a través
del recuento de linfocitos CD4 (indicadores de
la capacidad de defensas del organismo) y de la cantidad de virus
circulante en la sangre (lo que se denomina carga viral). La
caída de linfocitos CD4 por debajo de un
valor límite – que se ha fijado actualmente en
500/mm  marca un
deterioro inmunológico que hace prever la aparición
de las enfermedades oportunistas.

El análisis viral sirve entonces como un factor
pronóstico que orienta sobre cuál debe ser el
tratamiento específico y cuándo comenzarlo. El
consenso mayoritario es comenzar el tratamiento cuando los
linfocitos CD4 estén por debajo de las 500
células/mm3, y la carga viral entre 5.000 y 10.000
copias/ml, aunque no hayan aparecido  
aún   síntomas  menores  
(diarreas,  fiebre  
inexplicable,  candidiasis,

herpes zoster) o las enfermedades oportunistas

La carga viral está siendo un instrumento para
establecer pautas terapéuticas. La información
sobre la etiopatogenia de la infección VIH es un elemento
imprescindible al considerar las estrategias
terapéuticas.

En este sentido, el valor de la carga viral para conocer el
pronóstico de la infección y su utilización
como variable de medida de la eficacia de los
fármacos en los ensayos
clínicos, son fundamentales.

1.4.2- Tratamiento antirretroviral

El tratamiento o terapia antirretroviral es la
utilización de fármacos para reducir la carga viral
del paciente.

La mayoría de las personas que inician tratamiento
antirretroviral logran reducir la carga viral a niveles
indetectables (menos de 500 copias en cada ml de sangre) en unas
12-16 semanas. Sin embargo, el tratamiento antirretroviral es muy
complejo, y los resultados pueden ser muy diferentes en personas
distintas.

Está demostrado que la terapia antirretroviral logra
que mejore la salud de las personas seropositivas con SIDA
avanzado y con sistemas
inmunitarios muy debilitados. Además, muchos expertos
creen que el tratamiento también beneficia a las personas
seropositivas que se encuentran en fases más tempranas de
la infección

Para iniciar un tratamiento antirretroviral se estudian los
niveles de ARNVIH plasmático (carga viral) y el recuento
de LT CD4+, que indican la extensión del daño
inmune ya producido y provocado por el VIH.

Los tratamientos están enfocados a bloquear la
replicación viral inhibiendo la acción
de las enzimas
virales.

Se sabe que algunas drogas son mutagénicas in
vitro.
Pero la información actual indica que el
beneficio de estos medicamentos es claramente superior al
potencial riesgo. Sólo hay información clara sobre
ZDV con relación a su uso después del primer
trimestre, con las otras drogas la información se limita a
estudios después de las 38 semanas.

Para entender como funcionan los medicamentos retrovirales,
hay que conocer las enzimas virales y sus mecanismos de
acción: Transcriptaza reversa: Copia RNAHIV en doble
cadena DNA (de ahí el nombre de retrovirus virales, que
salen de la célula a
infectar otras células).

Existen varios tipos de drogas antivirales, las que se
clasifican según el sitio de acción:

Ø  Nucleótidos análogos:
Zidovudina (ZDV o AZT), Lamivudina (3TC), Didanosina (ddI). Que
impiden el ensamble del DNA viral.

Ø  No nucleótidos inhibidores de la
Transcriptasa reversa: Nevirapina (NVP)

Ø   Inhibidores de la Proteasa:
Saquinavir, Ritonavir. Bloquean el sitio activo y al catalizador
de la Proteasa.

Ø  Otros tipos de drogas: Inhibidores
nucleótidos, Inhibidores de la Reductasa, de la Integrasa
y de la Fusión
de Receptores de quimioquinas.

Existen varias combinaciones de dos o tres antirretrovirales
que incluye uno o dos análogos nucleósidos junto a
un inhibidor de la proteasa, pautas que si pueden considerarse
como propias ya de la práctica asistencial.

El tratamiento antirretroviral no lo es todo debe integrarse
en el conjunto de los cuidados del paciente con infección
VIH/SIDA: la profilaxis y el tratamiento de las infecciones
oportunistas, el apoyo psicológico y social, los cuidados
del paciente en situación terminal, la atención de
las toxicomanías y el consejo para reducir o evitar
prácticas de riesgo

1.4.3- La terapia combinada.

