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Modelo de sustitucion de importaciones




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    Indice
    1.
    Lectura de Romero: La Restauración Conservadora.
    1930-1943

    2. La Presencia
    Británica

    3. Díaz, Alejandro: " Ensayos
    sobre la Historia Económica Argentina"

    4. El Plan Pinedo
    5. Lectura de Quiroga Hugo.
    (1930-1943)

    6. Lectura de David Rock: De la
    oligarquía al populismo 1930-1946

    7. La crisis de la época de la
    guerra

    8. Lectura de Gino Germani:
    Movilidad Social En La Sociedad Industrial

    9. Lectura de Persello "El
    Radicalismo en Crisis"

    10. Crisis del 30 y partidos
    políticos.

    11. Modelo de desarrollo:
    renovación o reproducción.

    12. Comercialización
    de la producción
    agropecuaria
    .

    1. Lectura de
    Romero: La Restauración Conservadora.
    1930-1943

    El 6 de Septiembre de 1930 asume como presidente
    provisional José F. Uriburu. Yrigoyen que había
    sido depuesto por una revolución
    que se había originado por los vicios atribuidos a la
    democracia
    (aunque una vez depuesto no había acuerdo sobre que hacer
    y se vacilaba entre diversas propuestas). Una de las alternativas
    eran los nacionalistas (que fueron los que tomaron la iniciativa)
    Se enorgullecían de un elitismo autoritario, que
    inspiraban a regímenes autoritarios. Reclamaban una forma
    institucional de fondo, predicando las ventajas del
    corporativismo y la representación funcional. Reclamaban
    la constitución de una nueva minoría
    dirigente, nacional y no enajenada al extranjero ( Que confiaban
    encontrar entre los militares).

    Uriburu (un conservador tradicional) apoyaba a los
    nacionalistas porque simpatizaba con esta forma de autoritarismo
    al igual que otros altos funcionarios del gobierno. Sin
    embargo su fracaso en las elecciones hizo que a través del
    ejército con la Legión Cívica fuera la
    vanguardia de
    una revolución anunciada y que nunca pudo
    superar la intrascendencia. Sin embargo los militantes
    nacionalistas solo ocuparon cargos de menor importancia en
    distintos gobiernos provisionales hasta que al fin en el gobierno de justo
    decidieron que esta participación marginal más los
    perjudicaba de lo que los beneficiaba y se distanciaron del
    gobierno.

    Mientras los nacionalistas proponían un camino
    reaccionario pero novedoso, el grueso de la clase política optaba por
    la defensa de las instituciones
    constitucionales. El gobierno vetó la candidatura de
    Alvear por razones constitucionales y de seguridad y los
    radicales volvieron a su antigua táctica de
    abstención electoral, dejándole a Justo (que
    contaba con el respaldo del ejército) el campo libre para
    las elecciones, pudiendo presentarse como un término medio
    entre la dictadura de
    Uriburu y el extremismo subversivo de Alvear. El radicalismo
    antipersonalista, el partido Socialista Independiente y el
    partido Demócrata Nacional eran nucleados por Justo y
    conformaron una alianza. A Justo lo enfrentó
    únicamente una coalición de los partidos Socialista
    (Lisandro de la Torre), y el partido Demócrata Progresista
    (Nicolás Repetto). La victoria de Justo, obtenida mediante
    el fraude electoral,
    no fue aplastante y la oposición ganó el gobierno
    de una provincia y una buena representación parlamentaria.
    El partido Socialista independiente pronto se disolvió, De
    Tomaso y Pinedo cumplieron un papel
    fundamental en la estructuración de la alianza y en la
    formación de la concordancia así como en el
    diseño
    de las principales políticas
    del gobierno.

    La depresión
    de 1930. Y la opción del gobierno de mantener la deuda externa,
    hizo que se reduzcan las importaciones
    como el gasto
    público (El déficit del estado
    pasó a convertirse en un problema grave). Se
    requería de políticas
    económicas nuevas, mientras que las aplicadas por Justo y
    Uriburo se habían limitado a aplicar las medidas
    clásicas. Pero en 1933 con la designación de Pinedo
    como ministro de Hacienda se avanzó sobre un rumbo
    más novedoso principalmente a través de dos
    tendencias que perdurarían a través del tiempo: La
    creciente intervención del estado y el
    cierre progresivo de la economía. Otra medida
    importante pero menos duradera fue reforzar las relaciones con
    Gran Bretaña.

    En 1931 se estableció el impuesto a las
    ganancias (antiguo proyecto de
    Yrigoyen) y hacia 1933 el gobierno había logrado
    equilibrar el presupuesto.
    También en 1931 se estableció el control de
    cambios, mediante el cual el gobierno centralizaba la compra y
    venta de divisas
    que se constituyó para asegurar la disponibilidad para el
    pago de la deuda externa
    primero y luego se comprobó que servía como una
    poderosa herramienta para manejar la política
    económica.

    Además en 1935 se creó el Banco Central.
    Una medida que se adoptó para atenuar los efectos de las
    crisis
    cíclicas y defender a los productores locales, se
    comenzó a regular la comercialización de la producción agropecuaria, utilizando fondos
    del control de
    cambios, para lo cual se crearon juntas para cada tipo de
    actividad, la que entre otras funciones
    debía fijar precios
    mínimos. Por otro lado con la prosperidad de las
    décadas anteriores se había constituido en el
    país un mercado consumidor
    importante. El cierre creciente de la economía, los
    aranceles y la
    escasez de divisas creaban condiciones adecuadas para sustituir
    los bienes
    importados por otros producidos localmente. Los cambios en el
    sector agropecuario fueron menos notables, sobre todo en la
    región pampeana. La ganadería
    siguió retrocediendo respecto de la agricultura,
    al igual que en la década anterior. La producción agrícola no
    decayó, pese al derrumbe de los precios,
    aunque la situación de los productores se deterioró
    sensiblemente, en especial la de los más pequeños.
    Así la crisis y las
    respuestas de índole coyuntural habían creado una
    serie de condiciones nuevas que hacían muy difícil
    el retorno a la situación previa.

    2. La Presencia
    Británica

    En 1932 se firmó el tratado de Ottawa, que entre
    otras medidas se incluía la reducción de importaciones de
    los británicos desde Argentina de un
    gran porcentaje de carnes enfriadas y congeladas. Debido a esto
    se negoció en Londres entre Julio A. Roca y el ministro
    británico Runciman, un tratado en el cual
    básicamente Gran Bretaña se comprometía a
    seguirle comprando a Argentina la
    cuota de carne usual a cambio de
    diversas concesiones: La totalidad de las libras generada por
    este comercio se
    emplearían en el pago de la deuda, en la importación de carbón, material
    ferroviario o textiles (que tenían un tratamiento
    arancelario preferencial). A la vez se estipulaba un tratamiento
    benévolo para las empresas
    británicas que estaban en dificultades (principalmente
    ferroviarias y de transporte
    urbano). A fin de cuentas el
    tratamiento preferencial solo podía lograr aumentar
    algunas ventajas monopólicas y dilatar su ineludible
    deterioro (por esto fue que los directivos planearon venderlas al
    Estado).

    Por su parte los norteamericanos, que eran discriminados
    con los aranceles y
    con el uso de divisas, retrocedieron en este mercado (aunque
    luego contraatacaron realizando inversiones
    industriales que saltaban la barrera arancelaria).

    Un frente popular frustrado

    A pesar de sus éxitos en lo económico,
    Justo fue visto como fraudulento, corrupto, y ajeno a los
    intereses nacionales. El Gobierno hasta 1935 había logrado
    avanzar sin grandes contratiempos, pero desde esa fecha se
    hicieron evidentes los signos de una creciente
    movilización social y política. Alvear, con
    ideales de soberanía popular y elecciones libres
    empezó a cobrar auge.

    En 1935 se realizó una huelga de 90
    días por los trabajadores de la construcción y luego la CGT realizó
    la única huelga de la
    década de 2 días al cabo de los cuales los
    huelguistas obtuvieron la satisfacción de una parte
    sustancial de sus demandas. El saldo más importante fue la
    creación de la Federación Obrera Nacional de la
    Construcción, que fue uno de los sindicatos
    más importantes y combativos del país. En 1935 la
    UCR había levantado su abstención electoral y en
    1936 triunfó en las elecciones de Diputados en los
    principales distritos (Capital, Santa
    Fé, Mendoza, Córdoba), alcanzando la mayoría
    en la Cámara de diputados. También Alvear
    tenía mucho peso en el consejo deliberante. Quizás
    para compensar el gobierno intervenía las provincias (Por
    ejemplo la de Santa Fe, que era gobernada por un
    demoprogresista). También se reaccionó contra el
    nuevo sindicalismo
    combativo. Además se aprobó en el Senado una
    ley de
    represión al comunismo (que
    fue bloqueada por los diputados). El radicalismo
    contribuyó a mejorar la imagen de las
    instituciones,
    cuya legitimidad se hallaba fuertemente cuestionada.

    En 1935 el Partido Comunista adoptaron los ideales del
    frente popular. Antes de esa fecha, bajo la consigna: "clase
    contra clase" habían combatido por igual a nazis y
    fascistas y a los partidos socialdemócratas a quienes
    igualaban a los más peligrosos enemigos del proletariado.
    Así el gobierno de la Concordancia fue identificado como
    el enemigo.

    La Guerra Civil
    Española cuyo impacto en la Argentina fue enorme
    sirvió para definir más claramente aún los
    campos. En las derechas, la Guerra Civil
    integró a conservadores autoritarios, nacionalistas,
    filofascistas y católicos en una común
    reacción contra el liberalismo
    democrático. En la izquierda integró a radicales,
    comunistas, socialistas, demoprogresistas, dirigentes sindicales
    agrupados en la CGT y todo el sector de opinión
    independiente y progresista incluyendo figuras del liberalismo
    conservador.

    La CGT que había nacido en 1930, uniendo a los
    grupos
    sindicalistas y socialistas hasta entonces separados. Sus
    principales años fueron duros: Dura represión
    gubernamental (aunque dirigida a anarquistas y comunistas)
    disuadía de cualquier acción demasiado militante;
    la fuerte desocupación provocada por la crisis
    restaba capacidad de movilización.

    Desde 1933 la reactivación económica y la
    reorientación industrial empezaron a hacerse notar. La
    desocupación fue gradualmente absorbida y se produjo un
    efecto de expulsión desde las zonas rurales a los grandes
    centros urbanos atraídos por el nuevo empleo
    industrial.

