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La motivación del paciente como alternativa para la prevención de
las alteraciones gingivo periodontales




Enviado por carmenrosa



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    Indice
    1.
    Introduccion


    3. Consideraciones generales con
    relación a la etiologia de la enfermedad
    periodontal

    4. Significación de la motivación
    en la prevención de las enfermedades
    periodontales.

    5. La motivación. Consideraciones
    previas

    6.
    Teorías que explican el proceso de
    motivación

    7. Variables relacionadas con el
    proceso motivacional

    8. Lineamientos para un programa de
    prevencion de la enfermedad y restitucion de la salud
    periodontal

    9.
    Conclusiones

    10. Literatura Citada Y
    Consultada

    1.
    Introduccion

    Las enfermedades periodontales
    constituyen una de las alteraciones de la cavidad bucal
    más prevalentes en el ámbito mundial y su
    prevención depende más de la
    motivación del paciente para la ejecución de
    comportamientos adecuados de cuidado bucal que de la
    aplicación de tecnología
    clínica37.

    Esta consideración involucra a los profesionales
    de la Odontología y específicamente al
    Periodoncista en una responsabilidad, motivar al paciente, para que
    asuma la salud
    periodontal como un valor. El
    odontólogo debe inducir a las personas para que
    contribuyan con su esfuerzo al logro de este objetivo. Este
    es el desafío de la
    motivación y una parte necesaria en la práctica
    de la odontología consiste en dilucidar las
    condiciones bajo las que se puede motivar a las
    personas.

    Ahora bien," la motivación
    es un concepto
    genérico que designa variables que
    no pueden ser inferidas directamente de los estímulos
    externos, pero que influyen en la dirección, intensidad y coordinación de los modos de comportamiento
    aislados que conducen a alcanzar determinadas metas; es el
    conjunto de factores innatos (biológicos) y aprendidos
    (cognoscitivos, afectivos y sociales) que inician, sostienen o
    detienen la conducta"22.

    Según Fourcarde R. (1977)12, la
    motivación constituye la base del desencadenamiento y
    mantenimiento
    de las actividades y comportamientos que determinan las conductas
    humanas. La motivación pone al organismo en movimiento, lo
    dirige. Los estímulos exteriores solamente adquieren, en
    último análisis, su poder
    directivo en virtud de una exigencia impulsora y selectiva
    inherente a la motivación misma.

    Especifica, Flores Carmen T. (1994)11 que la
    motivación es algo dinámico, que genera cambios en
    las personas, que toma en cuenta la historia personal y su
    experiencia, que puede atribuirse a estímulos externos
    pero también hay reacciones provocadas por
    estímulos internos. El fenómeno no se manifiesta de
    la misma manera, distintas personas reaccionan diferente ante los
    mismos impulsos, se puede decir, que se manifiesta de una forma
    muy personal y
    selectiva. La autora considera que la motivación es un
    proceso
    dinámico en el cual el individuo orienta sus acciones hacia
    la satisfacción de las necesidades generadas por un
    estímulo concreto y, al
    conseguirlo experimenta una serie de sentimientos
    gratificantes.

    Lo expuesto orienta a considerar que las posibilidades
    de motivar a un paciente se incrementarán cuando el
    odontólogo conoce sus necesidades con relación a la
    salud, sus
    creencias y expectativas, y, reconoce que las personas
    actúan conforme a sus propios intereses, definidos
    éstos por sus necesidades. Motivar para que se asuma la
    salud como un valor,
    requiere que los pacientes puedan satisfacer sus necesidades al
    aplicar normas para la
    prevención de las enfermedades y
    restitución de la salud periodontal.

    López V. Néstor (1997)18,
    señala que "el núcleo de cualquier programa
    preventivo de las alteraciones gingivo-periodontales, es la fase
    de limpieza de los dientes, en la que al individuo se le instruye
    con relación a las técnicas
    de control de la
    placa bacteriana y motiva para que las aplique todos los
    días. El control de la
    placa es la única medida eficaz para prevenir las
    enfermedades periodontales y mantener una higiene bucal
    adecuada, la única forma de controlar la formación
    de placa".

    Ahora bien, el cepillado dental es una actividad diaria
    practicada regularmente por la mayoría de la población mundial. Smitth AJ & Striffer
    DF (1963)39, reseñan que el 86% de los
    norteamericanos del sexo masculino
    y el 98% del sexo femenino,
    se cepillan los dientes al menos una vez al
    día.

    Scheihman A. (1970)38, informa resultados
    similares en Inglaterra.
    Blinkhorn A. (1978)1, encontró que el cepillado
    de los dientes es parte del proceso de
    socialización primaria del niño, y
    las madres son un elemento fundamental en el establecimiento del
    hábito; pero de las madres estudiadas, solamente, el 20%
    había recibido instrucciones profesionales acerca de
    cómo cuidar los dientes de sus niños.

    Por otra parte, las investigaciones
    indican que dos terceras partes de los pacientes que abandonan
    los programas
    preventivos, lo hacen en los primeros noventa
    días42 y que una vez que la instrucción
    profesional termina los efectos no continúan y los
    pacientes en sus visitas posteriores de chequeo periódico
    2 ó 3 meses después, regresan con niveles de placa
    dental iguales o peores que los observados antes de las
    instrucciones de higiene
    bucal37.

    Asimismo, existe evidencia que las personas son capaces
    de alterar su comportamiento
    sin necesidad de asistencia profesional. Schacter
    S.(1982)36. reseñó que es común
    observar cambios de conducta a largo
    plazo en fumadores, obesos y drogadictos, cuando los individuos
    se encontraban automotivados. Luego de varios intentos los
    individuos fueron exitosos en cambiar la conducta por sí
    mismos.

    Surgen en consecuencia las siguientes interrogantes:
    ¿Por qué fallan los programas de
    control de placa? ¿Por qué se dificultan los
    cambios de hábito?, y más aún ¿Por
    qué no se mantiene en el tiempo los
    cambios logrados?.

    Seif R. Tomás (1997)37, enumera 9
    problemas,
    relacionados directamente con el paciente, que minimizan la
    efectividad de los programas de control de placa, a
    saber:

    Los programas de control de placa comienzan demasiado
    temprano en el plan de
    tratamiento.

    El control de placa comienza sin que el paciente se
    sienta dueño de su problema.

    Ausencia de acercamiento personalizado en el programa
    preventivo.

    Se asumen razones erróneas con relación a
    las fallas del paciente en su control de placa.

    Los viejos hábitos son
    automáticos

    Se asume que el paciente tiene suficiente destreza para
    una adecuada higiene bucal.

    Se trata de enseñar demasiadas cosas, demasiado
    rápido.

    No existe un adecuado seguimiento al programa
    preventivo.

    Las actividades preventivas muchas veces no se ofrecen a
    quienes más las necesitan.

    Analizando cada uno de estos problemas se
    identifica que se obvian un conjunto de factores relacionados
    directa o indirectamente con el proceso motivacional cuyo
    reconocimiento podría contribuir al éxito
    de estas

    estas actividades. Así, en los programas
    preventivos:

    Se desconocen los hábitos de higiene bucal del
    paciente

    No se determina si el paciente siente que tiene un
    problema y si siente deseos de solucionarlo en ese
    momento.

    No se personaliza el mensaje y por consiguiente la
    información que se suministra no es
    relevante para el problema específico del
    paciente.

    Se tiende a pensar que el paciente no sabe como utilizar
    los aditamentos de higiene bucal o no entiende la importancia de
    hacerlo.

    La mayoría de las veces se inician las
    instrucciones de higiene sin evaluar los procedimientos
    que el paciente utiliza.

    Se trata de enseñar al paciente a cepillarse,
    correctamente, los dientes en una sola sesión.

    No se tiene un sistema adecuado
    de recordatorio en la consulta.

    Los programas de control de placa se ofrecen más
    a pacientes sanos que a pacientes enfermos.

