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Sexualidad en la Tercera Edad (página 2)



Partes: 1, 2

           
Los estudios realizados en poblaciones mayores de 65 años
de numerosos países que después de esa edad se
mantiene la actividad sexual en un porciento considerable de
casos. Helleger y Mortesen señalan en su trabajo que
incluso a los 95 años alrededor de un 40% de las personas
estaban interesados en el sexo y
alrededor de un 25% mantenían actividad
masturbándose.

           
Brecher  encontró en un estudio realizado en 1984 en
n grupo de
mayores de 70 años, el 81% de los casados se
mantenían sexualmente activos y la
utilización de la masturbación como sustituto se
calculo en 22% de los casos.

Se encontró también que los ancianos que
actualmente no mantienen relaciones sexuales 6 (22%) conservaron
esa práctica después de los 65 años en la
siguiente forma dos hasta los 74 años y uno por grupo
hasta las siguientes edades 68, 78, 81, y 82 años. En
total de 27 entrevistados 12 (44.4%) tuvieron relaciones
sexuales más allá de los 65 años y dos
viudas 77. 49% refirieron tener deseo intenso una se masturba con
frecuencia irregular y otra controla sus deseos pensando que no
es natural sentir a esa edad.

Todo estos datos indican
claramente que en la tercera edad, hablar de estos aspectos de la
sexualidad, no
es como algunas personas piensan una utopía.

CAMBIOS Y FACTORES QUE SE
PRODUCEN  EN LA
SEXUALIDAD EN LA TERCERA
EDAD

Cambios que se producen en el Hombre en
la tercera edad:

§   Cambios en el comportamiento
y en la respuesta sexual.

§   Más tiempo para
lograr la erección, el hombre joven
necesita como promedio solo de 15 a 30 segundos y el anciano
puede durar hasta 10 minutos.

§   Demora mas el tiempo de eyacular, lo cual
prolonga más en coito.

§   La erección del hombre de 50
años es menos firme debido a que los vasos
sanguíneos no son tan elásticos como antes y los
músculos son menos potentes, lo que
disminuye la intensidad de erección pero nunca en
condiciones de salud le hará 
perder totalmente la capacidad de un contacto sexual normal.

§   Disminución del eyaculado en cuanto
a su volumen y la
fuerza con que
es expulsado debido a una mejor potencia de los
músculos eyaculadores y por lo tanto de sus contracciones
durante el orgasmo.

§   El periodo de  destumecencia del pene
o pérdida de la erección después de la
eyaculación se produce con más rapidez, así
como el tiempo necesario para lograr la próxima
erección. (periodo refractario) se prolonga.

§   La erección pudiera disminuir,
perderse o recuperarse en una o múltiples ocasiones
durante el acto sexual prolongado y en ocasiones el pene no
alcanza una completa ingurgitación hasta el momento antes
de la  eyaculación.

§   Erección nocturna que en todo hombre
se presenta durante las fases de sueños acompañado
de movimientos oculares rápidos (fase mor) sobre todo
antes de despertarse son menos frecuentes según avanza la
edad.

§    En el anciano y en el hombre maduro
predomina la excitación producida por tocamientos y
caricias sobre las zonas erógenas del cuerpo y la
estimulación directa de los genitales. El no lograr la
erección satisfactoria o total hasta que la
compañera le ocasione directamente los genitales
constituyen una expresión de que en estos predominan los
reflejos medulares y no una falta de potencia sexual.

§   El hombre de edad  avanzada puede
gozar perfectamente el coito sin llegar necesariamente al
orgasmo.

§   Después de los 60 años 
se puede eyacular en uno dos de cada tres coitos y esto no ser
causa de insatisfacción.

§   Las necesidades de contacto sexual en
hombres mayores de 60 años de edad puede limitarse a una o
dos veces por semana y se suficiente para su bienestar

§   En los ancianos también puede
perderse la llamada fase de  inestabilidad eyaculatoria,
esta fase procede en unos escaso segundos a la eyaculación
y en ella el hombre se hace conciente  de que va a eyacular
y no la puede evitar o controlar, el anciano puede eyacular sin
este aviso que es producto de
contracción de musculatura de las vías seminales
pero experimenta la segunda fase del orgasmo sin dificultad.

En el hombre de 50 años disminuye la elevación
de los testículos
dentro del saco escrotal antes de la eyaculacion por acción
de los músculos crematerianos.

Cambios en la Mujer en la
tercera edad:

En el aparato genital, los cambios más
significativos son:

§   Los labios menores y mayores pierden
elasticidad y se
encuentran atrofias progresivas de sus capa dermica y
epidérmica, lo mismo que el resto de la vulva.