    Para 1937 cuando Alvear presentó sus propuestas
    para las elecciones de 1938, estas oscilaban entre dos posturas
    importantes: Una progresista y la otra de izquierda con el
    mencionado frente popular. En esta ocasión a Alvear solo
    lo acompaño el Partido Comunista, pues el socialista se
    hallaba en franca competencia con
    el radical. Hasta 1936 los socialistas habían tenido una
    fuerte representación parlamentaria, que se redujo
    drásticamente con el retorno electoral de los
    radicales.

    En 1937 Justo pudo imponer a sus partidarios la
    candidatura presidencial de Ortiz, de origen radical
    antipersonalista como él, pero para la vicepresidencia
    debió aceptar a Castillo, un representante de los grupos
    conservadores más tradicionales. El presidente Ortiz que
    había sucedido a Justo en 1938 no solo mantuvo buenos
    contactos con los ferroviarios (organizaciones
    gremiales dominantes de sindicatos de
    transportes y servicios),
    sino que procuró formarse entre ellos una base de apoyo,
    interviniendo activamente en sus conflictos
    internos. El gobernador Fresco, siguiendo las prácticas
    del gobierno fascista italiano, declaró que su trabajo era
    armonizar el capital y
    el trabajo, al
    tiempo que
    reprimía duramente a los comunistas, legalizaba los
    sindicatos y utilizaba el poder arbitral
    del Estado para proteger a los trabajadores. El Departamento
    Nacional del Trabajo extendió la práctica del
    Convenio Colectivo y del arbitraje
    Estatal. Para enfrentar la candidatura de Alvear, se
    recurrió a procedimientos
    fraudulentos. A Ortiz le resultó más difícil
    que a Justo mantener el equilibrio con
    los grupos conservadores de su partido. A Ortiz se le dio la
    posibilidad de acercarse al radicalismo y con el apoyo de Alvear
    se propuso depurar los mecanismos electorales y desplazar a los
    dirigentes conservadores. Cuando todo parecía conducir al
    triunfo de esta versión del programa de la
    democratización, oficialista y de derecha, aunque
    también apoyado inicialmente por el partido comunista, la
    enfermedad de Ortiz lo obligó en Julio de 1940 a delegar
    el mando en el Vicepresidente Castillo deshaciendo todo lo
    construido a favor de la democratización.

    La guerra y el "frente nacional"

    La guerra provocó el cierre de los mercados europeos
    con lo que se redujo drásticamente las exportaciones
    agrícolas, pero aumentaron las exportaciones de
    carne enfriada y congelada a Gran Bretaña. A la vez
    disminuyeron las importaciones de origen británico, por lo
    que la Argentina comenzó a tener un importante saldo a
    favor. Un acuerdo entre el Banco Central y
    el Banco de Inglaterra
    estableció que las libras permanecerían bloqueadas
    en Londres durante la contienda, y que concluida esta se
    aplicarían a saldar las deudas por compras de
    productos
    británicos.

    Por otro lado, se empezaron a exportar a países
    limítrofes productos
    industriales y Argentina comenzó a obtener saldos
    favorables (incluso contra EEUU). Se confirmaba que los cambios
    inducidos por la crisis de 1930 se profundizaban y la vuelta a la
    situación existente antes de la crisis se hacía
    cada vez más remota. Las exportaciones industriales
    tenían un futuro promisorio y esta nueva situación
    implicaba una mayor intervención del Estado en la
    regulación económica y un cierre mayor de la
    economía local.

    En 1940 Pinedo, designado ministro de Hacienda por
    Castillo, se dio cuenta de este nuevo escenario y realizó
    una propuesta de Reactivación Económica. Esta
    consistía en insistir en la compra de cosechas por parte
    del Estado, para sostener su precio, y a la
    vez estimular la construcción pública y privada
    capaces de movilizar muchas otras actividades (sobre todo
    resaltaba la importancia de revitalizar la industria).
    Pinedo advertía el problema de una economía
    demasiado cerrada y promovía la creación de
    industrias
    naturales que elaboraran materias primas locales y pudieran
    exportarlas. Sostenía que el comercio exterior
    era la rueda maestra de la economía y estas otras
    actividades eran ruedas menores que contribuían al
    equilibrio.
    Por esta vía a largo plazo, Argentina solucionaría
    su déficit comercial con EEUU que se haría
    más gravoso a medida que fuera creciendo el sector
    industrial y aumentara la demanda de
    máquinas, repuestos o
    combustibles.

    Se trataba de estrechar los lazos con EEUU
    (además de la clausura del férreo bilateralismo con
    Gran Bretaña) y de cambiar el esquema asentado de la
    división internacional del trabajo. Requería de una
    firme orientación por parte del Estado y de un desarrollo
    mayor de instrumentos de intervención.

    El proyecto fue
    aprobado por el Senado pero no por la Cámara de Diputados
    porque los radicales habían decidido bloquear cualquier
    proyecto oficial como una forma de repudio a la nueva
    orientación fraudulenta del gobierno de
    Castillo.

    La neutralidad de Argentina en la Gran Guerra Mundial se
    vio afectada cuando EEUU entro en la guerra, luego de la
    invasión Japonesa, presionó a
    los países americanos a acompañarlo, pero a pesar
    de todo Argentina mantuvo su postura neutral. Como para EEUU
    estaban en juego
    intereses específicos, además de una
    cuestión de prestigio, le respondió a la Argentina
    con fuertes represalias y la excluyó del programa de
    rearme de sus aliados en la guerra (Mientras Brasil era
    particularmente beneficiado)

    Las fuerzas armadas se constituyeron como un actor
    político. Un elemento central del nuevo perfil militar fue
    el desarrollo de
    una consciencia nacionalista. El terreno ya había sido
    preparado por el nacionalismo
    uriburista. Así cuando todo indicaba el triunfo del Frente
    Popular, un "Frente Nacional" apareció como una
    alternativa. En este nuevo escenario los enemigos eran Gran
    Bretaña y la oligarquía

    Cuando Castillo en 1943 pidió la renuncia a su
    ministro de guerra, el Ejército depuso al presidente e
    interrumpió por segunda vez el orden
    constitucional.

    A-b) Postura del Autor

    En cuanto a la lectura de
    Romero, "La Restauración Conservadora. 1930-1943", el
    autor se limita a describir en forma no secuencial los hechos y
    aspectos relevantes durante dicho período, desde una
    postura objetiva. Así es como se menciona la importancia
    del tratado de Roca-Runciman, como se fueron sucediendo los
    diversos gobiernos, la situación por la que
    atravesó el radicalismo, la modificación de la
    situación de Argentina con respecto a la
    organización de la estructura
    mundial, así como otros eventos que
    caracterizaron a esa época.

    Sin embargo el autor muestra a lo
    largo de su lectura su
    preferencia por el predominio de las formas institucionales
    (cuando analiza el momento en que Justo obtiene la victoria
    frente a la coalición formada por el Partido Socialista y
    el Partido Demócrata Progresista y también hacia
    1935 cuando el radicalismo contribuyó a mejorar la
    imagen de las
    instituciones, cuya legitimidad se hallaba fuertemente
    cuestionada). Asimismo Romero permite entrever su preferencia por
    el gobierno conducido por Justo y por Ortiz. Esto lo observamos
    al momento de reconocer el éxito
    que obtuvo Justo en el aspecto económico y cuando la
    enfermedad de Ortiz lo obligó a delegar el mando en el
    vicepresidente Castillo, observando con pesar como este
    último deshacía todo lo construido en pro de la
    democratización.

    3. Díaz, Alejandro:
    "
    Ensayos sobre
    la Historia
    Económica Argentina"

    El impacto de la gran depresión
    y la respuesta inmediata.

    Entre 1925/1929 y 1930/1934, el intercambio
    internacional de la Argentina se deterioró bruscamente;
    las exportaciones se reducían; disminuía la entrada
    neta de capitales; declinaban las mercaderías
    importadas.

    A lo largo de toda la década del 30, el
    proteccionismo agrícola y los bloques de políticas
    preferenciales continuaron amenazando los mercados
    extranjeros de la Argentina.

    Entre 1927/1929 y 1941/1943, la manufactura se
    expandió en detrimento del sector rural dadas las
    modificaciones en los términos del intercambio
    internacional y en las expectativas provocadas por la gran
    depresión respecto de los futuros mercados de
    exportaciones para casi todos los bienes
    rurales.

    El gobierno tomó medidas que reforzaron la mejora
    del intercambio de productos manufacturados, ellas
    son:

    Incremento de los derechos de
    importación

    Creación de un sistema de tipo
    de cambios múltiples, los aplicados a las exportaciones
    eran inferiores a los de venta ofrecidos a
    los importadores.

    Controles cambiarios, se elevaron los costos de
    transacción para los importadores.

    Todas éstas políticas comenzaron a
    aplicarse a partir de 1933, son medidas expansionistas y
    distendieron la brecha entre las tasas de utilidades de la
    manufactura y
    las del sector rural de bienes exportables, además de
    elevar el nivel de los beneficios obtenidos en las actividades de
    sustitución de importaciones.

    En 1933, se produjo la devaluación del peso que contribuyó
    a mantener el poder
    adquisitivo. Para 1934, la devaluación había
    colocado los precios mayoristas internos levemente por encima del
    nivel de 1929.

    La política
    fiscal en los primeros años de la gran
    depresión ( 1930/1931 ) fue expansionista y las
    políticas adoptadas a partir de 1933, obedecían al
    afán de equilibrar el presupuesto.

    En 1935 se creó el Banco Central de la
    República Argentina, y la política fiscal de 1935
    a 1940 fue un importante estímulo para la
    recuperación económica.

    Entre 1932/1933, la disminución de la oferta
    monetaria se redujo.

    Las tasas de interés
    aumentaron entre 1930/1931; los rendimientos efectivos de las
    cédulas hipotecarias se elevaron ( 7% en Diciembre de
    1933) y los rendimientos de los títulos del gobierno
    subieron.

    Tras alcanzar un punto máximo en Diciembre de
    1932, las tasas de
    interés declinaron: el rendimiento medio de los
    títulos del gobierno y de las cédulas hipotecarias
    fue del 5% entre 1937/1939.

    La dirección del B.C.R.A. desplegó en
    general políticas que reforzaban las políticas
    fiscales expansionistas del gobierno federal.

    La notable recuperación de 1933 a 1939 se
    debió a Políticas internas y Mejoramiento en el
    intercambio externo a partir de 1934.

