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Tendencias pedagógicas contemporaneas




Enviado por ileana



Partes: 1, 2, 3

    1-

    2- La
    Pedagogía como Ciencia

    3-
    Algunas
    consideraciones sobre las Tendencias Pedagógicas
    Contemporáneas

    4-
    Pedagogía Tradicional: algunas
    esencialidades

    5-
    Escuela Nueva:
    algunas esencialidades

    6-
    Tecnología Educativa: algunas
    esencialidades

    7-
    Sistema de
    Instrucción Personalizada: algunas
    esencialidades

    8-
    Pedagogía Autogestionaria:
    algunas esencialidades

    9-
    Enfoque personalista en la
    Psicología y su Influencia en la Pedagogía no
    Directiva

    10-
    La Pedagogía
    Liberadora: algunas esencialidades

    11-
    La Perspectiva Cognoscitiva:
    algunas esencialidades

    12-
    La Pedagogía
    Operatoria: algunas esencialidades

    13-
    El
    Modelo de Investigación para la acción: algunas
    esencialidades

    14-
    La
    Teoría Crítica de la enseñanza: algunas
    esencialidades

    15-
    El
    Enfoque Histórico-Cultural: algunas
    esencialidades

    16-
    Conclusiones
    17-
    Bibliografía

    1- Presentación

    El quehacer científico es patrimonial del ser
    humano. Tiene como objetivo
    fundamental, y subyace en su esencia, el descubrimiento, conocimiento y
    aplicación consecuente y creadora de las leyes y
    regularidades que rigen el desarrollo de
    los fenómenos, o lo que es lo mismo, los cambios o
    transformaciones condicionadores del movimiento
    evolutivo de la Naturaleza, tanto
    en el componente no vivo o inanimado de la misma como en el vivo
    o biológico y social de ésta.

    El conocimiento
    científico, a su vez, es el reflejo fenoménico
    en la conciencia del
    hombre del
    ordenamiento espacio temporal del mundo material y de la sociedad, en su
    devenir evolutivo e histórico, que conlleva
    implícitamente, de manera esencial, la renovación
    constante del mismo.

    El HOMBRE llega a
    conocer su entorno material y social, del cual es parte o
    elemento inseparable, mediante un complejo proceso de
    aprendizaje el
    cual lo educa y capacita, que equivale a decir, lo faculta para
    interactuar con ellos de manera lógica
    y dialéctica, sustentadora de su necesario desarrollo
    sostenido y sostenible.

    2- La Pedagogía como Ciencia

    Considerada primero como el ARTE DE
    ENSEÑAR, la Pedagogía se la tiene en la actualidad como
    una ciencia
    particular, social o del hombre, que tiene por objeto el
    descubrimiento, apropiación cognoscitiva y
    aplicación adecuada y correcta de las leyes y
    regularidades que rigen y condicionan los procesos de
    aprendizaje,
    conocimiento,
    educación
    y capacitación. Se ocupa, en su esencia, del
    ordenamiento en el tiempo y en el
    espacio de las acciones,
    imprescindibles y necesarias que han de realizarse para que tales
    procesos
    resulten a la postre eficiente y eficaces, tanto para el educando
    como para el educador.

    El sustrato metodológico de la Pedagogía
    como ciencia es
    materialista y dialéctico. Es una parte importante en el
    contexto de la concepción sistémica de la Ciencia, de
    aquí que en su avance y perfeccionamiento intervengan el
    de otros campos que abordan diferentes aspectos de la realidad
    material y social, de manera concatenada y unitaria.

    En el desenvolvimiento de su praxis, la Pedagogía
    toma en consideración las direcciones que se

    han de seguir para que, en el decursar del proceso de
    enseñanza, se logre el mayor grado posible
    de aprendizaje, con un esfuerzo mínimo y una eficiencia
    máxima, premisas si se quiere del conocimiento
    imprescindible que, en base de una relación costo-beneficio
    aceptable de todo tipo, garantice una educación y capacitación en correspondencia con las
    necesidades reales de su sujeto-objeto de trabajo.

