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China: El dragón despierto (página 5)




Enviado por Roberto Yrago



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

El Consenso de post Washington fue motivo de análisis por Stiglitz , del cual ponemos
los conceptos más relevantes a
continuación:

El consenso de Washington sostuvo que el logro de buenos
resultados económicos requería de la
liberalización comercial, de la estabilidad
macroeconómica y de la correcta determinación de
precios.

Estas cuestiones son importantes para que los mercados
funcionen bien. Los inversores no pueden tomar decisiones
correctas si la inflación gira en el entorno del
100%.

Hacer funcionar bien los mercados requiere algo
más que una baja inflación; requiere
regulación fiscal,
políticas para la competencia,
políticas que faciliten la transmisión de tecnología y
promuevan la transparencia, por citar algunos aspectos no
tratados en el
consenso de Washington.

Se deben incluir otras metas distintas del crecimiento,
tales como el desarrollo
sostenible, el desarrollo
equitativo y el desarrollo democrático.

Hoy en día, una parte muy importante del
desarrollo consiste en buscar estrategias
complementarias, que sirvan para avanzar en todas estas metas
simultáneamente.

Algunas lecciones de la crisis
financiera de Asia.

Como introducción se debe anunciar que los
países del Este Asiático no habían seguido
estrictamente las recetas dictadas por el Consenso.

La política industrial
de estos países, diseñada para acercarse
tecnológicamente a los países más avanzados,
era, de hecho, contraria al espíritu del
Consenso.

Algunos ideólogos han aprovechado la coyuntura
para sugerir que la raíz del problema (crisis financiera
del Sudeste asiático) radicaba en el sistema de
intervención estatal activa.

Sin embargo, los logros, que no solo incluyen aumentos
del PBI per capita, sino también incrementos en la
esperanza de vida, en el nivel de educación y en una
gran reducción de la pobreza, son
mejoras reales y más duraderas que la crisis financiera
sufrida.

Uno de los errores cometidos por Corea, proveniente del
ámbito financiero, fue el préstamo en exceso a
compañías con altos niveles de riesgo y
débil gobierno
corporativo. Pero el error no estuvo en que el gobierno dirigiera
equivocadamente el crédito
– el hecho de que la crisis fuera causada por créditos de EEUU, europeos y japoneses
sugiere que las entidades de mercado
también pueden dirigir equivocadamente su crédito.
El verdadero problema fue la falta de intervención
estatal, la subvaloración por el gobierno de la
regulación financiera y de la gobernabilidad
corporativa.

Haciendo que los mercados funcionen
mejor.

El Consenso se basó en la experiencia latino
americana de los años 80. Las políticas
públicas disfuncionales hicieron que el PBI bajara 3
años consecutivos.

El déficit del presupuesto fue
elevado ( entre 5% y 10% del PBI) y el gasto que lo causaba era
utilizado no tanto para realizar inversiones
productivas como para subsidiar al enorme e ineficiente sector
público.

En un principio el déficit fue financiado con
préstamos (incluidos importantes préstamos
externos).

Con fuertes restricciones sobre las importaciones y
sin incentivos para
las exportaciones, ni
elevar su eficiencia o
standars de calidad.

Después de 1980, el aumento de la tasa de
interés
de EEUU restringió la oferta de
préstamos y elevó la carga por pago de intereses,
forzando a muchos países a recurrir al señoreaje
(emisión dinero
espurio, sin respaldo) para financiar la brecha entre el
continuado nivel de gasto
público y la menguante base fiscal (recaudación
impositiva en declive por baja de actividad).

El resultado fue una alta inflación y sumamente
variable.

La Argentina y el Brasil alcanzaron
estabilizaciones exitosas. Los desafíos que seguidamente
debían enfrentar eran los propios del diseño
de una segunda generación de reformas.

Dichos ajustes no fueron realizados a partir de 1995,
que fue el momento apropiado y además recomendado por los
organismos internacionales, y que propició la salida de
Cavallo del Ministerio de Economía -sin hacer juicios de valor sobre
éste-.

Las luchas políticas por la re-elección y
la puja entre Menem y Duhalde
anularon la posibilidad de entrar en la segunda parte de las
reformas.

El énfasis en la inflación (principal
padecimiento de los latino-americanos, que dio lugar al Consenso)
ha distraído la atención de otras fuentes de
macro-inestabilidad, principalmente la debilidad del sistema
financiero.

La focalización de la liberación de los
mercados puede tener el efecto perverso de contribuir a la
inestabilidad macroeconómica través del
debilitamiento del sector financiero.

El Consenso también olvidó o
subestimó la educación y las
mejoras en tecnología, bases del desarrollo
sostenible.

El éxito
del Consenso como doctrina intelectual se basa en su simplicidad:
las políticas se basan en unos pocos indicadores
económicos, tales como: inflación, crecimiento de
la oferta de dinero, tasas de
interés, déficit presupuestario y comercial,
que sirven de base para efectuar recomendaciones generales de
política económica, pero insuficientes.

No son desdeñables los consejos, porque tienden a
lograr un equilibrio
macroeconómico fundamental, pero insuficientes, y en
algunos casos erróneas.

Luego, son insuficientes en lo que se refiere a
limitarse a establecer sólo los pre-requisitos para el
desarrollo.

El proceso
político puede tener un importante papel en la
elección de una dirección económica.

Por lo tanto, la estabilidad macroeconómica y la
liberación comercial, como la reforma del sistema
financiero, el papel del gobierno como complementador del sector
privado y la mejora de la efectividad estatal son aspectos
importantes no tratados por el Consenso.

La liberalización comercial y la privatización son aspectos claves de toda
política macroeconómica sana, pero no son fines en
si mismos.

Solo son medios para
alcanzar un mercado menos distorsionado, más competitivo y
más eficiente y deben ser complementados por regulaciones
efectivas y por políticas de competencia.

El control de la
inflación

Probablemente la receta más importante del
Consenso dentro del paquete de medidas de estabilización
sea el control de la inflación.

El argumento para la lucha del flagelo se basa en tres
premisas:

  1. la más esencial es que la inflación es
    costosa y por lo tanto debe ser eliminada o
    reducida.
  2. Una vez que la inflación comienza a crecer
    tiende a acelerarse y a quedar fuera de control. Esta creencia
    proporciona una fuerte motivación para combatirla, por lo cual
    el riesgo de incremento de la inflación termina pesando
    mucho más fuertemente que el riesgo de los efectos
    adversos sobre el producto y
    el empleo.
  3. La tercer premisa sostiene que los efectos de la
    inflación son muy costosos de revertir. Esta
    línea de pensamiento
    implica que aún si mantener bajo el desempleo fuera
    más valorado que el mantener una baja inflación,
    deberían tomarse medidas para impedir que crezca la
    inflación, a fin de evitar tener que inducir más
    tarde grandes recesiones a los efectos de
    reducirla.

Estas tres premisas pueden ser verificadas
empíricamente.

Pero dicha verificación únicamente
demuestra que la alta inflación es costosa. Cuando los
países superan la tasa del 40% anual caen en la trampa de
la alta inflación y el bajo crecimiento.

Recientes investigaciones
sugieren que bajos niveles de inflación pueden incluso
mejorar los resultados económicos con relación a
los que se obtendrían con tasas de inflación
nula.

Desde el punto de vista de Stiglitz, la
conclusión a que se deriva de estas investigaciones es que
el control de la inflación elevada o media debería
ser una prioridad política fundamental, pero que llevar la
ya baja inflación a niveles aún más bajos
probablemente no hará mejorar el funcionamiento de los
mercados.

El déficit presupuestario y de cuenta
corriente.

Un segundo componente de la estabilidad
macroeconómica ha sido la reducción del
tamaño del gobierno, del déficit del presupuesto y
de la cuenta corriente (llamados déficit
gemelos)

Numerosas evidencias
muestran que altos y sostenidos déficit presupuestarios
resultan deletéreos para el desempeño económico.

El nivel óptimo del presupuesto no puede
determinarse fácilmente. El déficit sostenible
depende circunstancias que incluyen el estado
cíclico de la economía – No acepta reglas fijas
como los monetaristas extremos, sino políticas de
regulación- las perspectivas de crecimiento
económico, la utilización del gasto
gubernamental, la envergadura de los estados
financieros y los niveles de inversión y ahorro
nacionales.

También el nivel óptimo del déficit
de la cuenta corriente es difícil de
determinar.

Tal déficit proviene cuando un país
invierte más de lo que ahorra.