    A pesar de las actividades de sustitución de
    importaciones no se descuidaron las exportaciones, progresaba la
    creación de nuevas líneas de exportación como por ejemplo el tratado
    Roca- Runciman de 1933 con el Reino Unido. En la década de
    1930 y primeros años del 40 comenzaron algunas actividades
    industriales y que poco a poco ingresaron al sector de las
    exportaciones ( ámbito de la agricultura no
    tradicional y se incluían actividades afines como
    producción de: manzanas, peras, uvas, algodón,
    aceites comestibles y conservas de tomate. En 1941 se
    organizó la Corporación para la Promoción del Intercambio, bajo la supervisión del B.C.R.A. con el objeto de
    estimular la exportación de productos no tradicionales
    hacia los países de América
    del norte y de América
    latina, transformándose durante el gobierno de
    Perón
    en una junta central de comercialización cuyas políticas de
    precios desalentaron la producción de bienes
    exportables.

    El desarrollo fue posible merced a cambios en la
    estructura de
    la demanda que
    desplazó el gasto en inversión fija con alto componente de
    importaciones hacia el consumo con
    menor componentes de importaciones. El cambio en la
    estructura productiva y un uso más intensivo de la
    capacidad instalada sobre todo en el sector manufacturero
    determinaron el incremento de la relación marginal
    producto/capital.

    La rapidez con que se aprovecharon las oportunidades de
    sustituir importaciones se debió a factores tales
    como:

    1. Incentivos suministrados por los cambios en los
      precios.
    2. Política oficial.
    3. La relativa simplicidad de las nuevas
      actividades.
    4. Las condiciones favorables para la industria
      que se daban en el país en esos momentos.

    Las instalaciones adecuadas de capital social fijo en al
    ciudades, la experiencia industrial adquirida, la existencia de
    una fuerza de
    trabajo urbana alfabetizada y los grandes mercados urbanos
    contribuyeron al crecimiento acelerado de la industria. Entre
    1933 y 1939, la producción manufacturera se elevó
    en un 43% en los 6 años siguientes, entre 1939 y 1945,
    apenas se elevó un 13%. Las existencias de capital netas (
    maquinarias y equipos) se redujeron cerca del 30% entre 1938 y
    1945, la causa fue el deterioro del sistema
    ferroviario y la disminución de la oferta de
    maquinarias y equipos a la Argentina determinado por la guerra,
    la guerra produjo el efecto de frenar el crecimiento
    económico. Desde 1930 y hasta 1943 los gobiernos se
    mantuvieron en el poder mediante fraudes electorales, no obstante
    los gobiernos confiaban en equipos de técnicos
    competentes, capaces de conducir con acierto la política
    económica, determinando la creación de nuevas
    instituciones como en ejemplo citado del B.C.R.A. y nuevos
    instrumentos como el impuesto al
    ingreso. En todo el lapso 1930-1943, los enemigos de la
    industrialización y los intransigentes hacendados
    sostenedores del libre cambio dentro y fuera del gobierno,
    obstaculizaron las reformas introducidas por el equipo
    económico.

    A-b)

    El autor plantea la situación económica
    del país entre 1825 y 1945. Bajo el punto de vista del
    autor, las autoridades argentinas supieron responder al golpe de
    la depresión dada la rapidez con que se sustituyeron
    importaciones. En la década del treinta, dice el autor,
    los recursos
    disponibles se aprovecharon de manera eficiente, y atribuye a la
    situación mundial la disminución de la capacidad de
    transformación de la economía y en la capacidad de
    transformar los ahorros nacionales en máquinas y equipos.
    Afirma: la guerra dio a la manufactura protección y
    abrió nuevos mercados de exportación para
    éstos bienes.

    La postura del autor está a favor del gobierno de
    la época, dado que según el autor la
    política oficial ayudó de manera positiva a la
    industria.

    Llach, Juan: El Plan Pinedo de
    1940, su significado histórico y los orígenes de la
    economía
    política del peronismo.

    4. El Plan
    Pinedo

    El plan intentaba mantener abierta la economía
    Argentina al comercio
    exterior, consideraba a la vez que para lograr un crecimiento
    aceptable debía oficializarse la industrialización,
    una industrialización exportadora y especializada en
    materias primas nacionales. El objetivo
    sólo podría conseguirse mediante un fuerte
    acercamiento a los EEUU, que se veía como dificultoso pero
    posible en el mediano plazo: se trataba de un plan proaliado en
    materia de
    política internacional. Según Pinedo, podrá
    ser mencionado como un intento de integración a una nueva división del
    trabajo liderada por los EEUU o bien como un cambio de
    metrópoli y la búsqueda de una dependencia
    próspera.

    La propuesta era moderna para aquellos tiempos, pero se
    le critica que llegó tardíamente, era restringida
    en su aceptación política y social y un poco
    vacilante, dado que en la época no se descartaba una
    vuelta a la normalidad ( modelo
    agroexportador), tiene muchas cláusulas provisorias y no
    se afirma fuera de duda la necesidad de emprender un nuevo
    camino.

    La clave del fracaso del plan la encontramos en la
    debilidad de su apoyo político.

    En la época lo que estaba en discusión era
    la propia estrategia de
    desarrollo
    económico del país. Los sectores más
    dinámicos ya no eran los tradicionales, sino aquellos con
    mayor orientación al mercado interno que requerían
    alguna forma de industrialización estatal.

    El estallido de la segunda guerra significó un
    nuevo golpe para quienes confiaban en una vuelta a la normalidad
    de la expansión del comercio
    exterior y el desarrollo ininterrumpido desde la crisis de 1930,
    pero el desarrollo del mercado interno y la
    industrialización resultaron beneficiadas por los
    acontecimientos citados.

    En éste contexto el debate sobre
    el desarrollo
    económico nacional alcanzó gran
    intensidad.

    Durante los años de la segunda guerra y en la
    inmediata posguerra surge dentro de éste debate el
    "Programa de reactivación de la economía nacional"
    de 1940 (Plan Pinedo), que es el primer documento del estado en
    el que se considera la posibilidad de modificar parcialmente la
    estrategia de
    desarrollo económico vigente.

    El programa procura conciliar la
    industrialización con la economía abierta, fomentar
    las relaciones comerciales de la Argentina con los EEUU y con los
    países limítrofes y crear un mercado de
    capitales. El plan fue derrotado
    políticamente.

    El 14 de Noviembre de 1940 el Poder
    Ejecutivo Nacional ( P.E.N.), remitió a la
    Cámara de Senadores, de mayoría oficialista, el
    plan. Pinedo era el responsable político del plan y por
    esto asumió su defensa en el congreso. El plan se origina
    en una situación de emergencia: La segunda guerra y las
    consecuencias sobre la economía
    Argentina. Da respuestas a los problemas que
    la guerra produjo en el sector externo, en el nivel de actividad
    económica, en el marco institucional de la economía
    y subsidiariamente en el nivel de precios; se trata en
    éste sentido de un programa de corto plazo. El plan
    presenta un diagnóstico de los problemas
    económicos argentinos; el diagnóstico que se daba era el
    siguiente:

    A) Los problemas del sector externo:

    Crisis de las exportaciones agrarias y las posibilidades
    de las exportaciones nuevas: A causa de la guerra quedan
    excedentes invendibles de productos agrarios nuevos de origen
    industrial.

    El comercio exterior quedó dividido en tres
    compartimentos estancos: 1) Saldos favorables en el área
    de la libra esterlina, (Inglaterra no
    puede proveer muchas importaciones) que pueden crear problemas en
    el futuro.

    1. Déficit creciente en el área de
      dólar ( desvío de importaciones hacia los EEUU y
      ruptura del esquema triangular que permitía financiar
      los déficit con EEUU mediante los superávit con
      Gran Bretaña)
    2. Superávit tradicional con el resto de los
      países de América ( el problema es aumentar el
      intercambio con ésta región.

    Indispensable control de las importaciones: ( escasa
    posibilidad de conseguir créditos en el exterior por lo que es
    indispensable limitar las importaciones procedentes de la zona de
    divisas transferibles.)

    B) Amenaza de una depresión y perspectivas de
    desarrollo de la economía

    Es previsible un proceso de
    depresión en el corto plazo en la economía
    nacional. Los grandes excedentes de productos invendibles
    significan: crisis industrial, desocupación,
    postración general en todas las actividades del
    país.

    La propuesta es: No basta la compra de los excedentes,
    deben agregarse otros estímulos como el de la industria de
    la construcción.

    El desarrollo industrial no se alcanzará
    espontáneamente, hay que resolver el problema de la
    financiación de la industria al igual que el de al
    construcción.

    C) El papel del
    Estado

    El Estado debe
    crear las condiciones favorables y ofrecer el incentivo necesario
    a fin de que las actividades privadas adquieran el impulso
    necesario para combatir la depresión. La función
    del Estado es la de establecer orientaciones generales de
    política económica o social.

    D) El nivel general de precios

    El programa se presenta como una alternativa de
    reactivación no inflacionaria, esto es así por
    basarse en la movilización de recursos ociosos
    depositados en los bancos. " La
    necesidad de financiar a las industrias y a la
    construcción contrasta con los cuantiosos recursos
    monetarios que el país tiene a su
    disposición………"

    El proyecto involucra una amplia reforma financiera que
    perseguía dos objetivos:

    Otorgar más instrumentos al BCRA para el manejo
    de la política
    monetaria(1)

    Facilitar la creación de un mercado de
    capitales de largo plazo (2)

    1. Reclamaban para el banco central las siguientes
      facultades: a) modificar los efectivos mínimos b)
      realizar operaciones de
      mercado abierto c) fijar tasas máximas de interés
      para los depósitos a plazo fijo d) autorizar aumentos en
      las tasas de interés sobre los depósitos de
      ahorro.
    2. El proyecto de ley
      proponía la creación de un organismo de
      financiación del banco central con atribuciones para
      convertir depósitos de corto plazo radicados en los
      bancos en
      préstamos a 15 años para industrias y a 25
      años para la construcción.

    Los destinos de los préstamos debían ser
    en el orden de prioridad siguiente: desarrollo de industrias,
    especialmente de aquellas que extrajeran o elaboraran materias
    primas nacionales; promoción de construcciones
    económicas, también con uso frecuente de MP del
    país y por último compras de
    excedentes invendibles de productos. En el proyecto aprobado por
    la cámara de senadores se introdujeron reformas que
    implicaron una fuerte prioridad para la construcción y la
    compra de cosechas.