    3- Algunas
    consideraciones sobre las Tendencias Pedagógicas
    Contemporáneas

    En su devenir evolutivo, histórico y concreto, la
    Pedagogía ha estado
    influida por condiciones económicas, políticas,
    culturales y sociales, las cuales han intervenido, con mayor o
    menor fuerza, en el
    desarrollo del nuevo conocimiento pedagógico, o lo que es
    igual, en el surgimiento y aplicación de los procedimientos
    dirigidos a favorecer el hecho de la apropiación, por
    parte del hombre, de la información requerida para el
    enfrentamiento exitoso de las situaciones cambiantes de su
    entorno material y social, en consecuencia con sus propios
    intereses y en correspondencia con el beneficio de los
    demás.

    Las tendencias pedagógicas, desde el punto de
    vista de sus aplicaciones en la práctica, han de
    favorecer, en la misma medida en que éstas sean correctas,
    la apropiación, con la mayor aproximación posible,
    del conocimiento verdadero, objetivo, en
    definitiva, del conocimiento
    científico el cual se sustenta en las teorías-núcleos, teorías, leyes, tendencias y regularidades
    determinantes de los cambios y transformaciones, continuos e
    indetenibles, del mundo material, la sociedad y del
    propio ser humano, como personalidad,
    espiritualidad e individualidad.

    Las tendencias pedagógicas, de ser
    lógicas, deben recorrer el camino conducente a la toma de
    una plena conciencia de la
    relación obligada entre la unidad didáctica y la interacción del
    contenido de la ciencia con
    las condiciones sociales, económicas, culturales,
    históricas y de los factores personales, sobre los cuales
    ejerce su influencia determinante la práctica
    histórico-social en el desarrollo de tal
    relación.

    La Pedagogía como ciencia y sus tendencias
    están en relación dialéctica con otras
    ciencias
    particulares de la contemporaneidad entre las cuales se
    encuentra, de manera particularmente

    importante, la Psicología,
    relacionada esta última directamente con la percepción, por el individuo, del reflejo
    del mundo material y social en su cerebro y del
    propio Yo subjetivo, decir, lo

    pedagógico habrá de alcanzar sus objetivos en
    la misma medida en que lo subyacente psicológico lo
    posibiliten y viceversa, y sobre esta base se está
    obligado a trabajar en el camino hacia una educación y
    capacitación mejorada o de excelencia.

    En las tendencias pedagógicas están
    contenidas y ellas en si mismas, expresan las concepciones e
    ideas que en, correspondencia con acciones
    adecuadas, por su sistematización, determinan, con sus
    múltiples variantes y alternativas de organización, que el proceso de
    enseñanza resulte más efectivo y, por ende
    facilitan el proceso de aprendizaje.

    En las tendencias pedagógicas se plantean, y son
    objeto de análisis, sus bases filosóficas y
    psicológicas, se normalizan las formas del trabajo que se
    ha de desarrollar en el proceso de enseñanza facilitador
    de un aprendizaje eficiente, el papel que se
    le asigna tanto al educando como al educador y se plantean
    así mismo las repercusiones que éstas hayan podido
    tener en la práctica pedagógica desde el mismo
    momento en que fueron presentados hasta los momentos actuales. En
    ellas, consideradas como sistema, se
    encuentran las esencialidades prácticas necesarias para la
    superación de las deficiencias conocidas y catalogadas, de
    la pedagogía tradicional conformada desde el siglo XIX, y
    que ha transcendido hasta nuestros días. Así se
    resaltan el carácter
    activo del sujeto en la apropiación del conocimiento
    acerca de la realidad objetiva del entorno material y social en
    el cual se mueve, espacio temporalmente, de manera existencial;
    la importancia transcendental que tienen la práctica de la
    individualización y del grupo en
    la
    educación; el empleo
    consecuente, en cantidad y calidad de los
    medios de
    enseñanza en las diferentes posibilidades que brindan; el
    papel,
    también con alto grado de transcendencia, del complicado
    pero necesario, proceso de la autogestión en la
    consecución de una educación integral, plena y
    eficiente; la importancia categórica de la investigación y la concientización
    del papel transformador que tiene, de manera obligada, el propio
    sujeto en el proceso de aprendizaje.

