- La ética en la
política - Realidad
socio-cultural nicaragüense - Algunos
desafíos éticos de la política
nicaragüense - Una
política que vive sin valores - Bibliografía
- Anexo
Introducción
Es casi una obligación que al hacer una
reflexión sobre "ética,
política y
democracia en
el contexto de un mundo en un proceso de
globalización", obligatoriamente nos lleva
no solo recordar o referirnos al viejo debate, sobre
las relaciones de la política con la ética, sino
que nos exige hacer un análisis de la realidad socio-cultural de
nuestros países que casi siempre están cuestionando
la moralidad de
su vida política, como también nos obliga a buscar
posibles criterios u orientaciones para afianzarla y
mejorarla.
Por lo tanto trataremos de hacer una aproximación
que nos pueda indicar la vigencia de la ética en la
política, como también señalar los aspectos
socio-culturales que condicionan la política en la
realidad nicaragüense y centroamericana y cómo estos
elementos impactan en las débiles democracias de nuestros
pueblos.
Por otro lado, analizaremos cómo las medidas
aplicadas de las políticas
de la
globalización inciden en los modelos de
democracia, siempre se estará haciendo referencias a los
Estados Unidos
como el mejor modelo de la
democracia.
Cabe recalcar que durante mucho tiempo los
generadores de opinión
pública, desde distintas disciplinas y circunstancias,
intereses y ámbitos han sostenido, que la política
y los políticos son malos. Esto sucede por que existe una
ausencia real en el accionar político de categorías
ético-morales y esta ausencia ha abierto las puertas de la
corrupción, experiencia muy amarga que esta
pasando el pueblo nicaragüense, entre otros países
latinoamericanos. El comportamiento
político esta divorciado de los valores
éticos morales. Por otro lado, el problema radica en el
sistema, el
sistema
político que se emplea en nuestras democracias no
sirve, y no funciona porque es corrupto, por lo tanto, por mucha
ética que se pueda tener, el sistema no permite incluir
estos valores.
La
ética en la política
Cuando hablamos de ética nos referimos a esa
parte de la filosofía que trata de la valoración
moral de los
actos humanos, principios y
normas morales
que regulan las actividades de los individuos: ética
profesional, ética de la información y ética política.
Según Aristóteles, todo arte, toda
investigación y, de la misma manera, toda
acción
y opción, es de presumir, tienden a un bien; por este
motivo, se ha afirmado con tino que el bien supremo es aquello a
que tienden todas la cosas.
Por lo tanto, cuando hablamos de ética
política nos referimos a esa teoría
sobre la práctica de los valores. Esta es una ética
en concreto, ya
que ella es ante todo una categoría
histórica, que a través de los tiempos va
cambiando en las civilizaciones. Hablamos concretamente de la
ética del político. Entonces podemos decir que la
ética del demócrata es distinta a la ética
del republicano, o a la ética del social demócrata
o a la ética de la internacional socialista.
¿Cuál será entonces el referente
axiológico de nuestra ética en los políticos
nicaragüense en este tiempo?
Las actuaciones e interpretaciones en política
como norma, han de estar regidas por el comportamiento
ético. La ética política ordena tener en
cuenta las consecuencias de las propias decisiones tomadas en las
distintas circunstancias, lo que obliga a actuar de modo
necesario si el fin que se persigue es honesto. Por tanto, la
auténtica actividad ética en el desempeño de un político en un
puesto público se rige por la responsabilidad.
El asunto de la ética y la política nos
obliga recordar el viejo debate que ha existido a través
de los tiempos de que si la política debe o no someterse a
patrones éticos o, en otros términos, si la moral es o
no aplicable en el ámbito de la actividad
política.
Obviamente, que aquí el mal entendido de maquiavelo,
sigue creyendo que la política es una actividad
completamente ajena a la moral, que los valores éticos no
tienen aplicación y que lo único importante es
obtener el poder no
importando el medio. En esto consiste el éxito
de los políticos hoy. Si esto fuese así, entonces
el debate que nos ocupa carece de sentido. Porque, partiendo de
esta tesis,
entonces lo que vale es obtener el poder y no importa como. Y el
poder se puede obtener con o sin ética.
Hoy en día los políticos interpretando de
una manera equivocada a Maquiavelo parten de esta lógica
y del supuesto que propone Maquiavelo. Esta lógica tiene
bastante vigencia en la realidad política
nicaragüense. Hoy en día el éxito en
política se mide cuando logras tomar posesión del
poder. Es aquí donde parece que la política pierde
su sentido de ser. La política es para Maquiavelo
"el arte de conquistar el
poder". Obviamente que, ese arte nos es
solamente la búsqueda del poder, sino el de buscar un
ideal. Es la búsqueda del bien común. Es una
actividad viva, que se adapta, es flexible y conciliadora. La
política es la forma de gobierno de las
sociedades
libres. La política es política, es la ciencia de
las ciencias. Es
el elemento esencial que facilita que las actividades de la
sociedad
armonicen, es el instrumento propicio para el desarrollo de
la solidaridad, la
justicia y la
fraternidad.
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