En muchos países la tasa de retorno de la
inversión sobrepasa largamente el costo del
capital
internacional y en dicha coyuntura los déficit son
sostenibles.

La forma de financiación también es
importante. La ventaja de la inversión
extranjera directa no sólo reside en el capital y
el
conocimiento que provee sino en el hecho de que tiene a ser
muy inestable, en tanto que las condiciones políticas y la
seguridad
jurídica lo sean. En tanto la inversión tenga
rentabilidad y
no pérdidas las mismas se mantendrán)

Promover el crecimiento a largo plazo

Una de las mayores metas de la política
debería ser minimizar o evitar las contracciones
económicas.

Los costos
económicos de las recesiones pueden ser devastadores para
la sociedad
provocando tensiones sociales y políticas.

La dificultad de endeudarse para financiar investigación y desarrollo significa que
las empresas
necesitarán reducir drásticamente sus gastos en I+D
cuando su flujo de caja
decrece en situaciones recesivas.

El resultado será un crecimiento más lento
de la productividad de
todos los factores.

En general, puede casi asegurarse que la inestabilidad
del crecimiento provoca incertidumbre y desincentiva por tanto la
inversión.

La estabilidad macroeconómica es una buena
política macroeconómica, que incluya una
política monetaria anticíclica (stocks de
intervención o fondos anticíclicos monetarios) y
una política
fiscal que permita operar a los estabilizadores
automáticos.

Hay abundante literatura que apoya la
importancia de la microeconomía como sostén de la
estabilidad macroeconómica.

Dicha literatura enfatiza la importancia de los mercados
financieros y explica las recesiones a través de
mecanismos tales como la racionalización del
crédito y las quiebras en la banca y las
empresas.

En el siglo XIX la mayoría de las recesiones se
dieron como resultado de pánicos financieros. Que
conducía a caídas de los precios de los activos y
quiebras generalizadas del sistema bancario.

La cuestión clave no debería ser la
liberalización o desregulación sino la construcción del marco regulatorio que
asegure un sistema financiero efectivo.

En muchos países cabría la
eliminación de marcos restrictivos de la competencia
financiera, pero acompañando estos cambios con
regulaciones crecientes que garanticen la competencia y el
comportamiento
prudente, para que los bancos posean los
incentivos adecuados.

Una vez se ha puesto el diseño adecuado,
deberá hacerse la transición con sumo cuidado y
prudencia,.

Todos los países tienen un objetivo
primario de la regulación, que debería ser asegurar
que los participantes enfrenten el tipo de incentivos correctos;
el gobierno no puede y no debería implicarse en el
monitoreo de cada transacción, para evitar agrandar
controles sino focalizarlos. El aforismo aplicable sería
que el que mucho abarca poco aprieta.

Los desórdenes monetarios bancarios no se
solucionan con incremento de las tasas de interés (para
elevar la calificación de los requirentes y sacar a los
que no pueden tomar los créditos a ese precio). Por
el contrario es contraproducente y como resultado del incremento
de la tasa de
interés conduce a reducciones sustanciales del
patrimonio de
los bancos, exacerbando las crisis bancarias.

Las crisis bancarias (según datos
empíricos) tienen severas consecuencias
macroeconómicas, afectando el crecimiento durante los
siguientes 5 años.

El proceso de reforma financiera

La importancia de crear un sólido sistema
financiero va mas allá de prevenir simplemente las crisis
económicas.

El sistema financiero puede asimilarse al cerebro de la
economía.

Juega un importante papel en la captación y
agregación de los ahorros de los agentes que disponen
momentáneamente de un exceso de recursos.

Estos son reasignados a otros que pueden darles
uso.

Los mercados financieros que funcionan, bien hacen un
buen trabajo a la
hora de seleccionar los receptores más productivos de esos
recursos.

En contraste los mercados financieros que funcionan
pobremente los asignan frecuentemente a sectores de baja
productividad.

Seleccionar proyectos es el
primer paso.

El sistema financiero debe seguir monitoreando el uso de
los fondos asegurándose que sean utilizados
productivamente.

En este proceso los mercados financieros cumplen muchas
otras funciones,
incluyendo la reducción del riesgo, el incremento de la
liquidez y la trasmisión de información.

Todas estas otras funciones son esenciales tanto para el
crecimiento del capital como de la productividad de todos los
factores.

La regulación en los mercados financieros
exitosos está al servicio de 4
propósitos:

  1. mantener la seguridad y solidez (regulación
    preventiva).
  2. promover la competencia
  3. proteger a los consumidores
  4. asegurar que los grupos menos
    favorecidos tengan algún acceso al capital.

En muchos casos la búsqueda de objetivos
sociales, como asegurar que las minorías y las comunidades
pobres reciban fondos (como lo hace la Community Reinvestment Act
en EEUU o garantizar préstamos hipotecarios, misión
esencial de la Federal Nacional Mortgage Assoc), puede, si se
hace bien, fortalecer los objetivos económicos.

Por supuesto, si una economía está
haciendo frente a altos niveles de inflación provocados
por excesos de demanda agregada,
el incremento de la tasa de interés -por ej. Por la
vía de encajes mínimos- debe ser visto como un
fortalecimiento de los economic fundamentals en la medida
que restablecen la estabilidad macroeconómica, reiterando
la importancia de los fondos anticíclicos.

Estimulando la competencia:

El Consenso no es suficiente para garantizar la
estabilidad macroeconómica o el desarrollo alargo
plazo.

Ambas cuestiones requieren mercados financieros
adecuados.

Pero sin confundir medios con fines. El rediseño
del sistema regulatorio y no la liberalización financiera
debería ser la cuestión.

La competencia es central para el éxito de una
economía de mercado.

Los teoremas fundamentales de la Economía del
Bienestar, esto es, los resultados que establecen la eficiencia
de una economía de mercado, supone la existencia, tanto de
la propiedad
privada como de mercados competitivos.

Los países en economía de
transición y en desarrollo carecen de ellos.

La sustitución de importaciones demostró
ser una estrategia de
desarrollo altamente inefectiva, dejando obsoleto el paradigma del
deterioro de los términos del intercambio introducido por
Prebisch, neo-estructuralista de amplia repercusión en
Latinoamérica y Argentina, en la
década de los ´60.

En muchos países la producción industrial tenía valor
agregado negativo y su capacidad de innovación había sido
sofocada.

Los gobiernos podrían haber creado competencia
entre las empresas domésticas, lo que hubiera provocado
incentivos para importar nueva tecnología.

En verdad, fue el fracaso en la creación de
competencia interna más que la protección del
exterior lo que produjo el estancamiento

Tan importante al menos como crear competencia en el
sector anteriormente protegido frente a las importaciones resulta
hacerlo en el sector exportador, para mejorar el Sector Externo,
fuente de divisas
genuinas.

El modelo
estándar de teorías
económicas predice que los países cambiarán
inter-sectorialmente, moviéndose a lo largo de su frontera de
producción potencial produciendo más de aquello en
lo que son mejores y comprando más de aquello en lo que
son peores-ventajas comparativas, entendiéndose como
frontera de producción que no se puede producir un bien
adicional sin disminuir la producción de otro a la
capacidad máxima de producción.

En cierto sentido era natural que el Consenso se
centrara más en la privatización que en la
competencia.

No solo eran ineficientes las empresas estatales; sus
pérdidas contribuían además al
déficit del presupuesto, cubriendo los mismos con
préstamos externos y reforzando el desequilibrio del
sector externo, influyendo negativamente en la
economía.

La privatización mataba dos pájaros de un
tiro al mejorar la eficiencia económica y reducir el
déficit fiscal.

La idea era que si podían crearse derechos de propiedad, el
comportamiento maximizador de beneficios de los propietarios
eliminaría el derroche y la ineficiencia. Al mismo
tiempo la
venta de las
empresas produciría ingresos fiscales
muy elevados y/o reducción de la deuda externa por
compensación.

Pero las privatizaciones fueron defectuosas.. la
mayoría hubiera querido una reestructuración
más ordenada y el establecimiento de una estructura
legal más efectiva.

En esos momentos, privatizar rápida y ampliamente
-postergando los problemas para
el futuro- parecía ser un juego
razonable.

Considerado desde el presente, los partidarios de la
privatización pueden haber sobreestimado los beneficios y
subestimado los costos de la privatización;
particularmente los costos políticos del propio proceso y
los impedimentos que han supuesto para futuras reformas. Hoy
dicho juego parece ser mucho menos justificado.

Muchos alertamos sobre el peligro de privatizaciones
precipitadas sin crear la necesaria infraestructura
institucional, incluyendo mercados competitivos y cuerpos
reguladores.

