La iniciativa de reforma energética del gobierno federal y la realidad
"En México no
es posible separar nacionalismo
de petróleo." Lorenzo Meyer.
"Si uno es estricto, la difusión en los medios del
"tesoro en aguas profundas" es equivalente,
científicamente hablando, a la afirmación, hace
cien años de que la luna, por verse amarilla y con
agujeros, era de queso." Nicolás Domínguez
Vergara.
En un análisis comparativo entre la actual Ley
Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo
del Petróleo y el texto propuesto en la reciente
iniciativa del Ejecutivo, realizado por Víctor
Rodríguez-Padilla[1] y publicado en mayo de
2008[2], este autor concluye -de manera
preocupante- lo siguiente:
-
"Prácticamente todo lo que se propone es inconstitucional,
combinando el método
Salinas (Productores independientes) y el método Zedillo
(sacando actividades de lo que se considera industria
petrolera y, por lo tanto, reservado a la nación)."
-
"Calderón propone "fortalecer" a Pemex quitándole
exclusividad en exploración y desarrollo de
yacimientos de petróleo y de gas (en tierra, aguas
someras y aguas profundas); en refinación de petróleo
crudo; transporte,
almacenamiento y
en la distribución de productos
petroleros y petroquímicos básicos, además
de transporte y almacenamiento de gas entre los pozos y las
plantas
procesadoras de ese hidrocarburo."
-
"También se desregula y liberalizan todas las cadenas del
petróleo y del gas natural
corriente abajo, con excepción de las ventas de
primera mano. Pemex conserva la exportación e importación de petróleos crudos,
refinados y petroquímicos básicos, así como
los oleoductos."
- "No se
establecen restricciones a la integración vertical, por lo que
podrá existir algo muy parecido a Pemex privados; es
decir, empresas cuasi
verticalmente integradas desde la exploración hasta la
venta al consumidor
final."
- "La
venta de crudo, así como la venta de primera mano de gas,
petrolíferos y petroquímicos básicos queda
reservada a Petróleos Mexicanos. Todo lo demás
está abierto, ya sea mediante contratos o
permisos."
- "La
producción de crudo y gas, y la
elaboración de petroquímicos básicos
(incluyendo metano) quedan
excluidas de la apertura mediante permisos. Sin embargo, el
sector privado podrá hacerlo en el marco de los contratos
de riesgo que se
firmen declarando esas actividades como "desarrollo" y "mantenimiento"."
- "No se
proponen explícitamente los contratos de riesgo, pero
quedan implícitos, pues Pemex podrá celebrar
contratos de exploración y desarrollo."
-
"Propone obligar a Pemex a poner su infraestructura al servicio de
firmas privadas (open access o acceso abierto a
terceros)."
-
"Propone "fortalecer" a Pemex permitiendo la
multiplicación de sus competidores y brindándoles a
estos la posibilidad de utilizar la infraestructura del organismo
para crecer y expandirse a costa del mismo Pemex."
-
"Propone "fortalecer" a Pemex haciéndolo cada vez
más pequeño, quitándole materia de
trabajo."
-
"Propone "fortalecer" a Pemex permitiendo al sector privado
realizar prácticamente todo lo que hace Pemex."
Las premisas vertidas por este académico pudieran
parecer una exageración o -incluso quizá- una
provocación, tergiversación o mala interpretación. No obstante, dado que lo
que no está expresamente prohibido pudiera considerarse
como implícitamente permitido y que donde las leyes no
distinguen no cabe distinguir, resulta bastante claro que la
iniciativa del Ejecutivo no es lo suficientemente contundente -ni
siquiera en el discurso– como
para desvanecer todas y cada una de estas dudas, conjeturas o
suspicacias.
En el escenario actual, el futuro energético del
país debería ser tratado con sumo cuidado, y a
través de una sólida estrategia de
comunicación emanada del gobierno, la cual
establezca un verdadero compromiso, procurando que -en todo
momento- sea incluyente con todos los sectores de la sociedad.
Reviste de una primordial importancia, atender a las
recomendaciones que hace Ricardo Homs, cuando se refiere a la
ley del consenso y las realidades virtuales:
"El reto de cualquier líder
está en la generación de consensos que deriven en
realidades virtuales y que incidan en la realidad de facto,
cotidiana.
Las realidades virtuales (o aparentes), inducen a los sectores
indecisos de cualquier grupo, o de la
misma sociedad en su conjunto, a dar como un hecho a algo que en
el momento no es real.
La aplicación de esta ley en las
decisiones cotidianas se define en relación con las
siguientes premisas:
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