Indice
1.
Introducción
2. Cooperación e intercambio
cultural.
3. Identificación de
contrapartes.
4. Cooperación al desarrollo y
emergencias.
5. Proyectos concebidos desde una
oficina
6.
Conclusión.
7.
Bibliografía
El concepto de
"Proyecto" viene
siendo usado desde hace décadas en sectores industriales,
empresariales y económicos para designar un conjunto de
actividades cuyo fin es conseguir uno o varios objetivos en
un plazo de tiempo
determinado. Por lo preciso, claro y conciso del término,
poco a poco se fue introduciendo en Cooperación
Internacional.
Naturalmente, el concepto Proyecto en
términos de Cooperación tiene unas connotaciones
bien diferentes de las que tiene cuando se utiliza en los
sectores mencionados anteriormente. Está perfectamente
consensuado y admitido en la Cooperación No Gubernamental
el respeto por la
realidad e idiosincrasia de la población con la que se va a cooperar. No
tratamos aquí de una relación de beneficio mutuo
como ocurre en los negocios sino
de una relación solidaria en la que nosotros vamos a
tratar de aportar sin tener un beneficio mercantil a cambio. Esta
característica de relación de
solidaridad es el
principal identificador de la Cooperación No Gubernamental
mientras que en la practica no se ve claramente con carácter
general en la Cooperación Oficial, salvo casos
particulares que nos merecen el mayor respeto.
Indudablemente en un marco como el actual de economía abierta es
difícil negar que los negocios
internacionales son positivos para ambas partes, si se
mantienen dentro de ciertos principios
éticos que no cabe enumerar aquí; lo que resulta
claramente improcedente es mezclar las relaciones de solidaridad con
las claramente mercantilistas, con ello invalidaríamos
totalmente el objetivo
principal de solidaridad con el pueblo pobre. Esto, que nos
parece tan claro no ocurre en general en la Cooperación de
la Administración salvo, como hemos dicho, en
meritorios casos aislados.
A continuación trataremos de anotar cuantas
más características podamos acerca de los
proyectos
desde nuestra óptica
No Gubernamental.
2. Cooperación e
intercambio cultural.
En el primer mundo, que podemos llamar
eufemísticamente "desarrollado" se considera la 'Sociedad del
Bienestar' como el logro máximo al que como sociedad se puede
llegar, esto es ampliamente aceptado y frecuentemente se pone
como ejemplos a seguir el de países que han llegado a
cotas superiores a las propias de nuestro país. No tenemos
mas que 'mirar' el medio ambiente
que nos rodea para comprender como a afectado a su
conservación esta situación de bienestar que
según se nos dice, tenemos.
Está claro que nuestro concepto de Sociedad del
Bienestar no se puede exportar al Mundo en Desarrollo ya
que, como sabemos, todos los recursos de
la tierra
serian insuficientes para mantener el nivel de derroche de una
hipotética Sociedad del Bienestar extendida a la
mayoría de los habitantes del planeta.
Por otro lado, resulta simpático y agradable
observar como los pobladores de zonas rurales y mundo
indígena tienen como valor tan
espontáneo el respeto al medio natural en que viven e
incluso, la simbiosis de su propia vida con ese medio natural.
Nosotros hemos perdido en buena medida el valor del
Respeto a la Naturaleza y bien
lo podríamos reaprender de quien tan bien lo
conoce.
Nuestra sociedad mercantilista tiene ventaja en activos
económicos aunque no sea exportable su modelo de
desarrollo al tercer mundo. Por medio de los proyectos
tratamos de transferir dinero de una
manera eficiente sin perder en ningún momento el principio
de que nuestra aportación es temporal, no debe crear
dependencias en la contraparte y el proyecto debe continuar por
sí mismo una vez retirada la aportación
externa.
Naturalmente, estamos tratando aquí un
intercambio cultural básico y sencillo que se produce
durante la relación de cooperación, nuestra
actitud, lejos
de ser paternalista y/ o caritativa deberá partir de la
realidad de que tenemos mucho que aprender del pueblo pobre y
desfavorecido, comenzando por las actitudes de
amor a la
naturaleza y
continuando con tantas otras cualidades según país
y cultura con
que trabajamos. Como ejemplo repetir aquí la habilidad en
el Mundo Andino para la
Organización y para el Trabajo
Cooperativo. La espontaneidad y alegría del pueblo en
Caribe y Centro América
y tantos otros ejemplos que no es necesario citar.
3. Identificación de
contrapartes.
Considerando por una parte la inestabilidad
económico-social y por otra, la velocidad de
cambio de la
realidad cotidiana en el tercer mundo se puede comprender la
dificultad que supone encontrar una buena contraparte y ser capaz
de mantener una relación de trabajo continuada y eficaz.