Si falta competencia, la creación de un monopolio
privado no regulado, resultará probablemente en precios
incluso más altos para los consumidores (Nota: telefonía y telefonía móvil
en sus inicios).

Hay alguna evidencia de que sin competencia, los
monopolios privados pueden sufrir diversas formas de ineficiencia
y pueden ser muy poco innovadores.

La experiencia de las economías China y Rusa
demuestran que es más importante la competencia que la
propiedad privada o gubernamental de las empresas de servicios u
otras.

Asimismo hay que dejar nota que ha sido difícil
prevenir la corrupción y otros problemas en la
privatización de los monopolios.

Privatizar un monopolio puede crear un poderoso
entramado de intereses que obstaculiza la posibilidad de
regulación o competencia en el futuro.

Estableciendo la regulación:

La competencia es un ingrediente esencial de toda
economía exitosa.

Pero no es viable en los monopolios
naturales.

Las nuevas
tecnologías han expandido el ámbito para la
competencia en muchos sectores que históricamente han
estado
fuertemente regulados, como las comunicaciones
y la energía eléctrica.

Permitir a una empresa con
poder de
mercado en una parte de la industria
regulada ganar una posición de completa dominación
sobre las otras partes de esa industria comprometerá
seriamente la eficiencia económica.

Forjando políticas de
competencia.

Aunque el ámbito de competencia posible se ha
expandido, ésta es normalmente imperfecta, sobre todo en
los países en vías de desarrollo.

La competencia puede ser suprimida de varias maneras que
incluyen la colusión implícita y los precios
predatorios.

El establecimiento de leyes
antimonopolios para los países en desarrollo es un tema
que no ha sido examinado cuidadosamente. Los países deben
elaborar sus propias normas y no
tomarlas textuales de normativas más sofisticadas como las
de EEUU.

La mejor manera de neutralizar estos abusos sería
elaborar leyes de juego limpio para el comercio y la
competencia a partir del conocimiento
más profundo sobre la naturaleza de
la competencia, que ha sido elaborada a lo largo del siglo XX por
las autoridades antimonopolios y los economistas de la
organización industrial.

El gobierno como complementador de los
mercados.

Las políticas del Consenso se basaban en el
rechazo del papel activista del Estado con una posición
antikeynesiana y en la promoción de un estado minimalista y no
intervencionista. La premisa implícita era que los
gobiernos son peores que los mercados. Por consiguiente cuanto
menor el tamaño del Estado era mejor.

Conseguir que el gobierno se centre en las cuestiones
fundamentales -políticas económicas,
educación básica, salud, caminos, ley y orden-
constituye un objetivo básico.

Pero centrarse en lo fundamental en absoluto equivale a
recetar un gobierno minimalista.

El estado tiene un rol importante que jugar en la
producción de regulaciones apropiadas, la
protección y el bienestar social. El estado debe
implicarse más allá de su tamaño.

El gobierno debe servir como complemento de los mercados
emprendiendo acciones que
hagan que estos funcionen mejor y corrigiendo fallas del mercado,
haciendo de catalizador de tales baches. Luego de desarrollado su
rol catalítico el estado debe retirarse.

Formando recursos humanos

El papel de los recursos
humanos en el crecimiento económico viene siendo
apreciado desde hace tiempo.

La contabilidad
del crecimiento también atribuye una porción
sustancial del crecimiento producido en los países en
desarrollo a la acumulación de recursos
humanos.

Las economías asiáticas enfatizaron el rol
del gobierno en la provisión de educación
universal, lo que constituía una parte necesaria de su
rápida transición desde una enorme economía
agraria (Nota: casi de subsistencia) a otra
industrial.

Librado a sí mismo, el mercado generará
una oferta insuficiente de recursos humanos. Es muy
difícil tomar prestado contra ingresos futuros , pues el
capital humano
no puede ser constituido en garantía. Estas dificultades
resultan especialmente severas para las familias más
pobres. Los gobiernos tienen que jugar entonces un papel
importante en la provisión de educación
pública, contribuyendo a facilitarla y fortaleciendo el
acceso al financiamiento.

Transfiriendo tecnología

La contabilidad del crecimiento atribuye la
mayoría de los aumentos registrados en el ingreso per
capita
al mejoramiento de la productividad total de los
factores, que proviene del incremento de la cantidad de producto
por unidad de insumo- valor agregado-, lo que se debe en parte al
mejoramiento de la tecnología.

Los beneficios derivados para la sociedad de un aumento
de la inversión en tecnología sobrepasan de lejos
los beneficios obtenidos por los empresarios
individuales.

Sin la acción
del gobierno habrá demasiada poca inversión en la
producción y adopción
de nuevas tecnologías.

Para la mayoría de los países que no se
encuentran en la frontera tecnológica o sea al
límite máximo de tecnología, donde los
beneficios asociados con la facilitación de la
transferencia de tecnología son mucho mayores que los
derivados de la inversión en I+D original . Es decir dar
el salto tecnológico el salto tecnológico,
superando estados intermedios.

Las políticas para facilitar la transferencia de
tecnología constituyen, pues la clave del
desarrollo.

Otra política que puede promover la transferencia
de tecnología es la inversión extranjera directa,
que llega cuando hay seguridad jurídica y perspectivas de
rentabilidad, inexorablemente.

Es posible que surja una tensión entre los
incentivos para producir conocimiento y los beneficios derivados
de su mayor diseminación.

Un mecanismo probable a adoptar para ello es el sistema
acumulativo de la secuencia: copiar-adaptar-innovar-difundir de
los países asiáticos. Y formar el Triángulo
de Sábato,
es decir: la tríada empresa-gobierno-sistema de ciencia y
tecnología.

Haciendo más efectivos a los
gobiernos

Cómo pueden diseñarse políticas que
incrementen la productividad de la economía?

Utilizando datos de 94 países a lo largo de tres
décadas, el estudio muestra que no
son sólo las políticas económicas y el
capital humano sino la calidad de las instituciones
de un país lo que determinan los resultados
económicos.

Dichas instituciones determinan, en efecto, el entorno
en que operan los mercados Un entorno débil permite mayor
arbitrariedad por parte de las agencias estatales y los
funcionarios públicos.

El Estado debe ajustar los roles a sus
capacidades.

Pero la capacidad actualmente disponible no es un
destino.

Los estados pueden mejorar sus capacidades fortaleciendo
sus instituciones. Esto significa no sólo construir
capacidades administrativas o técnicas
sino instituir reglas y normas que provean a los funcionarios de
los incentivos para actuar en interés de la colectividad,
restringiendo a la vez la acción arbitraria y la corrupción.

Un Poder Judicial
independiente, frenos y contrapesos institucionales a
través de la división efectiva de poderes y un
control efectivo pueden restringir la acción arbitraria
del estado y la corrupción. Salarios
competitivos para los funcionarios públicos pueden atraer
gente más preparada e incrementar el profesionalismo y la
integridad.

El Estado puede: p.ej. abrir licitaciones y concursos
para comprar bienes y
servicios profesionales como para asignar recursos
públicos. B) puede contratar agentes externos c)puede
utilizar contratos basados
en el desempeño -por resultados-.

A su vez los gobiernos son más efectivos cuando
responden a las necesidades e intereses de los ciudadanos
dándoles sentido de pertenencia y de implicación en
las políticas en forma consensuada.

Ampliando las metas del desarrollo

El Consenso de Washington abogó por el uso de una
pequeña serie de instrumentos (que incluían la
estabilidad macroeconómica, la liberalización
comercial y las privatizaciones) para alcanzar una meta limitada:
el crecimiento económico.

El consenso post Washington reconoce que es necesario
tener un conjunto más amplio de instrumentos.

Incrementos en los niveles de vida, incluyendo mejor
educación y salud y no sólo aumentos del PBI.
Buscamos desarrollo sostenible.

Pretendemos desarrollo equitativo y que asegure a todos
los grupos de la sociedad y no sólo una élite gocen
los frutos del desarrollo.

Y perseguimos desarrollo democrático para que
todos los ciudadanos participen por múltiples vías
en las decisiones que afectan a sus vidas, reconociéndose
que el incremento en tecnología provoca inicialmente un
incremento en la desigualdad, por la expulsión de mano de
obra no calificada.

El incremento posterior será beneficioso, pero
los resultados no son rápidos ni de alcance
universal.

Observaciones finales.