    El país debía recurrir a su industria,
    debían sustituirse las importaciones por recursos propios
    del país. Para contrarrestar los efectos de la
    industrialización Keynesiana, el plan proponía: un
    desarrollo industrial exportador y especializado en las materias
    primas nacionales, había que exportar todo lo posible y no
    se podían importar muchos insumos. Debían
    diversificarse los mercados tanto en lo referido a los
    países vecinos ( especialmente Brasil) como a
    EEUU. Debía impedirse el florecimiento de industrias
    artificiales y favorecer a las industrias naturales que era las
    que utilizaban materias primas nacionales. El interés de
    pegarse a EEUU está relacionado a factores tales como: a)
    ascendente hegemonía del país en el mundo y b)
    estrategia de inversiones
    norteamericanas en el extranjero.

    La discusión y la derrota del plan

    Entre las entidades empresariales: La unión
    industrial argentina, dio su apoyo al plan. La Sociedad rural
    argentina y al Bolsa de Comercio, pusieron énfasis en
    limitar la industrialización a las MP nacionales y de
    promover las exportaciones. La Confederación de
    asociaciones rurales de BS AS y La Pampa y la
    Confederación de asociaciones rurales del centro y Litoral
    oeste, se opusieron a todo lo que no fuera compra de cosechas. La
    Federación de entidades defensoras del comercio y de la
    industria, temía que el plan favorezca a los agrarios y
    reclamaba el desarrollo del marcado interno regional.

    Los partidos
    políticos: En el senado de mayoría oficialista,
    el plan fue aprobado con la oposición de los
    representantes radicales; los legisladores de la concordancia lo
    aprobaron eliminando sus aspectos más industrialistas; el
    socialismo
    adoptó una actitud
    crítica.

    En la cámara de diputados controlada por el
    radicalismo el plan no llegó a tratarse dada la negativa
    del sector de tratar proyectos del
    PEN.( poder
    ejecutivo nacional).

    La UCR estudió intensamente el plan, a tal punto
    que nombró una comisión especial al efecto. Las
    opiniones resultantes fueron desde la oposición total a
    cualquier industria que necesita e protección hasta las
    posturas más industrialistas. La realidad es que la
    necesidad de hacer oposición y crítica a la
    oligarquía financiera llevó a la UCR a adoptar una
    postura antiintervencionista y antiindustrial.

    El radicalismo afirmaba: " mientras el campo produzca y
    exporte el país seguirá comprando lo que necesite a
    un precio
    inferior que el que la aduana determine,
    esto para favorecer intereses creados. La opinión radical
    era de tal ambigüedad que llegó al punto de ser
    aprobado por la cámara de diputados el 30 de Septiembre de
    1941 un proyecto de crédito
    industrial muy similar al plan de 1940.

    Orígenes de la economía política
    del peronismo: El
    Mercadointernismo

    Los años que transcurrieron entre el plan Pinedo
    y el triunfo del peronismo fueron de gran discusión sobre
    qué estrategia económica sería la
    conveniente para el país. Las repercusiones
    económicas y políticas de la segunda guerra
    consolidaron al industrialismo y otorgaron una creciente
    preponderancia a las ideas mercadointernistas que consagraron al
    peronismo. En adelante se expondrán los puntos de vista de
    tres actores principales del momento como son:

    1. Los empresarios industriales
    2. Los militares
    3. El estado

    A lo largo de la década del 30, la Unión
    Industrial Argentina, promovió todas las actividades
    industriales, y su posición marcadamente proteccionista,
    defendió a las llamadas industrias artificiales. En la
    UIA, no estaban representados todos los empresarios industriales
    por igual, prevalecían las empresas
    más establecidas, las más grandes radicadas en el
    Gran BS AS. La posición de la UIA comenzó a
    modificarse cuando surgió la posibilidad exportadora de la
    industria al empezar a ser más frecuentes sus
    manifestaciones en apoyo a las medidas estatales de
    promoción de las exportaciones industriales y adoptar una
    actitud
    más participativa al tomar iniciativas tal como la
    organización de una exposición
    industrial en Montevideo; es éste el momento en que la UIA
    expresa que la industria argentina debe ser
    exportadora.

    A lo largo de 1945, se ve la principal división
    de los industriales que se da dentro de la propia UIA, la
    división de los industriales se expresa a partir de la
    diferencia en los puntos de vista de dos fracciones respecto de
    la conveniencia o no de adecuarse a la política propuesta
    por el estado. Se
    constituyen dos bloques, aquellos representados por la UIA que se
    vuelcan hacia posiciones exportacionistas ( grandes empresas) y
    aquellos sin representación gremial clara, proclive al
    desarrollo del mercado interno y conformado por pequeños,
    medianos y algunos grandes empresarios.

    La UIA, consideraba importante pero no excluyente la
    estrategia exportadora, dada la posibilidad que otorgan las
    exportaciones de expandir el mercado sin necesidad de aumentar
    los salarios y de
    obtener una fuente autónoma de provisión de divisas
    necesarias para el reequipamiento industrial posterior a la
    guerra.

    Las posturas de los militares eran: 1) una
    redefinición de las industrias naturales, postura que
    llevaba a posiciones que favorecían a al autarquía
    económica, 2) afirmación de la necesidad de un
    mayor control nacional o estatal de la economía inspirada
    en una ideología nacionalista y 3) un concepto del
    orden social cuya efectivización requería mejoras
    del nivel de vida de los trabajadores.

    En materia
    industrial, la principal expresión concretada por las
    fuerzas militares fue la creación de la Dirección General de Fabricaciones
    Militares ( entre sus objetivos
    principales estaba la
    organización del país para la defensa del
    aspecto industrial). Los militares cuestionaban la estrategia
    industrialista pinedista

    La política de promoción de la industria
    por parte del estado, no desapareció con el fracaso del
    plan Pinedo; entre 1940 y 1943, se adoptaron varias medidas
    industrialistas, algunas inspiradas en el plan Pinedo y otras ya
    iniciaban una marcha suave hacia el mercadointernismo.

    El proyecto radical de Mayo de 1941, se refería a
    la implantación de nuevas industrias y mantenía la
    preferencia a las materias primas nacionales. Al ser modificado
    por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados
    controlada por el radicalismo, se decidió otorgar
    preeminencia a la implantación y el desenvolvimiento de
    las industrias que extrajeran o manufacturaran materias primas
    nacionales, ésta era la primera manifestación del
    mercadointernismo industrial.

    De ésta manera comenzaban a hacerse evidentes
    divergencias políticas respecto de la
    industrialización, y el radicalismo adoptó una
    actitud más industrialista, nacionalista y favorable al
    mercado interno. Se enfatizaba en la necesidad de sustituir
    importaciones.

    La estrategia mercadointernista del peronismo

    La economía política del peronismo se
    edificó sobre la base de criterios distintos a los de una
    estrategia razonada de industrialización. Los criterios
    fueron: a) una nueva concepción del estado y de su papel
    en la economía, b) políticas sociales y de ingresos llevadas
    a cabo con el fin de aumentar el ingreso real de los asalariados,
    c) los objetivos de independencia
    económica y soberanía política que llevaron a la
    necesidad de cerrar la economía para independizarla de los
    vaivenes del intercambio externo ( importaciones y
    exportaciones). Los condicionamientos externos ayudaron a empujar
    al peronismo y a la economía argentina hacia el
    mercadointernismo.

    Es destacable que no sólo los condicionamientos
    externos, plasmados en las dificultades para importar y exportar
    son los únicos determinantes de la opción
    mercadointernista del peronismo. Al cerrarse el ciclo
    producción – industrialización –
    comercialización – consumo, se
    tendría un mercado dentro del país y ya no
    habría necesidad de buscar mercados externos y se
    lograría la estabilidad social, dado que el problema
    fundamental que en última instancia llevó al
    peronismo a optar por el mercado interno fue la dificultad para
    aumentar los salarios reales
    que existió hasta 1946.

    En los primeros años del peronismo recibieron
    incentivos
    especiales la sustitución de importaciones y las
    exportaciones de manufacturas.

    Cada vez más gente depende del mercado interno,
    que del externo. El mercado interno es el que le permitirá
    al país dar un salto adelante en la
    industrialización, y las presiones ejercidas por EEUU
    contribuirían a consolidar el nacionalismo y
    las tendencias económicas aislacionistas.

    A-b)

    El autor desarrolla a lo largo del trabajo dos programas de
    política económica del momento:

    1) El plan Pinedo

    2) El mercadointernismo

    Al redactar lo referente al plan Pinedo, el autor
    describe los acontecimientos más relevantes del momento
    que dieron origen al plan como es la problemática
    económica del período de entre guerra. En el
    texto, Llach
    no adopta una postura demasiado crítica de lo que fue el
    plan y el mercadointernismo, sino que se limita a describirlo,
    exponiendo las distintas posturas frente a éstas
    políticas así como él por que de sus
    fracasos. Sobre el final del texto, expresa
    que las razones del fracaso de ambas políticas fueron
    distintas en uno y otro caso y determina que se trató de
    oportunidades perdidas y de políticas económicas
    que hoy en día siguen teniendo vigencia.

    En lo que respecta al plan Pinedo, el autor manifiesta
    que el mismo es una propuesta un tanto vacilante ya que muchas
    soluciones que
    se proponen son de carácter
    condicional y está provisto de cláusulas
    provisorias. En cuanto al mercado internismo el autor observa una
    incapacidad manifiesta del peronismo para dar al país una
    estrategia exitosa de industrialización que originó
    un triunfo de la economía sobre la política ya que
    el estado no podía proveer estrategias de
    industrialización. Por lo expuesto concluimos que el autor
    adopta la postura de exponer los temas tratados en el
    texto pero también adopta una postura crítica al
    señalar los que para él son los puntos más
    flacos de ambas políticas económicas.

    5. Lectura de Quiroga
    Hugo. (1930-1943)

    La crisis de hegemonía de la
    oligarquía

    La crisis internacional hace perder a la Argentina la
    inserción estable, que tenía en el mercado mundial.
    En este contexto, con el golpe de 1930, el estado
    oligárquico liberal entra en crisis definitivamente.
    Después del breve paso de Uriburu, con su intento,
    corporativista, la vieja clase conservadora procura con el
    general Agustín P. Justo, en 1932, reorganiza y reacomoda
    la economía del país a las nuevas condiciones que
    imponía el sistema capitalista internacional.

    Con el general Justo se inicia realmente la
    década del 30 y con ella una serie de transformaciones que
    nos permitirán afirmar que la Argentina moderno, nace de
    la crisis de los años 30. Se define en ese tiempo cuatro
    característica de sociedad:

    1. Crecimiento industrial
    2. La intervención estatal
    3. El crecimiento de la clase obrera
    4. El nacimiento de una fracción de la
      burguesía industrial.