Consideramos la continuidad como la característica
idónea para una buena contraparte, esto es, el que en esa
realidad cambiante e inestable una asociación tenga
presencia durante cinco o más años, durante los
cuales ha protagonizado con éxito
algunos proyectos nos parece la mejor garantía para
nuestra confianza. Asimismo, deben de ser miembros de la
asociación contraparte algunos de los beneficiarios de los
proyectos propuestos, beneficiarios que además de proponer
el proyecto trabajan activamente en la ejecución del
mismo.
Sin ánimo de excluir a ninguna asociación
civil de probado prestigio, nosotros citaremos como ejemplo de
asociaciones populares que tienen esa característica de la
continuidad a las que están avaladas por las misiones de
algunas congregaciones religiosas. Durante nuestro trabajo con
estas asociaciones nosotros tratamos de fijarnos en el objetivo de
desarrollo que tenemos en común, es decir, la construcción de la infraestructura de
vivienda, de letrinización o productiva,
asegurándonos que el proyecto fue requerido por los
propios beneficiarios y no entrando en otros planteamientos como
la
motivación que cada parte tiene en su trabajo de
cooperación al desarrollo.
Es básico para la relación con la
contraparte tener asegurado un sistema de
comunicación que funcione fiablemente y con
un corto plazo de respuesta en el tiempo lo cual
puede resultar complicado si tenemos en cuenta que en los
caseríos donde normalmente se trabaja no hay teléfono, en todo caso existirá un
único teléfono para toda la comunidad en el
núcleo poblacional más cercano. Nosotros optamos
por tener nuestro contacto en la capital de
demarcación o incluso en la capital del
estado, desde
allí se encargarán de transmitir nuestros mensajes
al coordinador/a de proyecto y viceversa.
Transferencia de dinero.
La experiencia ha demostrado en la mayor parte de los
casos que la transferencia de dinero cuando se cuenta con una
buena contraparte es la mejor manera de conseguir objetivos de
desarrollo; indudablemente la compra de materiales en
el país receptor contribuye de alguna manera a la promoción de las incipientes industria y
economía
locales. La exportación de bienes y
servicios
desde el país donante no asegura el necesario repuesto
para la buena conservación y mantenimiento
del bien donado. No obstante es frecuente encontrar como
consecuencia de la Cooperación cantidades notables de
chatarra en forma de tractores, camiones e instalaciones que
después de una cortísima vida con relación a
su vida normal fueron abandonados a su suerte por falta de
repuestos y/o capacidad del personal nativo
para practicar reparaciones. Naturalmente estos casos raramente
los vemos en los proyectos de las ONGD, que actúan con
presupuestos
recortadísimos y se ven obligadas a optimizar al
máximo para conseguir algún resultado.
Debemos insistir en esta conveniencia de la
transferencia de dinero en los supuestos siempre mencionados ya
que, incluso en el ámbito de campaña de
sensibilización de base se tienen lemas como
este:'Recogida de fondos para mandar un Todo-terreno a… '. El
lema debería ser:'Recogida de fondos para que en……
compren un Todo-terreno' ¡No para mandarlo!. El que
nosotros dispongamos de un Todo-terreno de tecnología superior a
la disponible en el país receptor no es relevante
aquí, lo importante es que en el país receptor
pueden reparar las averías del tipo de todo-terreno que
allí han comprado.
Respecto a la financiación de proyectos es
previsible que el dinero
público para desarrollo transferido vía ONGD al
tercer mundo continúe aumentando en los próximos
años con lo cual se corre el riesgo de perder
independencia
en cuanto al tipo de proyecto a realizar. A fin de mantener
nuestra postura y contando con las limitaciones de las
pequeñas asociaciones hemos ser capaces de financiar
pequeños proyectos sin acudir a la
administración.
4. Cooperación al
desarrollo y emergencias.
La situación de emergencia es evidentemente no
deseable, está asociada a guerras,
catástrofes naturales y problemas
medioambientales. La ayuda al desarrollo de una manera continuada
y eficaz puede contribuir de alguna manera a que no se produzca
la situación de emergencia. Suele ocurrir sin embargo el
que llegue a darse la situación de emergencia y sea a
continuación cuando se dé la reacción social
tratando de solucionar a posteriori cuando todo resulta
extraordinariamente más complicado. Citaremos como ejemplo
la epidemia de cólera de Perú en 1992. Una de las
causas por la que se propagó el cólera a una
velocidad
increíble fue la inexistencia de infraestructura de
saneamiento en los caseríos, pueblos y zonas
urbano-marginales. Fue a raíz de esta epidemia cuando se
comenzaron a plantear proyectos de creación de
infraestructura de saneamiento medioambiental.
Es indudable que la asignación de recursos a los
proyectos de desarrollo podrá evitar en algunos casos la
situación de emergencia y que los recursos de esta manera
empleados son incomparablemente más efectivos que los
destinados a paliar situaciones de emergencia.