El objetivo del Consenso de Washington se basó en
el deseo de evitar los peores desastres. Aportó algunos de
los fundamentos para el buen funcionamiento de los mercados, pero
en forma incompleta y en algunos casos induciendo a errores ( que
son corregibles ampliando las políticas)

El éxito de las economías asiáticas
dependió de muchas más cosas que la estabilidad
macro o las privatizaciones.

Sin un sistema financiero sólido – en cuya
creación de reglas intervenga el gobierno- resulta muy
difícil movilizar el ahorro o asignar eficientemente el
capital.

Si la inversión pública en recursos
humanos y transferencia de tecnología es insuficiente, el
mercado por sí solo no llenará la
brecha.

Estas son las ideas emergentes del Consenso de
Washington, y mejoradoras del mismo, reconociendo con humildad su
autor, que no tiene todas las respuestas.

En la actualidad las explicaciones sobre el crecimiento
económico coinciden en la importancia del aumento de la
productividad y fundamentalmente del progreso tecnológico.
Pero la perspectiva para el siglo XXI y las deducciones sobre las
causas reales del crecimiento económico generaron una
revisión acerca de la sostenibilidad de altas tasas de
crecimiento en el largo plazo y la participación
fundamental del Estado en el pasado y hacia el futuro.

Además de considerar la intensificación
del capital, también debemos tener en cuenta los avances
tecnológicos. La suma de ambos factores provoca un
aumento de la producción por trabajador.

Con los avances logrados en los procesos de
producción, los nuevos productos como
la electrónica, los avances en la metalurgia,
las mejoras en el sector servicios, da lugar a asentarse en una
situación estable; la economía disfruta de una
creciente producción por trabajador, una suba de los
salarios y una mejora en el nivel de vida.

En resumen, el cambio
tecnológico, que aumenta la producción obtenida con
un conjunto dado de factores, es un ingrediente fundamental del
crecimiento de los países, y las diferencias
tecnológicas constituyen la principal causa de las
diferencias entre los niveles de vida de ellos.

La influencia de Schumpeter -el adalid de la
innovación- es notoria.

Con ello arribamos al Modelo de Main Steet donde la
premisa fundamental es el avance tecnológico, estimulado
por la promesa del uso rentable de la innovación mediante
la protección del invento a través de derechos de
propiedad, licencias y patentes.

Pero el cambio tecnológico responde a los
incentivos del mercado, por lo que, si las expectativas sobre el
crecimiento son negativas los empresarios reducen la
inversión en investigación.

Es decir que, el beneficio potencial que estimula el
avance tecnológico depende de las expectativas sobre el
aumento de la demanda
agregada, que se logra a través de salarios altos que
estimulan el consumo y que
son financiados por el aumento de la productividad y la
promoción estatal de cambio tecnológico y la
inversión pública.

El modelo puede resumirse en cuatro
supuestos:

1. El crecimiento se basa en el cambio
tecnológico

2. La innovación
tecnológica es una función
del beneficio potencial.

3. El beneficio potencial es una función del
aumento previsto de la demanda, es decir, de las expectativas de
crecimiento que generan mejores beneficios esperados.

4. Por lo tanto, el crecimiento es una función el
aumento previsto de la demanda.

En síntesis,
el modelo de Main Street dice que únicamente la
innovación es insuficiente para generar crecimiento si no
hay expectativas favorables.

Por ello, el Estado, como agente activo y para lograr
esos fines debe promocionar la tecnología y el bienestar,
como políticas de estado, utilizando todos los
instrumentos a su alcance.

Modelo de Main
Street

Invertir en investigación y
desarrollo, infraestructura y capital
humano.

Establecer un comercio libre basado en los
derechos y las normas laborales.

Impulsar salarios más
altos.

Mejorar la seguridad del
empleo.

Crear incentivos para favorecer las mejores
prácticas empresariales.

Permitir una política monetaria
expansiva.

Regular la especulación
mundial.

El modelo de Main Street, aplicado con matices por
el anterior Gobierno, y que presumimos seguirá con el
sucesor ha tenido hasta el momento notorio
éxito.

La producción de bienes y servicios por
quinto año consecutivo ha tenido un crecimiento superior
al 8%, triplicando la tasa promedio de crecimiento de nuestra
economía de las últimas
décadas.

Las consecuencias fueron la disminución
paulatina de la tasa de desempleo, incremento de la capacidad de
consumo de los trabajadores, mejoramiento de la rentabilidad
empresaria, superávit de las cuentas fiscales
y del saldo comercial de la balanza de pagos
y reconstitución de las reservas.

Reconoce Arriazu que este proceso está
generando una incipiente puja distributiva sectorial
salarios/precios, que se reconoce como una de las fuentes de
inflación. Asimismo las retenciones a los productos
exportables dan pie al descontento de los sectores involucrados.
Luego, puede esperarse un recrudecimiento de los conflictos si
no se armoniza el comportamiento de las principales variables
económicas, políticas y sociales, y se logra un
balance entre objetivos de corto y largo plazo.

El autor menciona varios comportamientos que
deberían adoptarse, de manera ejemplificativa no taxativa,
entre ellos: disminución del empleo público,
educación y entrenamiento a
los sectores sociales marginados que forman el núcleo duro
de la desocupación, permitir en la medida de lo
necesario una inflación moderada emergente dado un
crecimiento superior del PBI con respecto al PBI promedio
mundial, sin por ello perder productividad; atracción de
capitales argentinos radicados en el exterior confiados en el
recupero y sostenibilidad del crecimiento, a lo cual agregamos
seguridad jurídica, tantas veces soliviantada y origen de
la desconfianza arraigada en los potenciales
inversores.

El autor hace hincapié en que la
atenuación de las pujas distributivas es un componente
esencial de esta dinámica, puesto que la experiencia
histórica muestra con claridad como estas luchas
intersectoriales han malogrado incipientes procesos de
desarrollo.

El análisis de la experiencia de los
países con economías emergentes, que recibieron
ingentes inversiones privadas en la década de 1990,
muestran que algunos estaban más preparados que otros para
la
administración de esos flujos de
capital.

Las características que sostienen al
sistema económico de los países destinatarios de
esas inversiones fueron, entre otras, evitar el ingreso de fondos
"golondrinas", que se revierten rápidamente luego de
obtenido una "plusrenta"; la instauración de
políticas de Estado que por definición son de largo
plazo; evitación de la sobrevaluación de la moneda
del tipo de cambio
real por períodos prolongados (en Argentina el ejemplo es
la Ley de Convertibilidad), constitución de colchón alto de
ahorros internos que se deriven a la inversión por los
intermediarios financieros; orientación del crédito
a industrias del
sector de bienes exportables, superávit gemelos
fiscales y comerciales o con déficit acotados. Los
países que no han tenido en cuenta las reglas expuestas
(v.gr. Argentina), han sufrido profundos sobresaltos en su
economía ante cambios en el ambiente
macroeconómico.

El uso del anclaje del peso al dólar fue un
recurso exitoso en el programa de
estabilización emprendido para frenar la hiperinflación instalada.

En rigor de verdad, la liberalización
comercial indicaría como más propicio, una vez
arraigada la estabilidad monetaria a la depreciación, que a la
revaluación.

Los países del Extremo Oriente tuvieron
revaluaciones moderadas o depreciaciones importantes, que junto
al ahorro interno alto compensaron los excesos de demanda y las
presiones inflacionarias por el ingreso de flujos de capitales
importantes.

La revaluación de la moneda como
instrumento de estabilización tiene en definitiva efectos
no deseados, entre ellos la falta de competitividad
en los precios frente a la oferta instalada en los mercados
externos. La persistencia recalcitrante en el uso ad
infinitum
de tal recurso conducen al definitivo deterioro de
la competitividad externa.

De ahí la resistencia de
China para apreciar el yuan. El secretario del Tesoro
estadounidense Henry Paulson viajó en julio de 2007 a
China, para discutir con sus autoridades sobre el diálogo
entre los dos países, en un momento que se hacen sentir
los reclamos del Congreso para exigir una revaluación del
yuan.

La posición cada vez más dura de los
congresales se estrella ante los oídos sordos de las
autoridades responsables de China. Los congresales de EEUU
aprobaron un proyecto de ley
que pide al Tesoro que identifique taxativamente a aquellos
países cuyas divisas están "fundamentalmente
desequilibradas", abriendo así la posibilidad de imponer
eventuales sanciones económicas.

El último ajuste del yuan fue del 2,1% en
julio de 2005, utilizando a partir de ahí una
flotación sucia, que mantiene la cotización dentro
de una fluctuación relativamente estrecha. Las
negociaciones siguen en pie, pero China se mantiene en su
posición.