§    La vagina con su depuración
estrogénica tiene menos capacidad para la
fluidificación, lo que a su vez facilita infecciones
locales, su mucosa se hace mas fina y seca, además pierde
longitud, se hace más estrecha y menos elástica y
reduce su capacidad de  distensión.

§   El clítoris tiene  mayor
dificultad de  erección.

Desde el punto de vista endocrino metabólico, los
cambios más importantes ocurren durante la menopausia, por
el cese de producción de estrógeno que provoca
una serie de cambios fisiológicos.

§   Menos intenso el aumento de las mamas y se
vuelven menos firmes y más planas.

§    No se observa al principio del coito,
los cambios tópicos de los labios mayores, como
aplanamiento, separación y elevación y es menos la
vaso dilatación de los labios menores.

§   Debilitamiento de la musculatura vaginal y
de la zona perineal, por lo que  existe. Menos
contracción de la vagina durante la fase de plataforma
orgásmica.

§   Menos elevación uterina.

§   Contracciones uterinas del orgasmo se hacen
más débiles y en ocasiones dolorosas por ser
más  hepáticas que rítmicas. Sin
embargo estos procesos no
eliminan el orgasmo, ni suprimen la sensación de placer y
por lo tanto el avance de los años no pone un limite
preciso a la sexualidad femenina. Es necesario insistir en que
estos cambios se dan en distintos grados y aparecen en tiempo
claramente diferente dependiendo de numerosos factores.

§   Disminución del Vello asilar y
público.

Factores.

           
Estudios han demostrado que la actividad sexual del anciano esta
influenciada por un grupo de
factores que pueden incluso hacer la desaparecer y cuyos
conocimientos es necesario.

Factor de Pareja.

           
 Esta es la causa que más provoca abstinencia sexual
sobre todo en la mujer , existe
mayor tendencia a la viudez en la mujer y la sociedad no
aprueba que una anciana trate de buscar una nueva pareja
después de enviudar por lo tanto estas mujeres renuncian a
la sexualidad.

Deterioro de la Relación Matrimonial.

Este factor es uno de los que más se ve en  las
consultas, como causa de trastornos sexuales en la ancianidad en
influye en otros en la monotonía de la relación
sexual y en los problemas de
la comunicación.

Salud.

Innumerable enfermedades mentales y
físicas pueden influir negativamente en la sexualidad en
la tercera edad, toda enfermedad que afecte el psiquismo, por
diferentes mecanismos puede dar al traste con toda actividad
sexual, la diabetes mellitus
es un ejemplo típico de enfermedad crónica que
puede afectar las relaciones  en el anciano la artrosis,
sobre todo en la mujer puede dificultar la realización del
coito.

Sexo.

Es muy común que la pauta sexual de la pareja sea
impuesta por el hombre dado a que ese es el papel que le asigna
la sociedad y se da el caso de que las mujeres puedan quedar por
debajo de sus deseos o aceptar la actividad para mantenerse a
tono es su pareja.

Condiciones Domésticas.

Es muy frecuente en nuestro país que coincidan tres
generaciones habitando la misma casa y generalmente los ancianos
tienen que compartir habitación con otras personas, pues
no se piensa que ellos necesitan privacidad.

Jubilación.

Este cambio en su
rol social y la preocupación derivada de este cuando no se
esta preparado para afrontarlo actúa de forma negativa en
las relaciones sexuales del anciano.

           
El envejecimiento en si mismo, no cursa como una enfermedad
cuanto mas se mide un individuo,
menos beba, fume o consuma medicamentos, cuantos menos kilo tenga
y mas ejercicios físicos haya efectuado tendría
más posibilidad y sin problema y si esto séle
agrega haber tenido un ejercicio gozoso frecuentemente e intenso
del erotismo, se arriba a la tercera edad sin inconvenientes
funcionales en el área genito
sexual.                                
                                                      
                                                                    
                                                                                          

El envejecimiento en si mismo, no cursa como una enfermedad
cuanto más se cuide un individuo menos beba, fume  o
consuma medicamentos, cuanto menos kilos tenga y más
ejercicios físicos haya efectuado, tendría
más posibilidad y sin problema y si a esto se le agrega
haber tenido un ejercicio gozoso frecuentemente e intenso del
erotismo, se arriba a la tercera edad sin inconvenientes
funcionales en el área genito sexual. 

           
En la vejez existe
mayor experiencia sexual, mayor entendimiento en la interacción con la pareja mayor ternura y
sabiduría como en esta etapa de la vida se agudiza el
criterio de la realidad, se toma mayor conciencia de lo
que se puede y no puede hacerse con el sexo, el
erotismo está vigorizado en comparación con el acto
sexual propiamente dicho, con una mayor consideración de
la pareja al desaparecer los intereses o las preocupaciones
reproductivas, al sexualidad en esta etapa de la vida tiene como
único fin el dar y recibir placer.  

