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Apuntes para un enfoque marxista de la gobernabilidad



    En noviembre de 1999 un grupo de muy
    importantes personalidades del mundo fueron convocados a
    Florencia para discutir en torno a dos temas
    cruciales: La nueva economía: igualdad y
    oportunidad y Las democracias del siglo XXI: valores,
    derechos y
    responsabilidades. Entre las figuras políticas
    mas promisorias reunidas se encontraban el matrimonio
    Clinton y los señores Blair y Cardoso, primer ministro de
    Gran Bretaña y Presidente de Brasil. La
    declaratoria de los temas permitía distinguir que se
    encontraban a debate los
    destinos y la posibilidad de gobernabilidad del
    mundo.

    La vida parece haber demostrado al paso de los
    años, que los intentos de entonces de tratar de encontrar
    los caminos que permitieran ejercer una dirección política y
    económica racional del mundo no fueron
    encontrados.

    Y no pueden aparecer esos caminos siempre que
    persista la lógica
    de pensar al mundo desde el norte. Y que conste que no se trata
    de una definición geográfica, sino geopolítica. Para las ciencias
    políticas, con su misión de
    asumir el estudio del fenómeno político en todas
    sus condicionantes y magnitudes, el mundo se está
    explicando desde una visión primermundista. A eso hace
    años se le llamó eurocentrismo, tendremos que
    añadirle hoy noramericanismo. Muchos son los factores que
    condicionan esa realidad. Entre ellos destaca el hecho cierto de
    que los grandes centros de producción teórica, así como
    los centros de pensamiento
    más importantes, se han ido estableciendo en universidades
    europeas y norteamericanas. Por otro lado suele ser usual que
    quienes despuntan por su creación en otras regiones del
    planeta, sean llamados a ocupar cátedras en las
    universidades referidas.

    Claro que existen importantes excepciones, como es
    el hecho real de destacados grupos de
    creación teórica que se han afianzado en México,
    Argentina y
    Brasil, pero
    son sólo eso, excepciones. Otra razón está
    en el hecho de que para las ciencias
    políticas ha sido tradicional su desarrollo en
    la Europa que
    pudiéramos considerar clásica, tanto en Alemania, como
    en Inglaterra,
    Francia e
    Italia.

    La capacidad de reacción de los
    círculos teóricos de América
    Latina, Africa y Asia ha sido
    hasta ahora limitada para crear un pensamiento
    político independiente acuñado desde posiciones
    tercermundistas. Esa es una tarea que queda por desarrollar y en
    la cual se requiere el empleo a fondo
    y de manera consciente de todos los que puedan contribuir a esa
    misión.

    Una elaboración propia imprescindible
    requiere categorías tan cruciales para el mundo de hoy,
    como la que motiva el presente trabajo: GOBERNABILIDAD. De ella
    se desprenden importantes y complejas interrogantes como las
    siguientes: ¿cuáles pueden ser los caminos para
    establecer, rescatar o reforzar la gobernabilidad de un sistema social,
    sobre todo en nuestras maltrechas sociedades
    latinoamericanas?, ¿podrían buscarse, a
    través de la categoría Gobernabilidad los
    fundamentos para revelar las sucesivas y cíclicas crisis
    políticas que viven los gobiernos de la región, en
    los que fenómenos como la corrupción
    se han vuelto recurrentes?.

    La impostergable necesidad de esa tarea lo explica
    el hecho de que los fines explicativos y pronosticadores del
    fenómeno político se realizan desde el aparato
    teórico – categorial y la visión que brindan las
    elaboraciones de los grandes tanques de pensamiento occidentales.
    De esta suerte sucede que el mundo sociopolítico que se
    escribe y se vende en las librerías del mundo no es muy
    exacto respecto al que existe. Ejemplo de ello es el papel que
    suele atribuirse a los mecanismos de mercado y las
    dolarizaciones como grandes reguladoras de la sociedad
    global.

    Ejemplos más prácticos se brindan
    cuando se busca una explicación a la presencia inmediata
    de Fujimori en los Estados Unidos a
    sólo unos días de haber caído en bancarrota
    su recién estrenado nuevo mandato luego del derrumbe por
    corrupción
    de su asesor para la seguridad
    interna. ¿Buscaría resortes de Gobernabilidad en lo
    que se conoce como Procedimentalismo?. Si fue así le
    sirvió de bien poco. ¿Podría explicarse su
    estrepitosa caída a través de la categoría
    Gobernabilidad?.

    ¿O la que pudiera parecer increíble
    decisión de Vicente Fox, sin haber asumido aún el
    poder, de
    regular a 500 usd el monto de los regalos que podrían
    recibir sus colaboradores?. ¿A qué límites
    puede llegar la conciencia de la
    corrupción que habita los predios gubernamentales de la
    mayor parte del planeta?. ¿Resolverán técnicas
    de producción de consenso, o de
    procedimentalismo, o de institucionalismo, de ingeniería política el rescate
    de la perdida Gobernabilidad en esas
    condiciones?.

    ¿ O Será la visión
    contemporánea de la "diplomacia de las cañoneras"
    que proclamara Madeline Albright al finalizar el holocausto que
    protagonizó la OTAN en Yugoslavia una vía para
    restablecer la gobernabilidad de un país?.
    ¿Tendría sentido actuar así en pos de
    instaurar un sistema social
    gobernable? Y además, y lo que parece ser más
    importante: ¿gobernable para
    quién?.