Como mencionamos en otra parte de este
capítulo, nuestro socio del Mercosur
procedió en 1999 a la devaluación del real con consecuencias
importantes para Argentina.

El uso inadecuado de los flujos de capital, como
fue el caso de Argentina, donde sirvió para compensar los
déficits fiscales y comerciales al costo del incremento de
la deuda
pública; además no se reflejó en un
aumento de la producción de bienes
exportables.

La orientación hacia el consumo y una baja
tasa de ahorro interno hicieron el resto.

Asimismo, el cortoplacismo de los préstamos
es útil para la recomposición del capital de
trabajo o para la financiación comercial, pero no
adecuada a proyectos de largo plazo donde los tomadores
están sujetos a tener que refinanciar habitualmente los
préstamos, sujetos a variaciones de tasas, cuando no al
desinterés en el mantenimiento
de los créditos por aparición en otros mercados de
oportunidades más beneficiosas.

En tal caso, los tomadores fuertemente endeudados
están en inferioridad de condiciones para la
cancelación de sus préstamos por la vía de
obtención de fondos a tasas espurias.

El fenómeno de la expansión de las
corporaciones capitalistas hemos visto que no es
nuevo.

El juez Losada , protagonista esencial en el
affaire Swift- Grupo Deltec
(Frigorífico Swift de La Plata S.A. s/ Concurso preventivo
de acreedores), referencia el dato histórico de la
irrupción de esas empresas en el mercado internacional
desde el siglo XIX, agregando significativamente que las empresas
multinacionales se han tornado en protagonistas centrales de la
economía contemporánea. Y lo escribe en
1973.

No deja el autor de prever, citando a Kahn y Riggs
que las transnacionales "son el mejor instrumento para crear una
economía auténticamente internacional o
global".

El proceso de industrialización seguido a
partir de 1958 en Argentina con la radicación de
transnacionales en sectores claves de la economía conlleva
un creciente control de la economía nacional por empresas
extranjeras debido a que las estrategias de las casas matrices
pueden o no coincidir con la estrategia local, reduciendo las
posibilidades de una coordinación efectiva de las decisiones
estratégicas, concepto que ha
desarrollado ampliamente Furtado.

Agrega Losada, citando a Vernon que sus
estrategias "no se reducen a las grandes empresas extractivas de
materias primas y de producción de energía, sino
que se encuentran expandidas en la totalidad de los sectores
económicos, especialmente en aquellos más
dinámicos: aquellos que suponen el condicionamientos de
las restantes empresas".

Según un trabajo actual de las Naciones
Unidas se concluye que Argentina tiene un grado de
transnacionalización mayor que el de Brasil, México,
China, India y otros
países periféricos de desarrollo
intermedio.

Según la UNCTAD la participación de
las filiales de empresas transnacionales en el total de la
producción minera argentina en 2006 es del 100%, una cifra
que sólo se encuentra en países africanos como
Gabón, Ghana, Guinea, Mali y en algunos países
asiáticos periféricos.

En petróleo y gas las
transnacionales participan con un 81% en Argentina y 2% en
Brasil. En promedio la participación en el rubro es: en el
mundo en desarrollo 18,9%; en el desarrollado 36% y el mundial
del 22,4%. El grado de extranjerización del aparato
productivo argentino medido por el INDEC nos dice que en el
pasado Gobierno se vendieron más de 490 empresas y que el
72% de las 500 compañías líderes del
país son extranjeras.

Los ingresos por las ventas de las
compañías a los empresarios argentinos, presumimos
que en buena medida engrosaron la fuga de capitales, en los
momentos previos a que la economía
argentina se hundiera en la debacle de diciembre de
2001.

Cuando no hay estímulos para invertir y el
mercado está convulsionado el atesoramiento en monedas
duras o en oro, o la
constitución de imposiciones a baja tasa pero
ínfimo riesgo es la decisión natural de los agentes
económicos.

El crecimiento de la inversión en
Latinoamérica durante 2006 duplicó los ingresos de
2005, con cifras aproximadas a los 102.600 millones de
dólares, conforme lo manifiesta el informe
"Transacciones más allá de las fronteras" de
Ernst&Young.

La región se ubicó en el segundo
puesto mundial después de China. Hubo 645 adquisiciones y
fusiones,
contra el líder
del ranking con 1711 operaciones de
ese tipo.

El tercer lugar fue para India con 521 negocios. No
es menos elocuente decir, que el monto para América
Latina es superior al de China e India
unidos.

La consultora opina que las razones del
fenómeno se fundan en el mayor consumo en productos de
mayor valor agregado, en especial servicios, una actitud
favorable de los gobiernos a recibir inversiones, bajos costos,
abundancia de materia prima
-la niña bonita del momento- todo ello como consecuencia
de su crecimiento económico.

Por ello es que Argentina trata de seducir a los
capitales nacionales expatriados, mostrando los logros de casi
cinco años de crecimiento continuo de su PBI y el estado
inédito de equilibrio de su
economía.

No es necesario aclarar porque es obvio, que las
casas matrices, que diseñan las estrategias globales se
encuentran en los países centrales, sea EEUU los
países de la órbita de la Unión
Europea u otros.

De estos conceptos podemos iniciar el acercamiento
a una de nuestras ideas esenciales que motivan este trabajo, que
es la influencia de decisiones ajenas, extraterritoriales, no
controlables por gobiernos débiles, como lo son de facto,
los de los países emergentes.

La existencia misma de la empresa
transnacional afecta a las decisiones de política
económica del Gobierno, por la dicotomía, o en
su caso el antagonismo, de las decisiones globales en contra de
las decisiones locales.

Por lo tanto, adoptar una planificación nacional, con cierto grado de
centralización implica ejercer un genuino
poder de decisión, que no siempre está en las manos
de los gobiernos.

Cualquier accionar en contra de los intereses
privados tiene como contrapartida la inseguridad
jurídica ante situaciones de hecho y de derecho que
fundamentan el legal accionar de las compañías
transnacionales. Lo cual no quiere decir que el gobierno no
disponga del poder de contralor y regulación de la
economía, utilizando los legítimos derechos que le
corresponden, en aras de subordinarlos a objetivos de
interés público en la medida que lo permite el
orden jurídico vigente.

Creemos interesante insertar los comentarios ad
hoc
de la entrevista
realizada por Seminario al
Dipesh Chakrabarty, físico y Dr. en Historia, hoy profesor de la
Universidad de
Chicago, investigador relevante en el área de la
historiografía.

El autor dice sobre el entrevistado: "Desde un
punto de vista europeo u occidental, podría decirse que
Dipesh Chakrabarty desarrolló una interpretación de la historia desde los
márgenes de la historia. Pero ocurre que el legado
poscolonial de ese eurocentrismo
que este académico indio juzga a la vez necesario e
insuficiente para explicar los procesos históricos del
mundo en desarrollo – y de la India en particular- es justamente
lo que él mismo convirtió en su objeto de
estudio".

En una apretada síntesis de las respuestas
dadas por Chakrabarty, extraemos su visión de que las
mismas palabras, como derechos, igualdad y
democracia,
que de algún modo son parte de la expansión europea
y la dominación, si bien conceptualmente significan lo
mismo en todas partes, en la práctica expresan cosas
distintas.

También está convencido que "el
capitalismo no
necesariamente homogeneiza el mundo". La
globalización en la India, afirma, beneficia a un 30%
de sus habitantes, es decir que excluye a una mayoría del
70% . Hay un legado de colonialismo aún en la globalización y que el temor de India hacia
este "neo-colonialismo" es parte del propio legado colonial, en
el que Occidente es, en su conjunto, una potencia
depredadora".

Interesantes conceptos, matices a incorporar en
cuanto se desee reflexionar sobre los beneficios y perjuicios de
la globalización, y en especial determinar en suma, si el
saldo en superavitario o no.

Clamar acríticamente por las ventajas de la
globalización es tan malo como denostarlas con igual
actitud.

No deja de ser cierto que en los últimos
diez años y hasta fines de 2007 el PBI mundial
creció a una tasa promedio anual del 4,8% superior a la
media histórica del 3%.

La contribución de China en alcanzar estas
magnitudes es significativa, y lo hizo a través de la
exportación de productos y servicios
basados en uso de capital intensivo y mano de obra barata (us$
1,00 la hora vs us$ 18,00 la hora en EEUU).

Las exportaciones de China fueron durante 2006 de
us$ 970 billones, desplazando del primer lugar como exportador a
Alemania. Todo
ello en un contexto de aumento del petróleo
inédito en la historia.

