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El Real De Plata




Enviado por miguelobera



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Descripción De La
    Moneda

    3. Clasificación
    Tipológica

    4. Comentario
    Histórico

    5. Valoración y posibilidades de
    estudio, Conclusiones

    6. Bibliografía
    Consultada

    1.
    Introducción

    Frente a las creencias de la historiografía
    tradicional que aseveraba la total unión de los reinos
    cristianos bajo el poder de los
    reyes católicos existe hoy, la firme creencia de que si
    bien se admite que todos los reinos cristianos tuvieron una
    única corona no hubo transcendentes cambios en sus
    estructuras
    sociales o institucionales.

    Lo que he intentado en este trabajo es encontrar una
    pieza (en este caso monetaria) que remita tanto al pasado
    medieval como al futuro moderno. En este sentido, el real de
    plata es una de las piezas características del reinado de los reyes
    católicos y al mismo tiempo aglutina
    muchas de las características propias de la numeraria
    medieval. Tal y como yo la entiendo funciona como bisagra a
    camino entre la edad medieval y la edad moderna.
    En este trabajo la hemos tratado como un elemento material y real
    que testifica a favor de ese cambio de
    generación ligado a los reyes católicos. Al mismo
    tiempo he
    querido poner de manifiesto que la clasificación entre
    edad moderna y
    medieval no transciende en un año o dos sino que es
    resultado de un proceso que
    tiene su traducción no sólo en las estructuras
    políticas sino en las realidades
    monetarias. Muy lejos de ser un trabajo exhaustivo de investigación, vamos a intentar desnudar de
    significado una moneda entendida como fuente de investigación histórica.

    2. Descripción De La Moneda

    Anverso: Es la cara principal de la moneda en esta
    ocasión no esta representada una figura de los gobernantes
    sino el escudo de ambas coronas.
    Reverso: Es la parte posterior de la moneda en esta
    ocasión representada por la simbología principal de
    los reyes católicos es
    decir, el yugo y las flechas.
    Borde: es el perímetro exterior de la moneda,
    también conocido como canto, en este caso define la forma
    circular de la moneda, es irregular y carece de leyenda o
    decoración alguna.
    Gráfila: es el cordoncillo que delimita los espacios de la
    moneda. En este caso existe una interior y carece de un
    periférica que suele ir sobre la leyenda. Suele tener un
    carácter funcional. Protege al tipo de la
    moneda del desgaste o usura.
    Campo: Es la parte interior de la moneda carente de
    decoración e impresión alguna. El real de plata
    tiene un anverso con un campo muy limitado pues el escudo ocupa
    casi toda la superficie, y en el reverso, tenemos bastante
    más espacio aquel que nos deja la decoración
    vegetal y el símbolo de los reyes
    católicos.

    Tipo principal: Representado por las figuras en relieve del
    escudo de los reyes católicos.
    Tipo secundario: En el anverso, representado por el yugo y las
    flechas.
    Leyenda: Anverso: "Fernandus et Elisa
    Reverso: "Rex et regina de Castella legina"

    3. Clasificación
    Tipológica

    Según G. Bauer:

    Bauer distingue entre dos grandes ramas de fuentes
    históricas. Por un lado, las fuentes en un
    sentido amplio y por el otro lado las fuentes históricas
    en el sentido amplio. El real de plata se encuentra dentro de las
    fuentes históricas en el sentido estricto. Estas fuentes a
    su vez se clasifican en tres grupos: las
    fuentes transmitidas oralmente, las fuentes transmitidas por
    escrito o impresas y las fuentes transmitidas por medio de la
    representación plástica. El real de plata pertenece
    a estas últimas, encuadrándose dentro de las que
    afectan a la vida práctica.

    Según R. C. Van Caenegem:

    Este autor distingue cuatro tipos de fuentes, textos
    narrativos (en sentido estricto), cartas y tratados,
    escritos polémicos y jurídicos, documentos y
    actas; y documentos
    fiscales y socioeconómicos. Desafortunadamente, o bien no
    poseo información referente a su
    clasificación para este tipo de fuentes o bien es que nos
    son contempladas dentro de su clasificación
    tipológica.