    En síntesis,
    un programa motivacional para prevenir o restaurar la salud
    gingivo-periodontal deberá sustentarse en el
    conocimiento de la persona,
    generando interés,
    demostrando preocupación, escuchando y facilitando
    información. Cuando existe una discrepancia
    entre la actuación deseada del paciente y la
    actuación real se trata por lo general de fallas en el
    proceso de motivación que imposibilitan establecer y
    mantener un hábito a largo plazo.

    Ahora bien, cepillarse y usar hilo dental diariamente,
    elimina la placa y el detrito alimenticio en los dientes,
    interrumpiendo el proceso de la enfermedad periodontal. Sin
    embargo, más de la mitad de todas las

    personas mayores de 18 años tienen al menos los
    estadios iniciales de la periodontopatía y después
    de los 35 años, tres de cuatro adultos son afectados por
    la enfermedad. Pero las periodontopatías pueden ocurrir en
    cualquier edad, los jóvenes y niños de cinco o seis
    años pueden tener signos de esta
    enfermedad28.

    Con relación a la prevalencia de estas
    enfermedades en Venezuela,el
    Estudio par la Planificación Integral de la
    Odontología (1968)24,

    determinó en el 45% de la población entre 7 y 14 años
    algún signo de enfermedad periodontal que se agrava a
    medida que avanza la edad. Morón Alexis, Vanegas Wiliam
    & Salazar Carmen R. (1986)26, informan como
    resultado de estudio realizado en el Area Metropolitana del
    Distrito Maracaibo una prevalencia de 54,53%,
    presentándose la enfermedad en forma leve en los grupos de 15 a 19
    años y severa después de los 65. Los resultados
    publicados por el Centro de Estudios sobre Crecimiento y Desarrollo de
    la Población Venezolana (FUNDACREDESA)6 en 1987
    corroboran que las lesiones periodontales "se profundizan o
    afianzan con más frecuencia en personas o grupos en las que
    el medio actúa favoreciendo su aparición,
    manifestándose en los estratos más bajos el
    porcentaje mayor de enfermedad periodontal. Asimismo, indica
    FUNDACREDESA que "en sujetos entre 7 y 40 años del sexo
    masculino, los niveles de enfermedad son mayor, predominando en
    la zona urbana de la región centro-occidental,
    nor-oriental y metropolitana. En las áreas rurales
    predominó en la región centro-occidental y zuliana.
    Otros estudios epidemiológicos realizados en el estado
    Zulia: Una aproximación a la caracterización del
    perfil epidemiológico bucal de El Guanábano,
    Distrito Bolívar (1988)15 y Proyecto
    Rinconada. Diseño
    e implementación del nivel de atención primaria (1989)35,
    reportan resultados similares a los obtenidos por Morón
    & Col. , en el Area

    Metropolitana de Maracaibo en 1986. Más
    recientemente los hallazgos de investigaciones
    no epidemiológicas, verifican que el escenario no se ha
    modificado, significativamente, en las dos últimas
    décadas; así, Mavare Jacobo ( 1989)23,
    estudia un grupo de 66
    individuos en el Municipio Sucre, estado Zulia e
    identifica un 39,39% (26) de casos con alteraciones

    periodontales, en éstos se diagnosticó:
    enfermedad periodontal destructiva (16 casos), gingivitis simple
    (6 casos) y comienzo de enfermedad periodontal destructiva (4
    casos).

    Refiere Estupiñan-Day Saskia (1995)8,
    Asesora Regional de Salud Oral de la
    Organización Pan Americana de Salud (OPS), que para
    cambiar el perfil epidemiológico y sus factores
    determinantes, los países de América
    Latina y el Caribe se han valido de una red organizada para la
    prestación de servicios
    curativos de salud bucodental, con la participación del
    sector
    público, principalmente, y el sector privado. No
    obstante, estos servicios
    pueden ser inadecuados para atender las cambiantes necesidades de
    las comunidades. En muchos países de América
    Latina y el Caribe, los servicios públicos de salud
    bucodental están mal organizados, disponen de pocos
    recursos y
    carecen de personal suficiente. Una atención de calidad
    sólo se puede obtener en las zonas urbanas a costos elevados.
    Por otro lado, aunque los proveedores
    privados quizás son más accesibles, su respuesta al
    problema es más bien curativa y generalmente tienen acceso
    a los servicios dentales privados los grupos de más altos
    ingresos
    económicos.

    Por consiguiente, señala Estupiñan-Day, la
    Organización Pan Americana de la Salud
    (OPS) para promover el mejoramiento de las condiciones de salud
    bucodental en los países de las Américas y
    ayudarlos a desarrollar servicios accesibles, eficaces y
    sostenibles; define, las estrategias
    siguientes:

    1. Promover programas preventivos nacionales de salud
      bucodental destinados a reducir la incidencia de caries y
      periodontopatías.

    b) Fortalecer la integración sostenible de los servicios de
    salud bucodental a los sistemas locales
    de salud (SILOS).

    1. Sugerir la formación de recursos
      humanos apropiados para atender las necesidades y nuevas
      direcciones de los programas de salud bucodental en la
      región.
    2. Apoyar la formulación de políticas sobre educación, así como los programas
      de comunicación orientados a mejorar el
      proceso decisorio y concienciar a la comunidad con
      respecto a las caries, las periodontopatías, ….. y
      prácticas preventivas.

    Es innegable la significación asignada por la OPS
    a la prevención de las enfermedades bucodentales,
    estableciendo como fundamento de esta acción la educación,
    la
    comunicación y la concienciación de la comunidad.
    Naturalmente, para el éxito de las actividades
    involucradas en estos procesos, la
    motivación de cada persona
    será de significativa importancia.

    Lo expuesto justifica la búsqueda de una
    alternativa que posibilite cambios conductuales, a largo plazo,
    en el paciente con relación a prevención y
    curación de las enfermedades periodontales. Una
    alternativa que sustentada en la persona, en los atributos que
    conforman su ser, pensar y actuar, le motive, le impulse
    sostenidamente hacia el logro de mejores condiciones de salud
    bucal.

    2. Objetivos De
    La Investigacion

    Objetivo General

    Fundamentado en los principios que
    explican la conducta que puede asumir el hombre en
    situaciones específicas y que determinan su éxito o
    fracaso, formular los lineamientos para un programa de
    motivación individual que facilite al odontólogo la
    ejecución en el consultorio de actividades para la
    prevención de la enfermedad y restitución de la
    salud periodontal.

    Objetivos Específicos

    Describir la etiología de la enfermedad
    periodontal y la significación de la prevención
    para su control y tratamiento.

    Describir las teorías
    motivacionales

    Identificar en las teorías
    motivacionales las variables a
    considerar en un programa para la prevención y
    restitución de la salud periodontal.

    3. Consideraciones
    generales con relación a la etiologia de la enfermedad
    periodontal

    Por enfermedades periodontales se entienden un conjunto
    de procesos
    inflamatorios que afectan el periodonto, es decir, al conjunto de
    tejidos que
    rodean al diente causando la destrucción del hueso y
    provocando la pérdida de la dentición31.
    El concepto
    enfermedad periodontal es amplio y en principio incorpora todas
    las condiciones clínico-patológicas relacionadas
    con la gingiva, ligamento periodontal, cemento dental
    y hueso alveolar. La afección y destrucción de
    estos tejidos de
    soporte dental denominados, generalmente, periodonto,
    traería como consecuencia una disminución paulatina
    de la función
    dental y su posterior pérdida
    total34.

    Básicamente las enfermedades periodontales se
    dividen en gingivitis y periodontitis, teniendo a su vez, cada
    una de ellas, varias subclasificaciones con distinta gravedad.
    Las enfermedades periodontales son la causa más importante
    de pérdida dental en adultos, afectando a tres de cuatro
    personas en algún momento de sus
    vidas31.