    Sin dudas, las técnicas que cada día
    colman los despachos de los asesores gubernamentales, para buscar
    con su introducción una relativa estabilidad
    social "legitimadora", se dirigen a buscar una gobernabilidad
    para las oligarquías transnacionales y sus mercachifles
    nacionales, pero nunca para las mayoritarias y cada vez
    más marginadas poblaciones.

    En el recuento de hechos políticos
    mencionados, ¿se llegó a la médula
    determinante de la gobernabilidad de un sistema?. ¿O
    estuvieron estas acciones
    dictadas por las deformaciones que a la vida política
    moderna han infringido la corrupción, la
    globalización neoliberal, el hegemonismo,
    etc?.

    La explicación de estos fenómenos
    exige tratamientos teóricos desde el marxismo. Al
    mismo tiempo, la
    reflexión en cuanto a los modelos de
    gobernabilidad realizables como vehículo de enfrentamiento
    a la globalización neoliberal, requiere
    también una postura desde el marxismo. La
    irrupción de una elaboración marxista de la
    teoría
    de la gobernabilidad no es sólo un importante salto
    epistemológico, sino además, y sobretodo, un
    reclamo teórico y práctico para la
    comprensión y transformación revolucionaria del
    mundo que irrumpe ante el siglo XXI. Algunas pautas en esa
    dirección conforman la razón de ser
    del presente trabajo, que sólo da continuidad a un
    esfuerzo que ha venido abriéndose espacios no
    sistematizados aún entre los investigadores sociales de la
    Cuba de
    hoy.

    – I –

    Habiendo entrado a escena desde los laterales de
    la derecha, la categoría GOBERNABILIDAD, a juicio de este
    autor, se torna imprescindible para erigir las utopías
    transformadoras desde la izquierda. En el confuso mundo que viven
    las mayorías desposeídas del planeta, indeseados
    espectadores de la obra teatral del desarrollo ,
    que sentados en un inmenso teatro observan
    como no más de 10 actores les muestran las "bondades" del
    mundo, esta categoría se torna instrumento muy provechoso
    para realizar la disectomía de los sistemas
    políticos al uso en el mundo de hoy y revelar tanto su
    esencia de clases como los necesarios caminos
    contemporáneos para su
    transformación.

    Sin lugar a dudas las concepciones de la
    gobernabilidad centran la atención, de politólogos,
    sociólogos, analistas y lideres de la vida política
    en las diferentes naciones y organismos internacionales junto a
    las teorías
    de la democracia y
    las teorías
    de la transición,

    Existe coincidencia en la literatura al apuntar el
    origen de los estudios acerca de la gobernabilidad de los
    sistemas
    sociales adjudicándolos a la primera mitad de los 70 y el
    conocido Informe de la
    Comisión Trilateral. Este Informe fue
    publicado en 1975 teniendo como centro el tratamiento de la
    categoría referida de las ciencias políticas. Ello
    tiene sus causales en las profundas convulsiones que
    venían apareciendo tanto en los centros del poder imperial
    como en su llamada periferia, lo cual surge como colofón
    de sucesos políticos, económicos y militares que
    mostraban la verdadera esencia del imperialismo
    mundial. La guerra de Viet
    Nam, el escándalo Watergate, la crisis
    económica que abatía desde los primeros años
    de los 70 a los grandes centros del poder mundial, la
    irrupción de regímenes facistoides militaristas en
    América
    Latina y el avance de las fuerzas de izquierda y del bloque
    socialista, conducían a un severo cuestionamiento de la
    legitimidad de las estructuras y
    sujetos del poder político en los países centrales
    del imperialismo.

    La irrupción de la Gobernabilidad como
    preocupación social de estadistas y líderes puede
    verse, sin embargo, desde el propio momento en que el desarrollo
    de la vida social condujo a una división del trabajo que
    concebía la administración y la dirección como
    funciones
    sustantivas de la
    organización de la vida social. Desde ese momento, en
    el que un grupo de
    hombres se da a la tarea de administrar la vida comunitaria y
    decidir en torno a ella,
    aparecen los motivos para el cuestionamiento del grado de
    eficacia en el
    ejercicio de la
    administración apareciendo así nociones de
    "buena gobernabilidad". Se puede encontrar en la literatura referencias a
    periodo tan temprano de la vida humana como el año 165 A.
    de C. en la antigua China de
    Kao-Tsu y Hsiao-Wen.

    Claro que en esas preocupaciones no
    podríamos encontrar formulaciones sistematizadas, sino que
    se trataba de abordar desde un enfoque muy pragmático las
    preocupaciones sociales y gubernamentales por el buen
    desenvolvimiento de la acción de gobernar,
    desenvolvimiento medido desde las ópticas de los intereses
    clasistas de la dinastía en el poder.

    La situación de la década de los 70
    del siglo ya pasado fundamenta que ese empirismo, o
    pragmatismo,
    que caracterizo durante siglos el tratamiento del cuestionamiento
    de la eficacia del
    gobierno,
    encuentra formulaciones teóricas muy avanzadas que se
    abren paso desde los círculos de la extrema derecha
    mundial, pero luego van encontrando formas teóricas
    avanzadas y empiezan a ser tomadas en cuenta por diferentes
    corrientes de pensamiento y practica política
    convirtiéndose en nuestros días en una de las
    categorías cruciales e imprescindible para el estudio de
    los sistemas políticos
    contemporáneos.