La  terapia  combinada  es la  base de la
terapéutica  antirretroviral actual, en este

sentido, deben ser reconsiderados los pacientes que
habían iniciado monoterapia con ZDV e incluso con ddl. Una
excepción a esta consideración es la profilaxis de
la transmisión vertical del VIH, pues en la actualidad
sigue recomendándose la ZDV, aunque se están
realizando estudios con fármacos más potentes.

En la actualidad el objetivo es
suprimir la replicación viral al máximo, y
así retardar la progresión de la enfermedad, siendo
lo más efectivo el uso de terapias combinadas de drogas.
Estas son limitadas en número y mecanismo de
acción, además hay resistencia
cruzada entre algunas drogas.

El común denominador de los tratamientos aplicados en
la actualidad es la combinación de distintas drogas
antiretrovilares, comúnmente llamada "cóctel".
Estos "cócteles" reemplazaron a las terapias tradicionales
de una sola droga,
que sólo se mantienen en el caso de las embarazadas VIH
positivas. Las diferentes drogas tienden a impedir la
multiplicación del virus y, hacen más lento el

proceso de deterioro del sistema
inmunitario. El "cóctel" se compone de dos drogas
inhibidoras de la transcriptaza reversa (las drogas:
AZT, DDI, DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor de otras enzimas,
las proteasas.

La combinación de distintas drogas
antiretrovilares o "cóctel" se compone de dos drogas
inhibidoras de la transcriptaza reversa (las drogas: AZT, DDI,
DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor de otras enzimas,
las proteasas.

Al inhibir diferentes enzimas, las drogas intervienen en
diferentes momentos del proceso de multiplicación del
virus, impidiendo que dicho proceso llegue a término. La
ventaja de la combinación reside, justamente, en que no se
ataca al virus en un solo lugar, sino que se le dan
"simultáneos y diferentes golpes". Los inhibidores de la
transcriptaza inversa introducen una información
genética
"equivocada" o "incompleta" que hace imposible la
multiplicación del virus y determina su
muerte. Los inhibidores de las proteasas actúan en
células
ya infectadas impidiendo el "ensamblaje" de las proteínas
necesarias para la formación de nuevas partículas
virales

Las razones por las cuales estas drogas no erradican
totalmente el virus son de distinto tipo. Para multiplicarse el
virus utiliza el sistema reproductivo de las células en
que se introduce. Cabe ahora agregar que no todas las
células tienen la misma
velocidad de reproducción (algunas tardan horas; otras,
semanas, y otras, como las neuronas, no se reproducen). Se
establece entonces la siguiente cadena:

Las drogas sólo pueden actuar cuando el virus se
está multiplicando; a su vez, el virus sólo puede
multiplicarse cuando la célula
se está reproduciendo y por lo tanto, las drogas
podrán actuar en aquellas células que se
estén reproduciendo y les será imposible entrar en
aquellas que estén en período de latencia.

Desde la perspectiva de seguridad de los
fármacos antirretrovirales es fundamental minimizar los
efectos adversos y las interacciones con otros medicamentos de
prescripción frecuente en los pacientes con
infección por VIH/SIDA.

El objetivo es lograr que la tolerancia de la
medicación sea la máxima posible, favoreciendo
así la adherencia al tratamiento, y en consecuencia
reducir en el mayor grado posible la aparición de resistencias
del VIH.

Es importante asegurar la regularidad de las tomas de
medicación en los tratamientos combinados actuales, pues
la discontinuidad permite que el virus se haga resistente. A la
continuidad suele verse afectada tanto por dificultades en la
provisión de drogas como por el abandono temporal del
tratamiento por parte del paciente: uno de los principales
inconvenientes es que los cócteles implican tomar entre 10
y 15 pastillas diarias, en diferentes horarios y formas de
ingesta.

El único caso que en se mantiene el tratamiento con una
sola droga lo constituyen las embarazadas VIH positivas. En
algunos países la normativa vigente con relación al
tratamiento de las mujeres embarazadas VIH positivas, establece
que las madres seropositivas deben recibir AZT a partir de la
semana 14 del
embarazo hasta el momento del
parto (momento en que se les suministra por vía
endovenosa), pues no están comprobados los efectos de la
combinación de drogas sobre el bebe en gestación.
Luego del parto, la madre puede retomar la terapia triple, y debe
evitar el amamantamiento (siempre que existan alternativas
alimentarías adecuadas). Por su parte, el recién
nacido recibe AZT por seis semanas consecutivas. Con estas
precauciones, la transmisión del virus de madre a hijo se
reduce del 30% al 8%.