    En esta etapa el gobierno trata de reconstruir el
    capitalismo
    argentino sobre la base oligárquica. A partir de 1935 se
    verifica un crecimiento de la economía, pero los viejos
    conservadores al no impulsar una política de distribución social acorde al nuevo
    crecimiento, permite la acumulación de reivindicaciones
    sociales y obreras. En definitiva en este periodo la
    oligarquía no logra recomponer en la sociedad su quebrada
    hegemonía. En terreno economizo social van surgiendo
    condiciones estructurales para que los nuevos agentes sociales
    produzcan un cambio real en la política del país a
    partir del golpe del 1943.

    Tendencia a la disminución de la
    participación del agro en la actividad
    económica.

    Esta tendencia no es nueva en la Argentina, se remonta a
    la crisis mundial de 1930. Hasta ese momento la inserción
    en el mercado mundial no presentaba problemas en tanto la
    Argentina era un país productor y exportador de bienes
    primarios. La crisis mundial afecta la división del
    trabajo, modificándose el comercio de los productos
    agropecuarios. Desde la gran depresión, en particular Gran
    Bretaña principal comprador de la Argentina que busca
    aumentar el comercio con los países proveedores de
    los mismo producto y que
    componen el Commonwealth, llevan a disminuir la capacidad de
    importación de la Argentina. El tratado firmado con los
    Ingleses en 1933(tratado Roca-Runciman) por su naturaleza, no
    mejora en nada la capacidad de importación del
    país. Las causas del estancamiento
    agropecuario:

    1. Contracción del mercado externo, por la
      política proteccionista de los países centrales y
      la formación de bloques.
    2. El estancamiento de la producción
      pampeana.
    3. El aumento de la demanda interna.
    4. Diversificación de la producción
      agropecuaria.
    5. Régimen de tenencia de la tierra y
      técnicas de
      explotación

    Industrialización

    Con las crisis del 30, obliga a la clase dirigente a
    iniciar un proceso de
    industrialización llamado de sustitución de
    importaciones. Se comienza a producir localmente aquellas
    mercancías que normalmente se importaba. El tipo de
    importación que se sustituye, fundamentalmente, es el
    relacionado con la industria textil, ya que la Argentina contaba
    con materia prima
    suficiente, también se van a sustituir algunas ramas de la
    metalurgia (
    maquinas,
    vehículos y equipos) y productos químicos y
    farmacéuticos, artefactos eléctricos y derivados
    del caucho.

    En definitiva el carácter de la
    industrialización es limitado, ya que no se buscaba un
    desarrollo de todas las ramas de la industria, sino de aquellas
    que no podían importarse, este proceso industrial se va
    aumentando, y con ello el crecimiento de la clase
    obrera.

    El estado como refugio de la clase dominante:

    El estado no solo está ligado al tipo de
    economía establecida en el país, sino
    también a la constitución de una determinada clase
    dominante. Esta clase se trata de una fracción de la
    burguesía ligada a la propiedad de
    la tierra, la
    comercialización de los productos de ella derivados, que
    posee al mismo tiempo interesen las finanzas y se
    ocupa del aparato administrativo del estado, la cual con su
    política y contradicciones de clase ha participado en la
    creación del estado nacional. A partir de 1935 la
    debilidad económica de la clase dominante a la par que
    aumenta la relación de dependencias con el capital
    extranjero, requiere una mayor intervención del estado en
    la producción y en el ámbito de la
    circulación (créditos públicos, ciertas
    inversiones etc.). Este estado que a través de las
    distintas políticas económicas, ha sido el soporte
    del crecimiento de la clase dominante y actúa
    también como empresario.

    Intervención del estado:

    Con la caída de Yrigoyen en1930, se pone fin al
    Estado liberal de la República oligárquica,
    sancionándose una nueva etapa en la vida del país,
    el surtimiento de la Argentina moderna. Desde 1935 y más
    allá de las contradicciones de la clase conservadora se va
    definiendo una política económica, que pone el
    acento en la industria como elemento dinámico de la
    economía, pero a principal función que
    cumplió el estado fue financiera, con la creación
    del Banco Central y el instituto Movilizador de Inversiones
    Bancarias se establece un nuevo ordenamiento monetario, que
    persiguió como objetivo
    inmediato la estabilidad monetaria. Por otra parte el Estado
    acrecienta además su presencia en la producción
    militar, creándose en 1941 Fabricaciones Militares. En
    estos años de la llamada restauración conservadoras
    nace el estado moderno argentino como resultado de la crisis del
    Estado liberal oligárquico, dotado de un poder Ejecutivo
    fuerte, centro de las grandes decisiones nacionales frente a un
    parlamento que comienza a debilitarce. A pesar de esta
    restauración que se hace en el Estado, todavía se
    conserva aún un sistema político viciado, basado en
    el fraude electoral
    y en la corrupción
    política.

    Surgimiento del poder militar:

    No podemos hablar de estado militar de los
    regímenes de excepción, discontinuidad
    institucional, sin referirnos al Surgimiento del poder militar en
    la Argentina, es decir, al papel jugado por las fuerzas armadas
    en la vida de la República.

    El nacimiento del poder militar en 1930, se da por un
    conjuntos de
    causas:

    1. La ruptura del modelo de
      desarrollo agroexportador a causa de la crisis mundial de los
      años 30.
    2. La quiebra de
      modelo político elitista o restringido que se produce en
      1916 con la ampliación de la participación
      popular a través de la ley Saenz Peña que
      establece el sufragio universal.
    3. La crisis de hegemonía que se le abre a la
      oligarquía a partir de los años 30.

    Las dos razones apuntadas anteriormente indican la
    quiebra del
    sistema oligárquico, es decir, la ruptura del modelo
    económico de desarrollo y la ampliación de su
    modelo político restrictiva. Esta situación deja un
    espacio de participación, un vacío
    hegemónico en la realidad social, que pretende ser llenado
    por las fuerzas armadas, que a esta altura bastante politizadas y
    con una importante tradición de
    participación.

    Principales actores de las clases dominantes:

    Nos referimos, en primer lugar, a la denominada
    oligarquía o gran burguesía agraria. Se trata de un
    sector con una significación primordial en la vida de
    Argentina

    Su tradicional participación primordial en la
    formación de la historia económica y
    política del país, desde los orígenes mismo
    de la nación
    hasta nuestros días.

    Las principales características que permitirán
    definir como la fracción dominante:

    1. Si bien su posición política
      hegemónica entra en crisis en 1930, cuando se derrumba
      el modelo de desarrollo agroexportador y la Argentina pierde su
      inserción estable en el mercado mundial, no pierde sin
      embargo su papel de actor político
      fundamental.
    2. Su peso político proviene del valor
      estratégico que posee el agro en la estructura
      económica del país.
    3. El liderazgo
      exclusivo y absoluto de este grupo se
      rompió en 1930, aunque con la llegada de Yrigoyen en
      1916 sufrió una seria fisura.

    En los años 30 aunque ya hay indicios en la
    década anterior, empieza a formarse otro sector
    diferenciado, conformando lo que dieron en llamarse industrias
    "artificiales". Esta fracción va surgiendo como
    consecuencia del proceso de sustitución de importaciones,
    necesitando del estado para crecer ante la ausencia de un proceso
    de acumulación primitiva en el período
    anterior.

    A-b)

    En cuanto a lo político, el autor se refiere a la
    incapacidad de ese grupo social
    en dirigir la sociedad mediante el estado de
    derecho, la justicia y la
    democracia, no
    le quedaba otro modelo que fuera aquel basado en el fraude y la
    corrupción. No puede gobernar más
    que a través de un régimen democrático
    fraudulento.

    La postura tomada en cuanto al problema del agro, el
    estancamiento, no reside en la incorrección de las
    políticas agrarias aplicadas o en el alza de salarios que
    determina el aumento de los costo, sino en la
    propia Estructura Economica Argentina, es decir en el tipo de
    relaciones sociales de producción que existe en el
    agro.(escasa tecnología aplicada,
    cultivos extensivo y la tierra en
    manos de pocas personas, los latifundistas)

    La postura en cuanto a los militares, la
    aparición de ellos en los golpes de estado, es
    consecuencia de la necesidad de ordenar los conflictos
    internos de las clases dominantes y poner en marcha un plan de
    reestructuración de la sociedad, sobre la base de
    estabilizar una hegemonía en la sociedad.

    6. Lectura de David
    Rock: De la
    oligarquía al populismo
    1930-1946

    En 1930 conducidos por el ejército, los
    revolucionarios se adueñaron del poder cuando el apoyo de
    los radicales se derrumbó.

    La década 1930-1940, es llamada la década
    infame ya que los conservadores amanaron repetidamente las
    elecciones para mantenerse en el poder.

    Después de 1939, nuevas fuerzas políticas
    tomaron forma, fuerzas que los conservadores fueron incapaces de
    controlar y que finalmente los barrieron. En junio de 1943, ellos
    también fueron derrocados por un golpe de estado
    militar. Durante los regímenes de factos de los generales
    Ramirez y Farrell, se produjeron mas cambios políticos que
    cualquiera de los ocurridos. Su resultado fue la elección
    de Juan D. Perón,
    para la presidencia en febrero de 1946, respaldados por los
    sindicatos y la clase obrera urbana, los peronistas esgrimieron
    un programa de reforma social radical y de
    industrialización.

    Este período fue modelado, primero por la gran
    depresión y luego por la Segunda Guerra
    Mundial. La guerra provocó una prolongada crisis en
    las relaciones de Argentina con EEUU.

    De estas condiciones: un estado cada vez mas activo, la
    expansión de la industria y problemas internacionales de
    tiempo de guerra, surgió el Movimiento
    Nacional Populista de Perón.

    La restauración conservadora

    El comienzo de la gran depresión en 1930,
    enfrentó inmediatamente a las elites y las clases medias,
    en una pugna por recursos rápidamente en
    disminución.

    Las élites querían reducir el sector
    público, para disponer de fondos que las ayudase a
    protegerse contra la depresión. Las clases medias,
    exigían su expansión aún mayor para defender
    el empleo y
    contener la caída de los ingresos
    personales.

    En 1930 el apoyo popular de los radicales se derrumbaron
    y éste fue el preludio de su derrocamiento.

    Los jefes del golpe, estaban divididos en dos grupos. En
    la extrema derecha había una fracción nacionalista
    encabezada por el general Uriburu, que fue el presidente del
    gobierno provisional, adversarios de la política laboral de
    Yrigoyen durante la guerra.