    Esta ultima afirmación no es quizás
    muy generalmente aceptada en algunos círculos de
    estudiosos marxistas de nuestros días. Podemos estar
    analógicamente, ante una situación similar a la que
    envolvió la irrupción en el marxismo
    contemporáneo de la categoría "sociedad civil",
    a la cual algunos atribuyeron connotaciones únicamente
    validas para los razonamientos provenientes desde el
    neoconservadurismo y en general de las posiciones de extrema
    derecha. La vida fue demostrando el valor que
    posee dicha categoría para el estudio de las sociedades
    contemporáneas, luego de los análisis que el joven Marx realizara en
    su época y que no pensamos reemplazara luego por el
    término "relaciones de producción", según se
    ha dicho.

    Con la categoría Gobernabilidad sucede algo
    similar. Se puede encontrar entre profesores e investigadores
    marxistas el rechazo a su valor como
    herramienta metodológica para el análisis de las sociedades
    contemporáneas, e incluso para el estudio de la etapa
    actual de la Revolución
    Cubana.

    Sin embargo, somos del criterio de que existen
    razones que otorgan a la categoría "Gobernabilidad "un
    valor metodológico indiscutible para su
    introducción en los estudios marxistas de nuestros
    días.

    Entre esas razones quisiéramos
    apuntar:

    -"El valor practico metodológico para el
    tratamiento de la actividad social en sentido amplio y en
    particular de la actividad política desde posiciones
    marxista leninistas consecuentes, que es decir, ni anquilosadas –
    dogmáticas, ni eclécticas y
    liberales."

    -"el tan necesario enriquecimiento del fundamento
    de una ideología y una practica revolucionarias
    que aun tiene mucho que hacer (el marxismo-leninismo)… frente
    al patrimonio
    exclusivo que pretenden abrogarse otros enfoques, con una clara
    intención conservadora".

    A estas razones quisiéramos
    añadir:

    • La categoría Gobernabilidad se
      acompaña de Valores,
      Componentes y Dimensiones que se erigen en elementos
      sistematizadores para comprender la praxis política
      contemporánea tanto en los Estados nacionales, inmersos
      en la profunda complejización creciente de los procesos
      internacionales, como en la practica política
      mundial.
    • Brinda vías de esclarecimiento y
      discernimiento de los fines sociales de las practicas
      políticas nacionales e
      internacionales;
    • Permite identificar con carácter
      previsorio el desenvolvimiento de los procesos de
      crisis políticas, sus razones mas profundas, el rol de
      los diferentes sectores y clases
      sociales (me sumo a la pregunta de Carlos Vilas: "Actores,
      sujetos, movimientos: ¿donde quedaron las
      clases?");
    • Brinda pautas en el estudio de la
      interrelación economía –
      política – ideología.

    La Gobernabilidad se relaciona además, con
    componentes cruciales de la vida social, lo que subraya su
    importancia metodológica. Nos referimos
    a:

    1. la capacidad de desarrollo de una sociedad;
    2. la capacidad de resolver pacíficamente
      los conflictos
      internos;
    3. la calidad de
      vida de los ciudadanos; y
    4. la capacidad de sobrevivencia de un Estado
      Nación como tal

    Es por estas razones, y otras que se pudieran
    añadir, que 25 años mas tarde de su debut, cuando
    la humanidad abre las puertas a un nuevo siglo y milenio, el
    concepto de
    Gobernabilidad ha sufrido profundas modificaciones desde la
    visión original en su manera de asumir la practica
    política, tanto desde su interpretación
    neoconservadora, como desde la lectura que
    desde las izquierdas hacemos de su valor metodológico para
    el estudio del mundo actual.

    La Gobernabilidad encuentra en la literatura
    diferentes tratamientos conceptuales. Se le concibe como "…una
    capacidad social y una relación social". Es decir, "la
    capacidad social de trazar y lograr objetivos en
    organizaciones, localidades, naciones, regiones y
    seres humanos (gobernabilidad corporativa, local, nacional,
    regional y social). Esta capacidad social consiste en relaciones
    sociales entre grupos, organizaciones,
    localidades, naciones, regiones y seres humanos. De esta manera,
    gobernabilidad es igualmente un concepto social
    como relacional. La capacidad de gobernabilidad puede ser
    optimizada al generar sinergias positivas entre entidades
    involucradas en relaciones de gobernabilidad"

    Y continua: "Las relaciones de gobernabilidad que
    permiten a una sociedad nacional trazar y conseguir objetivos
    incluyen aquellos que se dan al interior del poder
    ejecutivo, el legislativo y el poder judicial
    del estado,
    así como también las que se dan entre
    estos".

    Este tratamiento conceptual aborda un grupo de
    componentes sobre los cuales resulta imprescindible llamar la
    atención. En primer lugar, la conclusión del
    carácter social y relacional de la gobernabilidad. No es
    entonces, y no puede ser, una categoría absoluta,
    extrapolable, sino que posee un marcado condicionamiento
    histórico – concreto.