    La gingivitis es la inflamación de la
    encía sin destrucción del hueso y por lo tanto
    reversible. Se caracteriza por enrojecimiento y sangrado
    fácil de la encía. El tratamiento de este proceso,
    por otra parte sencillo, es muy importante pues puede evitar la
    progresión a periodontitis, donde hay daños
    irreversibles en las encías y estructuras de
    soporte del diente. La progresión de la enfermedad sin
    tratar, hace que los dientes se vuelvan móviles, pudiendo
    caerse o ser extraídos. Los signos más
    típicos de la enfermedad periodontal son31:
    Encías enrojecidas, inflamadas o dolorosas

    Sangrado al cepillarse o espontáneo.
    Retracción de las encías y sensibilidad al
    frío
    Mal aliento persistente
    Movilidad de dientes
    Desplazamiento de dientes y cambios en la mordida
    Flemones dolorosos de repetición en las
    encías

    La enfermedad periodontal es de causa bacteriana,
    producida por el acumulo de placa bacteriana, una capa pegajosa e
    incolora que se forma constantemente y se adhiere al diente en
    contacto con la encía. Una higiene bucal diaria
    meticulosa, es esencial tanto para prevenir como para tratar la
    enfermedad. Además de la placa bacteriana pueden actuar
    cofactores alterando la respuesta del organismo, como son: el
    tabaco, la dieta,
    el estrés y
    enfermedades que afecten el sistema
    inmune31.

    Los factores etiológicos de la enfermedad
    periodontal han sido clasificados en locales y sistémicos.
    Los factores locales son los que se encuentran en el medio ambiente
    inmediato al periodonto, en tanto que los sistémicos
    derivan del estado general
    de salud del paciente. Los factores locales causan
    inflamación, principal proceso patológico de la
    enfermedad periodontal, los factores sistémicos regulan la
    reacción de los tejidos a los factores locales, de modo
    que el efecto de los irritantes locales puede resultar agravado
    por condiciones sistémicas
    desfavorables16.

    La placa bacteriana, como factor local, es necesaria
    para el inicio de la enfermedad. Sin embargo, una cantidad
    pequeña pero variable de placa, puede ser controlada por
    los mecanismos de defensa del organismo, resultando un equilibrio
    entre agresión y defensa. Este equilibrio
    puede romperse bien por aumento de la cantidad de placa, la
    virulencia de las bacterias y la
    reducción de la capacidad defensiva del
    organismo3

    La patogenia de la gingivitis presenta tres etapas:
    inicial, temprana y establecida. La lesión inicial
    corresponde a una inflamación aguda que puede ser inducida
    experimentalmente al aplicarse extractos de placa bacteriana
    sobre la encía normal. La lesión temprana se
    caracteriza por infiltrado celular linfoide que se ve en los
    sitios de reacciones de hipersensibilidad mediada por células y
    puede inducirse al aplicar antígenos purificados de
    contacto a los tejidos gingivales sensibilizados previamente. A
    medida que la condición empeora, las lesiones establecidas
    pueden permanecer estables por tiempo indefinido
    o retroceder29.

    Las manifestaciones clínicas de la gingivitis son
    fenómenos episódicos caracterizados por brotes
    discontinuos de inflamación aguda. La mayoría de
    las lesiones son transitorias o persistentes pero no progresivas.
    La pérdida de los niveles de inserción puede,
    preceder a la pérdida del hueso alveolar, sin las
    manifestaciones de una gingivitis concurrente o precursora. Por
    otro lado, las evidencias indican que algunas de las lesiones de
    gingivitis pueden, y en efecto lo hacen, progresar a
    periodontitis3,16.

    A partir de los trabajos de Löe H.
    (1963)17, se asigna significativa importancia a la
    profilaxis en el tratamiento periodontal. La eliminación
    de la placa bacteriana, el cálculo
    dental, las pigmentaciones y películas de la superficie
    dental. Así, raspadores, curetas y ultrasonido, entre
    otras

    modalidades, para aumentar la queratinización de
    la encía y reducir la inflamación, se han
    generalizado en la consulta odontológica. En el hogar, el
    cepillo dental, el agua a
    presión
    y el uso de productos
    químicos con efecto antiplaca; son complementos en el
    tratamiento odontológico para evitar la recurrencia de la
    alteración periodontal tratada.

    No obstante, los avances en el tratamiento de las
    alteraciones periodontales, el conocimiento
    científico de su etiología y la respuesta de la
    enfermedad a las modalidades terapéuticas, se enfatiza que
    para su prevención lo fundamental es mantener el ambiente bucal
    limpio para evitar la proliferación de bacterias
    patógenas que producen trastornos en los tejidos de
    soporte y conservar la capacidad de defensa del huésped a
    través de la adecuada salud física y
    mental14.

    La enfermedad periodontal, en contra de viejas creencias, no es
    ni incurable ni irremediable, pudiendo tratarse hoy en día
    con éxito, aunque es muy importante detectarla en sus
    fases más precoces para evitar tratamientos complejos. La
    enseñanza efectiva de un cepillado
    meticuloso con empleo
    rutinario de seda dental y un programa de visitas
    periódicas al dentista, son las medidas preventivas
    más eficaces para el control de estas
    enfermedades31.

    4. Significación de
    la motivación en la prevención de las enfermedades
    periodontales.

    Hay cuatro principios
    básicos a tener en consideración para la
    prevención de las enfermedades periodontales:

    1. Las enfermedades periodontales son enfermedades
      infecciosas de origen bacteriano
    2. Hay una estrecha relación entre enfermedades
      periodontales y placa bacteriana
    3. Si se practica una limpieza bucal efectiva, se puede
      prevenir y controlar las enfermedades periodontales
    4. La medida preventiva más eficaz para prevenir
      las enfermedades periodontales es la cuidadosa remoción
      mecánica de la placa
      bacteriana18.

    Sustentado en estos principios, López Villarroel
    Néstor (1995) 18 señala que el eje de
    cualquier programa preventivo de enfermedades periodontales, es
    la fase de limpieza de los dientes, en la que se enseñan
    al individuo las técnicas de control de placa y se le
    motiva para que las aplique todos los días.

    La remoción de la placa debe efectuarse
    diariamente por cada individuo, y debe ser complementada por
    profilaxis profesional periódica. Esto significa que la
    prevención de las enfermedades periodontales va a depender
    de la conducta de cada persona, conducta que está
    determinada por la motivación que tenga en salud
    bucal18.

    En la enseñanza de los procedimientos
    preventivos que evitan la formación de placa se debe
    motivar, educar y entrenar al paciente en el uso de
    técnicas de control de placa
    bacteriana18.

    Motivar es combinar la entrega de información con
    la exhortación a hacer lo correcto. Motivar es reconocer
    un deseo o una necesidad que hace al individuo actuar. El
    éxito de los programas preventivos en periodoncia
    está relacionado en gran parte con la motivación de
    las personas para buscar cuidados permanentes para su salud
    bucal7. La persona debe saber que es posible prevenir
    las enfermedades bucales, por lo que el odontólogo debe
    entregarle la información necesaria y
    adecuada18.

    Para lograr la motivación de una persona para
    mantener o recuperar su salud, esta persona debe sentir que es
    susceptible de enfermar. Y debe estar consciente que la falta de
    cuidado o tratamiento puede tener serias consecuencias, y por lo
    tanto deberá priorizarlas con relación a cosas que
    quiera hacer o comprar18.

    El odontólogo debe persuadir al paciente a
    conducirse de modo que pueda alcanzar su meta: esto es la salud
    bucal. La meta de la
    salud bucal debe ser valorada y percibida por la persona como
    alcanzable con el cambio de
    conducta. Debe convencerse que la inversión de tiempo y dinero en
    cuidados de su salud puede prevenir o disminuir la posibilidad de
    perder sus dientes. La persona debe convencerse que es necesario
    y ventajoso practicar medidas preventivas para mantener la salud
    o disminuir el riesgo de
    enfermar18.

    Se debe despertar una actitud
    positiva hacia la conservación de la salud bucal sin
    producir ansiedad o temor, enfatizando los beneficios que se
    derivan de mantener los dientes y encía sanas, más
    que los perjuicios que pueden ocurrir. Las técnicas de
    motivación basadas en amenazas y en el miedo da resultados
    impredecibles. Algunas personas pueden reaccionar positivamente,
    otras, con baja autoestima
    reaccionan negativamente18.