Por desgracia existen y van a continuar existiendo, al
menos a medio plazo situaciones de emergencia inevitables debidas
a causas estructurales pero, evitemos lo evitable por medio de la
ayuda al desarrollo. Los medios de
comunicación social, actores principales durante las
campañas de emergencia (en las que tan generosa y
solidaria ha sido siempre la población) deberían asumir
también el hacer llegar a la población el concepto
de los proyectos de desarrollo.
Cooperación al desarrollo y
emigración.
El tema de la emigración se considera un problema
entre los gobiernos del primer mundo. En particular, en Europa, donde es
ya una realidad la supresión de buena parte de las
fronteras internas se ha construido una verdadera 'muralla’
entorno al continente para impedir que vengan los
emigrantes.
La opinión que vamos a defender aquí sobre
el tema es que un flujo migratorio adecuado será
totalmente beneficioso -mediante el mestizaje para el progreso y
sobre todo renovación de nuestras estructuras
sociales de todo tipo. Flujo migratorio adecuado entendemos por
aquel que es capaz de asimilar el país receptor de
emigrantes siendo capaz de ofrecer una vida digna con plena
integración en la sociedad.
Naturalmente, seria caótica una emigración
desordenada que tuviera como consecuencias el desempleo y
marginación en ghettos, de los emigrantes. Las acciones ante
la emigración han de ir unidas inseparablemente al
planteamiento de proyectos de desarrollo en los países
fuente de emigrantes. Nuestro país fue país
generador de emigrantes y receptor de ayuda al desarrollo hasta
hace dos décadas; en general, nadie quiere abandonar su
país y nosotros dejamos de salir a trabajar al extranjero
cuando aquí se llegó al umbral económico
mínimo necesario para ello.
Casos particulares que requieren tratamientos diferentes
son los emigrantes por causas políticas
pero este no es el caso que nos ocupa ya que nos estamos
refiriendo a emigración de masas. Clarificar además
que nuestro planteamiento de un proyecto determinado no seria
para reducir la emigración sino por la solidaridad con los
beneficiarios y por el respeto e interés
por su propia cultura.
5. Proyectos concebidos desde
una oficina.
Como tratamos anteriormente, los proyectos deben estar
propuestos por los mismos beneficiarios, los cuales participan
asimismo en su realización. La organización contraparte representa
fielmente a los beneficiarios y se responsabiliza de la
ejecución del proyecto cumplimentando las metas o jalones
intermedios para conseguir los objetivos finales. La ONGD local
solo se ocupará pues de realizar el seguimiento del
proyecto, sirviendo de enlace entre la contraparte y los entes de
financiación.
Cuando la
organización local toma un protagonismo excesivo sobre
todo en las fases de propuesta y ejecución puede resultar
lo que se conoce como 'proyecto hecho en un escritorio', en estos
casos se producen considerables retrocesos en la acción de
cooperación y situaciones no deseables. Sin embargo, es
posible encontrar numerosos ejemplos de este tipo de proyectos de
oficina sobre
todo en el marco de la Cooperación Oficial:
Infraestructuras basándose en viviendas que nunca fueron
habitadas, Centros de Salud que no llegaron a
curar enfermos, Talleres que nunca produjeron nada etc. Todo esto
causa pérdida de confianza en el país receptor y
perdida de credibilidad de la organización cooperante. Todos estos
retrocesos sólo es posible evitarlos asegurando lo que ya
hemos mencionado:
Proyecto propuesto por los propios
beneficiarios.
Implicación de los beneficiarios en la
ejecución del proyecto, ellos son los protagonistas,
nosotros empujamos un poco y además, de manera temporal;
finalmente no vamos a continuar allí.
Prioridades.
Las prioridades en cuanto a necesidades que, a
través de algunos proyectos se nos han presentado son, en
primer lugar el comer, en segundo el vestir después la
salud, a
continuación la educación para pasar
después a los proyectos productivos y de
infraestructuras.
Todo ello tiene vínculos comunes siendo
difícil separar totalmente una necesidad de otra en un
proyecto por ejemplo, la necesidad de comer está asociada
al problema de la salud y a los proyectos productivos.
En todo caso, asegurar siempre que las prioridades
vengan definidas tras estudio serio, por los propios
beneficiarios y nunca por un 'proyecto de oficina' que
tanto gusta en el ámbito de Políticas
de Cooperación y Planes de Desarrollo por
Regiones.
Respecto a las áreas geográficas para los
proyectos nos parece necesario atender cualquier demanda
justificada independientemente de su localización aunque
de manera general consideramos que es más fácil y
efectiva la tarea en regiones con las que tenemos algún
tipo de vínculo cultural-social como son América
Latina y Magreb sin olvidar que en estos ámbitos
geográficos ya se están realizando proyectos
empresariales que no tienen nada que ver con los proyectos de
desarrollo de las ONGD ya que como se sabe aquellos buscan el
beneficio económico mientras que estos buscan realizar un
objetivo de solidaridad.