    En segundo lugar, resulta imprescindible
    identificar, caracterizar, y calificar los diferentes sujetos
    sociales que componen el universo
    relacional que define la gobernabilidad. Los autores del informe
    referido consideran los grupos, organizaciones, localidades,
    naciones, regiones y seres humanos. No nos parece casual, ni
    olvido involuntario, el hecho de que no aparezcan las clases
    sociales en ese universo
    relacional. Se ignora que la relación esencial que en
    última instancia califica y define la gobernabilidad de un
    sistema social dado es la relación interclases sociales.
    Estamos analizando una propuesta conceptual en la cual los
    autores parten además del presupuesto
    teórico de que la división de poderes y la
    concepción de los contrapesos y balances siguen marcando
    la esencia de la gobernabilidad. Entonces la omisión de
    las clases sociales no puede ser una involuntaria
    omisión.

    Es nuestro concepto de que el paradigma
    conformado por la práctica de ambas concepciones
    (división de poderes y contrapesos y balances) ha venido
    evidenciando su agotamiento, y el ejemplo mas notable lo hemos
    visto en la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos
    que ha impuesto a la
    sociedad civil
    un Presidente por el cual aquella no se pronunció, o al
    menos, si existió ese pronunciamiento de la sociedad civil
    ello no ha podido ser demostrado (aunque ahora sospechosamente
    sea el Nuevo Herald miamense el que balbucee las primeras ideas
    de que de haber continuado el conteo manual Bush
    hubiera salido airoso). Una acción de profundo
    carácter antidemocrático acaba de ser resguardada
    tras la concepción de los contrapesos y balances y la
    división de poderes.

    La laguna creada al no incluir el concepto de
    clases sociales como sujeto social portador relacional de la
    gobernabilidad pudiera considerarse resuelta con la
    definición que la concibe como "las posibilidades del
    gobierno para
    mantener el control
    político de la sociedad y orientarla hacia los objetivos y
    fines que interesan a las clases y sectores populares en
    condiciones de respaldo de la mayoría de la población y de ausencia de disturbios
    políticos. La gobernabilidad es inseparable de la
    legitimidad".

    Sin embargo en este caso la autora apunta una
    definición circunscrita al análisis de la
    experiencia cubana y de ahí involucra en la
    definición el respaldo de la mayoría y la ausencia
    de disturbios políticos.

    Por otra parte, en sus orígenes se apunto
    acerca de la gobernabilidad e ingobernabilidad: "Originariamente
    una y otra estaban referidas al fenómeno de la estabilidad
    de la economía, a su funcionamiento fluido, tal como
    él aparece en el periodo de entreguerras, según una
    secuencia inestabilidad monetaria-inestabilidad
    productiva-inestabilidad social, que exigen un procesamiento
    mediante las instituciones
    y los sujetos sociales. En la ciencia
    social, en cambio, se
    emplea él termino para hacer referencia al control
    político institucional del cambio social
    transformador".

    Destaca esta propuesta conceptual
    únicamente el vínculo POLITICA – ECONOMIA, en
    una relación determinadora de la política por la
    economía que ha sido, a nuestro juicio, mal interpretada
    incluso en los predios marxistas, cuando se refieren a la idea de
    Lenin de la política como expresión concentrada de
    la economía. En trabajos anteriores este autor ha dedicado
    espacio a subrayar el papel mediador
    determinante que desempeña el sujeto social en la
    relación también determinante ECONOMIA –
    POLITICA. Y vale una modificación a la conocida
    traducción de las obras completas de Lenin del ruso. Es la
    concepción del sujeto social la que otorga primacía
    a la política en su vínculo con la determinadora
    economía. Si la política tiene primacía es
    porque se la otorga la actividad humana que pasa por la
    visión de ese hombre, sujeto
    social del desarrollo societal. Evidentemente los señores
    del Seminario
    referido siguen viendo a la política cual esclava de la
    economía, definición muy apropiada para concluir la
    prevalencia neoliberal del mercado y la
    necesaria reducción del protagonismo del Estado en la
    arena social. Como se aprecia las consecuencias de una errada
    comprensión teórica de esta delicada
    relación casi nos conduce de la mano a justificar el
    neoliberalismo.

    En otra propuesta teórica se subraya: "la
    relación entre la ciudadanía, el Estado, el
    partido y el gobierno determina la estabilidad social, la
    gobernabilidad (igualando estabilidad social y gobernabilidad,
    apuntes del autor). "Partimos del criterio de que las coordenadas
    de la gobernabilidad se conforman por la racionalidad,
    coherencia, competencia e
    identificación real y practica con los intereses de la
    mayoría en el ejercicio del poder, que alimenta la
    confianza del pueblo en las instituciones
    del sistema, y por la cultura
    política de la sociedad".
    Y más adelante
    apunta: "En la medida en que las instituciones basan su
    actividad: definición de política, leyes, acciones
    concretas, en el consenso de las mayorías, y en la medida
    en que el pueblo tenga conciencia de lo
    lógico, lo racional y lo posible, en esa medida
    también, sin excluir otros factores, pero estos
    fundamentalmente, se genera la estabilidad social y el proceso social
    es regulable, gobernable, o sea, apto para cumplir objetivos
    consensuados".