    Para conseguir una actitud
    positiva para mantener la salud, la persona debe estar convencida
    del beneficio que obtendrá con la práctica de los
    cuidados preventivos, y debe sentir satisfacción derivada
    de la práctica de cuidados preventivos. Satisfacciones
    tales como:

    • Psicológicas: prevenir lesiones
      dolorosas
    • Emocionales: boca agradable, fresca, sin molestias
      para comer
    • Estéticas: verse bien, atractivo,
      joven
    • Sociales: bien aceptado por otros, sin mal
      aliento
    • Económicas: evitar costos de
      tratamiento por enfermedades totalmente posibles de
      prevenir

    En este mismo orden de ideas; Seif R. Tomás
    (1997) señala que aunque resulta absurdo, existe una gran
    cantidad de profesionales que dan más importancia a la
    intervención clínica que a las medidas preventivas
    y el fracaso al tratar de cambiar la conducta de cuidados
    dentales es vista, en general, como culpa del paciente por una
    falla de <<cumplimiento>> con los regímenes
    preventivos37.

    El término <<cumplimiento>>,
    señala el autor, tiene de hecho, cierto contenido
    peyorativo e implica que los profesionales de la salud esperan
    obediencia y aceptación de sus instrucciones por parte de
    los pacientes. Se trata de un modelo de
    relación odontólogo-paciente de tipo autoritario,
    vertical. El profesional da las instrucciones, el paciente debe
    cumplirlas. La conducta propuesta al paciente es pasiva, sumisa.
    Las conductas previas o actuales del paciente con relación
    a su auto-cuidado en el hogar no son por lo general
    indagadas37.

    Seif R., propone seis fases esenciales para el diseño
    de un programa preventivo, refiriendo la 4ta. y 5ta fase al
    cambio
    conductual y reforzamiento de las nuevas conductas. En la 6ta.
    fase, cuando se evalúa el programa, reconoce la
    motivación como uno de los elementos que contribuyen al
    éxito o fracaso de los programas preventivos y diferencia
    la motivación en: externa e interna.

    La manera clásica de motivar a los pacientes es
    proporcionando información de las consecuencias positivas
    o negativas que se generan a partir de determinada conducta. Esta
    forma de motivación externa tiene que ver con la
    información, interés y
    preocupación del profesional de la salud para con el
    paciente. La motivación externa es útil
    únicamente en situaciones en las que el paciente carece de
    información y no conoce ni entiende la naturaleza de su
    enfermedad. En estos casos, la información por sí
    misma no lleva a cambios de conducta estables en el
    tiempo37.

    La motivación interna refiere el verdadero deseo
    o disposición de la persona en cambiar su conducta y sus
    potencialidades para poder intentar
    y realizar el cambio. Un individuo internamente motivado es un
    buen candidato para un programa preventivo; más
    aún, si tiene un historial de logros y metas en su haber,
    ya que es una persona acostumbrada a luchar para alcanzar sus
    metas37.

    En síntesis, el odontólogo debe considerar
    la motivación como una herramienta fundamental para que el
    paciente logre cambiar su conducta con relación a salud
    periodontal e integre a su personalidad
    como un hábito de la vida diaria, la ejecución
    permanente de los procedimientos que le garantizan mantener un
    ambiente bucal
    libre saludable. Para esto, es necesario que el paciente entienda
    su problema y se sienta responsable del mismo. Sin esta
    motivación, es muy poco lo que se puede hacer para evitar
    la enfermedad.

    Ahora bien, la motivación es un proceso
    dinámico que genera cambios en las personas. Una
    energía que dirige el comportamiento de las personas en
    direcciones específicas e integra factores
    biológicos, cognitivos y sociales. Por consiguiente, para
    lograr el cambio de conducta es imprescindible identificar en el
    programa preventivo las variables motivacionales que analizadas
    como un todo e identificadas sus relaciones con patrones de
    conductas adquiridos pueden ser redimensionados con la finalidad
    de lograr mejoras en la situación de salud periodontal del
    paciente.

    Si se pretende cambiar el curso de un determinado
    proceso de morbilidad mediado por la conducta de las personas, no
    basta saber que su comportamiento puede derivar en pérdida
    de salud. Hay que saber por qué se comportan como lo hacen
    y cómo puede sustituirse su conducta. Esta es la base para
    el éxito de los programas preventivos.

    5. La motivación.
    Consideraciones previas

    La motivación es un proceso dinámico, los
    estados motivacionales están en continuo flujo, en un
    estado de crecimiento y declive perpetuo. Mucho motivos se
    ciñen a un proceso cíclico de cuatro etapas: a)
    anticipación, b) activación y dirección, c) conducta activa y retroalimentación (feedback) del
    rendimiento y c) resultado32.

    En la fase de anticipación, el individuo tiene
    alguna expectativa de la emergencia y satisfacción de un
    motivo. Esta expectativa se caracteriza por un estado de
    privación y deseo de conseguir una meta. Durante la fase
    de activación y dirección, el motivo es activado
    por un estímulo intrínseco o extrínseco. El
    motivo, a su vez, legitima la conducta que surge a
    continuación. Durante la conducta activa y el feedback del
    rendimiento, el individuo participa en conductas dirigidas que le
    permiten aproximarse a un objeto-meta deseable o distanciarse de
    un objeto-meta aversivo. Mediante los esfuerzos de enfrentamiento
    y la resultante retroalimentación de éxito o
    fracaso, el individuo evalúa la efectividad de la conducta
    dirigida. En la fase de resultado, el individuo vive las
    consecuencias de la satisfacción del motivo (sí el
    motivo no está satisfecho, entonces persistirá la
    conducta)32.

    Este proceso se puede aplicar a modo ilustrativo, al
    miedo a hablar en público. Antes del acontecimiento, la
    persona ve la conferencia como
    una amenaza personal y se imagina todas las cosas que le pueden
    salir mal. Ver el público (un estímulo externo)
    provoca un principio de miedo. Como respuesta al miedo, la
    persona exhibe tendencias de evitación y probablemente
    intentará salirse de la situación. Suponiendo que
    no puede evitar la conferencia, la
    persona realiza conductas verbales y no verbales que
    provocarán el aplauso o el desinterés del
    público. Si la retroalimentación del rendimiento es
    favorable, el miedo se disipará seguramente. Si el
    feedback es negativo, persistirá el miedo y el ponente
    seguirá mostrando respuestas de
    enfrentamiento32.

    Cuando la conducta está motivada por fuerzas
    intrínsecas (por ejemplo, fatiga, curiosidad) está
    auto-regulada. Cuando la motivan fuerzas extrínsecas (por
    ejemplo, dinero,
    halagos) está regulada por el
    ambiente32.

    La motivación regulada por el ambiente es
    generalmente una consecuencia artificial y extrínseca de
    una conducta32. En el caso de un paciente, algunos
    motivadores extrínsecos podrían ser: mejor
    apariencia física, relacionarse
    mejor con otras personas, los elogios de la familia y
    el odontólogo. Cada uno de estos motivadores
    extrínsecos es una consecuencia socialmente fabricada que
    no tienen nada que ver con el acto de mantener una adecuada salud
    periodontal. Por lo tanto, aspectos del ambiente aportan la
    motivación para realizar o no la
    conducta32.

    La motivación auto-regulada generalmente surge de
    intereses, necesidades y reacciones personales al propio
    comportamiento. Para el trabajador, las reacciones propias de su
    trabajo pueden incluir sentimientos de competencia o
    maestría. Si la evaluación
    de la competencia
    personal produce unos sentimientos tan positivos, éstos
    pueden convertirse en motivadores intrínsecos para seguir
    trabajando. Se puede comer por una necesidad de hambre y
    organizar fiestas con los amigos por una necesidad de
    afiliación. En cada uno de estos ejemplos hay agentes
    internos que aportan la motivación necesaria para realizar
    o no la conducta32.