    4- Pedagogía Tradicional: algunas
    esencialidades

    El pensamiento
    pedagógico puede decirse que comenzó su desarrollo
    desde los propios albores de

    la humanidad. Él si mismo no es más que
    una consecuencia de su devenir histórico, en
    correspondencia con la necesidad del ser humano de transmitir con
    eficiencia y
    eficacia a sus
    congéneres las experiencias adquiridas y la información obtenida en su enfrentamiento
    cotidiano con su medio natural y social.

    Así se encuentra el pensamiento
    pedagógico, expresándose de manera concreta a
    través de acciones

    de una educación incipiente, ejerciendo su
    influencia en el proceso de transformación de la llamada
    comunidad
    primitiva en una sociedad dividida en clases; sirve aquí
    de instrumento y arma para luchar contra las tradiciones y las
    ideas movilizadoras para la acción de las entonces
    comunidades tribales. Las ideas pedagógicas abogan en ese
    momento crucial de la historia del ser humano como
    ente social por la separación en lo que respecta a la
    formación intelectual y el desarrollo de las habilidades y
    las capacidades que habrían de lograrse en aquellos
    hombres en que sus tareas principales no fueran las del pensar,
    sino las requeridas para el esfuerzo físico productivo
    tales ideas pedagógicas debían entonces insistir lo
    suficiente para lograr en la práctica que la
    mayoría o la totalidad de "la gran masa laboriosa"
    aceptara esa condición de desigualdad. Con estas
    concepciones es que surgen las denominadas escuelas para la
    enseñanza de los conocimientos que se poseían hasta
    ese momento para el usufructo exclusivo de las clases
    sociales selectas asignándoseles a las emergentes
    clases explotadas, como única salida de sobrevivencia, el
    papel protagónico de la realización del trabajo
    físico.

    Tales concepciones e ideas pedagógicas,
    conjuntamente con las cualidades que deben poseer tanto el alumno
    como el maestro, aparecen en manuscritos muy antiguos de China, la
    India y el
    Egipto.

    El desarrollo de un pensamiento pedagógico
    semejante tiene lugar en Grecia y
    Roma con figuras
    tan sobresalientes como Democrito, Quintiliano, Sócrates,
    Aristóteles y Platón.
    Este último aparece en la Historia como el pensador
    que llegó a poseer una verdadera filosofía de la
    educación, con una caracterización de los campos de
    la acción educativa, a qué exigencias debía
    responder la misma y en que condiciones tales acciones resultaban
    posibles.

    No obstante ello, el pensamiento pedagógico
    emerge con un contenido y una estructura que
    le permite alcanzar un cuerpo teórico verdadero, de una
    disciplina
    cognoscitiva con personalidad
    propia, en el renacimiento,
    etapa en la cual ya la humanidad ha alcanzado determinado grado
    de

    desarrollo científico capaz de sustentar y
    promocionar el desarrollo
    social, situación esta que obliga a la nueva clase
    social, progresista por entonces, la burguesía a valorar
    con toda fuerza y en su
    real dimensión e importancia lo relativo al progreso
    científico y técnico con vistas a su
    perpetuación en el poder
    garantizando al mismo tiempo su
    progreso económico sostenido. Aquí la
    Pedagogía adquiere por primera vez un carácter de
    disciplina
    independiente, emerge como la posibilidad tangible de
    solución a la necesidad que tiene la sociedad de contar
    con una base teórica fuerte sobre la cual sustentar, de
    manera fundamental, la enseñanza en la misma.

    En este último período la figura
    más representativa de la ya Pedagogía como ciencia
    independiente

    es Juan Amos Comenius quien, en esencia,
    estableció los fundamentos de la enseñanza general,
    al tiempo que elaboró todo un sistema educativo
    integral y unitario con una fundamentación lógica
    de la estructuración del proceso docente en sí que
    debía desarrollarse en la escuela con el
    objetivo principal de contribuir y lograr un aprendizaje
    satisfactorio, capaz de proyectarse en la práctica
    de

    manera resolutiva respecto a la realidad enfrentada con
    vistas a su transformación en aras del beneficio propio y
    de los demás. Amos Comenius fue un gran revelador de los
    principios
    básicos sobre los cuales se sustenta la enseñanza,
    de aquí se le considere el padre de la Didáctica y el primero en plantear la
    importancia de la necesidad de vincular la teoría
    con la práctica como procedimiento
    facilitador, incluso, del ulterior aprendizaje.

