1.
Introducción
2. Desarrollo
3. Epistemologia
dialecta
4. Bibliografia.
El siglo XXI clama por una Epistemología profundamente
antropológica, basada en enfoques sistémicos de
comprometida integralidad. Ese es un dictado que proviene de las
propias características que ha venido adquiriendo
el desarrollo de
las ciencias y del
conocimiento.
Se trata de saltos del saber en casi todos los campos del
quehacer científico. Esos saltos además, registran
severos impactos en todo el andamiaje social de sus entornos
directos e indirectos, locales y globales.
Se trata entonces de que ahora como nunca antes, el
avance del conocimiento
registra connotaciones éticas, económicas,
jurídicas, políticas
y por supuesto, ideológicas. Y no es que estemos
politizando o ideologizando campos del saber en nada vinculados a
la política o
la ideología. Es que el avance del
conocimiento ahora registra matices de importancia trascendental
para toda la concepción de la vida, del hombre, de lo
humano, de la convivencia social.(Renau, 2000)
Unos ejemplos vividos durante los meses de despedida del
siglo servirán para ilustrar lo que planteamos.
En junio del 2000 fue presentado al mundo por Blair y
Clinton el primer acercamiento a un mapa del genóma
humano. Ya se gestaban concepciones según las cuales la
información que brindan los códigos
genéticos pueden dar luz para
caracterizar a las personas aspirantes a determinados empleos, y
sacar conclusiones por parte de los empleadores acerca de su
talento, capacidad, estados de ánimos, espíritu
emprendedor, etc. A partir de esa información brindada por la
configuración genética
de la persona, se
podría decidir si la persona en
cuestión sería merecedora o no de esa fuente de
empleo. De esa
manera alguien podría saber desde su nacimiento para
qué ha quedado predestinada en la vida. La
determinación de las relaciones sociales en la
conformación y transformación de la
personalidad queda en el olvido. ¿No es acaso esta una
conclusión totalmente ideologizadora? (Tedesco,
1998).
Las consecuencias éticas y hasta de
connotación política de los
tratamientos de fertilidad de las parejas que parecen conducir a
partos múltiples como el que se estuvo sufriendo en
Italia en los
últimos días del siglo XX llegan a conmocionar a la
opinión
pública no sólo del país escenario de
cada amarga experiencia como la señalada, sino a toda la
parte enterada del planeta, y apuntamos enterada, pues no podemos
olvidar, y esa es otra razón que clama por una nueva
epistemología comprometida con el
conocimiento socializado y socializador, que en el mundo
sólo un bajísimo porciento de su población conoce las realidades
científico tecnológicas y del ciberespacio de eso
que irónicamente llaman aldea global.
En los primeros días de octubre recorrió
el mundo la noticia de que una pareja en Colorado, Estados Unidos,
había seguido el proceso de
selección genética
de un hijo para con sus células
salvar a la hermana que padece de una enfermedad genética
de la médula ósea. Así nació Adam
Nash y con él una importante práctica médica
para atención a pacientes en fase terminal, pero
también con él surgió el dilema del destino
a dar a los embriones que no pasaron el test
genético. "¿Pretenderá alguien, se pregunta
la versión digital del CNN, que esos embriones puedan ser
congelados en tanques de nitrógeno líquido hasta
que se donen a una pareja estéril? ¿Es sensato
generar 15 embriones y un bebé para obtener unas cuantas
células?". Y este autor se pregunta
demás: ¿ cuantas parejas del tercer mundo
podrían aspirar a un tratamiento similar ante similar
padecimiento?, y mas aún, ¿ cuantas parejas del
tercer mundo se enterarán de esta posibilidad que brinda
la
ciencia?.
¿Será el
conocimiento de alto valor social
tan democrático como lo concebía Alvin Toffler?.
¿Constituirá la habilidad cognitiva de la
concepción de Hermstein y Murray la variable decisiva en
la estructura
social del siglo venidero?( Tedesco, 1998, p. 143).
Son estos cuestionamientos epistemológicos
cruciales que se presentan ante la humanidad que irrumpe en el
nuevo siglo. Son, como se aprecia, no exclusivos del
ámbito de la ciencia, sino
integradores de todo el andamiaje social. Requieren, por tanto,
tratamiento integrador desde posiciones epistemológicos
revolucionarias y transformadoras. Hoy mas que nunca queda
latente la exigencia de Marx: transformar
el mundo. Esa misión a
las puertas del siglo XXI ha de tener como herramental
teórico en la "sociedad del
conocimiento", a nuestro juicio, una Epistemología
Dialéctica.