    Los motivos humanos se ha organizado basándose en
    modelos
    jerárquicos. Así, algunos modelos
    cumplen funciones
    básicas y de supervivencia mientras que otros tienen
    funciones
    superiores orientadas hacia el crecimiento. A modo de ejemplo, la
    clásica jerarquía de necesidades de Abraham
    Maslow (1943)
    incluye necesidades fisiológicas, de seguridad,
    pertenencia, valoración y autorealización. Las
    necesidades fisiológicas y de seguridad
    atienden a las necesidades de supervivencia más
    básicas, mientras que las necesidades de
    autorealización atienden a necesidades orientadas hacia el
    crecimiento. La jerarquía de Maslow es
    positiva en el sentido que constituye una integración teórica de necesidades
    que de otro modo no estarían relacionadas. Para Maslow,
    las necesidades fisiológicas dominan la motivación
    humana en cuanto que la satisfacción de estas necesidades
    de seguridad emerja, energeticen y dirijan la conducta. A su vez,
    la gratificación de las necesidades de supervivencia y
    seguridad permiten que emerjan las necesidades de pertenencia (o
    amor)32.

    Buck Ross (1985) propone un modelo
    más actualizado de los sistemas
    motivacionales humanos. Para Buck, existen cinco grandes sistemas
    de motivación/emoción: instintos, pulsiones
    primarias, pulsiones adquiridas, emociones y
    motivación de competencia. Para Buck, los instintos y
    pulsiones primarias generalmente atienden las necesidades
    básicas de supervivencia del individuo. Las pulsiones
    adquiridas, las emociones y la
    motivación de competencia, generalmente sirven a las
    necesidades de adaptación y crecimiento. Conjuntamente,
    los cinco sistemas dotan al individuo de un juego de
    completo de estructuras
    internas para afrontar de forma efectiva las complejas exigencias
    del ambiente. Cada sistema tiene un propósito
    especial32.

    No siempre somos conscientes de la base motivacional de
    nuestra conducta. Los motivos humanos pueden ser evidentes o no
    tan evidentes, comprensibles o inexplicables, conscientes o
    inconscientes. Este principio sirve para señalar que los
    motivos de la conducta humana
    no siempre son inmediatamente aparentes.

    Expresiones de Motivación. La motivación,
    como la inteligencia,
    no es fácilmente observable. La motivación se
    infiere observando sus manifestaciones. Así, para inferir
    si un individuo está hambriento miramos si come más
    rápidamente de lo habitual, si mastica vigorosamente y se
    olvida de las convenciones sociales al
    comer32.

    Afortunadamente, se sabe mucho sobre los antecedentes
    que dan lugar a las condiciones motivacionales. Ya que se conocen
    los antecedentes a muchos estados motivacionales, no siempre se
    está en la postura incierta de inferir la
    motivación del comportamiento. En otras palabras se puede
    asegurar que después de 72 horas sin comer, la persona
    tendrá hambre; después de interferirle una meta
    importante la persona estará frustrada; y después
    de ganar una competencia la persona se sentirá competente.
    La privación de comida lleva al hambre, la interferencia
    en una meta a la frustración y los mensajes objetivos de
    efectividad llevan a evaluaciones de competencia. Sólo en
    el caso que se desconozcan estas condiciones antecedentes existe
    la necesidad de inferir los estados motivacionales de la
    conducta. Asumiendo que se desconocen las condiciones
    antecedentes, hay tres categorías de actividad que
    expresan la motivación: conducta abierta, fisiología y auto-informe.

    Conducta Abierta. Seis factores de la conducta
    pueden ser indicativos de la presencia e intensidad de una
    emoción:

    Latencia, es el tiempo que tarda en producirse una
    respuesta tras la exposición
    a un estímulo. Como regla general, a menor latencia de
    respuesta, mayor la intensidad de emoción
    inferida.

    Persistencia, es el intervalo de tiempo entre el
    comienzo de una respuesta y su cese. La persistencia de la
    respuesta es proporcional a la intensidad del motivo de esa
    conducta.

    Elección o preferencia, sitúa al individuo
    frente a dos estímulos y le pide que participe
    voluntariamente en uno u otro. Generalmente, las personas
    disponen de varias opciones de conducta de las que escogen
    una.

    Amplitud, es la intensidad de respuesta de un individuo
    ante un estímulo. Cuanto más intensa es la
    conducta, mayor será la fuerza del
    motivo inferido.

    Probabilidad de respuesta. Se refiere a las ocasiones en
    las que se produce una respuesta dirigida hacia una meta en
    proporción al número de oportunidades de que se
    dé la repuesta.

    Expresiones faciales y corporales comunican, en parte,
    los aspectos emocionales de la conducta. Una sonrisa, los cambios
    de posición, las expresiones faciales, comunican la
    presencia e intensidad de los motivos y emociones.

    Estos seis aspectos de la conducta ofrecen datos observables
    de los que se puede inferir la motivación. Cuando la
    conducta tiene una latencia corta, una persistencia larga, una
    probabilidad
    de producirse, es intensa, e incluye xpresividad facial o de
    gestos, entonces existen datos a partir de
    loscuales se puede inferir un motivo relativamente intenso.
    Cuando la conducta tiene una latencia larga, poca persistencia,
    baja probabilidad de
    producirse, no es intensa e incluye poca expresividad facial y de
    gestos, o si el individuo persigue un objeto-meta alternativo,
    entonces se puede inferir la ausencia de un motivo, o al menos
    uno bastante débil32.

    Otra manera de evaluar la motivación es pedirle a
    la persona un auto-informe de su
    nivel de motivación. Esto se puede hacer en una entrevista o
    mediante un cuestionario.
    La ventaja de los cuestionarios es que son fáciles de
    administrar, permiten recabar la información exacta, y le
    dan a la persona que responde varias opciones de respuesta a una
    pregunta concreta. Sin embargo, las personas pueden distorsionar
    sus auto-informes
    deliberadamente para dar puntuaciones socialmente deseables y
    desconocer sus propio motivos32.

    Las medidas conductuales y de auto-informe permiten
    tener una base objetiva de la que inferir la fuerza del
    motivo. Desgraciadamente, hay una frecuente falta de concordancia
    entre medidas de auto-informe y medidas conductuales. De otro
    modo, lo que las personas dicen que son sus motivos a menudo no
    son lo que sus expresiones conductuales indican que son. Debido a
    esta discrepancia se suele hacer mayor uso de las medidas
    conductuales y fisiológicas que de medidas de
    auto-informe32.

    La investigación en motivación abarca
    cinco grandes campos. Cada campo estudia distintos determinantes
    causales de la conducta.

    Motivación fisiológica. La perspectiva
    fisiológica representa el punto de vista biológico
    dentro del campo de la motivación y explora cómo
    los sistemas nervioso y endocrino incide en los motivos y las
    emociones. El análisis fisiológico presta mucha
    atención a cómo el cuerpo se prepara para la
    acción, cómo produce sensaciones de placer y dolor
    y cómo regula los sistemas internos para preservar la
    salud y la supervivencia32.

    Motivación Extrínseca e Intrínseca.
    El estudio de la motivación extrínseca introduce la
    perspectiva conductista al estudio de la motivación. El
    conductismo no
    niega que la conducta tenga causas internas, pero sus defensores
    consideran que las causas fundamentales de la conducta se
    encuentran fuera y no dentro de la persona. El estudio de la
    motivación intrínseca ha evolucionado casi a contra
    corriente con el enfoque conductista. Los partidarios de este
    enfoque proponen que los seres humanos son inherentemente
    activos e
    intrínsecamente motivados. Para explicar por que las
    personas realizan ciertas conductas cuando las recompensas y
    castigos extrínsecos son mínimos, los
    teóricos de la motivación intrínseca hablan
    de la importancia de necesidades psicológicas tales como
    la competencia y la curiosidad32.

    Motivación cognitiva. El enfoque de la
    cognición en motivación se asemeja a las
    perspectivas fisiológicas y motivación
    intrínseca. De acuerdo con la perspectiva cognitiva, lo
    que determina la emoción son los pensamientos y procesos
    mentales32.