           
Todo lo planteado anteriormente, indica que en la tercera edad no
constituye una utopía, hablar sobre la sexualidad, sino lo
contrario una verdad incuestionable, por lo tanto el
psicólogo como el profesional de la salud puede contribuir
de forma eficaz a la eliminación de tabúes y 
perjuicios sobre la sexualidad y la vejez, mejorar la calidad de vida
de los ancianos y lograr que estas personas estén en
condiciones de:

§   Asumir a lo largo de toda su vida su
sexualidad de una promesa enriquecedora, placentera y
responsable.

§   Desarrollar una auto imagen positiva
para sustentar su autoestima y
autonomía, asumiéndose en la originalidad de su
identidad de
género

§   Poder
vivencias su sexualidad distinguiendo la función
reproductiva del placer.

§   Desarrollar la capacidad de sentir, gozar,
amar y se amado.   

Mitos y Prejuicios.

           
Ser una persona de la
tercera edad no significa estar oprimido sexualmente, las
prácticas eróticas en esta etapa no son imposibles
fisiológicamente mis despreciables emocionalmente, pero
están restringidos por la cultura de la
sociedad actual. Se piensa que toda persona mayor de 60
años está incapacitado para sentir placer, deseo e
interés
sexual.

De hecho, la sola idea de mantener prácticas
eróticas entre adultos mayores, se piensa como
antiestética, como algo que simplemente no debe ser, por
todo ello la problemática de la expresión sexual en
la vejez se agarra debido a que en nuestra cultura la sexualidad
está asociada con una estética joven, rigorosa y llena de
tabúes por estereotipos sociales.

           
La sexualidad es una de las áreas del comportamiento
humano más desconocidas incluso por profesionales
solitarios. Las creencias y conceptos erróneos se
manifiestan incluso en las historias clínicas donde no se
recogen datos sobre la actividad sexual, siempre dicen que los
ancianos son sexualmente inactivos y tienen temor ante preguntas
de este tipo al no poder responder adecuadamente.

Se afirma que en esta etapa la mera existencia de
manifestaciones sexuales de cualquier tipo es
sistemáticamente negada, rechazada o dificultada, por gran
parte de la sociedad.

           
En la mayoría de la biografía la vejez es
sinónimo de pérdidas, déficit, duelos,
crisis,
siempre patológicas y formas enriquecedoras, nadie quiere
llegar a esta etapa, se desconocen la causa de tal rechazo y la
existencias de tales actitudes
retrogradas que tienden a rechazar e incluso burlarse y en el
mejor de los casos ignorar la existencia de necesidades sexuales
en el adulto.

           
Junto a los mitos y
perjuicios coexisten resistencia ante
la vejez temores y angustias que contribuyen en la percepción
negativa que dicha etapa extraña.

En una sociedad que esta envejeciendo progresivamente la
sexualidad debería permanecer en una dimensión
afectiva, sentimental y relacional durante todo el curso de la
existencia, en el respeto del
cuerpo y los aspectos peculiares presentes en cada etapa de la
vida.

Ámbitos de Actuación. 

           
La sexualidad humana es el resultado de la combinación de
factores biológicos, sociales y culturales que
interactúan continuamente aunque en el momento de su
manifestación uno domine sobre el otro. La sexualidad
forma parte de la
personalidad constituyendo una forma más de
expresión. 

En el Ámbito Laboral
Económico.

           
La jubilación supone un cambio significativo de este ciclo
vital, puesto que exige una reestructuración total de la
vida cotidiana y su sistema de
relaciones, el hombre se siente poco útil frente a la
mujer y su rol de epicentro en el hogar.

Es más frecuente que las mujeres dependan de sus
maridos y longevidad, es mayor con lo que su actividad
económica se verá reducida.

           
Por otra parte es más probable que los ancianos varones
mantengan la misma clase social
que en edades anteriores, lo cual no ocurre en el caso de las
mujeres, ya que un factor determinante de la calidad de
vida en la vejez será la situación de mercado laboral
previo a la jubilación. 

En el Ámbito Familiar- Pareja- domestico.

           
Hay que destacar dos aspectos claves, las mujeres tienen mayor
probabilidad
de enviudar que los hombres y los cambios en la pareja sexual por
la muerte de
un miembro tienen efectos negativos sobre la salud en el aspecto
financiero.