Asimismo y para destacar el grado de independencia
logrado por China debemos observar la falta de impacto de la
crisis de liquidez desatada por el affaire de las
hipotecas con créditos sub prime en
EEUU.

Tanto la UE como EEUU acudieron a la
aplicación de medidas monetaristas ortodoxas iniciando la
basa de tasas y la inyección de ingentes masas de
liquidez.

En su lugar, China hizo exactamente lo contrario,
intentando enfriar su economía, recalentada por
años y años de crecimiento sostenido y acumulativo
anual de más del 9% del PBI. Lo cual abona la tesis de que
una economía fuerte, con una unidad de mando que tiene
políticas de Estado basadas en la planificación,
puede -y debe- tener autonomía para adoptar las medidas
que beneficien a su mercado. Sin que por ello esto signifique
estar de acuerdo con el status quo político de
China, esbozado en la frase "Un país, dos sistemas", uno
para la política, otro para la
economía,

Algunos autores, como Palma Cané creen que
China no se encuentra integrada a la globalización
financiera, y que su futura inclusión hará sentir
sus efectos mejorando significativamente la economía
mundial.

Modestamente, nosotros disentimos con la destacada
opinión precedente, pues creemos que China ya es
sostén del equilibrio financiero global como lo
demostraremos en otro lugar de este mismo
trabajo.

En una rápida síntesis y a tipo de
conclusión del presente capítulo, hemos visto que
la globalización no es un fenómeno actual ni una
moda posmoderna,
sino que tiene antecedentes desde el siglo XV. La
intensificación de las comunicaciones y la
información gracias a las herramientas
computacionales, hacen que desde aproximadamente quince
años, esos lazos se intensificaran en grado
sumo.

Hemos visto las ventajas de pertenecer, pero
también las profundas distorsiones que afectan, en
especial a los países en desarrollo y como de alguna
manera las crisis, tienen repercusión mundial por la
propagación a que son afectas. Las remezones por las
crisis mexicana, rusa, brasileña, oriental y argentina han
tenido repercusiones en los centros mundiales de poder, en mayor
o menor medida.

Aún vemos las dificultades para liberar una
corriente de inversiones hacia Argentina, debido al escaso avance
las negociaciones con el Club de París, debido a la
negativa argentina de reconsiderar la deuda "defaulteada" con los
inversores que no se presentaron al canje de los bonos. La
necesidad de contar con un waiver DEL Fondo Monetario
Internacional al respecto, agravia el avance de las
negociaciones.

Hemos podido observar la influencia de las
multinacionales primero y de las transnacionales globalizadas
después, sobre las economías de los países
en desarrollo, como asimismo las dificultades para poder escapar
a esa influencia negativa , aprovechando solamente las ventajas
que la globalización suministra.

Pertenecer tiene su beneficio, pero implica
aceptar los perjuicios. A pesar de ello, y contra el discurso del
uso de políticas soberanas en la economía, hemos
podido observar el alto grado de transnacionalización de
la economía doméstica, iniciada fundamentalmente
durante el gobierno de Menem,

La ideología monetarista y neoliberal, que con
sus instrumentos permitió derrotar la
hiperinflación y modernizar la infraestructura obsoleta de
las empresas públicas, fue mantenida como solución
permanente, concluyendo en una recesión prolongada e
inédita en Argentina junto con distorsiones en el aparato
productivo.

Los mercados ajustaron finalmente, por el airado
reclamo de las clases medias perjudicadas, que vieron conculcados
sus depósitos, aunado a la presión
contra la moneda local, sobrevaluada, que impedía tener
una ventaja competitiva contra los productos
importados.

También plasmamos resumidamente el
pensamiento de Ferrer sobre las inconsistencias de las
política neoliberales como por las falencias estructurales
de Argentina; la falta de liderazgo
empresario no
es un dato menor.

Y seguidamente, utilizamos a Stiglitz para que nos
pusiera en tema con respecto al Consenso de Washington y el
post-Consenso, las implicancias de las políticas sugeridas
a escala
planetaria, con ejemplos de países de Oriente, tal el caso
de Corea.

Hemos podido dar un esbozo de las hipótesis del monetarismo y
del neokeynesianismo, a través de los Modelos de
Wall Street y Main Street y la utilización sucesiva de
dichos instrumentos sobre la economía argentina, y sus
resultados. Las políticas actuales han dado un crecimiento
inédito e ininterrumpido durante cinco años, pero
aún se espera conocer políticas de Estado sobre
muchos rubros de la economía.

La inflación, ese fantasma que siempre
ronda en el país se muestra esquivo en sus magnitudes, por
las correcciones ad hoc, ocultamientos o presunciones de
manipulación de los índices que la miden, debido a
la irrupción grosera de funcionarios dispuestos a volver a
escribir el diario de Yrigoyen, si aporta a sus
decisiones.

Esa espera cautelosa y desconfiada se extiende al
sector energético, donde la escasez de
generación está a la vuelta de la esquina. Y por
último, la esperanza de que la crisis norteamericana
derivada de las hipotecas subprime, sumado a sus
crónicos deficit en sus cuentas externas no
terminen afectando el valor de los commodities
agropecuarios, importante sostén , vía retenciones,
de las cuentas fiscales.

Como sostienen los orientales, las crisis pasan a
ser oportunidades.

China, país atrasado y semicolonial, que
había tenido un pasado de esplendor, supo superar con el
esfuerzo, con el sacrificio de su pueblo, que no escatimó
muertes, ni errores ni excesos va por más, y con
políticas heterodoxas lidera la locomotora del comercio
mundial. Argentina es su proveedor de materias primas, pero sus
crisis también han hecho crecer sectores que aprovechan la
demanda mundial, tales como la incipiente biotecnología y los servicios mercerizados
de software, junto
con la industria de la hospitalidad, el turismo internacional, que
ha crecido a pasos agigantados.

Seguimos firmes con el planteo manifestado en el
prólogo y nos vamos a analizar otra pieza de este
gigantesco puzzle.

DE LO QUE TODOS
HABLAN: ECONOMÍA y FINANZAS

Introducción

Rodrik, reputado economista de la Universidad de
Harvard se ha unido a los cuestionamientos del Consenso de
Washington, y lo ha hecho a través de la
publicación de un libro titulado
sugestivamente "Una sola economía y muchas recetas.
Mundialización, instituciones y crecimiento
económico".

Sin cuestionar los méritos e
intelectualidad del mencionado, éste afirma una verdad de
Perogrullo, que la economía es una sola pero hay muy
variados métodos de
aplicación.

Cada país tiene una cultura y
condiciones locales características y no es irrazonable
que a la economía le de diferentes orientaciones
según sus particulares necesidades.

En el capítulo en que hemos incursionado en
la globalización, esbozamos los modelos de Wall Stret y de
Main Street, donde muestran cada uno de ellos como debe
desarrollarse un país.

Para no repetirnos en esos conceptos, sino tomar
lo atinente, podemos decir que la Argentina de 2008 tiene
superávits gemelos (fiscal y comercial) y reservas, lo que
da como resultado el alejamiento, al menos parcialmente, de la
crisis financiera de EEUU. Creemos que lo apuntado es un buen
ejemplo sobre el beneficio, en este caso, del apartamiento de las
recetas típicas del Fondo Monetario Internacional o de
varias de las consignas apuntadas por el Consenso de
Washington.

Pero hete aquí, que hay muchas
discrepancias sobre la sugerencia de que exista una sola
economía, que vendría a ser la
neoclásica.

La existencia de una economía de mercado
con competencia
perfecta creemos que es un mito…o
una patraña.

La Escuela de
Chicago, monetarista en esencia, donde se enrolan economistas
como Milton Friedman y George Stigler, sostienen que las
economías de mercado se autorregulan sin la necesidad de
existencia de un Estado que asuma ese papel.

Esto lleva a que los economistas de esa escuela de
pensamiento consideren que la falta de equidad es un
axioma y es aceptable, ya que el costo de modificar tal status
quo
es ineficiente porque los costos serían mayores
que las utilidades.

Vendrían a aceptar la inequidad como un
designio divino.

La otra escuela es la del MIT, que incluye a
figuras como Paul Samuelson, Paul Krugman, Joseph
Stiglitz y Larry Summers.

Esta Escuela opina que las economías de los
países se ven perjudicadas por las fallas del mercado,
tales como competencia imperfecta, los monopolios, y
externalidades como las crisis de las cuales hemos hecho
mención repetidamente y de la cual hoy tenemos un vasto
ejemplo en la crisis norteamericana iniciada por la
especulación en el mercado hipotecario. Por ello la
Escuela del MIT es proclive a aceptar la intervención de
los Estados para paliar dichas fallas de
mercado.