 Desde el punto de vista de cuántos
antirretrovirales incluir en las combinaciones, cualquier pauta
con más de tres fármacos debe ser considerada
exclusivamente desde perspectivas de investigación
clínica. Esta valoración también se aplica
en la actualidad a cualquier combinación de dos
inhibidores de la proteasa.

CAPITULO II –
CARACTERÃSTICAS GENERALES Y ACCIONES DESARROLLADAS POR EN
INSTITUTO NACIONAL DE LA SALUD (INSALUD)

2.1- Origen Histórico

El Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) es un Consorcio de
75 de las más importantes Organizaciones No
Gubernamentales (ONG) y
privadas con y sin fines de lucro que trabajan en Salud,
así como un conjunto de miembros individuales, y  la
Secretaria de Estado de Salud Pública y Asistencia Social
como miembro ex oficio, su fundación básicamente es
la realización de  valiosos aportes al constituirse
en un vehículo entre el sector gubernamental y la sociedad civil,
con el objetivo de lograr consenso y concertación en temas
fundamentales de políticas
de salud

INSALUD realizó su Asamblea Constitutiva el 17 de
diciembre de 1991, y fue incorporado mediante el Decreto No.
34-93 del Poder
Ejecutivo, de fecha 29 de enero de 1993.

Tiene ya 14 años de trabajo
constante y continuo, pero ha identificado la necesidad de
promover su  trabajo y crear un vínculo entre las
instituciones de la membresía, las agencias de
cooperación y el público en general.

El objetivo social de INSALUD es promover la
concentración alrededor políticas y hacines
sociales coherentes con los principios comunes establecidos en la
definición de Salud aceptada, a través de la
participación tanto del equipo técnico de la
institución como de su membresía y de otros actores
en el sector.

2.2- Misión:

Contribuir a promover y generar la participación
democrática de todas y todos los actores, proveedores de
servicios de salud, políticos y usuarios, en la
presentación, el análisis y la discusión
sobre la situación y las ideas en salud, que provocan
cambios en las políticas y prácticas de salud en el
país. Como institución ofrecerá apoyo
técnico e intermediación entre donantes y
donatarios, procurando la mayor eficiencia en el
uso de los recursos proveniente de organismos internacionales,
así como de personas, empresas y el
Gobierno
Nacional.

2.3-Visión:

INSALUD cumple un rol Político como promotor y
facilitado de cambios en políticas generales de salud,
propiciando espacios de reflexión, concertación y
participación para la promoción de las reformas y cambios en las
políticas, las propuestas y las acciones en salud que
beneficien a la población dominicana.

2.4- Objetivo General:

Procurar el mejoramiento de la Salud de la población
Dominicana mediante el
conocimiento de su realidad sanitaria y su
contribución al desarrollo de las políticas,
estrategias y acciones dirigidas a dichos fines.

2.5- Objetivos
Específicos:

1. Promover la participación de todos los actores
sociales en la búsqueda de concertación, para
construir e impulsar políticas y acciones de salud que
contribuyan a mejorar las condiciones de vida de la
población.

2. Apoyar en el Sector Público los procesos de
cambio en la
organización y provisión de servicios que
procuren calidad, equidad,
universalidad, accesibilidad y eficacia de los mismos, así
como a los esfuerzos de coordinación intersectorial.

3. Colaborar en la elaboración de las políticas,
estrategias y acciones de salud de los organismos públicos
y privados competentes.

4. Apoyar y estimular los procesos de
institucionalización del sector salud, ofreciendo
asistencia en desarrollo de Recursos
Humanos y fortalecimiento institucional a las asociaciones y
organizaciones que inciden en la salud de la población,
con el propósito de garantizar mejores servicios de
promoción, prevención, curación y
rehabilitación, a la población Dominicana.

5. Apoyar la formulación de proyectos y
programas que contribuyan a la solución de problemas
específicos de salud, gestionando recursos y auspicio para
los mismos en colaboración con donantes nacionales e
institucionales, canalizándolas hacia las instituciones
afiliadas.