    Según L. Genicot:

    Es la clasificación tipológica más
    importante puesto que abarca un espectro de posibilidades de
    documentación histórica muy amplio.
    Básicamente distingue dos tipos de fuentes: las fuentes no
    escritas y las fuentes escritas. El real de plata dentro de las
    fuentes no escritas iría situado en la
    subclasificación de fuentes documentales que distingue:
    Arquitectura,
    Artes figurativas, Artes industriales y otros objetos. Dentro de
    estos últimos es donde se sitúa la pieza objetos de
    estudio.

    Según Ruiz de la Peña:

    Al igual que ocurre con Van Caeneghem me he enfrentado
    con la imposibilidad de establecer una clasificación
    coherente a la luz de mis
    datos. Es
    posible que o bien considere que este tipo de fuentes no aporten
    información relevante o bien que se
    encuentre insertadas dentro de un espacio que no he sabido
    descifrar.

    4. Comentario
    Histórico

    Para poder extraer
    conclusiones razonadas sobre el desarrollo
    histórico de este tipo de fuente considero evidente hacer
    una contextualización de tipo histórico. Cuando te
    adentras en el estudio de piezas monetarias de esta época
    es muy fácil entrar en un entramado bastante farragoso de
    valores y
    ponencias. Al no existir el patrón oro ni el banco de España, es
    muy difícil establecer el valor preciso
    de una moneda, si además tenemos en cuenta que en
    numismática medieval las monedas perviven a lo largo de
    los siglos y las acuñaciones no son puntuales sino que
    además varían constantemente de tipo en un anverso
    o en el otro resulta tarea casi imposible establecer un análisis concreto y
    puntual. Además esta pieza en concreto, tuvo
    numerosísimas traducciones en América
    a lo largo del S. XVI. En este trabajo, nos hemos limitado a
    hacer un desarrollo
    temporal y espacial muy concreto y siempre limitado a las
    autoridades que la emanaron y a los propios protagonistas que las
    manejaron en un principio.

    El escenario histórico abarcaría
    aproximadamente desde la boda de Isabel y Fernando en 1469 hasta
    el nacimiento del nuevo siglo. Pese a que anteriormente Enrique
    IV ya había acuñado reales de plata es durante el
    reinado de los reyes católicos donde adquieren su
    significado verdadero.

    Entre 1475 y 1480, los sectores de la nobleza contrarios
    a Isabel inician una guerra en el
    interior de Castilla contando con respaldo portugués
    puesto que Alfonso V pretende defender los derechos de su sobrina Juana
    y con ello evitar el relativo aislamiento ibérico al que
    Portugal se vería sometido con una posible unión
    Castellano
    Aragonesa. Los rebeldes también cuentan con el apoyo de
    Luis XI de Francia que ve
    en la guerra
    castellana un medio de perturbar a su adversario, el rey de
    Aragón.

    Esta coyuntura nace cuando el 15 de Enero de 1475 se
    firma la sentencia arbitral o Concordia de Segovia entre Isabel y
    Fernando sobre el gobierno conjunto
    de Castilla. Este es un hecho relevante para nuestro estudio
    puesto que es aquí donde se fija el escudo de armas de los
    reyes católicos que queda representado en el real de plata
    y en otras monedas.

    El matrimonio regio
    consigue desbaratar militarmente a sus adversarios y sentar las
    bases para la pacificación de Castilla, la
    reorganización de las instituciones
    de gobierno, las
    relaciones de la monarquía y la nobleza, en un sentido
    plenamente favorable a la libertad de
    acción política de los
    reyes, extendida por igual a toda la corona: destacan las medidas
    tomadas en las Cortes de 1476 y 1480. Rompen también los
    reyes la actitud
    distante que hasta entonces había mostrado hacia ellos la
    Santa Sede y, a partir de 1478, inician las grandes líneas
    de política
    eclesiástica. Aquel mismo año se había
    llegado a una paz con Francia que,
    sin embargo había ocupado ya Rosellón y
    Cerdaña. A comienzos de 1479 muere Juan II y Fernando
    accede al trono aragonés: la unión dinástica
    es ya un hecho. Unos meses después, se firma la paz con
    Portugal y se abre una época de buenas relaciones; en el
    tratado de paz se reconoce entre otras cosas, la plena
    incorporación de las Canarias a la Corona de
    Castilla.