El desarrollo de
los estudios en el terreno de la Epistemología ha ido
incursionando hacia la edificación de un grupo de
escuelas y/o paradigmas que
pudieran considerarse, en mayor o menor medida, en calidad de
clásicos del pensamiento
universal. Pudiéramos identificar entre los mas notables,
los siguientes:
- RACIONALISMO;
- EMPIRISMO;
- CONSTRUCTIVISMO;
- VIRTUOSISMO;
- EVOLUCIONISMO;
- CONDUCTISMO;
- HUMANISMO;
- REALISMO;
- POSITIVISMO y otros.
Esta selección que se presenta como las mas
notables escuelas y paradigmas
puede ser refutada. El hecho está en que para destacar las
escuelas mas descollantes se impone el punto de vista que
establece la rama específica de las ciencias de
que se trate. Por ejemplo, en el terreno de la
epistemología de las ciencias
sociales en la contemporaneidad suelen establecerse dos
grupos de
paradigmas mas importantes reconocidos como EXPLICATIVOS E
INTERPRETATIVOS .
En el primer grupo se
identifican los paradigmas empírico –
análitico, con E. Durkheim, K.
Popper y M. Bunge; el neofuncionalista con T. Parsons, Ritzer Y
J. Alexander y los neomarxistas con Roemer, Habermas, y
otros.
En el segundo grupo se identifican el paradigma del
interaccionismo simbólico con G. H. Mead y H. Blumer y el
paradigma de
la etnometodología con H. Garfinkel. (Briones,
1996).
Otra sería la relación de paradigmas de
mayor fuerza si se
tratara de las ciencias
naturales. Somos del criterio de que un especialista debe
estar informado al menos medianamente de por cuales derroteros
transcurren las escuelas epistemológicas que abordan las
ciencias de la rama del saber en que se ocupa.
Por otra parte, entre todas las escuelas referidas hay
rupturas y continuación, unicidad y desgarramientos.
Puntos de contacto y espacios de severos distanciamientos. Los
núcleos duros que las unen tienen que ver, ante todo, con
el tratamiento que dan a lo que pudiera entenderse como
cuestionamientos epistemológicos tradicionales.
El universo de
aspectos vinculados con estos cuestionamientos se asocia a
profundas indagaciones científicas y abordan no
sólo los atisbos mas novedosos del descubrimiento, sino
incluso hasta componentes que pudiéramos considerar
"trillados", como el propio objeto de la ciencia en
cuestión. Mas aún en los momentos actuales en los
que proliferan ciencias debutantes. Y eso no quiere decir
sólo que en las ciencias la madurez también se
alcance con los años, criterio que compartimos, sino
también refiere al hecho real de que precisiones
trascendentales para la ciencia, que
parten desde la definición de su universo objeto
del saber, llegan con el avance de los años y de la
irrupción de lo que algunos han dado en llamar "zonas de
sentido" (Gonzáles Rey, 1998) o siguiendo a Foucalt
"Umbral de epistemologización".( Foucault,
1972).
Somos de la opinión, ante la pregunta de a cual
asirse ante reflexiones epistémicas regionales , que la
pregunta no tendría sentido como no sea en la
búsqueda de los métodos y
fundamentos mas apropiados para dar solución a problemas
específicos de la ciencia. Es decir, abogamos por la
interacción dialéctica enriquecida del pensar
epistémico, a partir de lo mas valioso que ese pensar ha
aportado al conocimiento humano, ya desde comprometidas
raíces constructivistas, o desde el racionalismo o
empirismo mas
enardecido. Apuntamos, proponemos, a una Epistemología
Dialéctica.
Recientemente ante una discusión en plenario de
un congreso acerca de las singularidades de la educación superior
cubana, la discusión giró en torno a la
pregunta de cuáles presupuestos
epistémicos sostenían la escuela cubana de
educación
superior. La pregunta desdichadamente, por razones de
tiempo cayo al
vacío. Luego los debates de pasillo giraron en propuestas
comprometidas con Piaget, o con
Vigotsky,
otros apasionadamente defendieron el aporte cubano de Varela y
Luz Caballero,
y en ese enjambre de verdades, el criterio del autor se ha
inclinado hacia la dialéctica de las escuelas, los
pensadores y la práctica. Por eso proponemos una
Epistemología Dialéctica que opinamos es la que
refleja con mayor exactitud el enriquecimiento constante que se
viene produciendo y toma suficiente distancia de posicionamientos
exclusivamente constructivistas, o racionalistas, o
evolucionistas, etc.