    – I I –

    Uno de los matices que ha adquirido el tratamiento
    de la Gobernabilidad, y en general de los temas relacionados a la
    actividad política en el ámbito de las diferentes
    naciones e internacional, es la aparición de intentos de
    mediciones cuantificadoras de los resultados y el estado de
    la actividad política. Coincidiendo con la
    irrupción de la categoría Gobernabilidad en los
    anos 70, aparecieron también los primeros trabajos
    teóricos que buscaban el vinculo o la implicación
    de factores de índole ideológica o económica
    en las decisiones del ámbito político. Ello tiene
    que ver con los primeros cuestionamientos sistematizados de las
    pretensiones electorales en las decisiones gubernamentales. Sin
    embargo el fin que movía estos estudios no estaba
    precisamente en el cuestionamiento de las pretensiones
    electorales de los partidos, sino ponían su mira en las
    posibles políticas a aplicar para influir previsoramente
    en la intención de voto de los
    electores.

    Así se identifican los ciclos
    ideológicos y los ciclos políticos, conceptos
    llamados a evaluar la influencia de intereses económicos o
    ideológicos en el comportamiento
    gubernamental durante los periodos de mandato. Unido a ello
    comienzan a aparecer teorías cuantificadoras de ese
    comportamiento
    de las fuerzas políticas en el gobierno.

    Sus primeras expresiones se dan con la
    irrupción del llamado INDICE DE MISERIA, que correlaciona
    la tasa de inflación y de desempleo. Le
    siguen el llamado INDICE DE SUFRIMIENTO AMPLIADO de R.J. Barro..
    A partir de estos primeros pasos se busca la interrelacion
    cuantificable de los indicadores
    económicos y ciertos indicadores
    políticos. Resulta de sumo interés en
    esta dirección para el tratamiento del concepto de
    Gobernabilidad y su práctica, la propuesta del llamado
    INDICE DE ESTABILIDAD POLITICA.

    Sáez Lozano trabaja inicialmente el
    indicador INDICE DE SUFRIMIENTO ECONOMICO, como un
    perfeccionamiento de los referidos anteriormente de Okun y Barro,
    considerando que "ello nos va a permitir evaluar la
    situación económica en cada momento y, por
    extensión, la EFICACIA DE LA POLITICA ECONOMICA
    ARTICULADA". A partir de este indicador pasa a medir lo que
    denomina INDICE DE ESTABILIDAD POLITICA Y
    GOBERNABILIDAD.

    Parte para ello de los índices de
    estabilidad política y gubernativa propuestos
    anteriormente por Alesina A., Cutright,P., Roubini, N. y Sachs, J
    y otros. El Indice de estabilidad política que ha
    propuesto Saez Lozano correlaciona cuatro componentes
    políticos. Ellos son: la estabilidad gubernativa, las
    remodelaciones y ceses de gobiernos, la duracion del ejecutivo y
    las crisis políticas.

    Estos indicadores se analizan en función de
    las peculiaridades de la situación del sistema
    político español,
    sin embargo nos da la visión de cuales derroteros
    están influyendo o comenzaran a influir con relativa
    fuerza en los
    análisis cualitativos de fenómenos tan complejos de
    la vida social como lo es la gobernabilidad de un sistema
    social.

    Sáez Lozano, al presentar la propuesta
    hasta ahora más actual de este tema, considera como
    indicador de importancia el indice de estabilidad gubernativa,
    correlacionando los gobiernos con mayoría absoluta
    (considera en ellos aquellos que están respaldados por un
    solo partido) y gobiernos de coalición, vinculando esos
    indicadores con las variables
    gobierno y periodo.

    Involucra además el índice de
    remodelación (cese) de gobierno, otorgando magnitudes a
    los procesos de cese del gobierno sin motivo electoral, a las
    remodelaciones del gobierno y al resto de los periodos del
    mandato en los cuales no ocurre ninguno de los fenómenos
    referidos.

    Acoge el concepto de "DURACION DEL GOBIERNO" a
    partir de la definición de ello como el promedio de
    periodos que transcurren entre un ejecutivo y otro
    acotándole el "INDICE DE DURACION GUBERNATIVA RELATIVO",
    con el que pretende reflejar que "cuando avanza el mandato y el
    gobierno permanece en su cargo, mayor es la estabilidad
    política del país" .

    Por ultimo, Saez Lozano incluye en su
    índice de estabilidad política y gubernativa el
    concepto de "Crisis Políticas", las que define por
    "eventos, hechos y
    acontecimientos que ponen en riesgo el orden
    político: votos de censura, crisis de los partidos del
    gobierno, huelgas generales, intentos de golpes de estado,
    ..".

    Define entonces el Indice de Estabilidad
    Política mediante la formula:

    i i i i

    IEP = IEG + IRG + IDG + ICP

    T T T T

    Donde i es el gobierno, t el mes, IEG es el Indice
    de Estabilidad Gubernativa, IRG el Indice de Remodelación
    y Ceses del Gobierno, IDG es la Duración del Ejecutivo y
    el índice ICP el que identifica las Crisis
    Políticas.

