Contraculturas, identidad y mass media. Acercamiento desde una perspectiva psicológica
- Resumen
- Cultura, subcultura y
contracultura - Lucha por la
identidad - El
efecto de los medios - A
modo de epílogo - Bibliografía
RESUMEN
Esta ponencia constituye un preámbulo para una
futura investigación sobre el movimiento de
las alternativas políticas
de América
Latina en el siglo XXI y cómo las grandes
transnacionales de la información han unido sus fuerzas al
sistema
imperialista decadente de las potencias occidentales para frenar
su desarrollo y
sus programas
sociales.
INTRODUCCIÓN
La década del sesenta constituyó el marco
para una serie de transformaciones en el sistema planetario que
representaría el paso de la era moderna a un nuevo estadio
de desarrollo en las sociedades,
conocida con el llevado y traído término de
postmodernidad. Diversos teóricos de las
más disímiles disciplinas avizoraron el
desenvolvimiento de un futuro donde las discriminaciones de todo
tipo, las secuelas de la civilización industrial alienada,
la sobreexplotación de los recursos
naturales, los regímenes autoritarios y las aventuras
bélicas no serían más que negros
recuerdos.
Un presente en el que, según Herbert Marcuse, el
sistema se haría absolutamente estable, superando los
conflictos
internacionales y las crisis
económicas, gracias a la manipulación de la
conciencia;
donde además, de acuerdo con Marshall McLuhan, la Tierra,
convertida en aldea global gracias a las comunicaciones
electrónicas, nivelaría y uniformaría los
nacionalismos y las culturas locales.
La realidad de las décadas inmediatas a los
sesenta demuestra que los cambios redundan en la
desestabilización de un sistema imperialista decadente,
pero que no cesa en el empeño de mantener el control sobre las
colectividades industriales y los países de la periferia,
proveedores de
materias primas y mano de obra. Por tanto, el paso a este nuevo
estadio de desarrollo no se traducirá precisamente en
transformaciones políticas o económicas, sino en
revoluciones culturales y sociales contra las cuales
lucharán los centros de poder,
acallando su discurso
contestatario, manipulando, invirtiendo y comercializando sus
símbolos, a fin de mantener la
hegemonía sobre los movimientos divergentes y perpetuar su
alienación.
Por tanto, la postmodernidad no es más que la
lucha de grupos
sociales, nucleados en las contraculturas, por mantener una
identidad que
les ha sido arrancada por el sistema que los niega y
margina.
El objetivo de
este trabajo radica
en lograr un acercamiento, desde los presupuestos
de la Psicología
Social y las tipologías grupales, a los aspectos
intrasubjetivos de diferentes grupos humanos
contraculturales y su interacción con la estructura
social capitalista, además de analizar el papel jugado
por los medios de
comunicación masiva en la aniquilación de estas
contraculturas.
Como base principal de análisis tomaremos el concepto de
psicología
social dado por Rubio: estilo peculiar de acercarse a los
fenómenos sociales y que en el transcurso de su historia se ha vertido en
diversos modelos
teóricos y aproximaciones metodológicas. Esta
disciplina es
una forma de analizar la conducta humana y
para determinar los aspectos claves de este modo de
análisis es necesario examinar el proceso
histórico que da lugar a la configuración de esta
modalidad de conocimiento.
CULTURA, SUBCULTURA Y
CONTRACULTURA
Antes de adentrarnos en el tema se impone la breve
explicación sobre el significado y el surgimiento de
conceptos que citaremos a menudo.
En este contexto, cultura es la memoria
colectiva que desarrollan los organismos sociales y que contiene
los datos esenciales
relativos a la propia estructura del
grupo social,
al ambiente donde
está establecido, y a las pautas de conducta
necesarias para regir las relaciones entre los integrantes del
grupo, y entre este y el ambiente. Su utilidad no
estriba solamente en la capacidad de preservar información
anterior, sino también en la posibilidad de
automodificarse para incorporar nueva información, que le
permita al organismo una mejor adaptación a nuevas
condiciones.
La transformación de la cultura se da
mediante la progresiva generación de subculturas,
que constituyen intentos de registrar un cambio del
ambiente o una nueva diferenciación del organismo
social.
Cuando una subcultura llega a un grado de conflicto
inconciliable con la cultura dominante, se produce una
contracultura: una batalla entre modelos, que
no es más que la expresión de la discordia entre
grupos que ya no se encuentran integrados ni protegidos dentro
del conjunto del grupo social.
Como categorías estrechamente vinculadas, la
supervivencia de la cultura depende de su interacción con
las otras, sus mecanismos de adaptación naturales. La
decadencia de una civilización comienza cuando sus poderes
de dominio
cultural obstruyen estas vías de cambio y las falsifican o
inhabilitan, pues los aparatos políticos o
económicos no pueden defender en la guerra o
imponer en la paz lo que la cultura niega. Surgen entonces las
armas de la
guerra cultural: penetración, investigaciones
motivacionales, educación, propaganda,
encargadas de aniquilar el discurso de las contraculturas que
atenta contra el orden racional establecido de la modernidad.
LUCHA POR LA
IDENTIDAD
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