Aparte de lo dicho en general sobre regiones
geográficas respetamos los casos de organizaciones
que tienen experiencia de trabajo considerable en regiones con
las que no existe esa tradición en cuanto a
vínculos culturales.
Voluntariado.
Nuestra manera de entender e interpretar la realidad
está determinada por el lugar político y cultural
donde nos ubicamos: los más débiles, los olvidados
de la historia,
asumiendo la perspectiva de los pueblos y marginados que toman
conciencia de su
condición y se organizan para superarla.
Los voluntarios deben situarse desde:
Una identificación solidaria con esas
aspiraciones, para suprimir las causas y no solo los efectos y no
ejercitando una caridad paternalista.
La opción por un estilo de vida sencilla y
austera en el que el compartir y la disponibilidad sean
consecuencias de la solidaridad.
La explicitación de esta opción, para los
creyentes, desde el mundo de los pobres como lugar privilegiado
para entender en plenitud el mensaje cristiano de
transformación social.
Estilo de vida.
Esta manera de actuar representa un gran desafío,
a la hora de poner en práctica ese estilo de vida. Por
ello, el voluntario debe caracterizarse por:
– Una continua autocrítica a nivel personal, grupal
y comunitaria, buscando la coherencia en su trabajo.
– La revisión de su actuación e inserción en
el quehacer de las organizaciones
populares.
– La interpelación de las estructuras
oficiales de ayuda al desarrollo y sus efectos.- Su integración en un proyecto
sistemático de transformación social.
– Compartir la manera de vivir y los valores de
la comunidad,
respetando la cultura de los pueblos donde se trabaja.
– Insertarse en la realidad y medio en que vive.
– La coherencia entre su trabajo y su vida personal.
– Su desprendimiento y disponibilidad al servicio de la
gente.
Formación.
La formación debe estar orientada a la
práctica, por lo que se insta al voluntario a una
participación previa en la vida y trabajo de la
organización, conociendo a sus miembros, participando en
reuniones y jornadas ya que se pretende:
– Que los voluntarios conozcan la filosofía y
el trabajo de
la organización, su implicación en lo
político y en lo personal, sus objetivos, sus estructuras
y su funcionamiento.
– Que conozca los países donde trabaja la
organización y el tipo de trabajo que realizan los
voluntarios.
-Que se integren en los trabajos cotidianos de la
organización.
La formación con los voluntarios que van a salir
(América
Latina y África) se realizará con una actitud
abierta y de diálogo
que resulte enriquecedora para todos, que permita trabajar
aquellas áreas que sean mas necesarias en función de
las características de cada voluntario y de cada proyecto.
Que se fomente en el voluntario una personalidad
de adaptación, tolerancia,
responsabilidad, una actitud de cooperación
no neocolonialista ni paternalista.
Se trabajará sobre unos contenidos comunes a
todos los voluntarios, como: marginación, trabajo popular,
gestión
de proyectos, religiosidad popular. En lo específico
dependerá del proyecto al que se van a
integrar.
Se considera muy importante el contacto cercano con el
voluntario, con el fin de conocer sus motivaciones, intereses,
sus actitudes y
hacer un seguimiento de toda su etapa de formación.
Además se le proveerá de toda información imprescindible que puedan
necesitar, tanto de la organización en España
como del proyecto al que se incorpora.
Se fomentará el contacto con miembros que hayan
tenido experiencia en América
Latina y África. Se realizarán encuentros y
jornadas para apoyar, reflexionar y motivar a los que desean
salir como voluntarios.
El trabajo sistemático en proyectos de desarrollo
según el planteamiento expuesto es uno de los caminos a
seguir para avanzar poco a poco en un proceso de
transformación social hacia una cultura solidaria cuyo
valor fundamental es la gratuidad frente a la
mercantilización, que sitúa el ser por encima del
tener, gratuidad con un estilo de vida basado en la sencillez,
apoyado en el respeto de la Naturaleza como fuente de vida y el
fomento de la participación que entiende la solidaridad
como interdependencia entre iguales.
Dossier para trabajar las relaciones Norte-Sur. Ed.
Organización de Cooperación y Solidaridad
Internacional, Madrid 1993.
Cooperación para el Desarrollo. Bruno Podesta,
Ed.CIDEAL-AIETI, Revista
'Signos', Ap. 3090 Lima 100 Perú, 1990.
Recursos
Naturales de la Selva. Ed. Universidad
Nacional de San Martín. Tarapoto-Perú.
Documento Base Organización de Cooperación y
Solidaridad Internacional, Madrid 1993.
Autor:
José Luis Castán Esteban
Doctor en Historia Moderna