6. Analizar a través de la investigación
permanente la situación de la salud en la República
Dominicana y promocionar investigaciones y actividades de
difusión relacionadas entre los miembros de INSALUD y la
comunidad nacional a través de reuniones, conferencias,
proyectos y publicaciones

2.6- Experiencia Y Tiempo De Servicios

Capacidad Técnica

Durante los 15 años de trabajo de la
Institución, se han  organizado 14 jornadas de
Foro Nacional de Salud, para
debatir temas conceptuales de la Agenda Sarmienta, estos eventos han
ganado creciente importancia y merecido
el  co-auspicio de las Agencias de
cooperación de la Naciones Unidad, de los Bancos de
Fomentos Internacionales, de las Instituciones, de las
Instituciones oficiales y del sector privado.

Se han organizado Diplomados en alianza con Universidades
locales e Instituciones Internacionales además de
numerosos Talleres y Seminarios de discusión y
defunción sobres diversos aspectos: Ley General de
Salud; Descentralización, Municipalidad, Financiamiento
y Reforma; salud
sexual  y Reproductiva;  ITS y VIH /SIDA; ley 55-93
sobre el SIDA; Programa de Salud de los Partidos
Políticos; Enseñanza de la Salud Sexual y
Reproductivas en las Escuelas de Medicinas; Día
Internacional de la Salud de la Mujer; Salud mental de
la mujer y de la infancia,
Seguridad
Social, entre otros.

Hasta el año 2001 contara con una publicación
periódica, el Boletín Informativo trimestral, 
mantenemos una comunicación permanente con la
membresía para la asociación de las informaciones y
las cápsulas a través del fax.  A
partir del 2004,  Síntesis
narrativas y análisis  de las principales
Informaciones  de salud,  de circulación
electrónicas, la cual llega a más de 150 actores
morales e institucionales del sector salud y de otras
áreas de interés  incluida la membresía
de   funcionarios gubernamentales, agencia de
cooperación internacional entre otros.

Ha participado sistemáticamente en la
formulación de documentos y
propuestas concertadas son instrucciones afines, del sector
público y agencias internacionales, merecen
destacarse:

  • Reglamento de aplicación de la ley 55-93 sobre el
    SIDA convenio INSALUD SEPAS-AIDSCAP.
  • Manual de Acreditación de Clínicas y
    Hospitales (Asociación de Clínicas y Hospitales
    Privado,  Igualas Médicas, Instituto Dominicanos de
    los Seguros
    Sociales (IDSS).
  • Plan de Acción Nacional en Mujer y SIDA.
  • Propuesta de salud aprobada en el dialogo
    nacional.
  • Propuesta para el relacionamiento entre estado y ONG.
  • Reglamento de recursos humanos del sistema
    nervioso de salud.
  • Reglamento sobres las Regimenes de contratación de
    la  SESPAS para la provisión  de los Servicios
    de Salud Pública.
  • Reglamento de Promoción del Sistema Nacional de
    Salud.
  • Reglamento que Regula la contratación  por
    parte de la SESPAS, de las ONG y OSC, comisiones en el
    área de la salud.
  • Normas Generales para la Habilitación de
    Establecimientos y Servicios de Salud.
  • Reglamento de Estructura Organización y Funcionamiento  de
    las Redes
    Públicas y Provisión de Servicios de
    Atención a Las Personas.

INSALUD ha organizado 10 comisiones técnicas por
áreas temáticas o de impacto, Integradas por
Organizaciones No Gubernamentales ya sean de la membresía
o no.

Participa del Comité de Coordinación
Estratégica del Proyecto del
Servicio
Provinciales de Salud, que desarrolla la Comisión
Ejecutiva para la Reforma  del Sector Salud, con el
financiamiento del Banco
Mundial.

En Alianza con la Secretaria de Estado de Salud
Pública, en el año 2002, desarrollamos el Proyecto
de Habilitación y Coordinación del SESPAS,  el
cual tuvo como  resultado las Normas Nacionales
para la Habilitación y Acreditación de las ONG de
Salud.

Impulsa el proceso de construcción de la 
လRed de Redesá€
de las Organizaciones No Gubernamentales al nivel
nacional.   En ese proceso participaron unas 13 redes y
en el Primer Encuentro Nacional de ONG participación 166
ONG.

Forma parte de importantes espacios:  Consejo Nacional de
Salud,  Consejo Consultivo del Gabinete Social, Consejo
Asesor de PROCOMUNIDAD, Consejo Asesor para la
Habilitación de Proveedores de Servicios de Salud y ONG de
la Salud.