    Diferencias individuales. El enfoque de personalidad
    reconoce que la gente comparte una gran variedad de motivos
    comunes (hambre, por ejemplo) pero también señala
    la existencia de diferencias individuales entre los motivos
    específicos32.

    Actualmente no se busca una causa única de la
    conducta sino que la investigación se limita al estudio de las
    bases motivacionales de los cinco sistemas independientes (e
    interactivos) de motivación fisiológica,
    motivación intrínseca y extrínseca,
    motivación cognitiva y diferencias
    individuales.

    Orígenes del Concepto
    Motivación

    El concepto motivación se remonta a los antiguos
    griegos -Socrates, Platón y
    Aristóteles. Platón
    creía en un alma organizada de forma jerárquica con
    elementos nutricios, sensitivos y racionales. Para Aristóteles, las partes nutricias y
    sensitivas estaban relacionadas con el cuerpo y eran
    de

    naturaleza motivacional, aportando los motivos de
    crecimiento corporal y quietud (nutritivos) y experiencias
    sensoriales como placer y dolor (sensitivos). Juntas, estas dos
    partes formaban las bases de la fuerza motivacional e impulsiva.
    Al postular la existencia de un alma tripartita y
    jerárquica, los antiguos griegos presentaron la primera
    explicación teórica de la actividad motivada: los
    deseos del cuerpo, los placeres y sufrimientos de los sentidos y
    los esfuerzos de voluntad32.

    En la era moderna, René Descartes
    impulsó una distinción entre los aspectos pasivos y
    activos de la
    motivación. Para Descartes, el
    cuerpo era un agente pasivo de la motivación mientras que
    la voluntad era el agente activo. El cuerpo no era más que
    una entidad física y mecanicista que poseía motivos
    nutricios y reaccionaba al ambiente externo a través de
    los sentidos,
    los reflejos y la fisiología. Si se quería entender
    los motivos corporales, era necesario un análisis
    fisiológico. La mente era una entidad espiritual
    no-material y pensante con una voluntad resuelta. Si se
    quería entender los motivos resolutivos, era necesario
    hacer un análisis de la voluntad32. Igual que
    sus predecesores, Descartes creía que los motivos
    podían emerger

    tanto del cuerpo como de la voluntad. La voluntad era el
    motor que
    iniciaba y dirigía la acción, decidiendo si actuar
    y que hacer mientras se actuaba. Al asignarle a la voluntad
    poderes absolutos de motivación, Descartes le dio a la
    filosofía la primera gran teoría
    de la motivación: la voluntad. Ahora bien, para comprender
    la esencia de la motivación se invirtió una gran
    cantidad de energía filosófica en el estudio de la
    voluntad; llegándose, sin embargo, a la conclusión
    que la voluntad era una propiedad poco
    entendida de la mente que emergía de algún lugar
    del conjunto de experiencias e introspección repleta de
    motivos e intenciones32.

    En suma, llegó a ser tan difícil explicar
    la voluntad como la motivación que supuestamente generaba.
    Por lo tanto, la nueva ciencia de la
    psicología
    optó por buscar un principio motivacional sustitutivo que
    fuera menos ambiguo y más mecanicista. Este principio
    surgió en el campo de la fisiología y la
    biología32.

    Las teorías de Lamarck y Darwin sobre la
    evolución de las especies son un
    antecedente para la explicación del proceso motivacional.
    Lamarck consideró que una gran modificación en el
    ambiente de una especie animal daría por resultado la
    necesidad de un cambio en esa especie. Esta necesidad de cambio,
    producida por sentimientos internos, causaría en el animal
    la formación de nuevos hábitos para ajustarse a su
    nuevo ambiente11.

    Charles Darwin (1859,
    1872), propuso para explicar la conducta no aprendida y
    automatizada, la idea del instinto. El instinto podía
    explicar, de dónde venían las fuerzas
    motivacionales32 . A través de sus trabajos
    Darwin señala que el hombre
    está sujeto a numerosas variaciones determinadas por las
    mismas causas, reguladas y transmitidas conforme a las mismas
    leyes
    generales que rigen a los animales
    inferiores. Así, tiende a multiplicarse de una forma
    acelerada para que su descendencia esté necesariamente
    sometida a una lucha por la sobrevivencia y, por consiguiente, a
    la selección
    natural. Confirma esto el hecho que la evolución se produce porque cada vez
    más el hombre
    sigue actuando ante situaciones desconocidas que lo mueven a
    encontrar nuevas formas de adaptarse al ambiente que lo
    rodea11.

    Para Darwin el hombre tiene
    el poder de adaptar sus hábitos a nuevas condiciones de
    existencia. Al desarrollar las cualidades intelectuales y orales
    que lo distinguen de los animales
    inferiores, el hombre ha debido ser muy susceptible de modificar
    su estructura
    corporal por la selección natural o por otros medios, para
    mantener una armonía con un universo que
    cambia continuamente. Los seres vivos se mantienen en permanente
    encuentro con nuevas emociones ante los continuos cambios del
    medio que los rodea y al quedar satisfechos, inmediatamente
    aparecen otros motivos a los cuales dirigir su atención y
    planificar nuevas acciones para
    la satisfacción de estos motivos. Estos cambios parecen
    ser una constante a lo largo de la vida11.

    Los planteamientos de Lamarck y Darwin, permitieron
    reorientar las investigaciones biológicas y las
    psicológicas centrándolas en la observación sistemática y la
    experimentación. La influencia de Darwin en la psicología se
    evidencia en las obras de James W. (1890), McDougall (1908),
    Thorndike (1898) Freud (1915) y
    Hull C. (1943). James y McDougall, centraron su atención
    en la fuerza motivadora de los instintos. Thorndike E.,
    fundamentó el proceso motivacional en el aprendizaje,
    Freud,
    estudió las fuerzas inconscientes que impulsan el
    comportamiento y Hull el hábito y la pulsión como
    los principales determinantes de la
    conducta11.

    Maslow A.H. (1943), estudia las necesidades humanas
    asignándole relevancia a las necesidades
    fisiológicas. El organismo permanecerá en un estado
    de tensión hasta tanto estas necesidades estén
    satisfechas y una vez que se ha logrado aparecen otras que pueden
    dominar al organismo más que el hambre y el sueño.
    Para Maslow, el organismo está dominado por las
    necesidades insatisfechas11.

    Para Clarck R.A. (1949), Atkinson (1974) y McClelland
    (1978), la base de la motivación no está en un
    impulso sino en el restablecimiento de un cambio en la
    situación afectiva actual. Todas las tendencias de
    acercamiento o evitación son aprendidas. El sujeto aprende
    a acercarse cuando determinada clave desencadena una
    anticipación de efecto positivo, lo contrario sucede en la
    evitación. Estos autores dan un lugar relevante a las
    necesidades sociales, debido a la interacción entre las
    personas y al hecho que para satisfacer las necesidades se
    necesita del contacto con los otros11.

    En 1958, Woodworth sostiene la idea que gran parte de la
    conducta humana
    parece estar dirigida a producir efectos sobre el ambiente, sin
    que esto reporte la satisfacción de alguna necesidad
    orgánica11.

    White R. W. (1959), introduce el término
    competencia que se refiere a la capacidad de un organismo para
    interacctuar efectivamente con su ambiente. Relacionando las
    condiciones del hombre con su capacidad para aprender, considera
    importante tratar la competencia como un elemento motivacional,
    por cuanto la motivación necesaria para alcanzar la
    competencia, no se puede derivar enteramente de fuentes de
    energía conceptualizadas como impulsos o
    instintos11.

    En 1961, Allport G.W., centra sus estudios en una
    concepción del hombre que lo diferencia en algunas de sus
    motivaciones de los demás animales de la escala
    zoológica y utiliza el término necesidad para
    diferenciar los motivos básicos y las motivaciones
    inalterables pero desplazables11.

    Deci E.L. (1985), reelabora el concepto necesidad de
    competencia como motivación intrínseca, explicando
    que las condiciones motivadas internamente son aquellas que la
    persona ejecuta para sentirse autodeterminada y
    competente.