    Entre 1548 y 1762 surge y se desarrolla la
    Pedagogía Eclesiástica, principalmente la de los
    Jesuitas, fundada por Ignacio Loyola y que más tarde, en
    1832, sus esencialidades son retomadas para llegar a convertirse
    en el antecedente de mayor influencia en la Pedagogía
    Tradicional.

    Tal Pedagogía Eclesiástica tiene como
    centro la disciplina, de manera férrea e indiscutible, que
    persigue, en última instancia, afianzar, cada vez
    más, el poder del
    Papa, en un intento de fortalecer la Iglesia ya
    amenazada por la Reforma Protestante y a la cual le resultaba
    necesario el poder disponer de hombres que les respondieran sin
    vacilación alguna, en base de una conducta formada
    en la rigidez y el orden absoluto. Al margen de algunos de los
    antecedentes planteados, puede decirse que la Pedagogía
    Tradicional comienza a fraguarse en el siglo XVIII, que emerge en
    ese momento del desarrollo social
    de la humanidad, con la aparición de las llamadas Escuelas
    Públicas, tanto en Europa como en la
    América
    Latina, reflejos a la postre de los grandes cambios
    precipitados por las revoluciones republicanas de los siglos
    XVIII y XIX, animadas por la doctrina política y social del
    liberalismo.

    Es en el siglo XIX, que la Pedagogía Tradicional,
    como práctica pedagógica ya ampliamente extendida
    alcanza su mayor grado de esplendor, convirtiéndose
    entonces en la primera institución social del estado
    nacionalista que le concede a la escuela el
    valor
    insustituible de ser la primera institución social,
    responsabilizada con la educación de todas las capas
    sociales.

    Es precisamente a partir de este momento en que surge la
    concepción de la escuela como la institución
    básica, primaria e insustituible, que educa al hombre para
    la lucha consciente por alcanzar los objetivos que
    persigue el Estado, lo
    que determina que la Pedagogía Tradicional adquiera un
    verdadero e importante carácter de Tendencia
    Pedagógica, en cuyo modelo
    estructural los objetivos se presentan de manera tan solo
    descriptiva y declarativa más dirigidos a la tarea que el
    profesor debe realizar que a las acciones que el alumno debe
    ejecutar sin establecimiento o especificación de las
    habilidades que se deben desarrollar en los educandos,
    otorgándoles a éstos últimos el papel de
    entes pasivos en el proceso de enseñanza al cual se le
    exige la memorización de la información a él
    transmitida, llevándolo a reflejar la realidad objetiva
    como algo estático, detenida en el tiempo y en el espacio,
    como si no contara de manera alguna la experiencia existencial de
    quienes aprenden como si los contenidos que se ofrecen estuvieran
    desvinculados, en parte o en su totalidad de la mencionada
    realidad objetiva, constituyendo un conjunto de conocimientos y
    valores
    sociales acumulados por las generaciones precedentes y que se
    transmiten como si fueran verdades acabadas, disociados del
    entorno material y social del educando.

    La Tendencia Pedagógica Tradicional no profundiza
    en el
    conocimiento de los mecanismos mediante los cuales se
    desarrolla el proceso de aprendizaje. Ella modela los
    conocimientos y habilidades que se habrán de alcanzar, de
    manera empírica en el estudiante, por lo que su
    pensamiento teórico nunca alcanza un adecuado desarrollo.
    La información la recibe el alumno en forma de discurso y la
    carga de trabajo práctico es mínima sin control del
    desarrollo de los procesos que subyacen en la adquisición
    del conocimiento, cualquiera que sea la naturaleza de
    éste, lo que determina que ese componente tan importante
    de la medición del aprendizaje que es la evaluación
    este dirigido a poner en evidencia el resultado alcanzado
    mediante ejercicios evaluativos meramente reproductivos, que no
    enfatizan, o lo hacen a escala menor, en
    el análisis y en el razonamiento.