En el último quinquenio INSALUD fue responsable del
componente  de políticas del Proyecto Planificación
Familiar y Salud (AID-517-0259) y de la 
လConcentración contra el
SIDAá€,  componente de políticas 
del Proyecto  Acción  
SIDA.    Actualmente apoya al COPRESIDA en 
la construcción de los documentos de Políticas
públicas  para la protección de la infancia y
la adolescencia
huérfana y vulnerable por el VIH/SIDA  y
políticas públicas del condón.  
Ambos procesos cuentan con el apoyo técnico y financiero
de UNICEF y UNFPA respectivamente.

CAPITULO III – ROL DE LA
FAMILIA FRENTE A LA PERSONA VIVIENDO CON EL VIRUS DEL
SIDA.

3.1- Cuidados Paliativos

Una enfermera británica, Cecily Saunders, en los
años 60, trató de dirigir su trabajo hacia la
búsqueda de soluciones
específicas a las necesidades de los pacientes con
enfermedades en fase terminal, revolucionando los conceptos de
tratamiento de estos enfermos, y dando origen así a la
filosofía y principios de lo que hoy se
conoce como Cuidados Paliativos.

Basados en lo que dice La Organización Mundial de la
Salud (OMS), los Cuidados Paliativos son la atención
específica, activa e integral que deben recibir los
enfermos con una enfermedad avanzada, progresiva e incurable y
sus familias, atendiendo a todas sus necesidades. La
atención específica activa e integral consiste en
CUIDAR al enfermo y a su familia.

Los cuidados paliativos intentan aportar conocimientos
especializados en cuidados médicos, psicológicos,
de enfermería
y un apoyo, tanto emocional como espiritual durante la fase
terminal de la enfermedad, en un entorno hogareño,
familiar y amigable, y un aspecto importante y fundamental, es el
apoyo a la familia después del fallecimiento del paciente.
Además, tienen como fin que los pacientes se encuentren
libres de dolor, conscientes y con los síntomas bajo
control, de tal modo que puedan permanecer en su hogar o un lugar
lo más parecido posible, rodeado de la gente querida.

La enfermedad en esta etapa se acompaña de
múltiples síntomas que pueden ser cambiantes,
intensos y debidos a diversas causas que pueden provocar un
malestar importante en el enfermo y su familia. Cuando se cuida
al enfermo se trata el dolor y otros síntomas que alteran
su calidad de vida y la de su familia. Se facilita el apoyo
emocional, se promueve el bienestar y se mejora la calidad de
vida.

3.1.1- Objetivos de los Cuidados Paliativos

Los cuidados paliativos persiguen:

o    Disminuir el sufrimiento del enfermo y su
familia.

o    Mejorar la calidad de vida del enfermo y
la familia.

o    Fomentar la autonomía del
enfermo.

o    Potenciar la participación activa
de la familia haciéndola sentir útil y
dándole recursos para hacer frente y controlar
situaciones difíciles que pueden presentarse.

o    Ayudar a los familiares a elaborar su
duelo antes y después del fallecimiento del ser
querido.

Los cuidados paliativos tienen como objetivo la
atención integral de enfermo, es decir, desde un punto de
vista holístico, englobando los aspectos físicos,
psicológicos, sociales y espirituales con el fin de
procurar el mayor bienestar posible al enfermo y mejorar la
calidad de vida de la familia incorporando a cada uno de los
componentes del equipo ayuda al enfermo y a su familia en
aquellos aspectos que necesita.

En este sentido los objetivos, según la
Declaración de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), de los Cuidados Paliativos son, principalmente:

* Alivio del dolor y otros síntomas.
* No alargar, ni acortar la vida.
* Dar apoyo psicológico, social y espiritual.
* Reafirmar la importancia de la vida.
* Considerar la muerte como algo normal.
* Proporcionar sistemas de apoyo para que la vida sea lo
más activa posible.
* Dar apoyo a la familia durante la enfermedad y el duelo.
* Mantener la independencia.

Estos objetivos se basan en tres principios
fundamentales:

-Comunicación.
-Control sintomático.
-Apoyo familiar.

Por lo tanto, en el momento que se agote el tratamiento
específico y una vez que se agotan de forma razonable los
tratamientos de que se dispone, entramos en una situación
de progresión de la enfermedad, siendo, en este momento,
el objetivo principal la promoción del confort del
paciente y su familia.