    Lo expuesto muestra como ha
    evolucionado la concepción del proceso motivacional, desde
    la perspectiva puramente homeostática del equilibrio del
    hombre con la naturaleza hasta
    el principio de interacción del ser humano, no sólo
    con su ambiente sino con las demás personas que lo rodean.
    Por consiguiente, la motivación no puede asumirse como un
    fenómeno aislado, la motivación forma parte de un
    todo, es un estado constante, inacabable, fluctuante y complejo.
    Es una característica universal, presente en todos
    los seres vivos11.

    Definiciones del Concepto Motivación

    McClelland (1974), citado por Flores Carmen T.
    (1994)11, expresa que la motivación
    está constituida por las múltiples expectativas o
    asociaciones que se forman y crecen alrededor de las experiencias
    afectivas; por lo tanto, en las experiencias infantiles que
    llegaron a integrar la
    personalidad del individuo, se encontrará la
    raíz profunda, el origen determinante de las diferentes
    formas de conducta mediante las cuales se satisface el impulso
    dado por la motivación.

    Fourcarde R. (1977)12 , define la
    motivación como la base del desencadenamiento y mantenimiento
    de las actividades y comportamientos que determinan las conductas
    humanas.

    Para Nuttin, citado por Fourcarde R.
    (1977)12, la motivación pone al organismo en
    movimiento, lo
    dirige. Los estímulos exteriores solamente adquieren, en
    último análisis, su poder directivo en virtud de
    una exigencia impulsora y selectiva inherente a la
    motivación misma.

    Mankeliunas, M. (1991)22, considera que la
    motivación es un concepto genérico que designa a
    las variables que no pueden ser inferidas directamente de los
    estímulos externos, pero que influyen en la
    dirección, intensidad y coordinación de los modos
    de comportamiento aislados que conducen a alcanzar determinadas
    metas; es el conjunto de factores innatos (biológicos) y
    aprendidos (cognoscitivos, afectivos y sociales) que inician o
    detienen la conducta.

    Burk Ignacio (1993)2. Subjetivamente el
    hombre experimenta las motivaciones comportamentales como ganas,
    apetencias, deseos, intereses y compulsiones emocionales. En
    general, se está motivado cuando algún estado
    afectivo apremia al individuo a realizar o evitar una cierta
    conducta. Por supuesto, en los estado anímicos motivantes
    del hombre hay también ingredientes intelectuales. La
    motivación tal y como se experimenta subjetivamente, suele
    ser una conjugación de pensamiento
    razonador e impulsante afectividad.

    Farcug Carlos (1994)9. Motivación es
    todo aquello capaz de empujar la existencia humana hacia el
    futuro, aunque la meta
    esté lejana y no se vea o se halla perdido la perspectiva
    y el camino por donde encontrarla.

    6. Teorías que explican
    el proceso de motivación

    Hacia finales del siglo pasado, los psicólogos
    tendían a explicar el comportamiento motivado
    atribuyéndolo a los instintos, tendencias innatas a
    comportarse de cierto modo en presencia del estímulo
    adecuado. En 1890, William James sugería que el
    comportamiento humano puede explicarse en función de
    instintos como la rivalidad, el temor, la curiosidad, el amor, la
    vergüenza y el resentimiento5.

    De acuerdo con la teoría
    instintiva de la motivación, los seres humanos y los
    animales nacen dotados de diversos conjuntos de
    comportamientos preprogramados, esenciales para la supervivencia.
    Estos instintos proporcionan la energía que canaliza el
    comportamiento en la dirección adecuada. Así, el
    sexo se podría explicar como una respuesta ante un
    instinto de reproducción, y se podría considerar
    que la conducta exploratoria obedece al instinto de examinar el
    territorio propio10.

    Treinta años después, se habían
    identificado miles de instintos humanos, y los psicólogos
    empezaron a buscar una mejor elucidación del
    comportamiento por que todas las explicaciones basadas en los
    instintos no lograban dilucidar por qué un patrón
    específico de comportamiento, y no otro, surge en una
    especie determinada. Además, la variedad y complejidad del
    comportamiento humano, gran parte del cual es aprendido, son
    difíciles de explicar si los instintos constituyen la
    principal fuerza motivacional10.

    Una visión alternativa de la motivación
    afirma que las necesidades del organismo (necesidad de alimento o
    agua) da lugar
    a un estado de tensión o excitación llamado impulso
    (hambre o sed). Según la teoría de la
    reducción de pulsiones, el comportamiento motivado es un
    intento por reducir un estado de tensión desagradable y
    devolver al organismo a un estado de homeóstasis o
    equilibrio5.

    Una pulsión es una tensión motivacional, o
    excitación, que energiza el comportamiento con el fin de
    satisfacer alguna necesidad. Gran cantidad de pulsiones
    básicas, llamadas pulsiones primarias como el hambre, la
    sed, el sueño y el sexo, se relacionan con necesidades
    biológicas del cuerpo o de la especie en su conjunto. Las
    pulsiones primarias contrastan con las pulsiones secundarias,
    mediante las cuales no se satisface ninguna necesidad
    biológica evidente. En las pulsiones secundarias las
    necesidades se generan por medio de las experiencias previas y el
    aprendizaje10.

    Generalmente se trata de satisfacer una pulsión
    primaria mediante la reducción de la necesidad que le
    subyace. La razón de ese comportamiento es la
    homeóstasis, un fenómeno básico de
    motivación que subyace a las pulsiones primarias. La
    homeóstasis es la conservación de un nivel
    óptimo de funcionamiento biológico interno por
    medio de la compensación de las desviaciones del estado
    interno normal y equilibrado de un organismo. Aunque no todos los
    comportamientos biológicos que se relacionan con la
    motivación encajan en un modelo homeostático -el
    comportamiento sexual es un ejemplo- la mayoría de las
    necesidades fundamentales de la vida, incluyendo el hambre, la
    sed y el sueño se explican razonablemente por medio de
    este modelo10.

    Hull C. L. (1943, 1952), el principal representante de
    esta concepción teórica, elaboró una
    ecuación para definir la motivación y propuso que
    la acción multiplicativa entre la Fuerza del Hábito
    (H) y la Pulsión (P) determinaba el grado Potencial de
    Excitación (PE) o motivación adquirida para
    producir un determinado comportamiento, así:

    Pero la reducción del impulso no explica todos
    los comportamientos motivados. Por ejemplo, si se está
    aburrido, se desea una actividad que incremente la tensión
    y la excitación. Pareciera que el organismo busca un
    estado óptimo de excitación; si ésta es
    demasiado alta, se intenta reducirla; si es demasiado baja, se
    trata de incrementarla5.

    Por otra parte, ciertos comportamientos no parecen ser
    desencadenados por estados internos de ningún tipo; los
    objetos del medio (llamados incentivos)
    también motivan el comportamiento5.

    La búsqueda de emociones y la curiosidad son
    sólo dos clases de comportamientos que suscitan dudas
    sobre la teoría motivacional de reducción de
    pulsiones. En ambos casos, en lugar de tratar de reducir una
    pulsión subyacente, los seres humanos parecen estar
    motivados para aumentar su nivel general de estimulación y
    actividad. Con el fin de explicar este fenómeno se han
    elaborado teorías alternativas a la de reducción de
    pulsiones10.

    Las teorías de la excitación tratan de
    explicar el comportamiento en el que la meta es la
    conservación o el aumento de la excitación
    (Berlyne, 1967; Brehm & Self, 1989). De acuerdo con la
    teoría de la excitación, el hombre trata de
    conservar un determinado nivel de estimulación y
    actividad. Si el nivel de estimulación y actividad aumenta
    en forma excesiva se intentará reducirlo. Pero el modelo
    de la excitación también sugiere una cosa muy
    distinta al modelo de reducción de pulsiones: si los
    niveles de estimulación y actividad son muy bajos, se
    tratará de aumentarlos buscando
    estimulación10.