    En la relación alumno-profesor predomina
    plenamente la autoridad del
    segundo, con un aspecto cognoscitivo paternalista: lo que dice el
    profesor es respetado y cumplido por el alumno, con principios
    educativos poco flexibles, impositivos y cohercitivos.

    La Tendencia Pedagógica Tradicional tiene, desde
    el punto de vista curricular un carácter racionalista
    académico en el cual se plantea que el objetivo esencial
    de la capacitación del hombre es que el mismo adquiera los
    instrumentos necesarios que le permitan tan solo intervenir en la
    tradición cultural de la sociedad; no obstante ello esta
    tendencia se mantiene bastante generalizada en la actualidad con
    la incorporación de algunos avances e influencias del
    modelo
    psicológico del conductismo
    que surge y se desarrolla en el siglo XX.

    En resumen, la Tendencia Tradicional resulta
    insuficiente y deficiente en el plano teórico cognitivo y
    de la praxis del ser humano por cuanto ve en éste
    último a un simple receptor de información,
    sin

    preocuparse de forma profunda y esencial de los procesos
    que intervienen en la asimilación del conocimiento como
    reflejo más o menos acabado de la realidad objetiva, sin
    prestarle la debida importancia al papel, ciertamente decisivo de
    los aspectos internos que mueven la determinación de la
    conducta social
    del individuo y las influencias, favorecedoras o no, que
    éstas puedan tener sobre el aprendizaje
    del mismo: la retención de la información se
    alcanza en base de una repetición mecánica de ejercicios sistemáticos
    y recapitulados, de manera esquemática y
    enciclopedista.

    5- Escuela Nueva:
    algunas esencialidades

    La Tendencia pedagógica conocida con el nombre de
    la Escuela Nueva, puede decirse que surgió con el
    filósofo y pedagogo norteamericano John Dewey (1859-1952),
    quien planteó desde un principio que el propósito
    principal de la educación, condicionador de las distintas
    tareas o aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje
    debía estar dado por los intereses de los propios alumnos,
    es decir, por las fuerzas interiores que llevan a estos a la
    búsqueda de la información educativa y al
    desarrollo de las habilidades capacitivas. En esta tendencia
    pedagógica alcanzan un mayor auge los intentos por dirigir
    a los educandos más hacia las acciones prácticas
    concretas, que hacia los ejercicios teóricos,
    situación esta que ya se había iniciado hacia
    finales del siglo XIX con una mayor propagación en las
    primeras décadas de este siglo y en cuya esencia todo se
    dirigía, a una crítica profunda de los procedimientos
    autoritarios e inflexibles condicionados por la Tendencia
    Pedagógica Tradicional, en contra del enciclopedismo
    pasivo asignado al alumno.

    La Escuela Nueva, como Tendencia Pedagógica que
    es, enfatiza la importancia que tiene que el educando asuma un
    papel activo, consciente de lo que desea aprender, en
    consecuencia con sus posibilidades e intereses, lo que trae
    aparejado un cambio
    importante de las funciones que
    entonces debe realizar el profesor en el desarrollo del proceso
    enseñanza-aprendizaje que posibilite alcanzar realmente,
    de forma medible, los objetivos
    propuestos..

    La Escuela Nueva persigue, en sus concepciones
    teóricas y proyecciones prácticas, garantizar el
    logro de una mayor participación con un grado más
    elevado de compromiso de todo ciudadano con el sistema
    económico-social imperante, en base de la
    consideración, no del todo correcta, de que la
    satisfacción de las aspiraciones del ser humano, como
    individuo y como ser social, contribuiría de manera
    sustancial a lograr cierto tipo de equilibrio en
    la sociedad, a punto de partida, sobre todo de la
    suavización o eliminación de las contradicciones
    entre las clases y dentro de las clases mismas.