La Epistemología Dialéctica parte de los
propios cuestionamientos referidos, pero incursiona en ellos
desde el principio de la materialidad y unicidad del universo
así como desde los principios
evolutivos que marca la
dialéctica materialista.
Por otro lado, se trata de una Epistemología con
un profundo compromiso antropológico, lo cual apunta a
:
- La defensa de lo que denominamos HABITAT SOCIOLOGICO
DEL HOMBRE
(Aguilera, 2000) - La defensa de la necesidad de llevar el conocimiento
y el adelanto científico más importante a la
repercusión directa en la vida cotidiana de todas las
personas, y no sólo de los sectores sociales "MAS
FAVORECIDOS". Es decir, entender que la llamada "sociedad del
conocimiento", "nueva economía", etc. no
podrán erigirse como fenómenos plenos del
desarrollo tecnológico si no implican una práxis
encaminada a la eliminación de los abismos sociales en
que vivimos. No puede ser la pobreza
mayoritaria del planeta la base del futuro desarrollo de la
alta tecnología minoritaria y discriminante,
porque en esa balanza fatalmente y dada su magnitud,
terminará siendo la pobreza primero
el freno y luego el sepulturero de esa alta tecnología. Será la
Epistemología Dialéctica una disciplina
de las ciencias del saber que funja como arma del pensamiento
teórico para no permitir que ese status quo se
eternice. - La Epistemología Dialéctica asume la
defensa del habitat ambiental del hombre; - El profundo y creciente carácter
social del conocimiento tiene que implicar un reordenamiento
social, tiene que tener como asiento su socialización conducente a la mayor
plenitud e integralidad de lo humano; - Retoma, con Marx, y eleva a
rango de determinante , la comprensión del conocimiento
como actividad humana, en la que el sujeto cognoscente es el
ser social ( Sánchez Puentes, 1984). - Destaca la importancia del tratamiento de los
problemas
epistemológicos a partir del enfoque de sistema. Enfoca
el conocimiento desde la óptica de la totalidad, enfoque con el
que empalma la visión y el rol de la práxis en el
proceso del
conocimiento.
La Epistemología Dialéctica no es una
contemplación explicativa del proceso del conocimiento y
del desarrollo de las ciencias, o una reflexión
epistemológica per se, pasa a asumir todos sus
intercondicionamientos sociales, históricos,
políticos. Resume en sí la unidad con lo que se ha
dado en llamar "SOCIOLOGIA DEL CONOCIMIENTO EN SENTIDO AMPLIO" .
Toma distancia así de la noción de Max Scheler y
Karl Mannheim sobre la Sociología del conocimiento, en el punto
que aborda de manera directa el tratamiento de conceptos y
categorías epistémicas. La Sociología del conocimiento en sentido
amplio reconoce como parte de su trabajo, además de los
análisis y teorías, la discusión y
articulación de estos con discursos
epistemológicos. La pretensión de esta
posición es que la manera mas adecuada de desarrollar los
discursos
epistemológicos y sus conceptos, es en relación con
conceptos fundamentales de la sociedad. (Olivé,
1985)
La Epistemología adquiere en nuestros días
un protagonismo sustancial en la misión de
defender para el conocimiento de alto valor social
el lugar que en el desarrollo
humano le corresponde. Hablamos de las diferentes lecturas
que se le da a lo que se ha dado en llamar "sociedad del
conocimiento". Es conocido que a la irrupción amplificada
y veloz del nuevo conocimiento algunos atribuyeron propiedades
geopolíticas casi divinas. Le asociaron dones curativos de
males sociales como las carencias democráticas de las
sociedades
contemporáneas y sus profundas desigualdades sociales. La
vida ha venido demostrando cuan desacertadas fueron esas lecturas
movidas más por la buena voluntad que por el rigor del
pensar desde la ciencia.
El nuevo conocimiento no puede servir como no sea para
el enriquecimiento conductual, axiológico del hombre.
Justo el rol que vemos en el enfoque epistemológico de ese
acelerado devenir de la ciencia está en cuidar la
misión de ese nuevo conocimiento en función
del engrandecimiento de la obra humana y no de su deterioro
ulterior. No puede ser el nuevo conocimiento quien afiance la
máxima vivida del hombre lobo del hombre.
Como se ha apuntado, una Epistemología en el
siglo XXI no puede estar de espaldas al condicionamiento
histórico social del conocimiento y sus
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Trabajo enviado y realizado por:
Dr. Luis O. Aguilera
Profesor Titular.
Epistemología Dialéctica.
Universidad de
Holguin.
Oscar Lucero Moya.