    Consideramos que para el estudio
    contemporáneo del comportamiento de la Gobernabilidad de
    un sistema social estos intentos de cuantificación
    pudieran brindar ciertos elementos informativos correlacionados
    que permiten evaluar el comportamiento de algunos componentes
    indiscutibles de la gobernabilidad que se expresan en los
    índices referidos. Pero pudiera caerse en la
    pretensión de evaluar la gobernabilidad, como el
    índice de estabilidad, como el resto de los índices
    mencionados, a partir únicamente de indicadores
    cuantitativos que son muy relativos para el estudio del
    comportamiento de la conducta humana.
    Somos del criterio de que los estudiosos de estos temas deben
    incursionar en estos esfuerzos cuantificados, y tomar en
    consideración los índices que ellos brindan y las
    categorías y practicas que correlacionan, para emplearlos
    cual material fáctico que permita una mayor información a añadir a los
    análisis del comportamiento cualitativo sistemático
    de la vida política de la sociedad y las relaciones
    internacionales.

    • I I I –

    Por otro lado, en la década de los 90 la
    categoría Gobernabilidad alcanzo realce internacional para
    encaminar las acciones de agencias y organismos internacionales
    de carácter mundial dirigidas a la adopción
    de programas de
    ayuda al desarrollo del llamado Tercer Mundo o eufemisticamente
    Mundo en Desarrollo. Fue apareciendo en calidad de
    concepto rector en diferentes documentos,
    programas y
    eventos
    internacionales. Entre ellos:

    I) Banco Mundial.
    1989. Se publica el reporte "Africa al sur del
    Sahara: De la crisis hacia el crecimiento sostenible. (Se
    considera que la categoría Gobernabilidad apenas era
    referida en los círculos vinculados al desarrollo hasta la
    aparición de este documento).

    II) Banco Mundial.
    1991. Se emite el documento "Manejo del desarrollo. La
    dimensión de Gobernabilidad".

    III) Banco
    Interamericano de Desarrollo. 1991. Se constituye el centro de
    Investigación sobre la relación
    "Estado-Sociedad Civil".

    IV) Banco Interamericano de Desarrollo. 1992. Se
    publican las monografías "Gobernabilidad y Desarrollo:
    estado de la cuestión" y " Estado, Gobernabilidad y
    Desarrollo".

    V)Banco Mundial.
    1992. Se publica el documento "Gobernabilidad y
    Desarrollo".

    VI) Banco de Desarrollo Africano. 1993. Se publica
    el documento "Gobernabilidad y desarrollo en Africa: El papel del
    Banco de Desarrollo Africano y otras instituciones
    multilaterales".

    VII) Banco Mundial. 1994. Se publica el Informe
    "Gobernabilidad: la experiencia del Banco
    Mundial".

    VIII) Banco Asiático de Desarrollo. 1995.
    Se publica el documento "Gobernabilidad: acertado manejo del
    desarrollo".

    IX). Se aprueba el proyecto
    Canadá – ASEAN (1995) para innovaciones de
    Gobernabilidad.

    X). Se realiza el Seminario
    "Innovaciones en Gobernabilidad: Lecciones de la experiencia", en
    Manila, 1996.

    XI) PNUD. 1996. Se realiza una reunión
    ministerial del Asia sobre el
    tema "Gobernabilidad para crecimiento sostenible y equidad", en
    Pakistán.

    XII) Se realiza la Cumbre de Jefes de Estado o de
    Gobierno de países de Iberoamérica en Santiago de
    Chile, 1996.
    Posee como tema central el estado de la gobernabilidad en las
    naciones iberoaméricanas. Condujo a la Declaración
    de Viña del Mar.

    XIII) Banco Asiático de Desarrollo. 1997.
    Se celebra la Conferencia
    "Gobernabilidad: promoviendo el manejo acertado del desarrollo",
    en Fukuoka, Japón.

    XIV) PNUD. 1999. Se inicia el Programa Regional
    de Gobernabilidad para Asia y el Pacifico con una duración
    de tres anos.

    La explicación acerca de las causas que
    llevaron al desplazamiento de la categoría "desarrollo"
    por "Gobernabilidad" en los programas de asistencia al llamado
    Tercer Mundo pasa por las siguientes ideas: "El concepto de
    Gobernabilidad aparece en la literatura sobre desarrollo y
    cooperación, en el contexto de los debates sobre la
    efectividad de la ayuda al desarrollo para Africa: deficiencias
    en gobernabilidad obstaculizaban el desarrollo y comprometieron
    enormemente la efectividad de la ayuda.

    El argumento era que los donantes así como
    los países en desarrollo deberían dedicar sus
    esfuerzos a promover gobernabilidad como parte de la ayuda al
    desarrollo".

    Sin embargo, si bien esta explicación
    refleja hechos reales, también es cierto que este
    desplazamiento revela una pretensión de imponer modelos
    políticos para encauzar programas de ayuda al desarrollo
    económico, y ese desplazamiento se realiza en el marco
    en el cual el neoliberalismo
    esta visualizándose como triunfador efectivo de la
    guerra
    fría (1989-1991).

    Pasar el centro de los programas de ayuda al
    desarrollo al tema de la gobernabilidad es el camino para el
    condicionamiento político de esos planes de ayuda
    económica. A partir del concepto de Gobernabilidad del
    Banco Mundial, que es el que rectorea estos programas de ayuda,
    visto como "la manera como se ejerce el poder en la administración de los recursos sociales
    y económicos de un país en favor del desarrollo" y
    la identificación de los componentes diferentes de la
    gobernabilidad dados para el Banco Mundial en 1. la forma de
    régimen político, 2. el proceso en el
    que se ejerce autoridad en
    el manejo de los recursos
    económicos y sociales de un país y 3. la capacidad
    del gobierno de designar, formular e implementar políticas
    y ejercer sus funciones", se
    establecen los programas de ayuda para encontrar las vías
    de realización practica de esos conceptos en el tercer
    mundo, aparece así una cierta noción de
    certificación de los países como mecanismo de
    acreditarlos como elegibles para esos programas, y esa suerte de
    certificación por la buena gobernabilidad de los
    países seleccionados, define a los países que
    reciben el apoyo económico.