    En las ideas de Dewey aflora con meridiana claridad que
    la escuela es una real institución social en la cual se
    deben concentrar todos los medios
    disponibles que contribuyan y posibiliten que el individuo
    exprese, con la mayor fuerza y alcance, las potencialidades
    biológicas y cognitivas que posee, o lo que es lo mismo,
    que el individuo llegue a desarrollar al máximo sus
    capacidades para luego proyectarlas en la sociedad de manera tal
    que contribuya a su desarrollo ulterior y al suyo propio.
    "El hombre se
    forma para vivir dentro de su medio social" decía este
    filósofo y pedagogo norteamericano, "como si la escuela
    fuera en la práctica una comunidad en
    miniatura, con un fuerte sentido democrático favorecedor
    de la colaboración y ayuda mutua entre los ciudadanos; a
    ella resulta necesario llevar el avance industrial de todo tipo
    alcanzado hasta ese momento para poner así en contacto al
    individuo con lo ya logrado y promover en él la necesidad
    de alcanzar otros nuevos y superiores".

    La divisa de la Escuela Nueva como tendencia
    pedagógica es aprenderlo todo, haciéndolo, en un
    intento de subordinar a la experiencia práctica concreta
    los aspectos teóricos contenidos en los libros.

    En resumen, a la Tendencia Pedagógica
    desarrollada y que se sustenta esencialmente en las ideas de
    Dewey se le puede considerar como una pedagogía que
    además de tener una esencia genética
    resulta, al mismo tiempo, funcional y social. Lo genético
    está en correspondencia con el hecho de que la
    educación no es más que la apariencia
    fenoménica de la expresión de determinadas
    potencialidades biológicas determinantes a su vez de
    capacidades cognitivas en el individuo. Es también
    funcional porque en definitiva persigue desarrollar las referidas
    potencialidades biológicas cognitivas en el camino de la
    búsqueda y consecución de los procesos mentales que
    resulten útiles tanto para la acción presente como
    para la futura, es decir, considera a los procesos y actividades
    de naturaleza psíquica. Como los instrumentos capaces de
    proporcionarle al individuo el mantenimiento
    de su propia vida. El aspecto social se basa en la
    concepción de que siendo el ser humano una parte o
    elemento necesario de la sociedad es imprescindible educarlo de
    manera tal que en su práctica resulte útil para la
    misma y contribuya a su desarrollo progresivo.

    6- Tecnología Educativa: algunas
    esencialidades

    Otra de las Tendencias Pedagógicas
    contemporáneas es la denominada Tecnología Educativa,
    precisamente, ha logrado un desarrollo importante y una
    difusión notable en la actualidad como consecuencia de las
    ventajas inmediatas que brinda, debido, sobre todo, al lenguaje
    técnico y aseverativo que utiliza.

    En las investigaciones
    teóricas de las ciencias cuyo
    objeto de estudio lo constituyen aquellos aspectos relacionados,
    de manera más o menos directa con el proceso de la
    transferencia de la información y, por ende, con la
    enseñanza-aprendizaje, la educación y la
    capacitación, pone en evidencia lo útil que resulta
    elaborar y ejecutar en la práctica las llamadas
    tecnologías de la instrucción, en correspondencia
    con el concepto de
    tecnología
    de la producción material de aquí, que
    cuando se procede en tal sentido la atención y los procedimientos a ejecutar se
    dirigen en lo fundamental, a los métodos y
    medios utilizados en la imprescindible transferencia informativa
    sin la cual lo educativo-capacitivo resultaría, en
    definitiva, una falacia o distaría mucho de lo que
    ciertamente se desea alcanzar.

    La creación de la Tecnología
    Educativa se atribuye a Skinner,
    profesor de la Universidad de
    Harvard, en el año 1954.

    En el contexto de esta tendencia pedagógica
    el aprendizaje
    deviene o resulta, en su esencia, una consecuencia de la
    fijación de secuencias de estímulos o
    señales portadoras de información provenientes del
    entorno donde el sujeto que aprende se encuentra, así como
    las respuestas asociadas o conectadas con tales repertorios. Es,
    simplemente, un esquema tipo estímulo-respuesta, donde se
    encuentra, aunque no se mencione de manera explícita, un
    elemento de naturaleza material biológica dado por lo
    neuronal del Subsistema Nervioso Central del ser humano. La
    huella dejada sobre tal sustrato material del citado repertorio
    de estímulos provenientes del entorno, inmediatamente
    después, y por asociación, condiciona una respuesta
    específica, característica, propia de los trenes de
    estimulación referidos.