3.1.2- Principios y base de la terapéutica

 Las bases de la terapéutica, según
la SECPAL, en pacientes terminales, son:

1.     Atención integral: teniendo
en cuenta los aspectos físicos, psicológicos,
sociales y espirituales. Se trata de una atención
individualizada y continua.

2.     El enfermo y la familia son la
unidad a tratar: por ser la familia el núcleo principal de
apoyo al enfermo y por tener una importancia especial en la
atención domiciliaria, requiere unas medidas
específicas de ayuda y educación.

3.     Promoción de la
autonomía y la dignidad del
enfermo: los pacientes necesitan ayuda y apoyo para mantener su
independencia el mayor tiempo posible. Se deben reducir las
limitaciones físicas del paciente mediante tratamientos y
ayudas para su medicación.

4.     Concepción
terapéutica activa: actitud
rehabilitadora y activa.

5.      Importancia del ambiente: una
atmósfera
de respeto, confort,
apoyo y comunicación, influyen de forma importante en el
control de síntomas. Esto depende, de la actitud de los
profesionales del equipo terapéutico, de la familia y de
las medidas de organización.

3.1.3- La unidad familiar

La fase terminal de una enfermedad afecta tanto al enfermo
como a su familia, es decir a la unidad familiar.

La familia es el primer núcleo social en el que se
desarrollan todos los seres humanos. Los niños y los
enfermos
terminales se relacionan con el mundo exterior a
través de ella, y la mayor parte de lo que reciben de
él es lo que les transmiten sus familiares y amigos.

Los lazos afectivos que unen a cualquier ser humano con su
familia son intensos y difíciles de romper, por ello,
cualquier problema que afecte a un miembro de la familia
repercute, en mayor o menor intensidad, en todos los
demás.

La enfermedad es uno de los problemas más graves que
puede afectar a una persona, y se intensifica si esta enfermedad
está en una situación avanzada.

El sufrimiento que provoca la enfermedad no sólo afecta
al enfermo, también la familia sufre, y lo hace
porque:

  • Vive el dolor y la angustia de su ser querido enfermo.
  • Siente miedo de perder a esa persona querida.
  • Tiene más obligaciones
    de las habituales.
  • Se siente incomprendida y sola ante la
    situación.

 Estos sentimientos son más intensos en el
familiar que asume la mayor carga de los cuidados. Es habitual
que en todas las familias haya una persona, que de forma natural
o por acuerdo entre todos, asuma la mayor responsabilidad en los cuidados del enfermo. Esa
persona se denomina CUIDADOR PRINCIPAL, y es la que corre
mayor riesgo de presentar agotamiento tanto físico como
emocional.

Por todo ello, los cuidados paliativos atienden no sólo
las necesidades del enfermo y del cuidador principal, sino las de
la Unidad Familiar, en la que se incluyen otros miembros de la
familia.

3.2- Enfermería básica

Se entiende por enfermería todos  aquellos
cuidados que una persona le proporciona a otra persona que padece
de algo o esta enferma. Estos cuidados incluyen tanto la
atención del paciente como del familiar.

 Es frecuente que un paciente con VIH/SIDA coexistan
múltiples síntomas que sean cambiantes e 
intensos debido a las infecciones oportunistas como son Tuberculosis,
Neumonía, Diarrea, Dolor de estomago agudo y permanente
hasta  llegar a la etapa del SIDA y que además causen
en él cierto grado de incapacitación, e impacto
emocional.

La intensidad de los síntomas depende de muchos
factores que rodean al paciente como la compañía,
el afecto, la deshidratación, el ambiente, etc. Pueden
modificar la percepción
y la sensación del dolor u otros síntomas por lo
general, a medida que avanza la enfermedad, el número de
síntomas y su intensidad aumentan.

El familiar debe adquirir conocimientos y desarrollar
destrezas y habilidades que le permitan suministrar cuidados a la
persona viviendo con el virus de SIDA.  Adquirir dominio 
sobre estos cuidados básicos, hacen que los familiares se
sientan más seguros respecto a lo que tienen que hacer
frente a cada situación que se le presente en el diario
vivir. Además aprenden que estos cuidados tienen

un principio y una forma, que ayudan a la persona a vivir
más tiempo y con más calidad.

Cuando la familia cuida del enfermo no solo le ayudan a
afrontar los problemas físicos que le impiden satisfacer
sus necesidades básicas (alimentación, higiene,
hidratación, sueño, etc.) sino que consiguen
mejorar su calidad de vida y bienestar.