    Durante los anos 20, los nacionalistas se habían
    vuelto cada vez más antidemocráticos y
    antiliberales. Estaban dispuestos a hacer radicales revisiones en
    la constitución de 1853, a suprimir las elecciones y los
    partidos
    políticos, y a crear un sistema autoritario basado en
    la representación corporativa.

    Aunque tenían el liderato titular, los
    nacionalistas eran una minoría en la coalición
    revolucionaria que derrocó a Yrigoyen. La voz dominante la
    tenían los conservadores liberales dirigidos por
    Justo.

    Los liberales se oponían a todas las medidas
    extremas, purgando la sociedad de la corrupción y la
    demagogia de los yrigoyenistas.

    Después de tomar el poder, Uriburu trató
    de fortalecerse patrocinando una organización paramilitar, la Legión
    Cívica Argentina.

    La revolución de septiembre había sido
    recibida con entusiastas demostraciones populares en Bs. As. Y
    otras ciudades, pero la euforia tuvo una corta vida ya que la
    crisis se agudizó y las medidas de emergencia del gobierno
    provisional empezaron a hacer estragos.

    En abril de 1931 Uriburu intentando organizar un cuasi
    plebiscito a su favor, permitió un a elección de
    prueba en la Pcia. De Bs. As. Para elegir un nuevo gobernador.
    Los radicales obtuvieron la victoria, tres meses mas tarde se
    anuló la elección.

    Su reputación en el ejército se
    derrumbó y a los pocos meses el régimen
    nacionalista se hundió en el desorden. Uriburu tuvo que
    fijar fecha de elecciones presidenciales, que se realizaron en
    noviembre de 1931 donde los radicales fueron excluidos por
    proscripción, la elección fue ganada por
    Justo.

    Las elecciones de 1931 devolvieron al poder al mismo
    amplio conjunto de grupos que los habían controlado antes
    de 1916, los exportadores de las pampas y los terratenientes
    menores de las provincias.

    El fraude electoral se convirtió en una
    práctica común de los anos 30.

    Hasta 1935 los radicales renunciaron a intervenir en las
    elecciones, retomando las posturas de abstención tomadas
    antes de 1912.

    El apoyo civil a Justo tenía tres componentes
    principales que permitieron la formación de la
    Concordancia

    1- viejos conservadores anteriores a 1916, poco
    después de las elecciones de 1931 adoptaron el

    nombre de Partido Demócrata Nacional.

    2- Estaba el Partido Socialista Independiente, un
    retorno derechista del partido Socialista original de Juan B.
    Justo, formado en 1927. De este grupo que representaba a la
    concordancia en la ciudad de Bs. As. Provenían de las
    más talentosas figuras del régimen Justo, Federico
    de Pinedo y Antonio de Tomaso.

    3- los radicales antipersonalistas.

    Comparado con Uriburu, Justo fue un gobernante mucho
    más tolerante y benigno. Al ocupar el cargo Justo
    levantó el estado de sitio que había sido impuesto
    desde el golpe, liberó y amnistió a presos
    políticos, entre ellos Yrigoyen, quien murió en
    julio de 1933. Además frenó las actividades de
    grupo paramilitares como la Legión
    Cívica.

    Durante el gobierno de Justo no hubo una
    oposición efectiva ni organizada que ofreciera
    auténticas alternativas.

    Cuando el nuevo orden se consolidó bajo el
    gobierno de Justo, la reacción inicialmente vigorosa de
    los radicales, pronto flaqueó. El radicalismo durante la
    depresión nunca supo que decir, era de fuertes imperativos
    morales, pero de contenido débil.

    En la década de 1930-1940 Uriburu y Justo
    enterraron la idea de un monopolio
    estatal del petróleo,
    tratando en general de igual modo a YPF y a sus competidores
    extranjeros. Este arreglo permitió triplicar la
    producción de petróleo
    entre 1930 y 1946.

    Una ley promulgada en 1932 eximía de aranceles a
    equipos importados por la YPF, pero le exigía a
    ésta que contribuyese con el 10% de sus beneficios al
    tesoro público. En 1936 Justo resolvió una guerra
    de precios entre la YPF y sus competidores estableciendo cuotas
    de mercado.

    Los radicales entre la muerte de
    Yrigoyen en 1933 y 1942 fueron liderados por el ex presidente
    Alvear.

    En los anos 30 y 40 parecía haber aun menos
    diferencias sustanciales entre los radicales y conservadores que
    una generación antes. Aún así los radicales
    continuaron teniendo una base popular mucho mas fuerte que sus
    adversarios.

    Al asumir el poder en 1930, el régimen
    conservador tuvo que hacer frente inmediatamente a la
    depresión, caída de las exportaciones, descenso en
    el conjunto de la producción, cese de la inmigración.

    Entre las causas a largo plazo de la depresión,
    se contó una sustancial caída en el crecimiento de
    la población. Disminuyó el
    índice de natalidad.

    Antes del golpe de estado
    se habían difundido rumores de que los radicales planeaban
    suspender el pago de la deuda externa, ahora dieron a esta
    cuestión una urgente prioridad.

    La tasa mucho menor de inversiones extranjeras en los
    anos 20, junto con el sustancial crecimiento
    económico de posguerra, habían hecho el peso
    del endeudamiento externo ligero en comparación con el de
    1873 o 1890.

    La deuda externa también había dejado de
    ofrecer garantías en oro y era en su mayoría
    amortizable en papel moneda.

    El peso se había depreciado, esto mitigó
    la crisis de la deuda externa porque muchas grandes empresas
    extranjeras, entre ellas compañías de ferrocarriles
    se abstenían de efectuar remesas a la espera de un aumento
    en los tipos de cambio.

    Después de 1914 gran parte de la deuda externa
    había pasado de Londres a New
    York
    .

    Cuando el dólar fue devaluado en 1933, Argentina
    empezó a repatriar su deuda en los EEUU en términos
    favorables. Además el gobierno tuvo que hacer frente a una
    deuda interna, que había aumentado rápidamente
    después del retorno de Yrigoyen en 1928. Uriburu
    respondió con drásticas reducciones de los gastos
    públicos, despidiendo a unos 200.000 empleados.

    Bajo el mandato de Justo el peso fue devaluado en 1933 y
    los beneficios en oro de esta transacción fueron usados
    para la conversión de la deuda.

    La reducción en los gastos
    públicos contribuyó a hacer disminuir las demandas
    de las importaciones.

    A mediados de 1932, si bien las expensas de una gran
    contracción global del comercio exterior, el
    déficit había sido eliminado, reapareció en
    1933 cuando los precios de los cereales cayeron. En 1934
    después de otra contracción provocada en las
    importaciones la balanza de pagos
    se recuperó.

    En 1933 Justo reemplazó al primer ministro de
    finanzas
    Federico Pinedo, éste impuso una serie de medidas de
    emergencia para rectificar la disminución de las rentas
    causadas por la nueva caída del comercio. Entre ellas
    introdujo un impuesto sobre las rentas, idea frenada por largo
    tiempo por los conservadores. Además reformó el
    sistema de control de divisas adoptado dos anos antes. Este nuevo
    sistema permitió al gobierno regular no solo el volumen de las
    importaciones, sino también su contenido y su
    origen.

    La reforma permitió al gobierno obtener
    sustanciales beneficios de sus transacciones con divisas. Algunas
    de estas rentas fueron empleadas para consolidar la deuda externa
    pero la mayoría fueron usadas para elaborar un nuevo
    sistema de mantenimiento
    de los precios para los productores rurales. Las ayudas fueron
    administradas por Juntas Reguladores, éstas financiaron la
    producción, comprando los excedentes y tratando de
    asegurar la estabilidad de los precios.

    El instrumento esencial de las reformas de Pinedo fue el
    Banco Central creado en 1934. Pinedo creía que la
    recuperación económica dependía en
    última instancia de renovadas inversiones
    extranjeras.

    El banco Central fue creado principalmente como una
    alternativa al patrón oro que mantendría el peso a
    una paridad fija y reforzaría el atractivo del país
    para nuevos inversores extranjeros. También el Banco
    Central tenía facultades para regular la oferta de
    dinero.

    Otra característica de la política
    económica de los anos 30, fue el esfuerzo para proteger la
    conexión histórica con Gran Bretaña,
    mediante el comercio bilateral.

    En 1932 Gran Bretaña adoptó la Preferencia
    Imperial, importaría todo lo que pudiese de su imperio y a
    cambio tendría un acceso altamente preferencial a los
    mercados del imperio.

    Durante algún tiempo los británicos
    habían estado inquietos por la competencia
    norteamericana en el mercado argentino. Durante las discusiones
    sobre la Preferencia Imperial en Ottawa, Gran Bretaña
    aceptó las propuestas de Australia y Sudáfrica de
    reducir drásticamente las importaciones de carne
    argentina. Las noticias del plan provocaron una inmediata
    protesta en Buenos Aires y el
    gobierno de Justo envió apresuradamente a Londres un
    equipo de negociadores, encabezados por el vicepresidente Julio
    Roca h. En 1933 las naciones concluyeron un tratado bilateral
    conocido como el acuerdo Roca/Runciman.

    Gran Bretaña recibía indudablemente los
    mayores beneficios, convino en seguir adquiriendo la misma
    cantidad de carne que en 1932. Los frigoríficos de
    propiedad
    argentina proporcionarían el 15 % de las exportaciones
    nacionales de carne a Gran Bretaña.

    A cambio, Argentina convenía en reducir los
    aranceles sobre casi 350 artículos británicos a las
    tarifas de 1930, y abstenerse de imponer aranceles sobre
    productos como el carbón. Además también se
    comprometía a dar trato benevolente a las
    compañías británicas. El tratado
    también incluía dos concesiones a los ferrocarriles
    británicos una exención de ciertas leyes laborales y
    la promesa de términos de remesa favorables en caso de
    futuras devaluaciones en Argentina.

    En todo momentos Estados Unidos
    rechazó toda compensación bilateral, nunca estuvo
    dispuesto a abrir sus mercados a la carne y los cereales
    argentinos.

    La duración del Tratado Roca/Runciman era de tres
    anos y en 1936 fue renovado por el tratado
    Eden/Malbrán.

    Otro tema importante en relaciones
    británico/argentinas era que junto con los ferrocarriles,
    que sufrieron una disminución de 40 % en sus ingresos a
    comienzos de los anos treinta, los ingresos de los
    tranvías cayeron. La mayor de las empresas
    británicas de tranvías, la Anglo/Argentina, propuso
    formar un monopolio de
    transportes de la ciudad bajo una corporación privada, la
    Corporación de Transportes. En tal corporación, los
    tranvías inmediatamente dominarían a los
    colectivos.