    Con los Reyes Católicos se inició la
    homogeneización del sistema monetario
    peninsular, a partir del modelo
    aportado por la economía mas fuerte:
    la de la Corona de Castilla. Cada uno de los reinos no
    castellanos continuó teniendo sus monedas. Pero en 1497 el
    patrón básico del sistema se
    fijó en torno al
    "excelente" (de oro y llamado ducado desde 1504), el real (plata)
    y la blanca (vellón). La unidad de cuenta castellana, el
    maravedí, establecía la relación entre los
    diferentes tipos de monedas: el ducado valía 375
    maravedís, el real 34 y la blanca 2'5. A partir de tales
    equivalencias, se acuñaron monedas diversas: de dos,
    cuatro o mas ducados; los reales y sus múltiplos, el mayor
    de los cuales era el real de a ocho, o fracciones, como los
    medios reales;
    y otra serie de monedas de vellón. En 1535 se introdujo
    una nueva moneda de oro de menos peso y ley que el
    ducado, con la finalidad de igualar la moneda de oro castellana
    con la de otros países y evitar su fuga al exterior. Dicha
    moneda fue el "escudo" o "corona" (350 maravedís), con lo
    que el ducado dejó de acuñarse y se
    convirtió en moneda de cuenta. Los Reyes Católicos
    fijaron un límite máximo a la cantidad de
    vellón circulante, con lo que establecieron un sistema
    estable, que funcionó
    prácticamente durante todo el siglo XVI.

    Antes de nada, conviene indicar que la moneda objeto de
    análisis posee unos tipos y una
    acuñación que no es exclusiva de esta pieza sino
    que los mismos tipos fueron acuñados por monedas de
    diverso valor a lo
    largo de todo el S. XVI y que hemos elegido esta por ser la
    primera de estas características que se
    acuñó.

    De tal manera que antes de esta nueva
    acuñación, había real, medio real, cuarto y
    sexto de real de plata de once dineros y cuatro granos de
    ley y talla de
    sesenta y seis piezas de un real por un marco desde Pedro I. Los
    reyes Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique IV,
    labraron los suyos a la misma ley y talla.

    El análisis histórico de la moneda empieza
    por reconocer las características externas. Los bordes
    recortados indicarían una doble acuñación en
    primer lugar se haría el tipo y la leyenda del anverso y
    posteriormente la del reverso. Por una cuestión temporal
    es muy probable que estas monedas fuesen acuñadas y no
    fundidas además no se aprecian las características
    propias de la fundición de monedas. Quizá lo
    más relevante para el
    conocimiento histórico sea la composición
    simbólica de la moneda así tenemos un anverso
    compuesto por la leyenda "Fernandus et Elisa". Haciendo clara
    referencia a la autoridad que
    legitima la moneda. En este caso, Fernando de Aragón e
    Isabel de Castilla. En el interior está el tipo
    representado por un escudo cuadrilongo los símbolos
    alternados de los reinos de ambos monarcas: Castilla,
    León, y Aragón. Sicilia queda representada en un
    triángulo inferior mediante una flor de lys. Todo
    él está timbrado con la corona real a la que
    posteriormente y ya en época moderna se le
    añadirá el águila de San Juan.

    El reverso esta formado por una leyenda que reza: "Rex
    et regina de Castella legina" aunque esta última palabra
    no esta muy clara en las representaciones oficiales, es cierto
    que por comparación con monedas de la misma época y
    autoridad,
    vemos que en todas hace referencia a las "legiones" o tropas de
    la reina Isabel y de Fernando, aunque las de este último
    no suelen estar muy explícitamente representadas
    quizá por vinculación directa con las
    capitulaciones que suscribió el rey Fernando en
    relación directa con su matrimonio. Lo
    que si que está claro es que los reyes se sirven de esta
    moneda no sólo para legitimar su valor sino para dar
    notoriedad pública de su gobierno y potestades propias. El
    tipo está representado por un yugo por Isabel y un haz de
    flechas por Fernando. Una serie de motivos vegetales que unifican
    ambos símbolos complementan el tipo monetal. Por
    última lleva inscrita una "B" que probablemente haga
    referencia a la ceca que fabricó esa moneda. Analizando
    las cecas existentes podemos descartar la de Barcelona puesto
    que normalmente acuñaba moneda propia el condado
    catalán por lo que probablemente fuese acuñada en
    Burgos.