Admiten, a su vez, a la inequidad la reputan de
inaceptable y para nada evitable, si se hace uso de las
herramientas regulatorias de los Estados.

Aparece luego la Escuela heterodoxa, incompatible
con la teoría
neoclásica y sus cultores son Schumpeter y Heilbronner
discípulo de aquél, que incluyen la inequidad como
consecuencia de la mala distribución del ingreso y la necesidad de
la tecnología y el concepto de innovación como
prerrequisito para el desarrollo de las
economías.

Los pocos intelectuales
que hemos mencionado, sin embargo comparten algo y es la
adscripción a los valores
occidentales, caracterizados en su mayoría por ser
democráticos.

Un Estado como la
República Popular China desvirtúa todos sus
postulados, pues aún es difícil concebir e
interpretar la frase : Un país, dos
sistemas.

La planificación económica
entremezclada con el capitalismo salvaje de libre mercado con un
férreo control político es un nuevo,
insólito y novedoso paradigma, que sin embargo y
contrario sensu a lo pensado, ha dado más que
buenos resultados: China está a un paso de ser la tercer
economía del mundo. Y veremos
porqué.

EEUU alimentada por burbujas y sus
consecuencias mundiales

La economía de Estados Unidos
hasta 1980 estaba fundada en el aumento del salario como
consecuencia del aumento de la productividad. Esos salarios
crecientes tiraban de la demanda y alentaban la inversión
para seguir haciendo crecer la
producción.

Posteriormente a esa fecha hay un cambio de
actitud hacia los déficits comerciales del sector externo
como una herramienta de control de la inflación a
través de la compra de productos importados a precios
más baratos, que los de producción
propia.

El salario real se estanca y deja de ser motivo de
miradas, que se centran en los precios de los activos. Pareciere
que ahora la economía de EEUU es dependiente de la
inflación, por lo que propicia la importación de manufacturas más
baratas, muchas de ellas de China. Por ello incrementa su
déficit comercial de balanza de pagos y "compensa"con la
inflación de los precios de los activos, fomentando
burbujas por medio de la expansión financiera para
mantener el crecimiento de la economía.

Ello también tiene origen en la
desaprensiva política de bajas de las tasas de
interés desde 2000 hasta 2007 y una expansión
desusada del gasto

La Reserva Federal (FED) mantuvo las tasas de
interés a niveles históricamente bajos durante un
prolongado período de tiempo, lo que provoca la
expansión mediante una burbuja de precios de las
viviendas, que provoca un auge de la
construcción.

La FED contribuye de ese modo a crear la crisis de
las hipotecas de alto riesgo.

Mucho se ha hablado de la crisis por las
hipotecas sub-prime por lo que nos preguntamos
porqué nosotros no podemos hacerlo; y
explicarlo?

Pero antes queremos hacer nuestras unas palabras
de Paul Samuelson, que teme haber contribuido a crear un
Frankestein con sus clases en el MIT a ingenieros financieros y
sus consejos en la revista
Newsweek para que los países extranjeros invirtieran en
carteras internacionales. Acepta que ayudó a crear un
monstruo.

La moderna ingeniería financiera se trata de los
nuevos derivados financieros, que son operaciones de cobertura de
riesgo o especulativas, sobre bienes subyacentes, a determinado
plazo para comprar ("calls" opciones de compra) o vender (
"puts" opciones de venta) mediante el pago de una "prima"
o fondo de garantía.

Sin pretender dar un diccionario
financiero, pero con el interés que nos mueve para
algún lector de este ensayo y de
las fuentes mencionadas les definimos los distintos derivados o
derivativos según el bien sobre el que se trate: sobre
acciones o Bonos son Opciones; sobre Commodities son
"forward"; sobre Monedas son Futuros y por último,
sobre Tasas de Interés son swaps.

Es interesante destacar que los derivados sobre
commodities ante la crisis de los mercados de valores, son
los que estimulan, en parte, al alza de los precios de los
granos, como la soja o los
cereales en los mercados mundiales, tema del cual nos ocuparemos
oportunamente.

Otro de los instrumentos que ha provocado la
expansión a números inusitados en el mercado
financiero es el apalancamiento (leverage effects) que
podemos definir así: cuando un jugador o inversor emplea
fondos ajenos, que devengan interés y la tasa de
interés es inferior a la rentabilidad corriente que
obtiene de la inversión, conviene seguir tomando fondos
ajenos, que apalancan a la rentabilidad corriente. Sobre esto
Samuelson ha dicho: "Pero sin transparencia y una
comprensión adecuada de la aritmética del
cáncer del apalancamiento, puede que esté llevando
a las finanzas
modernas a un nuevo tipo de fragilidad".

Vayamos ahora a la formación de la burbuja
de las sub-prime en EEUU.

Hemos dicho supra que las tasas de
interés eran excepcionalmente bajas, lo cual impactaba
sobre la rentabilidad de los Bancos, por lo cual a éstos
se les hizo necesario inventar un nuevo negocio dando
préstamos más arriesgados pero a tasas
superiores.

Comenzó el ofrecimiento de créditos
hipotecarios a los clientes
ninjas ( no income, no job, no assets; o sea personas sin
ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades) con una
tasa mayor para acotar el riesgo aprovechando el boom del mercado
inmobiliario y hasta por valores superiores, dado que se esperaba
un aumento del precio de los inmuebles, que garantizaban en
última instancia al crédito a
otorgarse.

Estos créditos hipotecarios son las
llamadas "hipotecas sub-prime".

La tremenda expansión de la demanda de
créditos obligó a los Bancos locales a fondearse en
Bancos extranjeros (hemos visto que Samuelson instaba a la
internacionalización de las carteras), que para eso
está la globalización.

Cuando el Banco otorgante
de hipotecas ve que sus relaciones técnicas van mermando
en cuanto a que está excediendo los porcentajes exigidos
por las Normas de Basilea, busca una salida a ese escollo e
inventa la Titulización a través de los MBS
(Mortgage Backed Securities) o sea Obligaciones
garantizadas por hipotecas, que son paquetes donde se mezclan
hipotecas prime y sub-prime (buenas y malas).

Los compradores de esos paquetes o MBS son fondos
o trust vinculados (conduits) o no al Banco otorgante o de
primera instancia, quienes pueden lavar así la cara de sus
posiciones financieras.

Los conduits no consolidan balances con el
banco y son trust o fondos de inversión, que obtienen los
fondos para su accionar: a través de la venta de los MBS a
Bancos de Inversión que las ofrecen y negocian al
público, a Fondos Comunes de Inversión,
Aseguradoras Financieras, etc.

Debido a la complicidad o falta de idoneidad u
otros factores las Calificadoras de Riesgo fueron tibias al
momento de calificar los MBS, o hasta modificaron el
rating o calificación ,aumentándolo, a
pedido de los Bancos de Inversión a AAA

Pero de cualquier manera, a los efectos de hacer
viables esos paquetes titulizados se procedió al invento
de los tranches , que es ni más ni menos que la
reestructuración de los paquetes, donde se entregan
hipotecas buenas, regulares y malas, menguando parcialmente el
riesgo y siempre superando cualquier apalancamiento
razonable.

Como había que bautizar a estos MBS
ordenados en tranches le pusieron el bonito nombre de CDO (
Collateralized Debts Obligations o sea Obligaciones de
Deudas Colaterizadas).

Como si esto fuera poco, también se
inventaron los CDS (crédito Default Swaps) por el cual el
adquirente pagaba una prima para cobrar más intereses si
había un default en el pago de la deuda.

Pero como no hay dos sin tres hubo un Synthetic
CDO, pero ya es suficiente con lo anterior para darnos cuenta que
la imaginación de traders y brokers supera a cualquier
gurú del marketing, y
que el afán por obtener el bonus de fin de año es
un excelente acicate a la hora de inventar e inflar
burbujas.

Porque todo ese andamiaje se sostenía en
que los ninjas siguieran pagando y los precios de los inmuebles
siguieran subiendo…pero no sucedió así. A
principios de
2007 los precios de la vivienda comenzaron a desplomarse y los
ninjas no pudieron o no quisieron pagar sus mensualidades, y
entonces todos esos MBS, CDO, CDS y demás dejaron de ser
demandados por los inversores; y los que los tenían no
pudieron venderlos y todo se derrumbó y los papeles
perdieron la mayor parte de su valor.