    Temiendo las represalias británicas contra las
    exportaciones de carne, el gobierno de Justo aprobó la
    creación de la corporación de transportes, pero
    rechazó la exigencia de beneficios
    garantizados.

    Después de 1935 los colectivos siguieron
    floreciendo y los tranvías tambaleándose al borde
    de la insolvencia.

    A comienzos de los anos treinta los conserveros de carne
    formaron un consorcio para obligar a los ganaderos a aceptar la
    caída de los precios. El tratado Roca/Runciman
    trató de combatir el consorcio permitiendo exportaciones
    de los frigoríficos de propiedad local. Pero puesto que no
    había establecimientos de propiedad nacional en la zona
    metropolitana capaces de negociar con carne refrigerada, la
    concesión no sirvió de nada.

    El gobierno de Justo trató de justificar su
    conducta
    hacía los grupos empresariales extranjeros alegando que la
    depresión limitaba su capacidad de maniobra. El gobierno
    también señalaba sus esfuerzos para reducir la
    dependencia de los extranjeros de un modo constructivo que
    ayudaba a combatir el desempleo, el
    ejemplo del programa de construcción de carreteras y
    financiando mediante un impuesto sobre el combustible para
    automóviles.

    Los viejos conservadores provinciales como De la Torre
    atacaban las relaciones del gobierno con los conserveros de
    carne. De todos lados llegaban acusaciones de que los altos
    funcionarios de la administración habían hecho tratos
    corruptos con los grupos de intereses extranjeros.

    El Tratado Roca/Runciman, cuyos oponentes lo denunciaban
    llanamente como una traición a los intereses nacionales,
    rechazaban la opinión del gobierno de que la
    protección del mercado de la carne era un asunto de
    necesidad vital. El objetivo real del tratado era proteger a la
    elite de cebadores de ganado, a quienes consideraban como el
    principal sostén del gobierno.

    El nacionalismo surgió como fuerza
    importante en la política argentina a mediados de los anos
    treinta y poco después se convirtió en una fuerza
    decisiva. Tuvo diversos componentes y antecedentes
    históricos. La idea de que la argentina era una
    nación favorecida por la naturaleza y por
    Dios predestinada al poder y la grandeza perduró hasta los
    anos treinta, convirtiéndose en el fundamento de la
    posterior asociación intima entre el nacionalismo y las
    fuerzas armadas.

    Había habido también desde hacia tiempo un
    latente y semiarticulado hilillo de nacionalismo económico
    en argentina. Esa hebra de siglo XIX consistía en la
    sospecha de que los extranjeros obtenían beneficios
    excesivos comparados con los que ofrecían a la Argentina
    mediante las inversiones o el comercio.

    Antes de 1930 la exclusión deliberada por motivos
    conscientemente nacionalistas ocurrió en un sector
    solamente la industria del petróleo.

    Otro precursor del nuevo nacionalismo fue el
    yrigoyenismo. El movimiento de
    la reforma universitaria de 1918 había injertado un brote
    de doctrina radical y antiimperialista, en las preocupaciones de
    la nueva clase media por ampliar los caminos de la movilidad
    social. Un movimiento radical juvenil nacionalista fundado en
    1935 llamado La FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la
    Juventud
    Argentina ). La Forja combinaba la vieja adhesión radical
    a la democracia integral con el tipo de nacionalismo
    categórico e intransigente .

    Los lideres con lazos locales mas firmes como los
    socialistas, dirigían sus energías a defender los
    salarios reales y el consumo. Los socialistas eran defensores
    extremos del librecambio. El nacionalismo la izquierda
    carecía de una base social y política, cimientos
    que no desarrolló hasta que la industria urbana
    empezó su rápido ascenso a fines de los anos
    treinta.

    Hasta mediados de los anos treinta el nacionalismo
    estaba representado por figuras de la derecha como Uriburu. El
    principal movimiento nacionalista surgió de La Liga
    Patriótica de 1919. Fue en la extrema derecha
    política donde el antiimperialismo radical dejó su
    mayor huella en los anos treinta y sobre esta base el movimiento
    nacionalista se transformó en un amplío programa
    político.

    Durante un tiempo el movimiento nacionalista estuvo
    dominado principalmente por historiadores que trataban de echar
    leña a la campaña contra los británicos.
    Empezaron a reexaminar el siglo 19 y ahora se rindió culto
    a la figura de Juan Manuel de Rosas que fue
    descrito como un símbolo de la resistencia
    nacional a la dominación extranjera.

    Ortiz revivió la parte sórdida del
    crecimiento de los intereses ferroviarios británicos
    después de 1862. La propaganda de
    este tipo hizo una profunda impresión en la opinión
    pública y contribuyó a sustentar los
    sentimientos nacionalistas del ejército. Justo, aunque
    siempre fue el amo de la situación, se vio obligado a
    estar constantemente en guardia, alerta a una multitud de
    complots menores y de intrigas contra él.

    La presidencia de Justo llegó a su fin a principios de
    1938 en medio de cierta división y confusión por
    las repercusiones de las campanas nacionalistas. La concordancia
    se había dividido. La división se reflejo en el
    nuevo gobierno, cuyo presidente era Roberto M. Ortiz, era un
    antiguo antipersonalista. Ortiz se contaba entre los
    conservadores liberales en la tradición de Sáenz
    Pena.

    Las fricciones entre los grupos gobernantes impidieron a
    Ortiz elegir su compañero de candidatura y la
    vicepresidencia recayó en Ramón S.
    Castillo, archiconservador de los de antes de 1912.

    Ortiz y Castillo vencieron en unas elecciones
    diligentemente amanadas por el presidente saliente. Una vez
    instalado como presidente, Ortiz declaró su
    intención de renunciar al fraude electoral y buscar la
    conciliación con los radicales. En las elecciones para el
    congreso los radicales obtuvieron una amplia victoria y tuvieron
    nuevamente la mayoría en la Cámara de Diputados. En
    1940 Ortiz intervino la provincia de Buenos Aire para
    destituir a su gobernador, un corporativista que coqueteaba con
    el fascismo.

    El aumento de la sustitución de
    importaciones

    Argentina sufrió relativamente poco por la gran
    depresión de Gran Bretaña. En 1943 estaba en marcha
    una recuperación económica sustancial, aunque hubo
    otra recesión en1937/38 causada principalmente por
    condiciones meteorológicas adversas. La inmigración se reanudó los gastos
    del gobierno aumentaron y las exportaciones aumentaron. Durante
    varios anos a mediados de la década del treinta, argentina
    fue el mayor exportador del mundo de maíz. En
    1936/37 las exportaciones de cereales alcanzaron un volumen
    récord, los precios aumentaron.

    Argentina se embarcó en la situación
    industrial de importaciones. Las importaciones de
    artículos de consumo manufacturado habían
    caído. En 1935 el valor de la
    producción industrial era aún un 40% menor que el
    sector agrario, en 1943 la industria superó a la
    agricultura por primera vez.

    El rápido crecimiento en la industria
    empezó a mediados de los anos 30 y ganó impulso
    durante la guerra. Pero el nuevo sector industrial sólo
    abarcaba bienes de consumo, como sustitución de
    importaciones, sin extenderse a la industria pesada.

    Así, cuando el sector industrial creció,
    durante los anos 30 y 40, mantuvo su anterior composición,
    unas pocas grandes compañías, numerosas firmas
    pequeñas y relativamente pocas en el medio. La industria
    grande o pequeña era una ocupación principalmente
    extranjera.

    Otra característica evidente de la industria era
    su abrumadora concentración en la cuidad de Bs. As. Y sus
    alrededores.

    Varias compañías norteamericanas que antes
    exportaban a la Argentina desde EEUU, después de 1933
    trataron de eludir el uso discriminatorio de los controles de
    divisas creando sucursales en Bs. As.

    Fueron los textiles los que encabezaron en este
    período una importante sustitución de importaciones
    y creció aún en las profundidades de la
    depresión.

    La industria textil se benefició, ya que el
    precio del algodón en rama se redujo a la mitad, mientras
    que la tierra
    dedicada al cultivo se dobló. Esta expansión fue
    estimulada por las nuevas juntas reguladoras del nuevo gobierno
    creadas después de 1933, la junta de
    algodón.

    Los sectores industriales que mantuvieron su dependencia
    de las materias primas importadas, crecieron a un ritmo mas lento
    después de 1935.

    En cuanto a los emigrantes, muchos se establecieron en
    suburbios obreros de la capital, como Avellaneda. La
    inmigración consistió principalmente en una
    corriente proveniente de las pampas hasta 1946, cuando el
    movimiento de la población se extendió mas hacia el
    interior.

    Un grave desempleo rural
    fue el resultado de las interrupciones del comercio exterior
    provocadas por la guerra. Las exportaciones de cereales cayeron
    en 1942. El maíz fue la principal víctima de la
    guerra.

    La disminución de los alimentos
    básicos fue compensada con la expansión de los
    cultivos de forraje, como la cebada y la avena y nuevos cultivos
    industriales como el girasol.

    Al igual que la primera guerra la tendencia principal
    fue la de sustituir los cereales por el ganado. Los precios de
    los cereales se derrumbaron durante la guerra y los de la carne
    aumentaron.

    Los bajos salarios obligaban a muchas familias obreras
    de Bs. As. a vivir en los conventillos. Pero este nivel de vida
    parecía significativamente mayor que el del
    campo.

    Durante la segunda guerra
    mundial la inflación afectó los salarios
    urbanos mucho menos que durante la primera guerra
    mundial.

    Pese a sus inconvenientes, la vida en la cuidad
    parecía claramente preferible a la del campo. En 1932 la
    legislación comenzó a exigir a que los
    arrendatarios agrícolas recibieran contratos de
    cinco años, pero la mitad de los arrendatarios trabajaba
    sin contratos
    escritos.

    Antes de 1940 el ascenso de la industria y sus
    concomitantes cambios sociales, todavía no habían
    afectado la política argentina.

    Los conservadores percibían que la nueva
    industrialización fortalecería la balanza de pagos
    y proporcionaría empleo, evitando la agitación
    política. Los gobiernos de Justo y Ortiz consideraban que
    el progreso económico no estaba en la
    industrialización, sino en el retorno al pasado anterior a
    la depresión. Querían mantener la
    exportación de materias primas y fortalecer la
    economía mediante nuevas inversiones extranjeras. Excepto
    un pequeño grupo de nacionalistas económicos, tales
    opiniones prevalecieron en otros partidos
    políticos.