    Por último, en un sentido plenamente
    genérico, esta moneda fue de gran importancia porque
    servirá de modelo para
    establecer los valores
    monetarios hasta el S XIX. De alguna manera, se podría
    decir que fue el patrón oro monetario de la España
    moderna.

    5. Valoración y
    posibilidades de estudio, Conclusiones

    Pienso que es una fuente maravillosa para el conocimiento
    de aspectos relacionados con la Historia. Es una fuente
    útil para conocer la historia del
    arte. Es la base de los estudios de circulación
    monetaria. Su aparición en porcentaje y número en
    yacimientos es indicativo del nivel de vida de un lugar. Es una
    fuente muy útil para el estudio de la iconografía y
    la simbología, asimismo puede servir de apoyo para
    estudios heráldicos y de genealogía real. Por otro
    lado, es uno de los exponentes más directos sobre el
    pensamiento
    real y la doctrina de las clases dirigentes. No hay que olvidar
    que en numismática ninguna representación es
    aleatoria o casual.

    La numismática en general, es considerada como
    ciencia
    auxiliar de la historia. Lo que he podido
    comprobar a través de este trabajo, es que frente a un
    aluvión de estudios sobre numismática antigua,
    existen muy pocos sobre numismática medieval. Me imagino
    que será por la tan cuestionada falta de fuentes que
    tenemos sobre época antigua, pero ¿no ocurre algo
    parecido con la Alta Edad Media?.
    También es posible que si que existan abundantes fuentes
    pero yo no ha tenido la suficiente destreza para dar con
    ellas.

    Como ya se ha indicado anteriormente las posibilidades
    de estudio de esta moneda son bastsante amplias, máxime si
    tenemos en cuenta la largo duración de su
    acuñación desde el s. XIV hasta 1567. Momento en el
    que Felipe II decide colocar sus armas y su
    escudo. En este trabajo nos hemos limitado a una
    hipotética pieza cuyo valor en la actualidad sería
    comparable al de la moneda de 500 pesetas.

    En el complejo meundo de la numismática hemos
    elegido trabajar sobre una monedad que lejos de pasasr sin pena
    ni gloria sobre el mercado de
    valores de la edad media
    constituyó un punto y aparte en la configuración
    monetaria de la época. Más aún, su valor y
    su peso, marcan dos hitos; por un lado el nacimiento de la moneda
    moderna y por el otro lado el establecimiento de un patrón
    para las acuñaciones posteriores, pese a que tengamos en
    cuenta, que en un principio este no era el ideal de los reyes
    católicos que en su segunda reforma monetaria (la de 1497)
    habían establecido como moneda oficial el
    "excelente".

    6. Bibliografía
    Consultada

    "La Moneda Española (Breve Historia monetaria de
    España)". Mateu Felipe y Llopis. Barcelona. 1946. Edit:
    Alberto Martín.
    Pese a tener más de 50 años de historia, es un
    libro donde he
    encontrado adecuadas referencias para la descripción de la
    moneda. Útil para conocer su desarrollo histórico
    pese a que he tenido problemas para
    delimitarla y extraerla del contexto al que aquí estaba
    sujeta.
    "Historia de la Moneda Española". Octavio Gil
    Farrés. Madrid. 1976.
    También es un libro
    relativamente antiguo paro este me ha resultado muy útil
    para definir las fórmulas de tipo histórico que
    llevaron a su acuñación.
    "Monedas Españolas (desde los visigodos hasta el quinto
    centenario del descubrimiento de America)". J.R. Cayón, C.
    Castán. Madrid. 1991.
    Este es un libro más reciente, tiene la pega que en muchas
    ocasiones no pasa de ser más que un mero catálogo
    monetario. Ha resultado muy útil para la
    descripción de las características externas de la
    moneda.
    "La España de los Reyes Católicos". Miguel Angel
    Ladero Quesada. Madrid. 1999. Alianza Editorial.
    Este es el manual del que me
    he servido para las anotaciones de contextualización, para
    crear el escenario que rodeó la acuñación de
    esta moneda.

     

     

    Autor:

    Miguel Lobera Molina

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