Aún se desconoce la magnitud del problema y
las cifras varían entre los 100.000 á 500.000
millones de dólares estadounidenses y la FED ha inyectado
masivas cantidades de billetes al mercado para impedir una
corrida bancaria que terminase en un crack.

Ben Bernanke, gobernador de la FED admite hoy que
ni siquiera él es capaz de conjeturar cuán cerca de
la quiebra
podrían estar los grandes Bancos de Nueva York, Londres,
Frankfurt y Tokio como resultado de la crisis
inmobiliaria.

A ritmo anual las ventas de propiedades cayeron el
34,4% en noviembre de 2007 y el stock de propiedades nuevas en
venta cayeron en 1,8%.

Los temores se basan en que una caída
pronunciada podría tener influencia sobre el consumo, que
es el principal motor de la
economía.

Esta caída de la economía
estadounidense, que tiene repercusiones en lo inmediato como el
menor valor del dólar, y a futuro como es la
recesión, todo atado con la falta de confianza hacia ese
país, sus instituciones bancarias no obsta para reconocer
que EEUU seguirá siendo por algunos años la
principal potencia mundial, por su relevancia estratégica
y referente obligado en este aspecto de todas las naciones; su
preeminencia económica, dado que crea el 25% del producto
bruto mundial; su poderío militar, su liderazgo en los
campos científicos y tecnológicos y la calidad de
sus instituciones.

Lo que es realmente sorprendente es que el colapso
era tan predecible como anunciado. Dice Paul Krugman en agosto de
2005 "Estos días los norteamericanos se ganan la vida
vendiéndose casas unos a otros mediante préstamos
de los chinos. De alguna manera esto no parece ser un modo de
vida duradero". No lo era.

De cualquier manera los traders y
brookers de Wall Street cobraron sus suculentos bonus con
esa operatoria, y han quedado marginados de los efectos
colaterales de esta crisis actual, como la restricción del
crédito y la pérdida de confianza sobre el
dólar como divisa de resguardo.

Las enormes gratificaciones de los especuladores
profesionales amén de ser injustas, incitan a que se
continúen con los riesgos
extremos e inclusive con los fraudes.

El broker Jerôme Kerviel acaba de hacerle
perder al banco Société Générale 4,9
mil millones de euros ya es una celebridad en la web . Las
camisetas con su rostro estampado se venden a us$ 16 y ha
recogido en los foros on line citas tales como : "Bravo
Jerôme : has demostrado lo ridículo del sistema
capitalista".

No es el primer caso de estos vastos fraudes ya
que existe el antecedente de 1995 con Nick Leeson, el broker
inglés
que hizo quebrar a la Banca Baring Brothers o John Rusnak que
perdió 691 millones de dólares del Allied Irish
Banks en 2001.

Algunos comentaristas se animan a tirar palabras
consoladoras como explica Carlos Maslatón, analista de
mercados y trader argentino quien explica que el caso Kerviel
"trata sobre mercados de futuros, que funcionan en un sistema
cerrado -lo que unos pierden, otros ganan- el efecto
macroeconómico fue contenido, algo que hubiera sido muy
distinto de tratarse de una Bolsa de Acciones"

Es más, en el artículo citado se
menciona que si Kerviel la hubiera "pegado" (acertado) con su
apuesta hoy le tirarían pétalos de rosa por los
pasillos del banco. En realidad se refieren a un gran bono y un
gran ascenso. Tan elocuente que huelgan los
comentarios.

El presidente Bush admitió en una gira que
hay síntomas serios de que la economía
estadounidense se está debilitando y calificó de
preocupante la pérdida de 17 mil puestos de trabajo no
agrícolas contra las proyecciones de los analistas que
estimaban, por el contrario, un crecimiento de alrededor de 80
mil puestos de trabajo.

A colación de ello y reconociendo la
irrupción de un "período desafiante" el 18 de enero
del corriente año pidió al Congreso, que aprobara
un paquete de medidas por us$ 145 mil millones dirigido a
estimular el mercado interno y evitar que el cuadro actual
desemboque en una recesión. El núcleo del paquete
estriba en reducciones impositivas a los contribuyentes , como
explicamos seguidamente.

La tasa de desempleo se encuentra cercana al 5%,
que se considera un punto de bisagra desde un punto de
expansión a uno de desaceleración o cuasi
recesión de la economía, cuestión sobre la
cual difieren los confundidos economistas.

El Congreso debate medidas
intentando armar un paquete bipartidario de medidas para alentar
la alicaída economía y volvieron sus miradas a un
conjunto de medidas impositivas e iniciativas de gastos,
incluyendo una devolución de impuestos a las
rentas personales y un incentivo impositivo para el año
siguiente, repitiendo viejas medidas adoptadas en 2001 y 2002,
con el objeto de alentar a las empresas a invertir en la
renovación de plantas y
equipos.

Por otro lado todos los ojos apuntan a la Fed,
para avizorar las partidas de liquidez que inyectará al
sistema y la rebaja de tasas de interés para apuntalar la
inversión.

Las medidas son en alguna medida contradictorias,
puesto que estimular el consumo en el mercado interno y por el
otro lado desestimar el ahorro que es la contratara de la
inversión no tiene mucho asidero
lógico.

El fantasma de la inflación aparece, ya que
la tasa de 2007 fue la más alta de los últimos 26
años, aunque, obviamente, si las comparamos con la tasa
argentina es maravillosa.

La celeridad de los cambios entre fines de 2007 y
principios de 2008 nos lleva a leer artículos que han
quedado obsoletos. Se leía para diciembre de 2007 que EEUU
temía una recesión y la caída del
dólar podría quedar fuera de control. Así
decía The Economist para La Nación
el 1º de diciembre. Anunciaba que el euro seguiría
encareciéndose lo que afectaría el crecimiento
europeo y que el dólar retrocedería como reserva
monetaria, inclinándose los países a una canasta de
monedas donde el euro tuviera preponderancia.

Ya en marzo de 2008 podemos observar que el
dólar sigue cayendo, batiendo todos los records
contra el euro y atravesó el umbral de los 100 yenes, y se
cotizó por primera vez a menos de un franco
suizo.

"No está claro que sepamos cómo
salir de esto"dice Edwin Truman ex jefe de la división
finanzas
internacionales de la Reserva Federal.

El declive del dólar contribuye al aumento
de las materias primas y el barril de crudo superó los us$
111, el barril, lo cual alienta una inflación que puede
restar capacidad a la Fed para bajar las tasas de interés
propiciando el estímulo de la
economía.

Este huracán financiero llevó a
desplomar al Bear Stearns, uno de los cinco grandes bancos de
inversión de Nueva York, y si nos remitimos a las palabras
de Bernanke, habrá que esperar cuáles otros
seguirán su camino.

Para dar por finalizado este punto e internarnos
en las consecuencias de la presunta recesión y del
ineludible caos financiero y baja de la moneda americana
agregaremos el último comentario, y es sobre los
controles.

Luego de haber discurrido sobre hechos y
teorías, sobre decisiones y acciones, sobre economistas de
libre mercado y de mercado controlado o regulado podemos concluir
que todos los controles han fallado, que todas las instituciones
han claudicado a mano de los magos financieros de Wall Street y
otras plazas, que han rebasado cuanta regulación
protectiva hubiera y se internaron en el riesgo impulsados por la
codicia.

Soros, inversor multimillonario pide a gritos "un
nuevo alguacil" para las finanzas globales, luego de haber ganado
fortunas apostando contra las hipotecas sub prime. Y a medida que
la crisis avanza el clamor por la reforma financiera
internacional aumenta. Las preocupaciones giran alrededor de la
contradicción entre los mercados de capital
internacionalizados y las normas de control propias de cada
país.

Pero el tema es quiénes serán los
que sufrirán estos males. Es indudable que los habitantes
de EEUU, pero la expansión de la crisis a terceros
países, y en especial aquellos emergentes que no
estén blindados ante el estropicio generado por los
países centrales.

Ello nos lleva al desacople de EEUU por Argentina
y por China, que es nuestro próximo
tema.

Discusiones sobre el
"desacople"

Lo que comenzó con un problema financiero
con arraigo en el negocio inmobiliario, generada por el
empaquetamiento en CDO´s con hipotecas sub prime
incorporadas en la titulización terminó en una
crisis crediticia de proporciones, que se presume tendrá
su epifanía con una recesión de alcances aún
indefinidos, rompiendo con el círculo virtuoso de
crecimiento mundial de los últimos seis
años.

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