    Organos establecidos como la Unión Industrial
    Argentina, creada en 1886, pretendía representar a los
    industriales, pero lo hacia de modo inadecuado, ya que estaba
    dominado por grupos ligados a las exportaciones. La UIA
    también pidió deducciones tributarias para los
    industriales que exportaban.

    7. La crisis de la
    época de la guerra

    Argentina solo tuvo un papel simbólico en
    la Segunda Guerra
    Mundial, pues mantuvo la neutralidad hasta, marzo de 1945. En
    la primavera de 1940 los alemanes ocuparon la mayor parte de
    Escandinavia, Francia, y los
    Países Bajos. Los principales mercados de cereales de
    Argentina estaban en Europa
    continental, esto produjo que las ganancias de cereales cayeran
    verticalmente. Así como cayeron las exportaciones,
    también lo hicieron las importaciones, sobre todo las de
    Gran Bretaña ya que los recursos disponibles se aplicaron
    a la producción de armas.

    Cuando los ferrocarriles ya no pudieron obtener mas
    carbón, volvieron a quemar quebrachos y pronto
    maíz. En lo más recio de la guerra los cereales
    fueron la fuente de un tercio del consumo total de
    energía. La linaza también reemplazo al
    petróleo como combustible y lubricante.

    A fines de 1940 el gobierno respondió a la crisis
    del comercio con el Plan de reactivación económica
    más conocido como el Plan Pinedo. Esta era una medida
    contracíclica para reavivar la demanda, reducir al
    mínimo la inflación, proteger el empleo e impedir
    las repercusiones sociales de imprevisibles resultados.
    Además esperaba estimular la sustitución de
    importaciones e iniciar la exportación de artículos
    manufacturados, y para ello propició un nuevo fondo de
    crédito
    respaldado por el estado destinado a la Industria. También
    contenía ideas para una acuerdo de librecambio entre
    vecinos latinoamericanos que abriría mercados adyacentes a
    los industriales argentinos. Un componente final del plan era el
    apoyo del gobierno a la industria de la construcción y un
    programa de viviendas baratas. La actitud de Pinedo era la de
    apoyar sólo a las industrias naturales. Al defender su
    propuesta ante el congreso, habló de las exportaciones
    agrícolas como la rueda maestra de la
    economía.

    El plan no logró aceptación, cuando Pinedo
    presentó sus propuestas, el país cayó
    víctima de una crisis política. A Ortiz lo
    obligaban a dejar su cargo en manos del vicepresidente
    archiconservador Castillo. Una de las principales víctimas
    fue el plan Pinedo. La legislación fue aprobada por el
    Senado, pero la mayoría radical recientemente electa en la
    Cámara de diputados se negó hasta
    discutirla.

    Así el Plan Pinedo cayó víctima de
    la pugna que ya duraba 50 anos entre conservadores y radicales.
    El Plan tenía ciertas debilidades intrínsecas, para
    su desarrollo la Argentina necesitaba importaciones de bienes de
    capital y muchas materias primas, para obtenerlas tenía
    que exportar u obtener créditos.

    Gran Bretaña ya no podía exportar
    carbón a Argentina, ni maquinarias ni bienes de consumo.
    Durante toda la guerra, las ganancias provenientes de las
    exportaciones de Argentina hacia Gran Bretaña se
    acumularon como saldos positivos que se denominaron "saldos
    bloqueados en libras esterlinas". Los británicos
    rechazaron repetidamente los intentos de Argentina de aplicar los
    saldos bloqueados a la deuda externa, o a compras de stock en
    firmas de propiedad británica como los
    ferrocarriles.

    Pinedo y sus asesor Raúl Prebisch previeron que
    EEUU se convertiría en un proveedor alternativo de
    importaciones y en un nuevo mercado para la argentina. En 1940 y
    durante algún tiempo después las clases
    conservadoras temieron que el fin de su larga conexión con
    Gran Bretaña era inminente. Así como las
    élites criollas se habían desecho de España en
    1810, sus descendientes pensaban ahora en prescindir de Gran
    Bretaña.

    Entre los asociados hipotéticos de Argentina,
    EEUU tenía ventajas sobre una alternativa como Alemania, ya
    que las comunicaciones
    entre Bs. As. y la costa oriental norteamericana estaba
    completamente abiertas, y solo los norteamericanos tenían
    el excedente de bienes y capital que la Argentina
    necesitaba.

    En 1930 la ley Hawlley-Smoot reforzó las barreras
    de las importaciones de Argentina elevando los aranceles sobre la
    carne, la linaza, el maíz y la lana. Argentina por otro
    lado elevó los precios de los productos agrícolas
    norteamericanos y poco después se prohibieron todos los
    productos de granja extranjeros que se vendiesen a precios
    inferiores a los internos.

    Uriburu y Justo trataron de superar las restricciones
    presentando varias propuestas a EEUU, pero ésta
    rechazó toda concesión a productos agrícolas
    argentinos.

    Antes e inmediatamente después del estallido de
    la Segunda Guerra
    Mundial, Argentina rechazó continuamente las
    invitaciones norteamericanas a incorporarse a la alianza
    defensiva panamericana.

    Por la Ley de Préstamo y Arriendo de enero de
    1941, EEUU empezó a promocionar armas a varias
    naciones latinoamericanas, pero a la Argentina le acordó
    una baja prioridad y prácticamente no se le entregaron
    suministros.

    El tratado firmado entre la Argentina y EEUU en 1941 fue
    el primero entre los países en casi un siglo. Argentina
    renunció al control de divisas y al bilaterismo y los
    norteamericanos redujeron los aranceles de aquellos productos que
    ya importaban, pero permaneció cerrada la puerta a los
    alimentos
    básicos de Argentina, su carne y sus cereales.

    En 1941 hubo una proliferación de grupos
    nacionalistas (anticomunistas, proclericales, antisemitas, etc.)
    y propugnaban un estado más corporativo, eran
    anitinorteamericanos. La Federación Patriótica
    Argentina, fundada en 1942, quería sindicatos controlados
    por el Estado como barrera contra el comunismo y la
    expropiación de los servicios
    públicos de propiedad extranjera.

    Surgieron impetuosas instancias a efectuar una guerra de
    conquistas para reconstruir el viejo virreinato del Río de
    la Plata y dar a Argentina el control sobre los mercados
    latinoamericanos adyacentes.

    En 1941 se creó la Dirección General de
    fabricaciones Militares bajo el mando del Ejército y
    también revelaba la creciente influencia de las ideas
    nacionalistas en sus filas.

    Hacia fines de 1941 el gobierno de Castillo se estaba
    debilitando, y con la deserción de Pinedo de la
    concordancia, el gobierno ya no era un coalición de
    conservadores. Incapaz de superar la oposición del
    Congreso, Castillo empezó a gobernar por decreto, su
    autoridad
    estaba decayendo y se vio obligado a depender nuevamente de la
    buena voluntad de los militares.

    La grieta diplomática con EEUU se estaba haciendo
    más pronunciada.

    En 1942 los rumores en Bs. As. de una inminente
    invasión desde Brasil se hicieron cada vez mas frecuentes,
    lo mismo que informes sobre
    una proyectada ocupación de Comodoro Rivadavia por marines
    norteamericanos.

    Los británicos parecían muy contentos con
    la neutralidad de Argentina, que ofrecía una mayor
    protección a los envíos de carne contra los
    submarinos alemanes.

    Castillo no tenía una verdadera política y
    se inclinaba a mantenerse obstinadamente en el cargo.
    Trató de imponer la Corporación de Transporte,
    expulsando a los colectivos libres de las calles de Bs. As. en
    1942. Su autoridad
    continuó cayendo y en 1943 se hizo saber que el candidato
    presidencial era Robustiano Patrón Costas, era otro
    anciano oligarca cuya elección prolongaría el
    fraude. Esta noticia hizo que una revuelta provocada por el
    ejército en junio de 1943 derrocara a Castillo
    fácilmente, este derrocamiento fue apoyado por los
    radicales y también por los EEUU.

    En 1943, como en 1930, el ejército parecía
    unánimemente convencido de la necesidad de una
    revolución, pero una vez más estaba dividido sobre
    qué hacer después. Una facción era la
    más importante, un gobierno de coalición de
    tendencia liberal como el de Ortiz, y una política
    internacional de conciliación con los con los
    norteamericanos que aceptase finalmente su principal exigencia,
    la ruptura diplomática con el Eje. La segunda
    facción estaba compuesta de nacionalistas endurecidos, de
    resistir la presión
    norteamericana, conservar la naturalidad, amar la nación y
    promover la independencia
    militar alentando la industria. El GOU (Grupos de Oficiales
    Unidos) tuvo un papel influyente en el desarrollo de la
    posición nacionalista. Dos ideas predominan en el GOU el
    anticomunismo y la ‘’soberanía
    económica’’.

    El jefe titular del golpe era el general Arturo Rawson.
    Al asumir el poder, Rawson elaboró una lista de miembros
    del gabinete. Otros lideres del golpe pensaron que el nuevo
    gobierno presentaba una semejanza demasiado grande con el viejo,
    y a los tres días Rawson fue depuesto. El cargo
    recayó entonces en el general Pedro Ramirez.

    El nombramiento de Ramirez fue también
    cálidamente recibido en Washington, que se apresuró
    a reconocer al nuevo gobierno y a levantar algunas se las
    restricciones al comercio.

    En las semanas posteriores al golpe, Ramirez no dio
    ningún pasa para cumplir su promesa se celebrar
    elecciones, y pronto aparecieron tensiones con los
    radicales.

    A-b)

    David Rock sostiene que
    el gobierno de Justo a pesar de haber llegado al poder con
    elecciones fraudulentas, fue un gobernante tolerante y benigno, y
    resalta todas las bondades de su gestión
    en al presidencia del país. Puede verse entonces una
    postura claramente a favor de Justo, no así con los
    gobiernos radicales, como puede verse en uno de sus
    párrafos en donde sostiene que los radicales solo
    funcionaban en épocas de prosperidad, y en las crisis se
    ponía en relieve el
    contenido débil de dicho partido.

    A pesar que durante en mas de una década la
    Argentina no pudo elegir a sus representantes mediante las
    elecciones, debido a que estas eran fraudulentas, el autor toma
    como positivos los gobiernos de la mayoría de los
    presidentes electos y no resalta ésta
    característica, que en la historia
    argentina representa el retorno a la democracia
    limitada.

    Otra postura del autor puede verse en cuanto al Plan
    Pinedo, sostiene que presentaba debilidades intrínsecas ya
    que Argentina necesitaba de bienes de capital y materias
    primas.

    Partes: 1, 2

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