           
La viudez tiene sentido diferente para los hombres y para las
mujeres, por ser mucho más corrientes en las mujeres. La
conducta adecuada
para la edad de mujer y hombres viudos, se han constituido en
forma muy distintas en gran parte en perjuicio de las
mujeres.

           
Las amistades, la probabilidad de que las mujeres tengan y
mantengan relaciones de amistad desde la
infancia y
adolescencia
hasta la vejez es claramente superior, que en los hombres, estos
suelen tener amistades de las actividades laborales y del ocio,
mientras que ellos se relacionan más con la vecindad o con
experiencias vitales compartidas.

           
La conducta erótica se prolonga durante la tercera edad y
solo desaparece con la muerte, la
expresión de la sexualidad no solo se reduce a lo genital
o coitos, sino que engloba a toda persona y su expresividad.

           
Hay que tener en cuenta que con la edad se producen una serie de
cambios, inductivos en órganos genitales, lo que no
significa que no sean actos para responder el placer.

           
No hay pruebas de que
el proceso de
envejecimiento, por si mismo determiné una
disminución del interés sexual, lo que produce es
un cambio en las formas de experimentar y disfrutar de las
prácticas eróticas.

           
A pesar de que no está justificada las pérdidas de
interés sexual en la vejez existen factores asociados al
envejecimiento factores fisiológicos, determinadas
enfermedades, factores psicológicas; estereotipos, falsas
creencias, miedo, falta de información que pueda obstaculizar el
adecuado disfrute de la sexualidad en esta etapa de la
vida. 

           
La realidad es que existen factores que pueden enriquecer la
erótica de los ancianos, puesto que librados de las
preocupaciones y los esfuerzos de profesión, del cuidado
de los hijos sin miedo al embarazo, con
el tiempo para uno mismo, se podría adoptar un modelo de vida
mucho más cómodo y placentero y todo ello
contribuirá a que las relaciones eróticas se viesen
favorecidas.

           
Uno de los aspectos fundamentales sería normalizar el tema
de la sexualidad, eliminando obstáculos que impiden o
dificultan a las personas mayores el hablar sobre el tema
convenciendo la
comunicación e intercambio de opiniones sobre el mismo
y la expresión por parte de las personas mayores de la
problemática que pueden vivir en este ámbito de su
vida, proporcionar información a las personas mayores
sobre los cambios normales que ocurren con el envejecimiento y
que pueden generar cambios en la forma de experimentar su
sexualidad.

           
Darle información sobre factores fisiológicos y
psicológicos que pueden influir en el inicio y mantenimiento
de sus disfunciones o dificultades sexuales, así como de
las vías que existen para su posible
recuperación. 

           
Facilitar que las personas mayores se reconcilien con su figura
corporal y acepten los cambios que supone el proceso de
envejecimiento, cambiando los estándares de belleza de la
juventud
basado en criterios físicos y estéticos por nuevos
estándares más realistas y alcanzable basados en
los valores de
la comunicación, el afecto, la intimidad y la
sexualidad.

           
Potencial una visión de la sexualidad menos cortar, que
reconozca al valor como
potenciales fuentes de
placer de otros tipos de actividades.

           
Favorecer la creación de redes sociales adecuadas
para las personas mayores que les permitan satisfacer sus
necesidades de afecto e intimidad en los casos que haya bajo
apoyo social o situaciones de soledad por viudez o
separación, etc. 

           
Intervenir en aquellas áreas o problemas como las ya
tratadas u otras como las relaciones de pareja el estado de
salud o el estrés y
la depresión
que afectan de forma significativa a las relaciones
sexuales. 

CONCLUSIÓN

           
Podemos concluir diciendo que la sexualidad no termina con la
vejez, sino que surgen una serie de cambios, tanto en el hombre
como en la mujer pro eso no influye en que se puedan tener
relaciones afectivas y cóitales satisfactorias.

           
Hay ciertas enfermedades que influyen en que hayan cambios en la
sexualidad, pero no esta determinado que la vejez en si presente
faltas de
apetencias sexuales, sino que han sido los mitos o prejuicios o
las malas informaciones y algunos patrones culturales que han
hecho que esta etapa no se disfrute ampliamente. Lo que hemos
podido desmentir al haber trabajado este tema ya que existen una
serie de factores que pueden enriquecer la erótica de los
ancianos.

Puesto que liberados de las preocupaciones, los esfuerzos de
la protección, el cuidado de los hijos, sin miedo a
embarazos y con tiempo para uno mismo se podría adoptar un
modelo de vida mucho más cómodo y placentero y esto
contribuiría a que las relaciones eróticas se
vieran favorecidas en esta etapa de la tercera
edad.

 

BIBLIOGRAFÍA

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