    Por supuesto que esta historia nos recuerda la
    dramática realidad de la deuda externa en
    América
    Latina y los prestamos del propio Banco Mundial. Solo lo
    reciben si cumplen con los preceptos neoliberales que acunan
    mercado libre, elecciones (también libres) y
    pluripartidismo como rasgos definitorios de la gobernabilidad
    democrática certificada.

    – I V –

    Entramos en otro concepto de necesaria
    reflexión: la "GOBERNABILIDAD
    DEMOCRATICA".

    Para los autores del articulo "La
    Globalización Neoliberal y su modelo de
    Ingobernabilidad como factor adverso al desarrollo
    socioeconómico en América
    Latina" la acotación del carácter
    democrático de la gobernabilidad se asocia a la
    situación económica, política y social de la
    América Latina de los 70 y los 80. "La búsqueda de
    una salida a la crisis de dominación, mediante gobiernos
    electos que contaran con la mayor legitimidad, conllevo la
    necesidad de asociar gobernabilidad y democracia, se
    utilizo entonces el termino "gobernabilidad democrática"
    en oposición a modelos no democráticos de
    gobernabilidad".

    Abundando sobre el problema teórico y
    practico contenido en la identificación de modelos
    democráticos y no democráticos de gobernabilidad,
    los autores hablan de gobernabilidad conservadora, o liberal, o
    socialdemócrata, o revolucionaria. Y concluyen: "Solo
    mediante el análisis de un proyecto en su
    aplicación practica es posible determinar el grado de
    legitimidad de su carácter democrático".
    Difícil coincidir con la connotación
    epistemológica de esta
    conclusión.

    Todo parecería indicar que para poder
    evaluar el carácter democrático de la
    gobernabilidad tendríamos que esperar los desmanes que
    puede provocar la implementación practica del modelo que se
    propone. Entonces seria tarde para que la sociedad tratara de
    evitar las consecuencias de esos desmanes para la vida social y
    sobre todo para las personas, sectores y clases
    desposeídas. Entonces consideramos que el tratamiento
    marxista del concepto de gobernabilidad democrática ha de
    partir de otros supuestos epistemológicos que tomen
    distancia de la practica cognoscitiva basada en el método
    "ensayo-error".

    ¿ Cual es entonces el camino para descubrir
    la expresión democrática de la gobernabilidad y
    desvirtuar el fariseismo de los paradigmas
    occidentales de la Gobernabilidad
    democrática?.

    Los autores del informe "La Construcción de la Gobernabilidad
    democrática: marco epistemológico, bases
    conceptuales con opciones de acción y marco
    metodológico" subrayan el inexcusable enfoque integral de
    todo estudio teórico e implementación practica de
    modelos de gobernabilidad democrática. Destacan
    además que ello "no tiene que ver con el Gobierno, sino
    con la sociedad (que incluye al gobierno), y no se refiere a la
    autoridad sino
    al poder (que incluye la autoridad), en suma, es la sociedad por
    definición la que debe de estar como centro de la
    gobernabilidad democrática"

    Se subrayan dos aspectos medulares: su
    carácter integral y la identificación de la
    sociedad como su centro.

    Y concluyen: "…los procesos
    contemporáneos de construcción de la gobernabilidad
    democrática conducen a la transición de sociedades
    autoritarias y burocráticas a sociedades participativa y
    sinérgicas".

    Se destaca entonces:

    1. Enfoque integral,

    2. identificación de la sociedad como
    centro de la Gobernabilidad democrática,

    3. Definir dichas sociedades en función de
    su carácter substantivamente participativo y
    sinérgico.

    Como entender la operatividad de estos
    aspectos.

    Si el paradigma de
    la democracia occidental en la practica sigue
    identificándose por la máxima: "Los partidos
    desarrollan políticas para ganar elecciones y no ganan
    elecciones para desarrollar políticas" y se identifica a
    esos procesos electorales como el sostén político
    de la gobernabilidad seria imposible materializar así los
    aspectos inexcusables referidos. ¿Se podría
    entonces hablar de gobernabilidad democrática liberal,
    neoliberal, conservadora, neoconservadora?.

    Estamos seguros de que
    los derroteros de las llamadas elecciones libres, sociedades
    multipartidistas y de ejercicio de la soberanía del mercado libre quedan muy
    lejos de poder sintetizar los aspectos que los autores del
    Informe citado identifican como valederos de la gobernabilidad
    democrática. Por el contrario, lo que esta
    enraizándose es una profunda apatía de las
    multitudes respecto a las practicas electorales y decisorias
    gubernamentales, incluso en los grandes centros del poder
    mundial.

    Sin embargo, el discurso y la
    practica política, así como los estudios
    politológicos de los más importantes centros de
    estudios de occidente (no sin excepción), conciben al
    mercado, el pluripartidismo y las elecciones que llaman libres
    como el camino más certero, e incluso el paradigma de esa
    Gobernabilidad.

