Conductas agresivas en relación al tamaño del grupo. Una exploración en la escuela primaria
Resumen
Tomando en cuenta la convicción ampliamente difundida
entre los maestros de que en los grupos grandes, a
diferencia de los pequeños, se incrementan las
dificultades conductuales, pretende conocerse en principio si
entre los grupos grandes y pequeños, existe un monto
diferencial de conductas agresivas que eventualmente pudieran
afectar el rendimiento escolar. Mediante observaciones
sistemáticas realizadas en el interior de dos grupos
grandes y dos grupos pequeños, del mismo grado escolar y
características socioeconómicas semejantes,
logró establecerse el promedio de conductas agresivas
interpares para cada uno de los grupos, dándose a los
datos
obtenidos el correspondiente tratamiento estadístico para
el establecimiento de diferencias entre medias.
Se anotan algunas conclusiones en el sentido de apoyar los
hallazgos previos reportados por la literatura.
Palabras clave: Educación primaria,
agresión, rendimiento escolar, tamaño de grupo.
Introducción
El tamaño del grupo en relación con el
rendimiento escolar ha sido ampliamente estudiado, al punto de
haberse establecido como aceptable, la afirmación de que
el rendimiento conoce de una mejora sustancial en grupos
considerados pequeños (de máximo 20 alumnos), en
relación con grupos grandes (30 niños o
más), sobre todo si se trata de escolares de entre 4 y 9
años de edad. (Grissmer, 1999; Finn & Achilles, 1999;
Nye, Hedges & Konstantopoulos, 2000).
Pero quizá en última instancia, el origen del
rendimiento académico diferenciado de los niños,
resida no tanto en la estrategia de
aprendizaje
que pueda significar la implementación de grupos
pequeños, sino en las posibilidades de adaptación
social y escolar, que de acuerdo a varios autores, dependen del
tamaño del grupo.
Ya en sus investigaciones,
Day, Tolley, Hadfield Parking & Watling (1996) establecieron
relación entre el tamaño del grupo y la conducta de los
alumnos, sosteniendo que en los grupos grandes siempre existe la
probabilidad
de que se requieran urgentes mejoras en el comportamiento
escolar y de que el docente demande ayuda para manejar los
problemas de
conducta.
Así, Pate-Bain, Achilles, Boyd-Zaharias & McKenna
(1992), plantean que en grupos pequeños la conducta es
mejor, y el manejo y el control del grupo
es más fácil. En este tipo de grupos se reportan
menos eventos
disruptores y los potenciales problemas de indisciplina son
rápidamente identificados y resueltos. Bennet (1996)
menciona que las observaciones de los maestros reportan
diferencias significativas en la proporción de eventos
conductuales disruptores (mala conducta) e inatentividad que se
presentan en grupos pequeños y en grupos grandes,
disparándose desmedidamente tales eventos en los grupos
grandes.
La conclusión consensada se orienta a considerar que
los grupos grandes incrementan las dificultades conductuales,
entorpeciendo la adaptación social y por consiguiente el
rendimiento escolar.
Quizás entonces, lo que más debiera llamar
nuestra atención no es el constatar que el
rendimiento escolar suele mejorar en los grupos pequeños o
deteriorarse en los grandes, sino tratar de clarificar cuales son
los procesos que
en tales escenarios pudieran estar involucrados en el
salón de clases. Al respecto, Blatchford, Edmonds &
Martin (2003) han examinado los efectos del tamaño del
grupo en relación al ajuste social y conductual en la
escuela en
términos de dos dimensiones: atentividad y relaciones de
pares. Mencionan que en grupos numerosos se presenta mayor
inatentividad en clase y
más numerosos signos de
dificultades sociales entre los niños bajo la forma de
rechazo, ansiedad social y conducta agresiva, así como
menos conductas prosociales.
Diversas investigaciones que abordan el estudio del
tamaño del grupo (Rowe, 1995; Creemers, 2002), establecen
como clave del aprovechamiento escolar, a la atentividad
(tiempo de
aprendizaje, tiempo de tarea o algún otro término
equivalente). Resulta evidente suponer que los alumnos
aprenderán si se mantienen atentos al tópico que se
explica o si se aplican en el trabajo que
se les solicita. El sentido común sugiere también
que mientras más niños concurran a una clase, la
ocurrencia de eventos distractores será mayor y con
mayores probabilidades, la atención en juego sufra
interrupciones y se abandone la tarea, además de disminuir
la calidad de la
relación que el profesor pueda
establecer con el niño.
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