3.2.1- Alimentación y Nutrición

Una persona que vive con el VIH o el SIDA para conservar una
salud estable debe llevar una dieta por encima de lo normal. El
régimen alimenticio debe ser cuidadosamente aumentado
puesto que la alimentación en una persona que vive con el
virus del SIDA es vital para poder
mantenerse en las condiciones físicas que le permitan
combatir los efectos colaterales que produce el virus cuando
entra al cuerpo o para el uso de los medicamentos.
လUna persona viviendo con virus de SIDA debe
comer de todo, la nutrición debe ser
igual que una persona que no tiene esta
condición.á€[4] Salvo cuando usan medicamentos, que deben reducir la
grasa y la sal, no hay ninguna restricción en cuanto a la
alimentación se refiere.

Una persona VIH positiva no debe ingerir alcohol,
cigarrillos, drogas narcóticas hortalizas y vegetales
crudos o mal higienizados, agua no
potable o tratada ya que esto puede incrementar o acelerar la
aparición de infecciones oportunistas.

Cuando se vive con el virus hay una tendencia a perder masa
muscular y la masa muscular es la que le da soporte al cuerpo en
el ámbito fisiológico. Es frecuente que aparezca
anorexia o
falta de apetito. Cuando un paciente es incapaz de alimentarse e
hidratarse como lo hacia antes de la enfermedad se genera, tanto
en él como en su familia un estado de angustia y
malestar.

En caso SIDA es fundamental que los familiares entiendan que
en esta etapa terminal aunque no se debe descuidar la
alimentación, también es cierto que la
alimentación deja de ser un elemento prioritario en este
proceso, pues aquí lo esencial es acomodar a la persona en
todo lo que él requiera, es decir ayudar a la
persona  a sufrir menos.

La enfermedad terminal es una situación en la que
están implicadas decisiones muy complejas, sobre todo
desde el punto de vista ético. Una de estas decisiones es
la instalación de nutrición e hidratación
artificial cuando el paciente es incapaz de realizar estas por si
solo.

Una de las posibilidades de actuación en estos casos en
la instauración de SNG para alimentación y
nutrición, ya que es una técnica sencilla de
aplicar aunque no esta exenta de riesgos o
complicaciones.

La anorexia terminal es una fuente de inquietud para el
paciente, su familia y el equipo terapéutico. La
anorexia/caquexia es un síndrome complejo, común en
pacientes con enfermedad neoplásica avanzada y SIDA. Este
síndrome anorexia-caquexia,  combina.

1.     Pérdida de peso.

2.     Lipólisis.

3.     Pérdida de
músculo.

4.     Pérdida de proteínas
viscerales.

5.     Anorexia.

6.     Astenia y abatimiento.

Este tipo de pacientes, lo primero que perciben es la
alteración de su propia imagen, debido a
la delgadez extrema que presentan, produciéndole una gran
ansiedad y angustia, dando lugar a la dificultad de la
relación familiar y social.

Por otro lado, debido a su extrema delgadez, el hecho de tocar
o mover al paciente va a producirle un intenso dolor o exacerbar
el ya existente.

La medida más importante es el consuelo, la
compañía, la comprensión, la presencia
física,
intentando que el paciente no pierda o recupere su autoestima y
tener disponibilidad hacia él.

Estas son las medidas a tomar, ya que en la mayoría de
las ocasiones ya no existen fármacos para poder tratar la
caquexia tumoral.

Los cuidados generales a tomar en consideración son los
siguientes:

  • Hay que respetar sus apetencias y adaptarse en la medida de
    lo posible a su horario.
  • Es recomendable fraccionar la dieta en seccione de 6 a 7
    tomas y flexibilizar mucho las cantidades.
  • Las dietas
    semiblandas, blandas o liquidas suelen ser mejor
    toleradas.
  • Se deben tratar de evitar los olores, ya que pueden
    incrementar la inapetencia del paciente.
  • Siempre que sea posible es importante que el paciente coma
    con el resto de la familia.

3.2.2 – Síntomas respiratorios

Los síntomas respiratorios aparecen con frecuencia en
los enfermos terminales y su incidencia aumenta a medida que
avanza la enfermedad. Estos síntomas tienen una gran
importancia en este tipo de enfermos, ya que tienen una
prevalencia relativamente alta y son síntomas que se
suelen asociar a una ansiedad importante para el paciente y la
familia.

Partes: 1, 2, 3
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