    Si bien la Ciencia Pedagógica establece y define
    las particularidades y peculiaridades de los métodos y
    medios que se habrán de utilizar en el proceso de
    enseñanza-aprendizaje con el propósito de lograr,
    en el menor tiempo con un mínimo de esfuerzos, una
    educación y capacitación adecuados, los mismos
    pueden resultar, a la postre más eficientes y eficaces
    siempre y cuando se utilice para ello el recurso que proporcionan
    medios tecnológicos apropiados. En este caso se
    favorecerá de manera significativamente importante el
    aprendizaje, con respuestas producidas por estímulos
    neutrales asociados a un estímulo efectivo. Tal presupuesto
    permitió también a Skinner

    plantear lo que pudiera denominarse una segunda variante
    de su tecnología educativa, caracterizada por un
    condicionamiento operante o instrumental: la respuesta que se
    procura precisa o requiere de la presencia previa o anticipada de
    un estímulo, donde el operante no es más que una
    conexión respecto a la cual el estímulo aparece o
    se produce después de la respuesta.

    En el contexto de esta tendencia pedagógica
    resulta evidente que el aprendizaje se realiza mediante un
    proceso de ensayo y
    error, caracterizado por el hecho de que el sujeto genera
    conductas más o menos diferentes hasta que alcanza la
    más adecuada, la cual sirve para fijar la conexión
    entre el estímulo proveniente del medio, y la respuesta en
    cuestión.

    La Pedagogía como Ciencia de la Educación
    se preocupa por el carácter práctico que se
    materializa en la metodología y en los medios utilizados con
    tal propósito. Así mismo, en correspondencia
    consecuente con la existencia del llamado pronóstico
    pedagógico científico, en el cual tiene su
    más viva expresión las leyes que rigen el
    desarrollo y obtención del conocimiento verdadero de la
    realidad objetiva, la tecnología educativa, siempre y
    cuando se la utilice de manera racional y lógica puede
    favorecer, la apropiación del mismo.

    En la Tecnología Educativa contemporánea
    intervienen de manera decisiva "la
    televisión, el cine, los
    retroproyectores, las computadoras y
    demás elementos de material y de programación, aunque realmente el sentido
    de tal tendencia se puede ampliar aún más, con el
    propósito de que en el mismo no solo queden comprendidos
    tales medios y materiales,
    sino que al mismo tiempo sea considerada, con un enfoque
    sistémico, los aspectos referentes a la concepción,
    aplicación y evaluación, en su conjunto, de todos
    aquellos factores que intervienen y deciden, en mayor o menor
    grado, la eficiencia del proceso educativo, en correspondencia
    siempre con objetivos previamente trazados de manera precisa y
    que se sustentan en resultados alcanzados en investigaciones
    relacionadas con los diferentes factores que intervienen en la
    instrucción y en el complejo fenómeno de la
    comunicación humana, para condicionar y determinar, en
    su conjunto, los medios humanos y materiales,
    una educación realmente eficaz.

    En resumen, la Tecnología Educativa, como
    tendencia pedagógica, en un marco de contemporaneidad, no
    es más que la consecuencia de la búsqueda incesante
    por encontrarle al proceso de la enseñanza-aprendizaje una
    base de sustentación más científica que
    posibilite a punto de partida de la utilización de
    recursos
    técnico materiales idóneos el aprendizaje, en
    relación con el cual siempre se encuentra, de manera
    subyacente ese elemento de naturaleza biológica,
    caracterizado por el Subsistema Nervioso Central del ser humano,
    con el cual los referidos recursos

    pueden interactuar y dejar una huella, favorecedora o
    caracterizadora del conocimiento nuevo adquirido de la forma
    más eficiente posible.

    Partes: 1, 2, 3

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