    En este orden de cosas pudiera servir de ejemplo
    la siguiente conclusión sobre la América Latina de
    nuestros días: "En dos décadas, la región
    dejo de ser el epitome del autoritarismo y el escenario de golpes
    militares recurrentes, para convertirse en la región
    más democrática del mundo en
    desarrollo".

    El punto que genera la disfuncionalidad de que se
    ha identificado como gobernabilidad democrática en la
    practica política actual, reside en nuestra
    opinión, en la comprensión de la democracia que le
    sirve de basamento. Al considerar "la privatización, el ajuste económico y
    el crecimiento por medio de la exportación como generadoras de la mayor
    revolución
    política y económica de América Latina" y
    concebir que ello ha permitido "el establecimiento de
    regímenes democráticos legítimos en la
    región, se puede entender que la noción de
    democracia que prevalece no se asienta en la mas legitima
    consagración de los intereses populares, no privilegia el
    poder del pueblo, sino la preponderancia del espíritu de
    la economía de libre mercado, que con creces ha mostrado
    cuan excluyente puede llegar a ser de los grandes sectores
    populares".

    La Gobernabilidad democrática pierde
    cualquier noción legitimadora al asentarse en la
    economía de libre mercado, el seudopluripartidismo, la
    seudopluralidad y las mal llamadas elecciones libres. De tal
    suerte hablar de expresión conservadora, liberal o
    neoliberal de la gobernabilidad democrática no es mas que
    un triste eufemismo. Aceptar esa burla terminologica y no
    arremeter a descubrir las tristes verdades que encierran es una
    imperdonable concesión.

    Sobre todo cuando hasta en círculos de
    teóricos y políticos de clarísima
    filiación distante de la izquierda empiezan a
    acuñarse términos como el de "ANTIPOLITICA",
    definida como "un hastío de la ciudadanía con
    respecto a los partidos, el Estado y la política en
    general; el ciudadano común y corriente pierde la (poca)
    confianza que tenía en la dimensión de la
    política y en sus actores principales. La consecuencia de
    todo esto – de enorme relevancia para el futuro de la
    democracia – consiste en una clara pérdida de
    legitimidad del sistema de partidos y hasta del Estado, por una
    parte, y en la disminuida facultad de los partidos para captar y
    articular los anhelos y las exigencias de la población , por otra"

    Entonces, el tratamiento del concepto de
    Gobernabilidad desde el marxismo exige:

    1. Ser definido desde el descubrimiento de su
      profundo caracter y
      esencia clasista que la define
      substantivamente;
    2. Partir de su marcada condicionalidad
      histórico – concreta;
    3. Reconocer el carácter integral y
      sistemico de la sociedad y de los vínculos con todos los
      sujetos sociales (llámese grupos, organizaciones,
      instituciones, etc.);
    4. Identificar desde una visión sistemica
      los componentes económicos, políticos,
      sociológicos, culturales e ideológicos de la
      gobernabilidad;
    1. Caracterizar las expresiones de la
      gobernabilidad en la autoreproduccion del sistema
      político, económico e ideocultural al nivel de la
      vida individual, familiar, grupal, institucional, etc. de la
      sociedad;
    2. Definir los valores
      trascendentes de la gobernabilidad, los cuales varían
      según la evolución histórica del organismo
      social, según la ocurrencia de eventos sociales
      relevantres, como lo es la realización de una revolución social, por ello si la
      gobernabilidad posee un condicionamiento histórico,
      también lo poseen los valores
      trascendentes de la vida social a los cuales responde, y esos
      valores los vemos en la responsabilidad, honestidad,
      efectividad, eficacia, diversidad, legalidad, seguridad,
      previsibilidad, capacidad organizativa y al que vemos como
      definitorio esencial de la gobernabilidad de un sistema: la
      LEGITIMIDAD.
    3. Reconocer y subrayar el papel rector de los
      intereses raigales de los sectores populares en la
      definición de la actividad del Estado como base real y
      única de la Gobernabilidad
      democrática;
    4. Desarrollar la teoría marxista de la gobernabilidad en
      franca y abierta crítica de las concepciones
      conservadoras, liberales y neoliberales, entre
      otras.

    El tratamiento marxista de la Gobernabilidad
    exige, a nuestro juicio, la irrupción de las dimensiones
    definidas por

    • la esencia socio- clasista de la
      Gobernabilidad;
    • su contenido económico, político,
      cultural, social, ideológico;
    • las formas que al adquirir el poder permiten
      autoreproducir la gobernabilidad del
      sistema.

    Nos parece imprescindible que todo estudio
    marxista de la expresión concreta de la gobernabilidad en
    un país determinado transcurra en algunas de sus fases por
    los derroteros que se han propuesto. Ello permitirá
    revelar de manera más íntegra la esencia final del
    sistema social de que se trate. Permitirá ayudar a
    conducir las posturas de la izquierda en un mundo tan complejo en
    el que cada vez los laberintos de la vida política se ven
    sumergidos con mas fuerza en el
    difícil entramado de los procesos
    globalizadores.

    Autor: Dr.C. Luis Orlando Aguilera
    García.
    Profesor Titular.
    UNIVERSIDAD DE
    HOLGUIN. CUBA.

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