    Según esta teoría, existe un nivel
    óptimo de excitación para el desempeño de tareas. Es recomendable un
    nivel más alto de excitación para tareas cotidianas
    sencillas que para tareas más complejas. Es como si la
    excitación obstaculizara la producción de respuestas adecuadas ante
    tareas complejas, en tanto que facilita un mejor desempeño
    en tareas sencillas. Por otra parte, tanto las tareas complejas
    como las sencillas se afectan cuando el nivel de
    excitación es demasiado alto. En este caso, la
    excitación distrae y produce ansiedad, por lo que
    repercute negativamente en el desempeño independientemente
    de la complejidad de la tarea10.

    La teoría de los incentivos trata de explicar por
    qué el comportamiento no siempre está motivado por
    una necesidad interna, tal como el deseo de reducir las pulsiones
    o conservar un óptimo nivel de excitación. En lugar
    de centrarse en factores internos, la teoría de los
    incentivos
    explica la motivación con base en la naturaleza de los
    estímulos externos, los incentivos que dirigen y energizan
    al comportamiento. Desde esta perspectiva, la naturaleza de los
    estímulos externos en gran medida, explica la
    motivación de las personas10.

    Aunque esta teoría explica por qué se
    puede sucumbir ante un incentivo (un postre apetitoso) a pesar
    que no haya claves internas (hambre), parece ser insuficiente
    para proporcionar una explicación completa de la
    motivación, puesto que los organismos tratan de satisfacer
    sus necesidades incluso cuando no hay incentivos presentes. A
    consecuencia, muchos psicólogos consideran que las
    pulsiones internas trabajan en conjunto con los incentivos
    externos para impulsar y atraer el comportamiento,
    respectivamente. Por lo tanto, las pulsiones y los incentivos
    pueden funcionar conjuntamente para motivar el
    comportamiento10.

    La teoría de la motivación por procesos
    opuestos (Salomon & Corbit, 1974) trata de explicar la
    motivación que subyace a fenómenos tales como la
    adicción a las drogas y las
    reacciones fisiológicas y emocionales que se producen como
    resultado de situaciones extremas de
    peligro10.

    De acuerdo con la teoría de los procesos
    opuestos, los estímulos que en un principio originan
    incremento de la excitación, después producen lo
    contrario, una reacción de calma del sistema nervioso,
    en tanto que los estímulos que en un principio producen
    disminución de la excitación, más tarde
    provocan un aumento de la misma10.

    Las teorías cognitivas de la motivación se
    centran en el papel que
    desempeñan los pensamientos, las expectativas y la
    comprensión del mundo. Según una de ellas, la
    teoría de expectativas y valor, dos tipos de cogniciones
    subyacen al comportamiento. La primera es la expectativa que
    cierto comportamiento permitirá alcanzar una meta
    determinada, y la segunda es la comprensión del valor que
    tiene esa meta (Tolman, 1959). Si la expectativa y el valor son
    altos se estará motivado para actuar diligentemente; pero
    si cualquiera de estos factores es bajo, la motivación
    será relativamente inferior10.

    Las teorías cognitivas de la motivación
    hacen una distinción entre la motivación
    intrínseca y la motivación extrínseca. La
    motivación intrínseca impulsa a participar en una
    actividad para el gozo propio y no por alguna recompensa tangible
    que se pueda derivar de ella. En contraste, la motivación
    extrínseca provoca la acción por una recompensa
    tangible10.

    De acuerdo con algunas investigaciones relativas a ambos
    tipos de motivación, se es más capaz de perseverar,
    de esforzarse y realizar trabajos de mejor calidad cuando la
    motivación para una tarea es intrínseca (Lepper,
    1983; Deci & Ryan, 1985). Además, algunos
    psicólogos sugieren que ofrecer recompensas para obtener
    el comportamiento deseado puede provocar un decremento de la
    motivación intrínseca y un aumento de la
    extrínseca. Tales investigaciones destacan la importancia
    de impulsar la motivación intrínseca e indican que
    el otorgamiento de recompensas extrínsecas puede minar el
    esfuerzo y la calidad del desempeño.

    El modelo de motivación de Tolman E. C. (1923),
    contiene tres conceptos básicos:
    El sistema de necesidades
    La matriz
    convicción-valor
    El espacio del comportamiento inmediato y concreto

    Tolman distingue entre matriz modal y
    matriz activada. La matriz modal convicción-valor
    contienen las experiencias de situaciones anteriores. La matriz
    activada es el resultado de los impulsos específicos
    desencadenados en el momento y los estímulos que obran.
    Las condiciones de pulsión y estímulo determinan la
    magnitud momentánea de las necesidades y por ende de los
    objetivos definitivos. El espacio concreto de
    comportamiento se compone de los objetos del medio percibidos en
    forma inmediata, recordados y esperados, junto con sus valencias
    positivas y negativas; así como las relaciones
    situacionales, percibidas y esperadas, de esos objetos entre
    sí y con el sí mismo del sujeto del
    comportamiento11.

    Los experimentos de
    Tolman permitieron clarificar el concepto aprendizaje. Al
    aprender una secuencia de actos que conducen a una meta, el
    sujeto sigue los signos que marcan la ruta de conducta que lleva
    al significado o meta. Los términos significado y meta se
    refiere al reforzamiento. Los principios del modelo de Tolman se
    mantienen vigentes en la concepción moderna de la
    motivación11.

    El modelo de Maslow: la ordenación de las
    necesidades motivacionales, considera que las diversas
    necesidades motivacionales están ordenadas en una
    jerarquía, a la vez que sostiene que antes que se puedan
    satisfacer necesidades más complejas y de orden más
    elevado, es preciso satisfacer determinadas necesidades primarias
    (Maslow, 1954). El modelo se puede conceptualizar como una
    pirámide en la que las necesidades primarias se encuentran
    ubicadas en la base mientras que las de mayor nivel se ubican en
    la parte superior. Para que una necesidad especifica se active, y
    por lo tanto, dirija el comportamiento de una persona, es preciso
    haber satisfecho las necesidades básicas de la
    jerarquía10.

    Las necesidades básicas son las descritas,
    anteriormente, como pulsiones primarias: necesidad de agua,
    alimento, sueño, sexo. Con el fin de ascender por la
    jerarquía, una persona debe haber satisfecho estas
    necesidades fisiológicas básicas. En el siguiente
    escalón jerárquico se encuentran las necesidades de
    seguridad; Maslow sostiene que las personas necesitan de un
    ambiente seguro a fin de
    funcionar con efectividad. Las necesidades fisiológicas y
    de seguridad conforman las necesidades de orden
    inferior10.

    Solamente cuando han sido satisfechas las necesidades
    básicas de orden inferior puede una persona considerar la
    satisfacción de las necesidades de orden superior, que
    consisten en el amor y la
    pertenencia, la estima y la autorrealización. Las
    necesidades de amor y
    pertenencia incluyen la necesidad de obtener y dar afecto y
    contribuir como miembro en algún grupo o
    asociación. Cubiertas estas necesidades, la persona busca
    estima. Según Maslow, la estima se refiere a la necesidad
    de desarrollar un sentido de valía personal al saber que
    otros están conscientes de su capacidad y
    valor10.

    Una vez que estas cuatro categorías de
    necesidades han sido cubiertas, la persona está lista para
    buscar la necesidad de más alto nivel: la
    autorealización. La autorealización es un estado de
    satisfacción consigo mismo en el que las personas
    desarrollan su máximo potencial10. No se
    refiere al respeto de los
    demás ni a su opinión sobre la persona, sino
    más bien a lo que la persona desea ser. La gente difiere
    en la importancia que concede a la autorrealización de su
    conducta, pero en cierta medida todos están motivados para
    vivir conforme a lo que sea necesario para su crecimiento
    personal. Los que logran la autorrealización óptica,
    dice Maslow, se consideran a sí mismos como seres
    íntegros, no como parcelas de hambre, miedo,
    ambición y dependencia5.

    Las investigaciones no han logrado confirmar la
    ordenación específica de

    Partes: 1, 2

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